I Pasarela Meliá Bilbao
Aitxitxe, non dago euskara?
Superpoderes femeninos
El amor a los abuelos es lo mejor del mun....🤦♂️🤦♂️🤦♂️😂 pic.twitter.com/zv0QR0SWO5
— Por eso amo el internet!!😍😂 (@YisuscristViral) June 6, 2021
Como bonus final, para reírnos de nuevo, un poco de humor sobre "Los dos cerebros", con un vídeo más extenso que el que incluimos en un post de 2009. Sobre todo para hablar de "La caja de la nada" o The Nothing Box con el humor de Mark Gungor. Un vídeo similar, de mayor calidad, pero sin subtítulos.
Colaboración con Radio Euskadi en la Tertulia Senior
Ahora mismo en @radioeuskadi hablando de @GetxoBlog,... https://t.co/aKUXbsray5 pic.twitter.com/zQgo8ghq6p
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) November 24, 2023
Hoy también, como el viernes pasado, a las 16:00 estaremos en @radioeuskadi en Distrito Euskadi en la Tertulia Senior con @EiderHurtado. Hablando de temas de actualidad, como el #VIH, #COP28, #hologramas,... pic.twitter.com/vHRjaimDm8
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) December 1, 2023
Un monstruo viene a verme, recomendada
Testimonios de vida
Destaca que esta imagen, tomada por su prima de 12 ños, rápidamente se viralizó en Facebook al al dar visibilidad a un cotidiano gesto de tantas familias con mayores que padecen Alzheimer.
El relato de Giancarlo Murisciano es aleccionador: "Tal vez no ha sido el mejor 31 de diciembre de mi vida, pero esto también forma parte de ella. Una vez tú me tuviste sobre tus piernas y ahora lo hago yo, abuelita, sin vergüenza ni miedo, para recordar a todos que la vida debe ser vivida y combatida. En el pasado tú me tenías sobre tus piernas, ahora lo hago yo abuelita, sin vergüenza y sin temor".
Himnos de las personas mayores
¿Qué es un Bitcoin?
#Bitcoin explained by a 3 year old 🙃 pic.twitter.com/sNlZPetauD
— Lily’s Show (@LilyKnightShow) February 15, 2021
Un cortometraje de Borja Cobeaga, preseleccionado para los Oscar: Éramos pocos...
Trata de un padre y un hijo que, abandonados por la madre, sacan a la abuela del asilo para que les cuide.
Vida y familia antes de la muerte
Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2 bisnietos y una habitación de 12 m2.
— Ana Hidalgo (@AnaHid46) July 30, 2021
Ya no tengo mi casa ni mis cosas queridas, pero sí quien me arregla la habitación, me hace la comida y la cama, me toma la tensión y me pesa. #Hilo pic.twitter.com/F52OHz7Qos
Viejo chiste de los 'problemas familiares"
-"Estoy afligido, tengo problemas familiares",... El otro le responde:
- "¿Tú crees que tienes problema familiares? Escucha mi situación. Hace unos años conocí a una viuda con una hija y me casé con la madre. Poco después mi padre se casó con mi hijastra. Eso hizo que mi hijastra se convirtiera en mi madrastra y mi padre en mi hijastro. También mi esposa se convirtió en suegra de su suegro. Entonces la hija de mi esposa, mi madrastra, tuvo un hijo. Este chico es mi medio hermano, porque es el hijo de mi padre, pero al ser el hijo de la hija de mi esposa, es el nieto de mi esposa. Esto me hace el abuelo de mi medio hermano. Esto no fue nada hasta que mi esposa tuvo un hijo. Ahora la hermana de mi hijo, mi madrastra, es también su abuela. Así, mi padre es cuñado de mi hijo, cuya cuñada es la esposa de mi padre. Soy el hermano político de mi madrastra, mi esposa es la propia hija de la tía, mi hijo es el sobrino de mi padre y yo soy mi propio abuelo. ¿Y tú piensas que tienes problemas familiares?".
#EducafeBilbao con @AndoniSanz
#Educafebilbao con @AndoniSanzEste miércoles #EducafeBilbao con @AndoniSanz ¿Vienes? @txipi @agirregabiria @rakelarri @amaiafilo @loretahur @Itxape @martinarriz13 pic.twitter.com/21wbf01Hbd— Hautatzen (Marian) (@Hautatzen) 23 de octubre de 2016
Mañana en #educafebilbao una sesión de #gamificacion práctica: Caperucita Roja, el Lobo, la Abuela y las #matemáticas -marco #haidei pic.twitter.com/gTgwFdTaSP
— Andoni Sanz (@AndoniSanz) 25 de octubre de 2016
39 años con la MEJOR ESPOSA: CARMEN
Lecciones para una vida mejor
1º Aprovechemos cada día, no aplacemos nada, no guardemos los mejores vinos de nuestra bodega para un futuro que quizá no vivamos;
2º No perdamos el tiempo en cosas que no importan con personas que sí nos importan, lo importante no es tener la razón, sino que seamos felices;
3º Morir no es tan terrible, pero sí un poco triste si aún nos quedan cosas por hacer, como ser un gran padre o madre,... o un gran abuelo o abuela para ver crecer a los tuyos y dejar el mejor legado a través suyo.
Un vídeo del accidente, y la fuente del descubrimiento, Landing short.com.
Más conferencias TED subtituladas.
¿Qué es lo más viejo que tienes?
La bruja, los SuperHéroes y PLEO: El cuento de anoche
Nota Bene: Recogemos este cuento porque esta petición de los SuperHéroes sucedía el mismo día en el que fallece su creador: El gran Stan Lee. Sirva este simple post como obituario de su excelsa obra (Excelsior!).
"Un gran poder conlleva una gran responsabilidad".— EL MUNDO (to en el que surge @elmundoes) 12 de noviembre de 2018
DEP Stan Lee (1922-2018). pic.twitter.com/7hKw5VT39B
Sanjuanada de “albardados”
La denominación de “albardados” la aplicamos, mi esposa y yo con todo cariño, a la generación de nuestros hijos y a sus amigos. Se supone que serán quienes nos paguen la jubilación, razonamiento éste que aplicado hasta sus últimas consecuencias nos llevaría a ahorrar como posesos. Estos “friskies”, otro alternativo vocablo propio derivado de “freak” (monstruito), en nuestro barrio de Getxo suelen organizar diversas hogueras, concentradas en la playa de Las Arenas. La aplicación de la normativa este año, nos ha permitido ver un espectáculo costumbrista de nuevo cuño, que merece ser recogido para los anales del municipio.
El día D para nuestra arenera Normandía seguramente había comenzado desde primeras horas de la mañana, pero los cronistas no llegaron hasta mediada la tarde. Fuimos testigos de una incruenta batalla, desigual por las fuerzas de ambos bandos, entre un solitario “hondartzaina” (vigilante playero) y una horda de “albardados”, predominantemente chicos, entre 8 y 15 años. La invasión de la playa se produjo, extrañamente, desde tierra y no desde el mar. Los “bárbaros” llegaban equipados con abundantes cartones y maderas, apilados en carritos de supermercado, e incluso algún viejo colchón. Estaban perfectamente organizados mediante un complejo sistema de comunicaciones que incluía un teléfono móvil activo por clan. Obviamente se trataba de tribus distintas, con intención de erigir separadamente sus propios templetes-fallas, a los que prender fuego pasada la medianoche. El bizarro funcionario se ganó el sueldo de toda la temporada, desplegando una intensa actividad diplomática y negociadora, pero sin renunciar a aplicar su autoridad por medio del silbato. Merecedor de ser condecorado por la hazaña, inexplicablemente logró impedir la toma de aquella Bastilla costera, con una dedicación y un denuedo dignos de ser aplaudidos. Hubo de soportar manifestaciones infantiles bien organizadas, reivindicando lemas como “¡Queremos sanjuanada!” y la más culta y razonada consigna de “¡Es la tradición!” (vocablo sin duda filtrado por algún cómplice adulto, probablemente una abuela). También corearon repetidamente algo ininteligible que parece ser el subproducto televisivo de un dionisiaco hippie trasnochado al que se conoce como Pocholo.
El milagro, y misterio final, se produjo cuando antes de abandonar su guardia, más allá de su horario laboral y hacia las 20 horas, negoció con los sitiadores un último mensaje que obró maravillas: tan pronto como recorrió por última vez el paseo marítimo, con gallardía y tras dar la espalda a toda la “infantería” enemiga, éstos recogieron sus enseres pirotécnicos y se replegaron hacia el interior. Como educadores nos gustaría conocer las palabras mágicas del rito final, que lograron la mayor gesta presenciada en este curso académico que ahora termina.
(Mañana, Getxo sólo será noticia porque esta misma tarde-noche ETA "contribuía a la construcción" de Euskadi con una bomba a menos de dos kilómetros.)
Escaños infantiles
Muchos recordamos ese asiento que ocupamos de niños, y que bien pudo ser un saco en la trastienda del almacén único del pueblo, como la tienda de "Margari" llena de provisiones y con cajones de cereales diversos en mi inolvidable Ubidea. Desde ese ángulo situado en los confines del mundo todopoderoso de los mayores, los niños atendíamos, escuchábamos y aprendíamos. De vez en cuando nos encomendaban algún recado. "Muchacho, trae esa caja", ordenaba alguien, y nuestras manitas torpes y frágiles se tornaban cuidadosas y firmes para no derramar el contenido. Desde aquel asiento los niños espiábamos los chismorreos del pueblo y decidíamos cuáles creer y cuáles desechar. A veces habladurías y temas que no eran adecuados para nuestros oídos, pero todo era parte del emocionante proceso de aprendizaje y de criterio entre lo bueno y lo malo. Lo cierto es que el número de asientos para niños ha desaparecido de forma alarmante a través de los años. Fueron sustituidos por la imperfecta televisión, aparte del dilatado tiempo escolar. Algunos añoramos aquel "escaño infantil", como inmejorable observatorio donde se captaban los infinitos matices del humano razonamiento y del humano sentir, y cuyas enseñanzas nunca olvidaremos. El proverbio dice "Allá va el niño, donde le tratan con cariño". Y desde aquel asiento vivimos una serie de "desilusiones felices" que acabaron con nuestra infancia.
Solicitamos recuperar esos escaños infantiles en todos los foros públicos actuales, y que dupliquemos su efecto mágico entre niños y adultos: Que la infancia recupere sus butacas en las barreras de la experiencia, y que la presencia de los niños regule la conducta de los adultos en los escenarios más decisivos. Que se oiga una advertencia que parece olvidada: ¡Que hay niños delante! De este modo, la función de regulación puede ser recíproca. Imaginemos que en los Parlamentos y en los Ayuntamientos se disponga una Fila Cero en las sesiones plenarias, con veinte o treinta niños observando atentamente qué hacen sus mayores. Seguro que desaparecerían muchos espectáculos improcedentes de nuestros prebostes, enfrentándose e insultándose con nunca lo harían los chiquillos. Víctor Hugo dijo que "Cuando un niño nos mira, se siente que Dios nos sondea". Sólo un docente puede comprender lo que es "saltar a la pista" de un(a) (j)aula, ante varias decenas de pares de ojos que todo lo escrutan. Seguro que con más escaños infantiles, los niños aprenden a comprender a los adultos, y que ante la presencia de los niños los adultos aprenden a no comportarse como. adultos, porque los niños adivinan qué personas les aman (don natural que con el tiempo se pierde), y aprecian no lo que somos, sino lo que queremos ser (de ahí su reputación como fisonomistas intuitivos).
Esta sugerencia va muy en serio, como todo lo relacionado con los niños de quienes hemos de reaprender. casi todo lo que olvidamos al inflarnos con la edad. Abramos las escuelas para que el fermento de los niños se desborde por toda la sociedad. Así seremos más concientes en todas nuestras actuaciones de que existen niños, acreedores del máximo respeto y que enlazan el pasado con el futuro. La ancestral sabiduría china proclama: "De niños todos hermanos, de mayores todos enemigos". Seamos niños. Las grandes personas son aquéllas que no pierden ni su corazón inocente, ni su poder de crecer, ni su insurrección genuina por la que dicen: lo "único que quiero es todo". El niño es el padre del hombre, porque siempre habrá un niño en el hombre verdadero.
El político perfecto
Todos tenemos en mente cuál es el perfil óptimo de una persona dedicada a la política. Si lo escribimos en un papel, comprobaremos con sorpresa que pocos de nuestros candidatos lo cumplen estrictamente. Hay muchas cualidades, pero podrían reseñarse siete esenciales:
1º Contrario al esquema de Líder + Redil. Un político debiera sentirse como alguien que dedica una parte de su vida al servicio público, a resolver los problemas de una comunidad. Nunca debe creerse alguien superior, cuya soberbia visión debe ser comunicada o impuesta a su pueblo. Debe recordar en todo momento su condición de servidor, no de mandatario. Sólo se puede gobernar a la ciudadanía, sirviéndola.
2º Impulsor de equipos y organizaciones. Un político contemporáneo debe reconocer que la diversidad de los problemas actuales requiere soluciones complejas que movilicen a toda la ciudadanía, articulando actuaciones con grupos numerosos y plurales, instituciones diversas y todos los recursos sociales existentes.
3º Equilibrado y ecuánime, incluso en las opciones dentro de su partido, entendiendo la política como un caballo: peligroso en sus extremos e incómodo en el centro. Un político perfecto sabe que su función es como la mano que mece la cuna, el profesorado que despierta o el progenitor que prudentemente vela por su familia. Debe ser realista, es decir, un optimista con experiencia.
4º Con dedicación a la política limitada en su vida. Ojalá reconociésemos la profesión previa en nuestros políticos, distinguiendo al médico, al profesor, al economista que hay antes de entrar en política, con una dedicación a la que volverán pasados sus años de servicio político. El político perfecto es un amateur, dotado de profesión, familia y militancia, a quien llega la hora de pasar a primer plano por un período. No debiera ser alguien demasiado joven, ni alguien que ha vivido siempre en y de la política. Debe disponer de una vuelta a su vida anterior. La política sólo puede entenderse como la continuación del servicio prestado desde una carrera,... por otros medios de mayor alcance social.
5º Sincero y coherente. El arte de servir a los demás solucionando los problemas públicos sólo puede ejercerse sin mentir nunca al electorado, aunque no siempre se pueda decir toda la verdad. Un político, a diferencia de lo que abunda es justamente lo contrario de Zelig, el hombre camaleón que adoptaba el aspecto físico de sus interlocutores.
6º Un político nunca es suficientemente sobrio, porque la moderación, la frugalidad, la sensatez debe aflorar diariamente, en cada acto, en cada declaración. Un político perfecto es un deportista modelo de fair play, que sabe perder y sabe ganar (a menudo, lo más difícil de gestionar). El político perfecto debe ser amante de la humildad: Ibarretxe, ante el lujoso despacho de una naciente compañía pública cuando era vicelehendakari, dijo que aquello era el mejor ejemplo de lo que… no debía hacerse nunca con el dinero de todos.
7º Con mentalidad de puente y no de muro, sin miedo a la Paz, que no necesite enemigos, que como estadista piensa en la próxima generación, y no en la inmediata cita electoral. Es nutrido el "cajón desastre" de políticos, con larguísima duración en cargos, sin incompatibilidades, que destiñen en el primer lavado. También abundan los trepas, los tránsfugas,… También los que buscan un retiro en Iberdrola (como Aznar). Incluso los que ejercen de pseudo-políticos desde la presidencia de la patronal o del episcopado, desde la magistratura o desde los periódicos o los que opinan de Euskadi desde Extremadura. Pero lo que necesitamos es un liderazgo político propio del siglo XXI, con mujeres y hombres que sepan trabajar con equipos propios y pactar con los adversarios políticos para la resolución de las necesidades reales. Políticos que pretendan convencer y ganar votos, remediando desgracias y no buscándose nuevos enemigos. Necesitamos salir de este “camarote de los hermanos Marx” en que han convertido la política de enfrentamientos surrealistas, con nuevas gentes que vivan como si fueran a morir mañana, y que se dediquen a la política como tras un máximo de ocho años hayan de volver a su quehacer habitual.
¡Arrepentíos, políticos profesionales! Lo mejor que nos puede pasar como sociedad cruasán que somos es que encontremos a esos hombres que fueron jueves, que se revelen y se rebelen, en serio y en serie con una democrática ‘revolución de terciopelo’, que entiendan que la política es mucho más que echar la culpa a los demás. Que solventen problemas y no nos den la tabarra como aquella abuela tarareando la misma canción de cuna, hasta que el nieto le pidió: “Nana, ¿no podrías seguir cantando fuera?, es que quisiera dormir”.
Abuelos explotados
Al reencontrar parecidas situaciones, hemos recordado un caso que nos impresionó hace dos décadas. Cuando les conocimos, ellos ya eran unos abuelos jubilados. Él había sido un relojero con negocio propio, y le había ido razonablemente bien. Tanto que pudo comprar una casa a cada uno de sus hijos e hijas en una gran capital. También contaba con una casita de verano, al lado de la nuestra.
Cada veraneo comenzaba igual. Primero venía el matrimonio de octogenarios, para limpiar la casa y llenar la despensa. Dos días después, con precisión insuperable, la vivienda se abarrotaba de hijos y nietos. Al amanecer, ya se podía ver a la abuela limpiando el porche, y su jornada laboral de ama de casa se prolongaba hasta el anochecer. Diariamente los dos abuelos hacían las compras, pero nadie de sus cinco hijos e hijas, ni nueras ni yernos, ni nietos o nietas, salía a su encuentro para descargarles de alguna de las bolsas, que en varios viajes transportaban a casa.
Preparando comidas, meriendas y cenas los ancianos, jamás iban a la playa, pero sí toda aquella tropa de descendientes que los explotaba sin piedad. A lo sumo, el abuelo bajaba a la orilla para cuidar a sus nietos más pequeños. También sacar la basura era función exclusiva suya. Era un escándalo de abuso familiar para quienes conocíamos la situación, pero no se lo parecía así a aquellos desalmados hijos y nietos que lo veían como algo que los abuelos hacían por obligación y con gusto.
Un año ya no vimos a los ancianos. Nos comunicaron que habían muerto en el otoño, con apenas unos días de diferencia entre ambos fallecimientos. Nos apenó sobremanera no poder hablar con aquellos bondadosos patriarcas que habían dedicado más de sesenta años a tan ingratos descendientes. Entonces, aquella panda de inútiles perezosos pareció que podía organizarse. Dejaron de venir tan sincronizadamente; compraron otras viviendas próximas y cada pareja se ocupó de su prole. Se había acabado el chollo de los abuelos: simplemente los habían exprimido hasta la muerte.
Siempre nos ha quedado el recuerdo amable de aquellos maravillosos abuelos, que siempre estuvieron unidos y felices en medio de tan fatigoso trabajo doméstico. No volvimos a tratar con sus desconsiderados herederos, aunque les seguimos viendo. Pronto varios de ellos se divorciaron, y tampoco se hablaban entre ellos. Había desaparecido lo que ellos nunca apreciaron y lo que jamás serán: Una pareja que se ama, y que al tener hijos propios reconoce aún más a sus progenitores y que se ocupan de ellos en su ancianidad.
Mikel Agirregabiria Agirre. Educador
blog.agirregabiria.net
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/explotados.htm