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Vuelos atrevidos, como pasar por debajo de la Torre Eiffel

Vuelos atrevidos, como pasar por debajo de la Torre Eiffel
Avioneta Beechcraft Bonanza volando bajo la Torre Eiffel.

Para quienes tuvimos vocación (frustrada) de piloto desde niños, todo lo relacionado con aviones o el espacio siempre ha sido motivo de interés e inspiración. La mañana del sábado 31 de marzo de 1984 el piloto norteamericano Robert J. Moriarty y su compañero Richard Fenwic se inscribieron en una carrera aérea que uniría las ciudades de París y Libreville (Gabón)

Moriarty era un piloto con una dilatada experiencia lo que hacía que partiesen como uno de los equipos favoritos a la victoria. Sin embargo la mala suerte se cruzó en su camino y cuando sobrevolaban Portugal un inesperado fallo en el motor de su aeronave les obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Faro. Ya sin posibilidades de victoria decidieron abandonar la competición. Después de reparar el avión, y de vuelta en París mientras disfrutaban de una buena cena, se les ocurrió una idea que les haría famosos. 

Moriarty presentó un plan para volar desde el parisino aeropuerto de Le Bourget a Shannon, Irlanda. Despegó del aeropuerto de Paris a los mandos de su Beechcraft Bonanza y se dirigió al norte para que el control del tráfico aéreo local no sospechase de sus intenciones. Luego viró su rumbo para dirigirse directamente a la Torre Eiffel. Volando bajo y lento se acercó al icono francés. Llegado el momento se alineó con la cara sur de la torre, sobrevoló el kilómetro de longitud de los jardines del Campo de Marte ante la atónita mirada de parisinos y turistas, y atravesó el arco de la torre a escasos metros del suelo.

Previamente Moriarty y Fenwic habían contado sus planes a una agencia gráfica francesa para que tomase fotografías desde el suelo, pero estos fueron más allá y le propusieron llevar un cámara en el aeroplano (con la que se grabó el siguiente vídeo).
Tras cruzar la torre Eiffel volaron varios kilómetros en dirección norte, aterrizaron y dejaron bajar al cámara. El suceso pasó desapercibido para la opinión pública durante diez días hasta que la revista People lo publicó en abril. Posteriormente Moriarty diría que las autoridades francesas fueron bastante razonables acerca de todo el asunto. Llegaron a un acuerdo que simplemente me prohibía pisar suelo francés durante varios años. Posteriormente comentaría que solo se arrepintió de una cosa, haberlo hecho un 31 de Marzo y no esperar al día siguiente (1 de abril, el día de las bromas o inocentes). 

Este hecho, entre travesura temeraria e inusual hazaña, con su alta precisión en la ejecución de la maniobra no ha sido única. Tres años después del vuelo de Moriarty otra avioneta haría lo mismo. Las autoridades francesas se pusieron en contacto con Robert Moriarty para preguntarle si había vuelto a ser él. Contestó que, para él, con una vez era suficiente. 

Robert Moriarty fue un gran piloto, desde que debutó jovencísimo con 20 años como el aviador naval más joven de la historia en la guerra de Vietnam, luego obtuvo hasta 14 récords variados hasta un final menos glorioso, siempre a bordo de aviones. 

Aquel incidente no era la primera vez que se volaba por debajo de la Torre Eiffel. En otoño de 1945 el piloto Robert Fullerton a los mandos de un de Havilland Mosquito de la Royal Canadian Air Force perteneciente al escuadrón 409 también voló bajo el símbolo francés. Aunque la imagen siguiente posiblemente sea un montaje, parece ser que la fotografía original existe y se conserva en el museo de la Fuerza Aérea de Canadá en Comox, Columbia Británica.
Vuelos atrevidos, como pasar por debajo de la Torre Eiffel
París también había sido previamente el inmejorable escenario de otro vuelo aún más dificultoso, pasando una avión bajo el Arco de Triunfo, si bien a velocidades más manejables. Para recuperar el deshonor de no haber podido volar sobre las tropas en el Desfile de la Victoria el 14 de julio de 1919, menos de un año después de la Primera Guerra Mundial, un grupo de avezados pilotos franceses decidieron hacer esa proeza.

El elegido fue Jean Navarre, apodado "El centinela de Verdún", un popular as del aire con 12 victorias confirmadas y 15 no confirmadas. Navarra comenzó a practicar las técnicas de bajo vuelo en Villacoublay campo de aviación, pero desafortunadamente murió el 10 julio, mientras que su avión se estrelló durante uno de los vuelos de entrenamiento. Charles Godefroy, un instructor de vuelo con más de 500 horas de vuelo, se ofreció inmediatamente como voluntario para reemplazar a Navarre. Lamentablemente, era demasiado tarde para volar bajo el Arco el día del desfile. Godefroy también necesitaba algo de entrenamiento y el vuelo tuvo que posponerse. 

El espacio libre apenas es de 14,50 metros, por lo que Godefroy decidió volar bajo el Arco con el Nieuport 11 Bébé, un pequeño caza biplano introducido en 1916. Con su envergadura de 7,52 metros debería tener suficiente espacio para actuar. este vuelo de aventuras. Como el vuelo estaba ahora programado para agosto, sin una multitud de testigos en el desfile, se pidió al periodista francés Jacques Mortane que filmara todo el evento. 
El 7 ° de agosto de 1919, Godefroy despegó de Villacoublay y se dirigió hacia París. Al principio, rodeó el Arco dos veces y luego de repente lo atravesó en un vuelo de muy bajo nivel. Su Nieuport casi choca con el tranvía que pasaba y los pasajeros se tiran al suelo presas del pánico. Al día siguiente, todos los periódicos informaron del hecho, sin embargo, el público desconocía el nombre del valiente piloto. Desafortunadamente, la película de Mortane fue prohibida casi de inmediato por la policía, y pocos días después, la siguiente investigación reveló el nombre del piloto. Sin embargo, Charles Godefroy escapó solo con una advertencia, probablemente porque este era su último vuelo. Tomando en consideración a su familia, asustado por su truco, Godefroy prometió dejar de volar y se convirtió en comerciante de vinos.
Vuelos atrevidos, como pasar por debajo de la Torre Eiffel
Otros vuelos bajo la Torre Eiffel, como el fallido de Leon Collet y su Bleguet 19 en 1926 y otros no documentado como en combate en plena II Guerra Mundial
Más vuelos increíbles, en París y otras ciudades
Muchos más posts sobre aviones y vuelos.

Hierro: El color de un pueblo, o el color de un puente

Hierro: El color de un pueblo, o el color de un puente
Imagen del minutaje 58:43, casi al final de la conferencia. Post previo relacionado de 10 años antes: El Puente Colgante cambiará de color.

ZIENTZIA ASTEA 2020 - Grabación completa de la Hitzaldia/Conferencia - 
Hierro: El color de un pueblo por Oskar González Mendia, @Oskar_KimikArte.

A través un un DM (Mensaje Directo) de Twitter recibimos tanto la noticia de esta magnífica conferencia Hierro: El color de un pueblo dentro de la Semana de la Ciencia y Tecnología por parte de su ponente:  Oskar González Mendía, @Oskar_KimikArte. Ha sido el 4-11-20 y sigue un resumen de su convocatoria.

"Si hay un material vinculado con la Ría del Nervión ese es el hierro. Desde las minas de la Arboleda hasta el Puente Colgante, pasando por los Astilleros de Sestao o los Altos Hornos de Vizcaya, fue el gran motor del proceso de industrialización. Pero el hierro es mucho más que carretas repletas de mineral y fundiciones al rojo vivo. Este elemento químico resultó imprescindible para que nuestros ancestros dejasen su huella en las cuevas de Santimamiñe o para que la escuela de escultura vasca despegase la segunda mitad del s. XX. La historia del hierro es la historia del arte. En esta conferencia haremos un recorrido por los diferentes usos de este metal en pigmentos, cerámica, estatuas, arquitectura y, por supuesto, patrimonio industrial".


Ponente:  Oskar González Mendia, doctor en Química, profesor de las facultades de Ciencia y Tecnología y Bellas Artes de la UPV/EHU y divulgador científico. Día: Miércoles, 4 de noviembre. Hora: 19:00. Lugar: Auditorium del Centro Cívico Clara Campoamor.

Nuevo color del Puente Colgante 
Imagen de noviembre de 2010, cuando fue pintado con el nuevo color el Puente Colgante.

La preferencia ciudadana hace diez años para repintar el Puente Colgante se fue hacia el 'Vena Roja Hematites Somorrostro' con el 40,7% de los votos, casi empatado con el tinte acaramelado 'Blenda Triano', con el 39,8% -quizá por su cercanía en color con la Torre Eiffel- y en última posición se situó el 'Campanil de Gallarta" con el 19,5%. Las razones de la transformación fueron técnicas. El color negro es demasiado absorbente de la radiación solar y provoca una dilatación en verano que se pretende reducir.

Denis Shiryaev, arte y tecnología fusionados

Denis Shiryaev, arte y tecnología fusionados
“Mona Lisa” por Leonardo da Vinci

El artista artista, fotógrafo, youtuber y programador ruso Denis Shiryaev  (véase su canal YouTube) está logrando que la inteligencia artificial y la digitalización reescriban la historia.
Denis Shiryaev, arte y tecnología fusionados
“American Gothic” por Grant Wood
Por ejemplo, Denis Shiryaev creó un proyecto de arte con redes neuronales donde genera rostros realistas a partir de los protagonistas de las pinturas más famosas. En uno de sus vídeos nos muestra cómo los algoritmos digitales captan la esencia de los rostros artísticos y los transforman en retratos muy verosímiles.

También que 124 años después, escalando a 4K 60fps las películas clásicas de los hermanos Lumière de 1896 recobran un nuevo aspecto con estabilización y con colorización. En este vídeo de su canal nos muestra cómo los algoritmos recuperan incluso la película más antigua grabada en Inglaterra en 1888.

Denis Shiryaev asegura haber usado diferentes Inteligencias Artificiales para realizar distintos procesos; ha usado DAIN para realizar la interpolación por frame (para adecuarlo a los tan ansiados 60 fps), ESRGAN para realizar una base de datos para realizar el reescalado de los frames por segundo y DeOldify para la colorización del vídeo. Una IA que usa imágenes actuales y antiguas para intentar dar un color realista a los metrajes más antiguos de los que se tiene registro. El sonido proviene del sonido inmersivo remasterizado proveniente del vídeo original.
Aquí puede verse la Torre Eiffel en construcción. 
Otra reconstrucción coloreada de New York en 1911. 
San Francisco remasterizada, 4 días antes del terremoto y consiguiente incendio que el 18 de abril de 1906 la arrasó casi por completo.
O el paseo lunar del Apolo 16 que pronto cumplirá 50 años.

El Puente Colgante cambiará de color

Vena roja hematites Somorrostro, ¿el nuevo color del Puente Colgante?
La Torre Eiffel de París no es negra (ver su color entre estas fotos), sino de color marrón oscuro parecido al del champán. Y el Puente Colgante abandonará su tonalidad actual, un alquitranado negro azabache. La empresa Transbordador de Vizcaya S.L., gestora hasta 2015 de la explotación del Puente Colgante, ha propuesto tres colores posibles. Proceden de los minerales más comunes de las minas de Bizkaia, con tonalidades que abarcan una gama cromatística desde rojos oscuros a grises amarillentos. 

Una primera encuesta de El Correo entre sus lectores otorga la preferencia ciudadana hacia el 'Vena Roja Hematites Somorrostro' con el 40,7% de los votos, casi empatado con el tinte acaramelado 'Blenda Triano', con el 39,8% -quizá por su cercanía en color con la Torre Eiffel- y en última posición se sitúa el 'Campanil de Gallarta" con el 19,5%. Las razones de la transformación son técnicas. El color negro es demasiado absorbente de la radiación solar y provoca una dilatación en verano que se pretende reducir.
Blenda Triano, ¿el nuevo color del Puente Colgante?
Se han pintado los pilares del Puente Colgante con las tres opciones para comprobar su eficacia en el grado de protección contra la oxidación, y evaluar su capacidad de absorción del sol. En nuestra opinión son tres colores válidos y perfectamente adecuados, pero sobre gustos hay opiniones para todo. Nuestra preferencia personal, favorable al repintado por los motivos expuestos y por dar un renacimiento superficial a una estructura eterna, se explicita en el orden de las tres fotos anexadas, de arriba hacia abajo, coincidente con la encuesta, pero aún dubitativa entre el Hematites Somorrostro y el Campanil de Gallarta.
Campanil de Gallarta, ¿el nuevo color del Puente Colgante?
En los comentarios podéis aportar vuestros puntos de vistas: ¿Dejar como está el Puente Colgante o cambiarle la cara? ¿Con qué color? También se puede rellenar un formulario disponible en las tiendas del transbordador para opinar sobre el tema. Más fotos de las tres opciones disponibles

Actualización a 11-12-2010: Finalmente, la ciudadanía con el visto bueno de la Diputación Foral de Bizkaia, se decanta por el 'Vena Hematites Roja de Somorrostro' como nueva tonalidad del Puente Colgante. Cuatro toneladas de pintura, con un coste de 400.000 euros, cambiarán el color del transbordador.

Actualización a 2-11-2020: Este post y sus imágenes son utilizadas en una conferencia titulada "Hierro: El color de un pueblo, o el color de un puente" que se recoge en este post de 2020.

Reforma del Puente Colgante

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Hemos recogido un testimonio gráfico de la primera fase de mantenimiento del Puente Colgante, que recientemente ha acometido la mayor reforma de su historia. Significará un repintado pasando del negro al marrón achampanado, tonalidad similar a la de la Torre Eiffel. Casualmente hemos sido disfrutado con un aurresku bailado sobre una tabla de surf, que puede verse bajo estas líneas.

Vídeo y fotos del día, incluyendo las del barco turístico Txinbito en el que viajaremos hasta el Museo Marítimo Ría de Bilbao el próximo sábado 20 de noviembre de 2010 con quienes se inscriban en el II Encuentro GetxoBlog, simplemente haciendo un clic en este enlace.
Txinbito
Estábamos decidiendo ángulos en el mismo horario para la foto oficial del II Encuentro de Bloggers de Getxo... y alrededores, que se celebrará justamente dentro de una semana.

Lo esencial de París...

Aparte los casos de trasbordo en los aeropuertos, esta semana pasada ha sido para mí la quinta visita a la ciudad que es el primer destino turístico del mundo. A modo de recomendación, lo indispensable, que como mínimo ha de dedicarse un día por elemento, es la terna de:
  • El París desde las alturas con la Torre Eiffel (fotos), el barrio elevado de Montmartre con Basílica del Sacré Cœur (fotos), ...:
  • El París sobre el Sena (fotos) desde los 37 puentes que lo cruzan (31 de los cuales puentes viarios, 4 pasarelas, 2 puentes exclusivamente ferroviarios y 32 iluminados); y
  • El París cultural de sus museos, con el Louvre (fotos) y otros muchos museos (se dice que más que días de un año).
[Este post actúa a modo de cierre de esta semana, pero seguiremos en los días siguientes incorporando fotos y vídeos recientes de Francia en Flickr, Blip,...]
Panoramica desde el Arco del Triunfo

Monumentos tumbados

Vivo y disfruto de un municipio turístico como es Getxo, en el País Vasco muy cerca de Bilbao. Un creciente turismo de calidad lo visita con intereses culturales por sus monumentos reconocidos y su variada arquitectura distribuida en un privilegiado urbanismo costero. El referente turístico principal es el Puente Colgante de Bizkaia, el primer Puente Transbordador del mundo y de gran similitud constructiva con la Torre Eiffel, debido a la amistad personal entre sus constructores -Eiffel y Palacio-, a la que iguala en grandiosidad y supera en utilidad cotidiana.

Los turistas deambulan por los alrededores del Puente Colgante, sin apreciar un monumento aún más admirable pero menos espectacular porque no se erige sobre las aguas de la ría Ibaizabal (o Nervión), sino que aparentemente apenas sirve de pavimento para paseo de viandantes. Se trata del Muelle de Churruca en Portugalete (enfrente del monumento, y al otro lado de la ría), que venció la temible barra de arena de posición variable que hacía imposible la navegación en épocas de temporal, y llegó a paralizar toda la floreciente industria de Bizkaia en 1875. Evaristo Churruca tras estudiar detenidamente a base de continuas mediciones de vientos, mareas, corrientes y aluviones del río, inició la obra del muelle de hierro en 1881. Se trataba de prolongar el muelle con 800 metros y una ligera curvatura hacia el norte para favorecer la tendencia natural de la corriente y ayudar a ésta a abrir un cauce suficiente en la barra. Así logró un cauce profundo que permitió la entrada de barcos de 25 pies de calado (hasta entonces encallaban los de 13 pies), con lo que pudieron llegar hasta el mismo Bilbao buques de 300 pies de eslora y 20 pies de calado. Además conjuró el peligro histórico de las inundaciones producidas frecuentemente en la Villa bilbaína. Al triplicarse el tonelaje medio de los barcos, los fletes se redujeron, y el tonelaje de importación y exportación se cuadruplicó. Esta gigantesca obra apenas denota el esfuerzo constructivo porque mayoritariamente queda sumergida. A pesar de sus enormes dimensiones, añade a la belleza de un paisaje natural marítimo hasta entonces intacto la contribución de una ingeniería respetuosa que, en términos modernos, podría calificarse de integradora y minimalista. Representa la iniciativa y dinamismo de la sociedad civil vasca de su época. Recientemente el Ayuntamiento de Getxo ha embellecido toda la jardinería y mobiliario urbano del Muelle getxoztarra, y sólo cabe añadir algún panel informativo junto al elegante conjunto escultórico dedicado al ingeniero Churruca, construido por M. G. de Salazar en 1939 y donde se representa alegóricamente la lucha de titanes entre la tierra y el mar (neptuno).

Ahora que Getxo quiere comprometerse como la “Ciudad de la Convivencia”, el conjunto monumental y el propio muelle recuerda a los “monumentos invisibles” del escultor alemán Jochen Gerz, que se erigieron por encargo de poblaciones víctimas de las guerras y en los que “no hay nada para ver”, representando la culminación de la desgarradura imaginaria característica de la obra de arte moderna, y que podría rememorar en el futuro el padecimiento vivido en Euskadi por causa de la violencia. Todo ello podría ser auspiciado por la UNESCO como un proyecto de los denominados "Polos de la Paz", que envían un mensaje de paz a la humanidad educando en un espíritu de paz y armonía.

Las personas también somos como los monumentos. Se ve más y mejor a quienes se alzan sobre altos pedestales y son visibles desde la distancia. Pero seguramente las mejores espíritus corresponden a las personas tumbadas y yacentes, quizá enfermas o convalecientes pero nunca derrotadas, porque la utilidad y el valor de un alma no se determina por la posición de su cuerpo.

[Homenaje a Luis Mari Guinea, hasta que recupere toda su vitalidad.]