Mostrando las entradas para la consulta egoísmo ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta egoísmo ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

Giver, taker o matcher: Altruismo, egoísmo o compañerismo

Según el psicólogo organizacional Adam Grant aparecen tres estilos de interacción humana:
  • Receptores o takers: Les gusta obtener más de lo que reciben. Ponen sus intereses por encima de las necesidades de los demás. 
  • Donantes o givers: Están más centrados en los demás y en lo que los demás necesitan de ellos/as. Ayudarán siempre que el beneficio para los demás exceda sus costes personales. Incluso pueden no tener en cuenta sus costes personales, ayudando a los demás sin esperar nada a cambio. 
  • Equilibradores o matchers: Buscan un balance entre dar y recibir. Sus relaciones se basan en un intercambio igualitario de favores.
Según  Adam Grant en cualquier organización se encuentran estos tres tipos de personalidades, Los “takers”, dispuestos a sacar ventaja de todo y de todos, los “givers” sujetos que siempre están dispuestos a ayudar, y la de los “matchers”, esos que dan solo si saben que se lo pueden cobrar después.

Paradójicamente en sus investigaciones Grant descubrió que los “givers” suelen, estadísticamente, obtener mejores resultados para ellos y para la organización. Principalmente porque son más.

Siguiendo a Grant resulta que se abre el siguiente reto para el liderezgo de cualquier organización: ¿cómo convertir la paranoia propia de los “takers”, complementada por el “cotilleo” que caracteriza a los “matchers” en la “pronoia” que necesitan los “givers”, y que no es otra cosa que la creencia de que hay más gente que conspira a favor de tu bienestar que en contra?

Si eres CEO, Adam Grant te hará entender que si quieres una organización de éxito debes apostar por los “givers”. Y si eres uno de esos “givers” entenderás que aprender a lidiar con takers y matchers es la clave de tu éxito, que siempre será el de todos tus compañeros y compañeras.
Giver, taker o matcher: Altruismo, egoísmo o compañerismo
Test online para saber tu posición en la escala Giver / Taker.

Aprendiendo la vida que es como el teatro...

"El mundo entero es un teatro", decía William Shakespeare. Desde antes, un proverbio romano aseguraba que "La vida es como un teatro: vienes, ves y te vas". Proseguía con ironía Oscar Wilde: "El mundo es un teatro, pero la obra tiene un reparto deplorable". Quizá G. M. Valtour nos desvelaba una de las claves: "En el teatro de la vida, el apuntador se llama muchas veces egoísmo". Más apocalíptico, Jean-Paul Sartre lo describía: "La vida es un pánico en un teatro en llamas". Y con más humor, concluía el crítico teatral Alexander Humphreys Woollcott: "El teatro: la segunda más antigua profesión del mundo... arruinada por los aficionados".

Teatro es el mundo y marionetas las personas somos. Tal vez, como recordaba Julio Cortázar: "Un teatro no es más que un pacto con el absurdo, su ejercicio eficaz y lujoso". Por ello, aprender con teatro es algo sutil y eficaz. Por eso, uno de nuestros libros - Taller de Sabios - fue destinado a este menester, hace ya muchos años.

Para ilustrar el post hemos adjuntado el cortometraje "La clase, cortometraje educativo" de Beatriz M. Sanchís premiado en la sección de Cortos Documentales de los Premios Goya. Más posts con citas que concentran el saber.

Parejas sin hijos, los nuevos ricos

Se conocen, desde los '80, como dink, dinki o dinky, siglas que corresponden a Double-Income; No Kids yet (Doble Ingreso, Sin Hijos todavía). Pueden corresponder a parejas jóvenes (25-35 años), pero se ha incrementado notablemente la opción de quienes no desean descendencia, con un alto porcentaje de dúos de mediana edad (en ocasiones, sin papeles, coyunurales, homosexuales,...). Hay quienes interpretan esta opción dink, si es voluntaria y no temporal, como un reflejo de egoísmo, del hedonismo, de la incredulidad en el vínculo,... Lo cierto es que, por su alto status en liquidez económica, constituyen un sector del máximo interés comercial y suelen ser grandes consumidores de tecnología, deporte y ocio, entre otros sectores. Es una nueva y creciente realidad social, extrañamente no reconocida en público, a pesar de haberse creado toda una gama de productos orientados casi exclusivamente hacia ellos (viajes, gastronomía, mobiliario,...). Personalmente, y con el máximo respeto, pudiendo elegir prefiero ser parte de toda una "family", no de reducida una "dinky".

Citas y conceptos de Richard Buckminster "Bucky" Fuller: Polímata y visionario

«No intentes cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto».
Quienes trabajamos en innovación, disruptiva porque es la única genuina, recordamos siempre la cita de R. Buckminster "Bucky" Fuller«No intentes cambiar un sistema,... Construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto».

Fuller fue todo un personaje (ver su biografía resumida), arquitecto fallecido en 1983 y calificado como el Leonardo da Vinci del siglo XX, capaz de mantener un valor como referencia en campos muy diferentes: Desde la "cúpula geodésica" que reinventó y patentó, hasta concepciones clave como Efemeralización, pasando por vehículos colectivos como el "coche Dymaxion", un aporte tan precoz que ahora Norman Foster está recuperando.

Este acrónimo, Dymaxion, de tensión máxima dinámica, propio de su genialidad se aplicó a casas, mapamundis,... e incluso al crono-archivo Dymaxion empeño de "Bucky" Fuller para documentar su vida con crónicas permanentes y exhaustivas que ningún blogger de futuro ha podido emular (con archivos audiovisuales incluidos).. 
Afortunadamente sus conferencias en televisión de la época aún pueden verse y disfrutarse, pero a modo de síntesis recogemos algunas de sus ideas-clave:
  • Dios es un verbo.
  • Amor es gravedad metafísica.
  • Todo niño nace genio (ver en vídeos como éste).
  • «No luches contra las fuerzas; úsalas».
  • «Diseñar es hacer lo máximo con lo mínimo». De ahí deriva su gran concepto de Efemeralización.
  • «Si el éxito o el fracaso de la vida en este planeta dependiese de quién quieres ser tú, y de qué es lo que quieres hacer, ¿quién querrías ser? ¿Qué querrías hacer?».
  • No intentes cambiar un sistema: Construye uno nuevo que deje obsoleto al anterior.
  • «Cada vez que el hombre realiza un experimento, aprende más. Es imposible que aprenda menos».
  • «La humanidad está desarrollando la tecnología correcta por las razones equivocadas».
  • «No vamos a ser capaces de pilotar nuestra Nave Espacial Tierra durante mucho tiempo más, a no ser que entendamos que es una única nave, y que nuestro destino es común. Tenemos que ser todos, o no seremos ninguno».
  • «La contaminación no es otra cosa que los recursos que estamos desperdiciando. Permitimos que se dispersen porque ignoramos su valor».
  • "Realidad" siempre deberá ir entre comillas”.  
  • ‎«Hay que acabar con la noción absolutamente engañosa de que todo el mundo tiene que ganarse la vida. Es un hecho hoy que uno de cada diez mil de nosotros puede hacer una innovación tecnológica capaz de sostener a todo el resto. La juventud de hoy tiene toda la razón en reconocer esta tontería de ganarse la vida. Seguimos inventando trabajos debido a esta falsa idea de que todo el mundo tiene que ser empleado en algún tipo de trabajo penoso, porque, según la teoría Malthusiano-Darwinista, él debe justificar su derecho a existir. Así tenemos inspectores de inspectores y personas haciendo instrumentos para inspectores para inspeccionar a los inspectores. El verdadero negocio de la gente debe ser volver a la escuela y pensar en lo que fuera que estaban pensando antes de que alguien se acercara y les dijera que tenían que ganarse la vida».
  • «En este momento (después de miles de años de invenciones y descubrimientos) la escasez real, por fin se ha vencido, estamos manteniendo una escasez artificial por pura ignorancia. Tecnológicamente [...] ahora tenemos cuatro mil millones de multimillonarios a bordo de la nave espacial Tierra que están completamente inconscientes de su buena fortuna. Desconocido para ellos, su legado se encuentra detenido en sucesiones por ignorancia general, miedo y egoísmo».
  • «La Tierra es una nave espacial que se nos entregó sin manual de instrucciones».
Más posts sobre Buckminster Fuller.

Lecciones para la vida de Rick Elías

 
Cuando en el famoso vuelo 1549 de US Airways creyó que se iba a estrellar su avión (aunque luego acuatizó sobre el río Hudson, como se puede ver en el vídeo inferior), Rick Elias aprendió tres lecciones, que nos comparte en esta Conferencia TED:
  1. Todo, la vida, cambia en un instante. Bébete el vino bueno de la bodega,...
  2. No tratar de tener razón (por el ego), sino elegir ser feliz. El egoísmo, el egocentrismo, aleja la felicidad
  3. Morir no da miedo, llevamos toda la vida preparándonos para ello. Pero puede ser triste si no hemos cumplido con nuestras metas esenciales, ser una buena persona, una buena pareja, un buen padre o madre, alguien que ha dejado un legado con su trabajo,...

Más entradas con la etiqueta TED,... o sobre la felicidad.

Glu Glu estrena La lechuga en el Teatro Barakaldo

Glu Glu estrena "La lechuga"
Gracias a la amabilidad (e insistencia, que agradecemos) de Toño Pinto, gerente de Glu Glu Producciones, hemos disfrutado del privilegio de asistir al estreno (absoluto en Europa) de su obra "La lechuga" en el Teatro Barakaldo. Se nos ha facilitado todas las oportunidades para fotografiar y grabar microvídeos de la función, e incluso de los ensayos previos. También hemos podido entrometernos en los minutos previos a la representación, viendo los últimos preparativos y saludando a la atenta directora de la obra, Rosita Nicolet (foto), así como a algunos sus intérpretes como Gorka Aginagalde,...

La obra, escrita por el venezolano César Sierra y que se ha representada en varios países de América (Nueva York, Miami, Chicago, Santiago de Chile, Buenos Aires,...), está interpretada por Gorka Aginagalde que interpreta a un conspicuo Héctor, Gurutze Beitia (la incomensurable Dora), Galder Pérez (el inefable Venancio, imagen en el estreno), Gabriel Ocina (el compungido Víctor) y Mari Cruz Melgosa (la sacrificada Virginia). Todos bajo la sobria dirección de Rosita Nicolet, madrileña afincada en Chile, que con su saber hacer impide cualquier tentación de sobreactuación.
El drama agridulce presenta a la familia Martínez, una como hay tantas, que no se soporta. Menos el día en que se reúne para celebrar la fiesta de cumpleaños del patriarca, un hombre que lleva nueve años en estado vegetativo, en los que ha estado al cuidado de su hija, hasta que el marido de ésta propone que sea alguno de los otros dos hermanos quien se haga cargo de él. La directora de la obra, Rosita Nicolet, que dirigió e interpretó la obra en dos ocasiones en Chile, ha señalado que se trata de "una comedia negra con muchísimo humor y mucho trasfondo" que "hace reír y reflexionar" al público y que está interpretada por "cinco magníficos actores".

Actrices y actores avezados, bien dirigidos, ofrecen una sólida labor de interpretación en un tono de difícil materialización, apoyándose en una tragicómica situación más frecuente que lo que desearíamos. Gorka Aginagalde interpreta a Héctor, un alto cargo directivo que "no soporta a su familia política y lleva nueve años cargando con un vegetal al que llamo lechuga", en referencia a su suegro, "pero ha llegado a su límite" y quiere que alguno de los dos hermanos de su mujer se hagan cargo de su padre. El reconocido actor ha destacado que son "unos personajes de verdad, de carne y hueso" que se encuentran en "una situación límite y es fácil que el público se identifique con alguno de ellos". Por su parte, Gurutze Beitia, quizá la actriz con más vis cómica de los escenarios vascos, que interpreta a Dora, la esposa de uno de los hermanos, ha destacado la forma en la que está escrita la obra que posibilita que el espectador "puede llegar a entender el egoísmo, la amargura y la soledad de todos los personajes".

Esta nueva producción de Glu Glú podrá verse en el Teatro Barakaldo los días 8, 9 y 10 de julio de 2011, antes de proseguir su gira programada. Una delicia este Teatro Barakaldo (véase en foto HDR), que nos gustaría ver en otras localidades de Bizkaia, con un atento sistema de acomodación y detalles cuidados como el wifi libre que ofrecen al auditorio (una delicia contemporánea que estaba siendo utilizada por muchos asistentes, incluidos nosotros, mediante sus smartphones para diversas tareas como geoposicionar la obra,...).

En este estreno absoluto en Europa hemos visto al Alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, y a destacados representantes vascos del mundo de la farándula (véanse en algunas imágenes). El estreno fue bien recibido por el numeroso público asistente, como demuestran los aplausos finales que recibieron los cinco intérpretes y la directora Rosita Nicolet que hubo de salir al escenario para saludar y agradecer los ramos de flores recibidos de manos de su equipo (ver en el vídeo bajo estas líneas).
Álbum de fotos y vídeos (, , , , , , , , y 10º),

Efecto Dunning-Kruger que explica el cuñadismo, el negacionismo o... Twitter


En psicología social, el Efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo en virtud del cual los individuos incompetentes tienden a sobreestimar su habilidad, mientras que los individuos altamente competentes tienden a subestimar su habilidad en relación con la de otros. Está relacionado con el sesgo cognitivo de la superioridad ilusoria (sobre el que hemos escrito recientemente).

El Efecto Dunning-Kruger se debe a la incapacidad de los individuos incompetentes para reconocer su propia ineptitud, y a que los individuos muy competentes tienden a subestimar su competencia relativa. A consecuencia de este sesgo, los individuos competentes tienden a asignar tareas difíciles a individuos que no tienen habilidad suficiente para completarlas en la creencia de que dichas tareas son sencillas de realizar, mientras que los individuos incompetentes tienden a acometer tareas para las que no están preparados, y pueden no ser capaces de reconocer su fracaso. Los sujetos afectados por este sesgo tienen disminuida la capacidad metacognitiva para el autoconocimiento, con lo que tienen dificultades para evaluar objetivamente su habilidad o ineptitud.

El Efecto Dunning-Kruger fue descrito por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger en 1999 y les hizo merecedores, a ambos, del satírico Premio Ig Nobel de Psicología en 2000. En sus propias palabras, el sesgo resulta de una ilusión interna en personas incompetentes, y de una percepción externa errónea en personas competentes: "la mala calibración del incompetente se debe a un error sobre uno mismo, mientras que la mala calibración del altamente competente se debe a un error sobre los demás".

Fenómenos como el cuñadismo, los tertulistos o el negacionismo pueden ser fruto del Efecto Dunning-Kruger. En comportamiento humano, el negacionismo es exhibido por individuos que eligen negar la realidad para evadir una verdad incómoda. De acuerdo al autor Paul O'Shea, "es el rechazo a aceptar una realidad empíricamente verificable. Es en esencia un acto irracional que retiene la validación de una experiencia o evidencia histórica". El autor Michael Specter define el negacionismo grupal cuando "todo un segmento de la sociedad, a menudo luchando con el trauma del cambio, da la espalda a la realidad en favor de una mentira más confortable".

En ciencia, ha sido definido como el rechazo de conceptos básicos, aceptados y fuertemente apoyados por la evidencia que forman parte del consenso científico en tal área en favor de ideas que son radicales y controvertidas. Se ha propuesto que sus variadas formas tienen en común el rechazo a la arrolladora evidencia y la búsqueda de controversia en un intento de negar que exista un consenso. Un ejemplo usual es el creacionismo de la Tierra joven y su disputa con la evolución.

Se han acuñado los términos negacionismo del Holocausto, de la COVID-19 y del VIH/sida; y se ha llamado negacionistas del cambio climático a aquellos que se oponen al consenso científico que sostiene que el calentamiento global es real y se debe a las actividades humanas. Se ha criticado el uso de la palabra negacionismo como una técnica de propaganda para reprimir puntos de vistas minoritarios. Similarmente, en un ensayo que discute la importancia del escepticismo, Clive James objetó el uso de negacionista para describir a escépticos del cambio climático, afirmando que esto "recuerda al espectáculo de un fanático negando al Holocausto". Celia Farber se opone al término negacionista del vih, argumentando que es injustificado poner esta creencia en el mismo nivel moral que los crímenes nazis de lesa humanidad. Sin embargo, Robert Gallo et al. defienden esta comparación, sosteniendo que el negacionismo del VIH es similar al del Holocausto debido que es una forma de pseudociencia que "contradice un cúmulo inmenso de investigación".

Se han propuesto diversas motivaciones y causas para el negacionismo, incluyendo creencias religiosas y egoísmo, o un mecanismo psicológico de defensa contra ideas perturbadoras. Efecto Dunning-Kruger es la tendencia de los individuos incompetentes a sobreestimar su propia habilidad, y de los individuos altamente competentes a sobreestimar la habilidad de otros individuos. El resultado es que los incompetentes son incapaces de reconocer su ineptitud para desarrollar una tarea, y los competentes tienden a suponer que todos pueden acometerla con la facilidad con la que ellos pueden desarrollarla. Un buen ejemplo puede ser Twitter,...

Juego del ultimátum y variante del dictador: Economía o justicia

El Juego del Ultimátum en su versión más elemental pero muy ilustrativa, funciona así: El Jugador A ("proponente") debe repartir con el Jugador B ("respondedor") cierta suma, por ejemplo 100€, "caída del cielo como maná", cuyo monto es conocido por ambos. El Jugador A tiene derecho a decidir el reparto, pero su propuesta solo prosperará si el Jugador B la acepta: si la rechaza, ambos se quedarán sin nada. No hay más vueltas en la negociación, por lo que se trata de un ultimátum.

El Juego del Ultimátum fue descrito en 1982 por el economista alemán Werner Güth en un célebre articulo: "An experimental analysis of ultimatum barganing", en colaboración con sus alumnos Rolf Schmittberger y Bernd Schwarze, Se usa como evidencia contra las teorías del homo economicus pues muestra que las elecciones sobre criterios de justicia y equidad priman sobre las de beneficio. En este sentido, podemos decir que el homo economicus solo basa su utilidad en los pagos materiales, pero así podemos demostrar que en la realidad hay otras cosas que importan al individuo.
La Teoría de Juegos sugiere que si B es perfectamente racional deberá aceptar lo que le ofrezca A, por poco que sea, pues su alternativa es quedarse sin nada; y A, conociendo la situación claudicante de B, explotará su posición de "repartidor" y se quedará con casi todo. Ahora bien, un A tan racionalmente tacaño ¿no correrá el riesgo de que B, en un arrebato de dignidad, se subleve y prefiera quedarse sin nada a recibir tan solo "migajas"? 

Los numerosos experimentos que economistas, psicólogos e incluso antropólogos han llevado a cabo con este juego han arrojado dos resultados típicos. 
  1. La oferta más frecuente (moda) suele ser el reparto por mitades (50-50), aunque el promedio (media aritmética) suele ser 60-40. En estos casos de win-win, de división más o menos equitativa, el Jugador B acepta y ambos logran una parte importante de la donación inicial.
  2. Si el juego se desarrolla entre dos personas frente a frente, los "respondedores" suelen rechazar aquellas propuestas de los oferentes que les ofrecen menos de un 20% o 25%. Cuando el reparto es desigual, como 80-20, los decisores B rehúsan en más de la mitad de los casos y ambos jugadores se quedan sin nada. 
  3. Lo más curioso es que si el Jugador A es una máquina como un ordenador que ofrece cifras aleatorias, independientemente de la cantidad ofrecida y por ínfima que sea el Jugador B suele aceptar, porque -a fin de cuentas y desde una perspectiva meramente numérica- cualquier parte es un regalo y el dinero recibido por B no entra en comparación con el que se queda el ordenador A.
  4. Los seres humanos llevamos en nuestro ADN inscrito el concepto de justicia, por lo que aunque racionalmente cualquier regalo matemáticamente sea aceptable, estamos dispuestos a renunciar (y "pagar" o no cobrar por ello) si entendemos que ha habido abuso por parte de otra... persona. 
  5. Existen diversidades culturales muy interesantes. Los indígenas de la tribu Machiguenga de la selva amazónica del Perú "no parecen sentirse obligados a ofrecer partes iguales; el 15%, la oferta más frecuente, les parece justa a la gran mayoría". Otro experimento con las comunidad gitana  confirmaba su sentido de solidaridad y su reticencia a castigarse entre sí. Aceptaban cualquier reparto aduciendo que "si no ofreció casi nada, es porque lo necesita".
"Tu calculadora cognitiva sabe que dos es más que cero,… pero como eres un ser humano, tu noción de lo que es justo, o tu deseo de venganza, o tu simple irritación se imponen". Esa visión más trascendente es la conclusión de Daniel H. Pink, en su libro «La sorprendente verdad sobre qué nos motiva», hace referencia al premio Nobel de Economía en 2002, Daniel Kahnman, un psicólogo estadounidense —que alcanzó tal galardón «por integrar aspectos de la teoría psicológica sobre el comportamiento económico del ser humano en momentos de incertidumbre y realizar análisis empíricos de laboratorio, especialmente sobre mecanismos alternativos de mercado»

De esta forma, dentro de las llamadas teorías de la motivación, el planteamiento clásico o mecanicista asociado, desde la gestión científica, a Frederick Winslow Taylor, para quien la motivación humana era una mera cuestión económica solucionada, a su vez, por un mero incentivo económico, quedaba definitivamente desterrado aceptando, por demostrado, que las personas poseemos otros impulsos más elevados que le podían llevar a realizar acciones por motivaciones intrínsecas, como bien podría ser, simplemente, la propia satisfacción personal. 

La variante del Juego del Dictador, que abordaremos en otro post sobre sesgos cognitivos, es similar excepto que el Jugador B no tiene derecho a veto y ha de aceptar lo que le ofrezca el Jugador A. Aún en estos casos donde el egoísmo prevalece, permanece alguna dosis de altruismo y reciprocidad inherente al ser humano, incluso en ese "dictador" que podría quedarse con todo,...

Verano veterano

Está siendo un caluroso verano. Incómodo para todos; mortal para algunos. El calor veraniego nos demuestra, una vez más, quiénes son los más débiles de nuestra sociedad, y cuán desprotegidos les hemos dejado. Los miles de fallecimientos de ancianos, ¡miles de muertes anticipadas!, dejan al descubierto la insolidaridad de todos nosotros hacia personas que están muy cerca, o incluso son de nuestra propia familia.

Un caso que hemos vivido demuestra la gravedad y precariedad de la vida de muchas personas de edad avanzada. En esta misma zona de playa viven muchos extranjeros jubilados, que eligieron residir aquí fundamentalmente porque "así sobreviven a sus compatriotas que quedaron en su tierra", como ellos mismos declaran. Están bien organizados generalmente, y aunque les cuesta aprender el idioma local se defienden con un inglés que conocen aceptablemente. Hace una semana, unos amigos pidieron a mi hija que les ayudase a entenderse con su vecina noruega, octogenaria cuyo comportamiento se había vuelto extraño, dejando abierta la puerta de su apartamento incluso de noche, y apareciéndoseles a gritos por el balcón contiguo la noche anterior. Mi hija habló con esta demacrada anciana, quien le explicó en un idioma debilitado por las circunstancias que su mejor amiga había viajado por una semana a Suecia, y que se encontraba sin ese apoyo esencial. Ella cada día, a primera hora para evitar el bochorno, se acercaba al lejano supermercado, pero le costaba transportar la pesada agua mineral, necesaria aquí donde la dureza del agua suministrada a las viviendas no permite su consumo. Esta mujer se había encontrada tan débil y deshidratada los dos días anteriores, que sólo acertó a abrir su puerta para esperar ayuda y gritar desde el balcón. Tras esta simple conversación, rápidamente la ayudaron con provisiones de agua y le acompañaron al consultorio médico, comprobando cómo recobraba su vitalidad y aspecto de distinguida dama con tan minúscula atención.

Hemos de asumir todas las responsabilidades, institucionales y familiares, con nuestros mayores. A ellos les debemos todo, comenzando por la vida. Seamos sinceros: No mata el calor: extermina la desatención sanitaria, geriátrica y asistencial (en Francia donde se reconocen 5.000 muertes, su insuficiente asistencia domiciliaria triplica a la nuestra), la pasividad de una administración que se ralentiza o paraliza por vacaciones, y el abandono familiar que debiera apoyarse con financiación colectiva para facilitar la excedencia temporal por cuidado de familiares. En definitiva, mata el egoísmo de quienes disfrutamos el verano ignorando los derechos de nuestros abuelos. Maldita será la familia o la sociedad que se olvide de sus ancianos, que les relegue u olvide, que no reconozca su inmensa aportación y que no les cuide y proteja hasta el final de sus días.

Perdón y pasión

Hemos de aprender a pedir perdón. Pido perdón por todos mis errores, por todo el daño que he causado, deliberada o involuntariamente, por egoísmo o por indiferencia. Perdonadme, os lo ruego. Recordad que al perdonar os asemejáis a Dios. ¡Perdón, os suplico! Dicen que el perdón es la mayor venganza y la única tolerable.

Contad con mi perdón, para todos, en todo, sin excepciones. Gracias incluso os doy, porque cuando me sentí dolido quizá me sirvió para aprender y para entender el sufrimiento mayor que yo os causaba con mi inconsciencia y con mi ligereza. Perdonadme también, por creer que podría perdonaros algo.

“Dios nos perdonará, porque ése es su oficio” dijo Heine, y Shakespeare que “el perdón es doblemente bendito, porque bendice al que lo da y al que lo recibe”. Si Dios nos perdonará, hagámonos un favor doble: Perdonémonos a nosotros mismos. Digamos “Me perdono”, después de pedir perdón a los demás. Todos necesitamos que nos perdonen mucho, y las lágrimas genuinas de arrepentimiento no sólo piden perdón, lo merecen. Perdón, y propósito de enmienda, porque es mejor aprender a no ofender que luego a solicitar piedad, que a menudo no repara todo el mal provocado.

Perdonar en comenzar a amar. El perdón es una decisión, no un sentimiento. Perdona a todos y perdónate también a ti mismo. Acéptate, reconócete y ámate, recuerda que siempre tendrás que vivir contigo mismo. Abandona el resentimiento hacia ti mismo y la crítica hacia los demás. No seas cómplice, ni siquiera juez, de lo que te disguste. No pierdas tu valioso tiempo con recriminaciones ajenas o propias. Asume tus responsabilidades, acepta tus dificultades y colabora en hacer el bien. Lo que deba suceder, sucederá. Que te encuentre activo, apasionado en un trabajo de ayuda a los demás, amando hasta donde tu corazón te permita. Pongamos pasión en la compasión.

Amor se escribe siempre con mayúscula

No lo llames Amor, si no lo puedes escribir con mayúscula.

Amor se escribe con mayúsculas porque no hay amores pequeños; toda clase de amor verdadero es grandioso e imperecedero. La vida mancha, pero el Amor salva. El Amor es una caja de herramientas que puede transformar el universo. El Amor es un caballo de Troya que desde dentro abrirá las puertas de la ciudadela y nos salvará del odio.

Amor se escribe con A de almas anidadas, de aventura y de altruismo, de audacia y de aceptación, de arrebato y de alegría, de amistad y de ayuda, de afirmación y de agradecimiento, de atención y de apoyo, de ánimo y de acompañamiento. Amor se escribe con M de mocedad y de madurez, de mesura y de modales, de maestría y de modestia, de melancolía y de magia de misterio musical. Amor se escribe con O de optimismo y de oportunidad, de originalidad y de observación, de obstinación y orgullo. Amor se escribe con R de rebeldía y rigor, de recato y reflexión, de respeto y de rectitud. Amor se escribe sin E de egoísmo, sin I de ingratitud y sin U de urgente. Amor, a veces, se escribe con H de humor, con una H superflua, porque lo nimio y el detalle son importantes en el Amor.

Hay muchas clases de Amor: a la pareja, a los padres, a los hijos, a Dios, a los hermanos, a la familia, a los amigos, a los necesitados, a la Humanidad, a un oficio, a una dedicación,… Pero todo Amor se escribe con letras de oro, porque el Amor es lo mejor de la vida. Todo lo que vale la pena es, al fin y al cabo, Amor. Al final, sólo perduran los frutos del Amor. El recuerdo y las obras de quienes amamos o nos han amado.

La vocación de vivir no es sino la profesión de amar. Los niños, y en toda casa debiera haber un niño, nos enseñan que vivir es tan sencillo como amar y ser amado. En la sociedad de adultos adustos, donde sólo la maldad es noticia y donde la ternura viaja en trenes rigurosamente vigilados, el puzzle de almas difícilmente encaja. Convirtámonos en ciudadanos del Amor proclamando: "Mi patria es el Amor". El Amor es contagioso, al igual que la falta de Amor. ¡Amémonos! ¡Sólo por hoy! ¡Sólo por ti, Amor! ¡Cuánto te quiero, Amor!

Tiempo de ombligos

Vivimos una época de ‘mirarnos el ombligo’ y ‘creernos el ombligo’ del mundo

La moda en boga impone que nuestras adolescentes descubran una franja de cintura con el descarado ombligo guiñando pícaramente el ojo a los paseantes. No es extraño que los ombligos se hayan hecho visibles. La moda, siempre pasajera pero reveladora, emula explícitamente nuestra extendida inopia intelectual del ‘ombliguismo’: mirarnos a nosotros mismos y creernos el centro del universo.

La onfaloscopia fue una técnica monástica psicológica que practicaban como oración los monjes hesicastas de Grecia. Un ejercicio recursivo de contemplación del ombligo para acompasar la respiración con la repetición indefinida del nombre de Dios, para alcanzar “la guarda del corazón” como norma ascética de vida. Pero la expresión “mirarse al ombligo” quedó como sinónimo de egocentrismo, de ignorar lo que acontece más allá de nuestros intereses: La enfermedad social de nuestra era.

Peor que la empobrecedora excentricidad de mirarse el ombligo, es adicionalmente creerse el centro del mundo, o superior a los demás. Lo paradójico es que el ombligo humano es una cicatriz universal que mantenemos como testigo de nuestra dependencia, del cordón umbilical que nos unió a la humanidad a través de nuestra madre mientras vivimos en su útero. La anatomía humana, no por capricho, deja centrado el ombligo en el centro del tronco. Así ombligo se convierte en sinónimo de centro y oímos metáforas que invocan a la isla de Pascua o a Australia como ombligos del mundo.

Un libro publicado en 2003 se titula ¿Tenían ombligo Adán y Eva? Su autor, Martin Gardner, es un reputado escritor de divulgación ciencífica y matemática, redactor durante 25 años de la columna "Juegos matemáticos" del Scientific American. Versa sobre las estupideces que a lo largo de la historia se ha escrito sobre magia, ovnis, terapias alternativas y la interminable sarta de engaños, falacias y fraudes para almas simplonas, carentes de la más mínima formación y del imprescindible sentido común. Quizá el mayor engaño de la humanidad haya sido creerse el centro del universo (geocentrismo), o de algún país poderoso suponerse el corazón de la tierra, o de algunos políticos de considerarse ungidos por la divinidad.

La realidad es que todos estamos hechos de carne y hueso, con pieles de distintos colores, pero con ombligos que nos demuestran y recuerdan nuestra humana y frágil condición, en un minúsculo planeta que viaja por el proceloso firmamento de miríadas de estrellas. Quizá haya llegado la hora de elevar la mirada hacia el cielo y hacia los ojos… ajenos, reconociéndonos en el espejo de otras pupilas. No son las danzas del vientre o los frenéticos carnavales los peores representantes del ‘ombliguismo’, sino el egoísmo y la indiferencia de quienes olvidamos la igualdad y la fraternidad. El "yo" es una palabra tan pequeña que naufraga en el ombligo propio. Fuera nos aguarda el ilimitado espacio altruista del “vosotros” y el “ellos”, infinitamente más interesante para dedicarles nuestra atención y nuestro esfuerzo.