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Test SCAP-AD: Colabora y detecta enfermedad de Alzheimer

Únete a la detección temprana del Alzheimer: 
Test SCAP-AD

La enfermedad de Alzheimer representa entre el 60% y el 80% de los casos de demencia en la actualidad. Se trata de una patología neurodegenerativa que transforma no solo la vida de quien la padece, sino también la de su entorno más cercano. A nivel biológico, se caracteriza por la acumulación de depósitos de dos proteínas clave en el cerebro: Tau y β-amiloide.

Aunque hoy no contamos con una cura definitiva, la ciencia está en un momento de esperanza: se están desarrollando nuevos fármacos capaces de modificar el curso de la enfermedad. Sin embargo, para que estos tratamientos sean efectivos, existe un requisito indispensable: el diagnóstico temprano

El proyecto SCAP-AD nace con el objetivo de revolucionar la forma en que detectamos el Alzheimer. Mediante el uso de la medicina de precisión, busca identificar la enfermedad en sus fases más iniciales, incluso antes de que los síntomas sean evidentes. Para lograrlo, investigadores de 8 Comunidades Autónomas en España han unido fuerzas para crear dos grandes grupos de estudio: una cohorte de validación clínica y, la más accesible para todos, una cohorte digital.

¿Quién puede participar? Estamos buscando personas comprometidas con la salud del mañana que cumplan con estos requisitos: Ser mayor de 60 añosNo padecer demencia en la actualidad. Tener interés en contribuir al avance de la investigación científica en España.

Tu participación desde casa: La cohorte digital. Participar es sumamente sencillo y no requiere desplazamientos. La plataforma SCAP-AD es una herramienta gratuita y segura diseñada específicamente para la investigación. Si decides colaborar digitalmente, el proceso consiste en: Datos básicos: Responder a unas breves preguntas demográficas y clínicas. Test de lenguaje (5 minutos): Realizar una prueba de lenguaje espontáneo. Solo necesitas un lugar tranquilo y un dispositivo (ordenador o tablet) con micrófono.

Es una contribución mínima de tu tiempo —menos de lo que tarda en hacerse un café— que aporta datos inestimables para desarrollar herramientas de diagnóstico precoz.

¿Por qué ser voluntario? Tu participación ayuda a que, en un futuro cercano, el Alzheimer deje de ser una enfermedad que "llega tarde". Al unirte a la cohorte digital, estás ayudando a validar herramientas tecnológicas que permitirán a los médicos actuar mucho antes, mejorando la calidad de vida de millones de personas. La detección precoz es nuestra mejor arma. ¿Nos ayudas con el Test SCAP-AD?

Galois y un duelo que cambió la historia de las matemáticas


Hoy repasamos la breve vida de Évariste Galois (otros posts), un precoz matemático romántico que cambió el álgebra en una noche genial que descifró el lenguaje de la simetría. La historia de la ciencia suele escribirse con décadas de estudio y laboratorios silenciosos. Sin embargo, la de Évariste Galois (1811–1832) parece dictada por un novelista del Romanticismo francés. En tan solo veinte años de vida, Galois no solo participó en revoluciones políticas y sobrevivió a prisiones, sino que fundó las bases del álgebra abstracta moderna, resolviendo un problema que había obsesionado a los matemáticos desde el Renacimiento.

Una juventud marcada por el fuego y el rechazoNacido en Bourg-la-Reine, cerca de París, Galois creció en una Francia convulsa. Su genialidad fue, paradójicamente, su mayor obstáculo. Poseía una capacidad de abstracción tan avanzada que sus profesores no lograban seguirle el ritmo, y su temperamento impetuoso lo llevó a chocar repetidamente con las instituciones académicas. 

Fracasó dos veces en el examen de ingreso a la prestigiosa École Polytechnique, en una de ellas, según cuenta la leyenda, tras lanzarle un borrador al examinador por la trivialidad de las preguntas. Para colmo de males, los grandes matemáticos de su tiempo, como Cauchy y Fourier, perdieron o ignoraron sus manuscritos. Estos rechazos, sumados al suicidio de su padre y a su ferviente activismo republicano, forjaron en él un carácter rebelde y fatalista.

El nacimiento de la Teoría de GruposEl gran logro de Galois fue dar respuesta definitiva a una pregunta que acechaba a la matemática: ¿Por qué no existe una fórmula general para resolver ecuaciones de quinto grado?

Mientras que para las ecuaciones de segundo, tercer y cuarto grado existían métodos basados en radicales (raíces), para el quinto grado nadie la encontraba. Galois no se limitó a buscar la fórmula; cambió la perspectiva del problema. Introdujo el concepto de "Grupo" para analizar las permutaciones de las raíces de una ecuación.

Demostró que la "resolubilidad" de una ecuación dependía de la estructura de simetría de sus raíces. Si el grupo asociado a la ecuación tenía ciertas propiedades estructurales (lo que hoy llamamos un grupo resoluble), entonces y solo entonces podía resolverse por radicales. Con esto, Galois no solo cerró un capítulo de la aritmética, sino que abrió la puerta al Álgebra Abstracta, una herramienta que hoy es fundamental en la física de partículas y la criptografía.

La noche final y el duelo legendario. La tragedia alcanzó su punto álgido el 30 de mayo de 1832. Aunque los motivos exactos siguen en debate (se habla de un lío amoroso con una joven llamada Stephanie o de una trampa política), Galois se vio envuelto en un duelo a pistola.

Convencido de que moriría, pasó la noche anterior escribiendo frenéticamente una carta a su amigo Auguste Chevalier. En los márgenes de sus notas matemáticas, se pueden leer anotaciones desgarradoras como: "Je n'ai pas le temps" ("No tengo tiempo"). En esas páginas, resumió sus descubrimientos más profundos, pidiendo que fueran enviados a los grandes matemáticos de Europa. A la mañana siguiente, recibió un disparo en el abdomen y murió un día después en el hospital de Cochin. Tenía solo 20 años.

A diferencia de otros científicos con bibliografías extensas, el legado de Galois cabe en un solo volumen de notas densas y revolucionarias: "Mémoire sur les conditions de résolubilité des équations par radicaux": Su obra maestra, donde establece las bases de la Teoría de Galois. Cartas y manuscritos de la prisión de Sainte-Pélagie: Escritos durante su encarcelamiento por motivos políticos, donde reflexiona sobre la naturaleza del análisis matemático. El testamento matemático: La carta a Chevalier, que sirve como hoja de ruta para la comprensión de su pensamiento.

Algunas citas célebres de Évariste Galois. Reflejan tanto su brillantez como su amargura hacia el sistema: "Desgraciadamente, quienes tienen la ventaja de poseer un espíritu justo y un corazón recto no son los que tienen más éxito en este mundo." "Saltar con ambos pies sobre los cálculos y agrupar las operaciones para clasificarlas según sus dificultades y no según su forma; tal es, según creo, la misión de los futuros matemáticos." "He hecho algunos descubrimientos nuevos en análisis... pero no tengo tiempo."

Para profundizar en la vida de este titán, sugerimos estos títulos: "La ecuación que jamás pudo resolverse" de Mario Livio: Un viaje fascinante por la historia del álgebra y la simetría. "El elegido de los dioses" del físico Leopold Infeld: Una biografía novelada que captura perfectamente el espíritu romántico de Galois. "Galois: El matemático revolucionario" de René Taton: Un enfoque más académico y técnico sobre sus aportaciones.

Hoy, Évariste Galois es considerado uno de los padres del álgebra moderna. Su pensamiento influyó decisivamente en matemáticos como Dedekind, Artin y Noether (post reciente), y su teoría es parte esencial de la formación matemática avanzada. Más allá de lo técnico, Galois encarna la figura del científico visionario, incomprendido por su época, pero fundamental para las generaciones posteriores. Su vida plantea también preguntas incómodas sobre el reconocimiento del talento, la relación entre ciencia y política, y el coste humano de la genialidad precoz.

WeCrashed vs. WeWork: Serie sobre una empresa unicornio

Si algo nos ha enseñado la reciente ola de producciones televisivas sobre el auge y caída de startups tecnológicas —desde The Dropout hasta Super Pumped— es que la línea entre un visionario y un estafador es, a menudo, una cuestión de flujo de caja. Sin embargo, WeCrashed (Apple TV+), la serie que narra el ascenso y el colapso de WeWork, ofrece algo más inquietante que un simple fraude: ofrece un espejo de la decadencia de la "cultura del fundador" en la era del dinero barato.

A través de las interpretaciones de Jared Leto y Anne Hathaway (como Adam y Rebekah Neumann), la serie dramatiza lo absurdo. Pero para el observador culto en economía y tecnología, la realidad de WeWork plantea interrogantes éticos y estructurales que el guión apenas logra rozar. ¿Cómo logró una empresa de subarrendamiento de oficinas convencer a Wall Street de que era una tecnológica valorada en 47.000 millones de dólares?

La tecnología como disfraz del ladrilloEl gran truco de magia de Adam Neumann, brillantemente capturado en la serie, no fue inventar el coworking, sino reempaquetar el viejo negocio inmobiliario con la estética y el lenguaje de Silicon Valley.

En la realidad, WeWork operaba bajo un modelo de arbitraje inmobiliario clásico: alquilar a largo plazo, dividir el espacio, y subarrendar a corto plazo. Es un negocio de márgenes estrechos y alto riesgo cíclico. Sin embargo, Neumann vendió una narrativa de "espacio como servicio" (Space-as-a-Service), inflando su valoración a múltiplos de empresa de software (SaaS).

Aquí radica la primera lección financiera y educativa: la desconexión entre valor y precio. Inversores sofisticados, incluyendo al visionario Masayoshi Son de SoftBank, cayeron en la trampa de valorar la narrativa por encima de los fundamentales (EBITDA, flujo de caja libre). La serie muestra esta seducción, pero la realidad fue un fallo sistémico de la due diligence (diligencia debida) institucional.

Gobernanza, Ética y el "Capitalismo Consciente"Uno de los puntos más fascinantes de la relación entre la serie y la realidad es el papel de la "misión". WeWork no vendía escritorios; vendía, según su prospecto de salida a bolsa (el infame formulario S-1), la capacidad de "elevar la conciencia mundial". "WeWork gastó miles de millones no en tecnología propietaria, sino en comprar una atmósfera comunitaria que resultó ser efímera."

Desde una perspectiva ética, WeCrashed expone la toxicidad del liderazgo carismático sin control. La realidad de la empresa estaba plagada de conflictos de interés que la serie retrata fielmente: Adam Neumann comprando edificios personalmente para luego alquilárselos a su propia empresa, o vendiendo la marca "We" a la compañía por 6 millones de dólares.

Esto no es solo una anécdota de excentricidad; es un caso de estudio sobre la ausencia de gobernanza corporativa. La junta directiva, cegada por el crecimiento exponencial ("blitzscaling"), abdicó de su responsabilidad de supervisión. En las escuelas de negocios, el caso WeWork se estudia hoy no como un éxito de marketing, sino como el ejemplo definitivo de por qué el poder del fundador debe tener contrapesos.

La realidad tras la ficción: El coste humanoMientras la serie se centra en la excéntrica historia de amor de los Neumann —un "Romeo y Julieta" del narcisismo—, la realidad económica dejó un rastro de destrucción mucho más tangible.

Cuando la valoración de WeWork se desplomó de 47.000 millones a casi la insolvencia en 2019, miles de empleados que habían aceptado salarios bajos a cambio de stock options vieron cómo sus ahorros y futuros se evaporaban. Mientras tanto, Adam Neumann negoció un paquete de salida de cientos de millones de dólares.

Aquí entra la dimensión social y educativa: la serie es un recordatorio de la fragilidad del contrato social en las startups unicornio (posts previos). La cultura del "trabaja duro, juega duro" y la lealtad sectaria a la misión sirvieron para enmascarar una transferencia de riqueza de los trabajadores e inversores minoritarios hacia los fundadores.

¿Hemos aprendido la lección? WeCrashed es entretenida, pero la realidad de WeWork es una advertencia. Nos enseña que en la intersección entre tecnología y capital, el carisma es un activo peligroso si no está respaldado por una operativa sólida y una ética transparente.

La caída de WeWork marcó, en muchos sentidos, el fin de la era de la inocencia (o de la exuberancia irracional) de la década de 2010. Nos recuerda que, aunque la tecnología puede cambiar el mundo, las leyes de la gravedad económica —tarde o temprano— siempre terminan por aplicarse.