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Necesario debate sobre la Huelga de Deberes #HuelgaDeDeberes

Noviembre 2016: Fines de semana sin deberes
Nos alegra mucho (y, en parte, nos entristece) el debate sobre la Huelga de Deberes #HuelgaDeDeberes promovida con la campaña #NOaLosDeberes (www.educacionsindeberes.org) de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) de los centros públicos españoles (donde EHIGE, la red pública vasca, no participa... pero ¿qué opina al respecto?).

Recomendamos en primer lugar releer el argumentario de CEAPA que reúne cinco propuestas y tras planes de acción, para no quedarnos solamente con el simplismo de que se trata de que estos fines de semana tengan más tiempo libre... los padres y madres.

Coincidimos y discrepamos con este comunicado de la CEAPA. Por ejemplo: Muy Cierto que los deberes generan e incluso amplifican situaciones de desigualdad entre el alumnado según su situación familiar (culta o no, responsable o no,...), pero Craso Error que eliminar el aprendizaje fuera del escaso tiempo lectivo (entre 850 y 1.050 horas anuales según CC.AA. o niveles, en apenas 175 días, la mitad de los de un año), cuando un año no bisiesto dispone de 8.760 horas. Recomendamos lectura de este Informe de la OCDE sobre si perpetúan los deberes las desigualdades en educación.

Otro caso: Es exacto que existe alumnado con 60 horas semanales de actividades escolares y complementarias, pero para la generalidad del inaceptable porcentaje de alumnado con quien fracasa el sistema educativo es determinante el factor de no dedicar ningún tiempo a los deberes por falta de apoyo familiar.

Como hay muchas más razones por las que creemos que es una NOTICIA POSITIVA, comencemos primero y brevemente con los motivos para sentir vergüenza ajena sobre algunos de los planteamientos y argumentos esgrimidos argumentando por a favor o en contra de esta medida concreta.

Vídeo de la campaña
Cinco aspectos negativos de la discusión:
  1. La simplificación de una cuestión que, si bien parece puntual, es un síntoma clave de la calidad del proceso de aprendizaje-enseñanza (sí en ese orden, realzando el aprendizaje) y de la crucial colaboración entre alumnado-familias-profesorado-administración educativa. Aquí defenderemos los "deberes" no sólo del alumnado, sino también de sus familias y del profesorado en el tiempo no lectivo (y no sólo "corrigiendo deberes").
  2. La falsa interpretación de que este es un choque de autoridad entre familia y profesorado, y no como una gran oportunidad de entendimiento social para quienes (familia y profesorado) deben servir y educar al protagonista de todo el proceso: el alumnado. Otra fallida versión es el choque de derechos entre libertad de cátedra y patria potestad, ambos perfectamente compatibles porque el deber de la educación de los menores corresponde a sus progenitores, que delegan parte de la instrucción en la docencia.
  3. La toma de posiciones atrincherada del boicot ofrece una imagen radicalizada de algunas organizaciones representativas de padres-madres o sindicales, como entre la pública CEAPA y CONCAPA concertada religiosa o contra sindicatos estatales como ANPESUATEA,...
  4. El dislate del enfrentamiento entre las propias Federaciones de AMPAS y el aparente desencuentro familia-profesorado es el peor servicio que se muestra ante la consciencia discente infanto-juvenil de quienes deben aprender guiados armónicamente por sus máximos,  cercanos y más significativos referentes con quienes conviven en el hogar, en la escuela,...
  5. Aprendemos de MODELOS HUMANOS, no de instrucciones o contenidos emanados de Boletines Oficiales, que recomiendan esfuerzo y dedicación. Por el contrario, madres y padres que desacreditan al profesorado, o viceversa, se desprestigian a sí mismos y pierden toda la ingente autoridad que por naturaleza o vocación les corresponden.
The Homework Challenge: How to Help your Young Scholar Be Successful from ChildrensHealthCouncil
Estrategias, recursos y pautas para acertar con el aprendizaje en casa, qué, quién, cómo, dónde,,...
Diez razones positivas del debate:
  1. Bienvenida una respuesta organizada de las familias con eco mediático sobre toda reflexión social abierta sobre la educación, sus pedagogías y fórmulas de organización, algo excelente para la vitalidad y futuro de la comunidad humana donde surja. Demasiado se ignora el aprendizaje a lo largo de la vida, algo a lo que toda sociedad que desee pervivir dedica una ingente e imprescindible inversión humana, económica,... Bien hallada la voz de padres y madres, pero ojalá afinasen más objetivos y acciones,...
  2. El recuerdo tan necesario de los Derechos del Niño (mejor de la Infancia) no sólo para reconocer el derecho al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad, sino para que ser consultados sobre todo lo que les afecta,... como Francesco Tonucci nos reclama. 
  3. Sugerentes y perfectas las recomendaciones para hacer estos (y todos los) fines de semana de este mes, que se citan en la imagen, abarcando desde preparar una cena conjuntamente en familia y conversar sobre algún tema de actualidad (proponemos el alcohol como elefante en la sala que no queremos ver y que mata a niñas de 12 años), hasta hacer una ruta en transporte público.
  4. Resulta muy acertado el enfoque sobre la obsolescencia de la vieja instrucción asentada en la memorización y repetición de contenidos caducos. Aunque serían preferibles unas proposiciones más asertivas y no de prohibición, como recomendaciones de Aprendizaje Basado en Proyectos, con soluciones que conecten trabajos escolares en cibercomunidades de distintos centros,... incluso países y con aportaciones a problemas reales de la humanidad (ver ideas como Sargoi,...).
  5. Aprender jugando, desde jugar es el trabajo de la infancia hasta las estrategias de "serious games" son troncales en la reformulación del aprendizaje contemporáneo. Tonucci sugiere al alumnado en su tiempo de deberes: «Por favor, debéis jugar para poder traer mañana experiencias».
  6. Una de las metodologías más innovadoras de la pedagogía del conectivismo, Flipped Classroom o la clase invertida, exploran y explotan el tiempo al que se refieren los "antiguos deberes", convirtiendo en tiempo de información el doméstico previo al propio de aprendizaje apoyado en clase por docentes. Ya no se trata de repasar lo aprendido en clase, sino de investigar antes del proyecto guiado en las aulas. 
  7. Los mal denominados "deberes" si lo transformamos en aprendizaje en todo tiempo y lugar, bajo la dirección de un magisterio contemporáneo, es la  clave o dovela central del arco de la nueva educación en red, permanentemente conectados. 
  8. La realidad digital y el hecho probado de que las competencias se adquieren más fuera de la escuela que dentro nos obligan a enriquecer el entorno extraescolar del alumnado más desfavorecido como hacemos con Hauspoa, ACEX, Hamaika Esku (11 manos o muchos recursos) o Bidelaguna (Ayuda en el camino, acompañamiento y refuerzo) en la CAPV,...
  9. Necesitamos que los progenitores con su perspectiva más responsable y en unión a los claustros docentes exijan que TODO el alumnado pueda seguir aprendiendo fuera de las horas lectivas, en sus hogares, en sus barrios,... conectando mejor la telaraña familiar-docente con recursos y metodologías digitales como las que proyecta Sare_Hezkuntza (educación en red), asegurando que TODO el alumnado cuente con dispositivos unipersonales en centros avanzados que aprovechan esos fructíferos tiempos de aprendizaje.
  10. Necesitamos una innovación disruptiva sobre el concepto de "deberes", una revolución más cualitativa que cuantitativa. Alumnado que prosiga en casa, o en el barrio, en conexión y guiado, su propio talento y las actividades que les apasionan y que les hace únicos ni estarán perdiendo tiempo libre ni se agobiarán por las horas destinadas a lo que les hace felices.
Hahstags: #NOaLosDeberes / #HuelgaDeDeberes / #HuelgaDeberes.
Post publicado en el primer fin de semana, pero que iremos ampliando.

¿A quien ama el profesorado? #TEDisparatadas (1)

¿A quien ama el profesorado? El profesorado de Infantil ama a su alumnado; el de Primara ama a su clase; el de Secundaria ama a su asignatura y el de la Universidad se ama a sí mismo. 

Matizando, el profesorado de Infantil quiere a cada uno de "sus niños", como a un hijo o nieto, sin importarle su diversidad. El de Primaria observa qué tal grupo le corresponde este año o ciclo,... a veces incluso se diría que ama hasta "su aula", que personaliza con cariño. El profesorado de Secundaria (incluida la FP) deambula por clases y se preocupa de "su materia", en tanto el de Universidad llega a pensar cuán molesto es el alumnado que le distrae de "su carrera" de investigación.

De los de Bachillerato no se supone nada, pero están entre los de las etapas contiguas. Realmente, es preciso todos esos modos de aprecio y cariño: a cada persona con quien aprendemos, al grupo que formamos, a la temática que nos apasiona e incluso una aceptación de quién somos.

Quizá por esta verdad a medias, convendría comenzar a ser docente universitario e ir ascendiendo de grado descendiendo en la edad de nuestro alumnado, hasta estar preparado para la máxima categoría: Ser Profesorado de Infantil. Justamente un sentido de carrera docente muy inhabitual, pero que sería acorde en máxima calidad docente en las edades tempranas donde más decisiva.

Este viejo chiste fue recordado por Alberto Arriazu, Director del IES Navarro Villoslada (de Iruña) y Presidente de FEDADI, en una memorable cena preparatoria de la XI Jornada FADESIB en el Restaurante Los Rafaeles de Mallorca junto con Manel Perelló (perfecto anfitrión), Josep Menéndez CabreraJosep M. Esteve Gibert, Alberto del Pozo y Mireia, Carmen de la Sen,,...

Con este post iniciamos una serie bajo la etiqueta de Disparates, o  #TEDisparatadas (Tesis Educativas Disparatadas. Se admiten sugerencias de ideas... aparentemente desquiciadas, pero que contengan alguna propuesta digna de ser considerada.

La Educación (2.0) que nos (con)viene

La educación 2.0 que nos conviene es una reflexión compartida, no tan futurista como pudiera parecer en una primera lectura, sobre la deseable evolución a corto plazo del sistema educativo en una sociedad con una creciente dimensión digital.

La vieja escuela, diseñada en el siglo XIX, aún pervive en su arquitectura, organización y estructura. Incluso se infiltra en los currículos, las metodologías y la evaluación en todos sus niveles. Aquel diseño respondía a las necesidades de la industrialización con un alumnado rural tipo Tom Sawyer, que había de convertirse en obreros de fábricas como la recreada por Chaplin en "Tiempos modernos", con horarios establecidos y una disciplina uniformadora. La propia Universidad mantiene, incluso tras la oportunidad de Bolonia, clases dictadas siguiendo las pautas eclesiásticas, previas a la invención no ya de Internet, sino incluso anteriores a la imprenta de Gutenberg, que aún podemos reconocer en las iglesias donde tras las lecturas públicas (previstas para analfabetos) viene el sermón explicativo.

Se impone romper con la sempiterna estrategia gatopardista de Lampedusa, de cambiar algo para que nada cambie y el penúltimo resplandor puede ser revestirse con más tecnología (ya no tan nueva),... En Educación Primaria y Secundaria se corre el riesgo de que tras entregar netbooks al alumnado, por inercia se instale una pizarra (por muy digital e interactiva que sea) y se mantenga la obsoleta disposición del aula (como mirando en un cine), y el rol dominante del profesorado para una relación unidireccional. Tampoco se facilita el aprendizaje durante las 8.760 horas del año, dificultando -cuando no impidiendo- que dichos miniportátiles sean llevados a los hogares, donde tampoco está asegurada una buena conectividad para la universalidad de las familias (algo que sería una exigencia de Inclusión Digital y que, pronto, será un derecho universal más).

La educación contemporánea necesita preparar a nuestra infancia y juventud para convivir con y aportar a instituciones sociales reticulares muy novedosas. Seguirá habiendo fábricas, pero muy robotizadas, y la mayoría serán otros escenarios de trabajo cooperativo más parecidos a algunos entornos laborales avanzados (como esos “paraísos” que ofrece Google a sus colaboradores). Ese es el modelo de aulas de una "Escuela Google" que debiéramos imaginar entre familias, alumnado, profesorado, administración y sistema productivo.


Como herramienta universal de aprendizaje se utilizarán los netbooks, por el momento, las tabletas, muy pronto, y en uno o dos años algo parecido a los actuales smartphones (teléfonos inteligentes, como la mayoría de los actuales a partir de la gama media). El acceso inalámbrico generalizado permitirá la conectividad en banda ancha en todas las áreas de los centros, de los hogares y de los municipios.

Los entornos personalizados de aprendizaje (Personal Learning Environment PLE) provocarán una revolución educativa sin precedentes, generando una REDucación personalizada que crecerá y se adaptará en todo momento a la persona a quien sirve. Estos perfiles individualizados también se generarán para ser accesibles a la diversidad de las familias, cuya formación y participación son condiciones necesarias para una educación propia de esta era Internet.

Una premisa educativa, de profundo calado y ya factible, es esta conexión permanente con la red de redes, en todo momento, incluidos los tiempos de examen. La evaluación conectada y en red será el motor de cambio y el punto de partida. No caben más pruebas donde no se pueda consultar libremente desde la Wikipedia… hasta el Rincón del Vago. Sólo esta condición alterará profundamente la didáctica necesaria para establecer en la segunda década del siglo XXI los modos pedagógicos de programar, orientar, informar, motivar y evaluar.

La nueva escuela debe ofrecer más de lo que puede vivirse en un hogar del siglo XXI. En caso contrario el home-schooling extenderá los movimientos latentes de desescolarización. Y el elemento esencial, en todas las épocas, han sido… las y los condiscípulos. Sólo que ahora, además del alumnado presencial, la educación 2.0 nos enlazará con nuevo alumnado remoto que comparta los mismos intereses y pasiones que cada aprendiz o aprendiza. La inteligencia, el conocimiento, la sabiduría,… residen en las redes, tanto en las redes humanas conectadas cara a cara o por medios digitales.

Las familias recuperarán la responsabilidad y presencia decisiva en la educación de su prole, algo que no fue fácil en etapas históricas actuales, pero que hoy es tan posible como necesario. Las familias, incluso más aún la sociedad en su conjunto, podrán intervenir de forma más continua y determinante en la formación que cada día reciben sus hijas e hijos.

El alumnado ha de recobrar un protagonismo que ha desaparecido en las últimas décadas. Su responsabilidad, desde edades tempranas, debe ser cultivada reconociéndoseles la capacidad de cuidarse mutuamente, y colaborar en la educación de escolares menores con una función de mentores, adicional a las tutorías ejercidas por el profesorado adulto. En una Escuela 2.0 determinadas labores pueden quedar en manos de miembros del alumnado, a fin de estimular su iniciativa y aportación a la comunidad. Además de la figura de delegada o delegado de grupo, cada alumna o alumno se hará cargo de distintas funciones dentro o fuera del aula. Las redes sociales canalizando procesos educativos darán visibilidad al alumnado que día a día estudia y se esfuerza (y no sólo al que se organiza para celebrar un botellón).
El profesorado (así como su formación y estímulo) sigue siendo la clave educativa para lograr la transición hacia una educación 2.0. Su autoritas, más que en la potestas jerárquica, debe basarse en una identidad personal y digital que sea reconocida por la comunidad escolar. Este es el único modo de establecer una comunicación fructífera en la comunidad donde la jerarquía ha de respaldarse en la redarquía (netarchy) derivada de la reputación en la red. La identidad digital y su creación mediante un portafolio personal que recogerá la obra construida día a día por alumnado y profesorado serán el fundamento curricular más trascendente.

La educación necesita más transparencia y las aulas deben abrirse mucho más hacia la sociedad, y en ambos sentidos. Desde el exterior sabremos qué se propone como labor de aprendizaje en cada jornada escolar, veremos cómo se interactúa entre los agentes educativos participantes, podremos aportar materiales y metodologías de avance y evaluaremos casi directamente los progresos individuales y grupales.

El propósito de la educación es aprender a vivir… y se extiende a lo largo de toda la vida… "viva" (valga la redundancia en el sentido de "despierta, creciente, soñadora",.. ). Dejar de aprender cada día y cada hora algo significativo que nos haga crecer como personas es… empezar a morir. Los calendarios y horarios escolares se ampliarán significativamente, más allá de los espacios físicos educativos cuyas instalaciones serán abiertas en los períodos vacacionales, vespertinos y de fines de semana.

El aprendizaje desde los hogares y desde lugares comunitarios (bibliotecas, mediatecas,…) cobrará mucho mayor desarrollo y generará nuevas comunidades superando distancias y tiempos. Las Actividades Complementarias y Extraescolares, presenciales y virtuales, vivirán un auge sin precedentes. Las competencias educativas, el alma de los nuevos currículos, se desplegarán también en horarios no reglados y mediante educación informal,… pero de alta calidad propiciada por la conversación y la cooperación más abierta y estrecha entre todos los agentes educativos: alumnado, familias, profesorado y sociedad.

Se ha extinguido la creencia de que sólo se aprende del profesorado, que sí ha de guiar y estructurar el conocimiento y alentar las actitudes idóneas. Hoy ya se puede cumplir a la perfección aquella máxima de que hemos de aprender más todos... de todos los seres humanos. Porque los docentes también aprendemos de los discentes, los adultos de los niños, los "sabios" de los "ignorantes",... Aprender es algo continuo, como respirar: Indispensable y gratificante. Reivindiquemos nuestro rol de aprendices permanentes, compartiendo nuestra pasión por el aprendizaje en cada instante de vida.
[Se han adjuntado algunos elementos ilustrativos, citando su autoría]
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LOE: La Olvidada Educación

Un eclipsado debate tras 8 Leyes Orgánicas educativas aprobadas en 25 años. Demasiadas reformas para seguir distanciados de la Europa más avanzada.

La educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida, que afecta intensivamente a los más jóvenes, en un inigualable esfuerzo colectivo donde participan familias, profesorado, alumnado y el conjunto de la sociedad. Todo ello requiere un marco político y administrativo consensuado, con vocación de larga permanencia en el tiempo para garantizar el máximo aprovechamiento de tan ingentes recursos humanos y materiales.

La educación es responsabilidad de la familia, que delega en la enseñanza parte de sus funciones. La formación se estratifica en etapas, desde la educación infantil hasta la formación profesional o la universidad, y en planos de actuación abarcando desde el autoaprendizaje, el aula, el centro, la red o el sistema global. En el Estado español, con las competencias educativas transferidas a las Comunidades Autónomas, una nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) ha despertado un doble debate, interno entre docentes y público donde se enfrentan algunas visiones opuestas (asignatura de religión, concertación de centros privados,…).

El proyecto de LOE presentado por el Ministerio de Educación y Ciencia para su tramitación en el Congreso ha sido calificado de muchas formas, según la perspectiva de los analistas. Puede definirse como un texto reducido, no excesivamente pormenorizado ni intervencionista, que busca soslayar los mayores escollos con los sectores más influyentes sin negar su inspiración “socialista”. Quizá la LOE sea una concreción del “talante Zapatero”, que -con paradojas y contradicciones- busca la máxima mayoría parlamentaria.

Repasemos algunas inconsistencias. En la exposición de motivos, declara que las evaluaciones internacionales recientes, como PISA (trianual) y TIMMS (cuatrianual), ponen de manifiesto que es posible combinar calidad educativa con equidad en su acceso, pero la LOE ni propone mecanismos urgentes de mejora (que obligarían a una mayor inversión), ni menciona las “devastadoras conclusiones del Informe Pisa” que denuncia el Consejo de Estado de Educación, máximo órgano consultivo que en su preceptivo dictamen proclama: “Parece como si el anteproyecto tratara sólo de modernizar el sistema educativo y no de corregir tendencias a la baja calidad que son de dominio público y preocupan a la sociedad…”.

Entre las incoherencias, sobresalen algunas. Propone el carácter “complementario” de las redes escolares pública y concertada, porque reconocer la “subsidiariedad” sería impresentable en nuestra realidad educativa continental, aunque luego en el articulado separe tajantemente entre centros públicos y centros sostenidos con “fondos públicos” (que incluiría a los privados concertados). Igualmente se pregona la autonomía de los centros docentes, pero no se facilitan instrumentos para ello en la escuela pública. Presume como gran novedad un área de “educación para la ciudadanía”, sin que se sepa quién impartirá tan difuso y discutible contenido.

En su última redacción ha incorporado el “esfuerzo individual de los alumnos”, como uno de los principios de la educación y como uno de sus fines “el mérito y el esfuerzo personal”. Este eslogan de la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) era uno de los aspectos más rescatables de la ley del PP, y aunque el PSOE se negaba a destacar su presencia, al final la obviedad se ha impuesto. Afortunadamente en la disposición final primera se pregona que el primer deber básico de los alumnos es… estudiar (lo que lamentablemente parece pertinente por un inexplicable olvido muy extendido).

El porcentaje de contenidos básicos de las enseñanzas básicas, 55% en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y 65% para las restantes, ha sido otro punto de polémica política artificial en prensa. Los educadores sabemos que la realidad escolar del siglo XXI exige un núcleo planetario absolutamente común (no en el Estado, ni en Europa siquiera), que es lo que se mide en las evaluaciones internacionales (matemáticas, ciencias, primera lengua,…). Igualmente sólo alguien ajeno a la práctica docente puede negar la indispensable adecuación curricular que desde la escala no sólo autonómica, sino de centro, de profesorado, de aula y de cada miembro del alumnado ha de programarse.

Otra espinosa controversia se centra en la enseñanza de la religión. La disposición adicional segunda comienza desacertadamente: “La enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede,…”. Pareciera que la enseñanza religiosa no fuese una frecuente demanda familiar, de un alto porcentaje de madres y padres que la consideran esencial. Su deseo legítimo, al igual que el de quienes prefieren que sus hijos e hijas no reciban enseñanza confesional alguna, debe ser garantizado, al igual que los derechos de los docentes de estas materias. La opción más aceptable sería una materia de oferta obligatoria en todos los centros en sus versiones confesional (de todas las iglesias con representación significativa) y no confesional, para la aceptación voluntaria por parte de las familias. Debiera ser evaluada didácticamente para su notificación familiar, aunque no computable a ningún efecto académico (becas, promoción,…). El apartado 3º, que otorga a la entidad religiosa la condición de empleador y establece el pago delegado, no parece satisfacer ni al profesorado implicado, ni a las jerarquías eclesiásticas, por lo que parece inviable semejante variación unilateral de empleador cuando ni el receptor ni los trasferidos lo asumen. También sería de justicia la equiparación académica y salarial de este colectivo que reúne a más de 17.000 docentes en el Estado.

Entre sus cualidades, la LOE se destaca porque simplifica la proliferación de leyes educativas y de sus correspondientes reglamentos emitidos desde 1990, derogando -además de otras leyes menores- la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990), la LOPEG (Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes de 1995), y la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002). La litigada LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985), corrigiendo algunos de sus excesos, queda drásticamente reducida a una cincuentena de artículos (de sus 63 artículos iniciales), e incluso también son abolidos o reformulados muchos apartados de los artículos vigentes por la disposición final primera del anteproyecto. Desafortunadamente, el anteproyecto delira cuando, en su apartado 5º de la citada disposición, introduce un disparatado y encubierto derecho a la huelga del alumnado menor de edad, que ni respeta las responsabilidades, derechos y deberes de los padres, ni mejora la participación discente en la organización escolar. Debería suprimirse este enunciado, sin perjuicio de recoger adecuadamente el derecho de reunión en el centro escolar, respetando los horarios de actividad y los derechos de cuantos constituyen la comunidad educativa, previa comunicación a la dirección o de acuerdo con ella.

Las preconizadas “evaluaciones de diagnóstico”, al finalizar el segundo ciclo de Primaria (10 años) y al concluir el segundo curso de la Secundaria obligatoria (14 años), pueden ser reconocidas como puntos positivos por su carácter formativo y orientador, sin la estricta connotación de reválida (que la LOCE promulgaba) y que al medir currículos (y no competencias) podría condicionar y uniformar excesivamente la necesaria autonomía docente para atender a la diversidad discente. De este modo, queda una medición objetiva de la Primaria, antes de su tercer ciclo, y otra graduación en la crítica edad intermedia de la ESO, cuando en 3º parece que muchos de nuestros estudiantes encuentran súbitamente todos los obstáculos en lo que parecía un generalizado progreso modélico. Más dudosa es la supresión de la PGB (Prueba General de Bachillerato), prevista en la LOCE y común en toda la Unión Europea (salvo en Grecia y Portugal).

El retardo de los itinerarios hasta 4º de la ESO es oportuno y paneuropeo, cuando aparecen tres materias de modalidad y algunas optativas, retrasando el prematuro adelanto de la LOCE. Igualmente resulta conveniente la suavización en el número de asignaturas no superadas para promocionar de curso, porque nuestro retardo medio no mejora ni la calidad ni la equidad, y porque son más efectivas las medidas de refuerzo dirigidas hacia la superación final. El clamor contra la “promoción automática” ni es exacta, ni se corresponde con la reglamentación de los países de referencia educativa.

El reagrupamiento en tres bachilleratos de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, y Artes es acertado. La fusión en el primero de ellos de los antiguos Bachilleratos de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud junto al de Tecnología era necesaria, y debería servir para incrementar el flujo hacia esta modalidad. Únicamente entre las materias comunes del Bachillerato, previstas en el artículo 34, debería incorporarse el metalenguaje omnipresente de una “Matemática Aplicada”.

Las insuficiencias de la LOE son variadas. El avance que supone la declaración de carácter educativo de los dos ciclos de Educación Infantil (superando el anacrónico nombre de Preescolar que reitera el PP), queda desdibujado por no abordar este período en tres ciclos bianuales (como todo el resto de la educación hasta el diseñado en el Espacio Europeo de Educación Superior). La espuria razón para este lastre es la inercia anterior y la insuficiente financiación dedicada a esta etapa, que da lugar a discrepancias totales entre Administraciones Educativas donde se retarda Andalucía (única con tasas de escolarización menor del 90% de la población de 3 años), mientras el País Vasco supera el 90% incluso de la infancia de 2 años. La gratuidad promulgada por la LOE del segundo ciclo de Infantil (3-6 años) es una mejora sólo para las Comunidades más retrasadas, mientras que las demandas sociales en edades más precoces ya se desbordan en las Comunidades mejor financiadas. En esta etapa, la subsidiariedad de la concertada se manifiesta en el artículo 15, en donde se garantizan una oferta suficiente en los centros públicos (además sólo con un incremento progresivo desde la situación actual), mientras que apenas se esboza que “podrán establecerse conciertos con centros privados”.

Son meramente declarativas y sin previsiones las apuestas por la mejora de los idiomas (foráneos y oficiales), que la LOE sigue sin apoyar más decididamente, o el aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, donde nuestro retraso pedagógico comparado es deprimente. Igualmente las bibliotecas escolares quedan simplemente citadas y no incentivadas.

La participación de las familias podría acrecentarse asegurando, en función de la edad del alumnado, porcentajes no inferiores a un tercio de padres adicionalmente a un sexto de alumnos, en el artículo 126 sobre la composición del Consejo Escolar, para mostrar quiénes son los destinatarios que justifican todo el servicio educativo.

Respecto a la equidad escolar, el creciente alumnado (propio y extranjero) con necesidad específica de apoyo educativo por origen o minusvalía (sensorial, síquica o motora), e incluso el de altas capacidades intelectuales, sigue en la ambigüedad o en la inseguridad al asegurarse que las dotaciones para centros públicos y concertados serán las mismas (artículo 72), mientras que simultánea y posteriormente en el artículo 112, de medios materiales y humanos, se distinga sutilmente entre sus apartados primero y siguientes. Inicialmente se menciona expresamente a los “centros públicos” como aquéllos que deben ser dotados por las Administraciones Educativas, mientras en los restantes párrafos sean los “centros” genéricos los que atiendan a alumnado de educación especial,… Este artículo debiera incorporar el detalle de referirse en todo momento a los “centros sostenidos con fondos públicos”.

Preocupante resulta el matiz establecido en el artículo 84, relativo a la admisión de alumnos, donde se cita que “las Administraciones educativas realizarán una programación adecuada de los puestos escolares gratuitos que garantice el derecho a la educación”, pero sin mencionar la libertad de elección que corresponde a las familias. En ese mismo artículo, falta la inclusión de un criterio que facilite la continuidad pedagógica en un mismo centro, tanto en el caso de titularidad pública como no pública. En el artículo 88, sobre garantías de gratuidad, sigue sin aparecer el coste de los servicios complementarios de transporte y comedor, que debieran recibir un tratamiento similar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.

Tampoco se acomete en esta oportunidad un refuerzo de la formación inicial del profesorado de enseñanza infantil, primaria y secundaria. La convergencia de las condiciones laborales, profesionales y económicas del profesorado y del personal no docente, tanto de centros públicos como concertados, queda en el limbo de los deseos, con una confusa cita en el apartado 117.4 donde turbiamente se sugiere “posibilitar la equiparación gradual de la remuneración (del profesorado concertado) con la del profesorado estatal (sic)”. Como si no existiesen diferencias salariales, incluso entre funcionarios docentes (respecto al “profesorado estatal”, sólo el redactor sabrá a qué se refiere en niveles no universitarios). Por último, en el capítulo del profesorado, la disposición transitoria segunda podría extenderse más allá del 4-10-2010 el régimen de jubilación voluntaria de los mayores de 60 años, a fin de rejuvenecer las plantillas docentes.

Lo peor es el mantenimiento de un sistema educativo basado en la oferta, y no en la demanda familiar (artículo 109. 2). La misma consideración de la educación como “servicio público”, quedaría mejor expresada como “servicio esencial” o de “interés general”, con independencia de la titularidad pública o concertada del centro elegido por los progenitores (situación a la que más se acerca en el Estado la Comunidad Autónoma Vasca, por tradición y financiación). El progreso hacia un sistema cooperativo, prestado por centros públicos y otros de iniciativa social, se entorpece cuando se desiguala por titularidad, como en el artículo 122.3 donde se concede que sólo los centros públicos podrán obtener recursos complementarios. Esto es apropiado y novedoso, pero debiera abrirse en las mismas condiciones a todos los centros “sostenidos con fondos públicos”.

Resulta aberrante el apartado 3 del artículo 109: “En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán (sic) las exigencias derivadas de la consideración de la educación como servicio público, con los derechos individuales de alumnos, padres y tutores. Asimismo, conciliarán (sic) la libertad de elección de centro con el principio de equidad, atendiendo a las limitaciones materiales derivadas de la capacidad de los centros y de las consignaciones presupuestarias existentes y al principio de economía y eficiencia en el uso de los recursos públicos (sic)”. Discrepamos profundamente de que la economía impida derechos fundamentales, o que éstos queden restringidos por inciertas razones de supuesta eficiencia. Nefastamente, en la redacción actual el Estado parece erigirse como único titular originario del derecho a la educación, quedando las familias y los centros educativos reducidos a concesionarios de tal derecho. A todos nos conviene que los padres defendamos nuestro derecho a escoger el tipo de educación que preferimos, incluida la formación moral y religiosa que responda a nuestras convicciones.

Nadie discute la necesidad de una reforma educativa, cuando los datos negativos se acumulan en informes internacionales o en comparativas de fracaso escolar. El optimismo para que podamos competir con los mejores debe partir del máximo realismo sobre nuestra posición de partida, así como de un amplio y comprometido enfoque comunitario. Una Pedagogía del Éxito entraña que las familias y los educadores mantengan expectativas positivas sobre las capacidades de sus hijos y alumnos, para afrontan motivada y conjuntamente tan decisiva tarea, solventando los problemas crónicos con ilusión y apoyo social.

Concluyendo: Conviven en el Estado sistemas educativos muy diferenciados que la LOE debiera impulsar y desarrollar mirando hacia lo mejor de Europa, nunca uniformar por abajo. En general, nuestras posiciones educativas son mediocres o insuficientes respecto a la Unión Europea, y entre los países de la OCDE. No es algo de extrañar, dado que socio-culturalmente, económicamente y en esfuerzo educativo (interés familiar y porcentaje del PIB) no destacamos especialmente hasta la fecha.

Sólo cuando la ciudadanía presiona electoralmente, los poderes públicos y los dirigentes políticos otorgan la merecida atención, prioridad y recursos a la educación, a la universidad y a la investigación. Es el tiempo de los hechos. Rige un lema magistral: 'Si alguien cree que la educación es cara, que pruebe con la ignorancia'. Nuestro futuro individual y colectivo, a corto, medio y largo plazo, depende básicamente de nuestra apuesta educativa. Ojalá el debate sobre la LOE nos permitiese advertir la trascendencia de lo que está en juego.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/loe.htm

Centros escolares de alto valor añadido

Del informe “Caracterización y buenas prácticas de los centros escolares de alto valor añadido” publicado por el ISEI-IVEI se obtienen las siguientes conclusiones, que aunque puedan parecer obvias una vez explicitadas conviene recordar y practicar:

Alumnado (proceso de enseñanza-aprendizaje)

Seguimiento muy cercano del trabajo del alumnado, con un elevado control del mismo y con las tareas a realizar claramente fijadas y planificadas.
 Este seguimiento es realizado a través de la tutoría, en contacto estrecho con las familias y mediante el plan de acción tutorial, solicitando su participación en la toma de decisiones y compartiendo información con respecto a los estudiantes.
 Mucha y bien organizada atención a la diversidad (alumnado con NEE, inmigrante, de bajo rendimiento…) en función de las características propias de cada centro y con una eficiente gestión de los recursos internos: programas de refuerzo y atención específica a estudiantes de bajo rendimiento (programa PROA, por ejemplo), duplicación de docentes en determinadas aulas, etc.
Detección precoz de las dificultades del alumnado e intervención temprana sobre las mismas.
 Atención especial a la evaluación de los estudiantes, mediante frecuentes evaluaciones de carácter formativo y con una definición clara, pública y colegiada de los contenidos mínimos y criterios de evaluación.
 Los buenos resultados no están unidos a metodologías específicas. Se han detectado centros que utilizan metodologías tradicionales (libro de texto, por ejemplo), frente a otros con diversidad de métodos, recursos y formas de organización de las aulas con un enfoque más innovador.

Profesorado

 Un alto nivel de dedicación del profesorado, que nace de una elevada implicación con el centro y con la tarea educativa (no sólo instructiva) que el mismo desarrolla.
 Compromiso y participación elevada en las actividades de formación y de mejora continua, actividades que son facilitadas e impulsadas por las direcciones de los centros (escuelas que aprenden).
 En algunos casos esta elevada implicación se ve reforzada por la participación en programas o proyectos de calidad.
 Buena atención y cuidado al profesorado del centro tanto en la acogida como en el desarrollo cotidiano de sus tareas.
Alta implicación, e incluso en algunos casos, liderazgo del profesorado consultor y orientador tanto en el seguimiento del alumnado como en el plan tutorial.Caracterización y buenas prácticas de los centros escolar

El centro escolar (organización, gestión y liderazgo)

 Un clima escolar sin problemas serios que favorece (o que no impide) el normal desenvolvimiento de la tarea docente. En unos casos se califica de meramente normal y en otros de bueno o muy bueno. En algunos de estos últimos casos se trata de centros con experiencia y formación en el ámbito de la convivencia y la resolución de conflictos.
 Los centros tienen una visión y filosofía propia, claramente definida y compartida. La dirección comparte esta visión con el claustro y ello se plasma en que establecen las metas y los medios para alcanzarlas.
 Independientemente de que la dirección haya sido elegida o designada, un factor común es el ejercicio de un liderazgo claro que, eso sí, puede ser de diferentes tipos y estilos observándose una clara dinámica de trabajo en equipo.
 Alto nivel de sistematización y planificación de la gestión del centro y de coordinación tanto interna como externa.
 Adecuada gestión del tiempo, tanto del dedicado al proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula, como en lo relativo a cuestiones de organización de los recursos humanos del centro. 
 Evaluación de los proyectos, programas y actividades emprendidos por el centro, detectándose además una valoración positiva de la ED y un uso formativo de la misma.
Altas expectativas del equipo directivo con respecto al alumnado y al profesorado.
Esta  es la primera fase de la investigación que prosigue.

Crónica de la comida sobre LBIB

Ha sido una reunión rápida pero provechosa con toda la asistencia confirmada. Hoy se han tratado casi en exclusiva temas educativos, y se ha avanzado en el diseño del primer documento-base sobre todos los elementos a prever ante la distribución de ultraportátiles entre el alumnado. La redacción actual se adjunta abajo, pero el debate sigue abierto en lbib.wikispaces.com. Documento-base (estadio borrador a 27-5-2009)
  1. Consideramos oportuna la distribución de ordenadores con carácter universal para el alumnado de Enseñanza Básica (Primaria y Secundaria obligatoria) a partir de los 8 años (Segundo Ciclo de Primaria).
  2. En la distribución de equipos se seguirá un doble despliegue por nivel y mediante una red de centros piloto que hayan acreditado una experiencia previa de aprovechamiento didáctico de los recursos digitales para el desarrollo de las competencias educativas. Se podría aprovechar como red inicial la creada en torno al Modelo de Centro TIC, aunque sin olvidar otras experiencias también muy ricas fuera del mismo.
  3. Los microordenadores sería de libre disposición a título personal por el alumnado, que se responsabilizaría de su cuidado y aprovechamiento de acuerdo con unas normas de libre aceptación.
  4. Recomendamos equipos ultraportátiles robustos, de bajo coste, con pantallas de 9-10 pulgadas y un peso inferior a un kilogramo.
  5. Las lenguas oficiales, con una especial protección para la más minoritaria en el ciberespacio, permitirán al alumnado trabajar en el idioma de su preferencia, pudiendo conmutar hacia otras lenguas de aprendizaje.
  6. Dispondrían de un sistema operativo dual (Ubuntu y Windows XP) para facilitar la máxima operatividad a todo tipo de usuarios.
  7. El software de base permitirá el trabajo on y off line.
  8. El software incorporado, tipo Open Office y Google Docs, estará orientado al uso educativo de las potencialidades de las nuevas tecnologías.
  9. Se daría preferencia al trabajo on-line residiendo toda la información generada en el ciberespacio a fin de salvaguardar todo el trabajo generado, aún en el caso de pérdida del equipo o de rotura de sus unidades de almacenamiento.
  10. Se establecerían los niveles de competencia digital según las distintas etapas escolares.
  11. Esos niveles de competencia digital, que también afectarán al profesorado, se verán reflejados en los niveles del Modelo de Centro TIC.
  12. La conectividad de los espacios educativos se reforzaría considerablemente para asegurar el caudal necesario del uso intensivo que se propone, en todo el área con soluciones inalámbricas y un enchufe eléctrico por puesto escolar.
  13. El mantenimiento de este ingente parque de ultraportátiles quedaría regulado con la sustitución inmediata de los equipos, si la incidencia está debidamente justificada.
  14. La generación de contenidos curriculares se dirigiría preferentemente hacia modelos tipo Wikipedia, promoviéndose las aportaciones preferenciales en los idiomas oficiales.
  15. Se establecerán acuerdos con las editoriales educativas y con colectivos de generación de contenidos curriculares para una digitalización urgente, moderna y adaptada al medio de un currículo por competencias.
  16. Se buscará un sistema rápido y atendido para que el profesorado, generador de actividades didácticas, pueda colocar y compartir todo tipo de actividades para uso directo en el aula (Moodle, webquest, Hot Potatoes, ...)
  17. Un único portal educativo canalizará toda la estructura de acceso a los recursos didácticos, tutoriales, de gestión y de apoyo discente y a las familias, favoreciéndose la personalización de los interfaces de interrelación con los diferentes colectivos en función de su edad, competencia digital,...
  18. El profesorado implicado en los niveles correspondientes sería objeto de una doble iniciativa para la dotación de sus propios equipos (similares o no al del alumnado) y para su perfeccionamiento didáctico con estas materias.
  19. Las familias del alumnado dotado dispondrían de formación opcional para conectar en red a alumnado, profesorado, familias y administración educativa.
  20. Las redes sociales (tipo Facebook o Ning) serán elementos esenciales para la actuación conjunta en grupos naturales y metagrupos de intereses del alumnado, familias, profesorado y servicios de apoyo.
  21. Todas estas especificaciones serán objeto de un análisis y revisión continuos para acomodarlos a las nuevas realidades emergentes.
  22. Para ello sería conveniente la creación de un grupo que, convenientemente dotado de infraestructura y a tiempo parcial o total, haga el seguimiento, atienda los repositorios, documente el material,...
  23. El objetivo fundamental será la integración de lo digital como un recurso más de los procesos de aprendizaje-enseñanza, con la intención principal de extender en lo personal y en lo colectivo los espacios y tiempos de formación permanente de toda la ciudadanía desde la infancia en períodos no lectivos, así como el trabajo conjunto y compartido de creación intelectual para una mejor participación y convivencia cívica.

Educación en Finlandia

Las constantes visitas desde todo el mundo al país nórdico nos desvela algunos de las claves de su eficiencia educativa.

Aunque resulta muy difícil simplificar algo tan complejo como la realidad educativa de un país, existen algunos datos llamativos en la enseñanza finlandesa. Sus resultados en la educación primaria y secundaria encabezan todos los rankings comparativos. Superan a otros sistemas educativos en Europa, en América, en Asia (con contendientes tan preparados y aplicados como Corea),…

Un primer secreto del éxito es previo al mismo sistema educativo. El alumnado, las familias y la sociedad son más cultos, más ricos, más cohesionados y más trabajadores (quizá de su raíz luterana) que la media de otros países. Pero existen países más ricos socio-culturalmente (Canadá,…), otros con más estabilidad familiar (la tasa de divorcios en Finlandia es de las más altas y triplica a la nuestra),… Sin embargo, su eficacia educativa es incomparable, y además no es fruto de un programa específico de mejora o de una insistente evaluación preparatoria. Sobresale su sistema de implicación familia-escuela, y la coordinación con las estructuras socioculturales de apoyo educativo.

En Finlandia no funciona la competencia entre centros o redes de enseñanza. Simplemente, porque la inmensa mayoría de centros son públicos (>95%), con gratuidad total, gestionados de cerca desde los concejos municipales, compensadas sus diferencias por la inversión del Estado y donde sólo existe una opción escolar para la mayoría del alumnado. Tampoco se destaca por sus servicios de administración (reducida en los servicios centrales), ni de apoyo externo al profesorado (casi nulos), ni por la remuneración de los docentes que trabajan más horas. Tampoco por los servicios complementarios (a mediodía comen un simple almuerzo cada clase con su profesorado, y el transporte sólo se subvenciona a partir de una distancia relevantes,…). Sus infraestructuras y equipamientos escolares, incluso en Formación Profesional, son similares a los nuestros.

Es cierto que tienen una menor inmigración, la mitad de la nuestra, y que se trata –en su mayoría- de refugiados políticos, que suele contar con una alta cualificación profesional. Su profesorado es universitario en su totalidad (como aquí), pero en Finlandia ello conlleva un mayor prestigio social, no derivado del sueldo, sino de pertenecer a la minoría social que accede a un sistema universitario muy selectivo, con pruebas de ingreso muy exigentes (algo muy diferente a lo que sucede aquí). El acceso a la carrera docente es muy estricto y sólo ingresa el 20% de los aspirantes, siendo mujeres el 80% del profesorado (un porcentaje al que nos vamos acercando).

Probablemente por razones climáticas que marcan la idiosincrasia, Finlandia es un país donde se lee más, sin analfabetismo desde el siglo XIX (combatido por el luteranismo), con una juventud que sigue leyendo a pesar de todos los recursos digitales que existen a su alrededor y que dominan a la perfección en el país de Nokia, que emplea a un alto porcentaje de sus habitantes. Es un país plurilingüe (finlandés y sueco, aparte del sami de Laponia), se inicia el proceso educativo en lengua materna y se incorpora luego el segundo idioma oficial y los idiomas extranjeros. La jornada escolar concluye al mediodía y se complementa con actividades extraescolares programadas para las tardes.

Sorprende especialmente del sistema finlandés cómo logra tan altos porcentajes de alumnado de excelencia, que más que sextuplica nuestros resultados. Ello, quizá, apunta a que entre nosotros se obtienen aceptables resultados en equidad, pero no en calidad. A ello coadyuva un comportamiento impecable del alumnado, sin que se registre la conflictividad discente de otros entornos escolares. Un alumnado que nunca repite, avanza con su grupo natural bajo un esquema de educación comprensiva, y se gradúa sin fracaso escolar, repitiendo solamente el último curso en los casos necesarios. La metodología de trabajo interactivo y participativo a todos los niveles, el apoyo personalizado a los menos adelantados y una evaluación orientada al desarrollo consigue la graduación en Secundaria de todo el alumnado.

Descartados factores ambientales y económicos (el clima es Islandia es peor y por sí solo no mejora el estudio, la inversión económica es superior en Dinamarca,…), la piedra angular para su liderazgo en comprensión lectora, matemáticas y ciencia (sólo superada en este campo por Japón) parece ser un profesorado vocacional, bien elegido, altamente cualificado y motivado que ejerce su labor con una concepción socio-constructivista del aprendizaje y apoyados por una amplia colaboración familia-escuela-sociedad. Un ejemplo a adoptar y adaptar a nuestra educación…

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/finlandia.DOC

Nos enseñan a aprender

El domingo, día 5 de octubre, se celebra el Día Mundial de los Docentes que promueve la UNESCO. Esta conmemoración es de carácter general para todo el profesorado, adicionalmente a las festividades específicas por niveles educativos: San José de Calasanz o “Fiesta del Maestro” (27 de noviembre), Santo Tomás de Aquino (28 de enero, Ens. Secundaria), San Juan Bosco (31 de enero, FP), San Alberto Magno (15 de noviembre, Universidad), Santa Cecilia (22 de noviembre, Conservatorios),…

El profesorado que cuenta con un talento singular, dispone de unos polvos mágicos que cambian la vida del alumnado: la tiza. Con ella y con sus preguntas, más que con sus respuestas, adiestran al alumnado en lo que necesitarán para vivir y para ganarse la vida en el siglo XXI: Aprender. Gradualmente se van haciendo menos necesarios, porque los educadores abren la puerta del futuro, pero son los alumnos quienes deben entrar solos. El profesorado no sólo enseña, sino que ante todo despierta.

Como docentes, y en mi caso profesor de profesores en la Escuela de Magisterio de Bilbao, mi esposa Carmen y yo hemos vivido decenas de anécdotas que corroboran la grandeza y el privilegio de la labor del profesorado. Pero siempre preferimos dos sencillas historias que vivimos en casa, desde la perspectiva de padres con niños recién escolarizados, hace ya muchos años. Nuestros hijos compartieron en la Escuela Pública de Artaza una magnifica ‘andereño’ Itziar, a la que adoraban. Cuando Aitor estaba a cargo de esta maestra, ella hubo de pedir la baja por un problema de cuerdas vocales causado por educar y enseñar en una lengua nueva a casi treinta niños de tres años. Eduardo, fue el profesor de EGB sustituto que remplazó a la titular como maestro de nuestro hijo. Sólo fueron unos meses y luego Itziar regresó, lo que alegró a todos, incluido Aitor que estaba contentísimo con ella. Semanas después Aitor comentó que Eduardo ya no venía porque también estaba “enfermo de la voz”, pero que volvería cuando se curase. Su hermana Leire, de seis años, lo desmintió diciendo que nunca regresaría porque sólo había ido como suplente, y Aitor comenzó a llorar porque no podía creer que su ‘maisu’ ya no volvería para estar con toda la clase junto a Itziar. Aitor quería a sus profesores y lo expresaba así, sin ambages. Años antes, cuando Leire llevaba apenas un mes en su primer colegio, San Agustín, un día al salir de clase nos dijo alborozada que quería a su maestra tanto como a nosotros, sus padres.

Profesorado: ¡Gracias en nombre de todas las familias y del alumnado! Sin vosotros no sería posible esperar y construir un mundo mejor cada día.

‘Profe’: ¡No me suspenda!

La excelencia educativa se alcanza con profesionales de calidad que apuestan por el ‘éxito escolar’.

En la fiesta de fin de curso de un centro de enseñanza primaria se eligieron “oradores” entre los mismos escolares. Una niña de 7 años escogió este tema para su disertación: “Primer curso y lo que allí podemos esperar”. En sus sentidas y sencillas palabras sólo destacaba la presencia de una maestra que les quería a ella y a sus condiscípulos como una madre, y que además les enseñaba cada día cosas interesantes y divertidas. Los ojos acuosos de los adultos allí reunidos, profesorado y familias, demostraron que jamás habíamos escuchado una mejor definición de la docencia verdadera.

El profesorado, en los niveles preparatorios para la universidad o la formación profesional, debe actuar en toda ocasión más como inteligentes educadores de personas, que como celosos guardianes de sus asignaturas. El alumnado infantil y juvenil es la materia humana más frágil y evolutiva que existe. El profesorado de calidad, individual y colectivamente, sabe sopesar el valor relativo de cualquier materia curricular cuando ello implica transmitir la condición de fracasado a alguien cuyo porvenir está por escribirse. ¿Acaso aún quedan profesores que realmente creen que unos temas suspendidos en un programa académico pesan más que “abrir el futuro” a niños o adolescentes?

Quizá el personaje histórico más ilustre que haya colaborado en la formación de enseñantes fue Robert Frost. En su primera clase a educadores les asignó la tarea de leer un breve cuento de Marx Twain, La rana saltadora del Condado de Calaveras. Relata la historia de un compulsivo jugador que perdió una apuesta porque a su batracio adiestrado en saltos lo habían lastrado con perdigones. Cuando el mejor poeta estadounidense del siglo XX se reunió nuevamente con los pedagogos, éstos le preguntaron perplejos qué relación concurría entre la narración y la docencia. Frost, quien suscribió la cita “Amamos a quienes amamos por lo que son”, explicó literalmente: “Los maestros se dividen en dos clases: Aquellos que llenan a sus alumnos con tanta munición que no pueden moverse, y aquellos que dan a los estudiantes apenas un leve empujón que los hace saltar hasta el firmamento”.

El profesorado trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde o cuándo acaba su influencia. Su misión es despejar el camino del alumnado, nunca poner obstáculos a su progresión. Alejandro Casona, el genial educador e insigne dramaturgo, señaló que “Un buen profesor debe parecerse lo más posible a un mal estudiante”. Lo seguro es que el buen profesorado se solidariza con el mal alumnado, a quien muy especialmente debe proteger, animar, orientar e inspirar.

Diez tendencias, previsiones y propuestas educativas

El debate educativo es escaso en nuestros tiempos, y aún más extraño si no está trufado de intereses políticos, económicos, corporativos, sindicales,... Abundan las opiniones contundentes, descalificatorias de quienes no piensan exactamente igual, propiciadas por la defensa de colectivos que no son exactamente los destinatarios del esfuerzo social que debiera estar dirigido solamente por la búsqueda de lo mejor... para el alumnado

Todo el mundo parece saber de educación, porque -y esto es bien cierto- todas las personas han recorrido trayectos educativos y, en muchos casos, han debido decidir sobre la educación de los suyos. Pero no es tan habitual disponer de una perspectiva más general, abierta y completa sobre la complejidad del extenso sistema educativo. Y, lo que es peor, aún habiendo muchos actores que sí disponen de tal capacidad, no todos ellos son capaces de hablar y escribir con sinceridad sobre sus conclusiones, por las consecuencias que se derivarían de su atrevimiento.

Con ánimo de aportar algunas ideas sobre la materia, en época de inicio de año, en plena madrugada, pensando quizá más como abuelo que como educador, con el máximo de honestidad, sin buscar ningún provecho personal, y sin temer nada por la franqueza, enumeraremos los que creemos son vectores de innovación educativa, enunciando la proyección, la predicción y la proposición en cada apartado.

Procuraremos equilibrar las expectativas en estas diez tendencias, previsiones y propuestas educativas, enfocadas hacia las enseñanzas básicas. Seremos relativamente optimistas en las tendencias, que quizá no se produzcan con la celeridad que señalamos. Corregiremos con algo de pesimismo las previsiones, porque son muchas las décadas en las que la inercia de los mecanismos educativos han frenado la innovación. Y, a modo de centralidad, intentaremos ser realistas en las propuestas, muchas veces iniciales o parciales, que convendría adoptar con urgencia. Esas medidas corresponderán no sólo a los poderes públicos y a la administración escolar, sino al conjunto de la ciudadanía.

Son visiones que se solapan, se entrecruzan y se potencian unas con otras, apuntando convergentemente hacia un futuro que podemos imaginar.
  1. Primacía del aprendizaje sobre la enseñanza. Si el siglo XX algún día será reconocido por ser la centuria de la educación, sin duda el siglo XXI lo será del aprendizaje (incluido el aprendizaje invisible) o de la "educación expandida". Esta querencia es tan perceptible como imparable, pero se enfrenta a toda una era de escolarización con currículos y estructuras diseñadas en el XIX y un profesorado del XX. La trayectoria a seguir es la apuesta decidida desde las familias y la sociedad por la conjunción del aprendizaje formal (en un sistema educativo renovado) con el creciente aprendizaje  informal y no formal. Este complemento educacional (el calendario escolar apenas cubre a lo sumo entre 950 ó 1.050 horas anuales de las 8.760 posibles), creciente por la implicación de otras instituciones y la digitalización que lo favorece, habrá de contar con mejor reconocimiento, validación y acreditación (como ya sugieren algunas Directrices de la UNESCO). En este concepto cabe la irrupción de emprendizajes que potencien los aprendizajes en horarios y calendarios suplementarios, bajo pautas lúdicas canalizadas por redes sociales en las distintas competencias a desarrollar.
  2. Creciente trascendencia (y debate) social de la educación. A pesar de que sus efectos siguen el lento ritmo de la naturaleza que exige paciencia y perseverancia, la educación y el aprendizaje son tan importantes que no pueden quedar sólo en manos de la política, o de la administración, o de patronales y sindicatos, o del profesorado, o del alumnado, o de las familias,... Es un tema clave de la totalidad de la ciudadanía, que debe ser vigilante con cuánto requiere y cómo ser gestiona, como la mejor inversión social. Por desgracia, la educación raramente es una prioridad cuando se analiza a corto plazo (la tragedia de la política), pero debe ser una constante sometida a la crítica y a la mejora continua. Hay demasiado desconocimiento, simplificación y condescendencia con nuestra eficacia escolar, con el logro de la equidad y la calidad académica que se alcanza. Convendría más examen sosegado, autocrítico, constructivo, ilusionante,... sobre el rendimiento del esfuerzo que la sociedad dedica a su educación.
  3. Todo el sistema educativo debe primar y centrarse en el alumnado (y sus familias mientras el alumnado sea menor de edad). Porque el alumnado es el núcleo de atención sobre el que articular las propuestas de aprendizaje. Toda la acción de la docencia y de la administración ha de estar al servicio del alumnado. Los derechos profesionales o laborales de los agentes escolares han de estar subordinados a su razón de ser: el alumnado (y sus familias). Esto ha de traducirse en un seguimiento docente más continuado, de forma que se fije el profesorado a etapas discentes (bianuales, como mínimo), involucrándose y responsabilizándose de modo más estrecho con el éxito escolar de cada alumno o alumna. 
  4. Una educación del siglo XXI debiera avalar como un nuevo derecho humano el éxito escolar universal (en las enseñanzas básicas y obligatorias) de todas las alumnas y alumnos. Ya no basta que una sociedad se contente con ofrecer un pupitre a cada escolar, sino que ha de asegurar que - a lo largo de su trayectoria de escolarización- cada miembro del alumnado descubrirá su talento personal y elegirá su opción vital para convertirse en una persona integralmente formada (y ello también significa, con un destino profesional factible).  Para todo lo cual deben generarse centros educativos diversificados con modelos variados que sean del agrado y permitan elegir a las familias (incluso, y especialmente, en un sistema público no homogéneo). También es preciso vincular más al profesorado con el éxito académico del alumnado a su cargo, secuenciando las metas competenciales a alcanzar en cada etapa. Al igual que un padre o una madre no acepta que alguno de sus hijos e hijas quede atrás, el profesorado comprenderá las circunstancias particulares del alumnado y buscará un camino que le lleve al máximo de sus potencialidades.
  5. Una cultura de evaluación constante se abrirá paso en todo el sistema educativo. Porque sólo una evaluación combinada (externa e interna) y contextualizada, general de todos los protagonistas (alumnado) y agentes, podrá garantizar la equidad y la calidad de todo el alumnado, de todas las aulas, de todos los centros, de todas las redes, así como de la administración, inspección, servicios de apoyo,... Siempre se consideró, pero luego no se aplicó, la diferenciación entre quien instruye (ahora diríamos mejor conduce el aprendizaje) y quien evalúa el proceso. Las evaluaciones diagnósticas, las evaluaciones externas, basadas en competencias y en contenidos, y desde la Educación Primaria, pueden ser un instrumento válido y esencial de mejora que establezca los refuerzos necesarios para que todo el alumnado progrese en conjunto, porque los desniveles se corrigen cuando son pequeños. Así se eliminarían, y a ultranza, las repeticiones de curso que se han demostrado inútiles.
  6. El currículum formal ha de concentrarse en los lenguajes y metalenguajes, para el limitado calendario de la educación formal. Las competencias (como la de aprender a aprender), los lenguajes naturales (euskera, castellano, inglés,...) y los metalenguajes matemático, científico, tecnológico y digital son la columna vertebral del currículo de las primeras etapas educativas. Para su debida consecución deben establecerse niveles y objetivos perfectamente definidos antes de finalizar las sucesivas etapas escolares. Los Boletines Oficiales, o las Leyes Orgánicas como la LOMCE, deben establecer niveles mínimos finales de las distintas etapas educativas, tales como el nivel de conocimiento de los idiomas oficiales o extranjeros, y según un baremo objetivo y mensurable. Y pueden hacerlo a escala de Estado, o mejor a nivel incluso continental, como el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). Pero no han de entrometerse en las metodologías pedagógicas para alcanzar dichos niveles, por razones tan obvias como la singularidad del alumnado, que hace difícil recomendar estrategias de aplicación general.
  7. La educación digital (reducación o sarezkuntza) debe transformar y mutar la escuela actual, potenciando nuevas realidades de aprendizaje transmedia con una comunidad abierta por el cauce de un Internet omnipresente y accesible a través de dispositivos móviles (smatphones, tablets,...), que debiera estar a nuestro alcance en todo momento y lugar. Su generalización abrirá el entorno escolar a las familias y al conjunto de la sociedad, que podrá participar por nuevas vías. Estas tecnologías han producido efectos inimaginables hace pocos años en las poderosas "industrias de la información", y muestran la misma oportunidad (y potencialidad de crisis) en las "instituciones de la formación". Su vertiginosa evolución (o red-volución) determina que lo que pudo ser una medida positiva como la distribución masiva de netbooks en Primaria y Secundaria ya no sea posible. Simple y llanamente, porque el mercado ha dejado de fabricarlos en favor de las tabletas digitales, lo que supone una vuelta a un super-pizarrín que pone en entredicho toda la historia de libros de texto, pesadas mochilas, diccionarios,... Y ya no caben excusas de costes, porque su abaratamiento (en continente y contenido) hace inexorable una inmediata tabletización con textos multilingües (tan beneficiosos para alumnado y familias), acceso inmediato y duradero, movilidad, inclusión digital universal,...
  8. Atención a la pluralidad de ofertas escolares (con diversidad de titularidades, modelos pedagógicos,...). El derecho a la educación, y al éxito educativo, reside en el alumnado, y en sus familias en tanto aquel es menor de edad. Debe ser objeto de atención y extremo cuidado el favorecer la multiplicidad de elección escolar, siempre que encuentre refrendo por parte de quienes se matriculan. Es una peculiaridad que puede dinamizar la innovación, mejorar la gestión y permitir la cooperación. Esa pluralidad debe protegerse con medidas que apoyen la adecuación a las demandas del alumnado (y de sus familias), que son quienes deben regir la planificación educativa. Para que la red de titularidad pública, la mayor de las actuales, actúe como una red educativa (como otras concertadas como Kristau Eskola, Partaide,...) debiera quedar organizada como una “Hezikidetza”, poniendo en juego la totalidad de sus recursos humanos. Así, la administración educativa general (con alguna semejanza con la sanitaria) velaría por el conjunto de la educación vasca mediante programas y conciertos a través de sus diferentes redes escolares, cuidando que la red de titularidad pública sea garante de la escolarización universal.
  9. Reordenación y aprendizaje permanente del profesorado, de las direcciones escolares, y del conjunto de los servicios de apoyo e inspección, así como de la administración educativa. El profesorado y las direcciones escolares, en pro de una máxima responsabilidad y autonomía de centros, son las piezas esenciales para que una sociedad se dote de una correcta y eficiente educación, con una amplia capacidad de autonomía a nivel de centro, departamento, etapa,... y de colaboración intrared o interredes escolares. La formación inicial y continuada, así como la carrera profesional, son aspectos a cuidar en la organización de la enseñanza, a fin de reconvertir a docentes en knowmads (nómadas del conocimiento). La administración debe simplificarse al tiempo que se hace más abierta y transparente para familias y agentes educativos. Los recursos humanos destinados a la educación han de reagruparse en torno a las aulas y los centros, actuando en proximidad máxima con el alumnado a fin de promover su éxito, en formatos presenciales o virtuales para compensar desigualdades socio-culturales de las familias a las que pertenezcan. Pervive demasiada estructura y jerarquía cuando nos encaminamos hacia un escenario de "Educación 3.0", basado en un aprendizaje más horizontal (entre iguales), un conocimiento aplicado contextualmente, unas relaciones menos jerarquizadas (en redarquías),...
  10. Urge un amplio "Acuerdo Escolar". En el caso de la Comunidad Autónoma del País Vasco que abarque a todo el sistema educativo vasco, algo no alcanzado tras 30 años de autogobierno, y que complete el "pacto escolar" de 1993 (que sólo cubría la mitad del sistema con una "Ley de la Escuela Pública Vasca" y que estaba programado para durar, a lo sumo, siete años). La génesis de este Acuerdo, extensible también a nivel de Estado y de Europa, debe propiciar una mínima regulación de modo que se confíe en las comunidades escolares que alientan cada centro, pero fijando metas medibles de resultados discentes. Ya han pasado 20 años desde el "pacto escolar" y han cambiado, afortunadamente mejorado, las condiciones. Ahora no basta una negociación sólo entre dos partidos, ni siquiera a escala exclusivamente política. Un nuevo acuerdo debe dimensionarse socialmente, escuchando especialmente a los agentes escolares -y en primer lugar a los prescriptores como lo son las familias-.

Encuentro DEIA: Educación y Tecnologías Digitales

2018-06-09 Encuentro DEIA Educación y TICs Artículo visible en la web de DEIA.2018-06-09 Encuentro DEIA Educación y TICs Hoy sábado 9 de junio  de 2018 aparece impreso en DEIA la síntesis de lo tratado con estos participantes y este esquema elaborado por Ainhoa Agirregoikoa.
ENCUENTRO DEIA: EDUCACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS.  1 DE JUNIO. 9:00 Mikel Agirregabiria, Javier Moratinos, Oier Urigoitia, Daniel Fernández y Ainhoa Agirregoikoa
ENCUENTRO DEIA: EDUCACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS.
1 DE JUNIO DE 2018. 9:00 HORAS EN DEIA

Mikel Agirregabiria, Experto en Innovación Educativa.
Javier Moratinos, Director del Colegio San Jose de Calasanz de Santurtzi.
Oier Urigoitia, Director de San Antonio Ikastetxea de Durango.
Daniel Fernández, Profesor y experto en TICs del Colegio Munabe de Loiu.

Moderadora: Ainhoa Agirregoikoa. Redactora DEIA

Las nuevas tecnologías e Internet se han convertido en herramientas fundamentales en
el campo de la educación. Su implementación en las aulas es toda una realidad.
Diferentes soportes como pizarra digital interactiva, tablets, audiolibros, vídeo juegos…
se han convertido en herramientas clave para el aprendizaje de los más jóvenes dentro
de las aulas. El empleo de las TICS están resultando enormemente satisfactorias para el
alumno, permitiéndole no solo ampliar sus conocimientos sino desarrollar su creatividad
y dotarles de una mayor motivación. Al mismo tiempo, los entornos virtuales ofrecen
nuevos espacios de trabajo donde compartir conocimiento.

- Primera valoración por parte de todos los ponentes de la implantación de las
TICS en las aulas y cómo se ha adaptado el sistema educativo vasco a este
cambio.
- ¿Cómo está afectando en el aprendizaje en general?
- El nuevo modelo educativo realza el protagonismo del alumno. Ahora, el éxito
del aprendizaje hay que buscarlo en cada persona. ¿Cómo valoran este cambio?
- Aspectos como educación emocional, creativa y emprendedora marcan la línea a
seguir. ¿Qué se está trabajando para conseguirlo?
- ¿Cuáles son las tecnologías de mayor aplicación hoy en día en las aulas?
- ¿Cómo se ve el futuro?

ALUMNADO
- ¿Cómo se está adaptando el alumnado a la utilización de las TICS en el mundo
educativo?
- Ventajas tiene muchas pero es importante que los alumnos saquen el mayor
partido a los soportes tecnológicos. Para ello deben aprender a hacer un uso
correcto de la tecnología. ¿Cómo se está haciendo?
- Pero además de ventajas, navegar por la red expone a los estudiantes a ciertos
peligros. ¿Cómo se les puede hacer frente?

PROFESORADO
- Adaptarse a los nuevos soportes tecnológicos está requiriendo también el
aprendizaje previo por parte del profesorado. No estará siendo una tarea sencilla.
- ¿Cuáles son los frentes para esta capacitación del personal docente?

CENTRO EDUCATIVO
- Cada centro tiene que adaptar la tecnología que aplica según los niveles
educativos que imparte. ¿Cómo se está desarrollando este proceso de
implantación de las nuevas tecnologías en líneas generales? ¿Cada centro decide
qué modelo a seguir?
- ¿Qué desarrollo está llevando a cabo cada uno de los centros educativos aquí
representados?
- ¿Qué papel ocupan los centros formativos en el cambio de modelo que está
experimentando el sistema educativo vasco?
Ainhoa Agirregoikoa, Itziar y Ana, de DEIA
Álbum con algunas imágenes del Encuentro.
Texto completo extraído de la web de DEIA:
ENCUENTRO DEIA

La era de la digitalización en el sistema educativo vasco

Las TIC son ya una realidad presentes en las aulas. Cada comunidad educativa ha sido libre a la hora de tramitar cómo implantar la digitalización en su modelo formativo, un proceso que sí ha requerido una serie de cambios en el sistema que tienen que ver con la forma de aprender y el papel profesor/alumno
UN REPORTAJE DE AINHOA AGIRREGOIKOA - Sábado, 9 de Junio de 2018 - Actualizado a las 11:49h
Conocer cómo se adapta el sistema educativo vasco a la digitalización fue el tema de debate que reunió la semana pasada a expertos en educación en la redacción de DEIA.
Conocer cómo se adapta el sistema educativo vasco a la digitalización fue el tema de debate que reunió la semana pasada a expertos en educación en la redacción de DEIA. (Sampedro)

LA digitalización y la conectividad están marcando el futuro de la sociedad en todos los ámbitos, sociales, económicos y, por supuesto, educativos. Su implantación en este último campo ha sido el tema a debate en el Encuentro DEIA Mesa de Expertos: Educación y Tecnologías, que tuvo lugar la semana pasada en las instalaciones de DEIA y en el que compartieron experiencias representantes de diferentes centros educativos vizcainos con expertos en innovación educativa .
Alrededor de la mesa que organizó DEIA se sentaron Mikel Agirregabiria, experto en Innovación Educativa en diferentes áreas del departamento de Educación del Gobierno vasco;Javier Moratinos, director del Colegio San José de Calasanz de Santurtzi;Oier Urigoitia, director de San Antonio Ikastetxea;y, Daniel Fernández, profesor y experto en Tecnologías de la Información y la Comunicación del Colegio Munabe de Loiu.

Bajo el propósito de conocer al detalle cómo está adaptándose el sistema educativo vasco a la implementación de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en las aulas, los expertos reunidos analizaron todos los pasos que se están dando para conseguir los objetivos planteados tanto por la comunidad educativa vasca como por la administración pública.

Mikel Agirregabiria, encargado de abrir el turno de intervenciones, desde una perspectiva más trasversal apuntó que la principal característica del sistema educativo vasco, además de la gran diversidad de oferta educativa con que cuenta (centros privados, públicos y concertados) es que ha seguido caminos diferentes. “Los centros vascos son muy diferentes entre sí al existir redes y subredes, lo que ha conllevado que la propia administración vasca haya sido respetuosa con cada comunidad educativa a la hora de dejarle elegir el proceso tecnológico que quiera”, concreta Agirregabiria.

Sin embargo, esta realidad permite, añade el experto en innovación educativa que, “tengamos soluciones que tecnológicamente utilizan ecosistemas digitales diferentes pero que en todas ellas subyacen una serie de elementos comunes”.

Sin duda, la elección de cada centro a la hora de poner en marcha el proyecto tecnológico ha sido, en opinión de Agirregabiria, “todo un acierto”, que ha permitido que además de la implantación de los diferentes soportes digitales en las aulas, la metodología a seguir integre otras realidades como son el hecho de aprender de una manera diferente, donde el alumno cobra un mayor protagonismo al igual que el aprendizaje no lectivo.

Para Daniel Fernández, un apasionado de todo lo que representa el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación, la llegada de las tecnologías al aula ha supuesto un cambio en el rol del alumno. “Su aprendizaje no está supeditado únicamente a lo que le enseñe el profesor sino que cobra otra dimensión mucho más amplia”, puntualiza.

Si bien es verdad que el universo digital abre nuevos horizontes al alumnado, donde el docente se muestra más como un acompañante en el aprendizaje que como quien lidera el conocimiento, Oier Urigoitia aprovecha el encuentro para salir en defensa de la importancia del liderazgo del profesorado. En su opinión, “continuamente oímos hablar de la existencia de la población nativa, dando por hecho que las nuevas generaciones nacen sabiendo utilizar cualquier soporte digital y no es así”.

Urigoitia puntualiza que si bien los nativos digitales saben utilizar un dispositivo a la perfección, “el profesor es el responsable de enseñarle cómo utilizarlo correctamente para sacarle el máximo partido, para saber discernir si se está ante fuentes veraces o no... En líneas generales, el profesor tiene que dibujar el camino hacia donde debe caminar el alumno”.

Desde la perspectiva de Javier Moratinos, del Colegio San José de Calasanz, la implantación de la digitalización en las aulas vascas es un proceso en el que la comunidad educativa vasca está inmersa hace muchos años y se está llevando a cabo de una manera progresiva. “Primeramente se dotó a los centros de la tecnología necesaria para disponer de ella en las aulas. Pero para llegar al fin, individualizar el aprendizaje gracias a dispositivos digitales, la comunidad educativa al completo ha requerido de un proceso de adaptación en base a qué hacer con las nuevas herramientas, cómo utilizarlas en las aulas y cómo sacarles el máximo partido”.

Una vez dotados los centros de la infraestructura necesaria, ha llegado el momento de dar el siguiente paso. “La conectividad ya está aquí y continuamente se habla de la 4ª Revolución. Es un paso que los centros educativos tenemos que darlo desde la vertiente humana”, resalta Moratinos.

Respecto al papel del equipo docente a la hora de guiar el aprendizaje del alumnado dentro del mundo digital, Moratinos comparte con el director de San Antonio Ikastetxea de Durango la importancia de la figura del profesor a la hora de gestionar no sólo el aprendizaje sino también los sentimientos. En este apartado, Moratinos afirma contundentemente que “él nunca ha estado de acuerdo con las opiniones que se oían de que con la implantación del universo digital la figura del profesorado iba a desaparecer. Es más -puntualiza- opino todo lo contrario, que las herramientas digitales están ayudando al profesorado a hacer mejor nuestro trabajo y ser más eficientes”.

Agirregabiria apoya esa defensa del docente pero respalda a su vez el cambio registrado en el rol de este profesional de la educación, pasando a ser el conductor y el guía del aprendizaje del alumnado y no el pilar único de ese aprendizaje.

Preguntados sobre los frentes que tienen que superar los centros educativos para poder alcanzar la digitalización plena, los cuatro ponentes exponen su visión. Así, Urigoitia señala cómo San Antonio Ikastetxea se ha marcado como reto alcanzar el Nivel de Madurez Avanzada y “en ello se está trabajando en estos momentos”. Durante este proceso, la dirección del centro ha visto la necesidad de apoyarse en un especialista que sepa llevar a cabo todos los trámites y requerimientos con el fin de aplicar correctamente las herramientas digitales de carácter interno.

Por su parte, la apuesta del Colegio Munabe en el marco digital ha estado dirigida bajo la filosofía de que la tecnología tiene que ir detrás de la atención pedagógica. Por ello, el centro cuenta con un equipo completo que asesora al alumnado sobre cómo manejar las nuevas herramientas bajo la perspectiva de expertos.

El Colegio San José de Calasanz apoya su estrategia en un sistema de contraste de competencias profesionales entre las que se encuentra la digitalización. “De esta forma, la digitalización forma parte ya de la estructura del centro en cuanto a su metodología, siendo responsable de su desarrollo el equipo directivo de San José de Calazanz”.

El curso pasado el centro de Santur-tzi contó con un profesional dedicado a tiempo completo a mejorar la capacitación digital del profesorado. “Este profesional ha conseguido no sólo resolver los problemas de carácter digital que se presentaban sino que el propio profesorado aprenda a resolverlos en el futuro”, añade Moratinos.

Por abundar aún más y desde la perspectiva que le otorga el haber sido responsable de Innovación Educativa en diversos cargos del Gobierno vasco, Agirregabiria apunta que el Método del Modelo de Madurez Tecnológica/Metodológica es un abordaje a escala de centro, y que en su opinión, hay que mantenerlo. No obstante, Agirregabiria señala que el mundo educativo tiene que abordar la digitalización desde las competencias. “Estas competencias digitales están perfectamente definidas a escala europea y es a partir de esa línea desde donde deben establecer las competencias digitales que afecten al personal docente”, avanza el experto en innovación digital.

Partiendo de la capacitación a la que aún se enfrenta el profesorado vasco, Agirregabiria quiere lanzar un mensaje muy optimista sobre cómo se han hecho las cosas hasta el momento en Euskadi en cuanto a la digitalización de los docentes. A su juicio, “el profesorado vasco ha hecho un gran esfuerzo en su adaptación a las TIC”.

metodología Los expertos reunidos en DEIA no solo valoran la implantación de las tecnologías en el aula sino lo que ello supone en la metodología educativa en sí. Para ellos, aquí es donde está el ‘quid’ de la cuestión.

En cuanto al cambio metodológico, Moratinos interviene el primero. Su amplia visión de los diferentes modelos educativos, al impartir el centro que dirige educación obligatoria y FP, le ha permitido conocer de primera mano cómo se han ido desarrollando los acontecimientos. Así, por ejemplo, el cambio de la metodología en FP ha sido realmente revolucionario a través de la búsqueda de resultados basado en retos.

Respecto al cambio registrado hasta el momento, Fernández resalta el papel de las personas frente a las tecnologías a la hora de innovar y establecer una nueva metodología.

Pero también se hace mención en el encuentro a la capacitación de los centros vascos para hacer frente a la inversión que supone la digitalización, y se habla no solamente de la inversión en herramientas y soportes digitales, sino también de la inversión en personas.

“En este proceso de cambio, la metodología educativa debe ir por delante a la tecnología. A partir de ahí -señala Agirregabiria- el centro educativo se tiene que convertir en el centro innovador y para ello requiere de una inversión. Es cierto que en este aspecto no todas las comunidades educativas tienen las mismas posibilidades”.

En su opinión, “el modelo que está implantado el Ejecutivo vasco debe asegurar un nivel de innovación mínimo en todos los centros por igual;que todos los alumnos sean del centro que sean dispongan de una formación acorde con esta era”.

Una de las apuestas más recientes o de implantación inmediata en los centros vascos es el sistema one to one. Se trata de que cada alumno disponga de un dispositivo -portátiles, tabletas, convertibles…, cuya finalidad es personalizar e individualizar al máximo el proceso de enseñanza- aprendizaje, permitiendo que cada uno de los estudiantes trabaje a su ritmo.

Sin embargo, no vale cualquier dispositivo, y los expertos señalan la necesidad de que estén preparados tanto en el aspecto de hardware como en el de software. También es importante que estas herramientas integren plataformas, programas y aplicaciones adaptadas al currículo del centro que normalmente persiguen fines educativos.

Evaluación Otro aspecto que atrajo el interés de los ponentes fue el tema de la evaluación del aprendizaje. Los cuatro participantes al encuentro estuvieron de acuerdo a que pese a los cambios que se están produciendo en cuanto a la metodología hay que ser realistas y el sistema educativo tiene que asegurar unos mínimos conocimientos en las distintas materias. Aquí es donde entra la cuestión relativa a la evaluación.

Según Agirregabiria, “pese a cambiar la metodología, la sociedad impone unos marcos de aprendizaje”. En su opinión, “hoy en día el aprendizaje de las materias debe estar supeditado a la evolución de las personas. El sistema no debe de establecer para qué profesión sirve una persona sino que su evolución humana será la que determine en qué área profesional tiene más talento o destreza” .

Avanzar en este campo es otro de los retos del momento. Para Agirregabiria , la solución está en el cambio de las pruebas evaluativas, al tiempo que pone en valor las pruebas diagnósticas como PISA que lleva a cabo el sistema educativo vasco entre el alumnado en base a unos parámetros internacionales establecidos.

En línea con lo expuesto, Fernández puntualiza que este tipo de evaluaciones no se realizan en el resto de campos profesionales y que, a su juicio, lo único que hacen es estereotipar al alumnado.

El profesor del Colegio Munabe profundiza aun más en la cuestión y añade que “en ocasiones al alumno de capacitaciones superiores a la media les llegamos a hacer pequeños con estas valoraciones, al prepararles para los niveles que marcan esas pruebas evaluativas, lo que no les permite avanzar más allá de esos niveles”. Esto permite ver cómo “la norma no se adecua a la individualidad”, subraya.

Urigoitia, por su parte, muestra su apoyo a las citadas pruebas diagnósticas. Su experiencia profesional le lleva a afirmar que bien entendidas, “estas pruebas son una ayuda para los equipos directivos de los centros educativos a la hora de valorar el trabajo que se está realizando dentro del mismo y también una señal para buscar soluciones y mejorar los niveles competenciales del alumnado”.

Para concluir con el apartado evaluativo y tras valorar positivamente la posibilidad del adelantamiento de uno o dos cursos de aquellos alumnos que estén por encima de los niveles que estable el sistema educativo, los expertos, por contra, no ven con tan buenos ojos la opción de repetir.

Agirregabiria llega a afirmar cómo hay sistemas educativos que prohíben la repetición. “Para llegar a ello, hay que cambiar la normativa actual donde a día de hoy la repetición sigue apareciendo como una figura ordinaria en el sistema educativo”.

Ventajas y riesgos El auge de lo digital en el sistema educativo es un hecho con el que el profesorado se muestra satisfecho. Sin embargo, no se puede obviar que el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación a través de dispositivos digitales está creando también cierta incertidumbre dentro del colectivo docente y en las familias, al acarrear su uso una serie de riesgos para los alumnos.

Es un terreno delicado que da paso a un nuevo debate entre los ponentes, el relativo a la instalación de filtros en los soportes digitales disponibles en las aulas. La comunidad educativa se está apoyando en dichos filtros para limitar al alumnado a que pueda acceder a informaciones que le resulten peligrosas.

En este apartado, Fernández se muestra totalmente favorable al uso de filtros en tablets y ordenadores, al igual que el director de San Antonio Ikastetxea. En palabras de Urigoitia “para nosotros es fundamental apoyarnos en medidas de control y para ello nos hemos apoyado en la plataforma IMT Lazarus, la cual permite a profesores y padres vigilar y bloquear cualquier actividad en la tablet”.

Establecer las horas en las que el alumno pueda conectarse a Internet;mantener un historial para que padres y madres puedan controlar los movimientos de sus hijos por la red, limitar entrar en ciertas páginas e incluso, el apagado automático del dispositivo a una hora concreta son algunas de las medidas que ofrece la plataforma IMT Lazarus.

 Tras valorar la instalación de estos recursos de control, los cuatro expertos en materia educativa añaden que otro plano donde debe estar alerta la comunidad educativa es cuando ya se produce un riesgo tangible, un momento en el que los cuatro coinciden en que es el momento de actuar de manera inmediata para proteger al alumno.

Moratinos puntualiza aún más asegurando que la labor preventiva de los centros educativos siempre ha estado ahí, “lo que pasa es que ahora con la digitalización los estudiantes se exponen a unos nuevos riesgos sobre los que el equipo humano de los centros no estábamos preparados. Ahora sí lo estamos”, corrobora.

Esta puesta al día sobre los riesgos mencionados ha supuesto una serie de actuaciones por parte de los centros en cuanto al conocimiento de los peligros que acechan al estudiante y también sobre los pasos a establecer en base a protocolos y normativas para actuar.

Por último, Agirregabiria es contundente al afirmar que hoy en día existen nuevos y graves riesgos. El ciberbullying o el sexting son algunos de ellos. No obstante, el experto cree que es importante tranquilizar a las familias ya que el alumnado va a estar formado e informado ante los riesgos que se le avecinan.

En cuanto a la percepción que tiene el alumnado de los riesgos que están a su alcance, un mensaje que cala muy hondo entre ellos es que todos los delitos digitales quedan registrados, “todo deja rastro en la red”.