Dios menguante, a cobro divertido, una foto para la prosperidad,...
El término, malapropismo, proviene de la señora Malaprop, un personaje de la comedia The Rivals escrita por el inglés Richard Brinsley Sheridan. El autor sacó el nombre del francés «Mal à propos» (hablar mal a propósito). La mujer retiene vagos recuerdos de palabras oídas a personas de clase elevada y por aparentar distinción las reutiliza, confundiéndolas con otras en base a su similitud. Este personaje adquirió tanta notoriedad que dio origen a la voz malapropism.
Los malapropismos son intraducibles de un idioma a otro, dado que juegan con palabras fonéticamente similares pero que pueden representar conceptos muy diferentes. En este post nos referiremos a malapropismosen castellano.
Dependiendo de un caso u otro, estos lapsus léxicos pueden deberse a causas diversas:
La ultracorrección («ostentóreo» en vez de «ostentoso» o «estentóreo»; «bacalado» en lugar de «bacalao»; incluso hemos oído y no una vez «Bilbado» en lugar de «Bilbao»;)
La etimología popular, muchas veces errores muy arraigados («balandronada» por «baladronada», «antena paranoica» por «antena parabólica» o «rintintín» en lugar de «retintín».
Una alolalia (afasia consistente en pronunciar una palabra por otra), si es un hecho recurrente.
Otras causas: desconocimiento, prisas,... («estar entre la espalda y la pared», «rascarse las vestiduras»).
Los malapropismosocasionales son, incluso, una muestra de creatividad y abundan en las comedias como gags lingüísticos. En relatos como los que siguen:
"Confundía los churros con las meninas" (las churras con las merinas) y cuando se enfadaba aclamaba (clamaba) al cielo. Su actitud era descabechada (descabellada + escabeche). Me dejaba "entre la espalda (espada) y la pared". Vivía muy bien: "Nadaba en la ambulancia" (abundancia). Un amigo suyo era "más viejo que Jerusalén" (Matusalén). Escuchaba a la orquesta "filatélica" (filarmónica), de la que era "mercenario" (mecenas). Malgastaba en lo que no le "sucumbía" (incumbía), que le era "indisoluble" (indiferente) e "inverosímil" (indiferente otra vez). El tiempo se le pasaba "velando" (volando). Fue a un "confesionario" (concesionario) a comprar un coche gris "mentalizado" (metalizado) con faros "alucinógenos" (halógenos). Lo cierto es que la "profesión" (procesión) iba por dentro.
Otro diálogo cómico podría ser este entre una pareja y su médico:
- Doctor, mi mujer y yo queremos tener condescendencia y no podemos. No sabemos si es porque soy omnipotente o porque mi mujer es esmeril. Hemos ido a otro médico y nos dijo que mi mujer tenía la vajilla rota y la emperatriz subida. Como además la operaron de la basílica balear, no sabemos si eso puede influir. En aquella consulta le hicieron una coreografía a mi mujer y no vieron nada raro. Y también a mí hace años me operaron de la protesta y a lo mejor me han dejado escuelas en el cuerpo. Nos recomendó que hiciéramos el cojito en nuestra vida marítima, pero tampoco.
Además a mi mujer le nació un féretro muerto cuando tuvo un alboroto. Yo creo que mi mujer es frigorífica, porque nunca llega al orégano.
Llegado a este punto responde el ginecólogo con sorna:
- ¡A ver si va usted a tener un problema de especulación atroz!
Su autor, Maurice Leblanc (1864-1941), fue contemporáneo de Arthur Conan Doyle, y la popularidad que alcanzó el personaje de Arsène Lupinen Francia puede ser comparada con la del detective británico Sherlock Holmes en los países anglosajones. Por todo ello es uno de los elegidos por nuestros nietos que leen preferentemente en la lengua de Molière.
Es una especie de Robin Hood de los bajos fondos. ducho en derecho, medicina, artes marciales (su padre fue profesor de esgrima o boxeo, entre otros) y prestidigitación al más puro estilo Houdini, además de ser un auténtico seductor con las damas que no tiene nada que envidiar a James Bond. Un héroe de los bajos fondos, culto que habla latín, en definitiva, a cuya perspicacia nadie escapa, pues Leblanc aprovechó en sus novelas para hacer un retrato irónico de la policía francesa.
Netflix ha relanzado este personaje (que ya estaba entre nuestros preferidos) con una serie francesa 'Lupin', que se estrenó hace unas semanas (véase un trailer al final del post). Incluso ha confirmado ya una segunda temporada en Netflix tras el éxito apabullante de la primera. El carismático Omar Sy ('Intocable') protagoniza el que está siendo el fenómeno de estos días, la historia de Assane Diop, un hombre que encuentra un libro sobre Arsène Lupin que tiene el poder de concederle riqueza y recursos.
La serie Lupines un constante homenaje al personaje, al autor y a sus libros. Maravilloso el legado del libro que pasa de abuelo, a padre y a hijo en un guiño intergeneracional donde un formato moderno recupera una historia que cuenta con más de un siglo. Hay que aprender de los franceses en esta forma de recuperar a sus clásicos del folletín para crear obras de arte contemporáneas. Sin desvelar ningún spoiler, la obra completa sobre Arsène Lupinaparece reiteradamente desde el primer capítulo como algo que forma parte del legado cultural del protagonista desde niño y de su padre, de uno de los policías que encuentra la relación,...
Un resumen en español del personaje original en los cómics.
Un precedente real que quizá inspiró el personaje de Arsène Lupin existió. Su nombre fue Alexandre M. Jacob (mejor conocido como Marius Jacob). Ha sido, hasta la fecha, uno de los más célebres bandidos anarquistas de todos los tiempos. Nació el 28 de septiembre de 1879 en Marsella (el personaje de Lupin, por su parte, nace en Blois en 1874), en el seno de una familia obrera, y su vida fue, sin duda, digna de ser relatada. A los 12 años se enroló como aprendiz de marinero en un viaje que le llevaría a Sídney y después desertó de la tripulación, hasta convertirse en pirata.
Marius Jacob volvería a Marsella en 1897 renunciando a la vida marina y acompañado de unas fiebres frecuentes que sufriría el resto de su vida. "Vi el mundo y no es hermoso". Más tarde, siendo aprendiz de tipógrafo, acudiría a reuniones anarquistas, fue pillado con explosivos tras una serie de robos menores y condenado a seis meses de prisión, tras los cuales tuvo dificultades para reintegrarse. Tras huir del manicomio de Aix-en-Provence (había fingido sufrir alucinaciones para evitar una pena de cinco años de prisión), organizó una banda que se hacía llamar Los trabajadores de la noche (Travailleurs de la nuit).
Habían de cumplir una serie de principios para poder formar parte de la banda de Marius Jacob: no asesinar, excepto para proteger la propia vida o escapar de la policía, robar solo a los parásitos sociales (empresarios, jueces, soldados y el clero), y nunca a aquellos con profesiones consideradas útiles (artistas, arquitectos, médicos...), y donar un porcentaje de dinero a la causa anarquista.
Para saber si la persona en cuestión a la que pretendían atracar se encontraba en su domicilio, Jacob y compañía introducían trozos de papel bajo la puerta y volvían al día siguiente para comprobar si estos seguían en su sitio. También entraban en las casas por el suelo, desde el techo del piso inferior. Entre 1900 y 1903, Los trabajadores de la noche efectuaron más de 105 robos en París, aunque con el paso del tiempo Jacobs empezaba a pensar que su causa no tenía sentido.
Detenido en 1905, se salvó de la guillotina, pero fue condenado a trabajos forzados en Cayena (en la Guayana francesa), hasta que regresó a Francia en 1928. Después vivió trabajando como vendedor ambulante de telas. El resto de su vida es un misterio.
Se cree que en 1936 estuvo en Barcelona ayudando a la CNT y finalmente se suicidó el 28 de agosto de 1954 en Bois-Saint-Denis, donde residía. "Sois demasiado jóvenes para poder apreciar el placer que proporciona irse gozando de excelente salud, burlándose de todas las enfermedades que acechan a la vejez. Allá están todas estas asquerosas reunidas, listas para devorarme. Pero voy a defraudarlas. Yo he vivido y ya puedo morir", le escribiría a sus amigos antes de fallecer.
'Por qué he robado y otros escritos', en español en la editorial Pepitas de Calabaza, narra las pericias vitales de este particular personaje, que ha salido a la palestra de nuevo gracias a la serie de Netflix, un Robin Hood que se defendería así: "Antes que verme enclaustrado en una fábrica como en una cárcel, antes que mendigar aquello a lo que tengo derecho, he preferido sublevarme y combatir metro a metro a mis enemigos, haciendo la guerra a los ricos (...). Prefiero ser un cínico consciente de sus derechos que un autómata o una estatua".
A partir de este año 2021, el 25 de enero será el Día Mundial del Robot#WorldRobotDay
Hoy, 25 de enero de 2021, ha sido una fecha esperada. Se cumple un siglo desde que el dramaturgo checoKarel Capek acuñara la palabra 'robot' . Cada aniversario del fallecimiento de Karel Capek(el 25-12-38), se acumulan juguetes-robots en su tumba, en Praga.
El concepto 'robot' apareció su inmortal obra teatral R.U.R., Rossum's Universal Robotsescrita en 1920, que se estrenó en esa fecha. En tan solo dos años, la representación fue traducida a 30 idiomas y se representó con éxito en Londres y en numerosas ciudades de los Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, se realizaron 184 actuaciones en una producción en la que debutaron en Broadway interpretando a robots mudos los actores Spencer Tracy (luego con más de 50 películas en su haber, 2 Oscars y 9 nominaciones) y Pat O’Brien (que haría más de 100 películas en su carrera).
El término 'robot' tiene su raíz en la Iglesia Tradicional Eslava, siendo su referencia la palabra rabota, que significa servidumbre de trabajo forzado, esclavo, siervo,... Es decir, el término robot tiene ecos en el sistema feudal de explotación de la tierra y, al parecer, fue una sugerencia de su hermano el pintor Josef Ĉapek, que propuso roboti.
Con ello, Ĉapek quería referirse a unos trabajadores, producidos por la referida R.U.R., que son capaces de hacer todo lo que puede hacer un ser humano, pero que éste no quiere hacer. Para ello, se les dota de todos los materiales y avances fisiológicos, químicos o biológicos. De todo, menos de alma, de voluntad. La palabra fue traducida como robot al inglés.
Es interesante este origen.
Claro que antes se llegaron a construir entidades mecánicas, articuladas y con más o menos aspecto antropomórfico como los autómatas de ajedrez (ved el post El Turco); pero eran concebidas como juguetes para élites exclusivas, o como entretenimiento de ingeniosos técnicos y científicos. En cualquier caso, lo que destacaba de ellas es su parecido con el ser humano. La divina ambición humana de crear un hombre, de adquirir las competencias de un dios. Ĉapek, además de darles nombre, los pasó del juego, la feria o el entretenimiento, al campo del trabajo.
Eran esclavos de los hombres y, con ello, deja caer la crítica al momento histórico en el que vive: los robots somos nosotros, es como nos están produciendo industrialmente a nosotros, para que, a su vez, trabajemos industrialmente. Eran los tiempos en que el concepto sociedad de masas se concreta, en el que la producción industrial de bienes duraderos estandarizados –sin alma, desde la perspectiva artesanal- toma las riendas de la economía, y, sobre todo, de ideologías (futuristas, en cuanto línea artístico-estética) totalitarias como el comunismo y el nacionalsocialismo.
De hecho, se ha interpretado la obra de Ĉapek como una sutil e irónica crítica a estos regímenes políticos.
A partir de aquí, el imaginario de los robots se nos ha mostrado atravesado de ambivalencias, que nos llegan a lo más profundo, como sociedad y como seres humanos. Algunos esquemas se repiten. Es el caso de la reflexión especular entre ser humano y robot. Los segundos como reflejo desalmado de los primeros. Pero, a la vez, la creación de seres desalmados solo puede ser obra de seres desalmados. Los robots nos devuelven nuestra imagen.
Como en toda dialéctica, se desemboca en la síntesis, en una convergencia entre tesis y antítesis, entre humanos con alma y robots desalmados. Esto llega a la actualidad. Así, se puede interpretar la reflexión del filósofo John Danaher, al analizar la relación que se establece con los robots sexuales. Se establece una dialéctica entre deshumanización, inicial de los robots, que lleva a la deshumanización de los propios hombres –aunque parezca paradójico- que tiende a resolverse con la humanización de los robots, proyectando sobre ellos unos sentimientos de los que carecían de fábrica.
Tal esquema es el que puede atribuirse a la mítica película Blade Runnerde Ridley Scott, aunque no exactamente con robots, sino con androides: los replicantes –esclavos fabricados por Tyrell Corporation- son fabricados para ser más humanos que los humanos; pero sin sentimientos y para llevar a cabo las funciones y misiones más peligrosas. Son declarados ilegales, tras un motín, lo que ya indicaba un límite a su subordinación y, sobre todo, que no estaban carentes de sentimientos y dignidad.
Incluso, más sentimientos y dignidad que la de sus creadores y, posteriormente, perseguidores.
Ahí está también el otro esquema frecuentemente utilizado, el de la rebelión de los robots. Al fin y al cabo, se hace eco de su origen, de la rebelión de los esclavos, de los siervos. Esquema que está en la popularizada propuesta de Asimov y sus leyes, que eran una especie de venda antes de la herida, ante el potencial peligro de rebelión de los robots: ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra daño; todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos, a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley, y todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
Leyes lógicas de protección, salvo por un pequeño problema: los seres humanos son contradictorios y hacen robots para ir a la guerra y acabar con la vida de otros seres humanos, bajo el argumento de que estos últimos seres humanos amenazan de muerte a los primeros. Las reglas de los robots saltan por los aires.
Hoy, 25 de enero, también se cumple el aniversario de la primera muerte causada por un robot en 1979. Robert Williams, de Michigan, fue el primer humano asesinado por un robot. Tenía 25 años. El accidente en la Ford Motor Company dio lugar a una demanda de 10 millones de dólares. El jurado deliberó durante dos horas y media antes de anunciar la decisión contra Unit Handling Systems, una división de Litton Industries. Ordenó al fabricante del robot de una tonelada que mató a Williams que pagara a su familia 10 millones de dólares. Williams estaba sacando una pieza de un almacén cuando el brazo del robot le golpeó en la cabeza, matándolo al instante. En la demanda, la familia alegó que el robot no tenía ningún mecanismo de seguridad, ni siquiera un ruido de advertencia para avisar a los trabajadores de que estaba cerca.
En nuestros días de Cuarta Revolución Industrial, los robots han dejado de ser un juguete y han saltado de la ficción a la realidad. Están aquí, aun cuando equipados con las mismas amenazas que describieron escritores y cineastas. La inteligencia artificial es ya más eficaz y, en cierta forma, más inteligente para muchas tareas que muchos seres humanos. Si lo que se quiere es una respuesta inteligente, pregunta a Siri, en lugar de a tu cuñado.
Ahora bien, si lo que se busca es una respuesta emocional, la cosa está más igualada.
Cien años después de su nacimiento en los diccionarios, los robots amenazan con quitar el trabajo a millones de personas. Cuando, desde el Foro Económico Mundial, su fundador Klaus Schwab apunta los empleos del futuro, serán aquellos que, de momento, todavía serán inaccesibles a la capacidad laboral de los robots. Una sociedad en la que la mayor parte de la producción está en manos de los robots es una sociedad muy distinta a la actual.
La cuestión está ahí y pone patas arriba cuestiones como la fiscalidad, la relación entre renta (para vivir) y trabajo, las relaciones personales y un largo etcétera de prácticas, reglas, instituciones y perspectivas de análisis que, hoy, nos parecen casi naturales. Se empiezan a discutir, por ejemplo, los derechos de los propios robots, empezando por los derechos laborales.
Como en otros muchos aspectos relacionados con la transformación digital, la pandemia ha acelerado la demanda de robots, de máquinas inatacables por un ente biológico –como un virus- que hubieran sido capaces, de haberse acelerado su producción, de cosas como traernos la comida a casa, llevar a cabo las denominadas tareas esenciales, realizar tareas sanitarias, dar aire para la respiración de los más necesitados o incluso investigar las evoluciones del virus y su propagación o, tal vez algo más accesible y sin connotaciones de ciencia ficción, como mantenernos constantemente informados del estado de nuestros próximos internados en las urgencias de un hospital o una residencia de ancianos. Como en el caso del cuñado, nos darían información; pero no comunicación,... O sí, como los hace el avatar de Empathic Project (véase el post de hace unos días).
Con información enteramente pública, destacamos este Empathic Project dentro del marco Horizon 2020 por ser muy prometedor para ayudar y asistir con una alta personalización a personas mayores en sus hábitos diarios con un avatar, coach o entrenador virtual. Nos agrada especialmente que un nutrido grupo de personas mayores de e-Seniorsparticipa desde las primeras fases como co-creadores del producto final en tres de los Estados participantes, que cuenta con una financiación europea de cuatro millones de euros.
Bajo el nombre Empathic Project (@EmpathicProj en Twitter), estos organismos preparan el lanzamiento de unanueva herramienta de asistencia virtual, cuyo objetivo prioritario es fomentar ymejorar los hábitos saludablesen aquellos que ya han cumplido los 65 años de edad y que llevan un estilo de vida independiente.
“El entrenador virtual EMPATHIC (EMPATHIC-VC) involucrará a los usuarios sanos y mayores para cuidar posibles enfermedades crónicas, mantener una dieta saludable, realizar una actividad física adecuada y fomentar el compromiso social, contribuyendo así a la capacidad de los adultos mayores para mantener un estilo de vida satisfactorio e independiente”, explican los responsables desde su web oficial.
Aunque el proyecto aún no ha finalizado, su intención es crear un sistema que analice las señales faciales biométricas y el estilo del habla del usuario, pudiendo después formular respuestas adaptativas e interactuar con él a través de la imitación en tiempo real. Funciones que respaldarán la empatía y el apoyo que tanto necesita la Tercera Edad.
Para ello, Empathic Project debe cumplir una serie de premisas, obligatorias e inalterables:
El entrenador virtual debe comprender correctamente al usuario a través del rostro, el habla y el lenguaje, y siempre con tecnologías no intrusivas.
También debe ser capaz de derivar las necesidades personales del usuario mediante un historial de interacción.
Implementar planes de alto nivel de salud y bienestar, y modelos motivacionales efectivos será otra de sus cualidades, que se verá enriquecida por un diálogo expresivo multimodal adaptado a cada usuario.
Además, para maximizar todos estos servicios, Empathic Project estará disponible para tabletas, ordenadores de mesa y portátiles, y teléfonos inteligentes. Y no solo eso, durante el desarrollo de dicha tecnología, sus creadores han solicitado la ayuda de adultos mayores de diferentes partes del mundo, así como especialistas en geriatría, psiquiatría, salud y trabajo social, y neurocientíficos.
“Para garantizar un diseño impulsado por el usuario final, EMPATHIC involucrará a los usuarios mayores desde el principio y en cada fase del proyecto, al considerar sus necesidades de acuerdo con los cuidadores y profesionales, al recopilar datos iniciales de ellos, así como sus opiniones con respecto a la tecnología para desarrollarse y permitirles usar el prototipo personalizado desde su primera versión hasta la prueba final del concepto”, explican. En total, Empathic Project ha recurrido a 250 adultos mayores de España, Noruega y Francia, que representan diferentes entornos de cultura y estilo de vida, para dicho cometido.
----- Actualización tras nuestra prueba el 15-2-21 -----
Algunas impresiones y matices: Nos ha confirmado su potencial, pero esperábamos mejor comprensión de nuestra voz y, quizá, más precisión en las propuestas. El avatar, hemos escogido a Lena, no es suficientemente expresivo (en el sentido de que no muestra demasiadas expresiones faciales). Actúa con rapidez, todo el proceso ha sido muy curioso y divertido (no desvelo alguna preguntas que sorprenden), pero Empathic Projectpuede progresar aún mucho.
Admira ver a un cantante 50 años (1970-2020) después cantando la misma canción.
Cat Stevens - Father And Son. La canción original de 1970 y es uno de los mayores éxitos de Cat Stevens.
Pertenece al álbum Tea for the Tillerman, evoca melancolía y el adiós que un padre siempre da a su hijo cuando este abandona el nido. Esta canción nació de una historia ficticia creada por Cat Stevens -llamado Yusuf Islam tras su conversión al islamismo en 1977-.
Cuenta la historia de una familia de Rusia en la que su hijo quiere unirse a la revolución rusa, pero su padre le pide que se quede en casa trabajando con él en la granja. A lo largo de la canción se desarrolla un diálogo entre las distintas personas involucradas en esta triste pero inevitable situación.
Sin embargo, la narración no surge de una mera invención. La relación paterna que tuvo el propio Cat Stevens está retratada en esta canción, según contó en 2009 en el programa The Chris Isaak Hour. "Él estaba a cargo de un restaurante y yo era una estrella pop, así que yo no estaba siguiendo lo que él tenía determinado. Pero no tuvimos ningún antagonismo. Yo lo amo y él me ama", dijo el músico.
Esta canción ya una melodía clásica de nuestra memoria de los años '70 se convierte en una broma durante la pandemia, y surge el dueto con la cerveza como excusa. Nos gusta especialmente cómo se traslada el consejo entre tres generaciones, aunque no sea seguido exactamente. Ni Cat Stevens hizo caso a su padre en el negocio familiar, ni su hijo lo seguirá al pie de la letra al cantante. Pero se quieren, estiman su ejemplo de vida, se dan voz en el dueto de la versión COVID y así la vida se perpetúa con ánimo y humor.
La parodia humorística en el confinamiento de la pandemia entre padre e hijo, Cat y Davey.
La traducción, frase a frase para degustar el poema, de la versión original.
La readaptación subtitulada en tiempos de pandemia.
Sobre cómo colaborar en las economías locales y emprender en otros continentes y culturas sin paternalismos ni patrocinios. Deliciosa la anécdota de los hipopótamos y los tomates italianos,...
También previene sobre reuniones multitudinarias a las que los emprendedores jamás asisten. Muestra secretos para conectar personas con ideas y pasión, completando sus carencias. Su idea de empresa facilitadora es una innovadora iniciativa basada en la idea de la escucha total y la observación. De ahí que su modelo no tiene ninguna infraestructura. Se reúnen en cafés, andan por las calles e interpretan la información que recogen. Esta iniciativa social ha ayudado a poner en marcha 40.000 negocios en todo el mundo.
Sugiere que nunca hubo un solo ser humano que lograse hacer, vender y financiarse con éxito. Por ello las grandes empresas nacieron de más de un creador. Esos son las tres claves: producto fantástico, bien comercializado y finanzas controladas.
Post que estuvo en borrador desde el 29-11-2012.
Recuperado retrospectivamente nueve años después.
"¿Por qué hay que hablar siempre? A menudo habría que callarse, vivir el silencio. Cuanto más se habla, menos quieren decir las palabras." (Vivre sa vie, Jean-Luc Godard, 1962) pic.twitter.com/InvFGbqvbD
Cada día, no importa el mes ni el año, repasamos qué nos evoca esa mañana. Una persona que amamos, una causa por la que luchamos o todo aquello que da sentido a nuestras vidas y nos hace felices como individuos, familias, amistades, sociedades o parte de esa inmensa humanidad.
Os recomendaros preparar vuestro propio listado para repasar y repensar lo que es esencial para conformar vuestro presente y para alegrar cada amanecer. Sigue nuestra lista por días.
Es uno de los momentos menos publicitados, pero de los más simbólicos e importantes de toda transición presidencial en EE.UU.
Desde hace casi seis décadas, durante la toma de posesión del nuevo mandatario el 20 de enero, eclipsados por la fanfarria y los ornamentos, dos militares con uniformes de gala esperan detrás de unos pilares el momento de la juramentación.
Uno de ellos, que generalmente ha acompañado al presidente saliente en la mayoría de sus viajes, lleva consigo un pesado maletín negro que, cuando el reloj marque el mediodía, entregará al otro oficial, que se encargará desde entonces de cargarlo para el nuevo comandante en jefe. Se trata de la llamada "Nuclear Football", "caja negra" o "maletín nuclear", una valija reforzada con metal que acompaña a todas partes al presidente de EE.UU. en caso de que necesitara lanzar un ataque atómico estando lejos de la Casa Blanca.
Desde que se comenzó a utilizar durante el gobierno de John F. Kennedy, el traspaso de la maleta ha sido una parte fundamental, aunque discreta de las ceremonias de toma de posesión en EE.UU. Los códigos nucleares que liberan las armas nucleares de Estados Unidos se transferirán del presidente Donald Trump al presidente electo Joe Biden al mediodía, 12:00, de hoy, miércoles 20 de enero de 2021.
A diferencia de otras traspasos, el presidente saliente y el presidente electo estarán en lugares diferentes.
Esto requerirá dos juegos separados de "Nuclear Football" y códigos de autenticación, y los códigos antiguos expirarán en el momento en que Biden asuma el cargo. Biden tendrá entonces la autoridad exclusiva para lanzar el arsenal de Estados Unidos de 1.750 armas nucleares desplegadas en todo el mundo.
El miércoles, cuando el presidente electo Joseph R. Biden Jr. complete su transición a la Casa Blanca, varias compañías de redes sociales terminarán sus propias transiciones de cuentas oficiales que son muy seguidas.
Pero la transferencia tampoco será tan fluida en lo digital como lo fue hace cuatro años, cuando el presidente Barack Obama entregó las llaves de gran parte de su imperio social en Twitter al presidente Trump: POTUS = President Of The United States.
En 2017, el presidente Obama transfirió las cuentas oficiales de Twitter al presidente Trump, junto con los millones de seguidores de esas cuentas. Desde entonces, el equipo digital del presidente Trump ha usado las cuentas como megáfonos para la agenda de su gestión y ha aumentado el número de seguidores: ahora @POTUS tiene 33,3 millones de seguidores, @WhiteHouse cuenta con 26 millones, @FLOTUS tiene 16,4 millones y @VP alcanzó los 10,3 millones. La cuenta @POTUS, por sí sola, casi se ha triplicado en seguidores durante el mandato de Trump.
Pero este año, en vez de simplemente traspasarlas, como lo ha hecho antes, Twitterno transferirá a los seguidores de cada cuenta cuando Biden asuma el control. En cambio, cuentas con muchos menos seguidores que, en su mayoría fueron creadas la semana pasada, se transformarán en las oficiales.
Esto significa que, en gran medida, la operación digital de Biden tendrá que construir nuevos seguidores desde cero, en vez de tener una ventaja sobre su predecesor como le sucedió al presidente Trump. Twitter dijo que alertará a los usuarios sobre las nuevas cuentas.
Este ha sido el primer tuit de Biden, indicando sus objetivos inmediatos: Controlar la pandemia, Proporcionar ayuda económica, Abordar el cambio climático y Promover la equidad racial
After taking the oath of office this afternoon, I got right to work taking action to: