Los artículos abordan temas tan variados como la crítica de la moda intelectual de la época, la enseñanza, la política, el papel del periodismo, la religión, la educación de las masas, la “gente culta” que quizá presume de saber pero carece de juicio, y la necesidad de una sabiduría que no sea sólo académica. El tono es ágil, sardónico, divertido muchas veces, pero también serio cuando apunta a lo que considera una decadencia moral o cultural.
Por ejemplo, uno de los ejes es la idea de que la cultura o la educación no garantizan el sentido común, la virtud o el buen juicio. Que una “gente culta” sin raíces, sin humildad, sin conexión con lo real, puede caer en la estupidez —en la vulgaridad intelectual, en la arrogancia. Esa es la provocación del autor.
Otra línea es la defensa de lo cotidiano, de lo popular, de la sabiduría común frente al elitismo o al esnobismo. Chesterton recuerda que los “expertos” no deben convertirse en sacerdotes de la verdad sin cuestionamiento.
Este libro permite al lector adentrarse en la faceta periodística de Chesterton, menos conocida quizá que sus novelas, pero igualmente reveladora de su personalidad literaria: humor, paradoja, crítica social, ironía ética. Además, muestra cómo pensaba en aquel momento sobre cultura, educación, medios de comunicación y sociedad. Aun siendo textos de 1912, muchas de sus observaciones tienen vigencia para la educación, la prensa y la reflexión sobre el saber.
Siguen tres citas extraídas del autor que ilustran bien su pensamiento (y que sirven como complemento al volumen, disponible también en Google Books):
"Sin educación, estamos en un horrible y mortal peligro de tomar en serio a las personas educadas."
"El momento en que los hombres comienzan a preocuparse más por la educación que por la religión, comienzan a preocuparse más por la ambición que por la educación... La educación tiende a ser un reflector que se centra enteramente en sí mismo."
Estas frases condensan la reflexión de Chesterton: no se trata de rechazar la educación ni la cultura, sino de advertir que hay formas de “ser culto” que pueden volverse vacías, arrogantes o desconectadas de lo humano. De qué sirve saber mucho si no se entiende lo humano: Es el mensaje de Chesterton contra la vanidad intelectual.
G. K. Chesterton (Gilbert Keith Chesterton, véase en otros muchos posts) nació el 29 de mayo de 1874 en Londres y falleció el 14 de junio de 1936 en Beaconsfield, Buckinghamshire. Fue un escritor muy prolífico: ensayista, novelista, crítico literario, periodista y apologista cristiano. Su educación incluyó estudios artísticos en la Slade School y literatura en University College London.
Chesterton desarrolló un estilo distintivo, lleno de paradojas, humor, ironía inteligente y una defensa de lo que él consideraba “el sentido común” frente a modas intelectuales o filosofías de su tiempo. Inicialmente se identificó con el anglicanismo, pero en 1922 se convirtió plenamente al catolicismo, lo cual marcó profundamente su obra posterior.
Entre sus obras más conocidas figuran la novela The Man Who Was Thursday (1908), la serie de relatos del sacerdote-detective Father Brown y los ensayos Orthodoxy (1908) y The Everlasting Man (1925). Su importancia literaria radica también en su capacidad para combinar lo cotidiano y lo filosófico, lo humorístico y lo serio, y para cuestionar la “sabiduría establecida” con una mirada fresca. Por todo ello, muchos lo han llamado “el príncipe de la paradoja”.
La niña del pelo rojo, una revolución pendiente desde 1910 según el gran escritor, periodista, polemista, e intelectual católico Gilbert Keith #Chesterton. Una historia para #QuantHumanity.  “Con el pelo rojo de una golfilla del arroyo prenderé fuego a toda la civilización… pic.twitter.com/yCDKVYWV0Z
En el panteón del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, resuenan nombres como Martin Luther King Jr., John Lewis y, por supuesto, Rosa Parks (posts anteriores). Sin embargo, el movimiento fue una sinfonía de miles de actos de valentía, muchos de ellos protagonizados por "soldados de a pie" menos conocidos, pero igualmente vitales. Entre ellos destaca una figura que rompió todos los moldes: Joan Trumpauer Mulholland, una joven blanca del sur que lo arriesgó todo —privilegio, familia y su propia vida— para luchar contra la supremacía blanca desde dentro.
Su historia no es solo un apéndice del movimiento; es una lección fundamental sobre la conciencia, la educación moral y el verdadero significado de la alianza. Nacida en 1941 en Washington D.C. y criada en Arlington, Virginia, Joan Trumpauer creció inmersa en las contradicciones del Sur segregado. Era descendiente de propietarios de esclavos y fue educada en las normas sociales de la élite blanca sureña. Sin embargo, desde joven, notó la hipocresía flagrante entre los ideales de libertad de su país y la realidad opresiva que vivían sus conciudadanos negros.
Su despertar activista comenzó en serio en la Universidad de Duke (Carolina del Norte). En 1960, participó en sus primeras "sentadas" (sit-ins) en los mostradores de comida exclusivos para blancos. La reacción no se hizo esperar: la administración de Duke la presionó para que cesara su activismo. Para la sociedad sureña de la época, su comportamiento no era solo inapropiado; era una traición a su raza.
Ante la disyuntiva de elegir entre una educación de élite y su conciencia moral, Joan eligió su conciencia. Abandonó Duke y se unió al "Grupo de Acción No Violenta" (NAG) en Washington D.C., sumergiéndose de lleno en el movimiento.
Su siguiente paso fue aún más radical. Se trasladó a Mississippi, considerado el bastión más violento y peligroso de la segregación, y se matriculó en el Tougaloo College, una universidad históricamente negra (HBCU). Fue la primera estudiante blanca en matricularse a tiempo completo, una decisión que la puso directamente en el punto de mira del Ku Klux Klan.
El activismo de Mulholland no fue teórico. En 1961, se unió a los "Freedom Riders" (Viajeros de la Libertad), un grupo interracial que desafiaba la segregación en los autobuses interestatales. Fue arrestada en Jackson, Mississippi. Siguiendo la estrategia del movimiento de "Jail, No Bail" (Cárcel, No Fianza) para desbordar el sistema penitenciario, se negó a pagar la multa.
Como castigo, Joan, junto con otros activistas, fue trasladada a la infame Penitenciaría Estatal de Mississippi, conocida como Parchman Farm. Fue confinada durante dos meses en la unidad de máxima seguridad, en el corredor de la muerte, soportando condiciones deplorables.
Sin embargo, su momento más icónico llegaría en 1963, en la "sentada" de la cafetería Woolworth's en Jackson. La fotografía de ese día es una de las imágenes más famosas del movimiento. En ella se ve a Joan, sentada estoicamente en el mostrador junto a los activistas negros Anne Moody y John Salter (quien era de ascendencia nativa americana y blanca), mientras una turba blanca enfurecida los rodea. Los insultan, golpean y les vierten encima azúcar, mostaza y ceniza de cigarrillo. La compostura de Joan en medio de ese odio visceral se convirtió en un símbolo de resistencia no violenta.
La importancia de Joan Trumpauer Mulholland no radica en que fuera una líder estratégica, sino en el poder simbólico y moral de sus acciones. Al ser una mujer blanca, joven y sureña, su presencia desmantelaba la narrativa segregacionista de que la lucha por los derechos civiles era una agresión "externa" o exclusivamente negra. Ella demostró que la conciencia no tiene color.
Aquí es donde su figura se entrelaza con la de Rosa Parks. Parks, con su acto de dignidad en el autobús de Montgomery en 1955, fue la "madre" que encendió la chispa del movimiento de masas. Mulholland representa a la siguiente generación —la generación de estudiantes— que recogió esa antorcha y la llevó al fuego.
Aunque sus roles fueron diferentes, sus caminos se cruzaron. Mulholland conoció a Parks, estableciendo un vínculo físico entre las dos generaciones de la lucha. Parks representó la resistencia de los adultos establecidos en la comunidad; Mulholland representó la energía de la juventud dispuesta a ser encarcelada y agredida. Ambas mujeres, con una calma desafiante, se negaron a aceptar la injusticia de la segregación.
En un blog dedicado a la educación y los derechos humanos, la vida de Joan Trumpauer Mulholland es una lección magistral. Nos enseña que la educación no consiste solo en absorber datos, sino en desarrollar un filtro moral que nos obligue a actuar, incluso cuando es inconveniente, peligroso o nos exige sacrificar nuestro privilegio. Mulholland eligió la celda de Parchman Farm en lugar de la comodidad de Duke, una elección que la sitúa como un pilar ético del siglo XX.
¡Joan Trumpauer Mulholland: la heroína blanca del sur que desafió el odio! A los 19, se unió a los Freedom Riders, arrestada en Jackson, MS, y encarcelada en Parchman Farm por luchar contra la segregación. https://t.co/n0Q4ODlTzc Participó en +50 sit-ins, el Woolworth's de… pic.twitter.com/qo0haSOIE5
Ayer,
21 de octubre de 2025,
falleció en Bilbao
Roberto Martínez Celorrio,
presidente de
Nagusiak Bizkaia
y uno de los rostros más queridos y respetados del movimiento asociativo de personas mayores en Euskadi. Tenía 77 años y fue
la voz serena y firme de las personas mayores en Bizkaia.
Nacido en Santander en 1948, Roberto desarrolló su vida profesional en
Telefónica.
Tras su prejubilación, dedicó su tiempo libre al asociacionismo de personas mayores. Entró en la directiva de
Nagusiak Bizkaia
como vicepresidente y,
desde 2014 hasta 2021, ejerció como Presidente,
liderando procesos de modernización, apertura y diálogo con las instituciones.
Tuve el honor de conocerle siendo, a propuesta suya,
Secretario de Nagusiak Bizkaia desde 2019 hasta 2021. En el voluntariado se encuentran personas maravillosas, pero Robertoha sido el caso más referencial de ejemplo que he descubierto. Lo distinguían su lealtad, bonhomía, empatía y una capacidad suprema de sumar voluntades.
Roberto Martínez Celorrio defendió de forma sostenida la atención presencial para personas mayores frente a la
exclusión digital.
“La modernización no puede significar exclusión. Quien quiera hacer un trámite digital, que lo haga; pero quien prefiera hacerlo cara a cara, debe poder hacerlo también.”
Un modo eficaz y discreto de hacer asociacionismo y voluntariado. Quienes le conocimos destacamos su estilo pausado y empático, su enorme capacidad para escuchar y su voluntad por buscar consensos. No buscó la notoriedad: prefirió el trabajo diario que mejora la vida de sus socios y socias —excursiones, charlas, cursos y servicios— y la interlocución constructiva con las administraciones.
Lo mismo sucede con esta segunda adivinanza, apenas un poco más difícil. Los humanos la resolveríamos viendo que hay 15 cm (34 - 19) de diferencia entre la primera y segunda pila. Esos tres reboses de vasos miden 15; luego, cada rebose son 5 cm (15/3). Por tanto el vaso, restando en la segunda pila determina que tiene 14 cm de altura (19 - 5).
Como bonus final, un cuarto pasatiempo en X (Twitter).
Acertijo: Un niño que no tiene manzanas sube a un árbol sin manzanas (ni nada ni nadie alrededor) y baja con dos #manzanas. ¿Cómo es posible? pic.twitter.com/cs6qRMgElj
Confiamos mucho en el prometedor Papa León XIV. Todavía sin el carisma de su predecesor
Papa Francisco (posts previos), que le eligió quizá para ser un potencial sucesor.
Agustino, de alto CI (145), habla 7 idiomas, ex-profesor, licenciado en matemáticas y teología, misionero en Perú durante más de 10 años y primer papa estadounidense. Reconocido por su humildad y sus altas capacidades intelectuales. No es solo un Papa: Es una de las personas más inteligentes que han existido. Y preclara ha sido la elección del visionario tema elegido en su primera intervención mundial.
En el actual contexto tecnológico, la Iglesia católica vuelve a plantear el profundo interrogante sobre
el humanismo frente a la técnica,
y el pontificado de Papa León XIV está dotando de nueva urgencia este debate.
Al asumir el papado, León XIV no solo mantuvo la tradición de su predecesor, sino que puso sobre la mesa el impacto que la revolución de la
inteligencia artificial (IA) está teniendo en la dignidad humana, el trabajo, la justicia y la convivencia social.
En su primer gran discurso ante el Colegio de Cardenales,
el Papa explicó que la elección de su nombre no era casualidad: al tomar “León XIV” evocaba a su homólogo del siglo XIX,
León XIII, cuyas reflexiones sobre la “cuestión social” (como en la encíclica
Rerum Novarum) respondían a la revolución industrial.
Ahora, en nuestros días, el “otro salto industrial” que representa la IA exige una mirada semejante desde la doctrina social de la Iglesia.
Los ejes de su reflexión
Dignidad humana:
El Papa subraya que la IA debe estar al servicio de la persona, no reemplazarla.
En un discurso dirigido a políticos reunió estos conceptos: “la inteligencia artificial funcionará como gran ayuda para la sociedad, siempre que su empleo no menoscabe la identidad y la dignidad de la persona humana y sus libertades fundamentales.”
Trabajo, justicia y bien común:
Siguiendo la línea social de la Iglesia, León XIV afirma que la IA plantea nuevos “desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo”.
En su discurso indicó que el legado del siglo XIX frente a la maquinaria industrial ahora debe adaptarse a la era de los algoritmos.
Formación humana y sabiduría frente a datos: Una de las ideas más lúcidas del Papa es que “el acceso a datos — por extenso que sea — no debe confundirse con inteligencia.
La sabiduría auténtica tiene más que ver con reconocer el verdadero sentido de la vida que con pilas de información.”
Juventud, desarrollo intelectual y neurológico:
En un encuentro dedicado a la ética de la IA, dirigió particular atención a los jóvenes: “Todos nos sentimos concernidos por los niños y jóvenes y las posibles consecuencias del uso de la IA en su desarrollo intelectual y neurológico … nuestra juventud debe ser ayudada, no obstaculizada, en su camino hacia la madurez y la auténtica responsabilidad.”
Teología, antropología y tecnología:
El Papa no limita su discurso a una ética de “haz esto / no hagas aquello”, sino que exige que la reflexión sobre la IA sea antropológica:
¿Qué es el ser humano? ¿Cuál es su dignidad irreductible ante una entidad digital?
En un seminario dijo que “una visión exclusivamente ética del complejo mundo de la inteligencia artificial no es suficiente; se necesita una visión antropológica arraigada en la dignidad humana”.
Implicaciones y desafíos
La posición del Papa implica tanto advertencias como esperanzas. No se trata de demonizar la tecnología — de hecho,
reconoce su “inmenso potencial” — pero sí de redirigirla hacia el bien común, la libertad auténtica, el desarrollo de las personas.
Por ejemplo, hay escenarios laborales donde la IA
puede suplantar o automatizar tareas humanas, lo cual plantea una amenaza para el trabajo digno. También hay riesgos de que tecnologías de IA intensifiquen desigualdades, excluyan aún más a los vulnerables o reduzcan la persona a un dato manipulable.
El Papa lo ve así y pide una regulación global, un foro ético internacional, quizá un tratado que oriente la IA hacia los valores humanos.
Desde la perspectiva de la enseñanza religiosa, esto supone que la Iglesia asuma un rol más activo en comunidades digitales, que forme a agentes de pastoral tecnológica, que promueva la alfabetización digital con una mirada humana, y que articule la espiritualidad con el compromiso social en la era digital.
¿Por qué es importante para un público educativo y culto?
Pope Leo XIV revealed in his first interview since being elected pontiff that it’s going to be “very difficult to discover the presence of God” in artificial intelligence (AI), noting that he recently refused a proposal to create an avatar of himself. https://t.co/ehQLiHPdsapic.twitter.com/0xngBzk2pN
Entre los millones de víctimas del Holocausto, pocas imágenes resultan tan conmovedoras como la de
Czesława Kwoka,
una niña polaca de apenas catorce años cuyo retrato fue tomado en el campo de concentración de
Auschwitz-Birkenau
poco antes de morir. Su historia se ha convertido en un símbolo universal de la
inocencia destruida por la violencia
y una poderosa llamada a la paz y la memoria.
Una infancia interrumpida
Czesława Kwoka nació el
15 de agosto de 1928
en la localidad de
Wólka Złojecka, en el sureste de Polonia.
Vivía con su madre,
Katarzyna Kwoka,
cuando en 1942 ambas fueron deportadas al campo de
Auschwitz.
Su “delito” fue haber pertenecido a una familia católica polaca expulsada de su hogar para dejar espacio a colonos alemanes.
El 13 de diciembre de 1942,
Czesława fue registrada en el campo con el número
26947.
Su madre murió poco después, y Czesława fue asesinada el
12 de marzo de 1943.
La foto que lo cambió todo
Las imágenes de Czesława fueron tomadas por
Wilhelm Brasse,
un fotógrafo prisionero de Auschwitz encargado de documentar a los deportados.
En las tres tomas conservadas se aprecia un rostro tierno, con la mirada entre el miedo y la confusión.
La historia de Czesława se redescubrió gracias al documental
Portrecista (2005), de
Irek Dobrowolski.
En 2018, la artista
Marina Amaral
coloreó digitalmente la fotografía original, devolviéndole un realismo estremecedor.
Hoy recordaremos a John Fante: El Poeta de la Polvo y los Sueños Rotos en Los Ángeles. Pura poesía en la Prosa Urbana. Su nombre resuena con la crudeza de la vida urbana y la pasión inmigrante, es uno de esos autores que, aunque no siempre en el centro del canon literario, ha dejado una huella indeleble en la literatura estadounidense del siglo XX.
Nacido en Denver, Colorado, el 8 de abril de 1909, Fante fue hijo de un inmigrante italiano de Abruzzo y una madre italoamericana. Su vida, marcada por la pobreza, la ambición y la lucha constante, se reflejó en sus obras semi-autobiográficas, donde Los Ángeles se convierte en un personaje tan vivo como sus protagonistas. Fante falleció el 8 de mayo de 1983, pero su legado fue redescubierto gracias a figuras como Charles Bukowski, quien lo elogió como un maestro olvidado. Este post explora su biografía, su obra literaria, sus libros principales y algunas de sus citas más impactantes, ofreciendo una visión completa para los amantes de la literatura culta.
Su biografía de la Pobreza a la Pantalla Grande. La vida de John Fante es un testimonio de la experiencia inmigrante en América. Creció en un entorno humilde, asistiendo a la Regis High School en Denver, donde comenzó a desarrollar su interés por la escritura. A principios de la década de 1930, se mudó a Los Ángeles, una ciudad que lo fascinó y atormentó a partes iguales. Allí, luchó por ganarse la vida como escritor, enfrentando rechazos y trabajos precarios. Su primera novela, The Road to Los Angeles, escrita en 1936, no se publicó hasta después de su muerte, en 1985, lo que ilustra las dificultades que enfrentó en su carrera temprana.
Fante no solo escribió novelas; también incursionó en el guión cinematográfico, trabajando en Hollywood durante décadas. Escribió guiones para películas como Full of Life (1956), basada en su propia novela, and collaborated on projects with directors like Orson Welles. Sin embargo, su carrera literaria estuvo plagada de altibajos. En los años 40 y 50, publicó cuentos en revistas como The American Mercury y The Atlantic Monthly, pero el éxito comercial le eludió. Su salud deteriorada por la diabetes lo dejó ciego en sus últimos años, dictando sus últimas obras a su esposa, Joyce.
Lo que hace única la biografía de Fante es su conexión con la identidad italoamericana. Sus personajes, como Arturo Bandini, encarnan el conflicto entre las raíces culturales y el sueño americano. Influenciado por autores como Knut Hamsun y sus propias experiencias de discriminación, Fante capturó la esencia de la Gran Depresión y la posguerra en California. Su redescubrimiento en los años 80, impulsado por Bukowski, quien lo llamó "mi dios", lo elevó a un estatus de culto. Hoy, festivales como el John Fante Festival en Italia honran su memoria, reconociendo su impacto en la literatura moderna.
A lo largo de su vida, Fante se casó con Joyce Smart en 1937, con quien tuvo cuatro hijos. Su familia fue una fuente de inspiración, apareciendo en obras como Full of Life, que explora la paternidad y el matrimonio con humor y ternura. A pesar de sus luchas con el alcohol y la pobreza, Fante mantuvo una fe católica intermitente, que impregna sus narrativas con temas de redención y culpa.
La obra de John Fante se caracteriza por su estilo crudo, poético y semi-autobiográfico, influenciado por el realismo y el modernismo. Su serie más famosa es la La Cuarteta Bandini y Más Allá, que sigue las peripecias de Arturo Bandini, un alter ego del autor. Esta saga captura la ambición juvenil, el amor no correspondido y la lucha por el éxito en Los Ángeles.
El primer libro publicado de la serie es Wait Until Spring, Bandini (1938), que narra la infancia de Arturo en Colorado durante la Depresión. Aquí, Fante explora temas familiares, la pobreza y la dinámica entre un padre inmigrante y su familia. Le sigue Ask the Dust (1939), considerada su obra maestra. Ambientada en Los Ángeles, sigue a Bandini como un escritor hambriento enamorado de Camilla López, una mesera mexicana. La novela es un himno a la ciudad, llena de polvo y sueños rotos, y ha sido adaptada al cine en 2006 with Colin Farrell y Salma Hayek.
The Road to Los Angeles (publicada póstumamente en 1985, pero escrita en 1936) es el origen cronológico de Bandini, mostrando su adolescencia rebelde y su obsesión por Nietzsche. Finalmente, Dreams from Bunker Hill (1982) cierra la cuarteta, con Bandini en Hollywood, lidiando con el fracaso y la vejez. Esta última fue dictada por Fante cuando ya estaba ciego.
Más allá de la cuarteta, Fante escribió novelas como Full of Life (1952), una comedia sobre el embarazo de su esposa, y The Brotherhood of the Grape (1977), que aborda la relación con su padre alcohólico en un viaje a Italia. Sus colecciones de cuentos incluyen Dago Red (1940), con historias sobre la vida italoamericana, y publicaciones póstumas como The Wine of Youth (1985), West of Rome (1986) y The Big Hunger (2000).
Otras obras notables son 1933 Was a Bad Year (1985), una novela corta sobre un joven beisbolista, y guiones para películas como Walk on the Wild Side (1962). La obra de Fante influyó en autores como Bukowski y Roberto Bolaño, y sus temas de alienación, identidad y la ciudad moderna siguen resonando. En total, su producción abarca novelas, cuentos y guiones, con un enfoque en la voz del underdog.
- "No eres nadie, y yo podría haber sido alguien, y el camino hacia cada uno de nosotros es el amor." Esta frase captura la soledad y el anhelo romántico que define su prosa.
- "¡Pregunta al polvo en el camino! Pregunta a los árboles de Josué que están solos donde comienza el Mojave. Pregúntales por Camilla López, y susurrarán su nombre." Evoca el desierto como testigo de amores perdidos.
- "Los Ángeles, ven a mí como yo fui a ti, con mis pies sobre tus calles, ciudad hermosa que amé tanto, flor triste en la arena, ciudad hermosa." Un tributo apasionado a la ciudad que lo inspiró.
- "Morir es fácil. Hazlo así. Llorar es fácil, levanta tu falda y déjame llorar y dejar que mis lágrimas laven tus pies para que sepas que sé lo que ha sido la vida para ti." Muestra su empatía profunda.
Otras citas incluyen: "Tenía una tarjeta de biblioteca. Saqué el libro, lo llevé a mi habitación, me subí a la cama y lo leí, y supe mucho antes de terminar que aquí había un hombre que había desarrollado una forma distinta de escribir." Reflejando su amor por la literatura. Estas palabras no solo ilustran su estilo lírico, sino que invitan a reflexionar sobre la existencia humana.
Conclusión: Un Legado Redescubierto. John Fante representa la voz de los invisibles, un escritor cuya obra trasciende el tiempo. Sus libros invitan a explorar la complejidad de la identidad y el sueño americano. Para quienes buscan literatura auténtica, Fante es esencial.
@labibliotecadavid John Fante es el único autor del cual he leído toda su obra, y por eso quiero compartirte esta pequeña guía de lectura. Su literatura es intensa, directa y profundamente humana. Habla de sueños, frustraciones, amor y soledad, siempre con una honestidad brutal que hace que cada página te toque de cerca. Leer a Fante es sumergirse en la vida misma: sus luchas, sus pasiones, sus derrotas, todo narrado con un estilo que combina crudeza y ternura. Es un autor que deja huella, y esta guía es solo una manera de acercarte a su mundo sin perderte nada de lo esencial. #JohnFante#GuíaDeLectura#LiteraturaContemporánea#LecturasQueMarcan#Bookstagram♬ original sound - LaBibliotecaDeDavid