Mostrando las entradas para la consulta vacunas ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta vacunas ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

Tratamientos de longevidad en 2025: lo que funciona y lo que no

Vivimos la edad de oro del marketing antiedad. Cada semana aparece un nuevo “biohacker millonario” vendiendo pastillas, inyecciones o protocolos que prometen añadir décadas a tu vida. Pero cuando apartamos el ruido, ¿qué queda realmente respaldado por evidencia científica rigurosa en diciembre de 2025?

Empecemos por lo que SÍ funciona, sin lugar a dudas.

1. Restricción calórica y ayuno intermitente. Es, con diferencia, la intervención más reproducible para aumentar la longevidad en todas las especies estudiadas: levaduras, gusanos, moscas, ratones, perros y ahora primates no humanos. El ensayo CALERIE-2 (2022-2024) en humanos demostró que una reducción sostenida del 12-15 % de calorías durante dos años retrasa el envejecimiento biológico medido por relojes epigenéticos (Horvath, GrimAge) en aproximadamente 2-3 años. No es magia: activa autofagia, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación crónica de bajo grado (“inflammaging”). Conclusión 2025: sigue siendo el estándar de oro gratuito (o casi). 16:8 o 5:2 funcionan bien para la mayoría sin efectos adversos importantes.

2. Ejercicio físico estructurado. La combinación de entrenamiento de fuerza + zona 2 cardio + algo de HIIT es la única intervención que mejora simultáneamente casi todos los biomarcadores de envejecimiento: VO2 máx, masa muscular, densidad ósea, sensibilidad a la insulina, inflamación, función mitocondrial y longitud de telómeros en leucocitos. El metaanálisis de 2024 en Nature Aging mostró que las personas que cumplen las guías mínimas de la OMS (150-300 min/semana) tienen una edad biológica 6-9 años menor que los sedentarios del mismo grupo cronológico.

3. Metformina. El fármaco antidiabético más prescrito del mundo lleva años en el punto de mira del envejecimiento. El estudio TAME (Targeting Aging with Metformin) aún no ha publicado resultados definitivos (se esperan para 2027-2028), pero los datos observacionales acumulados son contundentes: los diabéticos tratados con metformina viven más que los no diabéticos de la misma edad (efecto “paradójico” documentado en más de 15 estudios). Mecanísticamente activa AMPK, reduce mTOR y mejora la biogénesis mitocondrial. En 2025 se prescribe off-label en dosis bajas (500-1000 mg/día) por médicos especializados en longevidad en EE.UU., Singapur y algunos países europeos. Riesgo principal: depleción de B12 a largo plazo y molestias gastrointestinales. No es la “pastilla de la inmortalidad”, pero es lo más cercano que tenemos en fármacos baratos y seguros.

4. Semaglutida y análogos GLP-1 (Ozempic, Wegovy, tirzepatida). Han revolucionado la obesidad y, de paso, la longevidad. El ensayo SELECT (2023) demostró que semaglutida reduce un 20 % el riesgo cardiovascular mayor en personas obesas sin diabetes. Estudios posteriores (2024-2025) muestran mejora en hígado graso, inflamación sistémica, función renal y hasta marcadores de senescencia celular. Además, al reducir la grasa visceral, disminuyen la secreción de factores pro-envejecimiento (IL-6, TNF-α). Cuidado: no son “fármacos antiedad” per se. Funcionan porque revierten una patología aceleradora del envejecimiento (obesidad). En personas delgadas con IMC < 27 los beneficios son marginales no justifican (aún) los riesgos y el coste.

5. Rapamicina y análogos (sirolimús, everolimus). La inhibición intermitente de mTOR extiende espectacularmente la vida en ratones (hasta 30-40 % en algunas cepas). En humanos solo hay ensayos pequeños (dosis bajas semanales) que muestran mejora en respuesta inmune a vacunas en mayores de 65 años y posible reducción de células senescentes. El problema: inmunosupresión, riesgo de infecciones y estomatitis. En 2025 sigue siendo experimental y solo para quien acepte riesgos significativos.

Lo que NO funciona (o no lo suficiente) en 2025

- Suplementos de NAD+ (NMN, NR): mejora marcadores en ratones, resultados decepcionantes en humanos bien diseñados. El último ensayo aleatorizado grande (2025) no encontró diferencias en función física ni biomarcadores de envejecimiento frente a placebo.

- Resveratrol: sigue sin cumplir las promesas de 2006.

- Terapias de “telomerasa” o “alargamiento de telómeros”: Todas las empresas que lo ofrecían han cerrado o están en juicio.

- Plasma joven o exosomas: Datos preliminares interesantes, pero sin ensayos controlados grandes.

- La mayoría de “péptidos de longevidad” (BPC-157, epitalon, GHK-Cu…): anécdota, no evidencia.

Biomarcadores útiles para seguir tu progreso real (2025):  - Relojes epigenéticos (TruAge, GrimAge 2.0) - VO2 máx - HbA1c y curva de glucosa continua - Panel inflamatorio (hs-CRP, IL-6) - Composición corporal por DEXA - Longitud media de telómeros en leucocitos (solo como marcador secundario)

Conclusión: En 2025 la longevidad efectiva sigue siendo aburridamente clásica: come un poco menos de lo que te apetece, mueve peso pesado varias veces por semana, duerme 7-9 h, evita tabaco y alcohol excesivo y, si tienes acceso y perfil adecuado, considera metformina o un agonista GLP-1 bajo supervisión médica. Todo lo demás, por ahora, es esperanza cara o ciencia ficción.

La buena noticia: nunca ha sido tan fácil retrasar el envejecimiento biológico 10-15 años con intervenciones de bajo coste y alto nivel de evidencia. La mala: todavía no podemos comprar décadas extras en una farmacia. Y probablemente eso sea lo mejor.

Muchos más posts sobre longevidad y sobre salud.

Origen de los prejuicios y un atlas histórico para desmontarlos

Hoy recomendamos una lectura amena e instructiva para deshacer la historia de las ideas recibidas con el libro Histoire des préjugés (Historia de los prejuicios), obra colectiva dirigida por Jeanne Guérout y Xavier MauduitÉditions Arènes, 2023

Histoire des préjugés es un volumen colectivo dirigido por las investigadoras y periodistas Jeanne Guérout y Xavier Mauduit que reúne a treinta y cinco historiadores y especialistas para rastrear el origen y la genealogía de más de cincuenta prejuicios comunes (raciales, de clase, de género, nacionales, profesionales, etc.). Su objetivo central es mostrar cómo muchos de los juicios “de sentido común” tienen historias concretas y funciones sociales —y por tanto pueden ser desmontados con herramientas históricas. 

Jeanne Guérout es historiadora y periodista cultural francesa, colabora en programas y medios culturales y ha trabajado en proyectos que cruzan historia, memoria y divulgación. Ha coordinado investigaciones y colecciones que acercan la historia al gran público. Xavier Mauduit es periodista e historiador cultural, Mauduit es también autor y coeditor de trabajos sobre historia social y cultural. Junto a Guérout ha impulsado proyectos colectivos que buscan recuperar el pasado para entender prejuicios y representaciones presentes. 

Es un libro colectivo por capítulos temáticos; cada entrada aborda un prejuicio (p. ej. sobre nacionales, sobre clases sociales, sobre mujeres, sobre enfermedades, sobre profesiones) y reconstruye su emergencia histórica, sus usos y las instituciones que lo han reproducido. Los autores combinan documentación (fuentes impresas, iconografía, legislación, panfletos) con análisis historiográfico: la intención es mostrar que los prejuicios no son “naturales” sino construcciones con funciones (políticas, económicas, culturales). Entre los colaboradores aparecen nombres diversos —investigadores en historia cultural, de la ciencia, del derecho y de las mentalidades— que dan al libro amplitud temática y metodológica. 

Algunas ideas centrales

Los prejuicios tienen historia: no son atemporales; nacen en contextos concretos (economía colonial, luchas políticas, cambios normativos) y se ajustan a intereses sociales. 

Función social de los prejuicios: suelen legitimar desigualdades, excluir o mercantilizar grupos y justificar políticas. Analizarlos históricamente permite ver quién se beneficia de su persistencia. 

Pluralidad de ejemplos: la obra ofrece casos muy variados —desde estereotipos nacionales hasta prejuicios científicos o de clase— lo que permite al lector comparar mecanismos y continuidades. 

Divulgación con base académica: aunque tiene rigor historiográfico, el formato está pensado para llegar a un público amplio (lectores de divulgación cultural y enseñantes).

Algunas citas breves extraídas (traducciones y fragmentos):

Comprendre l’origine des préjugés, c’est déjà les combattre.” (Comprender el origen de los prejuicios es ya combatirlos.) — lema editorial y síntesis de la intención del libro.
“Les préjugés portent une idée d’intemporalité” — señalamiento sobre cómo los prejuicios se presentan como naturales y atemporales, cuando en realidad son construcciones históricas. 
Un ouvrage collectif… trente-cinq historiens remontent à la source de nos idées reçues.” (Obra colectiva: treinta y cinco historiadores remontan el origen de nuestras ideas recibidas.) — nota editorial que subraya la amplitud de autores y temas. 

Fortalezas. Enfoque pedagógico: ideal para docentes y divulgadores que quieran mostrar a estudiantes cómo una creencia común tiene una genealogía. Rigor plural: al ser colectivo, reúne diversas aproximaciones (historia política, cultural, de la ciencia) y casos comparables. Accesibilidad: formato apto para público general interesado en desmontar estereotipos. 

Límites. Profundidad desigual: como en muchos volúmenes colectivos, la densidad y profundidad de los capítulos varía según el autor. Perspectiva francocéntrica: aunque hay aportes de diversa índole, la orientación editorial y las fuentes remiten mucho al contexto francófono y europeo; conviene complementarlo con lecturas sobre otras regiones. 

Muy recomendable para Estudiantes y docentes de historia, ciencias sociales, educación cívica, estudios culturales y antropologíaProfesionales de la educación y la divulgación que busquen materiales para desarmar estereotipos en el aula. Lectores interesados en genealogías culturales y en la historia de las mentalidades

Sin citar a sus respectivos autores, estos son los prejuicios cuya genealogía se expone: Los hombres y las mujeres prehistóricos vivían como bestias. Los bárbaros son unos vándalos. Los galos son gruñones y pendencieros. Los negros son serviles por naturaleza. La sífilis es un mal italiano. Los indios de América son perezosos. La morisca siempre va con los pechos desnudos. Los pelirrojos son falsos y huelen mal. La gastronomía es cosa de hombresLos chinos son astutos. Las mujeres son histéricasLos aristócratas son reaccionarios. Los pobres viven a costa de los ricos. Los ingleses son excéntricos. Las mujeres que se perfuman son peligrosas. Los artistas son unos parásitos. Los gitanos son ladrones de gallinas y de niños. Los negros solo piensan en sexo. Los zurdos son torpesEl verde trae desgracia. Los criminales tienen mala cara. Los ricos gobiernan en Francia. Los japoneses son suicidas. Los musulmanes no pueden vivir sin califa. Los chinos comen perros. Los negros huelen fuerte y los blancos huelen a muerte. Les estadounidenses son puritanos. Los franceses son arrogantes y maleducados. ¡Las suegras, todas unas arpíasLos checos se creen el corazón de Europa... Los intelectuales están desconectados de la realidad. Los judíos solo se apoyan entre ellos. Los alemanes son unos palurdos. Los árabes son violentos. Los homosexuales son todos afeminados. Los habitantes de los suburbios son unos delincuentes. Los africanos no tienen historia. Los sacerdotes tienen el diablo en el cuerpo. Sucio y lujurioso como un cerdo. Los aborígenes de piel clara no son verdaderos aborígenes. Los italianos no saben pelear. Los inmigrantes quieren islamizar Europa. El arte contemporáneo no es realmente arte¡Pommie bastards! Los mexicanos son criminales violentos. Los gordos carecen de voluntad. Los Beatles son bien educados y los Rolling Stones son unos maleantes. Los refugiados se aprovechan del sistemaLas vacunas son peligrosas para la saludLos ecologistas están en contra del progreso. Los vegetarianos son gente tristeUn hombre no llora. Los indios viven en la mugre. Los rusos necesitan un hombre fuerte. La lengua francesa está acabada,...

Histoire des préjugés es una herramienta potente para la educación histórica: permite trabajar en el aula ejercicios de contraste (comparar un estereotipo con su génesis documental), análisis de fuentes (¿qué interés social sostenía aquel prejuicio?) y proyectos de investigación local (¿qué prejuicios sobreviven en mi comunidad y por qué?). Recomiendo complementarlo con lecturas comparadas sobre racismo, sexismo y estereotipos coloniales para abrir la perspectiva más allá del ámbito europeo. 

Cuando la ignorancia se convierte en un culto, Asimov dixit

El 21 de enero de 1980 Isaac Asimov publicó “A Cult of Ignorance”, en la Newsweek. Está disponible en recopilaciones de ensayos de Asimov y reproducido en múltiples sitios web de acceso libre. Conecta con ideas presentes en otros textos de Asimov sobre divulgación científica y educación, como en The Roving Mind (1983). Asimov se adelanto contra la posverdad, con este ensayo que anticipó las fake news

En A Cult of Ignorance, Asimov denuncia la creciente hostilidad hacia el conocimiento y la educación en la sociedad estadounidense. Sostiene que en EE. UU. existe una peligrosa tendencia a igualar todas las opiniones, sin importar si están fundamentadas en hechos o no, y a desconfiar de la figura del experto.

El tema central es la glorificación de la ignorancia frente a la valoración del saber. La crítica principal refuta la frase “Mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento”, según resume esa actitud cultural. Frente a ello, queda la educación, que defiende la importancia de un sistema educativo sólido y del hábito de la lectura para mantener una democracia funcional. El peligro, décadas después aún mayor, es que si la sociedad ignora a la ciencia y al pensamiento crítico, se expone a caer en el creciente populismo y la galopante manipulación política.

Los efectos e impacto de “A Cult of Ignorance” fueron múltiples:

- En el debate educativoSe convirtió en una advertencia contra el antiintelectualismo. Es usado aún hoy en discusiones sobre la crisis educativa y la posverdad.

- En la política y sociedadEl ensayo anticipa la problemática contemporánea de las fake news, el negacionismo científico (cambio climático, vacunas) y el populismo mediático. Señala que la democracia solo funciona con ciudadanos informados, no con masas desinteresadas en la verdad.

- En la cultura popularLa frase “Mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento” ha pasado a ser un lema para describir el antiintelectualismo moderno. Asimov es citado como visionario que advirtió la degradación del valor del conocimiento décadas antes del auge de las redes sociales.

Repasemos algunas citas traducidas:

  1. Existe un culto a la ignorancia en Estados Unidos, y siempre lo ha habido. La tensión constante entre el encanto de la ciencia y el antiintelectualismo feroz lo demuestra.”

  2. “El antiintelectualismo ha sido un hilo constante que se ha enredado en nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que la democracia significa que ‘mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento’.”

  3. “La alfabetización no es un lujo; es una necesidad. Una sociedad de votantes analfabetos no puede sostener una democracia.”

  4. “Si no se respeta la experiencia ni el conocimiento, la política se reduce a un espectáculo de opiniones vacías, sin hechos que las respalden.”

@josemarotoartmusic La ignorancia e incultura de hoy... #jesus #jesusquintero #ignorancia #incultura #gente #pueblo #indignacion #verdad #ignorante #quintero #discurso ♬ sonido original - Jose Maroto Art-Book

Ser progresista podría sumar años a tu vida

No es la primera vez que escribimos sobre esta idea, corroborada en Estados Unidos con los colectivos de electores demócratas y republicanos (ver en este post). La tesis que afirma que las personas progresistas tienden a ser más longevas que las conservadoras es sugerente y ha sido objeto de investigación en diversas disciplinas (epidemiología, sociología, psicología política). 

Aunque hay matices importantes y diferencias entre países, se puede desarrollar y fundamentar esta idea con argumentos basados en datos empíricos sobre salud y mortalidad, estilos de vida asociados a ideologías, así como por factores socioeconómicos, culturales y territoriales.

¿Por qué podría haber una diferencia de esperanza de vida entre progresistas y conservadores? La ideología política no es solo una opinión: se asocia a hábitos, entornos, actitudes frente al riesgo y a la ciencia, todos ellos relacionados con la salud y la longevidad. En general, los progresistas tienden a valorar más la prevención y la atención sanitaria pública, mantener estilos de vida más saludables, vivir en entornos urbanos con mejor acceso a servicios, y mostrar mayor apertura al conocimiento científico y cambios en salud pública.

Evidencia empírica basadas en estudios en Estados Unidos (más abundantes):

- Political affiliation and life expectancy. Estudio de Lee y Shapiro (2022) publicado en Health Affairs. Hallazgo: Los condados que votan mayoritariamente demócrata (progresista) tienen una esperanza de vida significativamente más alta que los condados republicanos. Diferencia acumulada: Hasta 4 años de diferencia en algunos casosCausa principal: Diferencias en acceso a salud, vacunación, tabaquismo, obesidad, políticas públicas.

Political ideology and health outcomes.  – Barry et al. (2014), American Journal of Public Health. Conclusión: Las personas liberales (progresistas) muestran mejor salud autodeclarada y mayor esperanza de vida, aunque también mayor ansiedad (parcialmente atribuida al contexto político hostil).

Factores explicativos de esta realidad multifactorial:

a) Estilos de vida y salud preventiva. Los progresistas tienden a apoyar medidas de salud pública como vacunas, mascarillas, dieta saludable, reducir conductas de riesgo (menos consumo de tabaco o armas, más ejercicio físico) y usar más el sistema de salud preventivo. Los conservadores, en especial en contextos rurales o religiosos, pueden mostrar desconfianza hacia la medicina científica, o defender la responsabilidad individual como única guía, lo cual retrasa diagnósticos y tratamientos.

b) Lugar de residencia y entorno social. En Europa y América, las personas progresistas suelen vivir en zonas urbanas, con más acceso a servicios sanitarios, mejor infraestructura y asistencia social, así como más posibilidades de educación y concienciación en salud. Las zonas rurales, con mayor voto conservador, tienen peor acceso a médicos, mayor obesidad y enfermedades crónicas y una pobreza estructural en muchos países.

c) Educación y nivel socioeconómico: La ideología progresista está correlacionada con niveles más altos de estudios, lo que mejora la comprensión y adherencia a pautas médicas y se asocia a mejores condiciones laborales y de vida. Las personas conservadoras, en algunos países, muestran promedios educativos algo inferiores, lo que se traduce en más vulnerabilidad social y sanitaria.

d) Actitudes frente al cambio y la ciencia: Los progresistas aceptan mejor el cambio y la innovación (incluida la médica) y confían en la comunidad científica y en políticas públicas de salud. Los conservadores muestran mayor desconfianza en instituciones y un rechazo más frecuente a avances (como vacunas nuevas, terapias experimentales, cambios en el sistema de salud).

En el contexto europeo y español, aunque la brecha ideológica en salud no es tan marcada como en EE. UU., existen diferencias relevantes en esperanza de vida y salud percibida según territorio, clase social y orientación política. En España las zonas urbanas con voto progresista (Madrid centro, Barcelona, Euskadi, Navarra) tienen esperanza de vida más alta que zonas rurales o más conservadoras (como algunas áreas de Castilla-La Mancha, Andalucía rural o Murcia). La Encuesta Nacional de Salud y los informes del INE confirman que el nivel educativo y la actitud hacia la prevención están fuertemente asociados con mejores indicadores de salud.

En Europa, en países como Suecia, Países Bajos o Alemania, donde el voto progresista suele coincidir con políticas de bienestar y sanidad universal fuerte, la esperanza de vida es más alta. Donde dominan posturas conservadoras antiestatistas (ej. Hungría, Polonia rural), los datos de salud pública son más pobres.

Algunos matices y contraargumentos: Algunos grupos conservadores de alto nivel socioeconómico (ej. conservadores británicos o alemanes) tienen acceso excelente a salud privada y buena longevidad. En países con sanidad universal fuerte, la ideología influye menos directamente, pero indirectamente sigue marcando estilos de vida. La religión conservadora puede tener efectos ambivalentes: protege del alcohol y promueve comunidad, pero puede dificultar acceso a salud reproductiva o vacunación.

En conclusión, aunque la longevidad está influida por muchos factores (genéticos, ambientales, económicos), la ideología política se relaciona indirectamente con la esperanza de vida: Las personas progresistas tienden a vivir más años porque adoptan estilos de vida más saludables, confían en la ciencia médica, acceden mejor a servicios de salud y viven en entornos urbanos con mayores recursos.

Algunas frases a modo de resumen: Los progresistas no sólo piensan en el futuro… también lo viven más tiempo. Las ideas abiertas no solo abren mentes… también prolongan vidas. Tu ideología puede estar en tu historial médico.

PS: Este es un post más de una larga serie dedicada a la longevidad que iniciamos el domingo 17-9-23. La longevidad ha sido un tema recurrente en este blog.

Meliorismo: El mundo puede mejorar,... con tu ayuda

En tiempos de desazón y pesimismo, surge la oportunidad de ser meliorista. El meliorismo (del latín melior, mejor) es la idea de que el progreso es un concepto real y de que los seres humanos pueden interferir en los procesos naturales para mejorar el mundo. El meliorismo, como concepción de la persona y de la sociedad, está en la base de la democracia liberal contemporánea y de los derechos humanos y es un componente básico del liberalismo. 

El meliorismo es una filosofía que sostiene que el mundo puede mejorarse a través del esfuerzo humano. No es ni completamente optimista ni pesimista, sino que reconoce los problemas del mundo, pero cree en la capacidad humana para resolverlos.

William James (filósofo pragmatista) popularizó el término meliorismo en el siglo XIX. Se basa en el pragmatismo, que enfatiza la acción y la mejora gradual. Influye en movimientos políticos, sociales y tecnológicos que buscan el progreso humano.

Otra concepción importante de la tradición meliorista procede de la tradición pragmática estadounidense. Se puede leer sobre ella en las obras de Lester Frank Ward, William James y John Dewey. En las obras de James, sin embargo, el meliorismo no apunta al progresismo y/o al optimismo. Para William James, el meliorismo se sitúa en medio entre el optimismo y el pesimismo, y trata la salvación del mundo como una probabilidad más que como una certeza o imposibilidad. 

En el caso de una praxis meliorista, la activista contemporánea de los pragmatistas Jane Addams despojó a los ideales progresistas de cualquier privilegio elitista, abogando por un "progreso lateral" cuya preocupación fuera directamente la gente corriente. Arthur Caplan también ha utilizado el meliorismo para describir posturas en bioética que están a favor de mejorar las condiciones que causan sufrimiento, incluso si las condiciones existen desde hace mucho tiempo (por ejemplo, estar a favor de curar enfermedades comunes, estar a favor de terapias antienvejecimiento serias a medida que se desarrollan).

Ejemplos de meliorismo en Acción:

Derechos Humanos: Movimientos como la abolición de la esclavitud o el sufragio femenino. 

Medicina y Salud: Avances como las vacunas o la lucha contra enfermedades como el SIDA.

Cambio Climático: Acciones para reducir emisiones, energías renovables, acuerdos como el de París.

Tecnología y Educación: Internet y la IA como herramientas para democratizar el conocimiento.

Ciencia y EspacioExploración espacial, avances en física y biotecnología.

El meliorismo nos dice que el mundo no es perfecto, pero podemos mejorarlo con ciencia, ética y esfuerzo colectivo. 

Esperanza de vida y su evolución histórica

Esperanza de Vida en USA
¿Cuántos años te quedan de vida? La respuesta a esa pregunta es la esperanza de vida (ver en numerosos posts)Es un indicador que mide el promedio de años que se esperaría que una persona viva, basado en el nivel de mortalidad de un determinado grupo de población. Se usa para medir el IDH (Índice de Desarrollo Humano) y que varía según el sexo, el nivel educativo, el PIB y otros factores. 

En el gráfico superior visualizamos la esperanza de vida estadounidense actual por edad y género. Los gráficos y estudios de EE.UU. son muy precisos y clarividentes, si bien la esperanza de vida en nuestro entorno es superior. Una conclusión clave de la esperanza de vida es que aumenta a medida que se envejece. Esto se ve fácilmente en la anterior tabla, que enumera los años que le quedan de vida a una edad determinada a una persona estadounidense y la esperanza de vida proyectada.

Al nacer, un bebé estadounidense promedio puede esperar vivir hasta poco más de 74 años. Pero si el niño llega a la edad adulta, a los 21 años podría vivir un año más, más allá de los 75. Esta tendencia persiste incluso hacia el final de la vida, cuando el años que nos quedan disminuyen rápidamente, influidos por la mayor probabilidad de muerte. 

Las mujeres estadounidenses tienen una esperanza de vida mayor que los hombres. Al nacer, la brecha es cercana a los seis años y se reduce constantemente a alrededor de un año a los 85 años. Las mujeres sobreviven a los hombres en casi todos los países del mundo, debido a una combinación de razones sociológicas, conductuales y biológicas. 

Según los datos más actualizados, la esperanza de vida en España en 2021 fue 83,03 años. Ese año, la esperanza de vida de las mujeres fue de 85,81 años, mayor que la de los hombres que fue de 80,2 años. España fue el país de la Unión Europea con la esperanza de vida más alta por delante de Suecia. 

Estos cambios se deben a mejoras en la medicina, la salud pública, la nutrición, el acceso a agua limpia y saneamiento, la atención médica neonatal, los antibióticos, las vacunas y otros esfuerzos de salud pública. Además, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza también han contribuido a la disminución de la mortalidad infantil. La historia nos muestra que, a pesar de las dificultades del pasado, hemos logrado avances significativos en la protección de la vida de los niños.

A principios del siglo XIX, cuando había menos de mil millones de seres humanos en la Tierra, en 1804 la esperanza de vida global al nacer era de aproximadamente 29 años. Se trata de una cifra sorprendentemente baja, porque la esperanza de vida es una proyección estadística de cuántos años más puede esperar vivir una persona, basándose en las tasas de mortalidad de ese momento. Y dado que la tasa de mortalidad infantil en particular era tan alta, la esperanza de vida resumía con precisión la baja probabilidad de que muchos bebés vivieran hasta la edad adulta.

En 1804, cuando Napoleón fue coronado como emperador de Francia en Notre-Dame (París), se estima que se alcanzó el primer "billion", los mil millones de seres humanos. Hubo que esperar hasta 1927, cuando Charles Lindbergh realizó el primer vuelo transoceánico desde Nueva York a París, para que dos mil millones de humanos habitaran el planeta.  Cuando nacimos en 1953, apenas existíamos 2.500 millones de personas. Las predicciones (ver en contador constante y actualizado) apuntan nunca se superarán los 11 mil millones de seres humanos y que el máximo será hacia el año 2100. 
Esperanza de vida a lo largo de la historia
Según un estudio del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, se espera que España sea el país con la mayor esperanza de vida en el mundo en 2040, con una esperanza de vida de 85,8 años. Esto es casi tres años por encima del promedio actual. Sin embargo, estas son solo proyecciones y pueden cambiar debido a una variedad de factores, incluyendo avances en la medicina, cambios en las tasas de mortalidad y cambios en los estilos de vida. En el año 2040, los países con la mayor esperanza de vida serán: