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Un acertijo superlativo

Dispones de tres minutos para resolver una adivinanza: ¿cuál es la palabra más bella, redonda y completa?

Adivina la palabra mágica que usa las cinco vocales (a, e, i , o, u) entre sus nueve letras totales. Es una comunicable degustación pronunciable, pulimentado cruzamiento cumplimentado, o neutralismo gubernativo centuplicado.

Primera pista: Las otras cuatro letras son tres consonantes, una de ellas repetida. Pueden hallarse en la siguiente descripción: nace una unn única de una ecuacn de docencia e inocencia.

Segunda Pista: Supone el punto de partida de todo ser humano para su máximo desarrollo personal y social, representa el genuino motor del progreso y la solución universal de todos los problemas de la Humanidad.

Respuesta: Todos podríamos ser inmejorables seres humanos, con la… educación. Es lo supremo de la vida, la panacea que otorga libertad, vocación, destino y felicidad. Posted by Picasa

Manzanas famosas

©Mikel AgirregabiriaLa Oda a la Manzana de Neruda, “... quiero ver a toda la población del mundo unida, reunida, en el acto más simple de la Tierra: mordiendo una manzana”. Sigamos su ejemplo. A propósito: ¿Cuántas manzanas famosas conocemos?

Muchos confiamos en ese refrán de “una al día, la manzana sana”, porque es un proverbio que existe en muchas lenguas, con expresiones tan diversas como halagüeñas tales como “una manzana cada mañana, aparta al médico de la cama”. Después de la cena, el mejor cepillado de dientes es comerse una manzana, una solución naturista inmejorable. Además la manzana es rica en minerales, vitaminas, azúcares y fibras, proporciona sensación de saciedad que evita la obesidad y es de reconocido valor para combatir el colesterol, así como tónica para la circulación e inhibitoria del cáncer.

Siendo el manzano el árbol frutal más extendido a escala mundial por su facilidad de adaptación a diferentes climas y suelos, y siendo su cultivo tan antiguo como la humanidad agrícola, la manzana puede ser apreciada con distintas elaboraciones, desde bebidas como la sidra, el txakoli, o el vinagre de manzana hasta como ingrediente básico de tartas de manzana, manzanas caramelizadas, compotas, membrillos, zumos o mermeladas. Pero para “estar sano como una manzana”, la forma suprema de la saludable manzana es fresca y con piel bien lavada. Además la manzana cruda se conserva sin necesidad de frío, se puede transportar fácilmente sin aplastarse y se puede mordisquear sin mancharse ni de interrumpir otras actividades simultáneas.

Sólo los incontables méritos y referencias culturales de la manzana pueden igualarse a sus abundantes cualidades medicinales y gastronómicas. Comamos una Reineta en ocho bocados mientras repasamos la historia literaria a través de ocho célebres manzanas.

1ª) Manzana de Eva. Fue elegida para simbolizar el pecado original, convirtiéndose en la imagen bíblica de la tentación, según la tradición cristiana, si bien el Génesis no cita expresamente que fuese una manzana el fruto prohibido que provocó la expulsión del ser humano del paraíso. Mark Twain señalaba jocosamente que “El error fue prohibir la manzana. Adán se comió la manzana porque estaba prohibida. Si Dios hubiese prohibido la serpiente, Adán se hubiera comido la serpiente”.

2ª) Manzana de Afrodita. En la mitología griega, aparece nuevamente la áurea “manzana de la discordia” dedicada a la mujer más bella, puesto que se disputaron Hera, Atenea y Afrodita, diosa del amor que finalmente fue la designada, no sin provocar la Guerra de Troya. Todo empezó cuando Tetis y Peleo celebraron sus bodas, invitando a todos los dioses, excepto a Eris (la Discordia). Ésta, furibunda, arrojó una manzana que llevaba inscrito en su cáscara: “Para la más hermosa”. Las diosas se pelearon por la manzana y Zeus determinó que fuera un mortal, el príncipe Paris de Troya, quien señalara a la más bella. Hera le prometió a Paris la conquista de toda Asia si la señalaba como la beldad; Atenea le aseguró que lo haría sabio e invencible; Afrodita le prometió el amor de la mujer más bella, de modo que un seducido Paris le entregó a la diosa del amor la manzana funesta. Cuando Afrodita guiaba a Paris hacia Esparta, donde vivía la mortal más hermosa, Helena, las desairadas Hera y Atenea fraguaron una venganza terrible inmortalizada en La Ilíada.

3ª) Manzanas de las Hespérides. También es memorable el jardín mítico de las bellas ‘Ninfas del Ocaso’ que vigilaban un huerto mágico de árboles con manzanas de oro que otorgaban a sus poseedores la vida eterna.

4ª) Manzana de Guillermo Tell. El héroe más popular del folklore suizo, obligado por el invasor austriaco Gessler al negarse a inclinarse ante su sombrero colgado en un poste de la plaza, hubo de disparar su ballesta contra la manzana colocada sobre la cabeza de su hijo menor Walter.

5ª) Manzana de Isaac Newton. Lord Byron escribió sobre una anécdota del mayor físico y científico de todos los tiempos: “Newton vio caer una manzana, y entonces... descubrió una forma de probar la rotación terrena en un remolino del todo natural, llamado gravitación. Y así, desde Adán, ha sido el primer mortal que pudo coger una manzana o una caída”.

6ª) Manzana de la Isla del Tesoro. Robert L. Stevenson narra en su pasaje más emocionante cómo el joven protagonista Jim Hawkings, embarcado en la expedición a una isla desconocida en busca del mítico tesoro del capitán Flint, escucha al malvado Long Silver John desde el barril de manzanas (siempre previsto para largas travesías por los antiguos navegantes). Recordemos su relato: “Tuve que meterme en el barril para poder coger una manzana, ya que sólo quedaban unas pocas en el fondo. Me senté en aquella oscuridad para comérmela, y, por el rumor de las olas o el balanceo del barco, el hecho es que me adormecí. Entonces noté que alguien, y debió ser alguno de los marineros más corpulentos, se sentó apoyando su espalda en el barril, lo que dio a éste un violento empujón. Me despejé de golpe y ya iba a saltar fuera de la barrica, cuando un hombre, cuya voz me era conocida, empezó a hablar. Era Silver, y no bien escuché una docena de sus palabras, cuando ya ni por todo el oro del mundo hubiera dejado de permanecer escondido, pues no sé qué fue más fuerte en mí si la curiosidad o el temor: aquellas pocas palabras me habían hecho comprender que las vidas de todos los hombres honrados que iban a bordo dependían únicamente de mí…”.

7ª) Manzana de Blancanieves. Hasta los hermanos Grimm eligieron esta fruta como la pieza envenenada que la malvada bruja utilizó para intentar acabar con la belleza de Blancanieves.

8ª) La manzana de Turing. El conspicuo físico Alan Turing se suicidó comiendo una manzana emponzoñada con cianuro potásico, perseguido por su condición de homosexual en la Inglaterra de los años 50, y obligado a seguir un tratamiento hormonal con estrógenos que le destrozó física y espiritualmente. Este científico, pionero de la Inteligencia Artificial, había contribuido decisivamente a que los Aliados ganasen la II Guerra Mundial al descifrar el código secreto nazi generado por la máquina Enigma. Su apellido es universalmente conocido por la sencillez solemne de su artículo más famoso (“Computing machinery and intelligence”, de 1950), donde establece su regla de oro para atribuir inteligencia a los ordenadores, en el denominado “test de Turing”.
Este recorrido literario e histórico, con la manzana como protagonista, reafirma que las cosas más sencillas también pueden ser sublimes. Acertadamente, otro físico y celebérrimo divulgador como Carl Sagan afirmaba: “Para hacer una tarta de manzana, primero tienes que crear un universo”. ¡Ah, y en tanta manzana no olvidemos la de Apple!
Artículo ilustrado: mikel.agirregabiria.net/2005/manzanas.htm

La sabiduría es como la luz de una vela

"Una vela no pierde su luz por compartirla con otra".
Primera lección que ejemplificaba con velas de cumpleaños ante mis alumnos más pequeños, cuando tuve la oportunidad inmensa de impartir clase a escolares de Enseñanza Primaria en el Colegio Azkorri (1977-1980) y en la Academia kIDEAk (1995-2000). Magnífica metáfora de cómo diferenciar átomos (materia) y bits (informaciones, conocimientos, saberes). No hay mejor enriquecimiento que compartir el conocimiento.

Acertijo resuelto

CLIC para ampliar la foto ¿Por qué razón aparecieron varios hombres rana vapuleados, chamuscados y enfurecidos de un incendio en medio de un extenso bosque sin lagos ni estanques?

Carácter luchador

Apasionado, una personalidad superlativa propia de emotivos, activos y secundarios.

Estimado lector o lectora: Déjeme darle dos noticias, una buena y otra mala. La mala nos la dio Schopenhauer y señala que "La personalidad de cada persona determina por anticipado la medida de su posible fortuna". La buena noticia, avalada por toda la psicología moderna, nos asegura que la personalidad de cada uno se puede transformar mediante la práctica. William James nos indicó el camino: "Siembra una acción y recogerás un hábito; siembra un hábito y recogerás un carácter; siembra un carácter y recogerás un destino".

Las tipificaciones de la personalidad humana han sido descritas desde Hipócrates, el padre de la medicina contemporáneo de Sócrates, siguiendo la concepción de Empédocles con los cuatro elementos básicos: aire, tierra, agua y fuego. Lo cierto es que, pese a su antigüedad de 24 siglos, muestra una gran similitud con la tipología moderna más empleada, desarrollada inicialmente por Heymans y Wiersma. Esta clasificación se fundamenta en que las conductas estarían determinadas por tres factores: Emotividad, Actividad y Resonancia.

La emotividad mide la repercusión anímica de cada persona ante los acontecimientos. Emotivo es quien reacciona de un modo intenso y, ocasionalmente desproporcionado, ante las situaciones, por lo que su entusiasmo desbordante y profundo, puede provocar un humor mudable o incoherente ("el corazón tiene razones que la razón no entiende"), pero también es cordial, servicial, generoso, jovial y expansivo. El no-emotivo es, por el contrario, frío, introvertido, silencioso, de pocas palabras, pero más dueño de sí y prudente.

La actividad regula la inclinación del sujeto a responder a un estímulo mediante el trabajo o la acción. Las personas activas son propensas por naturaleza a la actividad, sobre todo cuando ésta presenta dificultades, por lo que si bien pueden ser testarudas, individualistas e imprudentes, al mismo tiempo son más constantes, emprendedoras, hábiles y alegres. Los no-activos son más calmados y conciliadores, pero fáciles al desaliento, temerosos de lo difícil y propensos a relegar o delegar sus propias obligaciones.

La resonancia valora la duración del efecto que un acontecimiento provoca en cada persona. En los primarios, con poca resonancia, las impresiones tienen un efecto directo e inmediato, pero pasan rápidamente y viven más del presente siendo volubles, impulsivos, de reacciones breves y superficiales, lo que determina que sean poco rencorosos. Secundario es el individuo con mayor resonancia, con impresiones duraderas y prolongadas, que vive más del pasado, pudiendo ser resentido y obstinado en sus ideas, pero simultáneamente más constante, metódico y coherente.

La combinación de estas tres variables da lugar a ocho biotipos: apasionado (E-A-S), colérico (E-A-P), sentimental (E-nA-S), nervioso (E-nA-P), flemático (nE-A-S), sanguíneo (nE-A-P), apático (nE-nA-S) y amorfo (nE-nA-P). Pero hemos de distinguir entre temperamento y carácter. El temperamento o la idiosincrasia es el conjunto de tendencias y dotes que nos da la naturaleza al nacer, siendo el carácter o la personalidad el sistema de cualidades que desarrollamos sobre la base del temperamento original y con las vivencias del proceso educativo y existencial. Jung indicó que "La personalidad es la realización suprema de la idiosincrasia de una persona. Es un acto de elevado coraje arrojado a la cara de la vida".

Un buen consejo dice: Conócete, acéptate y supérate. Por ello, quizá el primer paso sea reconocer el temperamento propio, y luego preferir el apasionamiento como carácter elegido, porque otorga una ventaja tangible a quienes optan por desplegar su emotividad, su actividad y su resonancia. Nervo señaló que "la pasión es una fuerza cósmica, como la gravitación" y Balzac juzgó que "la pasión y sus manifestaciones son la base de la humanidad". Dos sentencias finales de dos enérgicos entusiastas. De Miguel Unamuno "sólo los apasionados llevan a cabo obras verdaderamente duraderas y fecundas" y de José Martí "los apasionados son los primogénitos del mundo".

Crimen perfecto

Una muerte resuelta por un crío con el método científico.

Aquello sucedió realmente, no fue un cuento de niños ni una leyenda rural. Pudo ser descrito como un juego inocente, un tosco arte o, simplemente, una historia de amor y odio de una pareja incompatible con un trágico desenlace. Quizá sólo fue un acertijo infantil ideado por un chiquillo, pero en la escena de un delito auténtico.

Aconteció en esos fastidiosos días navideños en los que los escolares se aburren en el pueblo de sus abuelos. El frío invernal no impedía que la chavalería se escapase de las casas al mediodía, cuando la mañana soleada ha caldeado un poco el ambiente. El más avispado lo descubrió en medio de la habitual caminata desde la plaza hacia la gruta de las reuniones secretas. Aunque era el más chico en estatura y edad, los demás supieron que hablaba en serio, porque conocían su voracidad lectora, que le hacía actuar como si fuera el mayor.

- “¡Alto, que nadie se mueva!”, gritó en medio de la marcha.
- “Ahí mismo está enterrado un cadáver y somos testigos de un suicidio u homicidio reciente”, continúo ante el asombro de sus atónitos amigos.
Señaló a un lado del sendero, donde se veía pisoteada la tierra. A continuación, el pequeño criminalista hizo una aterradora descripción de la fechoría, partiendo de pequeños indicios que los demás no supieron asociar.
- “¿No comprendéis que el asesino está ahora mismo mirándonos con descaro, riéndose de nosotros ante la tumba que casi pisamos? Las pistas son evidentes: El desaparecido era un ser muy querido de todos nosotros, con quien hemos jugado muchas veces; anoche mismo se divirtió con la otra pandilla hasta la madrugada, pero al amanecer se ha descuidado y su verdugo le ha quemado lentamente hasta la agonía; le ha sacado los ojos y la nariz, y luego ha enterrado sus restos aquí mismo”.

Se inquietaron todos, mirando nerviosos hacia los lados en aquella mañana radiante, sin comprender nada, quedando paralizados y sin saber si gritar o correr. Poco a poco fueron descifrando la intriga, al observar los detalles casi inapreciables: la escoba tirada a un lado, los tres grandes botones, la deshilachada bufanda, la vieja pipa, la zanahoria,…

[Si quedase algún lector pendiente de la solución, le aconsejamos que relea el relato, porque no insultaremos su inteligencia con el gordo albino “muñeco de viene” fundido por la quinta nota musical.]

Muñeca de muñeca

Un secreto básico del lenguaje corporal

El insigne científico de la “teoría de la evolución”, Charles Darwin, publicó en 1872 un precoz ensayo titulado “La expresión y las emociones en el hombre y en los animales”, verdadera anticipación de los modernos estudios sobre la comunicación no verbal. Actualmente sabemos interpretar más de un millón de claves y señales que transmitimos de modo inconsciente a través de expresiones faciales y gestos.

La sinceridad de las palabras es comparativamente insignificante frente a la franqueza del lenguaje corporal, cuya espontaneidad natural resulta fácil de leer con alguna formación. Los psicólogos, sociólogos y antropólogos aseveran que es sumamente difícil ocultar nuestras intenciones con el lenguaje del cuerpo. En realidad, según el antropólogo Albert Mehrabian, la importancia del componente no verbal representa el 55% del impacto total de un mensaje, mientras que la palabra sólo influye un 7%. El 38% restante corresponde a lo paraverbal, esto es la entonación y el matiz de la voz. Dedúzcase que el canal verbal se emplea básicamente para transmitir información y datos, mientras que la comunicación no verbal es preferencial para la expresión de sentimientos y actitudes personales.

Los debates políticos televisados son rechazados, como comprobamos ahora una vez más, por las candidaturas que parten con ventaja, porque el cuerpo exterioriza más que los labios. Con las miradas, posturas y gestos decimos más de nosotros mismos que con cualquier discurso. Las palabras sobran en gran medida, cuando los ademanes ofrecen pistas en otras direcciones.

Siempre se recordará el histórico debate televisado entre el balbuceante vicepresidente Richard Nixon frente al joven y seguro senador Kennedy, que ofrecía una imagen más presidencial. Los 70 millones de telespectadores estadounidenses espectadores decidieron su voto en los planos de transición, mientras Nixon sudaba copiosamente (se dice que los asesores de Kennedy habían subido intencionadamente la calefacción en el plató). Sin embargo, los radioyentes que simultáneamente oyeron el debate, pensaron de forma muy distinta, porque en lo verbal y paraverbal el candidato republicano contestó a las preguntas con más aplomo que el demócrata. El decisivo lenguaje corporal fue el que marcó la diferencia de criterio.

Aprender a interpretar el lenguaje corporal lleva su tiempo. Un error frecuente radica en analizar la expresividad de los demás mediante sólo un gesto aislado, independientemente de las circunstancias que lo rodean. Los tres tipos de movimientos corporales que pueden estudiarse, faciales, gesticulares y de postura, están fuertemente entrelazados y sólo una observación conjunta resulta válida. Pese a todo, podemos practicar con un truco básico, que ofrece una pista muy valiosa sobre las intenciones de nuestro interlocutor leyendo la danza de sus manos, que ofrece un mensaje muy expresivo.

La descripción únicamente de las diversas técnicas de saludo con el estrechamiento de manos superaría el texto admisible. Tampoco podríamos detenernos en la interpretación de la posición de brazos y manos, de su gesticulación, entrelazamiento y ni siquiera del significado de su concavidad o de cada uno de los dedos. Exhibir las palmas de las manos es una señal que pretende demostrar honestidad. Los especialistas advierten que podemos engañar a otros si utilizamos adecuadamente este gesto, que atávicamente demuestra que no empuñamos un arma.

Centrémonos exclusivamente en un área muy limitada: la muñeca que enlaza la mano con el antebrazo. Además de la sonrisa, demasiado fácil de simular, existe un gesto universal para descubrir la simpatía de quien tenemos enfrente, cerca o a media distancia. Indica aceptación e interés que nuestro interlocutor nos muestra su muñeca, no por el dorso sino por la zona de la palma, incluso en algún ademán disimulado como atusarse el cabello. Hay miles de situaciones obvias o furtivas, desde el bebé que pide un abrazo hasta la jovencita coqueta que juguetea con su pendiente. Presentar la zona donde se toma el pulso, es indicio de cordialidad. Advirtamos atentamente este gesto para ser más perceptivos. La especial habilidad para percibir y descifrar detalles nimios como éste es el fundamento de la denominada “intuición femenina”, extensible a todos los seres humanos.

Odias y amas

El desarrollo de la inteligencia emocional era una de las áreas básicas de aquel innovador proyecto educativo que significó el Centro KIDEAK. Una prometedora metodología para su aprendizaje fue la redacción por parte del alumnado de sus preferencias y animadversiones, a fin de conocerse mejor a sí mismos y a sus compañeros. Se les pedía una rápida introspección escrita en apenas cinco minutos, sin pensárselo demasiado, de aquello que más odiaban, más les displacía, más les gustaba, más amaban y más les encantaba. En ese orden, desde el odio al amor. He aquí, tres resúmenes verídicos de tres alumnas.

Soy Y. (14 años). ODIO PROFUNDAMENTE... que el profesor de euskera nos mire a las tres que estamos en la esquina como si quisiera que le diéramos el visto bueno a lo que ha dicho; las comparaciones entre las personas; las mentiras; que la gente sea impaciente; hacer daño; la deslealtad; la política; la espera; las discusiones por tonterías; las injusticias; la alergia; que la gente crea que no es capaz de hacer algo; el ir andando con alguien que lleva el paraguas en el brazo que te va dando en la pierna; las generalizaciones. Odiaría ser minero; la humedad; renunciar a algo antes de intentarlo; los contestadores; el sonido del teléfono.

AMO APASIONADAMENTE... que la gente escuche y sea leal; conseguir los objetivos; las cristaleras; la luz; los colores; comparar los jardines; viajar; aprender; los niños; la naturaleza; el silencio; las fresas; el atardecer; el olor a mar; los olores agradables, como el del pan; levantarme por la mañana con el canto de los pájaros; oír ruidos; asomarme por el balcón; la noche; la luz de la luna; mirar el cielo oscuro en las noches calurosas de verano; advertir las formas de las nubes blancas con el azul celeste de fondo; recordar momentos agradables; imaginar; el ambiente por las mañanas primaverales; el silencio del autobús de la mañana cuando todos van dormidos; observar a un niño mientras duerme; mirar por la ventanilla de un avión; que todo salga como se había esperado; la sonrisa; la amabilidad; el compañerismo; la alegría; el no sentirte solo; sacar fotos; recordar viajes o lugares visitados mediante las fotos; escuchar música significativa; ver a la gente contenta; ver a extranjeros o gente de otros sitios visitando el lugar donde vives; la curiosidad; las buenas sorpresas; comprar regalos,…

Soy I. (16 años). LO QUE MÁS ODIO: Odio profundamente sentirme impotente; que los profesores de este año exijan muy por encima de lo que explican; que la gente pida a otros lo que no está dispuesta a cumplir; madrugar; el no poder confiar en alguien; la hipocresía; la sobrevaloración de las matemáticas; a las señoras que van de cuatro en cuatro por la acera y jamás se apartan para que; los actores/actrices y cantantes que basan toda su fama y fortuna en su físico. No me gustaría ser forense, enterrador, empleado de funeraria, carnicero, pescador, juez... No me gusta hablar por teléfono.

LO QUE MÁS ME GUSTA: El olor del mar; pasear por la orilla del mar; ver un puesto de frutas; los amigos; la coherencia; la seguridad en una misma; el ser consecuente con las ideas; los crepes de mantequilla y azúcar; ver muchos chupa-chups juntos; la niebla que se levanta entre las montañas; las casas con mucha luz; vivir en un ático; la diversidad de personas en el metro; preguntarme qué hacen y de dónde vienen las personas con las que me cruzo; ver reír a un bebé; el David de Miguel Ángel; las mujeres embarazadas; los padres con niños en la bici; los libros antiguos; la pasta italiana. Me gustaría conducir sin rumbo, recorrer Europa en coche con amigos. Me gusta leer; oler algo y recordar un lugar en el que has estado. Recibir cartas. La lluvia. El sol. El anochecer. El silencio. Tumbarme en la hierba. Los ríos. La luna. El cielo. La filosofía. Sorprenderme. El cine. Groucho Marx. Ver que todo encaja, que todo tiene sentido. Mirar por las ventanas. Volar. Llegar a otro país. Imaginar. Encontrarme con alguien que hacía mucho que no veía. Discutir ideas. Poder ayudar a alguien.

Soy L. (16 años). ODIO ponerme roja; las mentiras y los incumplimientos; las prisas; el insomnio; la soberbia y la hipocresía; las generalizaciones. Odiaría ser cobrador de autopista, veterinario, enterrador o marinero. Odio que me chillen al oído; los prejuicios y la incoherencia; dejar mensajes en el contestador; los espacios pequeños; el alboroto; estar quieta.

ADORO la lealtad, el dulce, el amanecer y el crepúsculo, el mar, la luna, el sol, las olas, el cielo; viajar, las ventanas grandes. Me gustaría vivir frente al mar y poder tener las cortinas descorridas. Me gusta observar a la gente, hablar, mirar a los ojos de un bebé, ver a los niños sentados en los carros de la compra. Quiero conducir ya. Me gusta relajarme y pensar. Reconocer olores. Recibir cartas. Me gusta la niebla, acompasarme a la respiración de quien está dormido; andar; el agua. Adoro las estrellas. Me gusta aprender cosas útiles y ayudar a los demás. Me gusta mirar por la ventana del coche y ver las hileras de los huertos (encaja, no encaja...). Me gusta soñar despierta. Me encanta hablar en otros idiomas y conocer gente distinta; encontrar la relación entre los fenómenos, las personas, las cosas,…

¿Por qué no escribimos también nosotros estas sensaciones? Empecemos por aquellas cosas que nos desagradan, para ir dando paso a todo aquello que nos hace felices. Después podremos tirar a la basura los odios, y dedicarnos toda la vida a aquellas tareas que nos placen y que, seguramente, son también las que hacen dichosos a quienes conviven con nosotros.

Descubre el secuestro secreto

Fue un robo sorprendente. En principio ninguno supo percibir que el insólito y único tesoro, el precioso recurso insustituible, hubiese sido removido. El suceso continuó oculto, escondido y recóndito. Pero un sutil detective, ¿posiblemente usted, inteligente lector?, pronto comprendió lo sucedido. O no fue posible y ni usted, mi querido leedor, logró convertirse en el hercúleo psicólogo de gemelo hecho y, usted me perdone, resulte ser menos resuelto e incluso le cueste un buen período de tiempo descubrir en este vigente documento el mismo embuste, que fue seducción y secuestro.

En 1969, el escritor Georges Perec publicó un folletín (de título “El eclipse”), en el que sugiere el descubrimiento homólogo de un supuesto procedimiento del mismo timo. Sólo en el último episodio se descubre lo que se desdibujó en el contexto desde el primer inicio y que persistió como el hilo conductor de todo el cuento de ficción, y que no se exhibe ni descubre sino concluyendo los últimos conceptos del libro, escrito con un perfecto discurso que se extiende en todo momento de este monumento retórico y poético. Porque el hecho consistió en omitir con intrépido frenesí y en todo el texto el repertorio y los giros que contienen un preciso signo, símbolo distinguido como el de superior repetición y frecuente fenómeno, del que existen numerosos ejemplos en el periodismo de trucos mentirosos. Otros repitieron el experimento, y yo mismo recientemente lo presento, como testimonio de que se evitó un decidido término, propio de que quien publicó precedentemente u hoy mismo con el insistente cuento.

Y si con todo lo escrito y siendo muy curioso no lo puede resolver, debe responderse que, o es un ciego que no ve ni lo que tiene enfrente, o usted y su entendimiento no exceden en erudición y conocimiento, porque pueden prescindir tristemente del mejor y superior héroe: Ese portentoso, invencible, típico y primer quijote en el método de escribir en este complejo revoltijo que gruñimos muchos elocuentes vocingleros, y que no es otro que ese dibujo que en el léxico reconocido se describe como “a”.

[15-12-2008: Podcast por Non sequitur]

Generador on-line de ANAGRAMAS en castellano

Esta curiosa aplicación, que descubre lo oculto en las letras de una frase, puede visitarse aquí.

Otras grandes recopilaciones, incluidas algunas de quien escribe estas líneas, puede verse en Juegos de Palabras.

También se pueden ver la "Aberración del carabinero" de 2002, o "Sentiría la sirenita" de 2003 .

Nosotros, sí, gracias

En educación, los aspectos de relación son centrales, incluso en los casos límite con alumnado autista, por ejemplo. De ellos, hemos aprendido mucho y estas enseñanzas son válidas para todas las personas que deseen, real y sinceramente comunicarse mejor. Además, conociendo estas técnicas podremos desenmascarar a quienes las emplean con profusión para manipularnos, como algunos politiqueros y gacetilleros.

Muchos estudiantes, con o sin autismo, están condicionados a reaccionar negativamente a un ‘‘NO’’ imperativo (‘‘no hagas eso’’...). Estas negaciones indican frecuentemente que el hablante está disgustado o que algo está mal, pero no informan sobre cómo remediar el problema. Así que recomendamos al profesorado (y a las familias) el uso de palabras o expresiones negativas con extrema moderación y sólo cuando requieran obediencia inmediata en casos de emergencia. También es mejor hablar concisa y ordenadamente. Demasiadas instrucciones y explicaciones crean frustración y confusión. Es necesario que el profesor señale claramente qué es lo que quiere que los escolares hagan y por qué. Hay que ser razonable en lo que se pide y la demanda debe ser tal que los alumnos sean capaces de cumplirlo. Los enunciados negativos no aportan las indicaciones necesarias para aprender cómo comportarse de un modo más apropiado y, por el contrario, sugieren que lo negado es apetecible.

Debe evitarse las instrucciones formuladas de un modo amenazador o impositivo, porque los oyentes tenderían a ponerse a la defensiva y les provocaría a hacer justamente lo contrario de lo pedido. Un tono neutro puede ayudar. Por ejemplo: es mejor indicar: ‘‘Es la hora de estudiar’’, en vez de ‘‘Tienes que estudiar ahora mismo’’.

En comunicación, las críticas, los reproches, las amenazas, lo negativo, lo confuso…, sobra. Si nos dicen: «No pienses en un elefante rosa», ya lo estamos evocando en la imaginación… Queremos y necesitamos ideas positivas, claras, conciliadoras, específicas…, justamente lo casi inexistente en la comunicación social y política. Hasta las campañas más costosas y bienintencionadas caen en este craso error: ‘‘NUNCA MÁIS’’, ‘‘NO a las DROGAS’’, ‘‘PLAN ANTITABACO’’, ‘‘NO a la VIOLENCIA DOMÉSTICA’’… Forges, al menos y sólo por sobreabundar, en sus viñetas dice: ‘‘PAZ SÍ, guerra no’’, y el lema hippie decía ‘‘HAZ EL AMOR, y no la guerra’’. Otros aciertan de pleno como ‘‘Gesto por la PAZ’’.

Las frases negativas son nefastas, porque ­aparte de ser cognitivamente más difíciles de interpretar y más si son extensas­, declaran y despliegan una sensación general de inseguridad, desaprobación y hostilidad (a lo sumo condescendencia) que invade a lo dicho. Fíjense que, aunque gramaticalmente digan lo mismo, las tres oraciones siguientes trasladan una impresión muy diferente:
1. ‘‘Estoy contigo’’ (concluyente, enfática y con empatía).
2. ‘‘No discrepo de ti’’ (breve, pero displicente y apática).
3. ‘‘Nunca puedo evitar negar que no esté en desacuerdo con lo contrario que tú refutas rechazar’’... (pura confusión grouchiana).

Los diccionarios desperdician casi el 10% de su contenido con palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-…, (por ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado), y el habla popular desaprovecha un porcentaje de comunicación aún mayor con estas inexpresividades desventuradas y malhadadas (¡lo siento, me he dejado llevar!). La única expresión pseudo-negativa válida que se me ocurre, es la que aconseja el pez padre a su pececito: ‘‘Nada, hijo, nada’’. Hasta se ha impuesto un sistema negativo de votación, con los descartes en los concursos televisivos como ‘‘Gran Hermano’’…, sólo falta que esta fórmula se aplique a la política.

En política, asistimos a la ceremonia de la confusión desde el poder mediático. Se invierte la simplificación de convertir la doble negación en afirmación, para pedir en vez de ‘‘PAZ’’ el desalentador ‘‘NO a ETA’’, ‘‘NO al Nacionalismo Obligatorio’’... No nos merecemos la anacrónica época de violencia que hemos de vivir con bandas terroristas cuyo único sentido es la muerte y la coartada de gobernantes como el ‘‘gran dictador’’ que añora la conquista del Oeste (ahora del mundo) con la política del cowboy bueno frente al ‘‘eje del mal’’, y sus emuladores como el ‘‘pequeño dictador’’, que con nostalgia de reconquista nos abruma con más represión, venganza, pudrirse en las cárceles,… para ocultar esta ‘‘negra navidad’’. Todo ello adobado con la confusión entre valores e intereses, que siguen siendo el motor de la inacabada colonización perpetua de la humanidad por una minoría interesada y belicista.

En prensa oímos demasiadas veces desgobierno, deslegitimización, desinvestigación…, y seguramente asistiremos a la aparición de otros neologismos: desprograma, despolítica, desoposición… El periodismo ha perecido de éxito. Su creciente poderío ante la opinión pública, la que vota bajo su influjo en las democracias, lo había ensalzado hasta un punto en el que debía comprarse su subordinación. Así parece que ha sido ‘‘el cuarto poder’’, no ha resistido la embestida del poder último: la prepotencia económica que necesita controlar el poder político.
Falta veracidad, y pulula el cinismo. No hace falta leer, impertérrito, que Bush pagará a los periodistas o que se defienda públicamente la creación de una agencia de desinformación, la Oficina de Influencia Estratégica (OIE), cuyo supuesto cierre posterior por presiones quizá sea su primera obra y su inaugural patraña.

Nosotros queremos caminos, soluciones, propuestas de PAZ y de CONVIVENCIA a las que podamos decir, ‘‘Sí’’. Queremos más periodistas pacifistas que nos cuenten de Lula. ¡Gracias, presidente Lula, por protagonizar nuestra diaria noticia política agradable, que demuestra que no es imposible ser un político de verdad, que construye, que alivia desigualdades, que no anuncia ni prepara guerras! Lula, tú sí eres grande, cancelas la compra de juguetes bélicos a los militares y les pides que arreglen carreteras y repartan comida; visitas las zonas más pobres de tu país, y no te vas a televisiones italianas en pleno cataclismo ecológico. Sigue así, no desesperes, te esperan grandes desafíos, pero quizás sea la primera figura histórica de este todavía triste siglo XXI.

Truco final: Hagamos una prueba durante una semana. Hablemos sólo cuando lo que tengamos que decir cumplan tres condiciones: Que sea cierto, necesario y amable. ¡Usemos sólo enunciados positivos y veremos cómo mejora nuestra vida, y la de los nuestros! Seamos positivos. Aprovechemos toda oportunidad de felicitar o alentar a alguien. Definámonos por lo que amamos, por lo que creemos; acumulemos amigos. Olvidemos odios, enemigos… ¡Ah, y las palabras mágicas! Pero antes, la palabra más usada y la que más nos fastidia, que es ‘‘NO’’ (se dice que un niño a los 10 años ha escuchado 9 ‘‘Nones’’ por cada ‘‘SÍ’’) y la más superflua, ‘‘YO’’ (que indica egocentrismo). En el ranking de las frases más poderosas, junto a la palabra que más nos agrada escuchar y que es nuestro nombre propio, están:


­ NOSOTROS (equipo: grupo + estructura + objetivo común)
­ ¡MUCHAS GRACIAS! (amabilidad, cortesía,...)
­ ¿SERÍAS TAN AMABLE...? (ayuda, colaboración,...)
­ ¿CUÁL ES TU OPINIÓN? (interdependencia, altruismo)
­ ¡HABÉIS REALIZADO UN BUEN TRABAJO! (reconocimiento, generosidad)
­ ¡ADMITO QUE HE COMETIDO UN ERROR! (perdón, corrección, rectificación)

Esta pirámide de frases, de una a seis palabras, obra maravillas. Digámoslas como si tal cosa, y veremos los resultados. Con nuestros padres o con nuestros hijos, con nuestros amigos o con nuestros hermanos…, que son todos los demás.

Acertijo infantil

"El 80% de los niños de una guardería lograron descifrarlo, mientras que el 20 % de los juniors de la Universidad de Harvard tardaron en resolver este acertijo:
¿Qué es mayor que Dios, más maléfico que el mismo demonio, los pobres lo tienen, a los ricos no les hace falta, los muertos lo piensan y si lo comes morirás?
Te damos un minuto...

Historia de kIDEAk

Una foto del origen de kIDEAk en las oficinas de BEAZ (Sondika) hacia 1997-1998: Irune Arteta Torrealday, Mª Pilar González del Río, Joseba Lauzirika (arriba), Josi Sierra (abajo), Txus Ganzabal, Luis Mª Guinea (arriba), Mercedes Barranco (abajo, Centro de Psicología Gizaki), Juan de Dios Uriarte, Carmen de la Sen, Lourdes Jiménez Aspiazu, Esther Elexgaray Cruz y Mikel Agirregabiria. Faltan entre otros participantes Goyo Elorza, Luis Mª Saratxaga, Santiago Aldekoa e Ignacio Urzay.