Sexualidad y nacionalismo
El nacionalismo es una de las fibras, como el amor o la amistad, de las que está hecho el ser humano. Un componente, como las citadas expresiones del sexo y la religión, de mayor o menor trascendencia en cada individuo en particular, pero de los que convendría no negar ni su existencia ni su validez para quienes optan voluntariamente por un armónico desarrollo personal a través de su ejercicio. No se trata aquí de asemejar la religiosidad con la sexualidad, ni éstas con el nacionalismo,… sino de que se acepte la obvia existencia de este último, recordando cuando han negado y reprimido la sexualidad algunos credos o cuando se persiguieron las religiones por considerarse patrañas. Para cada uno de nosotros, la religiosidad, la sexualidad o el nacionalismo serán mucho, poco o nada importantes, pero existir ¡vaya si existen! y para otras personas (muchas o pocas) son potencias transformadoras. Es legítimo debatir sobre qué abusos de estos sentimientos son inadmisibles por los daños sociales o personales derivados, pero lo más absurdo sería pretender que no coexisten.
El nacionalismo no lo inventó Bismarck, ni Sabino Arana. No es “una alucinación inventada por un loco”. Y es que hemos llegado a un momento en el que se pregona un despropósito de tal calibre. La palabra "nacionalismo" proviene de nación, que, a su vez, deriva del latín “nasci” (nacer). El nacionalismo es un sentimiento natural de protección de los elementos simbólicos, sociales y culturales de una colectividad (lengua, historia, mitología, tradiciones,…), mucho antes que un movimiento político que puede invocar el derecho a una Nación propia con alguna forma de Autogobierno o de Estado. Por supuesto que a lo largo de la Historia, este impulso ha sido semilla de muerte y destrucción, como la guerra de Troya se inició por el amor de una mujer o las cruzadas e inquisiciones fueron desencadenadas por la religión. Pero este resorte humano, el nacionalismo, también ha elevado al hombre a la categoría de ser social, ha estructurado la tribu, la colectividad y es la base de cualquier democracia moderna actual. El proceso de humanización, de superioridad del ser humano se debe a su razón y a una óptima explotación de sus instintos básicos de conservación, de cuidado del grupo y de la especie, reconociendo y conduciendo su sexualidad, sus deseos de identidad personal y colectiva, sus ansias de pervivencia y trascendencia más allá de la muerte.
Despreciar el nacionalismo como algo caducado o propio de charlatanería localista, o como un tabú que no existe o no se puede interpretar, es tan insensato como sería hacerlo con la sexualidad o la religiosidad. Mantener que “el nacionalismo conduce a la estupidez o a la guerra”, es tan grotesco como sostener que la sexualidad o la religión son malsanas, en sí mismas y sin más precisiones. Un ser humano, y una comunidad humana, construyen su cosmovisión identitaria mediante un imaginario común, un entramado multidimensional donde “el cuidado de lo propio”, el nacionalismo, está presente y actuante.
No ridiculicemos un sentimiento humano tan hondo como la religión, el amor o la sexualidad. El nacionalismo no es un mito, y en todo caso como diría Lévi-Strauss "todo desciframiento de un mito es otro mito”. A pesar de que el nacionalismo ha quedado emparedado por las dos corrientes políticas dominantes del siglo XX que comparten un racionalismo economicista, liberalismo y socialismo, se puede pensar con la mente y también con el corazón, sin ser irreflexivos. Porque en el conflicto vasco-español, del que algunos niegan su existencia o la de un pueblo vasco, los más “antinacionalistas” son quienes han celebrado “Días de la Raza (Española)”, de la Hispanidad (Comunidad de Lengua) y los mismos que se sublevan en defensa de la ñ. Así pues, dejemos que dialoguen los argumentos y también la bondad de los corazones solidarios que comprenden cómo sienten los demás.
“El nacionalismo es frecuentemente la ideología de los aplastados”, según Gerd Behrens. Es una convicción que enraíza muy profundamente en una cualidad de la naturaleza humana. Aceptémoslo para avanzar hacia el acuerdo mediante el diálogo y el respeto mutuo. En este siglo XXI de la intercomunicación y de la globalización mundial que nos aboca hacia la uniformidad homogeneizadora, el nacionalismo rebrota como el calor del “hogar propio” en un planeta anodino. El nacionalismo se materializó en el pasado mediante conquistas en Imperios y en Estados, pero el progreso democrático ha purificado los elementos de sacralización, de belicosidad y de enfrentamiento para la autoafirmación autóctona, floreciendo un nacionalismo inteligente y moderno, cuyos primeros frutos en forma de nuevas Naciones pueden verse en la Unión Europea, en zonas tan desgarradas como los Balcanes o el Báltico. Muchos creemos que en Euskadi y en España, con arrobas de talento e imaginación, con comprensión y democracia, podríamos también abrir una modesta pero meritoria página en la cruenta Historia de la Humanidad, quizá incluso antes que en Irlanda, Flandes, Québec, el Sahara o Palestina.
Katrina: ¡Sálvese quien pueda!
El 29 de agosto el huracán Katrina asoló los Estados costeros de Louisiana, Mississippi y Alabama, siendo New Orleans (Louisiana) la principal ciudad afectada al desbordarse los diques de 7 metros que protegen la mayor parte de sus barrios que se encuentran bajo el nivel del mar y bordeados por el río Mississippi y el lago Pontchartrain. Un millón de personas fue desplazado, siguiendo las órdenes de evacuación emitidas desde el 28 de agosto, en una crisis humanitaria a escala desconocida en los Estados Unidos desde la “gran depresión” sucedida entre 1929 y 1939. Se anegaron 233.000 km², un área similar a la de todo el Reino Unido.
La muerte de casi un millar de personas (973 registrados hasta el 20 de septiembre, de los que 936 corresponden a Louisiana) y los millones de damnificados, junto a los daños materiales cuya recuperación exigirá sólo en el primer año más de 200.000 millones de dólares estimados, ha convertido a este ciclón tropical en el más desastre natural más destructivo, superando ampliamente al huracán Andrew de 1992 (26 muertos, 3 de ellos en las Bahamas, y 27.000 millones de dólares de pérdidas materiales).
El huracán Katrina es el cuarto huracán de categoría 5, la más destructiva de la escala Saffir-Simpson, que hace impacto en el territorio continental de EEUU desde que existen registros de este tipo de tormentas, si bien al penetrar en la costa se fue rebajando rápidamente de nivel. Constituye una catástrofe infrecuente de la naturaleza desatada, si bien no comparable con el cataclismo oceánico del tsunami que devastó el sureste asiático en las navidades pasadas de 2004.
En el caso del Katrina hubo previsión de su llegada, instrucciones de evacuación y alguna capacidad de anticipación, pero no la prevención y el socorro que cabía esperar de una sociedad rica y avanzada como se supone que es la mayor superpotencia del inicio del siglo XXI. Todo ello es producto de una determinada cultura política que arrincona la iniciativa pública, subestimando una serie de amenazas sociales y naturales, mientras amplifica otras de interés para las corporaciones armamentísticas como el riesgo de ataques terroristas (por ejemplo, desde Iraq con imaginarias armas de destrucción masiva).
Las imágenes difundidas ponen de manifiesto la existencia de un “cuarto mundo” de pobreza en la trastienda de una nación socialmente muy dispar, con un alto crecimiento económico pésimamente repartido y con una cobertura pública ínfima. Son reflejo del efecto continuado de las políticas neoliberales y neoconservadoras que se exhiben desde la Presidencia estadounidense y que se propagan a través del proceso de globalización internacional. Se aprecian en el minimalismo de lo público (del Estado), en los sectores fundamentales y críticos como la educación, la sanidad o la vivienda, y no llega a percibirse en sus más trágicos efectos hasta que una hecatombe los exterioriza.
Hechos contundentes demuestran cómo la Casa Blanca desvió fondos para el proyecto urgente de mejorar las presas y las estaciones de bombeo en Louisiana hacia la guerra en Irak. Esa misma contienda explica que no haya suficientes efectivos de la Guardia Nacional en los Estados sureños, los más pobres y expuestas de los EE.UU., que son justamente los que más tropas aportan para ser transportadas a destinos tan remotos. La ausencia de infraestructuras de Protección Civil, al estilo europeo, significa que únicamente personal militar pueda acometer en una sociedad tan fuertemente armada la tarea de socorro, ofreciéndose imágenes insólitas de rescatadores pertrechados con chalecos antibalas y rifles.
Puede parecer extraño entremezclar el belicismo de George W. Bush con la respuesta desde los poderes públicos ante una catástrofe de origen natural, pero los recursos humanos y presupuestarios siempre son limitados, por lo que el esfuerzo dirigido hacia la indiscutible hegemonía militar se detrae de otras partidas que podrían destinarse a fines mucho más solidarios dentro y fuera de las fronteras estadounidenses.
En una democracia la opinión pública debe aprender a dirigir su voto, especialmente cuando una calamidad de origen natural causa una mortandad tan alta entre sus conciudadanos menos pudientes. Abandonar el militarismo galopante y luchar contra la pobreza, sobre todo en el país de las grandes desigualdades, es una necesidad urgente que los gobiernos de cualquier signo y latitud abordarán cuando la sensibilidad social colectiva lo exija perentoriamente, y no por razones compasivas ante las víctimas de una calamidad, sino por mera justicia equitativa y solidaridad distributiva. El siglo XXI requiere soluciones políticas nacionales e internacionales que superen el individualista lema del “¡Sálvese quien pueda!”.
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/katrina.htm
El rapto de la democracia
La guerra quizá no hubiese empezado… si la opinión pública norteamericana no hubiese sido impúdicamente alimentada de fervor patriótico por sus dirigentes ultraderechistas con la excusa del 11-S, si valorase igualmente una vida estadounidense o cualquier otra vida humana, y si supiese realmente por la memoria de sus antepasados qué fue Gernica, Londres, Dresde, Hiroshima, Nagasaki y ya no pudiera creerse la hipocresía grotesca de los “bombardeos precisos y humanitarios”.
La guerra quizá no hubiese empezado… si el pueblo norteamericano comprendiese que ellos fueron los primeros creadores del armamento atómico, y los únicos que lo han utilizado; que ellos inventaron la tecnología de las “armas de los pobres”: las bombas de guerra química y biológica, de quienes no acceden a la guerra total regida por la física nuclear.
La guerra quizá no hubiese empezado… si el obsceno militarismo americano capaz de aniquilar despiadadamente a un pequeño país, subdesarrollado y exánime, no rebosase flaqueza ética. La supuesta omnipotencia militar norteamericana, exhibiéndose con la superproducción de su espectáculo de ultra tecnología para matar,… sólo acredita su impotencia democrática. Desalmados con mucho músculo y poco cerebro… en sus cabecillas.
La guerra quizá no hubiese empezado… si los cuatro “halcones”, el vicepresidente, Cheney, el secretario de Defensa, Rumsfeld, el número dos del Pentágono, Wolfowitz, y el presidente del Defense Policy Board, Perle (apodado El príncipe de las tinieblas) no contasen con la paradójica particularidad de que ninguno ha participado nunca en ninguna guerra; todos se las arreglaron para evitar ir a Vietnam, al igual que Bush. Aznar, y Trillo, también se escabulleron de cumplir, simplemente, el servicio militar.
La guerra quizá no hubiese empezado… si los dirigentes hubiesen escuchado al Papa cuando se refirió a la paz, como “don de Dios y humilde y constante conquista de los hombres, afirmando que “cuando la guerra, como en estos días en Irak, amenaza el destino de la humanidad, es más urgente proclamar que sólo la paz es el camino para construir una sociedad más justa y solidaria. Nunca la violencia y las armas pueden resolver los problemas de los hombres”.
La guerra quizá no hubiese empezado… si Aznar no aspirase a un puesto en la Historia (“pinche de genocidas”, será ya para siempre), o si su “Aznarazo” no hubiese superado al “Tejerazo”, ridiculizando a las Cortes y al Rey que pudo intervenir el 23F de 1981.
La guerra quizás acabe… cuando los belicistas no puedan soportar el coste electoral de sus crímenes, y cuando quienes les excusaban les abandonen. La guerra quizás acabe… cuando la opinión pública mundial se manifiesta con tal intensidad y presencia que su voz no pueda ser ignorada.
La guerra acabará… cuando se agoten los arsenales y deban reponernos los contribuyentes estadounidenses… y los expoliados del mundo entero. La guerra acabará… cuando el negocio del petróleo esté controlado, y el beneficio de la reconstrucción sea mayor que el de la devastación.
La guerra acabará… cuando la sangre de la inocencia masacrada apeste en nuestros cuartos de estar porque las imágenes de televisión no muestren complacientemente las mortíferas armas de los asesinos, sino los cadáveres de las víctimas.
La guerra acabaría para siempre… cuando convenzamos a la mayoría de votantes norteamericanos para que pongan fin a “la era de barbarie” y de “nuevo desorden mundial”. Para que admitan la civilización de quienes aborrecemos la pena de muerte, repudiando tan bárbara legislación, y que para regir el gigante militar que representan no elijan a un enano moral de sádico historial en ejecutar convictos.
La guerra acabaría para siempre… cuando Estados Unidos prefiera un mundo multipolar, renunciando a su egocéntrica superioridad que les permite ignorar la legalidad internacional, las Naciones Unidas y el Tribunal Penal Internacional (y el Protocolo de Kioto, los convenios de desarme o de minas antipersonal,…). La guerra acabaría para siempre… si se votase en referéndum abierto a toda la ciudadanía la participación de un gobierno en un conflicto militar.
La guerra acabaría para siempre… cuando todos los seres humanos reprobemos y desterremos de nuestra mente y de nuestro corazón esa insensata fruición por matarnos los unos a los otros.
La guerra acabaría para siempre… si ya no fuera posible el rapto de la democracia, el secuestro de la verdad por los sempiternos “señores de la guerra”, déspotas y falsarios, serviles esclavos del poder económico, que prenden fuego al mundo sembrando regueros de encarnadas amapolas de sangre, que algún día florecerán.
Las 8 etapas del desarrollo psicosocial de Erik Erikson
- Can I trust others? / ¿Puedo confiar en los demás?
- Am I independent? / ¿Soy independiente?
- Can I do what I want? / ¿Puedo hacer lo que quiero?
- Am I capable o competent? / ¿Soy capaz o competente?
- Do I know who I am? / ¿Sé quién soy?
- Do I have close relationships? / ¿Mantengo relaciones cercanas?
- Have I made a difference to others? / ¿He cambiado algo el mundo para los demás?
- Has my life been meaningful? / ¿Ha tenido sentido mi vida?
Miedos medidos
Cómo NO hacer amigos
Mordisquea los bolis que te hayan prestado.
Asómate por encima del hombro de alguien, murmurando mientras lees.
No mires nunca a los ojos de tu interlocutor.
Mantén fijamente tu mirada en los ojos de tu interlocutor, sin apartarla.
Cambia siempre de canal, justo 5 minutos antes del final de cada programa.
Acertijo en Twitter: ¿Asesinato o suicidio?
- Asesinato. Según la posición del bolígrafo sobre el papel se puede concluir que escribe con la mano izquierda. El arma está en su mano derecha, por lo que es comprensible que no se suicidara.
- Es un asesinato: suponiendo que estuviera sentada en el pequeño banco, escribió la nota y luego se pegó un tiro mientras estaba sentada, no habría mancha de sangre en la pared izquierda, ya que disparó en dirección opuesta con la mano derecha. Además, el cable de la lámpara sugiere que alguien quería oscuridad.
- Asesinato. Por el arma en la derecha y el cigarro en la izquierda sin soltarlo tras la muerte. Cocacola boli y tabaco indican que es zurda.Además si lo vas a hacer le metes las dos balas, (por si fallas). Las gafas están sobre la mesa a la derecha y la lámpara está desenchufada.
- Suicidio evidente porque hay dos cosas que nadie ha nombrado, la chancla y la bala en la mesa: Es ambidiestra; todo parece indicar que es zurdo y no se puede refutar o eso parece: el cenicero, la bebida, el boli, las gafas y la posición del flexo. Todo es correcto para un zurdo. Pero se olvida que a la derecha también están los libros (tienen notas y hojas sueltas, por lo tanto son para estudiar estando sentado en esa especie de escritorio y si los agarras cuando estás sentado pesan el doble y encima se nota por su grosor. necesitas tener fuerza en la mano derecha para ello. Si fuera zurdo del todo tendría los libros a su izquierda) y también está la papelera con la botella y la lata dentro. El problema también viene porque la gente piensa que nada más acabar de escribir se ha pegado el tiro en la misma posición y que parece un asesinato porque la pistola pesa y dan por hecho que su mano buena es la zurda y lo han dispuesto todo para que parezca asesinato. Se ha fumado varios cigarros mientras escribía la despedida, lo que demuestra nerviosismo y veracidad de su meta. Está decidido. Las colillas no estaban ahí de días anteriores porque la caja vacía de tabaco apoyada en la pared da a entender que se fumó lo que quedaba de esta, de lo contrario estaría más lleno el cenicero. Cuando acabó de escribir (mientras aún empezaba a fumar el "último cigarro") cargó una sola bala de dos que tenía inicialmente pensado usar en el cargador de la pistola. Con una sería suficiente; demuestra otra vez certeza en el acto que se va a cometer. Algo que ha pensado mucho. Acto seguido levantó la cabeza y vio su cara reflejada en la ventana encima del escritorio por la luz del flexo que dibujaba la expresión de su vergüenza (o miedo); desenchufó la lámpara, se dio la vuelta, dio otra calada al cigarro y se disparó en la sien. La gravedad hizo el resto. Tanto la posición de la silla como la mancha coinciden con el lado desde el que se disparó. El que se haya dado la vuelta también se ve en que la chancla es del pie derecho y es muy probable que la chancla del pie izquierdo esté debajo de su torso, detrás o simplemente ha salido del plano. El por qué sé que es otra bala y no un casquillo es porque las probabilidades de que NO haya podido acabar encima de la mesa en ese lado son muy altas. La salida del casquillo en el arma también lo tiene en su lado derecho que a su vez disparado desde su mano derecha es más que probable que acabe en alguna parte a su derecha también y bien lejos en otra parte de la habitación. Lo único que me confunde es que no se vea la marca de la bala en la pared al salir de la cabeza. Esto puede ser un error del dibujante o simplemente que la bala cambió de trayectoria al impactar de lleno en el cerebro y salir hacia arriba desde el lado izquierdo de su sien y tampoco salga en el plano. Pero lo achaco más a un error del dibujante porque coincide la altura de la salida de la sangre en la pared y la parte más ancha de la mancha.
Bienvenidos a #Crimenesilustrados1, una serie de misterios en forma de imagen, creados por mí e ilustrados por @javi_decastro.
— Modesto García (@modesto_garcia) March 25, 2020
En la imagen hay cuentas etiquetadas que os llevarán a más detalles de la escena del crimen. ¿Puedes resolver el misterio? La solución, en 6 días. pic.twitter.com/KiR3vBPDvG
¿Asesinato o suicidio? ¿Por qué? pic.twitter.com/wjrPawmhaY
— Acertijos y puzzles (@acertijosymas) March 16, 2024
Asesinato o suicidio?🕵️🔎
— 𝖪𝖾𝗇𝗂𝖺 𝗅𝗈 𝗁𝖺𝖼𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈 𝗆𝖺𝗅 (@RelatocuriosoK) February 21, 2022
Déjenme sus teorías, daré la respuesta correcta en la noche pic.twitter.com/O66zb3d3z8
Muerte al inteligente
El condenado a muerte, Daryl R. Atkins, evitó la inyección letal hace tres años porque su sentencia quedó suspendida por el Tribunal Supremo norteamericano al establecer la prohibición de ejecutar a reclusos cuyo coeficiente intelectual (CI) corresponda a la categoría de retrasado mental. Su célebre dictamen estableció que la ejecución de “retrasados” es inconstitucional, porque atenta contra la Octava Enmienda, que prohíbe los "castigos crueles" (sic). No se pronunciaron sobre la crueldad de la ejecución de los “normales”. Al menos, se creó una jurisprudencia de salvaguarda para “los deficientes” en esta extraña democracia que mantiene la pena de muerte en algunos Estados.
En 1998 Atkins sólo obtuvo un cociente intelectual de 59, siendo el promedio de la población 100 y estando fijado en 70 el umbral del retraso mental en el Estado de Virginia. Daryl, a quien en sus 27 años de existencia ni su familia, ni la educación recibida, ni el Estado lograron desarrollar su inteligencia, ahora parece que se ha “espabilado” por el trato con sus abogados para luchar por su vida. En su última evaluación ha alcanzado –desgraciadamente- un CI de 76. Haber llegado a ser “tonto estadístico”, pero no “retrasado”, le puede llevar finalmente a ser “matado legalmente” según el inhumano sistema judicial virginiano.
El psiquiatra forense encargado del caso, Evan S. Nelson, declaró el pasado noviembre que el convicto "Atkins recibió más estímulo intelectual en la prisión que durante toda su infancia y adolescencia, incluyendo las capacidades académicas teóricamente obligatorias de lectura y escritura, así como la competencia para aprender conceptos legales abstractos en su comunicación con los profesionales del Derecho que le defendieron”.
El disparate legal es inconmensurable: Establece una retroactividad para quien era un manifiesto “deficiente mental” cuando cometió su crimen. Se le condena a morir,… o a no progresar jamás en su vida, a pesar de haberse demostrado que podía hacerlo y que nadie se preocupó de él antes de iniciar su carrera criminal. Resulta bochornoso para todo el autodenominado “Primer Mundo” que, en el supuesto país líder mundial, las insuficiencias e ineficiencias de todo el gigantesco sistema social, en su escala familiar, educativa, sanitaria y de seguridad, la paga una víctima, que a su vez causó otra muerte aún más inocente.
Por un San Fermín sin dolor... ni humano ni animal
Esperanza de vida y su evolución histórica
Japón: Se espera que mejore su esperanza de vida hasta los 85,7 años.
Singapur: Estará entre los países con mayor esperanza de vida.
Suiza: Con una esperanza de vida de 85,2 años.
Portugal: También se encuentra en la lista de los países más longevos.
Italia: Se espera que tenga una alta esperanza de vida.
Israel: Estará entre los primeros lugares en términos de longevidad.
Francia: Se prevé una esperanza de vida de 84,3 años.
Luxemburgo: También se espera que tenga una alta esperanza de vida.
Australia: Con una esperanza de vida de 84,1 años.
#TidyTuesday week 49 - Life Expectancy. Created this animated choropleth map following another notebook in observablehq.
— Deepali Kank (@DeepaliKank) December 9, 2023
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Fecha de caducidad
Sanicomios para una alocada sociedad
Ya cerramos los manicomios. ¿Abrimos los sanicomios?
OBSERVACIONES: Hace ya dos décadas se cerraron la mayoría de los manicomios en nuestro país. Era un movimiento que, desde mediados del siglo XX, se venía produciendo a escala europea y que tuvo sus máximos exponentes en el Reino Unido, en Francia y en Italia con un abordaje de la salud mental desde planteamientos más científicos, comunitarios y sociales. Los decimonónicos hospitales mentales que parecían cárceles, fueron abolidos en un irreversible avance propiciado por una perspectiva ética y humana de asistencia al enfermo mental, junto con una atención sanitaria normalizada en centros de salud ordinarios con el apoyo de novedosos medicamentos.
El paulatino cierre de los manicomios coincidió con la bandera progresista de los profesionales sanitarios que entendieron que era la patología social fundamentalmente la que estaba detrás del enfermo mental y que, por tanto, eran los abordajes comunitarios los más efectivos a aplicar en su curación. Pero también es cierto que el fin de estas instituciones coincidió con épocas de recorte del gasto público, por lo que las propuestas vanguardistas fueron atendidas por responsables meramente interesados en el ahorro, más aún cuando en el Estado español, este hecho se produjo con las transferencias a las comunidades autónomas, que, en su inmensa mayoría de los casos, se hicieron sin las correspondientes dotaciones de infraestructuras y económicas. El resultado fue, con diferencias territoriales notables como en Euskadi donde es notorio el especial esfuerzo en los servicios socio-sanitarios públicos, que una gran mayoría de las personas que ejercen la mendicidad son enfermos mentales expulsados de manicomios, sin posibilidad alguna de integración familiar ni social, y que están esperando la muerte de este modo absolutamente indigno.
REFLEXIONES: La salud mental mantiene encendidas todas las luces rojas de alarma. Un informe reciente demuestra un significativo incremento en la tasa de suicidios, que ya es la cuarta causa de muerte con una mortalidad total del 10%. Como cabe esperar esta probabilidad no está equitativamente distribuida, y son las zonas deprimidas con alta tasa de paro, las que soportan una pesada carga de suicidio, acompañada del séquito de penurias que rodea a la desintegración social como depresión y alcoholismo. La frontera entre la salud física y la salud mental es minúscula. En atención primaria es comprobable que el 80% de las consultas se relaciona con patologías sociales o mentales, expresadas con síntomas somáticos originados por alteraciones relacionadas con factores más complejos de la vida de cada individuo.
El linde entre cordura y locura es sutil. Montesquieu dijo que “Se encierran algunos locos en un manicomio para hacer creer que los que están fuera son cuerdos” y un proverbio sánscrito apunta que “El loco que conoce su locura, es relativamente cuerdo; mas el loco que cree estar cuerdo, éste es verdaderamente loco”. El primer grado de la locura es creerse cuerdo, y el segundo es proclamarlo. Lo cierto es que cuando todo el mundo está loco, ser cuerdo es una locura. Incluso se ha defendido que “antes loco con todos, que cuerdo a solas”.
RECOMENDACIONES: Hubo un precedente histórico de “sanicomio” u hospital para cuerdos. Axel Faber, un industrial danés retirado que vivió en Méjico en años ‘60 inauguró una cadena de “asilos para cuerdos”, donde ganadores de premios Nobel e intelectuales de prestigio pudieron alejarse del mundanal ruido y dedicarse a pensar. Esas ínsulas de meditación incluyeron desde una casona en Acapulco hasta un castillo en Viena. Uno de los primeros huéspedes fue Donald Glaser, Nobel de Física en 1960, que declaró que "El Premio me ha enseñado que puedo resistir un tiempo a la luz pública, pero luego siento la necesidad de retirarme a un lugar tranquilo para trabajar. Si no se vuelve uno loco".
Los muros de los manicomios no separaban bien cordura y locura, o quizá ha llegado el momento de salvarse encerrándose tras las tapias porque fuera hay más locos que cuerdos, y en los mismos cuerdos, hay más locura que cordura. Pero si creemos como Diderot que “La cordura no es otra cosa que la ciencia de la felicidad”, hemos de aprestarnos a curar a nuestra sociedad, de todas esas manías y enfermedades sociales que tanto abundan, y cuya peor representación es la violencia en todas sus manifestaciones (doméstica, bélica, terrorista). Cómicamente Perich festejaba que "Locos y niños dicen siempre la verdad, y por eso se crearon manicomios y colegios". Muchos creemos que el primer “sanicomio” debe ser una nueva escuela no alienante, que rescate a las nuevas generaciones y así a toda la humanidad. Hoy día, desafortunadamente, manicomio y escuela son los únicos sitios donde al “cliente” no se le da (toda) la razón.
Joe Biden, un modelo de octogenario en plenitud
Tras las dudas por el informe del fiscal especial Robert Hur, nos parece esclarecedor este artículo de Charan Ranganath en el New York Times, "Soy neurocientífico y estamos pensando en la edad de Biden de manera errónea", publicado el 14 de febrero de 2024.#wsj#BiologicalAge#Telomeres pic.twitter.com/LNJazSWE5J
— Moshe Arye Milevsky (@RetirementQuant) March 13, 2023
Biden tiene la edad de Harrison Ford, Paul McCartney y Martin Scorsese. Más joven que Jane Fonda (86) y mucho más joven que Warren Buffett (93). Estas personas están en la cúspide de sus profesiones y no sorprendería que fueran más olvidadizas,... https://t.co/MzZGT3Dipo pic.twitter.com/HMwH3rgwcR
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) February 19, 2024
La inactividad física es el cuarto factor de mortalidad
El sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad; asimismo, aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis, cáncer de mama y colon, entre otros.
Según la O.M.S. la actividad física regular:
- reduce el riesgo de muerte prematura.
- reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, que representan un tercio de la mortalidad.
- reduce hasta en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II o cáncer de colon.
- contribuye a prevenir la hipertensión arterial, que afecta a un quinto de la población adulta del mundo.
- contribuye a prevenir la aparición de la osteoporosis, disminuyendo hasta en un 50% el riesgo de sufrir una fractura de cadera.
- disminuye el riesgo de padecer dolores lumbares y de espalda contribuye al bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad, la depresión, y los sentimientos de soledad.
- ayuda a controlar el peso disminuyendo el riesgo de obesidad hasta en un 50%.
- ayuda a desarrollar y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones.
Physical inactivity and sedentary behavior increase the risk of metabolic and endocrine diseases.
— Jackson Fyfe, PhD (@jacksonfyfe) July 23, 2023
Those who are physically inactive are:
1.75x more likely to develop cardiovascular disease
1.4x more likely to develop dementiahttps://t.co/vzYQVwFZwk pic.twitter.com/64JIUmMcs2
➡ Según la @OMS, el #sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles
— Tu Endocrino (@TuendocrinoSEEN) February 17, 2023
▶ Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor
Recuerda: ¡muévete! pic.twitter.com/uA6zENv1Zx
👉El 84,4% de los niños y adolescentes españoles pasan más de 2 horas 🕑 al día delante de una pantalla 🖥️. Conoce las consecuencias del sedentarismo y las recomendaciones de la OMS para evitarlo. #Sedentarismo #Saludhttps://t.co/wtZgML30Zq
— EFEsalud (@efesalud) March 26, 2024