Elon Musk, el ingeniero por antonomasia que es físico en realidad

Una entrevista de 2012 (se puede ver subtítulos en español).
La ciencia descubre un mundo que existe; la ingeniería crea un mundo que no existe.

Elon Reeve Musk (PretoriaSudáfrica28 de junio de 1971) es un físico, economista, emprendedor, filántropo, inventor y magnate sudafricano, nacionalizado canadiense y estadounidense. Un modelo contemporáneo de polimatía.
Elon Musk es un genio polifacético que admira, por encima de todo la ingenieríaCofundador de PayPalSpaceXHyperloopSolarCityThe Boring CompanyNeuralink y OpenAI

Es director general de SpaceX, de Tesla Motors, presidente de SolarCity y copresidente de OpenAI. En enero de 2021 su fortuna se estima en 187 000 millones de dólares, lo que lo convierte en la persona más rica del mundo, superando al fundador de AmazonJeff Bezos. En enero del mismo año, Elon Musk fue nombrado como la persona más rica del mundo por la revista Forbes.
A los 10 años, con su primer ordenador, un Commodore VIC-20, Elon Musk empezó a aprender programación por su propia cuenta. Dos años después, vendió su primer videojuego -llamado Blastar- por cerca de 200 dólares. En aquel entonces pasó por momentos difíciles; sus compañeros de escuela lo sometían a bullying por sus intereses poco comunes para ellos. En el periodo entre los 12 y 15 años de edad entró en una crisis existencial influida por las lecturas de Nietzsche y Schopenhauer. En su hogar las cosas no iban mejor, la relación con su padre era bastante complicada. Sufría la violencia emocional de un progenitor incapaz de comprenderlo. 

El servicio militar obligatorio le molestaba. Por tales motivos, Elon Musk a los 17 años, luego de graduarse de la secundaria en Pretoria, decidió salir de Sudáfrica y refugiarse con su madre en Canadá. En 1992, gracias a una beca, pudo estudiar Administración de Empresas y Física en la Universidad de Pensilvania. Recibió su título del Wharton School y permaneció un año más en la universidad para completar su segundo título en física. Tras obtener sus licenciaturas decidió dedicarse a Internet, las energías renovables y la conquista del espacio.

Otras biografías de quienes estudiaron Física, pero destacaron en otras profesiones, como la física Angela MerkelMuchos otros posts sobre Elon Musk.

La ingravidez de la piscina (Capítulo 2º)

Capítulo 2: La urbanización circundante 
La ingravidez de la piscina
Un niño sentado ante un portal, descansando en una noche de juegos.
Capítulo anterior: La piscina comunitaria.

Toda urbanización está regida por unas normas explícitas, conocidas y aburridas, y por otras paradójicas leyes nunca escritas pero que todo el mundo conoce y reconoce. La primera es que el número potencial de ocupantes de cada una de las viviendas es inversamente proporcional al número de habitaciones, aunque sorprenda a primera vista. Repetimos: A menos habitaciones, más ocupantes.

En un pequeño apartamento de una habitación suelen "acomodarse" entre 8 y 10 personas, normalmente inquilinos y de distinta edad, usando el sofá del salón y algunas colchonetas. Al lado, en una planta baja de dos dormitorios, pasan las vacaciones de 5 a 7 personas con ayuda de alguna tumbona. En el extremo, el pico de esquina que dicen por aquí, un dúplex de tres dormitorios raramente acoge a más de 2 ó 4 propietarios. Es obvio, que la capacidad de adaptación de los seres humanos es más elástica que la simple matemática.

En cualquier urbanización que se precie de vida comunitaria, los roles sociales están siempre repartidos: los vecinos ruidosos, los que se quejan, los que nunca vienen o quienes nunca se van, los limpios y los otros,... Aparte está la distribución por edades mayores, jóvenes, familiones o parejas y singles. También la presunta nacionalidad marca un elemento diferenciador, si bien hay quien solamente distingue entre que hablen cristiano o no. En el siguiente capítulo, repasaremos los sempiternos personajes de toda urbanización que se precie.

El ritual de la urbanización tiene su ceremonia máxima en la Junta de Propietarios, si bien la comunidad se reparte entre quienes siempre acuden, quienes delegan y los ausentes (con alto porcentaje de morosos entre estos últimos). La biblia de la urbanización se despliega en carteles ante la puerta de la piscina, pero -como cualquier libro sagrado- no son muchos los propietarios que leen las normas escritas (y, prácticamente, ningún inquilino, cuñado o invitado). 

El horario de cada urbanización es el principal parámetro característico de su población. La hora del despertar colectivo, la hora de cerrar puertas tras las sobremesas para la imprescindible siesta, ese atardecer plagado precedido de olores a imposibles barbacoas, su hora de recoger a las criaturas (enviadas al exterior a la voz de "no molestéis por aquí", sabiendo lo que ello supone para el resto del vecindario),...

Siguiente Capítulo 3º: Personajes de la urbanización.

Mezcolanza de pasado, presente y futuro para la felicidad

“Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it.”
La felicidad cotidiana requiere unas dosis ajustadas de pasado, presente y futuro. Cada amanecer, necesitamos organizar ese día, administrando algunos recuerdos del pasado, algunas promesas del futuro y muchas realidades del presente. Nada de ello puede faltar.

Sin gratos recuerdos, aunque sean contados, mal planificaremos cada día, porque uno de los objetivos cotidianos es sumar experiencias y encuentros felices que siempre nos acompañarán en la memoria. El futuro requiere esfuerzos constantes y cada jornada debe construir una ruta hacia ese destino buscado, más aún sabiendo que el proceso es más determinante que la meta.

Los mayores acostumbramos a abusar de la dosis de pasado, los jóvenes exageran quizá la tasa de futuro y solamente los niños ajustan bien que la felicidad y la alegría es, ante todo, presente.

Demasiado pasado en el cóctel diario agriará el día con melancolía y demasiado futuro eclipsará la jornada con retardos de ilusiones que, quizá, nunca vivamos. Sólo tenemos el presente, el hoy,... en términos de felicidadEl pasado es historia, el futuro un misterio, y cada instante -como ahora- es un regalo. Es por eso que a este momento se le llama presenteEl presente es el tiempo más determinante. 

Carlyle escribió: Dice Shakespeare que nosotros somos unas criaturas que miran antes y después de sí, siendo lo más sorprendente que no miremos un poco en torno nuestro y contemplemos qué es lo que está pasando ante nuestros propios ojos.” 

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, señaló Pablo Neruda en su poesía. Pero podemos seguir siendo felices. Simplemente, seamos generosos y disfrutemos siéndolo. Si estamos presentes, o mientras lo estemos, no tenemos ninguna necesidad de esperar. 

Prometamos vivir plenamente cada escurridizo instante y tratar e interactuar con todos los seres con esa doble mirada de admiración infantilcompasión sabia. Un proverbio irlandés dice: “Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it”, es decir, "La vida es como una taza de té, todo depende de cómo la hagas",... 

La ingravidez de la piscina (Capítulo 1º)

Ainhoa en la piscina (y su padre Javier, invisible debajo del agua)
Capítulo 1º: La piscina comunitaria
 
Vivimos tiempos en los que se pagan millones de dólares para sentir unos escasos minutos de ingravidez en una cápsula suborbital del nuevo turismo espacial para multimillonarios.  Mientras tanto, el turismo terrestre y pedestre se reduce de aquellos antaño tres meses, a un único mes o mucho menos, como una quincena, una semana o, incluso, apenas unos pocos tres o cuatro días o, apenas, un fin de semana.

Como "El mundo entero es un Bilbao más grande" para Unamuno, una urbanización es un microcosmos agrupado en torno a una piscina comunitaria, donde se plasman esas realidades humanas que los sociólogos e historiadores reconocerán en unas décadas. El escenario perfecto de observación es ese punto de encuentro (meeting point) donde el agua salpica las verdades que, quien pacientemente flota, puede llegar a adivinar en medio de interacciones aparentemente irrelevantes.

A algunos nos gusta la sempiterna ingravidez de la piscina, esa flotación asistida por churros acuáticos deambulando sin rumbo entre chorros en horarios inhabituales de baja o nula presencia ajena a la familia, con toda la calma y el tiempo precisos para procesar las imágenes y sensaciones vividas en las horas precedentes. 

La piscina misma es como un ser vivo que muta según sus estaciones y sus calendarios. Nunca estará más limpia, cuidada e, incluso, brillante que este fin de semana que antecede a la junta anual de propietarios que decidirán la continuidad del equipo de jardinería. Resplandece como nunca lo ha hecho en otoño, invierno o primavera, mientras el césped parece haber resucitado con un color que sabemos se marchitará en pocas semanas y que solamente revivirá cuando concluyan las vacaciones de la mayoría.

Una piscina no existe si no hay gente que la disfrute. El paisanaje es quien define el cuadro. Esa doble o triple comunidad que se concentra dentro y fuera del agua: Propietarios e inquilinos (con sus cuñados y amistades si son aborígenes del lugar) y, ocasionalmente, gorrones y otras especies de fauna que se cuelan. Pero estos colectivos serán descritos en sendos episodios posteriores. 

Siguiente Capítulo 2º: La urbanización circundante.

Vida y familia antes de la muerte


¡Qué raro es el ser humano!  Se pelea con los vivos y regala flores a los muertos. Se pasa años sin hablar a un vivo y, cuando muere le hace un homenaje. No tiene tiempo para visitar a un vivo, pero se queda un día entero en un velatorio. No llama, no abraza, no besa, no se porta bien con un vivo, pero se lamenta ante un muerto. Hasta parece que lo mas valioso es la muerte y no la vida. ¿Es raro el ser humano?
  Vida antes de la muerte
Debe ser una melancolía propia del estío,... de un pasado que idealizamos y de un presente que nos inquieta,... Pero el mejor modo de predecir el futuro es construyéndolo,... con solidaridad intergeneracional. Se suma a este sentido algunas lecturas en Twitter o Facebook como la siguiente, que seguro es verídica en muchos casos con pequeñas variaciones circunstanciales. Constata aquello de "A más años, más desengaños".

"Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2 bisnietos y una habitación de 12 m². Ya no tengo mi casa ni mis cosas queridas, pero sí quien me arregla la habitación, me hace la comida y la cama, me toma la tensión y me pesa. Ya no tengo las risas de mis nietos, el verlos crecer, abrazarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días; otros, cada tres o cuatro meses; otros, nunca...

Ya no hago croquetas, ni huevos rellenos, ni rulos de carne picada, ni punto, ni crochet. Aún tengo pasatiempo para hacer sudoku que entretienen algo. No sé cuánto me quedará, pero debo acostumbrarme a esta soledad; voy a terapia ocupacional y ayudo en lo que puedo a quienes están peor que yo, aunque no quiero intimar demasiado. Desaparecen con frecuencia.

Dicen que la vida se alarga cada vez más. ¿Para qué? Cuando estoy sola, puedo mirar las fotos de mi familia y algunos recuerdos de casa que me he traído. Y eso es todo.

Espero que las próximas generaciones vean que la familia se forma para tener un mañana (con los hijos) y devolver a nuestros padres el tiempo que nos regalaron al criarnos. "Cuidad de quien ya cuidó de nosotros, es la mayor de las honras."

Atentamente: Tu Madre, Tu Abuela, o Quizás Tú o Yo, en un futuro"...

La risa es contagiosa

No hay mejor reclamo publicitario que supere a la risa.
Otros posts sobre "La risa es contagiosa" y sobre Risoterapia.