Eskola 2.0 en Euskadi está distribuyendo estos días 20.000 microordenadores (18.159 atribuidos personalmente a todo el alumnado de 5º de Primaria) en 940 centros públicos y concertados.Cuando el tema lo merece y no se puede -por prudencia- ser el primero en opinar, casi es preferible ser de los últimos… antes de su previsto lanzamiento con el despliegue del hardware (equipamiento). Como cuestión preliminar es preciso señalar que los precedentes de Eskola 2.0 no sólo están en el proyecto “Escuela 2.0” del Gobierno Central, ni siquiera son un invento de Nicholas Negroponte, sino algo mucho anterior, porque la historia de la Informática Educativa en Euskadi ha cumplido un cuarto de siglo. Por citar referencias nuestras bien lejanas, que quien suscribe vivió en primera persona, desde 1985 homologamos como primer sistema educativo del mundo (antes que Japón que manejaba equipos de 8 bits o Estados Unidos con terminales tontos asociados a miniordenadores) a los PC como equipos educativos desde Primaria. Y ya en 1989 nuestra "Experiencia Orixe" hizo realidad aulas con la dotación de un ordenador por alumno. Distribuciones masivas de dotación uno a uno han sido realizadas en proyectos ubicados en todos los continentes con esquemas educativos que comparten muchas características. En todo caso, es de agradecer a quienes financian el equipamiento del proyecto que ahora nos ocupa, y que es a medias entre el gobierno central y el autonómico.
La actual realidad social ha sido transformada por la omnipresencia de equipos cada vez más portátiles, como netbooks (microequipos potentes de menos de un kilogramo), smartphones (teléfonos móviles inteligentes), e-books (lectores de libros con tinta electrónica),… que están permitiendo el acceso permanente a Internet por banda ancha a capas crecientes de la ciudadanía, siendo los más jóvenes los más interconectados. Todo ello ha sido, en alguna medida, propiciado por el sistema educativo, pero –al mismo tiempo- su realidad desde Infantil hasta la universidad tampoco ha generalizado –ni mucho menos agotado- las posibilidades pedagógicas que puede ofrecer la educación digital hoy día con inversiones nada gravosas (12.660.000€ anuales para hardware de Eskola 2.0, en equipos, PDIs,..), el 0,46% respecto a las dimensiones habituales de la macroeconomía educativa vasca (2.747.297.000 € en 2010).
Puede afirmarse que, como promedio, nuestros centros escolares disponen de unas dotaciones de equipamiento informático que son infrautilizadas (hay informes oficiales al respecto), de una conectividad escasa pero que no ha sido reclamada con la necesaria insistencia (quizá porque su deficiencia desanimaba el uso), y que las competencias digitales del alumnado, que forman parte central de los currículos oficiales en toda Europa, han sido pospuestos en su evaluación porque cabe esperar que no sean todo lo satisfactorios como desearía la comunidad escolar.
Por todo lo cual, expuesto sumariamente, la posición generalizada siempre ha sido favorable al despliegue de un equipamiento individualizado que permita una utilización continua, si fuera necesario, en la realidad escolar y en el tiempo reglado. Actualmente se produce la paradoja de que el alumnado, desde Primaria, cuando sale al patio conecta sus móviles y se relaciona con un entorno más amplio que al volver al aula, con conectividad nula en general, excepto en esos ratos de acudir al “aula de informática”, algo completamente obsoleto desde que fue posible otros formatos (“txoko” de aula conectado, mediatecas online,…).
La dotación de un netbook a cada alumno o alumna de 5º de Primaria, así como una mejor conectividad y la instalación de una pantalla digital interactiva (PDI, algo para favorecer la transición… del profesorado) puede servir para mucho… o para nada. Porque aquí la clave no radica en la tecnología, sino en la metodología. Ya se sabe que comprar equipos es algo fácil, y relativamente barato, pero lo decisivo es regenerar un entorno innovador de aprendizaje que arranque en las aulas y se expanda a los hogares, pasando de 950 ó 1.050 horas de aprendizaje reglado a un aprovechamiento mucho mayor del tiempo de aprendizaje de jóvenes (y adultos) a lo largo de las 8.760 horas anuales que vivimos... o dormimos.
El perfeccionamiento del profesorado es otra condición sine qua non. El profesorado vasco, de edad media un poco alta, lleva décadas de formación y es usuario de Internet, en la gran mayoría de los casos. Pero el alumnado es “nativo digital”, lo que ante todo significa una mentalidad abierta y nada temerosa ante el cambio continuo con fenómenos muy dinámicos comola Identidad Digital o las Redes Sociales en sus múltiples manifestaciones, muchas de las cuales ofrecen inmensas oportunidades para el aprendizaje, comportando así mismo algunos riesgos potenciales sobre los cuales la Educación debería formar para prevenirlos. Consideramos que la intensiva formación presencial que se está ofreciendo debería ser complementada con más instrucción online 2.0 y apoyo entre iguales abierta a todo el profesorado con independencia de la titularidad pública o privada de sus centros.
Respecto al formato de la iniciativa Eskola 2.0 creemos que es acertada en la mayoría de sus apartados, aunque desde asociaciones como Ikasbloggers adelantamos algunas sugerencias que, entendemos, mejorarían su implantación. Sugerimos el arranque dual con Software Libre Linux y Software Propietario Windows en el concurso público inicial, algo que finalmente se hizo. También recomendamos que, además del inicio a partir de la generación de 10 años (5º Primaria), simultáneamente se abriesen experiencias con grupos docentes-discentes avanzados en otros niveles educativos, para incentivar la innovación educativa, premiar a los vanguardistas y abrir el camino en otras etapas sin esperar que año a año ascienda desde 5º de Primaria hastala Secundaria Obligatoria.
Sobre el equipamiento discente en forma de netbooks, concepto comercial creado desde la aportación del MIT Media Lab sobre el OLPC (acrónimo de One Laptop Per Child, un microordenador por alumno), ha habido críticas poco razonables. Incluso desde autoridades de algunas autonomías se ha rechazado por razones tan absurdas como que su pantalla de 10 pulgadas podría generar miopía (sic), cuando lo habitual en las aulas es trabajar con folios de ese mismo tamaño. Innecesario es decir que la lectura (de libros) continuada a lo largo de la vida también puede empeorar la vista, pero mejora todo lo demás.
Otro requerimiento básico es la conectividad, que debe ser acorde a la magnitud y uso intensivo que prevé el proyecto. Hace tiempo que repetimos que un “netbook” (libro en red) sin “net” (red de conexión) es peor que un “book” (libro convencional). La anchura de banda, simétrica porque en la web 2.0 se remite casi tanta información como la que se recibe, debe estar sobrada. Al respecto no caben las excusas (y la torpeza de no ver el futuro que animarían) de los operadores telefónicos ante sus mejores clientes institucionales (como es Educación), para empezar a mirar hacia el norte de Europa o del Extremo Oriente y ofrecer capacidades medidas no ya en Megabits, sino en centenares de MB en banda ancha… móvil.
Dado que consideramos que estos equipos deben estar permanente en manos del alumnado, en su aula o en su casa, otra premisa básica de Eskola 2.0 debería ser asegurar a corto plazo el acceso desde todos los hogares con escolares vascos en horarios vespertinos o vacacionales para favorecer la “inclusión digital”, atenuando la brecha tecnológica que diferencia irreversiblemente a las familias en función de su capacidad económica. También sería preciso el apoyo interinstitucional desde ámbitos culturales para generalizar los espacios con conexión en bibliotecas y centros municipales, o con la apertura de espacios abiertos en los mismos centros escolares durante los 365 días y las 24 horas para el libre acceso ciudadano.
Algunas facetas colaterales que habrían de abordarse tan pronto como fuera posible se refieren al impulso de la gestión administración-centros-familias, que se encuentra retrasada respecto a otras comunidades cercanas, y un decidido impulso de colaboración para corregir y superar el retraso en incorporar al mundo editorial educativo en su transición hacia contenidos digitales. Este imparable evolución se podría efectuar sin más dilación con el mantenimiento transitorio de la inversión familiar en lo que eran libros de texto (con préstamo o compra, becada para familias desfavorecidas) en una conmutación rápida hacia multiformatos desde el papel hacia los soportes digitales en la red Internet.
Eskola 2.0 debe prever así mismo el impacto que sobre la cultura y lengua vasca provoca la globalización planetaria. Es imperativa y urgente una respuesta contundente y convincente para impulsar la generación de contenidos en euskara en Internet, preferentemente en soportes abiertos de entorno colaborativo, con ejemplos como Wikipedia,... La propia administración debiera priorizar el volcado hacia el ciberespacio de los numerosos materiales didácticos en euskara en su poder, atendiendo lógicamente todos los requisitos legales para salvaguardar los legítimos derechos de autoría.
Reconociendo que lo difícil no es adquirir o instalar más tecnología, ni siquiera más información, sino avanzar en el cambio didáctico y cultural, hemos de concluir que el reto al que se enfrenta Eskola 2.0 es meritorio y dificultoso. Apostamos por abrir esta “Caja de Pandora” apostando por planificar y actuar lo más proactivamente que sepamos y podamos. Para ello, es preciso contar con todas las aportaciones y visiones del profesorado, del alumnado, de las familias, de toda la administración y del mundo empresarial, así como de las gentes expertas en tantas materias involucradas.
Si creemos que Eskola 2.0 puede coadyuvar al advenimiento de un nuevo modelo educativo y social, hemos de redefinir colectivamente qué, cómo, cuándo y con quién aprendemos en una forma enteramente innovadora de entender las relaciones humanas. Una escuela 2.0 abordará una reforma profunda de todo el modelo de organización escolar y familiar, abriendo las aulas y rompiendo estructuras jerárquicas, para dar paso a modelos de aprendizaje cooperativo en novedosas comunidades de aprendizaje con una doble arquitectura física y virtual (con contenidos “en la nube” ciberespacial), con más y nuevos condiscípulos, más y mejores docentes durante mucho más tiempo anual del que ha conocido la historia de la educación.
Eskola 2.0 puede y debe ser una oportunidad axiomática para actualizar nuestra enseñanza desde la Educación Infantil , Primaria y Secundaria hasta la Formación Profesional o la Universitaria, sin olvidar la Educación de Personas Adultas (EPA). La hibridación de la Educación y del fenómeno general de la Web 2.0 significa una renovadora relación en red, donde todas las personas son “proconsumers” (productores y consumidores) de información y conocimiento, donde se aprovecha las capacidades intelectuales, emocionales y físicas de toda la ciudadanía de un modo más armónico y sinérgico. La extensa y compleja comunidad escolar, triangulada entre familias, alumnado, profesorado, administración (educativa, municipal, asistencial), agentes empresariales y sociales, debe saber que puede propiciar o asistir a esta mutación. Y si esto no fuese entendido, significaría que nada se comprende de la Escuela 2.0, ni de lo que implica la nueva realidad 2.0, ni de lo que hoy día necesitamos para construir una contemporánea Educación digna y acorde con el siglo XXI.
La actual realidad social ha sido transformada por la omnipresencia de equipos cada vez más portátiles, como netbooks (microequipos potentes de menos de un kilogramo), smartphones (teléfonos móviles inteligentes), e-books (lectores de libros con tinta electrónica),… que están permitiendo el acceso permanente a Internet por banda ancha a capas crecientes de la ciudadanía, siendo los más jóvenes los más interconectados. Todo ello ha sido, en alguna medida, propiciado por el sistema educativo, pero –al mismo tiempo- su realidad desde Infantil hasta la universidad tampoco ha generalizado –ni mucho menos agotado- las posibilidades pedagógicas que puede ofrecer la educación digital hoy día con inversiones nada gravosas (12.660.000€ anuales para hardware de Eskola 2.0, en equipos, PDIs,..), el 0,46% respecto a las dimensiones habituales de la macroeconomía educativa vasca (2.747.297.000 € en 2010).
Puede afirmarse que, como promedio, nuestros centros escolares disponen de unas dotaciones de equipamiento informático que son infrautilizadas (hay informes oficiales al respecto), de una conectividad escasa pero que no ha sido reclamada con la necesaria insistencia (quizá porque su deficiencia desanimaba el uso), y que las competencias digitales del alumnado, que forman parte central de los currículos oficiales en toda Europa, han sido pospuestos en su evaluación porque cabe esperar que no sean todo lo satisfactorios como desearía la comunidad escolar.
Por todo lo cual, expuesto sumariamente, la posición generalizada siempre ha sido favorable al despliegue de un equipamiento individualizado que permita una utilización continua, si fuera necesario, en la realidad escolar y en el tiempo reglado. Actualmente se produce la paradoja de que el alumnado, desde Primaria, cuando sale al patio conecta sus móviles y se relaciona con un entorno más amplio que al volver al aula, con conectividad nula en general, excepto en esos ratos de acudir al “aula de informática”, algo completamente obsoleto desde que fue posible otros formatos (“txoko” de aula conectado, mediatecas online,…).
La dotación de un netbook a cada alumno o alumna de 5º de Primaria, así como una mejor conectividad y la instalación de una pantalla digital interactiva (PDI, algo para favorecer la transición… del profesorado) puede servir para mucho… o para nada. Porque aquí la clave no radica en la tecnología, sino en la metodología. Ya se sabe que comprar equipos es algo fácil, y relativamente barato, pero lo decisivo es regenerar un entorno innovador de aprendizaje que arranque en las aulas y se expanda a los hogares, pasando de 950 ó 1.050 horas de aprendizaje reglado a un aprovechamiento mucho mayor del tiempo de aprendizaje de jóvenes (y adultos) a lo largo de las 8.760 horas anuales que vivimos... o dormimos.
El perfeccionamiento del profesorado es otra condición sine qua non. El profesorado vasco, de edad media un poco alta, lleva décadas de formación y es usuario de Internet, en la gran mayoría de los casos. Pero el alumnado es “nativo digital”, lo que ante todo significa una mentalidad abierta y nada temerosa ante el cambio continuo con fenómenos muy dinámicos como
Respecto al formato de la iniciativa Eskola 2.0 creemos que es acertada en la mayoría de sus apartados, aunque desde asociaciones como Ikasbloggers adelantamos algunas sugerencias que, entendemos, mejorarían su implantación. Sugerimos el arranque dual con Software Libre Linux y Software Propietario Windows en el concurso público inicial, algo que finalmente se hizo. También recomendamos que, además del inicio a partir de la generación de 10 años (5º Primaria), simultáneamente se abriesen experiencias con grupos docentes-discentes avanzados en otros niveles educativos, para incentivar la innovación educativa, premiar a los vanguardistas y abrir el camino en otras etapas sin esperar que año a año ascienda desde 5º de Primaria hasta
Mikel Agirregabiria Agirre, Responsable de Innovación Educativa de Bizkaia. Miembro fundador de ZiberEskola y de Ikasbloggers [Las imágenes corresponden al proyecto oficial, al OLPC en un país del Tercer Mundo y al esfuerzo por digitalizar la educación]