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Un instante eterno: filosofía de longevidad de Pascal Bruckner

Hoy un libro oportuno que cruza dos temáticas actuales: Un instante eterno (Une brève éternité, 2019) de Pascal BrucknerLas dos perspectivas se aprecian por el subtítulo sugerido: Filosofía de la longevidad. Mejor la traducción literal, Una breve eternidad. La obra ha sido recibida como un ensayo estimulante: lectores y críticos valoran su capacidad para abrir el debate sobre la longevidad sin caer en sentimentalismos. Su síntesis: El secreto de una vejez feliz es renunciar a la renuncia.

Este referencial libro ha llegado a nuestras manos por recomendación y préstamo de nuestro amigo Javier MarcosAlgunos medios lo elogian por ofrecer un enfoque práctico y filosófico a la vez; otras voces señalan la tonalidad a veces provocadora de Bruckner (propia de su trayectoria). En general, se considera un libro que invita a repensar la vejez como una etapa con posibilidades renovadas y problemáticas inéditas.

En Un instante eterno, Pascal Bruckner propone una reflexión lúcida y provocadora sobre la prolongación de la vida, la experiencia de la madurez y la forma en que la modernidad ha transformado lo que entendemos por vejez. No es un libro de autoayuda: es un ensayo intelectual que mezcla autobiografía, referencias filosóficas y observaciones culturales para pensar cómo vivir —y desear— cuando el tiempo se alarga. 

Pascal Bruckner (París, 1948) es filósofo, ensayista y novelista francés, vinculado a los llamados nouveaux philosophes. Doctor en letras, ha sido profesor y colaborador de medios y es autor de obras como Le Sanglot de l’homme blanc y La tentación de la inocencia. A lo largo de su carrera ha alternado la crítica cultural con la novela y el ensayo, y su obra ha suscitado tanto elogios como controversias por su tono polemista y su postura crítica frente a ciertos sentimentalismos contemporáneos. 

Tesis central: la prolongación de la vida cambia radicalmente la experiencia de la madurez y la vejez: ya no hablamos de un “final” inmediato sino de una larga etapa intermedia que exige replantear deseos, responsabilidades y sentido. Bruckner plantea que esta “longevidad” abre oportunidades —eróticas, creativas, políticas— pero también ambivalencias y miedos.  

El libro combina ensayo filosófico con rasgos de autobiografía intelectual; Bruckner recurre a autores clásicos, anécdotas personales y ejemplos culturales para sostener su reflexión. Capítulos/temas tratados (síntesis): 1º Cómo ha cambiado la percepción del tiempo vital. 2º Deseo y erotismo en la madurez. 3º Riesgos del narcisismo y la autocomplacencia prolongada. 4º Oportunidades para la reinvención personal y social en la longevidad. 5º Implicaciones éticas y políticas de una sociedad que envejece.  

Algunas ideas clave y pasajes interpretativos

La longevidad como nuevo paisaje existencial: Bruckner insiste en que vivir más años no es neutral, reconfigura nuestras expectativas, nuestras ambiciones y la forma en que se organiza una biografía. Algunas de esas transformaciones son gozosas (más tiempo para el deseo, el proyecto personal) y otras problemáticas (miedo a la decadencia, prolongación de situaciones infelices).  

Deseo activo vs. resignación: el autor valora la dinámica del deseo como antídoto contra la “deriva del conformismo” en la vejez: permanecer deseante es para él una forma de retrasar la decadencia psicológica. 

Autobiografía intelectual como recurso: Bruckner no oculta que el libro atraviesa su propia experiencia —es un ensayo con elementos personales— lo que lo hace a la vez cercano y polémico.  

Selección de reseñas: “Un instante eterno no es un libro de autoayuda, pero sí que ayuda muchísimo.” — (epígrafe de contraportada). “La madurez y la vejez duran cada vez más años; la pregunta es cómo sostener el deseo en ese tiempo prolongado.” — (síntesis de la tesis del ensayo; ver texto y reseñas). Solo hay una forma de retrasar el envejecimiento: permaneciendo en la dinámica del deseo.” — frase destacada en reseñas (y que resume un motivo recurrente en el libro). “Manifiesto: El libro trata un solo tema: el largo tiempo de vida.” — sinopsis editorial. 

Por qué leerlo y público objetivo: Lectores interesados en filosofía contemporánea y ensayo cultural. Profesores y estudiantes de humanidades que trabajan temas de biografía, tiempo vital y ética del cuidado. Profesionales de la salud pública y gerontología que quieran una perspectiva cultural/filosófica sobre el fenómeno de la longevidad.   

Historias de diván: cuando la consulta se hace literatura

En 2007 Gabriel Rolón publicó Historias de diván, un libro que no pretende enseñar técnicas terapéuticas ni erigir teoría nueva, sino acercar al lector a la experiencia clínica: a esos instantes en los que la palabra —dictada por el dolor o por la vergüenza— encuentra una escucha y, con ello, la posibilidad de ser pensada. Cada relato es una pequeña escena de consultorio donde afloran heridas antiguas (duelos, celos, abandonos), mecanismos de defensa y, sobre todo, la apuesta por resignificar el pasado.

Lo notable de la obra no es sólo su honestidad sino su estilo: Gabriel Rolón describe con economía narrativa y respeto al paciente, evitando el efectismo fácil. El lector entra en la sala, acompaña el silencio, presencia una frase que cae y una interpretación que abre una ventana. El resultado es una lectura doble: tanto humana como pedagógicaHistorias de diván funciona como ejemplo de cómo la escucha profesional puede aportar recursos para comprender conflictos que todos, en mayor o menor medida, vivimos.

Para docentes de literatura, filosofía o educación emocional, el libro ofrece materiales preciosos: fichas de personaje para trabajar la empatía, textos breves para analizar cómo la narrativa puede transformar una experiencia personal y preguntas para debatir en clase sobre memoria, responsabilidad y vínculo. Y para lectores interesados en la condición humana, es una lectura cercana que recuerda que, a menudo, nombrar el dolor es empezar a desarmarlo.

Gabriel Rolón (n. 1961, La Matanza, provincia de Buenos Aires) es licenciado en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, psicoanalista de profesión y divulgador habitual en radio y televisión. Su salto a la popularidad como autor comenzó con Historias de diván, que lo convirtió en uno de los escritores más leídos de Argentina en la última década; desde entonces ha publicado otros títulos de divulgación y una novela. Rolón combina su formación clínica con un estilo narrativo próximo, orientado a poner en lenguaje accesible temas del inconsciente, el duelo, los vínculos y los malestares cotidianos. 

Historias de diván reúne relatos basados en casos clínicos —transcripciones o reescrituras de sesiones— en las que el analista relata el encuentro con distintos pacientes y las historias que estos traen al consultorio: duelos, celos, infidelidades, miedos, heridas de la infancia y reconstrucciones del pasado. No es una novela en sentido estricto sino una colección testimonial que busca mostrar cómo el psicoanálisis escucha y nombra el sufrimiento humano, y cómo la palabra puede convertirse en herramienta de transformación. El tono oscila entre la confidencia clínica, el ensayo y la narración breve, con una cuidada voluntad de hacer accesible el aparato conceptual del psicoanálisis al lector general. 

El libro se compone de varias historias/autorretratos clínicos —en las ediciones aparecen ocho o diez relatos—, cada uno centrado en un paciente distinto y en un conflicto vital determinado. El narrador (el analista) introduce al lector en la escena del consultorio, describe la situación que trae el paciente y, paso a paso, las intervenciones, los silencios y las interpretaciones que emergen. 

Sus temas recurrentes son duelo, abandono, celos, culpa, memoria, “resignificación” del pasado, herencias familiares y la tensión entre lo que se dice y lo que se calla. El libro destaca la importancia del relato personal: contar la propia historia —aunque sea dolorosa— permite organizar la experiencia y, a veces, transformar la relación con el pasado. 

Su estilo es de una claridad expositiva, anécdotas clínicas narradas con respeto, y frecuentes reflexiones meta-psicológicas que buscan que el lector comprenda el proceso terapéutico sin tecnicismos innecesarios. Su valor pedagógico radica en que funciona como puerta de entrada al psicoanálisis para lectores no especialistas y como material útil para debates en aulas de humanidades, filosofía y educación emocional.

Algunas citas de muestra- “Mirá, a veces es interesante ver cómo uno repara afuera, en otros, lo que no puede reparar adentro.”  - “A veces el tiempo y la memoria cambian un poco las cosas.” - “El amor es un sentimiento cuyo inicio se reconoce mirando hacia atrás e iluminando el pasado con la luz del presente.” 

Historias de diván mantiene su vigencia porque combina empatía clínica con economía narrativa: es accesible sin trivializar, cercano sin condescendencia. Aprovecha la fuerza de lo testimonial para hablar de problemas universales: cómo vivimos las pérdidas, cómo repetimos patrones, y cómo la palabra —en manos de un buen oyente— puede abrir posibilidades de cambio. Es, además, un texto útil para quienes trabajan en educación porque propone recursos prácticos para introducir la reflexión emocional en el aula. 

Desde el jardín de Jerzy Kosinski: la inocencia frente al poder

Hoy repasaremos un novela satírica (y una película deliciosa) que creíamos haber citado con anterioridad en este vuestro blog, pero no es así: "Desde el jardín" de Jerzy Kosinski. Basado en este libro, se hizo "Bienvenido Mr. Chance" (Un jardinero con suerte), una película estadounidense estrenada en 1979, dirigida por Hal Ashby y protagonizada por Peter Sellers.

Jerzy Kosinski, de nombre real Józef Lewinkopf, nació en 1933 en Łódź, Polonia. Durante la Segunda Guerra Mundial, para sobrevivir al Holocausto, cambió su identidad, adoptó una partida de bautismo falsa y en algunos momentos ocultó su origen judío. Tras la guerra, estudió historia y ciencias políticas en Lodz. En 1957 emigró a los Estados Unidos.  

Se graduó en la Universidad de Columbia (EE. UU.). Fue profesor en universidades como Yale y PrincetonEntre sus obras más destacadas están El pájaro pintado (1964), Pasos (1969, que le valió el National Book Award) y Desde el jardín (1971).  La novela Desde el jardín fue adaptada al cine en 1979, bajo el título Being There. Kosinski participó en el guión. Falleció el 3 de mayo de 1991, a los 57 años, por suicidio.  

Jerzy Kosinski vivió las extremas tensiones del siglo XX: guerra, desplazamientos, reconstrucción, adopción de identidades. Esa experiencia de frontera entre lo oculto y lo público –lo interior y lo mediado– recorre muchas de sus obras. Con Desde el jardín, crea una fábula casi sardónica acerca de cómo una persona “vacía”, sin pasado social explícito, puede proyectarse mediáticamente con efectos sorprendentes. Sus 160 páginas, son pura sátira social, una novela simbólica, una fábula moderna. 

El protagonista, Chance Gardiner (o “Mr. Chance”), ha vivido toda su vida cuidando un jardín dentro de una mansión. No conoce prácticamente nada del mundo exterior salvo lo que obtiene de la televisión y algunas revistas. Al morir el dueño de la casa, Chance tiene que abandonar ese espacio aislado. En su salida, es atropellado por un automóvil. La dueña del vehículo lo recoge, lo cuida, lo lleva a su hogar, y allí lo invita a quedarse como huésped.  

Aunque no tiene ambiciones políticas ni conocimientos explícitos, la gente interpreta sus declaraciones literales sobre jardinería como metáforas profundas para economía, política y filosofía. Así, Chance es proyectado a las más altas esferas sociales y mediáticas sin proponérselo.  ´La trama termina sin un cierre moral definitivo: el lector o espectador debe decidir si Chance es ingenuo, iluminado o un espejismo de nuestra sociedad mediática.  

En esta fábula moderna se abordan algunos temas y reflexiones como:

La mediación de los mediosLo que define y moldea la percepción pública no es el contenido real sino la interpretación mediática. Chance carece de mensaje profundo — proyectan un contenido sobre él.  

Inocencia vs. interpretaciónEs paradójico que una persona ingenua y literal sea elevada a portavoz simbólico: revela cuán vacías pueden ser las expectativas de quienes interpretan.  

Poder, fama y vacíoLa novela critica la superficialidad del éxito social: cómo el reconocimiento puede surgir no del mérito real, sino de las proyecciones colectivas.  

La ilusión de profundidadMuchos leen en Chance reflexión filosófica donde no la hay; Kosinski invita a cuestionar esa ilusión.

Algunas citas destacadas para mostrar el tono neutro, algo paradójico y mordaz del relato.:

“Era domingo. Chance estaba en el jardín. Se movía con lentitud, arrastrando la manguera verde de uno a otro sendero mientras observaba atentamente el fluir …” 

“Chance es un gran enigma: el héroe de los «media» americanos. La televisión le ama, los periódicos y revistas van tras él.” 

- “Todos hablan de él, aunque nadie sabe de qué habla él. Nadie sabe de dónde viene, pero todos están enterados de que es un imán para el dinero, el poder y el sexo.” 

Esta novela corta que expone como la ignorancia y la inocencia pueden llegar a convertirse en el álter ego del mundo simplemente por aparecer en la televisión… De todo ello surgen cuestiones como “¿Puede un jardinero llegar a ser consejero político sin proponérselo?”, ¿sigue siendo vigente hoy? ¿qué lecciones para estudiantes de comunicación, política o filosofía? Incluso ya dirigidas a los lectores: ¿qué papel cumple el lector en proyectar sentido? 

Del capital humano a la apreciación del yo según Michel Feher

Necesitamos urgentemente una filosofía del valor propio en la era de la calificación financieraFinanciarización, sujeto y agencia, esas son las claves filosóficas de Rated Agency. Para el tránsito del capital humano a la apreciación del yo, para esa metamorfosis del sujeto neoliberal necesitamos el pensamiento político de Michel Feher. Una filosofía política en la época especulativa para resistir la lógica crediticia, que nos pregunta ¿Eres una Persona o una Start-up?

Michel Feher (nacido en 1956) es un filósofo y teórico cultural belga de origen húngaro. Es editor fundador de Zone Books (Nueva York, fundada en 1986). También es cofundador y presidente de Cette France-là, un grupo de observación crítica de las políticas de inmigración en Francia. Ha enseñado en varias instituciones académicas internacionalmente: École Normale Supérieure (París), University of California, Berkeley, y Goldsmiths, University of London entre otras. 
Sobre el fenómeno woke (posts),...

Perfecto, aquí tienes las principales obras de Michel Feher en formato narrativo, con año y su tema central:

Powerless by Design: The Age of the International Community (2000). Obra en la que analiza la impotencia estructural de la llamada “comunidad internacional” y cómo las instituciones globales, aunque parecen fuertes, en realidad funcionan bajo limitaciones que determinan la política mundial.

Nongovernmental Politics (2007), editado junto a Gaëlle Krikorian y Yates McKee. Recopilación sobre las formas de hacer política más allá del Estado: ONG, movimientos sociales y activismo transnacional. Reflexiona sobre sus logros, dilemas y contradicciones.

Xénophobie d’en haut: Le choix d’une droite éhontée (2012), en colaboración con el colectivo Cette France-là. Crítica a las políticas migratorias francesas y al discurso xenófobo promovido “desde arriba” por sectores de la derecha política.

Sans-papiers et préfets: la culture du résultat en portraits (2012), también con Cette France-là. Ensayo que retrata la administración migratoria francesa y la lógica burocrática que mide la eficacia en expulsiones y controles, más que en derechos.

Le temps des investis (2017). Texto donde introduce la figura del “investido” (investee) como sujeto político contemporáneo, en una era donde lo que cuenta no es tanto producir sino ser valorizado por inversores.

Rated Agency: Investee Politics in a Speculative Age (2018). Su obra más influyente, que desarrolla a fondo la idea de que vivimos en una época de financiarización en la que los sujetos deben gestionarse como activos. Analiza las posibilidades de resistencia y acción política desde esa condición. 

- Producteurs et parasites (2024). Dedicada a la compleja naturaleza de la ultraderecha francesa. Quien vota a un fascista es un fascista, en resumen. Merece un post propio, próximamente.

Ideas centrales y conceptos destacados: 

- Agencia calificada (“rated agency”) / condición de “investee”: Feher distingue al sujeto contemporáneo como alguien que ya no solo produce trabajo o bienes, sino que debe ser evaluado, “valorado”, calificado por inversores, agencias de crédito, etc. Su “valor” importa tanto como lo que hace.
Apreciación del sí mismo (“self-appreciation”) frente a posesión del capital humano: no se trata tanto de poseer un capital humano sino de invertir en uno mismo, de evitar la depreciación y de cultivar reputación, conexiones, habilidades — en un contexto donde el “sí mismo” es un activo. 
Financiarización (financialization) como transformación estructural: ya no solo economía productiva, laboral, industrial, sino mercados financieros, valoración de activos, crédito, rating, especulación, etc., como fuerzas estructurales que modelan instituciones políticas, subjetividades, desigualdades. 
Resistencia política en la nueva época: Feher plantea que las formas tradicionales de lucha política (clase obrera, sindicalismo) deben renovarse bajo estas nuevas condiciones: la política de los investees, la crítica de las valoraciones/rating, la demanda de justicia en términos de crédito, reputación, agencia. 

Aquí algunas frases de Michel Feher o bien ideas extraídas de sus textos que funcionan muy bien como citas:

"El neoliberalismo no te dice 'sé tú mismo', te dice 'invierte en ti mismo'."

- "La cuestión no es tanto la explotación del trabajo, sino la apreciación o depreciación de un capital llamado 'tú'." 

- "Frente a la figura del inversor de sí mismo, la política del cuidado propone una gestión colectiva de nuestra interdependencia."

- "Somos menos los dueños de nuestro destino que los gestores de nuestro portafolio de activos personales."

- «En la medida en que nuestra condición es la de capital humano en un entorno neoliberal, nuestro propósito principal no es tanto obtener beneficios de nuestro potencial acumulado como valorarnos o apreciarnos constantemente —o al menos evitar nuestra propia depreciación

- Sobre la diferencia entre neoliberalismo y financiarización: el neoliberalismo formulado por los académicos era uno, pero lo que realmente se desplegó incluye la financiarización, y eso transforma no solo la economía sino también a los propios sujetos. («La dinámica política de nuestra nueva era especulativa…»)

- «El filósofo Michel Feher es uno de los observadores más perspicaces del capitalismo financiarizado que escriben hoy en día.» — comentario de reseña que resume cómo se le percibe en el ámbito académico.

Michel Feher es una de las voces más relevantes para entender la filosofía política contemporánea, especialmente en lo referente a cómo la economía financiera y los mercados de valoración cruzan los ámbitos del estado, lo social, lo subjetivo; cómo esos cambios implican nuevas formas de dominación, de desigualdad, pero también nuevas posibilidades de crítica y resistencia. Su escritura combina teoría filosófica, pensamiento crítico, historia intelectual, y análisis social concreto, lo cual le da fortaleza para quienes buscan pensar con rigor sin perder conexión con lo real.

Una crítica podría ser que algunos de sus conceptos requieren gran familiaridad con teorías previas (Foucault, neoliberalismo, subjetividad, capital humano, etc.), lo que puede dificultar su acceso para quienes no están en ese canon; pero esto es común en filosofía política contemporánea crítica.

@aldorainemb

♬ sonido original - Aldo Raine

Oppenheimer: el cine de Nolan como bomba ética e histórica

La espera ha merecido la pena. Han transcurrido dos años antes de disfrutar de esta gran película. La oportunidad la ha proporcionado RTVE Play (ver tuit final). Casi tres horas de visionado, que se nos ha hecho corto. Incluso la hemos visto dos veces, entre sábado y domingo.  Oppenheimer (2023) es un biopic dirigido por Christopher Nolan que dramatiza la vida de J. Robert Oppenheimer, físico teórico estadounidense a quien se le confió la dirección del Proyecto Manhattan, con el propósito de desarrollar la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial

La película recorre distintos momentos clave de su vida —desde sus primeras reflexiones científicas, su incorporación al proyecto militar, el diseño, la Prueba Trinity y el lanzamiento sobre Japón— hasta las consecuencias personales y políticas que le persiguieron: su lucha interna, las audiencias de seguridad que cuestionaron su lealtad, la controversia pública y la sombra de la destrucción que su creación desató. 

Se estructura mediante saltos temporales, yuxtaposiciones de etapa personal con eventos públicos, y un enfoque parcial en la subjetividad de Oppenheimer para confrontar sus motivaciones, dudas morales y el peso histórico de sus actos. La película también refleja sus audiencias ante el gobierno y la presión de figuras políticas que lo acusan de simpatías con el comunismo, y explora la delgada línea entre avance científico, responsabilidad moral y el poder destructivo que eso conlleva

Christopher Nolan (director y guionista). Nolan ha manifestado que se sintió atraído por la figura de Oppenheimer precisamente por su complejidad, el conflicto ético intrínseco entre construir la bomba y comprender sus consecuencias. Para enfatizar esa dimensión íntima, optó por escribir partes del guion “en primera persona”, algo poco convencional para un guion cinematográfico, para “meterse en la cabeza” del protagonista. 

En relación con las escenas más duras o visiones de víctimas (después de la explosión), Nolan ha defendido su apuesta por la subjetividad: “lo que no muestro es tanto como lo que muestro”, pues su intención era reflejar la experiencia interna de Oppenheimer más que una crónica exterior total. Nolan también habló de la dificultad de condensar una vida tan amplia en una narrativa dramática, de seleccionar qué omitir y qué enfatizar, balanceando precisión histórica y densidad cinematográfica.  

Cillian Murphy (Oppenheimer): varios críticos destacan su actuación como el núcleo emocional del film, sensible, contenida y al mismo tiempo cargada de tensión interna. En una entrevista con The Guardian, Murphy reconoció que no es muy aficionado a las entrevistas, pero declaró sobre la película: “Estoy satisfecho con lo que conseguimos”.  

Robert Downey Jr., Emily Blunt, Matt Damon y otros nombres del reparto aportan solidez secundaria: algunos roles críticos políticos, figuras del gobierno y colegas científicos que contribuyen al entramado de tensión y confrontaciones.  

En entrevistas del equipo, se menciona que el rodaje fue intenso, con gran exigencia emocional por parte de todos, pues se trataba de representar no solo hechos, sino estados del alma bajo presión.  En cuanto a la música, la banda sonora compuesta por Ludwig Göransson ha sido muy elogiada, considerada una “explosión musical” que potencia la carga dramática y psicológica del film.  

Razones para no perderte este largometraje

- Ambición narrativa y visual: Oppenheimer ha sido recibido como un proyecto ambicioso que mezcla escala épica con intimidad, con una puesta en escena que impresiona tanto en lo técnico (fotografía, montaje, efectos prácticos) como en lo dramático.  
- Interpretación de Murphy como motor: Muchas reseñas alaban a Cillian Murphy como el corazón que sostiene la película, capaz de transmitir conflicto interior sin recurrir a grandes gestos exteriores.  
- Dilemas morales y dimensión filosófica: El filme estimula la reflexión sobre la ciencia, el poder, la responsabilidad y el costo humano. No se queda en la mera crónica, sino que propone interrogantes éticos.  
- Precisión histórica y episodios reales: Aunque inevitablemente selectiva, la película incorpora elementos documentados (las audiencias, la prueba Trinity, tensiones políticas) que anclan el relato en hechos reconocibles. 
- Recepción positiva general: En Rotten Tomatoes, la crítica señala que es otro logro absorbente de Nolan, con visuales impresionantes y actuación destacada de Murphy. En Filmaffinity, muchas voces lo catalogan como obra maestra o lo mejor de Nolan hasta ahora.  

Algunas debilidades de esta joya

- Longitud y ritmo: Algunos críticos consideran que el metraje (aproximadamente 172 minutos) y ciertos saltos temporales pueden resultar pesados o ralentizar el dinamismo en ciertos tramos.  

- Tratamiento de personajes secundarios (especialmente femeninos): Han surgido críticas acerca de que ciertos personajes femeninos quedan algo relegados o menos desarrollados frente al protagonismo dominante del científico.  

- Reserva frente a la representación del sufrimiento humano directo: Algunos opinan que Nolan elude mostrar de modo explícito el sufrimiento visual de las víctimas de la bomba, lo que algunos consideran un acto moral dudoso o una “omisión deliberada”. 

- Entre otros, James Cameron ha acusado al film de ser un “moral cop-out” (moral evasiva) por no representar con contundencia visual el daño humano inmediato.  
- Complejidad y exceso informativo: Para espectadores menos familiarizados con la historia, ciertas referencias, saltos cronológicos o términos técnicos pueden resultar densos.
- Tensión entre la subjetividad y la distancia histórica: Mientras que la apuesta subjetiva es audaz, algunos espectadores podrían sentirse distanciados al no tener una postura externa más firme sobre los hechos.

Nuestra opinión personal: Oppenheimer es una obra maestra, de gran envergadura que combina lo monumental con lo íntimo. Me parece que Nolan logra un equilibrio impresionante entre la épica del contexto histórico y la fragilidad interior del protagonista. La impresión que deja es más reflexiva que narrativa: no se trata de entretener por sí sola, sino de confrontar al espectador con preguntas incómodas sobre ciencia, poder y responsabilidad.

No es una película perfecta: en ciertos momentos el ritmo se resiente, y algunas figuras secundarias merecían un tratamiento más profundo. Pero su dimensión filosófica, su carga emocional contenida y su apuesta formal son tan contundentes que para mí se sitúa como una de las más relevantes de la década. 

Somos cuerdos y recuerdos somos

Parafraseando a Octavio PazNo somos lo que decimos, sino lo que recordamos, porque lo hicimos, lo hacemos y lo seguiremos haciendo”. Decía Jorge Luis Borges que somos nuestra memoria, ese quimérico museo de formas inconstantes. Y uno, con los años, se da cuenta de que tenía razón: la cordura se juega en esa delgada frontera entre lo que aún recordamos y lo que empezamos a olvidar.

Los mayores solemos ser sensatos, juiciosos, prudentes, sabios, serios, inteligentes, reflexivos, formales y cabales, incluso clarividentes. Porque sí, seguimos siendo cuerdos, aunque nos asalten las dudas al entrar en una habitación sin saber a qué fuimos, y somos sobre todo recuerdos, esos tesoros que guardamos como cartas viejas o canciones que se repiten solas en la cabeza. 

A veces, como escribió Mario Benedetti, el olvido está lleno de memoria, y en esa paradoja encontramos consuelo: no recordarlo todo es también una forma de vivir más ligero. Con todo hoy y ahora queremos reivindicar el infinito valor de la memoria de lo vivido, insuperable fuente de inspiración y perseverancia.

Miguel de Cervantes nos advertía que la memoria es tesoro y custodia de todas las cosas. Sin embargo, como todo tesoro, a veces se esconde bajo capas de polvo y nos obliga a ejercitar paciencia y sentido del humor. No hay peor enemigo de la cordura que la solemnidad excesiva. Reírnos de nuestros olvidos es, en cierto modo, la forma más cuerda de vivirlos.

A cierta edad, uno descubre que el presente es más corto que antes, y el pasado más largo. Los recuerdos se multiplican y se vuelven compañeros de viaje: algunos dulces, otros ásperos, pero todos forman parte de lo que somos. Como dijo Miguel de Unamuno, el hombre es hombre en cuanto es hijo del pasado. La cordura consiste, entonces, en no aferrarse demasiado ni al ayer ni al mañana, sino en habitar con serenidad el ahora.

Porque al final, la vida se parece a una novela coral: cada recuerdo es un capítulo, cada olvido un salto de página, y la cordura el hilo que mantiene la trama unida. Somos cuerdos en la medida en que reconocemos nuestra fragilidad, y somos recuerdos porque sin ellos seríamos apenas instantes dispersos.

La moraleja es sencilla y honda: vivir con cordura no es no olvidar, sino aceptar que somos tiempo hecho memoria. Y vivir con recuerdos no es añoranza, sino cultivar la gratitud por lo vivido. Quien logra reírse de sus olvidos y agradecer sus recuerdos ha encontrado la verdadera sabiduría.

Releamos el discurso de Alyosha en el último capítulo de "Los hermanos Karamazov" de Fiódor Dostoyevski: "Debes saber que no hay nada más alto y más fuerte y más sano y bueno para la vida en el futuro que algunos buenos recuerdos, especialmente un recuerdo de la infancia, de hogar. La gente te habla mucho de tu educación, pero un buen recuerdo sagrado, preservado desde la infancia, es quizás la mejor educación. Si un hombre lleva consigo muchos recuerdos de este tipo a la vida, está a salvo hasta el final de sus días, y si a uno sólo le queda un buen recuerdo en el corazón, incluso eso puede ser en algún momento el medio de salvarnos".

La cordura y la memoria son dos nombres del mismo tiempo. Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre.” señaló Jean-Jacques Rousseau. Para concluir: La filosofía es, en el fondo, el arte de aprender a morir… y a recordar” según Michel de Montaigne. Anotadlo en vuestras agendas este doble mandato encadenado: Recordar con humor es vivir con filosofíaEntre risas y memoria, a seguir construyendo lo que luego serán recuerdos.