Algunas cuestiones que bullen por nuestras cabezas, tras conocer que Tokio organizará las Olimpíadas de 2020:
- ¿A nadie de quienes impulsaron la candidatura de Madrid, por tres veces consecutivas, se les pasó por la cabeza la rotación de los Juegos Olímpicos entre continentes Europa-América-Asia tras perder frente a Londres (y París) la opción de Madrid 2012? ¿No era ridículo presentarse de nuevo para 2016 y 2020? ¿O es que se lo pasaron tan bien gastando (¿y cobrando?) con las candidaturas que lo de menos era ganar o perder?
- ¿Nadie ha advertido que ante la crisis del momento, organizar unas Olimpíadas no asegura ni favorece el repunte social y económico para el país organizador? ¿Le sirvió a Grecia organizar las Olimpíadas de 2004 en Atenas? ¿Le va a ayudar con la que está cayendo a Brasil organizar en Río de Janeiro las de 2016?
- ¿Era Madrid el mejor referentes del "espíritu olímpico" presente en el Juramento Olímpico que textualmente señala "comprometiéndonos a un deporte sin dopaje y sin drogas, con el
espíritu verdadero de la deportividad, por la gloria del deporte y el
honor de nuestros equipos"? ¿Nuestros políticos se creen que engañar con una justicia lenta y politizada es igualmente fácil de hacer dentro y fuera de nuestras fronteras?
- ¿Era Madrid y sus gobernantes (que no su ciudadanía) el modelo de sede olímpica cuando está en pleno proceso de destrucción del modelo social europeo que basa en los servicios públicos la atención al conjunto de su población?
- ¿Son equivalentes las Olimpíadas de Barcelona en 1992 concedidas a una España reintegrada a la democracia que la actual España (y especialmente su capital) empobrecida y que semanalmente solicita préstamos equivalentes al coste de unas Olimpíadas para equilibrar su balanza de pago? ¿Nadie entiende que hasta dentro de un siglo desde 1992 no toca a España presentarse tras Barcelona 1992? ¿No habrá
- ¿La calidad de nuestros políticos está a la altura de la ciudadanía que dicen representar? ¿Es preciso ser madrileño para sentir vergüenza ajena del papelón de su alcaldesa,... por no hablar de diferencias entre el Primer Ministro japonés... y a Mariano Rajoy? ¿No habrá influido el propio despilfarro de la delegación española (el doble de la turca) y su triunfalismo muy negativamente en su credibilidad financiera, logística y ética?
- ¿No convendría revisar todo el sistema de deporte para que no sea monocultivo de fútbol (ruinoso, además) en los medios de comunicación, sin disparates de contrataciones multimillonarias de jugadores por entidades quebradas sostenidas por bancos igualmente sin fondos que no arranquen de los bolsillos de una sociedad con riesgo creciente de pobreza?