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Un plan escolar llamado Jokin

El suicidio de Jokin merece una reflexión colectiva y un urgente programa educativo anti-bullying.

Jokin era un chaval de 14 años que se arrojó desde la muralla de Hondarribia el aciago martes 21 de septiembre después de sufrir el acoso de un grupo de compañeros de clase. La autopsia demostró claros signos de haber sido golpeado días antes del suicidio. Ocho condiscípulos de Jokin fueron expulsados temporalmente del instituto.

A Jokin le fallamos todos, los educadores (verdaderos), los adultos (verdaderos), los amigos (verdaderos),… todos los que no previmos y atajamos un caso tan cruel que estaba aconteciendo en un espacio protegido como debe ser el entorno educativo. A Jokin le persiguieron sistemática e impunemente una “banda” de adolescentes de 4º de la ESO con reiteradas amenazas, humillaciones, vejaciones y palizas, conocidas por una parte del profesorado y alumnado del centro.

A sus verdugos adolescentes sin escrúpulos morales, no supimos enseñarles valores humanos suficientes para rechazar semejante conducta despiadada y mafiosa. Al mismo Jokin no supimos educarle para pedir ayuda a su familia o a un tutor vocacional, ni para rechazar ese falso concepto de cuadrilla que protege a los explotadores. Tampoco supimos inculcarle a Jokin el valor y el apoyo que evitase la ceguera de un martirio que le llevó a la desesperación.

La muerte de Jokin es un monstruoso fracaso de ingentes dimensiones familiares, educativas, sociales y éticas. La deriva de una sociedad que no se revuelva inmediatamente ante el sacrifico de Jokin no merece sino el calificativo de culpable por acción y por omisión. Nada nos define a todos nosotros mejor que el mensaje desgarrador de un compañero de Jokin en su mismo chat: "Cuanto más tiempo pasa peor me siento. Es como un gusano que come mi interior por no haberte defendido".

La muralla de Hondarribia se ha llenado de velas, flores y mensajes. La dirección del instituto ha comentado que "Quizás hemos actuado con demasiada lentitud". Se ha abierto una doble investigación escolar y policial. Pero todo ello no basta si no aseguramos que ningún otro Jokin esté sufriendo la misma tortura. Hemos de reaccionar inmediatamente desde la indignación de que sucesos así acontezcan entre nosotros.

La historia de Jokin debe ser contada y comentada, hoy mismo, en todas las aulas de la ESO. Y luego preguntar: ¿Algo así sucede entre nosotros? Hemos de instaurar un programa educativo generalizado “anti-bullying”, de prevención de las agresiones verbales o físicas entre condiscípulos, con terapias y prevención activa para “intimidados” en primer lugar y, también, de reeducación y rescate para los “agresores”. Se ha estimado, en una reciente tesis doctoral de José María Avilés, que el abuso entre condiscípulos alcanza episódicamente al 5,6% del estudiantado, y que el 1,5% del alumnado (una cifra inmensa de niños y jóvenes) padece esa intimidación cotidiana y persistente.

El acoso entre iguales es un serio problema educativo velado y poco estudiado. El término “abusón” siempre ha formado parte del vocabulario escolar. Causa un indecible sufrimiento entre las víctimas, que pueden llegar al suicidio, y efectos nefastos en agresores y espectadores. Suele pasar desapercibido entre el profesorado y las familias o provocar su impotencia, al no saber cómo afrontar un tema que puede tener gravísimas consecuencias sociales. Son características de este tipo de acoso la desigualdad física o de poder entre agresores y víctima, las acciones repetidas en lugares y tiempo, con intencionalidad de atemorizar. Existen componentes físicos, verbales, sociales y psicológicos que marcan a las personas protagonistas en su futuro social, más allá del periodo escolar. La práctica consiste en ejercer violencia repetidamente contra alguien que no puede o no sabe defenderse: golpes, empujones, insultos, robos de bocadillos o tareas, que atemorizan y aíslan a la víctima, generándole además anticipada angustia. Antes de salir de casa ya sufre lo que le puede pasar.

El agresor, más frecuentemente varón, habitualmente es más fuerte físicamente o de carácter y sin sentimiento de culpabilidad ("el otro se lo merece"). Se acostumbra a la extorsión sin consecuencias, pudiendo evolucionar en el futuro hacia la delincuencia o la agresión familiar. La víctima, también más frecuentemente varón, suele ser de baja autoestima, con dificultades de relación, no manteniendo tras de sí un grupo que le proteja y trata de escaparse de la agresión, protegiéndose con enfermedades imaginarias o somatizadas. Los espectadores o espectadoras que no intervienen y se acostumbran a ver como normales las situaciones injustas, llegan a inmunizarse ante el sufrimiento ajeno. Cualquier lugar donde no haya personas adultas observando es susceptible de ser el escenario de la intimidación: patios, alrededores,...

En la etapa escolar, los responsables de la prevención y corrección del acoso somos tanto los familiares de agresores, de espectadores o de víctimas, como el profesorado y el resto del personal adulto de los centros de enseñanza. Por ello es apremiante que los diferentes estamentos de la comunidad escolar tomemos el tema con la prioridad que merece y elaboremos un plan propio de detección y corrección del problema. Se propone que todos los centros escolares, y fundamentalmente en los niveles de Enseñanza Primaria y Secundaria, elaboren un plan 'antibullying' específico, con terapias para el alumnado víctima y victimario, en su caso recurriendo a profesionales o siquiatras colaboradores. Estos planes podrían seguir protocolos innovadores, como el denominado Preconcimei propuesto por el citado Avilés para evaluar el grado de presencia del acoso escolar a través de cuestionarios entre el alumnado, el profesorado y los progenitores, así como una guía para planificar la actuación y las terapias en cada centro, incluyendo el método desarrollado en 1989 por el psicólogo sueco Anatol Pikas, con fórmulas combinadas incluyendo los ‘bully courts’ o tribunales escolares creados en el Reino Unido. Los resultados en los centros británicos o nórdicos donde se ha intervenido con el sistema Pikas han sido muy satisfactorios con un índice de víctimas reducido al 40%.

El nombre de Jokin podría servir para intitular un programa 'antibullying' de aplicación inmediata en nuestro sistema educativo. Así reconoceríamos su sacrificio para conmover nuestros corazones de adultos, y materializaríamos el deseo último que horas antes de tomar la fatal decisión escribió Jokin en su chat: "¡Libre, oh, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies!".

Ocho factores para una vejez feliz y longeva

El secreto para tener una vejez saludable
: Un equipo formado por especialistas del hospital General de Massachusetts y la Universidad de California ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Según recoge una noticia de Fermín Apezteguia, el pasado miércoles, 28 de febrero 2024, en El Correo.

No se trata de vivir más, sino mejor. Hubo un tiempo en que el pedigrí de los servicios de salud occidentales se medía en función de la cantidad de años ganados para la esperanza de vida global. Esa idea está hoy ya desterrada. Lo que de verdad importa ahora son los años de calidad existencial. A la hora de evaluar la felicidad individual la enfermedad cuenta, pero sobre todo, cuenta la vida

El equipo citado ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Sus ocho mandamientos constituyen el secreto mejor guardado de la Humanidad, el de cómo llegar a una vejez saludable. Los expertos hablan, sobre todo, de cuestiones sociales. De la forma en que influye en el bienestar de las personas mayores el hecho de que vivan en un barrio limpio, mantengan relaciones con los más jóvenes de la comunidad y se sientan respetados. 

El trabajo, que se ha publicado en la revista 'The Proceedings of the National Academy of Sciences' de EE UU, consistió en entrevistar a 8.250 adultos de 65 años o más durante cuatro años. Pasado ese tiempo, el 22% de los participantes había fallecido. Las causas y condiciones de su muerte permitieron establecer 183 cuestiones de tipo social que favorecieron su muerte o, dicho en positivo, pueden contribuir a una vejez saludable. 

«Es un trabajo muy interesante porque concede a los clínicos una herramienta para medir el impacto de las condiciones sociales en la salud, aunque se echan de menos algunas cuestiones que para nuestra sociedad mediterránea resultan trascendentales», valora el especialista Andrés Losada, vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontologia y catedrático de la especialidad en la Universidad Rey Juan Carlos. «El grado de control que uno siente que tiene sobre su entorno o el mantenimiento de metas y de ilusiones contribuyen de manera decisiva en la salud mental de las personas», explica el experto, que valora los ocho medidores de la salud al final de la vida:
  1. Un vecindario cuidado. «Un barrio al que se dedican pocos o ningún recurso es un entorno que, muy probablemente, cuenta con una renta per cápita baja», explica el experto. La ecuación es sencilla. Menos fondos, peor alimentación, peores recursos sociales, más posibilidades de morir antes.
  2. Control de las finanzas. La falta de recursos económicos no solo impide el mantenimiento de una dieta sana. También limita las relaciones sociales y las posibilidades de acceso a programas de ocio. «En Estados Unidos ocurre mucho más, pero aquí también».
  3. Reunirse con jóvenes y niños una vez al año. «Lo físico no lo explica todo», advierte contundente Andrés Losada. Hasta el punto de que muchos viejos y ancianos –palabras cada vez más reivindicadas por el amplio grupo incluido en el limitado término de mayores – dan mayor importancia a lo social que a lo biológico en lo intergeneracional. «Se nota que el trabajo está hecho en EE UU, porque un contacto limitado a una vez al año resulta totalmente insuficiente en nuestra cultura».
  4. Trabajar o mantenerse activo. El mundo laboral cubre una de las áreas más relevantes de contacto con las personas y el mantenimiento de la actividad cognitiva. «El trabajo no solo impacta sobre la economía individual, sino también sobre las relaciones personales».
  5. Mantener relaciones activamente con los nietos. Su impacto sobre el bienestar emocional es comparable al de reunirse con jóvenes y niños. «Los nietos en el sur de Europa desempeñan un papel trascendental en la felicidad de los abuelos».
  6. Hacer voluntariado. «Es algo fundamental que tiene que ver con la generatividad (posts varios)», el interés de las personas de mediana edad y mayores por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones. Favorece la formación de los jóvenes y enriquece a todos los participantes.
  7. Evitar la soledad no deseada. A juicio de Andrés Losada, éste es uno de los fallos del estudio, porque no es lo mismo sentirse aislado que estar solo. Quizás los autores del trabajo se referían a esto último. La soledad puede trabajarse con programas de intervención. Combatir el aislamiento resulta más complejo, porque tiene que ver más con la personalidad de la persona, sus traumas infantiles y su trayectoria vital.
  8. Ser tratado con respeto y cortesía. «Más que de respeto y cortesía debería hablarse de la educación como indicador de bienestar», destaca el geriatra. Una sociedad educada, defiende, promueve el respeto y el buen trato hacia todas las personas en general, no sólo hacia sus mayores. «Evaluar el bienestar de una sociedad sin tener en cuenta las desigualdades sociales sólo contribuye a aumentarlas», subraya Kenneth E. Covinsky, autor principal del estudio. La vida, de hecho, está fuera del hospital.

Espías humanitarios

Lamentamos, condenamos y repudiamos estas últimas siete muertes, como las anteriores cuya suma ya alcanza cifras espeluznantes: 10 españoles, 400 norteamericanos, 55.000 iraquíes, de ellos 45.000 militares y 10.000 civiles. Cada víctima, sin importar la nacionalidad, era un ser humano que seguiría vivo sin esta contienda declarada unilateralmente por Bush, Blair y Aznar contra la mayoría del Consejo General de la ONU.

Cada nueva matanza nos replantea múltiples preguntas: ¿Qué pinta el servicio secreto español en Mesopotamia? ¿Quién explicará a sus familias y a la ciudadanía el tipo de “misión humanitaria” que cumple el Ejército y el Centro Nacional de Inteligencia en Diwaniya? ¿Qué era tan necesario espiar en Babilonia para que mueran siete oficiales? ¿Cómo se está ayudando a los iraquíes para que celebren la muerte de los extranjeros bailando sobre sus cadáveres, mientras gritan vivas a Sadam? ¿Por qué se enviaron tropas y no ONGs si realmente se trataba de un servicio caritativo? ¿Para qué, de verdad, hay que seguir pagando un precio de sangre, muerte y culpabilidad manteniendo soldados y espías en Irak, cuando no lo hacen ni Francia, ni Alemania,…? ¿Qué intereses reales se está defendiendo? ¿No es todo esto un desatino insensato de Aznar para figurar en Las Azores, a cambio de perder crédito internacional ante el mundo árabe y europeo, ante la ONU, y sólo para ganar no se sabe qué y seguramente a título personal ante la reaccionaria administración de Bush?

¡Basta de mentiras! El culpable de las muertes españolas tiene nombre: Aznar, por la forma en la que, sin declaración de guerra ni paso por el Congreso, se sumó a una Coalición militar que desató toda esta catástrofe genocida. Rajoy parece deseoso de asumir la misma responsabilidad en este gravísimo error histórico con sus apresuradas declaraciones de que “España no se replanteará su papel”, lo que debe entenderse que continuará como potencia ocupante de una invasión sin el aval de la ONU. La gravedad de la tragedia exige más que el cese del inepto ministrillo de turno: El presidente Aznar debe rectificar inmediatamente o dimitir.

Finalmente que no aduzcan el subterfugio chantajista de que la oposición se alegra de las muertes. ¡No, nunca! ¡De ninguna muerte! Para que no haya duda, ojalá todos dijésemos lo mismo y actuásemos en consecuencia: Lamentando, condenando y repudiando por igual todas las muertes, tanto de españoles, italianos, norteamericanos, o iraquíes, y muy especialmente de los civiles iraquíes: ancianos y ancianas, hombres y mujeres, niños y niñas completamente inocentes. Quede toda nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias, de aquí y de allí. Seguimos queriendo la paz.

Muerte sobre ruedas

La fábula es irreal pero explícita: Si el demonio se apareciese ante la humanidad y propusiese el trueque de darnos un gran invento para nuestra comodidad a cambio de un sacrificio humano por cada 10.000 habitantes al año, ¿lo aceptaríamos? Getxo pagaría con 8 vidas anuales; Bizkaia con 120 personas al año; la Comunidad Autónoma Vasca con 220 jóvenes preferentemente al año; el Estado español con 4.500 vidas anuales; en Europa han rebajado un 30% el pago en cadáveres desde 56.027 a 39.864 vidas entre 1991 y 2001. Además habría que “pagar” con 30 heridos más por cada muerto, un herido anual por cada 330 habitantes, con lesiones de distinta gravedad incluyendo las gravísimas paraplejías y mutilaciones. Getxo, 240 heridos anuales; Bizkaia, 3.600 lesionados al año; Estado, 146.917 heridos,…

Este macabro cambalache de prosperidad pagada con vidas humanas ha sido aceptado por nuestra sociedad. Sólo este fin de semana han muerto ya 14 personas en la CAV, justamente las que mueren a diario como promedio a escala del Estado. ¿Cómo es que no vivimos permanentemente aterrados ante este riesgo de muerte estadísticamente muy probable? El tráfico es la primera causa de muerte para menores de 35 años, superando en ese colectivo de edad a la suma de todas las restantes razones (SIDA, cáncer, enfermedad, accidentes laborales,…). Según cifras oficiales, el 40% de los conductores menores de 24 años tuvieron un accidente de tráfico el pasado año.

En España a causa del tráfico “se muere mucho más de lo normal”, con una tasa de accidentes de tráfico de las más altas de la Unión Europea. Sólo un dato desolador: El Estado español tiene un número anual de muertos en carretera superior a EE.UU., un país con una población siete veces mayor, el mayor parque automovilístico mundial y una red de carreteras incalculablemente superior. Además la mitad de las víctimas en nuestras carreteras son jóvenes y adolescentes.

¿Medidas a adoptar para contener esta mortalidad? Los expertos debieran concretarlas, pero la ciudadanía exige por puro sentido común: 1º Superar la “pasividad social” ante un problema de esta envergadura (esta respuesta debe ir desde abrocharse sistemáticamente el cinturón de seguridad hasta exigir responsabilidades a los poderes públicos). 2º Educación vial obligatoria en Enseñanza Primaria y Secundaria, con preparación teórica y práctica para la totalidad de los futuros ciudadanos. 3º Medidas eficaces para la renovación del parque móvil, mejores que el plan Renove, a fin de rebajar la elevada antigüedad. 4º Mantenimiento adecuado de la red de carreteras, notablemente degradadas comparativamente, creando alternativas reales de transporte por vías ferroviarias, marítimas o aéreas. 5º Vigilancia de los conductores irresponsables, con fuertes sanciones para los más temerarios, peligrosos o reincidentes, con abundantes controles de alcoholemia, drogadicción,… 6º Limitación y regulación de la publicidad sobre los vehículos enfatizando su seguridad. 7º Mejora de los vehículos nuevos a la venta, con incorporación obligatoria de más elementos de seguridad (ABS, airbag,..). 8º Endurecimiento de penas por infracciones graves con cumplimiento en centros donde se pueden ver los efectos mortíferos y las secuelas del tráfico.

Vivimos en un mundo donde hasta las princesas mueren en accidentes de coches (Lady Di), y donde cada uno de nosotros debemos actuar para contener esta inaceptable sangría de vidas humanas. Exijamos compromiso de nuestros dirigentes políticos, desde el cuidado en impedir la invasión de las aceras por vehículos a motor hasta la inclusión de medias concretas en los programas electorales. Aunque sólo aparece como tercer problema social en las encuestas (tras el cáncer y el terrorismo), los muertos y heridos en accidentes de tráfico son parte de nuestra mayor vergüenza histórica que estamos viviendo y enterrando en la actualidad.

Consejos para la longevidad de LiveTo100


Recomendamos ver la serie documental Live To 100, Vivir hasta los 100 años, en Netflix. Son cuatro episodios que se ven en una tarde. El conductor, Dan Buettner, tras recorrer las principales "zonas azules" del planeta, nos propone 12 hábitos que pueden añadir años a tu vida. 

Visitando Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica) y Loma Linda (California) descubre los secretos de los estilos de vida de los centenarios. Estos son los 12 patrones que surgieron de las zonas azules, agrupados de tres en tres en cuatro apartados.
LiveTo100, Live To 100 years
Hemos ordenado, a criterio personal, quizá las más desconocidas en primer lugar, dejando la habitual recomendación de una alimentación sana para el final. 
LiveTo100, Live To 100 years: Transcendencia con Relax, fe y propósito
Ante todo se trata de "vivir para dejar un legado, una familia, un mundo mejor", no vivir para sumar años sin más. Por tanto, el factor principal es una perspectiva trascendente, subdividida en tres elementos: Paz interior, fe en algo superior y propósito de vida. Contemplar el panorama de nuestra existencia con una visión positiva lo es todo. Según la investigación de Dan Buettner, quienes viven en zonas azules tienden a mantener un estado de calma y tienen niveles de estrés crónicos más bajos en todos los ámbitos. Algunas de las formas en que cultivan la tranquilidad incluyen:

Relajarse con regularidad: Aunque las personas en las zonas azules trabajan duro y mucho más allá de la edad de jubilación típica, encuentran tiempo para relajarse todos los días. En lugar de desestresarse sentándose en un sofá viendo películas, recurren a socializar, bailar o comer juntos.

Encontrar la fe: Independientemente de su denominación, las personas en las zonas azules tienden a pertenecer a comunidades religiosas o altruistas y dedican tiempo al voluntariado en su entorno.

Desarrollar un sentido de propósito: Ya sea ikigai (ver en otros posts) o plan de vida, para dar sentido más elevado a nuestra vida. En las zonas azules mantienen un vocabulario que explica por qué se despiertan cada mañana con una idea de lo que aportan al mundo, como en los grupos de apoyo en vecindad denominados Moai,...
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La conexión social fuerte es el segundo apartado. Para vivir muchos años es necesario interconectarse con los demás tan a menudo como sea posible. Independientemente de la edad, todos los habitantes de las zonas azules desarrollan conexiones genuinas con los otros miembros de su comunidad. Es el punto en común más constante entre todas las zonas azules y probablemente el secreto más impactante para la longevidad.

- La familia es lo primero: Mantener a todos los miembros de la familia cerca o dentro del hogar familiar garantiza que sigan conectados entre generaciones. Esto tiene un impacto real en cuánto tiempo viven, como se ve en la ausencia de residencias de ancianos en Cerdeña.

- Parejas, camaradería y voluntariado para evitar la soledad: Las personas en las zonas azules invierten en su relación de pareja larga y cuidada, y forjan asociaciones sólidas y amorosas como matrimonios.

- Tribu correcta es clave: no todo es romántico. Tener un círculo social inmediato del que depender y en el que invertir es crucial para la longevidad. En Okinawa, algunos ancianos forman Moais, o grupos de apoyo recíproco en el vecindario, que se reúnen periódicamente y se complementan mutuamente en momentos de necesidad.
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Moverse naturalmente y en un escenario de naturaleza, es el tercer ingrediente. Haz del movimiento un hábito cotidiano, combatiendo el sedentarismo. Las personas en las zonas azules no necesariamente tienen suscripciones a gimnasios elegantes. Algunos juegan pickleball tres horas al día (nos estamos fijando en los habitantes de Loma Lindans), muchas de sus actividades físicas preferidas técnicamente ni siquiera son ejercicio. Al integrar las actividades físicas a la perfección en sus vidas, se vuelven activos todos los días sin siquiera intentarlo. Algunas de las formas en que hacen esto incluyen:

- Actividades a mano en las actividades domésticas: Los mayores de la zona azul no dependen de muchos dispositivos para hacer las cosas. Están acostumbrados a cortar leña, amasar pan, hacer manualidades y realizar sus aficiones a mano. Además de mantener activos sus músculos y su cerebro, ver los frutos de su trabajo puede ayudarles a obtener una sensación de plenitud. Como Dora Bustos, originaria de Nicoya, de 102 años, que todavía elabora rosquillos a mano, una tradición que ha transmitido a las siguientes generaciones.

- Caminar diariamente: En lugar de utilizar los automóviles como método de transporte, los miembros de la zona azul caminan a todas partes. Esto les ayuda a hacer ejercicio con regularidad mientras pasan tiempo al aire libre. En Cerdeña, las pendientes pronunciadas de las carreteras se correlacionaron con una vida útil más larga en comparación con las ciudades vecinas con carreteras más planas.

- Cuidar un jardín: Ello obliga a mantener la flexibilidad corporal. Al igual que el hacer las cosas a mano, la jardinería puede ser gratificante y aliviar el estrés crónico. Cuerpo y mente activos para encontrar la armonía. También trabajar en una afición con pasión, honradez y humildad puede ser muy gratificante y saludable.
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Comer sabiamente es la cuarta componente del secreto de la longevidad. Qué y cuánto comemos puede tener un gran impacto en nuestra salud, duración y calidad de vida. Pero la respuesta no es necesariamente dietas estrictas y tristes carentes de cosas buenas. Tres sugerencias concretas:

- Alimentación basada en plantas: La mayoría de las zonas azules comen principalmente dietas basadas en plantas, y hasta el 95% de sus dietas provienen de una amplia gama de vegetales, frijoles y nueces ricos en vitaminas y proteínas. Los platos pueden variar desde el tradicional minestrone hasta las “tres hermanas” nicoyanas de frijol, calabaza y maíz como poderosos antioxidantes

- Aunque discrepemos en este punto, el documental sugiere una dosis mínima de vino: A excepción de los adventistas de Loma Linda, todas las zonas azules beben una o dos copas de vino al día mientras socializan con su comunidad. Apostaríamos más por  el té verde o la Miel en las fiestas intergeneracionales para conversar o reír.

- Comer con moderación: Los habitantes de Okinawa lo expresan con un mantra, Hara Hachi Bu, que les recuerda que deben dejar de comer cuando su estómago está lleno en un 80%. También practican varios hábitos de atención plena en la mesa, incluido comer lentamente para permitir que el cuerpo responda a las señales y concentrarse en la comida para saborear los sabores.

En definitivase demuestra que las zonas azules suelen ser de poblaciones rurales, relativamente pobres, donde no existe obesidad” y las personas longevas “suelen ser individuos que viven vidas sencillas, con menos estrés que la mayoría”. A menudo estas poblaciones tienen a lo largo de toda su vida una utilidad social hasta el final, no como en las ciudades, donde los ancianos pasan a tener un papel únicamente afectivo, pero no productivo".

En otro reconocido Estudio de la Segunda Generación (véase en estos posts anteriores), los investigadores de la Harvard Medical School han estado siguiendo la vida de 724 personas. Entrevistándoles, siguiendo sus momentos de felicidad, de incertidumbre, el nacimiento de sus hijos, e incluso la muerte de alguno de ellos. El objetivo: conocer qué nos hace felicesDirigido actualmente por el psiquiatra Robert J. Waldinger (nacido en 1951), el estudio comenzó antes que él cuando en 1938, durante la Gran Depresión y poco antes de que se desatara la II Guerra Mundial, un primer grupo de investigadores se pusiera a seguir la vida de 268 estudiantes de segundo año de la Universidad de Harvard. 

Además, ampliaron su investigación para incluir a los hijos de estos hombres, que ahora son 1.300 y tienen entre 50 y 60 años, y así averiguar cómo las experiencias de los primeros años de vida afectan a la salud y al envejecimiento con el tiempo. El hallazgo más sorprendente es que nuestras relaciones y lo felices que somos en ellas influyen poderosamente en nuestra salud”. La observación de los sujetos y sus vidas demuestra que las relaciones estrechas, más que el dinero o la fama, son las que mantienen a las personas felices a lo largo de su vida.

Conclusión final: Longevidad, salud y felicidad son realidades que caminan juntas,... Un buen sendero para conducir nuestras vidas.

 Serie dedicada a la longevidad que iniciamos este domingo 17-9-23.

Consejos sobre longevidad de Michael Greger


El médico y escritor estadounidense Michael Greger, de 51 años, comparte sus reglas para una vida larga y sana en una serie de libros. El último es  Cómo no envejecer (2023), que sigue a Cómo no hacer dieta (2019) y a la obra Cómo no morir (2015). También fundó y dirige la organización sin ánimo de lucro cuya web es nutritionfacts.org.

En una reciente entrevista en The Times of LondonMichael Greger nos lanza un mensaje señalando que para la longevidad las decisiones que tomamos en el supermercado son fundamentales. Apunta. con datos, que "Según los estudios sobre gemelos idénticos, sólo el 25% de la diferencia en la esperanza de vida de las personas se debe a la genética. La alimentación es el factor más importante para predecir la esperanza de vida".

Para retrasar el envejecimiento nos brinda nueve consejos este experto en longevidad:
  1. Comer la dieta de las "zonas azules", preferida en los focos de longevidad, es decir, los lugares del mundo donde la media de vida es más larga. Las directrices estipulan una dieta basada entre un 95% y un 100% en vegetales (fruta, verdura, cereales integrales y legumbres como garbanzos y lentejas para las proteínas), una cantidad limitada de pescado, lácteos y huevos, y una "retirada de la carne": los centenarios sólo comen 60 gramos o menos de carne unas cinco veces al mes. 
  2. Restringir la ingesta a una franja horaria temprana de alimentación restringida. Greger desayuna avena con arándanos, cacao en polvo, frutos secos y semillas a las 8 de la mañana. A mediodía come una ensalada de algas. Después de cenar pasta integral con pesto o macarrones con col rizada y hummus a las 16.00 horas. Evita la comida durante el resto del día, lo que desencadena un proceso de reciclaje celular llamado autofagia. Este proceso consiste en que el cuerpo descompone y reutiliza las partes viejas de las células para que éstas puedan funcionar de forma más eficiente. El momento es importante: "Hay que aprovechar la ventana antes que después; debido a nuestros ritmos circadianos, la comida ingerida por la mañana engorda menos que la misma comida ingerida por la tarde". 
  3. Come verduras. Si la dieta de las zonas azules nos parece demasiado radical, al menos comamos muchas verduras. Un estudio de Harvard identificó cinco factores del estilo de vida asociados a la reducción a la mitad del riesgo de morir durante un periodo de 12 años en hombres y mujeres de sesenta y setenta años. Más allá de medidas no dietéticas como no fumar y caminar una hora o más al día, comer verduras de hoja verde casi a diario era el único factor dietético en el que se podía confiar. 
  4. Tomar un suplemento de vitamina B12 a partir de los 50 años. "A partir de esta edad disminuye nuestra capacidad de extraer vitamina B12 de los alimentos y las consecuencias pueden ser devastadoras", afirma Greger. "Una carencia puede provocar trastornos en la sangre, el intestino, el cerebro y el sistema nervioso". También toma una dosis diaria de polvo seco de grosella india (amla), comino negro, pippali o pimienta larga, cúrcuma y jengibre en polvo. 
  5. Limpiar la lengua. A medida que envejecemos, nuestro sentido del gusto puede disminuir, lo que lleva a las personas mayores a salar demasiado los alimentos. Una forma de contrarrestarlo es eliminar la capa que puede obstruir los poros gustativos de la lengua. El exceso de sal puede aumentar la presión arterial, estimular las células proinflamatorias implicadas en enfermedades autoinmunes y afectar a nuestro microbioma. Greger cita un estudio de más de medio millón de personas de 50 años: quienes añadían sal en la mesa parecían tener una esperanza de vida menor -dos años menos los hombres, uno y medio las mujeres- que quienes no lo hacían. 
  6. Función muscular: úsala o piérdela. El ejercicio de resistencia se considera la estrategia más eficaz para prevenir la debilidad muscular asociada a la edad, tratar la pérdida de masa muscular y mejorar la función física. "He empezado a llevarme estas bandas de resistencia conmigo para poder hacer ejercicios de entrenamiento de fuerza por el camino", dice Greger. 
  7. Cuidar la vida sexual. Con la edad puede disminuir el deseo sexual, pero mantener la libido es clave para reducir a la mitad el riesgo de muerte prematura en los hombres. Para ello es necesario dejar de fumar y adelgazar. Se recomienda un mínimo de 40 minutos de ejercicio aeróbico de moderado a intenso cuatro veces por semana durante al menos seis meses para recuperarse (pero evitando el ciclismo prolongado). Ciertos suplementos también pueden ayudar, como el ginseng rojo coreano. 
  8. Elegir alimentos de soja para combatir los sofocos femeninos. Hasta el 85% de las mujeres menopáusicas europeas y americanas sufren sofocos, frente a sólo el 15% en Japón. En japonés ni siquiera tiene un término exacto describirlo. Algunos expertos creen que esto puede deberse a la soja de su dieta, que contiene fitoestrógenos, una sustancia natural con propiedades similares a las del estrógeno. Citando más ensayos, Greger afirma que unas dos raciones de alimentos de soja al día pueden reducir la frecuencia de los sofocos en un 20% más que un placebo y su gravedad en un 25%. 
  9. Comer bayas y frutos secos. "Las bayas son la fruta asociada a una mayor longevidad", explica Greger, "presumiblemente por los pigmentos antociánicos que benefician la función cognitiva, disminuyen la inflamación y mejoran el azúcar en sangre, la función arterial y el colesterol". También las contienen fuentes saladas, como la col roja o morada y el boniato morado, y el té de hibisco. En cuanto a los frutos secos, están "asociados al menor riesgo de muerte prematura en comparación con cualquier otro grupo de alimentos -y las nueces aventajan a toda la competencia-. Es el único fruto seco que ha demostrado mejorar agudamente  la función arterial, y tiene los niveles más altos de antioxidantes y Omega-3". 

¿Adolf Hitler o John Snow? ¿Stalin o Karl Landsteiner? ¿Fritz Haber, el bueno o el malo?

Carl Bosch y Fritz Haber, inventores de los abonos sintéticos
La historia ha dado protagonismo a personajes históricos por razones muy diversas. Pero siempre dejan más impacto quienes hicieron el mal. Son más reconocidos por la opinión pública los dictadores sanguinarios, que se clasifican por los millones de víctimas cuya muerte causaron.

Se atribuyen 17 millones de vidas sesgadas en 12 años por Adolf Hitler, que provocó la II Guerra Mundial. Stalin asesinó a 23 millones de personas en su mandato de 32 años. Mao Zedong aniquiló a 78 millones de seres humanos bajo su poder durante 34 años. 

Otros criminales de lesa humanidad fueron Leopoldo II de Bélgica, que arrasó a 15 millones de congoleños;  Hideki Tōjō, Primer Ministro de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, 5 millones de víctimas; Ismail Enver Pasha, líder de la Revolución de los Jóvenes Turcos, 2,5 millones; Pol Pot, Primer ministro de Camboya, 1,7 millones; Kim Il Sung, fundador de Corea del Norte, 1,6 millones;  Mengistu Haile Mariam, Presidente de la República Democrática Popular de Etiopía, 1,5 millones; Yakubu Gowon, presidente de Nigeria, 1,1 millones de muertos en Biafra,...

Estos diez criminales de la historia, reciente del siglo XX, totalizan la horripilante cifra de casi 150 millones de hombres, mujeres y niños asesinados en tres continentes: Asia, Europa y África. Nuestra cultura de historia privilegia los malos modelos de congéneres, olvidando a quienes salvaron más vidas que las que destruyeron estos tiranos.

¿Saben quién fue John Snow, que se estima salvó más de 177 millones de vidas en el siglo XX con su obra? Fue un médico inglés, precursor de la epidemiología, que optó por la cloración del agua en 1905. A lo largo de la historia hemos ido desarrollando métodos cada vez más eficaces para garantizar la seguridad del agua que consumimos. Algunos tienen más de 4000 años de antigüedad, empezando por la decantación y la filtración, y terminando por la cloración, que nos permitió minimizar el riesgo de contagio de cólera, tifus, disentería y polio. Otro referente que impulsó la cloración fue el físico John L. Leal.
Karl Landsteiner, Premio Nobel de Medicina
Otros científicos, médicos, epidemiólogos,... , máximos héroes de la ciencia que merecen nuestro reconocimiento y recuerdo:
  1. Fritz Haber, químico, descubridor de Fertilizantes Sintéticos, 2,720,000,000 vidas salvadas. 
  2. Carl Bosch, ingeniero, perfeccionador de los abonos artificiales, 2,720,000,000 vidas salvadas.
  3. Karl Landsteiner, biólogo, descubridor de los grupos sanguíneos, 1,094,000,000 
  4. Richard Lewisohn (Transfusiones de sangre) 1,094,000,000 
  5. Edward Jenner (Vacuna de la viruela) 530,000,000 
  6. Norman Borlaug (Revolución Verde, trigo,...) 259,000,000 
  7. Linn Enslow (Cloración del agua) 177,000,000 
  8. Abel Wolman (Cloración del agua) 177,000,000 
  9. William Foege (Método de vacunación - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  10. Leslie Collier (Vacuna liofilizada - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  11. Benjamin Rubin (Aguja bifurcada - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  12. Aaron Ismach (Pistola inyectora - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  13. John Enders (Polio & Sarampión Vacuna) 120,000,000 
  14. Maurice Hilleman (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  15. Ann Holloway (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  16. Samuel Katz (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  17. Kevin McCarthy (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  18. Milan Milovanovic (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  19. Anna Mitus (Sarampión Vacuna) 118,000,000
  20. Thomas Peebles (Sarampión Vacuna) 118,000,000
  21. Howard Florey (Penicilina) 82,000,000 
  22. Ernst Chain (Penicilina) 82,000,000 
  23. Norman Heatley (Penicilina) 82,000,000 
  24. Alexander Fleming (Molde de Penicilina) 82,000,000 
  25. Víktor Zhdánov, quien al erradicar la viruela ha salvado más de 63 millones de vidas.
  26. Gaston Ramon (Vacuna de la Difteria y el Tétanos) 60,000,000 
  27. David Nalin (Terapia de rehidratación oral frente a diarreas) 54,000,000 
  28. Richard Cash (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  29. Norbert Hirschhorn (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  30. Robert Phillips (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  31. David Sachar (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  32. Christian Zoeller (Vacuna del Tétanos) 52,000,000 de personas salvadas.
Un caso paradigmático que prueba que la Ciencia debe estar regida por la Ética, es el mismo Premio Nobel de Química Fritz Haber.  Un «Jekyll» y un «Hide», dado que Fritz Haber fue un científico que figura en primer lugar del ránking por las vidas salvadas por el auge de la agricultura a escala mundial para alimentar una humanidad tan inmensa retando la maldición de la catástrofe demográfica de Thomas MalthusFritz Haber logró sintetizar amoníaco a partir del nitrógeno del aire (en el célebre Proceso de Haber).

Con este hito científico abrió la senda para la síntesis industrial de abonos nitrogenados que han multiplicado la producción agrícola mundial, y reducido las hambrunas. Pero Fritz Haber también fue tristemente famoso por haber introducido los gases asfixiantes y las armas químicas durante la Primera Guerra Mundial.

El papel de las mitocondrias en la salud y la longevidad

Recogemos en El Correo del 4-4-24 este artículo de Julia FernándezCómo activar tu mitocondria con pequeños gestos para vivir más y con más saludLas mitocondrias, orgánulos presentes en casi todas las células eucariotas, desempeñan un papel fundamental en la producción de energía celular a través de la respiración celular. Además de su función energética, las mitocondrias están implicadas en una variedad de procesos celulares, incluida la regulación del metabolismo, la apoptosis y la señalización celular

Para cuidar las mitocondrias, la receta es siempre la misma: alimentación sana, ejercicio físico, dormir bien,... Pero hay diferentes caminos para conseguirlo. El artículo, entrevistando a Antonio Valenzuela, sugiere cinco gestos para cuidar las mitocondrias
  1. 'Snacks' de movimiento: Mantenerse saludable incluye actividad física, «que no ejercicio». Es decir, para que tus mitocondrias vayan como la seda y tú también no hace falta que te conviertas en un atleta. «Se trata de mantenerse activo a lo largo de la jornada. Es más importante eso que hacer deporte una hora y pasar el resto del día sentado». El experto propone que sustituyamos los 'snacks' de comida que nos ponemos en los ratos de ocio (aceitunas, patatas, gominolas...) por lo que llama «snacks de movimiento: levántate cada hora, haz unos saltos, o unas sentadillas o bici estática... ¡Con un minuto es suficiente!». 
  2. Come como tu bisabuelo. La comida ultraprocesada no es el combustible que necesita nuestro cuerpo. Es la gasolina que alimenta el incendio que devora nuestra salud. «Hay que comer como nuestros abuelos... o mejor dicho, como nuestros bisabuelos: comida real, de calidad y evitando sobrealimentarnos porque esto satura las mitocondrias». Según su planteamiento, hay que ingerir de todo: verduras, pescado, carnes, frutos secos... «Y beber agua, al menos dos litros al día. Uno de los primeros síntomas de que estamos deshidratados es el cansancio». Otro asunto que tenemos que poner en práctica es el ayuno intermitente (post reciente). Se trataría de pasar al menos 12 horas sin probar bocado y lo ideal sería que lo hiciéramos en nuestro descanso nocturno. «Nuestra genética está programada para ello», señala. «Podemos retrasar un poco el desayuno para conseguirlo». Durante el ayuno, el cuerpo experimenta cetosis y cambia su fuente de combustible de glucógeno almacenado a ácidos grasos.
  3. No descuides el magnesio, Una dieta equilibrada debería proporcionarnos todo lo que necesitamos, pero hay un nutriente que tenemos que cuidar: debemos mantener nuestros niveles de magnesio adecuados. – ¿Con suplementos? – O tomando alimentos ricos en él. Aunque para eso hay que asegurarse que son de calidad y muchas veces no son fáciles de conseguir porque la agricultura intensiva y el suelo empobrecido influyen negativamente. Esta molécula está presente en «verduras de hoja verde como las espinacas, el kale, las acelgas, el brócoli...», el cacao puro, frutas «como aguacates, frambuesas, plátanos...», frutos secos y alimentos del mar. Por cierto, ojo con el estrés, que es un vampiro del magnesio.
  4. Baños de sol... y de frío. Pasar horas bajo el sol no es buena idea, pero darse pequeños baños diarios les encantan a nuestras mitocondrias. «No se trata de exponerse a él a las tres de la tarde en agosto», advierte, pero sí pasar unos minutos al amanecer o al atardecer. «Y podemos hacerlo desde casa, con la ventana abierta, eso sí, no detrás del cristal». También conviene darse baños de frío. «Nuestras mitocondrias elevan nuestro metabolismo y producen calor». Para estimularlas, hay que huir «del sedentarismo térmico en el que afortunadamente vivimos». No se trata de apagar la calefacción y pasar frío durante horas, «basta con, por ejemplo, salir a la calle y esperar un poco a sentirlo antes de ponerse el abrigo». 
  5. Respirar bien. Lo hacemos de continuo, pero le prestamos poca atención. Es hora de empezar a respirar bien: «Por la nariz y no por la boca porque la oxigenación es mayor y más completa». También conviene hacerlo de forma «profunda y usando el diafragma». «Según un estudio de la Universidad de Stanford, con tan sólo cinco minutos al día de práctica de esta técnica ya se obtienen beneficios para la salud», señala en el libro, donde despliega toda su teoría,
El proceso de envejecimiento es un fenómeno complejo influenciado por una variedad de factores, entre ellos, el estado de las mitocondrias, las estructuras intracelulares responsables de la producción de energía. Las mitocondrias desempeñan un papel importante en la supervivencia y muerte de las células. Por lo tanto, comprender y promover una función mitocondrial óptima es esencial para mantener una vida más saludable y longeva. No sólo son las “centrales eléctricas” de nuestras células, sino también guardianes de nuestra salud y longevidad. 

Aquí tienes una lista de alimentos que pueden ayudar a mantener y mejorar la función mitocondrial: Antioxidantes, con arándanos y otras bayas. Vitaminas B, con carne de res (de pasto):o de caza: Prueba la carne de búfalo o de caza. Azufre, como el brócoli, la coliflor, la col rizada y el repollo. Grasas saludables, como aguacates, aceite de oliva virgen extra. Magnesio, en espinacas, almendras o aguacates.

Lapsus cálami: Error al correr de la pluma

«Después de cortarle la cabeza, lo enterraron vivo» (La muerte de Mongomer, de Henri Zvedan).
«Guillermo no pensaba que el corazón pudiera servir para algo más que para la respiración» (La muerte, de Argibachev).
«Esta espada de honor es el día más hermoso de mi vida» (El honor, de Octave Feuillet).
«- Empiezo a ver mal -dijo la pobre ciega» (Beatriz, de Balzac).
«Tenía la mano fría como la de una serpiente» (Ponson du Terrail).
«El cadáver miraba con reproche a los que lo rodeaban.»
«¿Qué puede hacer un hombre muerto por una bala mortífera?»
«En las cercanías de la ciudad hubo rebaños enteros de osos que andaban siempre solos.»
«Por desgracia, la boda retrasóse quince días, durante los cuales la novia huyó con el capitán y dio a luz ocho hijos.»
«Excursiones de tres o cuatro días era para ellos cosa diaria.»
«¡Pobre María! Cada vez que percibe el ruido de un caballo que se acerca, está segura de que soy yo» (El duque de Monbazon, Chateaubriand).
«La tripulación del buque tragado por las olas estaba formada por veinticinco hombres, que dejaron centenares de viudas condenadas a la miseria» (Dramas marítimos, Gaston Leroux).
«-¡Vámonos! -dijo Peter buscando su sombrero para enjugarse las lágrimas» (Lourdes, de Zola).
«El duque apareció seguido de su séquito, que iba delante» (Cartas de mi molino, de Alphonse Daudet).
«Con las manos cruzadas sobre la espalda, paseábase Enrique por el jardín, leyendo la novela de su amigo» (El día fatal, de Rosny).
«Con un ojo leía, con el otro escribía» (A orillas del Rin, de Auback).
«El cadáver esperaba, silencioso, la autopsia» (El favorito de la suerte, de Octave Feuillet).

Marga d'Andurain, la Mata Hari vasca

Marga d'Andurain fue espía, amante de Lawrence de Arabia y una heroína real pero propia de una historia de ficción como 'Las mil y una noches' con altas dosis de intriga, drama y acción. Seductora, aventurera y rebelde, la apasionante historia de esta mujer con raíces vascas es un canto a la libertad (crónica de El País). Los calificativos que recibió en vida fueron variados: "la Reina de Palmira", "la Mata-Hari del desierto" o "la condesa de los veinte crímenes".
Jeanne Amélie Marguerite Clérisse, nacida el 29 de mayo de 1893 en Bayona, fue la hija menor de Maxime Clérisse, un respetable magistrado que llegó a ser juez del Tribunal de Bayona, y de Marie Diriart, miembro de una ilustre familia de notarios y médicos. De los cinco a los quince años recorrió un buen número de prestigiosas instituciones religiosas francesas. De todas fue expulsada; sólo las Ursulinas de Hondarribia (Guipúzcoa) consiguieron que completara el año escolar. Fue en este convento donde sus compañeras la llamaron por primera vez Marga, nombre que adoptaría para el resto de su vida. Tras muchos viajes y un matrimonio fallido con un primo lejano, Pierre d'Andurain, doce años mayor que ella, en 1933, "la condesa" decidió emprender su aventura más descabellada: ser la primera mujer occidental en entrar en la ciudad santa de La Meca. Fue descubierta por las autoridades locales y recluida en el harén del vicegobernador a la espera de que su segundo esposo, un humilde camellero, regresara de la peregrinación. Marga aprovechó su encierro para bordar pañuelos y enseñar a las esposas y concubinas algunos pasos de "fandango, vals y charlestón". Su estancia en Yidda se complicó al ser acusada del asesinato de su marido Soleiman -muerto en extrañas circunstancias- y encarcelada en los siniestros calabozos de la prisión de Yidda. Gracias a la intervención del cónsul francés Roger Maigret se libró de morir lapidada. Vuelta a a casar con su primer esposo el conde d'Andurain, éste sería brutalmente asesinado en las cercanías del hotel Zenobia (Siria). Tras este trágico suceso, y convencida de que nunca se haría justicia, en 1937 su viuda abandonaría para siempre Siria. Durante la Segunda Guerra Mundial, Marga y su hijo vivieron en el París ocupado por los alemanes. Mientras la condesa se ganaba la vida traficando con opio, Jacques luchaba junto a sus camaradas de la Resistencia. Tras la liberación de París, y deseosa de olvidar las penurias de la guerra, Marga se instaló con su hijo en la Costa Azul. Unos meses más tarde era detenida en Niza y trasladada a París, acusada de la muerte de su joven sobrino Raymond Clérisse. Una vez más, y a falta de pruebas, se la dejó libre. El 5 de noviembre de 1948, la condesa Marga d'Andurain moría asesinada en su velero, el Djeilan, en Tánger, cuando se disponía a comprar oro en el Congo. Nunca apareció su cuerpo ni se conocieron detalles del crimen. Tenía cincuenta y cinco años. Otras famosas espías y contrabandistas vascas. Post programado con antelación.

Luz azul

Todos los terrícolas deberíamos elegir dos colores preferidos: el azul y otro.

El cielo es azul por la interacción de la luz del sol con la atmósfera. La luz solar se dispersa por las partículas de aire como Newton comprobó mediante un prisma de vidrio, según el fenómeno físico de la refracción. Podemos ver toda la gama de colores, al igual que las gotas de agua producen el arco iris: Desde el violeta y azul, hasta el amarillo y rojo. La desviación es máxima para los rayos de longitud de onda corta (violeta y azul), y mínima para los de longitud de onda larga (rojo y amarillo), que casi no se desvían. La luz violeta y azul son las que más se separan o difunden de la dirección del blanco, por lo que son más visibles en el cielo, llenándolo y tiñéndolo de su color por las continuas difusiones.

La luz cuando llega a nuestros ojos no proviene directamente del Sol, sino de toda la bóveda celeste. De ahí que el cielo nos parezca azul, mientras el Sol aparece amarillo, pues los rayos amarillos son menos desviados y van casi directamente en línea recta desde el Sol hasta nuestros ojos. El color del cielo, debería ser más violeta que azul, por ser su longitud de onda más corta. Pero la luz solar contiene más color azul que violeta y, además, el ojo humano (que es quien capta las imágenes), es más sensible al azul que al violeta. Si la Tierra no dispusiese de atmósfera, la luz del Sol alcanzaría nuestros ojos directamente desde el disco solar y no recibiríamos luz difundida. El cielo aparecería tan negro como por la noche, como los astronautas observan las estrellas, la luna y los planetas durante el día debido a que están en el exterior de la atmósfera.

Lo más grandioso es que el cielo visto desde la Tierra cambia frecuentemente de color. De noche es negro, debido a que apenas llega luz y no se produce suficiente difusión. Las salidas y puestas de sol brindan casi a diario los más bellos espectáculos que nuestra vista puede disfrutar. Al amanecer y al anochecer, el camino que la luz solar recorre dentro de la atmósfera es más largo, de modo que por rebotes sucesivos los colores más abiertos desaparecen, y sólo los más direccionales rayos rojos se salvan siguiendo un camino casi rectilíneo. De ahí el color rojo del sol naciente o poniente. También algunos atardeceres, cuando las altas presiones atmosféricas concentran por las corrientes del anticiclón una mayor cantidad de partículas de polvo en el aire, se produce el cielo rojizo por efecto de esos aerosoles (polvo en suspensión) que anuncia buen tiempo para el día próximo.

¡Ah, y el mar! ¿Por qué es azul? Simplemente porque el agua, incolora en pequeñas cantidades, refleja el color del cielo. Aunque a veces, el mar se presenta verdoso, debido a minúsculas algas que componen el fitoplancton, que necesariamente son verdes por la clorofila de todas las plantas que realizan la fotosíntesis. Pero el océano también adopta otros colores, y no sólo por el cambio constante de paso de nubes o de variación del firmamento. La corriente del Golfo, que en la costa oriental americana es de un profundo azul, en Japón es tan oscura que ha sido llamada Kuroshio (corriente negra). El color verde de las aguas más comunes en cercanías de la costa, se debe a pigmentos amarillos que se mezclan con el agua azul procedentes de plantas microscópicas del fitoplancton. Otras plantas microscópicas o residuos en suspensión también pueden dar tono café al mar.

Los poetas notan que, como el mar, la vida y la muerte también son azules. Dicen que antes del impresionismo no había sombras azules. Escriben que los ojos más inocentes tienen la pupila azul. Aseguran que para ser feliz basta un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas. Rubén Darío dio comienzo al modernismo proclamando que el Arte es Azul. Baudelaire describía el Paraíso como un lugar bajo un cielo de limpio azul donde todo es amor y alegría, donde todo lo que se ama es digno, de ser amado. El último verso escrito por Antonio Machado concluyó: “Estos días azules y este sol de la infancia”. El contrapunto lo pusieron Emile M. Ciorán cuando adivinó que “el azul, sea cual sea su matiz, es la negación de la inmanencia”, y Argensola al descubrir que “ese cielo azul que todos vemos, ni el cielo, ni es azul; ¡lástima que no sea verdad tanta belleza!”. Muchos seguiremos anhelando que nuestro “planeta azul” sea un universo multicolor de libres irisaciones, pero donde todos los uniformes militares sean con cascos azules (de la ONU).

Además, a los educadores especialmente, siempre nos quedará musitar la cita del maestro Vasili Sujomlinsky, promotor de la “escuela de la alegría” donde el azul es esencial: “Nuestra escuela estará bajo el cielo azul, sobre la hierba verde, bajo el peral frondoso, en el viñedo, en el prado. Y mañana venid descalzos, en nuestra escuela será mejor”.

Activa tu comunidad vecinal en Getxo, proyecto inspirado en "La escalera"

Vídeo promocional en el que la escritora Karmele Jaio lanza una invitación a adoptar el espíritu de 'La escalera'.

Nuestra gran amiga y convecina Naomi Hasson, responsable del proyecto Getxo Zurekin, ha lanzado la iniciativa "Activa tu comunidad". Es una propuesta inspirada en 'La escalera' para fomentar la unión vecinal de los residentes de un mismo portal o urbanización. Entrar al portal y encontrarse con un vecino (a veces, si no es muy evidente, esperar para que vaya subiendo). Un saludo educado. Ir juntos en el ascensor. "¿A qué piso vas?". "Al quinto". "Yo me bajo en el cuarto". Las miradas se cruzan en dos ocasiones: al comienzo y al final. En medio, quizás alguna conversación sobre el tiempo.

Es una escena que se repite en muchos bloques de viviendas. La relación con el que vive tan cerca apenas va a más, y aunque el confinamiento domiciliario sirvió para estrechar un poco más los lazos entre vecinos, los vínculos siguen siendo bastante fríos. Para que todo esto cambie, nació el proyecto La escalera en Madrid, una iniciativa que desde esta semana, empezará a subir peldaños en Getxo de una manera pionera en Euskadi.

Recoger paquetes cuando el del tercero no esté en casa; cuidar un rato a los niños de la del primero, que está sola y tiene que salir urgentemente; hacer un recado al del segundo; bajar la basura a la entrañable señora del cuarto. Esas son las escenas que persigue desarrollar La escalera, que este lunes y mañana se dará a conocer con el buzoneo de toda la información en 30.000 viviendas de la localidad getxotarra. 

La iniciativa, impulsada en Euskadi por la Fundación Doble Sonrisa (FDS), recala en el municipio vizcaíno en el marco del proyecto Getxo Zurekin, centrado en la difusión de la importancia del cuidado y la atención de aquellas personas que se encuentran en procesos de enfermedad avanzada. 
Despedida Balconil: Día 50º y final del Aplauso Sanitario TOP2020
Imagen de la comunidad balconil que creamos en plena pandemia en Getxo

Naomi Hasson es la responsable de este programa. "Nosotros llevamos tres años con un proyecto de investigación, con Getxo como laboratorio social, escuchando las vivencias de las personas en torno al final de la vida, duelo, muerte, dependencia, cuidados paliativos, la soledad no deseada. Una mujer decía que no sentía que pudiera tocar el timbre de ningún vecino a las cuatro de la mañana por una emergencia. Y yo pensé: ¿Cómo puede ser eso? Estás en un bloque de pisos y te sientes tan sola. Yo le dije que seguramente sí hubiera vecinos que estarían dispuestos a ayudar. Entonces, pensamos que en esta cultura que vivimos, que estamos tan cerca puerta con puerta, había que hacer algo para cambiar ese pensamiento. Haciendo un rastreo, me encontré con este proyecto, que impulsó Rosa Giménez y que es una maravilla", explica Hasson.

Por eso, en esta red vecinal, estar cerca de quienes más lo necesitan es un pilar fundamental; además, como puntualiza la responsable de Getxo Zurekin, no son solo las personas mayores quienes pueden verse en una situación de dependencia. "La enfermedad avanzada afecta a jóvenes también, y por ejemplo, una mujer puede haber perdido a su marido en un accidente y sentirse mal... Y hay mucha soledad no deseada en personas jóvenes", aclara esta enfermera de cuidados paliativos. Pero las ventanas de esta escalera están abiertas a todas las personas y comunidades de Getxo que deseen apuntarse. "La iniciativa busca, sobre todo, la reciprocidad y ver cómo nos beneficiamos mutuamente: si yo bajo la basura a la mujer del quinto, ella puede recoger los paquetes a la jovencita del primero. Todos somos útiles y todos nos cuidamos mutuamente", destaca Hasson. "Simplemente, muchas veces es tocar el timbre cuando llegas de trabar: Oye, Mari, ¿estás bien? ¿Necesitas algo? Y, seguramente, Mari diga que no. Pero ella ya siente que alguien está preocupada por ella y está más segura", describe la responsable de Getxo Zurekin.
Escalera, inclinada, de la casa de la calle de la Cruz, 6, de Bilbao
La escalera de la casa de nuestros abuelos paternos, calle de la Cruz, 6  imborrable en nuestra memoria.

El proyecto inicial, "La escalera nació de la simple y pura necesidad de imaginar otra idea de comunidad", reconoce su creadora, Rosa Jiménez Pereda. Por eso, esta acción plantea preguntas como ¿Qué harías por tus vecinos? ¿Has pensado que en algún momento de tu vida podrías estar en una situación de dependencia o necesitar cuidados? ¿Crees que en tu escalera te apoyarían? ¿Tu escalera está preparada para poner en marcha una cadena de cariño y de acompañamiento para las personas que lo puedan necesitar?

Para apuntarse: Las personas interesadas en poner en marcha esta iniciativa en su comunidad pueden hacerlo enviando un correo electrónico a hola@doblesonrisa.com o llamando al teléfono 679 019 838. Se les ofrecerá una primera reunión para resolver dudas y ayudarles a empezar; y luego cada comunidad adaptará el proyecto a su entorno.  
Twitter: @_laescalera