¿Usted, qué es?

La recalcitrante interpelación que nos acosa incesantemente.

Con ocasión de la publicación de un artículo en la revista intelectual Alt+64, fundada en Burgos por un restringido grupo de universitarios autodefinidos como “nihilistas pragmáticos”, uno de sus directores -Unai Macías, hijo además de un buen amigo-, me preguntaba qué título deseaba añadir bajo mi firma. Es la cuestión que periódicamente recibimos cualquiera de nosotros: ¿Usted, qué es? Normalmente, parece circunscribirse la pesquisa a ¿en qué trabaja? o ¿a qué se dedica? Pero la pregunta literalmente abarca casi al conjunto de nuestra identidad, y sólo puede responderse con una cierta extensión. Así que acogiéndome al tópico de “me alegro que me plantee esa pregunta”, contesto concisamente. Soy o, sería más preciso decir, me siento…

1º Un ser espiritual. Alguien dotado de una quintaesencia inmortal, con algún tipo de “alma” imperecedera. Seguramente existen infinitos entes así. Uno de ellos, espero ser yo.
2º Un ser vivo. Importante propiedad la de estar vivo… de momento. Otros espíritus ya no lo están, al menos con esta forma de vida terrenal. Mis padres, por ejemplo, a quienes percibo muy cerca, ya no son seres vivos, lamentablemente.
3º Un animal. Compartir la vida nos aproxima a la flora y nos aleja del mundo mineral. Dentro de los seres vivos, pertenecer a la fauna es una categoría crucial. Creo que mi relación con un ciempiés siempre será muy superior a la que pueda establecer con una orquídea.
4º Un vertebrado. Otro nivel importante de identidad: Mi mascota preferida debería ser como mínimo un ser medular: un pez, un anfibio, un reptil, un ave o…
5º Un mamífero, lo que nos dota de una mayor posibilidad de relación y de inteligencia, aunque entre ellos siempre me he sentido sobre todo…
6º Un placentario. No tengo nada, al revés como se ha visto, contra marsupiales o monotremas, pero me afirmo como euterio, como la mayoría de los mamíferos.
7º Un primate. Entre las 17 órdenes de placentarios, sinceramente me adapto mejor a los primates, sin desdeñar a insectívoros, quirópteros, carnívoros, macroscélidos, edentados, tubulidentados, roedores, lagomorfos, sirénidos, artiodáctilos, perisodáctilos,… o proboscídeos, aunque mi tamaño pudiera confundir.
8º Un homínido. No nos engañemos, entre los primates me quedo con los homínidos, aunque sean de Neandertal o de Cromagnon. Hasta aquí supongo que coincidimos todos.

En este punto podríamos terminar, y firmar cualquiera de nosotros con el título de “Homínido”, o “Mamífero” e incluso “Vertebrado” si preferimos ser más integradores. El resto son matices que carecen de importancia: sexo, edad, religión, color, raza, formación, nacionalidad,… y no hacen a ninguna persona superior a otra. Únicamente sirven esas peculiaridades para terminar de conformarnos, de hacernos diferentes en lo accesorio, para dotar de irrepetible diversidad individual a la esencia de lo humano inmanente.

[En mi caso particular, por si alguien tuviera curiosidad, me siento en lo referido únicamente a apego geográfico: A) De latitudes medias o de zona templada, que va desde los trópicos hasta los círculos polares, determinando que cada año la naturaleza nos cambie gratuitamente el decorado en 4 estaciones diferenciadas. B) Costero, lo que marca el impacto del mar en nuestra personalidad. C) Europeo, que significa mucha historia, muchas lenguas, muchas guerras y muchas civilizaciones. D) Vasco, que origina convivir con una ancestral cultura propia en una fascinante esquina del mundo, junto a las poderosas culturas española y francesa, así como con una intensa influencia anglosajona. E) Bizkaitarra, cuyo matiz histórico, marinero y minero, es muy original, y específicamente del eje Nervión-Ibaizabal, entre Bilbao y el Abra. F) Getxoztarra, residente en este municipio único por su pequeñez, belleza y completitud. G) Arenero (no “harenero”), particularmente del barrio de Las Arenas, donde -entre la singular humedad cantábrica de las mareas de la ría- pueden presentirse los granos silíceos bajo los pies cuando se pasea por sus pavimentados muelles, desde el Puente Colgante hasta la playa de la Bola.]

Aznar is different

Mientras sus colegas Bush y Blair ceden ante la opinión pública, el tercer tenor de Las Azores descarta investigar sobre las supuestas armas de destrucción masiva iraquíes. Aznar reitera que sus decisiones se basaron en “informes de inspectores de la ONU” (sic). El líder có(s)mico, el presidente de un país diferente, inventor de la “guerrilla” (ahora llamada terrorismo), sólo se expresa en la lengua cervantina, aparte del catalán que habla en la intimidad (por cierto, los descubridores de la fregona y el chupa-chups eran catalanes). Esta penuria lingüística le reporta notables ventajas al insigne paladín, inventor de la mediocracia para memócratas. Cuando los Gobiernos norteamericano y británico admiten “dudas legítimas" sobre los supuestos arsenales del régimen de Saddam Hussein, todo el mundo mira pregunta al “enterao” líder mundial: And you? Aznar, se escabulle chapurreando en francés: Je (ne) comprend pas!

Aunque Zaplana asegure que "el Presidente nunca ha dicho que a él le conste, a él expresamente, que el régimen iraquí tuviera armas de destrucción masiva", la hemeroteca no miente. Aznar ha declarado literalmente: "Pueden estar seguros de que el régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva"; "Hay que liberar al mundo del peligro que supone la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Saddam"; "El Gobierno tiene información reservada que demuestra que Irak, con armas químicas y biológicas y conexiones con grupos terroristas, supone una amenaza para la paz y la seguridad mundial. Tenemos evidencias suficientes en ese sentido"; "El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva, tiene vínculos con grupos terroristas y ha demostrado a lo largo de la historia que es una amenaza para todos"; "Los propios inspectores de Naciones Unidas han constatado armamento químico y biológico no declarado por Saddam"; "El arsenal químico y bacteriológico tarde o temprano tendrá que aparecer" y "Esas armas serán encontradas".

Le echaremos de menos, sobre todo los humoristas, pero de todas formas… ¡Váyase Sr. Aznar! Y si es posible, llévese con usted su miedo, su credo y su dedo.

Atrapados en el tiempo

¿Por qué nos ha correspondido nacer en esta época?

La prensa internacional nos ha anunciado el día 2 de febrero que la marmota Phil ha salido de su guarida y eso significa que quedan seis semanas de invierno. Se supone que la predicción es válida para el pueblo de Punxsutawney (en Pensilvania, EE.UU.), pero la era Internet propaga el evento incluso hasta el hemisferio sur donde está agotándose el verano. La fiesta del “Día de la Marmota” celebrada anualmente, fue popularizada en una original película titulada “Atrapado en el tiempo”.

Los protagonistas, encarnados por Bill Murray y Andie MacDowell, son un periodista gruñón y una encantadora productora encargados de la información meteorológica de una emisora de televisión, quienes son enviados a transmitir esta fiesta folklórica. El cazafantasmas Murray, en su mejor actuación en esta comedia de navidad, revive el mismo día cada vez que se despierta, habiendo quedado inexplicablemente atrapado en el tiempo. Aprende mucho de las personas pudiendo corregir sus errores, al volver a vivir las mismas situaciones día tras día.

Esta sensación de “bucle temporal”, de “déjà vu” (ya visto o vivido), de levantarse tras sonar el despertador y observar por la misma ventana el mismo paisaje es algo que todos hemos percibido, la reiteración rutinaria del mismo día que se repite una y otra vez. En la vida real, ciertamente existen factores que cambian y nuestro esfuerzo permite mejorar el entorno humano y físico que nos rodea.

Pero también presentimos que estamos en un círculo vicioso de difícil salida. Oímos la radio o leemos la prensa y comprobamos cada jornada que continúan las guerras, los conflictos, los enfrentamientos, las políticas basadas en la fuerza y que el planeta prospera muy lentamente en libertad, en igualdad y en solidaridad. Es verdad que puestos a quedar atrapados en una época, en un siglo, lo menos malo es haber nacido lo más tardíamente posible. Quizá es esperanzador que la humanidad ha venido progresando, entendiendo, extendiendo y reconociendo los derechos de las personas y de los pueblos. Lo desesperante es la lentitud de este proceso, así como la contumacia de la maldad o, acaso, sólo necedad de quienes se oponen a este progreso.

Al igual que Murray, únicamente la comprobación de que el odio no conduce a ningún tipo de felicidad y la aceptación sin resentimiento de los errores, ajenos y propios, nos dará la clave altruista para superar la depresión por la inercia de la injusticia: la solución vendrá por una revalorización del perdón, de la tolerancia, del esfuerzo y de la generosidad. Ojalá que pronto el espectáculo retransmitido urbi et orbi (que significa literalmente “para la ciudad y para el mundo”) sea la salida anual de una paloma de la paz desde un pequeño pueblo, que podría ser Gernika, significando que en las próximas décadas todo el universo disfrutará de Paz. Vídeo

Watergate catalán

¿El caso Carod-Rovira advierte del nivel de nuestra democracia?

Hace 31 años del caso Watergate hizo dimitir en EE.UU. al presidente Richard Nixon. Destapado por dos jóvenes reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein del Washington Post, este caso reivindicó el periodismo de investigación, y la ciudadanía admiró a los periodistas como héroes al servicio de la libertad. Un "incidente de poca monta", todavía inexplicado en gran medida, obligó por primera vez en la historia a renunciar a un presidente norteamericano, y sus asesores más cercanos fueron enviados a prisión. La opinión pública estadounidense se preguntó: "¿Qué sabía el presidente... y cuándo lo supo?"

El poder de la prensa, la democracia asentada y la independencia de la justicia se hicieron eco de la frustración ciudadana en 1973 y desvelaron sórdidas revelaciones, conocidas como el escándalo Watergate. Todo comenzó cuando el 17 de junio de 1972 se sorprendió a 5 hombres registrando la sede del Partido Demócrata en Washington. Estaban relacionados con la CIA. Por entonces, el presidente republicano Richard Nixon, parecía destinado a obtener una fácil reelección sobre el candidato demócrata George McCovern. De hecho, en noviembre Nixon alcanzó una aplastante victoria, pero aquel fisgoneo resultó ser una bomba de tiempo que detonaría meses después.

La televisión jugó un papel decisivo en la avalancha de rumores, imputaciones, contraacusaciones y amenazas. Accidentalmente los investigadores descubrieron que Nixon había instalado una grabadora en la sala oval de la Casa Blanca, cuyas cintas contenían conversaciones desde la primavera de 1971. Estas grabaciones fueron requeridas, pero Nixon sólo entregó 7 de las 9 cintas solicitadas, con interrupciones borradas que, en muchos casos, fueron reconstruidas electrónicamente por expertos. Así se probaron las “mentiras del Presidente”. De los cinco cargos iniciales, tres fueron inculpaciones en el veredicto final: obstrucción de justicia, abuso de poderes presidenciales e intento de impedir el mismo proceso de inculpación. La noche del 9 de agosto de 1974, Nixon apareció en televisión para anunciar su renuncia.

Son evidentes las similitudes del Watergate con el espionaje a un político democrático, miembro de un gobierno autonómico. ¿Cuál es la diferencia? ¿Falta aquí una fuente confidencial como "Deep Throat" (Garganta Profunda)? ¿O la gran diferencia radica en la dependencia de los poderes legislativo, judicial y mediático? ¡Lástima que en vez de un Watergate fracasado aquí tengamos un triunfante super-regate del espionaje!

Últimos minutos

¿Qué haríamos si nos quedasen sólo 5 minutos?

Christopher Morley fue un prolífico poeta y escritor inglés fallecido en 1957, hijo del ilustre Frank Morley, profesor de matemáticas de la Universidad John Hopkins, descubridor hacia 1899 del teorema de Morley, sobre el triángulo equilátero formado por las trisectrices de cualquier triángulo. Morley hijo popularizó citas muy difundidas y variadas: “En política siempre hay que elegir entre dos males”; “Solamente hay un éxito: ser capaz de gastar tu vida en tu propio camino”; “La vida es una lengua extranjera; todos los hombres la pronuncian mal” o “Cuando le vendes a uno un libro, no le vendes medio kilo de papel, tinta y cola, sino que le ofreces una nueva vida”.

Sus máximas sociales siguen siendo de innegable actualidad: “La verdad no es un régimen dietético, sino un condimento”, “No hay pendencia tan violenta como la que surge entre los que aceptaron alguna idea ayer y los que la aceptarán mañana”, “No se ha convertido un hombre si se le ha reducido al silencio”o “Leamos cada día algo que no lee nadie más. Pensemos cada día algo que nadie más piensa. No es bueno para la mente formar parte siempre de la unanimidad”.

De sus reflexiones destaca un pensamiento que prueba la dimensión profunda de la existencia: “Si descubriéramos que sólo nos quedan cinco minutos para decir todo lo que deseamos decir, todos los teléfonos estarían ocupadas por personas que llaman a otras para decirles que las aman”. Es una meditación impresionante. Recientemente en la tragedia del 11-S supimos que algunos de los pasajeros de los aviones secuestrados, sabiendo que les conducían a una muerte segura, dedicaron sus postreros minutos a telefonear a sus casas para despedirse.

Quién no ha imaginado alguna vez la última hora de un condenado a muerte. En mi infancia, hace años cuando la propagación de noticias no se producía a la velocidad de Internet, seguí con retraso la historia de Caryl Chessman, ajusticiado en la cámara de gas el día 2 de mayo de 1960, tras 12 años de lucha judicial declarándose inocente. La lectura de los acontecimientos de su noche final y su última cena repetida dos veces de hamburguesa con patatas fritas y chocolate caliente, cuando describe nítidamente los acontecimientos programados que en unos minutos vivirá, o mejor dicho, morirá: “Ya es hora; hora de caminar esos pocos y cortos pasos. Ya es hora de sentir el olor sintético similar al del florecimiento del melocotonero (en referencia al ácido cianhídrico). Es hora de inhalar y de que la conciencia retroceda hacia un vacío negro y eterno. Es hora, en breve, para morir. Dejemos aquí a un lado la cuestión de la culpabilidad o inocencia. Lo que me impele a escribir esta carta es que creo honradamente que hay algo más envuelto en este asunto que la muerte de un hombre. Escribo por cuanto he escuchado la voz de la humanidad que se ha levantado en mi favor. No me considero héroe ni mártir. Al contrario, soy un tonto que se da cuenta de la naturaleza y la calidad del desatino de sus primeros años de rebeldía. Aprendí muy tarde, sólo después de llegar a la celda de la muerte, de la hermandad del hombre y de la responsabilidad que individualmente tenemos".

Monstruosa la pena de muerte. Efímera siempre la vida. Apuremos los días en lo esencial, dedicándonos al amor y sin malgastarnos en odios. ¿Qué haríamos si nos restasen cinco minutos de vida? ¿Despedirnos de nuestros seres queridos, decirles cuánto les queremos, pedir perdón, rezar, confiar,…? Los próximos minutos nunca los volveremos a vivir. Dediquémoslos a evaluar y reconsiderar nuestra vida. Todavía estamos a tiempo.

¡Que viene el robo!

Socorro! Nos asustan con alertas para confundirnos.

La mentalidad carpetovetónica esta fuertemente mediatizada por el cuento de Caperucita Roja y el Lobo Feroz, implantado en el inconsciente colectivo de una ciudadanía a la que, no en vano, se le ha dormido durante generaciones con aquella absurda canción de cuna: "Duérmete niño, duérmete ya, que viene el lobo y te comerá”,… Y la sociedad celtibérica sigue adormilada.

Sólo la despierta el poder político, que siempre es de los poderosos, con el miedo desatado por el grito de “¡Que viene el Lobo!”. El sempiterno pastorcito embustero y el mismo pueblo ingenuo, aletargado con deporte, telenovelas y programas del corazón, más una descarada propaganda a destajo en todos los medios controlados por los de siempre.

Se acercan las elecciones y hay que sacar despavoridos a los pueblerinos de sus casas para que voten, repitiendo la fábula de Esopo o de "Pedro y el Lobo". Tras los múltiples avisos en falso de ¡que viene el rojo!, hay que cambiar a ¡que viene el Bono!, ¡que viene el moro! o ¡que viene el roto! En realidad se trata de que viene el voto... y al ñoño PP, estando solo y fofo,… le pilla el toro.

¡Menos lobos! Según Thomas Hobbes en su celebérrima frase antedicha por Plauto, "homo hominis, lupus", sólo el hombre en un lobo para los otros hombres. Aprendamos de Félix Rodríguez de la Fuente: El peligro no es el lobo. El coco es que como noto poco el tono y el foco del nodo, todo loro y topo, de ese modo bobo, con la “moto” del coro loco y el foro soso hasta el moño, como un mono cojo el lodo del foso con poso de moco y moho. Y caigo al hoyo romo con dolo y sin gozo: al pozo de un dogo godo de tomo y lomo. ¡Coño!

Niños enemigos


¿La exaltada seguridad debe prevalecer sobre los derechos humanos?



Publican los periódicos la horripilante noticia, perdida en la sección de información internacional, de que el Gobierno Bush libera a 3 niños de Guantánamo porque "no poseen información válida y ya no representan una amenaza para la seguridad nacional”. Estos “enemigos” tenían entre 11 y 13 años cuando fueron capturados hace 24 meses en Afganistán, donde serán retornados con la ayuda de una ONG. Según el ejército norteamericano “la edad no es un factor determinante. Nosotros detenemos a combatientes enemigos que atacan a nuestras fuerzas armadas o ayudan a quienes lo hacen”, y aseguran las fuentes militares que la campaña de presiones encabezada por grupos de derechos humanos de todo el mundo no ha influido en su decisión de liberarlos, que se produce únicamente porque ahora se les considera “no peligrosos”.

Estos críos, junto a otro centenar de chiquillos que no alcanzan ni la edad de la preadolescencia, han permanecido incomunicados al igual que todos los prisioneros en el campo de concentración de Guantánamo. Mientras la lenta justicia estadounidense estudia varios recursos sobre la constitucionalidad de la detención indefinida de estos presos sin que les formulen cargos y acepta, a instancias del abogado representante de la administración Bush, Ted Olson (el mismo que convenció a los magistrados en 2000 de que Gore no debía ser el presidente), el desquiciado argumento de que “otorgarles el derecho a defensa a los sospechosos de terrorismo interferiría con los interrogatorios claves para la seguridad nacional”.

Estos sucesos son repulsivos, ¿o sólo nos lo parece así a algunos? El fatídico 11-S se evaporaron todas las esencias democráticas del mundo occidental y se propagó algún extraño virus (no aquel ántrax del que nunca se volvió a hablar), que ha pervertido nuestras almas en pro de la idolatrada seguridad, y parece que ya ni la infancia es inocente. Muchos jamás aceptaremos la culpabilidad de un niño, ni un castigo de alejamiento de su familia y entorno. Milton dijo que “de todas las personas, los niños son las más imaginativas porque se entregan sin reservas a todas las ilusiones”. Esos niños procedían de familias talibanes y, simplemente, querían a sus padres. Eso no es un delito.

Se agolpan los pensamientos de educadores y filósofos que supieron valorar la infancia y cuyas enseñanzas parece que hemos olvidado: Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón. Debe cultivarse en la infancia preferentemente sentimientos de independencia y dignidad. El amor es para el niño lo que el sol para las flores: No basta pan: necesita caricias para ser bueno y para ser fuerte. Los niños necesitan más de modelos que de críticos. El niño es como un barro suave donde puedes grabar lo que quieras... pero esas marcas se quedan en la piel... esas cicatrices se marcan en el corazón... y no se borran nunca. Terminemos con dos axiomas: Los niños usan los puños, hasta que alcanzan la edad en que pueden usar el cerebro, de Robert Browning y la de Juvenal: El niño es acreedor al máximo respeto.

Acierto cierto


¿Cómo actuar acertadamente entre la precipitación y la indecisión?

En la vida moderna se valora especialmente la cualidad de ser resolutivo, de tomar decisiones atinadas en el plazo improrrogable del que se disponga. Incluso el salario está en función de la calidad y cantidad de determinaciones que hayan de adoptarse en el puesto de trabajo.

No vale acertar fuera de tiempo, ni equivocarse en plazo. La clase de vida que nos aguarda está en función directa de nuestras elecciones: ¿Qué clase de amigos preferimos?; ¿Estudiamos mucho o no?; ¿Qué tipo de carrera?; ¿En qué sector o empresa trabajaremos?,... Ortega decía que “Vivir es constantemente decidir lo que vamos a ser”. Pero generalmente las elecciones no son claras, entre un número determinado de opciones donde son bien conocidos sus inconvenientes y sus ventajas.

Se trata de un dilema clásico, aplicable a todos los interrogantes anteriores en lo que a técnica de decisión se refiere, desde la elección de la pareja o del piso, salvada la lógica diferencia de trascendencia entre un cónyuge y un inmueble. No hay que precipitarse, porque el resultado es muy importante, pero tampoco se puede dilatar la preferencia hasta que sea demasiado tarde. Es la sempiterna historia de la princesa que buscando la mejor flor del bosque nunca se decidió… hasta que salió de la arboleda. O la anécdota de Kant, con acreditada fama de meditabundo. Para casarse también se lo pensó largamente, y cuando concluyó que su primera y única novia era la idónea, acudió a su ciudad para comunicárselo llevándose un inmenso desengaño al enterarse que su amada se había mudado… hacía 20 años.

La teoría de juegos, especialidad matemática muy compleja, propone un modelo que simplificamos para su mejor comprensión: El caso del detective y el bandido alto. A las puertas de un garito donde se reúne una banda, espera un investigador con la misión de seguir al jefe. Sólo sabe que es el más alto del grupo de malhechores, pero ignora si todos ellos son rateros o púgiles, por lo que el cabecilla puede medir sólo un metro o más de dos. Además, para evitar ser seguidos los delincuentes salen de uno en uno, y al azar. El agente ve aparecer el primero y debe resolver seguirle o perderle. Conoce aproximadamente el número de bandidos, imaginemos que 100, y debe acertar en su única elección. ¿Parece imposible acertar? ¿Sólo un 1% de éxito? La estadística establece que con un método adecuado se puede acertar casi el 40%, aún en tan adversas circunstancias. El mejor sistema, sin enrevesadas demostraciones, consiste en dejar pasar a un tercio de los bandidos, a 33 en este caso, midiendo aproximadamente la altura del más alto que haya desaparecido. Luego se elige como posible jefe al siguiente que muestre una altura mayor. Así se optimizan las probabilidades.

En resumen, para cualquier decisión existe una fórmula que minimiza el error. El procedimiento descrito sugiere que también en situaciones análogas de la vida real, menos ideal que un problema matemático, como la compra de un piso, es conveniente evaluar un período aún perdiendo algunas oportunidades para fijar un valor de referencia. Y luego optar por la siguiente ocasión en la que se supere ese nivel. Si uno está dispuesto a ver 50 posibles viviendas, valoremos en 15 de ellas el precio/calidad de la mejor,… y sigamos visitando casas hasta que una supere a la mejor de las anteriores, sin perpetuar la búsqueda hasta el infinito. Observar, medir, comparar… y luego decidir con la confianza de haber acertado. Napoleón ya lo sentenció: “Nada más difícil, pero nada más precioso, que el decidirse”.

Actualización: Otro post que corrobora y matiza lo expuesto lo hemos publicado como "Las matemáticas del amor", en febrero de 2015.

Inteligencia de abecedario

¿Escándalo o fariseísmo?

Existen creencias tan elementales que debieran ser compartidas por toda la ciudadanía, y que conviene exponerlas y repetirlas para que desde los muchos que así pensamos convenzamos a la totalidad de la sociedad.

- Creemos que ETA debe desaparecer de una vez por todas.
- Creemos que todas las formas de violencia son execrables éticamente.
- Creemos que es abominable cualquier instrumentación política de los crímenes.
- Creemos que el mejor modo de resolver conflictos es el diálogo humano y no la fuerza bruta.
- Creemos indefendible cualquier coartada para no condenar explícita y taxativamente la intimidación, la coacción o la exclusión de los adversarios políticos.
- Creemos hipócrita y farsante la actitud de un gobierno que, según parece, prefiere espiar a un político de la oposición y no detener a sus interlocutores, presuntos delincuentes para ponerlos a disposición de la justicia.
- Creemos repugnante filtrar información privilegiada desde el Centro Nacional de Espías (que no merece el nombre de Inteligencia) a un ultraconservador periódico preferencial, para contaminar y abortar cualquier debate ante unas Elecciones Generales, con una actuación inaceptablemente partidista y sectaria.
- Creemos que esta carta no será publicada en el ABC, a pesar de ser remitida en primer lugar a dicho diario.

Planetas rojos

Cervantes ya habló de la blanda Venus y el duro Marte.

Aquí al lado, en esta misma galaxia a sólo 170 millones de kilómetros de distancia, existe un planeta hermano llamado Marte. Es noticia actual porque ha reunido sobre su superficie una pequeña flota internacional de vehículos terrestres: el Spirit y su gemelo Opportunity de la NASA, el europeo Mars Express, y sólo falta la fallida nave japonesa Nozomi. La revitalización de la aventura espacial, probablemente se inspira en prosaicos intereses electoralistas del Imperio norteamericano, cuando los redactores políticos de Washington comprendieron al final y acuñaron el lema “No war in ’04” (No guerra en 2004).

No importa el motivo, si sirve para concentrar el esfuerzo en tareas constructivas de interés general, que mejoren la vida de quienes vemos ese punto rojizo, visible en los anocheceres despejados, que ha inspirado a la Humanidad desde el principio de las civilizaciones. Junto con el otro planeta fraterno, Venus, ha sido atribuido a sus imaginarios habitantes el carácter bipolar de los seres humanos: hombres marcianos y mujeres venusianas. Un esquema simple de la Historia de la Humanidad, siempre oscilante entre la guerra y el amor.

La conquista de Marte indudablemente ofrecerá beneficios científicos y tecnológicos, favorecerá la cooperación internacional y despertará nuevos retos estimulantes para las generaciones más jóvenes. Tampoco será especialmente costosa, sino una gran y rentable inversión si se financia con parte de los inútiles e inconmensurables presupuestos militares. Porque nunca hemos de olvidar que todavía hoy convivimos en un segundo planeta rojo, el de la guerra real, que sigue tiñéndose de sangre humana en todos sus continentes.

El desafío técnico del espacio debe venir precedido y acompañado de una mejora ética de las personas, que habitamos como única tripulación este precario navío espacial llamado Tierra. Ojalá muy pronto que la Educación, la Cultura y la Política hagan realidad que una hipotética sonda extraterrestre, que aterrizase en nuestro planeta, no pudiese localizar en todas sus tierras y mares una sola gota vertida de ese funesto líquido encarnado denominado sangre, que tan profusa y cruelmente seguimos derramando.

EA: Idea aérea

Eusko Alkartasuna parece descartar definitivamente la coalición con EAJ-PNV, según noticia reciente, y además pide a los jeltzales que dejen de “agredir innecesariamente” (sic), se supone que por la insistencia en constituir un “eje estratégico permanente”, como preconizó José Jon Imaz en su primer discurso como Presidente del EBB.

EA se debate en un estrecho segmento electoral e ideológico. La negativa de Aralar a concurrir con EA, por incumplir Begoña Lasagabaster la condición impuesta por Aralar de que los cabezas de lista sepan euskera, desmonta en estas elecciones generales la escapatoria del denominado “bloque vasco”, de difícil justificación en la Comunidad Autónoma Vasca, a diferencia de su necesidad sentida en la Comunidad Foral Navarra. Sólo le resta a EA un acuerdo natural con su socio nacionalista de gobierno común en Lakua y en las administraciones forales y municipales, pero ello comporta -en opinión de la cúpula ganadora de su congreso- la antítesis a sus posiciones, en pro de un alejamiento del partido hegemónico para evitar una visualización social de reintegración en EAJ-PNV.

EA, si se permite la crítica, es un partido pequeño con muchos cuadros en cargos públicos, por su sobre-representación en las distintas administraciones. Queda poco partido fuera de los gobiernos. Incluso en los procesos electorales últimos, al acudir conjuntamente con EAJ-PNV, la movilización de sus militantes ha sido mínima. Anecdóticamente un apoderado jeltzale decía que los escasos interventores de EA eran “peneuvistas sin ganas”.

¿Interesa a EA concurrir electoralmente con EAJ-PNV?

Subsiste adicionalmente en EA una sutil tensión entre su diferenciador mensaje urdido con trenzas socialdemócratas y sus propias bases, sociológica y psicológicamente provenientes indudablemente del EAJ-PNV más conservador. Los intentos de izquierdización son difícilmente verosímiles, no ya para su electorado sino inclusive para su militancia interna. La cita de José Luis Aranguren dedicada al PSOE cuando gobernaba, es aplicable parafraseada a EA: Es un partido de derechas, que se dice de izquierdas y que hace la política de centro… que le marca EAJ-PNV.

Quedan apenas 24 horas para que expire el plazo de presentación de candidaturas. EA debe optar entre un acuerdo de último hora, como ha acostumbrado a EAJ-PNV, o concurrir en solitario. El electorado nacionalista, que siempre cuida la cantera propia, nunca entendería que el voto de EA se desperdiciase sin lograr ningún escaño en varios territorios históricos, y probablemente descubra esta idea antes de votar, dedicando su papeleta a la opción abertzale más segura.

La pervivencia de EA como proyecto político exige no cometer errores de calado en las decisivas convocatorias electorales. Sin devaneos prematuros con Batasuna, aceptando la diferencia con el electorado de Aralar y reconociendo su peso político actual. Euskadi es una sociedad electoralmente muy estable, pero que ya ha amortizado a partidos menores (EE en PSOE), si no aciertan con su única política posible: la de alianza con socios próximos. En caso contrario, y como diría algún pomposo dirigente de EA, Saturno terminará devorando a su hijo.

Legado cotidiano

Nada resulta intrascendente en nuestra vida...

La vida nos parece rutinaria en ocasiones, casi como una secuencia programada y repetitiva. Pero cada acción, por insignificante que parezca, puede ser decisiva, no sólo para nosotros, sino para otros muchos que pueblan nuestro entorno, incluso para personas lejanas o desconocidas, que quizá no han nacido todavía.

Nunca olvidaré dos historias de mi infancia, que me impactaron en su momento y me han obligado a reflexionar en muchas circunstancias vitales. En alguno de mis primeros libros de párvulos, con cinco o seis años, leí una borrosa anécdota de un niño holandés que con su dedo, taponó un dique perforado y salvó de una inundación a los Países Bajos. Mejor recuerdo el antiguo proverbio de la sabiduría popular: "Por un clavo se perdió una herradura. Por una herradura se perdió un caballo. Por un caballo se perdió un caballero. Por un caballero se perdió un ejército. Por un ejército se perdió una batalla. Por una batalla se perdió una guerra. Por una guerra se perdió un reino,… y la Historia cambió”. Aquel herrero que puso mal el clavo inicial no fue consciente de sus consecuencias,…

Más recientemente se popularizó el denominado “efecto mariposa”, con la célebre frase de J. Gleick: “Si hoy una mariposa aletea el aire de Pekín, puede modificar el clima de Nueva York el mes que viene”. Obviaremos la física recóndita por la que mediante ecuaciones matemáticas el meteorólogo Edward Lorenz explicó un modelo de comportamiento de la atmósfera en 1960. En síntesis, Lorenz dedujo con gran sorpresa que pequeñas diferencias en los datos de partida (aparentemente tan irrelevantes como emplear 3 ó 6 decimales) conducía a notables diferencias en las predicciones. Cualquier mínima perturbación en las condiciones iniciales provocaba una gran variación en el resultado final. Lo explicó mediante un ejemplo hipotético: Si un meteorólogo alcanzase una previsión muy exacta, mediante complejos cálculos, podría malograrse el pronóstico por no haber considerado el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta.

Esta clase de dependencias sucesivas y consiguientes "efectos en cascada” está muy presente en nuestra existencia. Cada hecho cotidiano puede alcanzar derivaciones imprevisibles en el futuro, por efectos encadenados. Nuestra vida debe ser cuidadosa, en todos sus aspectos, pues vamos provocando resultados inducidos que pueden ser trascendentales. Una buena acción origina un buen ejemplo, que puede ser seguido por los demás y alcanzar insospechados frutos. Al igual que en los procesos de calidad continua, hemos de abogar por las mejoras minúsculas, que se amplifican por sus consecutivas secuelas en una dinámica de progreso.

En nuestro trabajo, en nuestra vida familiar y social, deberíamos ser más conscientes de cómo trasciende cada pequeño esfuerzo, cada insignificante actuación con un inimaginable resultado final en destino. La labor de los padres y madres, o la de los docentes, es aún más decisiva por las consecuencias personales y sociales que puede alcanzar. Como homenaje al profesorado, Gabriel Celaya resumió el legado cotidiano del educador en un sublime poema:
"Educar es lo mismo / que poner un motor a una barca. / Hay que medir, pesar, equilibrar... / Y poner todo en marcha. / Pero para eso, / uno tiene que llevar en el alma / un poco de marino.../ un poco de pirata... / un poco de poeta... / y un kilo y medio de paciencia concentrada. / Pero es consolador soñar, / mientras uno trabaja, / que ese barco / – ese niño, ese joven – / irá muy lejos por el agua. / Soñar que ese navío / llevará nuestra carga de esperanza / hacia puertos distantes, / hacia islas lejanas. / Soñar que cuando un día / esté durmiendo nuestra propia barca, / en barcos nuevos / seguirá nuestra bandera enarbolada."

Más ruido que jueces

La justicia es la bondad medida al milímetro.

La sonada multa de 500 euros a cada uno de los once magistrados del Tribunal Constitucional condenados por el Supremo, por la inadmisible desidia de archivar un recurso de amparo sin examinarlo, ha sido la gota que colma el vaso. El público enfrentamiento entre los dos Tribunales superiores del Estado, que ha aflorado recientemente culmina un largo proceso de jueces estrellas y protagonistas de la información general y política, con resoluciones inverosímiles como la de acusar de negligente a un precario trabajador accidentado o dilucidar en función de la apariencia de una mujer agredida. Los jueces no deben decidir las disputas con arreglo a su entendimiento moral o político, sino actuar simplemente como funcionarios a quienes se encomienda el deber de aplicar las leyes. Aristóteles previno que “el amor o el odio hacen que el juez no conozca la verdad”. Cuando el magistrado se aparta de la letra de la ley, se convierte en legislador, cuando el deber de un juez es administrar la justicia, aunque su costumbre sea dirigirla. Ello es muy negativo, al igual que sucede en el deporte cuando la noticia recae en el árbitro y no en el juego.

El actual embrollo jurídico descubre la acendrada animadversión mutua, que se remonta a 1994 cuando la Sala de lo Civil del Supremo que ahora sanciona, solicitó al Rey que pusiese coto a “la invasión de competencias” por parte del Constitucional, acreditando los trasnochados rencores entre ambos tribunales. La ciudadanía queda espeluznada al advertir semejante conducta rencorosa de quienes se supone una serenidad ecuánime y una neutralidad cabal para cumplir su trascendente función.

Todo ello sin recordar actitudes como aquellas de las que hace gala el Presidente del Constitucional Jiménez de Parga, con una deliberada actuación no solamente partidista, sino extremadamente sectaria, prejuzgando célebres casos antes de iniciar su instrucción. La credibilidad de la Justicia en el Estado está muy devaluada para la ciudadanía, y más cuando se suma a una insoportable lentitud que frecuentemente la convierte en inoperante. Crece la percepción de inseguridad judicial en la sociedad, que renuentemente debe confiar en magistrados multados por negligencia manifiesta. En la justicia siempre ha habido un doble peligro: o por parte de la ley, o por parte de los jueces. Que no lleguemos al temor de Bertolt Brech: “Muchos jueces son absolutamente incorruptibles; nadie puede inducirles a hacer justicia”, cumpliéndose el Talmud: “¡Ay de la generación cuyos jueces merecen ser juzgados!”.

Desde el máximo respeto a la función de la judicatura, recordando el sentimiento de Lamennais, “cuando pienso que un hombre juzga a otro, siento un gran estremecimiento”, hemos de recordar y exigir a los jueces las funciones que les atribuía Sócrates: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. Y con humanidad, como resumió Cervantes: “Los jueces discretos castigan, pero no toman venganza de los delitos; los prudentes y los piadosos, mezclan la equidad con la justicia, y entre el rigor y la clemencia dan luz de su buen entendimiento”.

Mentiras e incongruencias

El detector de engaños comienza a pitar constantemente: ¡Elecciones a la vista!

Las urnas despiertan la maquinaria electoral de propaganda, demasiado plagada de medias verdades, inexactitudes, falsedades e incoherencias.

El partido gobernante en el Estado es particularmente enervante. Sus reiterados embustes, que abarcan desde la megalomanía del acomplejado Aznar con la reciente tomadura de pelo de que “en mi país existen 43 millones de personas con alto poder adquisitivo” hasta las groseras farsas como “las playas idílicas” del Prestige o las aborrecibles patrañas sobre “la ayuda humanitaria” en Irak. A la dirección de este PP ultraderechista de la España imperial, cuya única liberalidad consiste en permitir chanchulleros negocios para sus amiguetes privatizando las escasas empresas públicas rentables y cuya única ideología no rancia reside en el control absoluto de los medios de comunicación para corear burdas consignas, demonizando lo vasco como distracción universal, convendría recordarle una reflexión obvia. Las mentiras provocan una triple indignación: ética por faltar a la verdad, social porque implícitamente supone que el electorado es despreciablemente estúpido, y personal por el descaro de presumir que los votantes íbamos a olvidar sus desmanes y comulgar con semejantes ruedas de molino.

El primer partido de la oposición, como pomposamente se denominan los bipartidistas, se derrota sola a sí mismo por sus estruendosas incoherencias, sin llevar ni siquiera la gestión de nada que no sean sus autonomías donde votar PP sería decididamente suicida. Este PSOE denota demasiada “vocación de vacación” como cómodo segundo partido perpetuo, dedicándose -mientras mantienen alguna poltrona parlamentaria antes de ser defenestrados internamente- más a que no haya terceros partidos, que a ser el partido gobernante. Sólo un botón de muestra de inconsistencia y servilismo: El anuncio de Rodríguez Zapatero de que sólo intentará formar Gobierno si el PSOE es el partido más votado el 14 M. Semejante dislate sólo se explica como buen subordinado al PP, que trata de amarrar votos de IU para continuar como líder opositor tras la derrota. Esta nueva postura política del PSOE, ratificada por la Chaves en Andalucía y cumplida parcialmente en Catalunya por Maragall (el más votado en votos, que no en escaños), debiera ser aplicada en todo el Estado, desde la sopa de letras balear hasta Euskadi donde Javier Rojo trató de gobernar siendo la tercera fuerza en la Diputación Foral alavesa, y donde sigue apoyando a la segunda fuerza. Todo ello sin entrar en la casuística de los innumerables contraejemplos municipales, como Gasteiz o de la margen izquierda vizcaína, como Portugalete o Santurtzi que veo frente a mi ventana. ¿Saldrá pronto Patxi López a sumarse al carro de quienes sólo aspiran a gobernar si son los más votados?

No a este PP que hace “oposición a la posición” y anuncia con costosas campañas publicitarias que “cumple” con sus obligaciones legales, señal inequívoca de que sabe perfectamente en cuántas otras materias (internacional, vivienda, educación, sanidad, empleo, pacificación,…) no ha cumplido ni tiene intención de cumplir, y que sigue manteniendo al Estado a la cola de Europa con Grecia y Portugal, aunque Aznar se codee con Bush. Tampoco a este PSOE reactivo que sigue la estela del retrógrado PP alternando pactos sumisos con retórico antagonismo, y sin un progresista proyecto propio. Siempre nos quedarán las opciones más apegadas a la realidad, como los partidos nacionalistas o IU, ante este desolador panorama de quienes pretenden imponer un bipartidismo estatal, con dos formaciones que parecen asumir el penoso cliché del “doberman y el faldero”, desgraciadamente porque suponen que les funciona bien ante sus respectivos electorados.

Los navarros no son vascos

La coalición UPN-CDN ha decidido impugnar ante el Tribunal Constitucional el acuerdo del pasado 25 de octubre por el que el Gobierno Vasco aprobó la “Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi”. El Ejecutivo Foral considera que debe evitar que “se lesionan gravemente la integridad del régimen foral, y se invadan sus competencias propias y sus instituciones” y que el Gobierno Vasco “se burla de los ciudadanos navarros". El portavoz de UPN-CDN adujo que “el Plan Ibarretxe desconoce la configuración como comunidad foral diferenciada a Navarra, con identidad propia”.

Paradójicamente son los ultraconstitucionalistas del PP ó UPN quienes se niegan siquiera a considerar algo perfectamente contemplado incluso en sus idolatrados textos legales: la unión política de la Comunidad Foral Navarra con la Comunidad Autónoma Vasca, siempre que la ciudadanía navarra así lo decidiese. Tal confederación conjunta está detalladamente prevista en la disposición transitoria 4ª de la Constitución, en el artículo 2º del Estatuto de Gernika, y en la disposición adicional 2ª del Amejoramiento. Pero UPN ó PP entienden que tal posibilidad es contraria a la Historia de Navarra.

Repasemos brevemente dicha Historia, que desde los primeros testimonios escritos de Polibio, Estrabón y Ptolomeo proporcionan una información que permite localizar a los Vascones en lo que hoy es la CFN, la provincia de Huesca hasta el Gállego y el este de Alaba. Durante el Imperio romano los vascones se extendieron a ambos lados de los Pirineos y una vez desaparecido éste, los enfrentamientos fueron continuos con los consecutivos poderes emergentes de visigodos, francos y musulmanes. Es en este escenario donde se produce la batalla de Roncesvalles (778), en la que la retaguardia de Carlomagno fue aniquilada porque había destruido Pamplona. En el año 824 nace el reino de Pamplona. El “Códice de Roda” del siglo X reflejará, bajo Sancho el Mayor calificado por los Omeyas como “Señor de los vascos”, un dominio que abarcará entre otras áreas geográficas la CAV, Baja Navarra, Labourd, y Bearne.

En el siglo XII el Reino de Pamplona pasa a llamarse Reino de Navarra y se iniciará su paulatina apropiación por Castilla. En el año 1199 las fuerzas de Alfonso VIII de Castilla tomarán Vitoria, conquistará Gipuzkoa al año siguiente, la Cofradía de Arriaga (Alaba) se entregará en 1332 y Bizkaia por sucesión matrimonial en 1376. De esta forma, los territorios de la Navarra marítima quedaron separados del resto del Reino. La apropiación definitiva se culminará con la conquista armada de Navarra por las tropas del duque de Alba en 1512. A partir de este momento la historiografía castellana denominará como intentos “franceses” la recuperación del Reino, cuando “tales franceses” no eran sino los únicos reyes legítimos navarros pertenecientes al otro lado de los Pirineos. La batalla de Noain (1521) es el testimonio del fracasado intento de recuperación del Reino por parte de los navarros con más de 5.000 muertos. Un grupo de escapados de esta batalla simbolizará en la fortaleza de Amaiur (1522), el último baluarte de la resistencia navarra contra los castellanos.

Si bien Navarra siguió conservando sus Cortes Generales, sus Tribunales de Justicia, el Consejo Real, la administración, la moneda, las aduanas y fronteras, competencias más amplias que las que goza hoy en día y paradójicamente no reivindicadas por los fervientes navarristas, el control castellano se materializó en la organización militar, en la administración civil y eclesiástica y en la castellanización progresiva. Este último punto, el de la lengua, ha sido tergiversado de tal forma que nos han hecho creer que el euskera siempre ha sido un reducto en Navarra, cuando precisamente los textos medievales denominan al euskera como “Lingua Navarrorum”. Si ya en la época árabe el historiador Al-Himyari comenta sobre los habitantes de Pamplona que la mayor parte hablan el vasco (al-bashkiya) lo que les hace incomprensibles, a finales del siglo XVI y según un Registro existente en el Seminario de Vitoria de las ciudades, villas y lugares de cada obispado del País Vasco, en el correspondiente a Navarra figuran 58 pueblos de habla castellana y 451 de habla vasca. A comienzos del siglo XVII está documentado el euskera como lengua usual en la región de Sangüesa, así como en el norte de Tafalla y en Tierras de Estella.
En 1841, después de haber finalizado la primera guerra carlista, entre otras características como expresión de la reivindicación foral, Navarra deja de ser Reino convirtiéndose en una mera provincia con ciertas facultades administrativas y fiscales, bajo la Ley Paccionada elaborada por el Estado español, que no recogía pacto alguno sino imposición.

En 1936 se aprueba el Estatuto de Lizarra (Estella) y se resaltó que en la elaboración de dicho Estatuto, los ayuntamientos navarros rechazaron ir junto a la CAV por un estrecho margen (123 contra 109). Hoy sabemos, gracias al historiador navarro Jimeno Jurio, que algunos ayuntamientos que supuestamente votaron en contra realmente lo hicieron a favor, lo que debió haber cambiado radicalmente el resultado.

En cuanto a los años de la Transición, en principio el PSOE estuvo a favor de un mismo Estatuto para la CAV y para Navarra, pero desistieron de tal pretensión por la presión de la cúpula militar franquista que adujo que Navarra disponía de mucha frontera con el Estado francés. A partir de ese momento, la CAV tendrá un marco jurídico diferente plasmado en el Estatuto de Gernika de 1979 y la Comunidad de Navarra en la Ley del Amejoramiento de 1982.

La “Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi” de 2003 recoge el antiguo Reino de Navarra, actualmente dividido en tres administraciones diferentes, para recuperar de modo pacífico y democrático por la voluntad libre de su ciudadanía aquel proyecto originario de comunes raíces lingüísticas y culturales. Para muchos, y desde el respeto foral hacia cada uno de los seis Territorios Históricos que forman Euskal Herria, los navarros no son vascos, sino que todos los vascos somos navarros.

Pedro Pablo Arrinda / Mikel Agirregabiria

Puño ensangrentado

Queremos la paz definitiva, no treguas temporales.

Hace ya 22 siglos que, en una de sus obras teatrales, Tito Maccio Plauto alertaba a la ciudadanía para que no confiase en quien puede atacarla inopinada y engañosamente, con la frase “En una mano lleva la piedra y en otra enseña el pan”.

Arnaldo Otegi debería comprender que ETA no extiende una mano, sobre la que -en su opinión- los partidos nacionalistas democráticos escupen: ETA realmente sigue esgrimiendo un amenazador puño armado y manchado de sangre inocente. Aquí sólo ETA escupe a la ética, a la inteligencia y a la humanidad: escupe fuego y, al tiempo, escupe al cielo.

ETA lo que debe hacer es presentar sus dos manos abiertas, ambas sin pistolas humeantes, en alto y mostrando las palmas. Este mismo pueblo que clama por la paz desde hace décadas, y a la que Batasuna también debería sumar su voz sin ambages, podrá entonces -y sólo entonces- responder generosamente, como Séneca recomendaba: “Cosa inicua es no tender la mano al caído”. Toda nuestra solidaridad hasta ese momento debe estar reservada para las muchas víctimas de la violencia, incluidos los presos y sus familiares, y que también lo son los mismos agresores como podrá ser reconocido cuando abandonen definitivamente sus actividades de coacción, extorsión y asesinato. Y mucho mejor sería que fuese por su propia voluntad.
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Menos es más

¡Alto! ¿Adónde vamos con tanta precipitación?

Antecedido por profusas apelaciones de las diferentes religiones al ascetismo y a la sobriedad, fue el poeta Robert Browning quien acuñó la frase: "Less is more” (menos es más). Recientemente desde el vanguardista universo cultural californiano, la revista “Coevolution” de híbrida influencia budista-hippie mantuvo que la gran sabiduría era coexistir con simplicidad voluntaria y austeridad franciscana. El redescubrimiento postmoderno de los bíblicos lirios del campo y las aves del cielo. Así nació el neologismo “downshifting” (­que podría traducirse por cambiar a menos o desacelerar), con la fuerza de que sólo un término anglosajón sabe condensar y propagar.

Fue un movimiento de reacción contra la cultura yuppie de los “workcoholics”, adictos al trabajo. La resurgida pintada del mayo del ‘68: “No consumáis, no trabajéis”, como respuesta a la estresada vida del trabajador contemporáneo, regida por lo que Max Weber definió como el espíritu protestante generador del capitalismo, según el cual para que Dios nos quiera y acepte en el cielo previamente hemos de demostrar el triunfo en la tierra. Dos autores, Vicki Robin y Joe Domínguez, aportaron su grano de arena en la lucha contra el consumismo con un libro-guía de título sugerente, “La bolsa o la vida”, best-seller durante años. Se convirtieron en portavoces de una forma de vida más sencilla, en busca de la frugalidad, renunciando a caprichos y, en su caso, proponiéndose literalmente vivir de las rentas. Con esta fórmula detectaron de cuánto se puede prescindir, en sueldo y horas de trabajo. Buscaron un equilibrio vital más satisfactorio, si bien la fórmula americana no es trasplantable a la mentalidad europea, donde lo laboral cumple funciones de autoafirmación y de contribución al desarrollo social.

Desde el empacho de la abundancia inventamos el “lujo” de prescindir, de vivir con modestia para pensar con grandeza. Renunciando a competitivos puestos de inacabable jornada laboral, para descubrir recónditas vocaciones idílicas de bajo rendimiento económico, pero alta gratificación personal. Incluso los hábitos más simples de alimentación cambian drásticamente, para ganancia de salud y tiempo. El giro nutricio pasa del rojo al verde, del sangrante filete de búfalo al verdor de la huerta ecológica, renunciando a la pesada dieta chamuscada de cancerígena barbacoa, rebozada en colesterol y endulzada con azúcares industriales. O la parquedad del hogar con espacios vacíos frente a la opulencia sobrecargada de cachivaches tan suntuosos como inútiles. La existencia relajante requiere silencios en estancias desiertas, como la arquitectura minimalista de Mies van der Rohe, para dar cabida a la vida humana.

El dinero no da la felicidad, decimos los pobres… y es verdad. Sólo tenemos una vida, que está sazonada de pequeñas alegrías. Nuestra existencia merece algo más que diez horas de trabajo, dos de atasco, una de engullir, otra para arreglarse (eso quienes tengan arreglo) y, con suerte, ocho de sueño, que suman veintidós horas diarias. Apenas restan 120 minutos de “vida” por jornada. El mandato se decanta hacia “vivir más con menos dinero”, cambiar nivel de vida por calidad de vida. En definitiva, la versión modernista del hombre feliz que no tenía camisa o de las comunidades fundadas sobre la pobreza.

Un consejo: Limpiemos nuestra vida de lo superfluo. Un método simple es la mudanza ficticia. Imaginamos que cambiamos de vivienda, y empaquetamos las pertenencias de un cuarto, dejando el aposento "lleno de aire, como vino al mundo". Entonces recuperamos sólo lo indispensable, desembarazándonos de lo sobrante. Es muy recomendable esta limpieza cada año. Librémonos de viejos papeles y trastos, que están obstruyendo nuestro ambiente.

Felices los que tienen tiempo para sonreír, o para ir a casa y jugar con sus hijos creciendo. Menos horas de trabajo significan más tiempo con la familia. Seamos como niños sorprendidos que se detienen para observar algo nuevo en cada paseo, sin prisas. Levantemos ligeramente el pie del acelerador de nuestra vida para oír música, leer por placer, meditar un poco, escuchar y acompañar a los demás. Vivir es un arte donde al final descubrimos un axioma: “Sufro lo que negué y lo que guardé, perdí. Tuve lo que gasté, pero siempre tendré lo que di”.

Licenciatura en paternidad

Descubra la mejor carrera,... y la más difícil.

He pasado toda mi vida estudiando. He transitado por múltiples colegios, escuelas y facultades de distintas ciudades. Tengo diplomas en Ciencias y en Letras. Cuando acabé mi primera licenciatura en Física, comencé a trabajar como profesor de maestros, pero seguí estudiando Ingeniería, cursos de doctorado, postgrados y masters en Museología, pedagogía, tres oposiciones y finalmente, con treinta años, abandoné todos esos estudios académicos y profesionales, y me concentré en mi última singladura con la carrera más difícil. Ahora, tras 21 años de complejos estudios, estoy en mi último curso y el próximo junio espero graduarme en paternidad.

El currículum de paternidad es el más difícil del mundo, si exceptuamos el de maternidad que es, desde la matrícula, incomparablemente más… embarazoso. Ambos planes de estudio contienen innumerables asignaturas que abarcan desde la pediatría y nutrición, hasta pedagogía desde la cuna a la temible adolescencia, pasando por todas las materias escolares desde infantil, primaria y secundaria. La teoría no es lo peor; las prácticas resultan insufribles, con horarios diurnos y nocturnos en un calendario que abarca todos los días de muchos años. No se pueden cometer errores graves de ningún tipo, por lo que estos estudios son tan absorbentes que toda la vida debe girar de acuerdo a su programa.

Esta carrera sólo tiene dos ventajas, una falsa y otra verdadera. La primera consiste en que no se exige selectividad ni prueba de acceso, lo que se puede transmutar en un serio perjuicio porque en ocasiones inician estos estudios personas incapaces de terminar con éxito, y algunos de ellos llegan a abandonar pronto o tarde con graves consecuencias para todos. La verdadera ganga es que se puede estudiar y examinarse en grupo: normalmente en pareja con apoyo de familiares, especialmente de los insustituibles abuelos y abuelas. El intento de culminar tan espinosa carrera en solitario es heroico, aunque se conocen casos muy admirables.

Un inconveniente que agrava y complica la realización de estos estudios, sin mencionar lo costoso económicamente que resulta porque no hay becas en esta “universidad del hogar”, es que frecuentemente se combinan varios planes de estudio secuenciados, pero casi simultáneamente. La diplomatura sólo se consigue cuando apruebas el más reciente de los “programas”, es decir cuando el hijo menor cumple 18 años. Entonces todavía queda, hasta alcanzar la licenciatura, que se independicen, casen o, de alguna forma, se vayan de casa todos ellos. Esto puede significar otros 10 o 20 años adicionales. El doctorado, quienes llegan vivos para lograrlo, se produce cuando te dan el título de aitite (abuelo), y el cum laude cuando puedes sacarlos a pasear a tus nietos y nietas, y exhibir ante ellos y ante la sociedad toda tu sapiencia. La paternidad, como cualquier otra clase de estudios que requieren algunos sacrificios, resulta sumamente gratificante. Es la carrera más costosa, pero también la más correspondida. ¡Anímate si estás a tiempo y todavía no te has atrevido!

La prueba más rápida

Sobre la dificultad de evaluar los valores y atributos de una persona.

Hace años, en una distendida sobremesa entre docentes, alguien nos planteó una adivinanza maliciosa: “¿Cómo programaríamos un examen de duración limitada a cinco minutos para seleccionar entre un grupo de personas desconocidas a los mejores?”. Lógicamente preguntamos, los mejores en qué. El proponente, que disponía de una posible respuesta a la cuestión, lo complicó aún más. “Los mejores en todo, en cualidades físicas, intelectuales, éticas,… Además la prueba debe ser válida para cualquier edad, sexo, origen, lengua,…. Se trata de distinguir en un nutrido grupo heterogéneo de personas a quienes confiar una tarea con las máximas posibilidades de éxito”.

El problema era un creativo pasatiempo, porque no existe una única solución que además sea perfecta. Quizá al lector se le ocurra algún hallazgo original, que debiera compartir con todos. En aquella ocasión propusimos brevísimos tests de inteligencia cognitiva y emocional, o pruebas interculturales sobre conceptos matemáticos simples y compartidos en todas las civilizaciones.
El proponente, al final, nos dio la solución que provenía… del director de una academia militar norteamericana. Quizá sólo alguien así puede imaginar tal enigma… y tal desenlace. La prueba más rápida era simplemente… una carrera. Los primeros que llegaban a una meta distante eran “los mejores” en tan básico examen. Era la primitiva selección de la naturaleza, donde el cazador cavernícola debía ser un buen corredor, o la primera parte del triple lema olímpico: Citius, altius, fortius (El más rápido, el más alto, el más fuerte).

Con todo, el intrascendente acertijo resultó divertido y en su debate ulterior fructificaron ideas pedagógicas valiosas. Cuidar la condición física siempre es importante y signo de inteligencia para todas las personas, de cualquier edad y condición, incluidos quienes sufren problemas de movilidad y deben esforzarse especialmente; o que la actividad y la velocidad son meritorias, si determinamos previamente hacia dónde y por qué caminamos. Por mi parte, en tal hipotética situación y siendo de los que opinan que “correr es de cobardes”, añadiría dos fases: una lectura previa, donde se señale hacia dónde debe corretear cada uno en función del color de su camiseta, por ejemplo, para recoger un bolígrafo del mismo color; y de escritura, para copiar con letra legible el mensaje anterior antes de entregarlo en la meta.

Más complejo resulta medir las cualidades morales, que se podrían evaluar observando cómo se ayuda a los demás en tan fascinante experimento, si todo esto… fuese algo serio. Tan elemental sistema, en todo caso, podría servir para observar a los participante y elegir a unos u otros, ganadores o perdedores, cooperadores o competitivos, apresurados o pausados, en función de la tarea a asignar. Una carrera puede ser la metáfora de la vida: unos se esfuerzan sólo en ganar, otros en ir deprisa, y algunos reflexionan antes para luego actuar mejor.

Separatistas irredentistas

En un pequeño planeta que viaja por la galaxia...

Cuando se va a exponer una propuesta políticamente incorrecta, y probablemente polémica, conviene fijar previamente la posición del autor, que primero siempre ha creído y creerá que la violencia no es éticamente aceptable, ni eficaz políticamente; y segundo, que nunca ha sido independentista, ni nunca lo será. Pero los separatistas existen y abundan en nuestro entorno, incluso en este esperanzador siglo XXI. Están en plena efervescencia, con una preocupante e inusitada presencia institucional. Cotidianamente la ciudadanía sufre sus embates, y sólo existe una legítima respuesta final admisible para su demanda secesionista: Si quieren separarse, que se separen.

Porque seamos concientes de que la brecha la están abriendo y ahondando ellos, quienes buscan la división. Si no aceptan los reiterados resultados electorales, ni les gustan nuestros dirigentes elegidos en las urnas democráticas, si desdeñan nuestro Parlamento, si no quieren que tengamos un poder judicial independiente, ni aceptan nuestra policía,… Si en sus escuelas sólo priman su cultura y su idioma, pero desdeñan los nuestros; si en sus medios de comunicación nos atacan inmisericorde e insistentemente; si no quieren saber nada de lo nuestro, y si todo esto ocurre desde hace años y décadas, y si todo esto no se reconduce, entonces nos abocarán al abismo de la traumática separación, en la que todos perderíamos mucho.

Dicho con toda claridad: Si España quiere separarse de Euskadi, que lo haga. Nosotros, los vascos que pensamos de una u otra manera, siempre seguiremos aquí, porque Euskadi es nuestro hogar, nuestro único refugio, nuestra última casa.

La mayoría de nosotros, los vascos, y ojalá la mayoría de españoles, franceses y europeos, no creemos en anacrónicas independencias decimonónicas de Estados obsoletos, ni menos aún en sojuzgadas dependencias, ni en codependencias obligadas, ni en contradependencias destructivas. Amamos la libertad desde el origen de los tiempos y supimos organizarnos democráticamente bajo el Árbol de Gernika, constituyendo la primera democracia de la que se tiene noticia.

Somos muchos, casi todos los seres humanos, los que soñamos y aspiramos a una plena y profunda interdependencia, en un plano de igualdad, de respeto a la diversidad y a las minorías, de integración de lo foráneo enriquecedor y de plurilingüe interculturalidad social. Siempre buscaremos la unidad en una Europa y en un mundo más justo, más solidario y más hermanado. Creemos en la libre adhesión de personas y pueblos a estimulantes proyectos comunes, sin imposiciones ni coacciones, mediante el diálogo pacífico y el pacto acordado, respetando todos los derechos humanos y, en su infinita complejidad, la identidad individual de cada persona y de cada pueblo.

Pregunten al interesado

A favor de las consultas populares frecuentes.

Durante el caluroso verano pasado fuimos testigos de un divertido suceso ocurrido en plena vía pública. Un honorable anciano, vestido como un gentleman inglés que acudiese al hipódromo de Ascot, se desmayó en el Puerto Nuevo de Getxo y cayó al suelo, siendo prontamente atendido por varios paseantes. Una jovencita sugirió suministrarle agua, un joven propuso abanicarle, otro hombre indicó que mejor sería esperar a una ambulancia y, finalmente, una señora de edad apuntó darle un traguito de brandy de la cafetería próxima. Siguieron argumentando, insistiendo unos y otros, hasta que el propio desfallecido se incorporó parcialmente y atajó la discusión con una perentoria solicitud: ¡Cállense todos, y hagan caso a la dama! Nadie mejor que el interesado sabe qué le conviene en cada momento.

Lo mismo acontece con la mayoría de los temas sociales y políticos. Quizá nos iría mejor a todos si desde los gobiernos nos “informasen” menos y nos preguntasen más. A las familias, a los pensionistas, a los pobres, a los jóvenes, a los enfermos, a los presos, a los inmigrantes, a los televidentes,… Los políticos sí atienden y son sensibles a las presiones de los poderes fácticos, de los poderosos, de la banca,… pero descuidan excesivamente al electorado, a menudo incluso a su misma militancia interna, hasta que se acerca el tiempo de urnas y hay que movilizar nuevamente a las bases para llegar al conjunto de los votantes. Ahora, en pleno tiempo preelectoral, tras la hibernación cuatrienal, se encienden todos los cerebros de las cúpulas con propuestas magníficas… que volverán probablemente a dormitar tras las votaciones y los nombramientos.

Nos convendría a todos, seguramente incluso a los propios dirigentes, menos propaganda continua, menos adoctrinamiento simplón, menos críticas ajenas, menos autoritarismo y, a cambio, más democracia para dar protagonismo al pueblo, mejorar la interactividad social, fortalecer la sociedad civil, y –en definitiva- escuchar y auscultar a la ciudadanía mucho más y mucho mejor que sólo con una papeleta cada cuatro años.

Voto infantil

Al principio, el voto fue sólo para hombres alfabetizados, luego...

Nos queda el último paso, tras haber conseguido el sufragio femenino: el voto universal para la infancia desde el instante de su nacimiento. Tres razones para avalar esta inaudita propuesta.

Primero, un prosaico motivo económico coyuntural del mundo contemporáneo: El debate político norteamericano ha demostrado cómo se compromete el futuro de los niños con el belicismo de la administración Bush. El periódico New York Times publicó el pasado 14 de setiembre un documentado artículo que prueba cómo la guerra de Irak devora un superávit sin precedentes para convertirlo en un déficit histórico: Los 166.000 millones de dólares consumidos en Afganistán y en Irak, más el coste adicional de ocupación a razón de otros 87.000 millones de dólares al año, serán pagados por varias generaciones de estadounidenses. Cuando dieron la noticia, muchos de quienes tendrán que pagar ese precio no pudieron verlo en el noticiario de noche porque sus padres ya los habían acostado, o porque no habían nacido aún. Recientemente el anuncio ganador de la organización MoveOn.org, titulado Juego de niños muestra imágenes de críos fregando platos en una hamburguesería o recogiendo basura, con un lema final: "Imagine quién va a pagar el billón (trillion en inglés) de déficit del presidente Bush".

Segundo, un ilustrativo argumento comparativo: El derecho al voto no se pierde por la edad, ni siquiera por la incapacidad. En circunstancias extremas, cuando el titular no dispone de plenas facultades de discernimiento, el derecho queda delegado en poder de sus descendientes o allegados, que en su nombre y en defensa de sus intereses eligen en representación del votante. A nadie le escandaliza que ese niño por segunda vez que es un anciano, ejerza su derecho al voto según la opción que elija su hijo o su nieta, dado que suponemos que velarán por sus predilecciones electorales.

Tercero, por un fundamento básico de defensa de la familia y de congruencia con los derechos de todo ser humano. El artículo duodécimo de la Convención de los Derechos del Niño establece que “los Estados garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que le afectan, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”, y que “con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que le afecte, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas legales”.

El derecho de los más pequeños se ejercería a través de sus padres o tutores, que asumen una cuota de responsabilidad y de futuro superior a otros adultos sin descendencia. Tan pronto como sea posible, el voto sería depositado directamente por el titular. Seguro que el resultado electoral ganaría en inteligencia y en bondad, al igual que aconteció con el voto de las mujeres. Antiguos proverbios lo garantizan: La verdad sale de la boca de los niños; en una casa llena de niños, el diablo no entra; de niños todos hermanos, de mayores todos enemigos. Alejandro Dumas, hijo, se atrevió a preguntarse ¿cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? (preferimos obviar la respuesta que él se daba), y Cocteau saludaba a los niños parisinos con un doliente “¡Hola, muertecitos de la próxima guerra!”.

Todos los niños son capaces de expresar sus puntos de vista. No hay ningún límite de edad para ejercer el derecho a participar. Quienes creemos, como dice el Talmud, que “el mundo solamente se mantiene por el aliento de los niños”, apostamos por el voto infantil, representado por sus padres en la primera etapa, porque no olvidemos que el valor de la familia no reside en que los adultos hagan niños, sino en que los niños se hagan adultos. Donde no hay niños no es posible el cielo, y además los niños tienen una memoria sin igual para las promesas. Los niños son lo primero, la solución y el futuro. Recuerden, para elecciones y naufragios: Las mujeres y los niños primero.

¿Cómo se llamaba?

La política tritura y amortiza incluso a sus dirigentes más notorios...

¿Cuántos son los votantes del Estado que recuerdan el nombre del anterior candidato socialista a la Presidencia del Gobierno central de hace sólo cuatro años? ¿El 1% se acuerda de su nombre o apellido? ¿Cuándo fue la última vez que apareció en algún medio de comunicación?

¿No sucederá lo mismo dentro de cuatro años? O Zapatero pone orden en ese reino de taifas que es el “PSOE de las dos círculos concéntricos”, o dentro de cuatro años, mientras Ibarra y Bono se siguen concentrando en la política “nacional”, otro diputado desconocido tendrá sus minutos de gloria.

¡Ah, la respuesta no es Borrell, ni la culpa es del Alzheimer! Siga pensando. Solución: las letras de su nombre y apellido forman la frase: OJALÁ UN MANIQUÍ. Espero que el susodicho no se enfade, porque le aprecio como paisano que nació y se educó en mi mismo barrio de Bilbao.

Ibarra ido & Matasuegras Ibarra

Ibarra ido

Ser un notable del PSOE debe ser agotador. La mejor prueba es el Sr. Rodríguez Ibarra, quien se ha estrujado las meninges proponiendo que los partidos deban superar el 5% de los votos en todo el Estado para obtener escaños en el Congreso, a fin de que los “perjudiciales partidos nacionalistas”, no españolistas se supone, “desaparezcan en diez o doce años". Todo ello en defensa de una “España única” (de grande no dijo nada), como la que el PP y el PSOE defienden (así que Maragall o hace mucha pedagogía interna o se va buscando otro partido).

No acabaron ahí sus ocurrencias. Lamentó que la discusión sobre el ser y estar en España" esté impidiendo hablar de los problemas reales de los ciudadanos, y restó importancia al debate de quién se lleva más o menos dinero, porque aseveró que lo realmente importante es que los nacionalistas estén "robando" la historia de España.

A ver si entre todos logramos que los “nacionalistas” devuelvan esos anales robados de la “historia de España”, para que el Presidente extremeño comience a preocuparse de los problemas de “su” ciudadanía, a la cola de Europa con la desolada Guayana francesa. Sólo después le agradeceremos que aporte sus siempre creativas soluciones para Euskadi y Catalunya. De momento alguien podría pensar: Ibarra ido, y va raído.

Matasuegras Ibarra

Ibarra yerra tan rápidamente que no da tiempo ni a criticar sus numerosos traspiés.
Con lo rápido que lanza sus propuestas el presidente extremeño, y lo aún más veloz que las retira, nos recuerda a un matasuegras. Pero las fiestas navideñas han acabado y el cava se le podía haber evaporado unos días antes. Puestos a hacer propuestas ingeniosas, ¿por qué no pedir no un 5, sino un 100 de cociente de inteligencia mínimo para ir al Congreso o para ser un “notable” del PSOE?

Políticos en la Escuela

Que los políticos hablen de educación es un indicio seguro de elecciones.

El profesorado, las familias y la ciudadanía en su conjunto sabemos que un signo inequívoco de próxima convocatoria electoral es que los políticos hablen de educación. Sólo se acuerdan de la enseñanza en períodos inmediatamente preelectorales. El PSOE de Zapatero ha elevado esta usanza al máximo: “el nombre del programa electoral es Educación, y el apellido Cultura”. Estaba obligado frente a la política de Atila-Aznar, de los “hunos” o los “unos”: un líder, un partido, una nación (mejor un imperio), un “pensamiento” único,… un extravío paranoico con un exponente paradigmático: un sistema educativo uniformado por la LOU, la LOCE,… cuando el Estado ya no tiene competencias educativas y sin destinar presupuesto alguno para las reformas.

Conste que los educadores deseamos que se debatan en sociedad los temas educativos, pero con rigor y sin frivolizar hasta extremos horripilantes. Las consignas electoralistas siempre son simplistas: mejor hablan de dos alumnos por ordenador que de reformar el currículum para no ser el hazmerreír de Europa con una informática educativa optativa, o de libros de texto gratuitos mientras se dictan apuntes desde Primaria e Internet brilla por su ausencia para que las mochilas carguen libras de libros. ¿Por qué no hablar de atajar el insoportable “fracaso escolar” o, incluso más grave aún, del mismo absentismo cuyo promedio estatal –por no señalar diferencias entre autonomías- es el más alto de la OCDE (el 34% del alumnado de 15 años falta injustificadamente a clase)?

Alguna esperanza brilla en Catalunya donde han comenzado su nueva legislatura con medidas y presupuestos de refuerzo educativo en los departamentos segregados de Enseñanza y Universidades, gestionados ambos por ERC (Joseph Bargalló y Carles Solà). Es demasiado pronto para valorar su acierto, pero no es mera palabrería: obras son amores y no buenas razones. En Euskadi el panorama de confrontación, que tan bien instrumentaliza el PP con el seguidismo del PSOE… de Madrid, ha bloqueado lamentablemente cualquier mínimo preliminar del proyectado “Acuerdo Educativo”, que preveía el programa de gobierno tripartito como renovación del “Pacto Escolar” suscrito en 1993 entre el PNV y el PSOE.

Lo dicho: Por motivos electoralistas los elefantes de la política han entrado nuevamente en la cristalería de la educación. Cuidado con los escolares, que son muy frágiles.

Recetas educativas

La pedagogía moderna busca el desarrollo físico, intelectual y afectivo del alumnado. En ocasiones, los progenitores piden al profesorado recetas mágicas. Existen algunas.

Los indios sioux enseñaban a sus hijos que restregarse el pecho con alas de mariposa, les permitiría correr como bisontes. Esta creencia, con apariencia de superchería, funcionaba… y funciona. Cualquier niño o muchacho que durante años logre capturar docenas de lepidópteros en las grandes praderas sin ayuda de una red, se convertirá indudablemente en un gran corredor.

Para el crecimiento de la inteligencia otra fórmula infalible consiste en pasear la vista ante millones de palabras, escritas en varios idiomas. Tampoco es tan difícil. Hay mucha gente que lee un millón de palabras a la semana: unos a 300 palabras por minuto durante ocho horas diarias, otros a 1.700 palabras por minuto durante sólo diez horas semanales. Porque si a correr se aprende cazando mariposas, a saber se aprende leyendo y estudiando.

Finalmente el desarrollo emocional y espiritual, el más determinante para los seres humanos, se logra trabajando, creyendo, agradeciendo, alegrando, ayudando y amando. Whitman condensó todo esto en una poesía: Piensa que en ti está el futuro, y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron, de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros: los "poetas vivos". No permitas que la vida pase sin que la vivas...

Basta una Batasuna

Texto del mensaje: Un breve análisis del devenir de Batasuna.
Esta semana ETB ha emitido una nueva edición del programa “Políticamente incorrecto” con un nutrido plantel de políticos de primera línea en sus respectivos partidos. Como en otras ocasiones algunos percibimos la conveniencia de sobreimpresionar un contador de tiempos, para equiparar la duración de las intervenciones o una mejor dirección a través de la presentadora, que conduce bien el debate pero a quien le favorecería una mejor información por el “pinganillo”. El encuentro entre Egibar (PNV), Larreina (EA), Matute (IU), Zabaleta (Aralar), Milagros Rubio (Batzarre) y Otegi (Sozialista Abertzaleak) resultó muy interesante en matices, que no hay tiempo de comentar, y permitió a la audiencia de Euskadi visualizar el último rizo de Batasuna.

Recordaremos solamente dos datos cuantitativos de resultados electorales en Municipales y Forales, el principal feudo de Batasuna, entre 1997 y 2003 de Batasuna en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y en la Comunidad Foral de Navarra (CFN), donde los datos correspondientes a 2003, tras la ilegalización, corresponden a estimaciones detrayendo del voto nulo la cuantía habitual del 0,8% propia de este tipo de elecciones. Se ha incluido también las autonómicas de 2001 en la CAV, elecciones de otra naturaleza pero significativas por ser las últimas donde Batasuna pudo presentarse con nombre propio.

Desde ningún análisis, nacionalista vasco o español, resulta correcto políticamente hablar de estos restos electorales desprendidos de Batasuna, pero una simple visión de los resultados demuestra que, en la CFN, Aralar y Batzarre han recogido este capital o han reinterpretado esta demanda ciudadana con porcentajes en 2003 del 7,24% y 2,41%, y en la más compleja perspectiva de la CAV, Aralar despega con un significativo 2,87%.

Para el antiguo electorado de Batasuna, la confrontación dialéctica vis a vis entre un nervioso Arnaldo, un flemático Patxi y una reflexiva Milagros, fue esclarecedora y no solamente por el rechazo explícito de los segundos a todo lo que no sean caminos pacíficos y democráticos, sino por el alternativo y social mensaje refrescante frente al molino de Batasuna, que siempre se mueve en círculo aunque cambie de nombre. Sorprende una “estrategia tan suicida” de su dirección, cualquiera que sea ésta, ante el panorama de precipitada disolución del cuerpo electoral de Batasuna, ciertamente por medidas como la de ilegalización pero también por errores propios y aciertos ajenos como se comprueba en 2001 –antes de la ilegalización- donde se esfuma casi la mitad de su porcentaje y pasa de ser el segundo partido al cuarto puesto. Todo ello en un panorama general donde la coalición PNV-EA sube del 34,65% al 40,59% en las municipales y forales, y hasta un determinante 42,19% en las últimas autonómicas, lo que con un sistema parecido al del Estado otorgaría una aplastante mayoría absoluta. Igualmente, merece citarse el meritorio avance de IU-Ezker Batua, que pasa en cuatro años del 4,61% al 7,25%.

En Euskadi, la política y la gastronomía se cocinan lenta, pero infaliblemente. La normalización política en Euskadi comenzará el día que Batasuna apueste exclusivamente por una resolución pacífica y democrática de todos los problemas sociales y políticos, condenando expresamente todo tipo de violencia. Mientras tanto nos seguiremos preguntando, y sobre todo debiera demandárselo su anterior electorado: Batasuna, nora zoaz? (¿Dónde vas Batasuna?).

Horóscopo con fósforo

Evitemos el fraude, eduquémonos y divirtámonos con horóscopos de citas.

La divulgación de la ciencia debió ser la muerte de la superstición, que no es sino la “religión de las mentes débiles”. Pero pervive e incluso, en su tiempo, Goethe reconoció que la superstición es “la poesía de la vida”. Lo cierto es que en las almas más grandes subsisten rincones de debilidad en los cuales duermen las credulidades ingenuas.

Los periódicos, ante la insistencia de ciertos lectores, mantienen secciones con augurios astrológicos, donde debieran remarcar el carácter lúdico con títulos como el “Juego del Horóscopo”, indicando sólo generalidades válidas y consejos positivos para cualquier situación o persona. Toda la sociedad debe colaborar activamente para erradicar estas creencias irracionales de los más incautos y liberarles de la esclavitud de la ignorancia, infundiéndoles la dignidad de la libertad personal. La fe en pseudociencias como la astrología puede ser muy perniciosa, pues fomenta la evasión de los problemas de la vida real. Recordemos que las personas debemos procurar superarnos con nuestro esfuerzo, porque nadie sino nosotros mismos somos los únicos o últimos responsables de nuestro futuro.

Si aceptamos como un simple divertimento estas “filigranas de la ensoñación", podríamos proponer un “horóscopo con fósforo” para gente inteligente, con citas renovadas diariamente de grandes personajes de la humanidad, como el que sigue.

Aries: Para ser amado, sé amable.
Tauro: Todo lo que una persona puede imaginar, otra podrán hacerlo realidad.
Géminis: El genio es el infinito arte de trabajar con paciencia.
Cáncer: La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.
Leo: Hay que tomar a las personas como son, no existen otras.
Virgo: Para alargar tu vida, acorta tus comidas.
Libra: El saber es la única propiedad que no puede perderse.
Escorpión: Siembra una acción y recogerás un hábito; siembra un hábito y recogerás un carácter; siembra un carácter y recogerás un destino.
Sagitario: Si quieres que tus sueños se conviertan en realidad... ¡despierta!
Capricornio: La amistad es animal de compañía, no de rebaño.
Acuario: Imposible es el adjetivo de los imbéciles.
Piscis: Hay dos cosas perdurables que podemos dejar en herencia a nuestros hijos: las raíces y las alas.

Una bilbainita sin regalo

El pasado día de Navidad contábamos en una “Carta al Director” que una niña recién nacida había sido abandonada en el Hospital de la Cruz Roja de Bilbao. La madre inmediatamente se arrepintió y volvió a por ella una hora después, aún a costa de quedarse en la calle tras ser despedida de su trabajo. La historia no ha concluido felizmente todavía. El capellán Javier del Hospital coordina la búsqueda de un empleo para que esta madre pueda quedarse con su hija, pero aún seguimos sin encontrar una salida digna y humanitaria como merecen ambas criaturas, hija y madre.

Por nuestros hogares pasaron el Olentzero, Santa Claus y los Reyes Magos, celebramos las comidas y nos repartimos los regalos al reunirnos con toda la familia, pero esta desconsolada madre sigue sin trabajo y las autoridades deberán retirarle el bebé si no encuentra un empleo en los próximos días. Mientras no resolvamos este caso, el Año Nuevo no comenzará en Bilbao, ni habrá felicidad para nadie.

Esta nena bilbainita necesita sólo un regalo, que es un derecho: El paraíso que está en el regazo de su ama. ¿Quién y cómo puede ayudar en este trágico caso real? La mejor solución sería un trabajo estable para la madre como empleada de hogar, interna o externa. Para más información llamar al Capellán del Hospital (94-4434792).

Noticias improbables de 2004

¿Llegaremos a leer alguna de estas noticias este año?

- La belicosidad agresiva se extingue con el retiro del último boxeador.
- Un tertuliano declina opinar de un tema aduciendo que no sabe nada al respecto.
- Las huellas dactilares se toman sólo para no confundir a los bebés en las clínicas.
- Los terremotos en cualquier lugar del mundo no causan sino daños materiales.
- Se decide retirar todos los controles antes de volar, porque ya no hay amenazas.
- Los ejércitos comienzan a jubilar anticipadamente por ausencia de conflictos.
- La industria bélica se reconvierte en tecnologías educativas de máximo consumo.
- Los políticos comienzan a ser desconocidos por la normalidad de la vida social.
- El mundo se vuelva económicamente para el desarrollo del continente africano.
- La esperanza de vida se incrementa a escala mundial hasta los cien años.
- El hambre sólo aparece en algunas desaconsejadas dietas de adelgazamiento.
- Se inaugura el primer museo sobre la guerra para que los jóvenes sepan lo que fue.
- El prestigio internacional se busca mediante éxitos científicos para ser compartidos.
- Las únicas contiendas individuales o colectivas que restan son las deportivas.
- La inmigración se confunde con la libertad de viajar y el turismo de larga duración.
- Las armas nucleares se desactivan y exponen en plazas públicas como memoria.
- La enseñanza obligatoria gratuita se extiende hasta los 18 años en todo el mundo.
- Primer destino turístico: La pacífica Tierra Santa de las 3 religiones monoteístas.
- Desaparecen los accidentes laborables o de tráfico con víctimas mortales.
- Las artes y las ciencias son los temas de máximo interés de todas las audiencias.
- La salud, la educación y la asistencia social acaparan casi todos los presupuestos.
- Se instituye el derecho universal a la vivienda a partir de la mayoría de edad.
- Se extinguen enfermedades históricas, como difteria, paludismo, cólera, SIDA,…
- Las drogas quedan como un asunto exclusivo de los farmacéuticos.
- Las fronteras se desvanecen y surge el coleccionismo de los caducos pasaportes.
- La educación se convierte en la mayor industria planetaria.

Muchos estamos trabajando por hacer posibles todos estos sucesos. Cada vez falta menos.

Razones para que ETA deje de matar

1. Porque se ha derramado demasiada sangre.
2. Porque políticamente sólo nutre a los intereses más turbios.
3. Porque estamos en un mundo del siglo XXI que odia la guerra.
4. Porque ha nacido un nuevo año en el que seguimos ansiando la paz.
5. Porque es un obstáculo para una sociedad vasca normalizada en Europa.
6. Porque se lo pide toda la ciudadanía vasca, española, francesa, europea…
7. Porque las víctimas de la violencia, que somos todos, necesitamos la paz.
8. Porque la política sólo puede ejercerse en paz, en libertad y en democracia.
9. Porque la violencia nunca fue un camino aceptable moralmente.
10. Porque asesinar siempre ha sido, es y será una aberración ética.
11. Porque la paz es posible, y es posible mañana mismo.
12. Porque sabremos perdonarnos todos, los unos a los otros, de todos nuestros errores en esta trágica historia de ceguera y odio.