Todo esto sería una coraza defensiva para protegerse de su inseguridad, miedo a no ser queridos y aceptados. En ocasiones los que padecen este síndrome acaban siendo personajes solitarios. Con escasa capacidad de empatía o de apertura al mundo de los "grandes", al no abrirse sentimentalmente, son vistos como individuos fríos o no predispuestos a darse, lo que vuelve como un bumerán a través de la no recepción de entregas o muestras ajenas de cariño.
Algunos profesionales avanzando tal vez audazmente en sus diagnósticos los han denominado esquizo - afectivos. También se dice que este padecimiento se da por no haber vivido una infancia normal, por haber trabajado desde edades demasiado tempranas o por otros motivos.
Según el psicólogo clínico Antoni Bolinches en su libro “Peter Pan puede crecer” actualiza los contenidos del Síndrome de Peter Pan. Desde entonces ningún autor había hablado sobre esta cuestión hasta que Bolinches escribió en su libro en el año 2010.
El autor define al hombre Peter Pan de la era tecnológica como aquel que tiene una necesidad afectiva, es egocéntrico, tiene poca resistencia a la frustración, dificultad de aceptar relaciones de igualdad con el sexo contrario y poca capacidad de autocrítica.
Bolinches según la autoimagen y el autoconcepto estable cuatro variantes del hombre Peter Pan: el seductor (+ autoimagen, + autoconcepto), el narcisista (+ autoimagen, - autoconcepto), el intelectual (- autoimagen, + autoconcepto), y el servicial (- autoimagen, - autoconcepto). Atención a la eterna historia, según Bolinches: «Ninguna mujer quiere al servicial, todas quieren seguir siempre sufriendo por el seductor» .
Bolinches según la autoimagen y el autoconcepto estable cuatro variantes del hombre Peter Pan: el seductor (+ autoimagen, + autoconcepto), el narcisista (+ autoimagen, - autoconcepto), el intelectual (- autoimagen, + autoconcepto), y el servicial (- autoimagen, - autoconcepto). Atención a la eterna historia, según Bolinches: «Ninguna mujer quiere al servicial, todas quieren seguir siempre sufriendo por el seductor» .