Este domingo lluvioso hemos visitado Retroclásica Bilbao 2021 en el BEC de Barakaldo. Quizá por la pandemia que no mengua, solamente un pabellón (el 6) con expositores y otros dos para aparcamiento de vehículos clásicos (más de 30 años desde la matriculación). Apenas abrieron el Pabellón 3 hacia el mediodía para unas decenas de clásicos que no cabían en el 9 (vídeos 17º y siguientes).
Una delicia ver nuestros primeros coches, como el SIMCA 1000 (fotos) azulito de quinta mano en 1973 donde casi nada funcionaba y hubo que arreglarlo todo, y el SEAT 127 (imágenes) nuevo blanco de cuatro puertas de 1975 comprado con doce letras. Sigue admirando lo pequeños que eran por fuera, especialmente el 127.
Desde hoy, 21-2-19, tenemos matriculado nuestro Tesla Model 3, aunque vamos a dejar que nuestro particular KITT nos espere en Getafe (¡somos así de pacientes!) para ir a recogerlo como se merece (es un fallo que no venga hasta nuestra casa por sus medios). Disculpad si durante unos días o posts os damos la lata con este tema que, obviamente, nos apasiona. Sin más excusas, reproducimos un debate que hemos mantenido en un Foro de Tesla.
Ante todo hemos de señalar que a nuestros sucesivos coches (Simca 1000, Seat 127, Opel Corsa, Renault 21, Ford Mondeo, Audi A6 y Lexus CT 200h) nunca les asignamos un apodo. Únicamente mi esposa llama "El Risas" al Lexus, por lo pequeño que es todo respecto al A6,... Por otra parte, según un estudio de Direct Seguros, un 20% de conductores pone nombre a su coche. Ese mismo informe asegura que las mujeres son más “fans” de ponerle un apelativo al coche. Tesla es un fabricante singular e insiste en animarnos a poner un alias a nuestro Model 3, que figurará en pantalla de modo preeminente. Así pues hemos de encontrar un identificador significativo, breve pero descriptivo. Nombres en inglés o en español,... o en latín. La idea puede girar en torno a una cualidad única de todos los Vehículos Eléctricos, magnificada en un Tesla, o jugar con un 3 en lugar de la vocal E (El3ctra), o apuntar a una característica propia de nuestro automóvil como su color,... El inglés cabe porque incluso en castellano decimos Model 3,... y porque hay muchos referentes. K.I.T.T. (Knight Industries Two Thousand) del Coche Fantástico, WattsOn (Sherlock Holmes y Watios On), Zeus (el dios griego del cielo y el trueno y por ende de la energía), sus equivalentes en la mitología romana Júpiter, en la etrusca, Tinia, en la egipcia, Amón y en la cananea, Baal, Mr. Blue Sky, Tess, 3nma, T3ssie, Sparky,... Una solución consiste en recordar cabalgaduras célebres desde burros como Platero, propuesta de PlaTesla, a los más famosos caballos de la historia como Pegasus (de Zeus), Caballo de Troya, Bucéfalo (Alejandro Magno), Marengo (Napoleón Bonaparte), La yegua Babieca (el Cid), Palomo (Simón Bolívar), Rocinante (Don Quijote),... Los 129 monturas de Napoleón, véase en este enlace, dan mucho juego desde Marengo a Vizir, pasando por Cyrus (rebautizado como Austerlitz), Taurus, Tamerlán, Nerón, Cerberé, o derivados de sus victorias como Marengo, Friedland, Wagram, Montevideo o Córdoba, de nombres más creativos como Roitelet, Intendant y Coquet. Recurrir a proverbios latinos salva el dilema de idioma, resulta muy sugerente,... pero no es muy popular. Se pueden elegir citas perfectas,... Enumeramos algunas: Carpe Diem, "Aprovecha el tiempo"; Tempus fugit, "El tiempo se escapa; Ubi bene, ibi patria, "Donde se está el bien, allí está la patria"; Urbi et orbi, "Para la ciudad y para el mundo"; Audentes fortuna iuvat, "La fortuna sonríe a los audaces"; Ipso facto, "Por el mismo hecho"; Res, non verba, "Hechos, no palabras"; Ars longa, vita brevis, "El arte es largo, la vida es corta",... El euskera también ofrece ideas, algunas que barajamos y otras sobrevenidas. Desde K.I.T.T.se puede derivar Kitto, que no tiene traducción, salvo en la expresión propia Eta kitto! que viene a significar algo así como ¡Lo hice! (muy a propósito del tema), ¡Y ya está!, ¡San se acabó!,... Otros con resonancias eléctricas serían Tximist (rayo),... Aún estamos barajando conceptos,... hasta el día final de este mes no hemos de bautizar a nuestro Model 3. Posiblemente sea algún latinajo, con poso,... una vez hemos descartado los ya citados y otros engendros como TRESla, JugueTesla, TeslAzul, Techla, Teseo,...
¿Nos decís vuestros nombres de coches? ¿Alguna sugerencia? Saludos y gracias.
En orden cronológico, comenzando por un Simca 1.000de cuarta mano, 42 CV DIN, que nos dejó mi padre. Con él aprendimos toda la mecánica, porque le fallaba todo: encendido, motor, carburador, frenos, palieres, cerraduras, pintura,... Lo peor era la pésima carrocería que estaba oxidada e incluso carcomida. Por todas partes, menos en los bajos del habitáculo donde llevábamos un estanque con agua que entraba por alguna parte, pero no se desalojaba a pesar de retirarle unos tapones que llevaba al efecto. Si lo dejabas unos días aparcado, quedaba marcado su perímetro por el óxido que se desprendía en cada portazo. Lo disfrutamos, y sobre todo lo reparamos, entre 1973 y 1975.
Nuestro primer coche comprado: Seat 127 CLX 4 puertas (máximo equipamiento) de 45 CV. Comprado, a plazos, a finales de 1975 estaba reluciente incluso el vano motor que te mostraban en el concesionario de lo que ahora es Bidarte en Bilbao. Todavía sin reposacabezas de serie, y apenas alguno opcional que no ofrecía ninguna garantía en caso de choque.
Opel CorsaTR 1.2 de 55 CV (parece que ahora no encontramos una foto propia). Comprado hacia 1986 resultó magnífico en todo su recorrido. Lo elegimos TR para ampliar maletero, pero sin puertas traseras por mejorar la rigidez y para que los hijos pequeños no pudiesen salir inopinadamente. Todavía no llevaba ABS, si EPS.
Nuestro primer automático, Renault 21 2.0 Automático de 120 CV. Comprado en 1990. Dio un magnífico resultado hasta que con 130.000 km el motor comenzó a fallar. Extraordinaria la caja de cambios automática ZF de, eso sí, sólo cuatro velocidades. Fue una extraña compra porque resultó más barato que su equivalente manual, dado que estuvo pedido por un comprador minusválido que finalmente no lo adquirió y el concesionario quería desprenderse de él.
Ford Mondeo 2.0 (nuestro último no automático, con 136 CV), comprado en 1996. Su compra también tuvo su anécdota dado que lo compramos por catálogo a un concesionario de Gipuzkoa cuando trabajábamos en Iurreta y no teníamos tiempo ni para acudir a elegir coche. Tampoco lo recogimos, ni nunca visitamos el concesionario, sino que nos lo trajeron a nuestro lugar de trabajo (EITB en Iurreta) y se llevaron el automóvil anterior.
AudiA6 1.8 T Multitronic (de éste hemos posteado largo y tendido), comprado en 2003. Fue una especie de regalo de Carmen, que aparece en la foto, por mi quincuagésimo cumpleaños y para cambiar la matrícula BI con la que nos paraban demasiado por el Sur. Propenso a averías, especialmente en su cambio automático Multitronic, cuyo costoso fallo a los 90.000 km supuso una avería de más de 7.200 euros (y eso que no fue sustituida por una nueva, sino por una reparada).
Semblanza basada en personajes reales, tipo Pepe Gotera y Otilio, algunos tan cercanos que hemos cambiado nombres y oficios.
Matías, o algo así, es el nombre ficticio de un barbero de carne y hueso. Sus estropicios capilares le han llevaron a conquistar tan merecido título, que está extendido por todo el barrio. Este tipo de personaje 'chapuzas' es frecuente en diversos oficios, pero se concentra especialmente en áreas como fontanería, albañilería, y otros gremios de la construcción en pequeña escala.
Su astucia consiste en una elaborada picaresca que comienza desplegando trastos que abandonan durante días para tomar posesión de una obra evitando la competencia, y termina con el tradicional arte de cobrar justo antes de que todo se desmorone… Sus 'hazañas' son legendarias y se propagan culpabilizando al conjunto del gremio, de modo que la clientela rebaje sus expectativas hasta un punto en el que ya nadie se queja… porque todos esperan lo peor.
Cuando ya no queda otro remedio, se les llama en la confianza de que lo que arreglen supere lo que, de seguro, van a estropear. Se les ruega aquello de “y, por favor, no rompan nada más”. Su caradura es legendaria, como sus inverosímiles excusas y explicaciones que únicamente se agradecen por el tiempo dedicado por gente tan altamente ocupada y retribuida, como bajamente cumplidora y preparada. Sus recibos y facturas de lápiz en papel de estraza del siglo XIX contrastan con sus abusivas minutas del siglo XXII. Su mejor descripción es: “De todo saben, pero de nada entienden”.
Todos hemos padecido sus desmanes. Como mera anécdota citaré que hace muchos años, en una céntrica calle de Bilbao me remendaba mi SIMCA 1000 un antiguo reparador de bicicletas, reciclado a motocicletas. Cada vez que desmontaba y ensamblaba el carburador le sobraban varias pequeñas piezas que, según él, eran innecesarias.
Quizá que hayan perdurado tanto tiempo sea más responsabilidad nuestra, sus sufridos clientes, que de ellos mismos. Ha llegado el tiempo de rechazar a timadores simpáticos y entrañables como “Manolo y Benito” y buscar auténticos profesionales. Que sean competitivos, tanto en sus trabajos como en sus tarifas.
... ¡Pues no estoy de acuerdo con esta encuesta! Dicen de mi 'primer coche': "Popular ha sido pero, desde luego, su diseño no es ningún prodigio de la exquisitez. Introducido en el año 1962 desde Francia, donde Simca pretendía convertirlo en el coche de referencia, su diseño se debe a Mario Revelli de Beaumont". Para la anécdota queda, además, Simca 1000 es uno de los pocos coches que puede alardear de tener una canción propia, aunque no sea precismente elogiosa.