La "Carta por la Compasión" es una llamada mundial a esa virtud tan mal comprendida como es la compasión. Esta cualidad, la más bella del alma humana, es la que nos impide convertirnos en piedra y la que nos ensalza a ser verdaderamente humanos. Quizá los más grandes saben disfrutar de las dos excelsas claves de la felicidad: la pasión y la compasión. La promotora de la Carta,Karen Armstrong, nos define el genuino sentido de la fe, de creer, de la religión (como se escucha en el minuto 3:30 del vídeo): "Yo digo que la religión no es de creer las cosas. Es la alquimia ética. Se trata de comportarse de una manera que te cambie, que te dé indicios de santidad y de lo sagrado".
Karen Armstrong nos ofrece la auténtica dimensión de la religión, que es la acción por el bienestar de los demás, y no unos dogmas que se malinterpretan para alentar los enfrentamientos y los conflictos. Impresionante es su referencia en el minuto 16:10 al encuentro entre Aquiles y Príamo, uno de los pasajes más conmovedores de la Ilíada (Canto XXIV). Apela a la compasión con la que el anciano rey Príamo, humillado, acudió al campo enemigo al encuentro del vencedor Aquiles, para suplicarle la devolución del cadáver de su hijo Héctor, a fin de que no vagase durante toda la eternidad al no haber sido debidamente enterrado.
Tres citas breves sobre la compasión. La primera de Hugo Fóscolo: "¡Oh, compasión!: tú eres la única virtud. Todas las demás son virtudes usureras". Otra de Tenzin Gyatso, el 14º Dalai Lama: "Si deseas la felicidad de los demás, sé compasivo. Si deseas tu propia felidad, sé compasivo". Para concluir estos breves pensamientos, una reflexión del poeta y político australiano Adam Lindsay Gordon: "La vida es, en su mayor parte, espuma y pompas de jabón; pero existen dos cosa que son sólidas como el mármol: la compasión ante la desgracia ajena y el valor ante la desgracia propia". La Carta por la Compasión (leer en la imagen inferior) proclama un principio adoptado por todas las religiones y todos los códigos morales. Tanto que, a menudo, se le llama La Regla de Oro en todas las religiones monoteístas. La Regla de Oro requiere que usemos la empatía - la imaginación moral - para ponernos en el lugar de los otros. Debemos actuar con ellos como querríamos que ellos actuaran con nosotros. Debemos negarnos, bajo cualquier circunstancia, a llevar a cabo acciones que les causarían daño.
Susan Sontag, icono intelectual del siglo XX, nos enseñó que la compasión debe ser aprendida y ejercida con pasión.
El pasado martes, 28 de diciembre de 2004, falleció en Nueva York la influyente escritora, intelectual y activista estadounidense Susan Sontag, tras una larga y titánica lucha contra el cáncer al que venció en varias ocasiones. Su polifacética personalidad creativa le había permitido cultivar con gran éxito el ensayo, la novela, el teatro y el cine. Su obra -traducida a 32 idiomas- cuenta con libros de ensayo reflexivo como "Contra la interpretación" o "La enfermedad como metáfora", o de narrativa como "El benefactor" y "Yo, etcétera".
Su personalidad trascendió el mundo literario, participando con un dinámico activismo en favor de los Derechos Humanos, destacando su compromiso crítico contra la política norteamericana e incluso contra la generalizada pasividad de mundo occidental. La voz firme de Sontag criticó todo lo que juzgó ignominioso desde la guerra del Vietnam, cuando publicó que "la raza blanca es el cáncer de la historia humana''. Ante el escándalo de las torturas en la prisión iraquí de Abu Ghraib no dudó en apuntar que "En Estados Unidos evitamos la palabra tortura, decimos abusos, humillaciones, pero la palabra justa, es tortura".
Sus invectivas alcanzaron a Fidel Castro o Sadam Hussein, y se alzó nítidamente en el conflicto de Irak, declarando una y otra vez su "desprecio" hacia el belicoso George W. Bush, al que había recriminado su política de aplicación de la pena de muerte, apodándole "asesino en serie de Texas". Proclamó que Bush "es muy estúpido, pero él no es la persona que hace la política, tiene gente que le rodea que es muy inteligente y que sabe exactamente lo que hace”. En cada rueda de prensa reiteraba: "¿Os dais cuenta de que Estados Unidos no quiere firmar acuerdos internacionales, ni medioambientales ni de nada, para no limitar su libertad?".
Su irreprochable postura ética de “compañera compasiva” le valió furiosas críticas de la prensa gubernamental en su país, pero ella siempre supo pagar el precio de la honestidad, como cuando arriesgó su vida viviendo casi tres años en la martirizada Sarajevo, donde puso en escena la hermética obra de Samuel Beckett “Esperando a Godot”, apoyando desde su condición de judía newyorkina la causa bosnia en medio del trágico conflicto centroeuropeo.
Quizá sea su libro 'Ante el dolor de los demás' (publicado en Alfaguara) el título que mejor refleja el posicionamiento de Sontag ante la vida y la realidad. Describe cómo se siente la ciudadanía acomodada de Europa y Norteamérica al presenciar por televisión el sufrimiento de los dos tercios de la Humanidad pobre y apartada, mediante lo que denominó "compasión mediática del sufrimiento visto desde la comodidad". Corroboraba que una de las cosas que necesitan ser excesivas para ser apenas suficientes es la compasión. Seguramente la edad nos ayudará a comprender a quienes no poseemos la inteligencia culta de Sontag, lo que Albert Camus señaló: “envejecer es pasar de la pasión a la compasión”.
El poeta australiano Adam Lindsay Gordon dictó una de las citas más contundentes de la poesía del siglo XIX: “La vida es, en su mayor parte, espuma y pompas de jabón; pero existen dos cosas que son sólidas como el mármol: la compasión ante la desgracia ajena y el valor ante la desgracia propia”. Quizá incluso se podría permutar el orden de ambos elementos. La compasión ha sido un tema eterno de la literatura moderna, desde León Tolstoi la definiera como una de las más hermosas facultades del alma humana, hasta Constancio C. Vigil que citaba cuatro son los caminos para llegar a Dios: la sabiduría, la justicia, la belleza y, el más seguro de todos, la compasión. En la actualidad se reivindica la empatía como superadora de la compasión y la solidaridad, con la premisa de que es mejor para todos contar con los demás. La empatía se fundamenta en una lógica de la abundancia y refuta la idea de que al repartir perdamos algo de lo nuestro; por el contrario, expresa que lo compartido se incrementa y que sólo cooperando podremos lograr nuestros objetivos más personales.
Susan Sontag supo transmitirnos lo que sienten las víctimas de la guerra, así como lo que podemos experimentar desde la distancia, tanto física como metafísica, cuando vemos las imágenes del sufrimiento ajeno en medio de este naciente siglo XXI que no abraza la paz. Sontag, con su medio siglo de firme insubordinación, concluyó que la compasión debe ser activa para generar rebeldía ante el militarismo, repudio de la anacrónica fuerza y fomento de la justicia humana desde la insoslayable responsabilidad individual de cada uno de nosotros.
Como catarsis final de año, os proponemos un post de relajación con el mantra (que significa algo así como mente liberada) "Om mani padme hum" (que se puede traducir del tibetano como "Om la joya en el loto Hum" o la "Joya de Loto que atesoramos dentro").
Se trata del mantra más recurrente del budismo, con seis sílabas del bodhisattva (camino) de la compasión, Avalokiteshvara (en sánscrito) o Chenrezig (en tibetano).
Según la Wikipedia, las claves del "Om mani padme hum" serían las enunciadas abajo, con las seis virtudes (paramitas) -no están mal como metas del nuevo año- para purificar del karma. En todo caso, la música puede generar un efecto de sosiego, con independencia de las creencias (y aceptando la sabiduría como la intersección de verdades y creencias).
El poder de la empatía es un corto animado que explica la diferencia entre la empatía y la compasión. No siempre somos capaces de conectar con las emociones de otras personas cuando nos muestran y comunican sus emociones, especialmente las negativas.
Mostrar compasión hace que las personas se distancien porque sienten que no las comprenden y que a quien nos escucha no le importa nada lo que está sucediendo.Sin embargo, cuando se muestra empatía se conecta con las personas. Se sienten escuchadas y comprendidas en su dolor. Aunque no encuentren una solución sí encuentran un espacio de refugio.
La animación del corto es un trabajo de Katy Davis (AKA Gobblynne). La voz es de la trabajadora social e investigadora Dra. Brené Brown.
Post que estuvo en borrador desde el 7-1-2017.
Recuperado retrospectivamente cuatro años después.
La felicidad, ese tema eterno, puede ser lograda por caminos como los que Martin Seligman (y Christopher Peterson) descubren de la psicología, analizando fuentes de conocimiento comunes a todas las culturas, religiones, eras,...
El crecimiento personal, el que por realización personal alcanza la felicidadeudaimómica, se puede agrupar en seis grandes bloques de virtudes humanas, que suman hasta 24 fortalezas del carácter:
1La sabiduría y el conocimiento.
2 El valor.
3 El amor y la humanidad.
4 La justicia.
5 La templanza.
6 La espiritualidad y la trascendencia.
Esta psicología positiva, mediante la investigación científica en personas felices, determina la fórmula que les ha permitido diferenciarse.
----------SABIDURÍA Y CONOCIMIENTO-------- Curiosidad, abierto a la experiencia, interés por el mundo. Apertura a distintas experiencias y flexibilidad ante temas que no encajan con nuestras propias ideas previas. Participa en la novedad.
Amor por el aprendizaje. Aprendizaje de cosas nuevas y consideración que en cualquier lugar existen oportunidades de aprender.
Mentalidad abierta, juicio, Pensamiento crítico. Pensamiento detenido y analítico, ver todos los puntos de vista, no precipitarse. Capacidad de cambiar de opinión.
Creatividad, originalidad, inteligencia práctica, perspicacia. No hay satisfacción en realizar tareas de modo convencional, encuentra comportamientos nuevos, creatividad.
Perspectiva. Solucionador de problemas, visión de mundo que tiene sentido para los demás y para consigo. ------------------CORAJE-------------------------
Valentía. No se amilana ante las amenazas, los retos, el dolor o las dificultades. Ausencia de temor. Separa aspectos emocionales de los conductuales.
Laboriosidad, persistencia, perseverancia. Acaba lo que comienza. Asume y termina, cumple con humor y mínima queja. Flexibilidad realista y no perfeccionista.
Honestidad, integridad, autenticidad. Vive de forma genuina y auténtica, gusta de la verdad. Tiene los pies sobre la tierra y no es pretencioso.
Entusiasmo, vitalidad, energía, pasión, vigor. Se dedica en cuerpo y mente, empieza el día con ansias, es contagiosa su energía. --------HUMANIDAD----------
Bondad, generosidad, compasión, amor altruista, amabilidad, cuidado. Nunca está demasiado ocupado para hacer un favor, disfrutar realizar buenas obras para los demás. Concede valor a la otra persona. Empatía y compasión.
Amor. Valora las relaciones profundas con los demás y les permite a los demás experimentar lo mismo con ellos.
Inteligencia social, inteligencia personal, inteligencia emocional. Ser consciente de las motivaciones y sentimientos de los demás y sabe responder a ellos. Observar diferencias con respeto y actuar en consecuencia. Comprende y orienta su propio comportamiento.
Justicia
Civismo, responsabilidad social, lealtad, trabajo en equipo. Es un compañero leal y dedicado, cumple con su parte, valora los objetivos del grupo incluso cuando difieren de los propios, respecto a la autoridad.
Imparcialidad y equidad. Le da una oportunidad a todo el mundo, se guía por principios morales, se toma en serio el bienestar de otros tan en serio como el propio. Logra separar los sentimientos de las decisiones.
Liderazgo. Organiza y se asegura de que las cosas se llevan a cabo, mantiene las relaciones entre los miembros de un equipo. No tiene malas intenciones en el trato con los demás, reconoce la responsabilidad de sus errores y es pacífica.
---------- TEMPLANZA---------
Perdón, clemencia. Capacidad de perdonar a quienes le han causado mal, da segundas oportunidades, no se guía por la venganza. El perdón es beneficioso para su vida interiror.
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Prudencia, discreción, cautela. Cuidadoso, tiene visión de futuro y es dialogante. Puede resisterse al corto plazo en pro del éxito a largo plazo.
Humildad y modestia. No le interesa ser centro de atención, prefiere que sus logros hablen por él (Ella).
Autocontrol. Retiene sus deseos, necesidades e impulsos cuando la situación lo requiere. Es capaz de estar de buen humor incluso en situaciones delicadas. ------------TRASCENDENCIA--------
Disfruta de la belleza y la excelencia. Aprecia la belleza, la excelencia y la habilidad (virtuosismo) en todos los ámbitos.
Espiritualidad, propósito, fe, religiosidad. Sus creencias le definen y son una fuente de consuelo para él (ella). Posee una filosofía concreta de la vida, que le da significado, propósito y vinculación con algo más elevado.
Gratitud. Es consciente de lo bueno, se toma tiempo para expresar agradecimiento.. Apreciación por la vida misma.
Humor. Gusta de reír y hace reír a otras personas, ve fácilmente el lado cómico de la vida.
Optimismo, esperanza, previsión. Espera lo mejor del futuro, planifica y trabaja para conseguirlo. Actitud positiva, espera acontecimientos positivos si se esfuerza y planifica.
En la tradición japonesa, el bushidō(武士道?) es un término traducido como «el camino del guerrero». Es un código ético estricto y particular al que muchos samuráis (o bushi) entregaban sus vidas, que exigía lealtad y honor hasta la muerte.
Si un samurái fallaba en mantener su honor y lealtad, podía recobrarlo practicando el Seppuku o también llamado Harakiri o Haraquiri o Hara-Kiri el cual era una especie de suicidio ritual, aunque también el Seppuku/Harakiri se utilizaba para pagar con la propia vida la deslealtad y deshonor de un guerrero. También se utilizaba como una manera de mostrar honor y lealtad en ciertas circunstancias en la cual el guerrero decidía acabar con su propia vida cuando ya no tenía alguna salida o posibilidad de victoria, escape o supervivencia ante sus enemigos. Para ellos en su honor y lealtad era preferible suicidarse a ser asesinados, torturados o ser forzados a delatar a sus camaradas y así callar por siempre para "llevarse a la tumba" cierta información y secretos y todo lo que era de interés saber para sus enemigos. Se dice que desde pequeño, el bushidō era inculcado a los japoneses de la clase dirigente incluso antes de despegarse del pecho de la madre.
La palabra samurái procede del verbo japonés saburau que significa «servir como ayudante». La palabra bushi es una palabra japonesa que significa «caballero armado». La palabra «samurái» fue utilizada por otras clases sociales, mientras que los guerreros se llamaban a sí mismos mediante un término más digno, bushi.
Ha llegado a ser conocido como el código samurái, pero es más que eso. El nombre dado no es "el código" o "la ley" del guerrero, sino mejor, "el Camino". No es simplemente una lista de reglas a las cuales un guerrero se debe apegar a cambio de su título, sino un conjunto de principios que preparan a un hombre para pelear sin perder su humanidad, y para dirigir y comandar sin perder el contacto con los valores básicos. Es una descripción de una forma de vida, y una prescripción para hacer un hombre-guerrero noble.
Estas son las siete virtudes del guerrero:
義 Gi — Justicia o Rectitud (decisiones correctas). Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
勇 Yu — Coraje. Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. E vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
仁 Jin — Compasión. Mediante el entrenamiento intenso y la meditación el samurái se vuelve rápido, fuerte y sabio. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
礼 Rei — Respeto, cortesía. Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Un samurái recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
誠 Makoto — Honestidad, sinceridad absoluta. Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. Hablar y hacer son la misma acción.
名誉Meiyo — Honor. Es la virtud más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. En caso de quedar mancillado, la única forma de restaurarlo es mediante el Seppuku o suicidio ritual.
忠義 Chuugi — Lealtad. Haber hecho o dicho «algo», significa que ese «algo» le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
El código 7-5-3 completa las siete virtudes con cinco claves para la salud: Nutrición Racional, Ejercicio Sensible, Descanso eficiente, Higiene adecuada y Actitud positiva, así como tres estados de espíritu o de la mente
Zanshin: Alerta/Consciente, Mushin: Mente clara / Mente vacía y Fudoshin: Equilibrio emocional.
El Código Bushido es un código ético muy estricto compuesto por 7 principios: integridad, respeto, valor, honor, compasión, honestidad y lealtad. Estos 7 principios permitieron a los Samurai ser los hombres más poderosos, fieros de su época, y a la vez los más justos y honorables pic.twitter.com/QJcIGs2xAf
Simone Weil, filósofa y mística, decía que “la atención es la forma más rara y pura de generosidad. Muy pocas mentes son capaces de descubrir que las cosas y los seres existen”. En un mundo saturado de estímulos en cada momento, detenerse a mirar, escuchar o sentir se ha convertido en un acto casi revolucionario. Prestar atención plena es regalar tiempo y cuidado sin esperar nada a cambio. Este simple acto es un modo de amar y de respetar profundamente al otro. Como apunta un análisis reciente, nuestra atención “da valor a las cosas; lo que atendemos se convierte en lo que importa” . Al dirigir nuestro foco con intención, otorgamos significado a lo cotidiano y hacemos sentir a los demás que existen en nuestra vida.
Atención en tiempos acelerados: La avalancha de mensajes y tareas diarias nos arrastra con facilidad. Simone Weil nos recuerda que al prestar atención elegimos qué lugar ocupan las personas y las cosas en nuestra existencia. En palabras de una experta, la atención es una energía sutil que da forma a nuestras vidas: “lo que miramos, lo que sentimos, lo que decidimos que importa… todo nace de nuestra capacidad de prestar atención” . En otras palabras, cada vez que atendemos a alguien o algo, lo validamos y lo hacemos crecer. Por eso la atención es un recurso tan valioso: convertir lo invisible en visible. En un mundo de prisas, la decisión de enfocarnos es un gesto de rebeldía contra la distracción generalizada. Es el hilo invisible que une lo que amamos y lo que soñamos, y lo transforma en algo real.
Atención: generosidad y amor. Prestar atención al otro es una forma de amor que humaniza la relación. No basta con dirigir la mirada; hay que detenerse, escuchar y hacer sentir al otro que tiene un lugar en nuestra vida . Cuando hablamos con alguien, renunciar al celular para mirarlo a los ojos es un regalo de respeto. Escuchar en silencio los miedos o alegrías de un amigo sin ofrecer consejos inmediatos es un acto de compasión. En ese gesto humilde reconocemos la dignidad ajena.
Simone Weil sostenía que este tipo de atención desinteresada equivale a una oración laica, un modo de orientarnos hacia lo divino que todos llevamos dentro . Al eliminar el “yo” del centro, la atención pura crea espacio para la presencia del otro o incluso de algo superior. Tal como escribía Weil, cada ejercicio de concentración disciplinada –sea resolver un problema o leer un texto– “se convierte en oración” cuando lo practicamos con verdadero deseo de verdad . La atención así entendida es iluminación mutua: nos abre a la belleza del mundo y a la profundidad de las personas a nuestro alrededor.
La atención en la vida cotidiana tiene poder transformador en lo pequeño y lo rutinario. Ejemplos sencillos muestran su alcance:
Escuchar sin interrupciones a un familiar o colega cuando habla de su día. Un silencio atento puede ser la mejor medicina para quien necesita contarse.
Mirar a los ojos con interés durante una conversación. Con solo enfocar la mirada y asentar con la cabeza se puede entregar apoyo y cercanía.
Ayudar con plena presencia: acompañar a una persona enferma o compartir una comida sin apuros. Estar ahí, sin prisa, es a veces el mejor regalo.
Observar la naturaleza o el arte con calma. Ver el amanecer o leer un poema con atención nos reconecta con lo esencial y expande el corazón.
Cultivar la atención a uno mismo, descansando el cuerpo y la mente. Cerrar los ojos unos minutos, respirar conscientemente o meditar son prácticas de auto-regalo que luego multiplicamos hacia afuera.
Estos gestos cotidianos de atención son formas discretas de generosidad. No se trata de grandes sacrificios, sino de presencia: ofrecer un poco de nuestro tiempo y de nuestra escucha genuina. Así manifestamos amor, respeto y responsabilidad ética. En cada detalle la atención crea un puente entre las personas y revela que el otro importa.
Conclusión inspiradora: Entender la atención como un acto de amor y de autenticidad nos invita a un cambio profundo. Simone Weil nos desafía a ver la atención no como algo mundano, sino como un camino ético y espiritual. Cada instante que damos con plena conciencia es un regalo: a los demás, al mundo y a nosotros mismos. Cultivar la atención transforma nuestras relaciones y nutre el alma. Al final, lo que más regala la vida son momentos de verdadera conexión: un silencio compartido, una escucha atenta, una mirada compasiva. Practicar la atención nos recuerda que estamos juntos en este viaje y que amar, en definitiva, es prestar la mejor de nuestras presencias.
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) May 2, 2025
Un día como hoy, hace 79 años, falleció Simone Weil. Pese a su temprana muerte, con solo 34 años, consiguió dejar una producción filosófica que nos sigue fascinando.
Nos entristece profundamente la noticia del fallecimiento de Alice Munro, finalista del Premio Booker y ganadora del Booker Internacional en 2009.
Alice Munro es considerada una de las escritoras más importantes de la literatura contemporánea.
Nacida el 10 de julio de 1931 en Ontario, Canadá, Munro comenzó su carrera literaria en la década de 1960 y ha publicado numerosas colecciones de cuentos a lo largo de los años.
Su obra se caracteriza por su estilo realista y detallado, así como por su exploración de la vida cotidiana y las relaciones humanas.
A menudo ambientados en Ontario y otras áreas rurales de Canadá, sus cuentos examinan las complejidades de la familia, el amor, el deseo y la pérdida. Alice Munroha recibido numerosos premios a lo largo de su carrera, incluido el Premio Nobel de Literatura en 2013, convirtiéndose en la decimotercera mujer en recibir este prestigioso reconocimiento. Sus historias han sido aclamadas por su habilidad para capturar la esencia de la experiencia humana, así como por su capacidad para crear personajes complejos y memorables.
Nunca debemos subestimar el poder de la imaginación.
La verdad puede ser dolorosa, pero también nos ayuda a crecer.
La belleza está en los detalles, en las pequeñas cosas de la vida.
El amor puede ser hermoso, pero también puede ser destructivo.
El arte de contar historias consiste en sacar a la luz lo escondido.
La vida no sigue un camino lineal, está llena de giros inesperados.
El coraje no es la ausencia de miedo, sino la acción a pesar del miedo.
La vida es una serie de despedidas, pero también de nuevos comienzos.
La compasión y la empatía son fundamentales para una sociedad más justa.
El miedo es una emoción poderosa, pero no debemos permitir que nos controle.
El pasado siempre está presente en nuestras vidas, aunque tratemos de ignorarlo.
Las apariencias pueden engañar, nunca juzgues a alguien por su apariencia externa.
Las historias son como las personas; en cuanto a veces podemos hacerles frente, siempre se nos quedan cortas.
La verdad está en el ojo de quien la mira, y cada uno tiene su propia verdad.
La vida está llena de pequeños milagros, solamente hay que aprender a verlos.
Las palabras tienen el poder de sanar y el poder de destruir.
Las personas son mucho más complejas de lo que aparentan.
Cada elección que hacemos tiene consecuencias, incluso las más insignificantes.
Las mayores lecciones de la vida a menudo provienen de los momentos más difíciles.
Las historias nos conectan con los demás y nos ayudan a comprendernos mejor a nosotros mismos.
La felicidad no se encuentra en la perfección, sino en aceptar nuestras imperfecciones.
El tiempo es un concepto relativo, a veces parece moverse lento y otras veces muy rápido.
El destino tiene una forma misteriosa de entrelazarse en nuestras vidas.
El perdón no siempre es fácil, pero es esencial para liberarnos del pasado.
La memoria es a menudo selectiva, recordamos solo lo que queremos recordar.
Las palabras no siempre son suficientes para expresar lo que sentimos.
El amor no conoce fronteras, puede trascender el tiempo y el espacio.
La vida es un constante balance entre el pasado, el presente y el futuro.
Las mejores historias son aquellas que nos hacen reflexionar y cuestionarnos a nosotros mismos.
We are deeply saddened to hear of the death of Alice Munro, a Booker Prize shortlistee and International Booker winner in 2009.
Her work highlighted the beauty in the everyday, and she leaves behind an extraordinary legacy. We extend our condolences to her family. pic.twitter.com/Z053LssSb4
— The Booker Prizes (@TheBookerPrizes) May 15, 2024
Alice Munro recibió el Premio Nobel de Literatura en 2013 por «su maestría en el arte del relato». La recordamos con algunas de nuestras citas favoritas, de algunas de sus obras más emblemáticas. ¿Cuáles son las vuestras? 👇🧶#AliceMunropic.twitter.com/XdCmq7NIvM
Hoy recuperamos un post anunciado hace meses, con la figura y las ideas prospectiva de Kai-Fu Lee. Es un reconocido científico en inteligencia artificial (AI, véanse otros posts), empresario y escritor taiwanés-estadounidense. Nació el 3 de diciembre de 1961 en Taiwán y se trasladó a Estados Unidos en su juventud. Obtuvo su doctorado en Ciencias de la Computación por la Universidad Carnegie Mellon, donde desarrolló uno de los primeros sistemas de reconocimiento de voz continuo.
A lo largo de su carrera, ha ocupado altos cargos en compañías tecnológicas de primer nivel, como Apple, SGI, Microsoft y Google. En Google fue presidente de Google China, pero en 2009 fundó Sinovation Ventures, una empresa de capital de riesgo centrada en fomentar la innovación tecnológica en China y apoyar startups tanto en China como en EE. UU.
Kai-Fu Lee es conocido por su habilidad para tender puentes entre Oriente y Occidente en materia tecnológica, y por sus reflexiones sobre el impacto social y económico de la inteligencia artificial.
Principales libros de Kai-Fu Lee:
1. “AI Superpowers: China, Silicon Valley, and the New World Order” (2018). Este libro compara el desarrollo de la inteligencia artificial en China y Estados Unidos. Lee argumenta que China está igualando (e incluso superando en algunos aspectos) a Silicon Valley en la carrera por el liderazgo en IA. Explora cómo la IA impactará el empleo, la economía global y las relaciones internacionales. También hace un llamado a la empatía y al rediseño de los sistemas sociales para enfrentar la disrupción tecnológica.
En resumen: China tiene ventajas competitivas únicas: grandes datos, empresarios agresivos, y un entorno regulatorio favorable. La IA reemplazará muchos trabajos rutinarios. El futuro exige una combinación de tecnología y compasión humana para evitar desigualdades extremas.
2. “AI 2041: Ten Visions for Our Future” (2021). Co-escrito con el novelista chinoChen Qiufan. Una mezcla de ficción y ensayo, este libro presenta diez historias ambientadas en 2041, que ilustran cómo la inteligencia artificial afectará distintas áreas como la salud, la educación, el empleo, la privacidad y la guerra. Después de cada cuento, Kai-Fu Lee analiza la tecnología real detrás de la ficción y su potencial impacto.
En resumen: Cada historia es una especulación fundamentada sobre cómo la IA cambiará nuestras vidas. Temas como el reconocimiento facial, los algoritmos de pareja, la automatización médica y el cibercrimen se exploran con profundidad. El enfoque es global, no centrado solo en China o EE. UU.
3. Otros libros y publicaciones de Kai-Fu Lee: Aunque los dos anteriores son los más conocidos internacionalmente, Kai-Fu Lee también ha publicado libros en chino sobre desarrollo personal, tecnología y liderazgo, como: “Making a World of Difference”, “Be Your Personal Best” o “Seeing the Future”.
“La Inteligencia Artificial eliminará los empleos monótonos. Pero casi todos los países siguen educando y examinando a los niños como si fueran robots”, afirma el experto en IA, Kai-Fu Lee. pic.twitter.com/rBJDejZcrj
Los neologismos son palabras o expresiones nuevas que se introducen en una lengua para nombrar una realidad que antes no existía o que no tenía un término específico. Los neologismos pueden surgir por la necesidad de expresar realidades relacionadas con los avances científicos, técnicos, informáticos, sociales y culturales.
Algunos ejemplos de neologismos que han traspasado las barreras de otros idiomas y que representan conceptos novedosos son:
Shinrin-Yoku: Es una palabra japonesa que significa “baño de bosque” y que se refiere a la práctica de conectar con la naturaleza a través de los sentidos. Post específico.
Lagom: Es una palabra sueca que significa “justo lo suficiente” y que se refiere al equilibrio y la moderación en todos los aspectos de la vida. Post específico.
Hygge: Es una palabra danesa que significa “acogedor” y que se refiere a la sensación de bienestar y felicidad que se experimenta al disfrutar de las cosas simples de la vida. Post específico.
Sisu: Es una palabra finlandesa que significa “coraje” y que se refiere a la capacidad de perseverar y superar las adversidades con determinación y optimismo. Post específico.
Ubuntu: Es una palabra zulú que significa “humanidad” y que se refiere a la filosofía de vida que se basa en el respeto, la solidaridad y la compasión hacia los demás.
Ikigai: Es una palabra japonesa que significa “razón de vivir” y que se refiere a la búsqueda de un propósito que le dé sentido y alegría a la existencia. Posts numerosos sobre Ikigai.
Glamping: Es una palabra inglesa que significa “camping glamuroso” y que se refiere a la modalidad de acampar al aire libre con comodidades y servicios de lujo.
Friluftsliv: Es una palabra noruega que significa “vida al aire libre” y que se refiere a la filosofía de vida que busca el contacto con la naturaleza y el disfrute de las actividades al aire libre.
Wanderlust: Es una palabra alemana que significa “pasión por viajar” y que se refiere al deseo irrefrenable de explorar el mundo y conocer nuevas culturas.
Saudade: Es una palabra portuguesa que significa “nostalgia” y que se refiere al sentimiento de extrañar a alguien o algo que se ha perdido o que está lejos.
Mansplaining: Es una palabra inglesa que significa “explicación de hombre” y que se refiere a la actitud condescendiente o paternalista de algunos hombres al explicar algo a una mujer, asumiendo que ella no lo sabe o lo entiende.
Hikikomori: Es una palabra japonesa que significa “aislamiento” y que se refiere al fenómeno social de jóvenes que se recluyen en sus habitaciones, evitando el contacto con el mundo exterior.
Schadenfreude: Es una palabra alemana que significa “alegría por el mal ajeno” y que se refiere al placer o satisfacción que se siente al ver el sufrimiento o la desgracia de otra persona.
Binge-watching: Es una palabra inglesa que significa “ver en exceso” y que se refiere a la práctica de ver varios episodios seguidos de una serie de televisión o de una plataforma de streaming.
Sobremesa: Es una palabra española que significa “sobre la mesa” y que se refiere al tiempo que se pasa conversando después de comer, sin levantarse de la mesa.
Joie de vivre: Es una expresión francesa que significa “alegría de vivir” y que se refiere a la actitud positiva y entusiasta ante la vida.
Carpe diem: Es una locución latina que significa “aprovecha el día” y que se refiere a la idea de vivir el presente sin preocuparse por el futuro.
Meraki: Es una palabra griega que significa “hacer algo con amor y creatividad” y que se refiere a la pasión que se pone en lo que se hace.
Lekker: Es una palabra holandesa que significa “delicioso” y que se refiere a todo lo que produce placer o satisfacción.
Blue zone: Es una expresión inglesa que significa “zona azul” y que se refiere a las regiones del mundo donde la gente vive más tiempo y con mejor salud, como Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia) o Nicoya (Costa Rica).
Sattva: Es una palabra sánscrita que significa “pureza” y que se refiere a una de las tres cualidades de la naturaleza según el hinduismo y el yoga. Se asocia con la armonía, la sabiduría, la bondad y la felicidad.
Jubilación: Es una palabra latina que significa “júbilo” y que se refiere al periodo de la vida en el que se deja de trabajar y se disfruta de una pensión. También se usa para expresar alegría o satisfacción por algo.
Sehnsucht: Es una palabra alemana que significa “anhelo” y que se refiere a un sentimiento profundo y nostálgico por algo que se desea o se ha perdido. Se considera una fuente de inspiración y motivación para vivir.
Dolce vita: Es una expresión italiana que significa “dulce vida” y que se refiere al estilo de vida placentero y hedonista que se caracteriza por el disfrute de los placeres sensuales, culturales y sociales.
Sisu: Es una palabra finlandesa que significa “coraje” y que se refiere a la capacidad de perseverar y superar las adversidades con determinación y optimismo.
Fika: Es una palabra sueca que significa “pausa para el café” y que se refiere a la costumbre de tomar un descanso en el trabajo o en el estudio para compartir una bebida caliente y algo dulce con los compañeros, amigos o familiares.
Ganbatte: Es una expresión japonesa que significa “esfuérzate” y que se refiere al ánimo y el apoyo que se da a alguien que enfrenta un reto o una dificultad.
Bon vivant: Es una expresión francesa que significa “buen vividor” y que se refiere a la persona que disfruta de los placeres de la vida, especialmente de la buena comida y la buena compañía.
Gracias: Es una palabra española que significa “agradecimiento” y que se refiere a la expresión de reconocimiento y aprecio por algo que se ha recibido o se ha hecho por uno.
Yoga: Es una palabra sánscrita que significa “unión” y que se refiere a una disciplina física, mental y espiritual que busca el equilibrio y la armonía entre el cuerpo, la mente y el alma.
Senescencia: Es una palabra latina que significa “envejecimiento” y que se refiere al proceso biológico de deterioro progresivo de las funciones vitales que ocurre con el paso del tiempo.
Salud: Es una palabra latina que significa “estado de bienestar” y que se refiere a la condición de una persona o de un organismo que no presenta ninguna alteración o enfermedad.
Mindfulness: Es una palabra inglesa que significa “atención plena” y que se refiere a la práctica de concentrarse en el momento presente, sin juzgar ni reaccionar, para reducir el estrés y mejorar la salud mental y emocional.