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¿Cómo afecta la hora de comer a tu longevidad?

Resumen en 40 palabras: Es aconsejable acomodar todas las comidas del día a los ciclos de luz y mayor actividad, desde el amanecer al anochecer, dejando un período de ayuno nocturno prolongado (al menos de doce horas). Conozcamos mejor las biorritmos (ritmos circadianos) para sincronizar mejor nuestra vida (próximo post). 

La investigación del neurobiólogo Joseph Takahashi demuestra que el reloj biológico influye más de lo que se creía en numerosas funciones del organismo, en particular en el metabolismo. De ahí se deriva que la hora de comer parece que sí importa en la longevidad, así como la restricción calórica.

El reloj biológico humano está controlado por una decena de genes. Juntos conforman un mecanismo molecular importante para la evolución, algo que se sabe porque seres muy diversos – moscas, gusanos u hongos- tienen uno muy parecido. El neurobiólogo Joseph Takahashi ha dedicado décadas a descifrar el funcionamiento del reloj biológico y su papel en nuestro comportamiento, después de descubrir el primer gen relacionado con él en mamíferos. 

Según afirmó en una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), hay una relación directa entre el reloj biológico y la salud y, entenderla a escala molecular permitirá abrir nuevas vías contra el cáncer y otras enfermedades. Takahashi fue presentado por la investigadora del CNIO María Casanova, que busca mejorar las terapias oncológicas ajustando a los biorritmos la hora de administración, y estudia también cómo reacciona el sistema inmunitario en función del momento del día. 

Una prueba de la importancia del reloj biológico es su relación con la longevidad. Takahashi demuestra en un reciente trabajo en Science que un método experimental usado para prolongar la vida en animales modelo, la restricción calórica (ingerir menos calorías de manera controlada), es más efectiva si se aplica teniendo en cuenta los ritmos biológicos. En la investigación varios grupos de ratones comieron toda su vida un 30% menos de lo habitual, pero algunos lo hicieron con restricciones horarias. 

Los ratones que podían comer en cualquier momento del día fueron un 10% más longevos; los que comían solo de día vivieron un 20% más; y los que comían solo de noche, cuando los ratones son más activos, un 35% más. “Esto sorprendió mucho a toda la comunidad de longevidad, porque muestra que la hora en que se come es quizás el factor más importante”, afirma Takahashi. 

El poder de este experimento es que los animales comen exactamente lo mismo cada día, la única diferencia es el patrón temporal que siguen al hacerlo. Estamos muy emocionados con este resultado”. “Nuestra hipótesis es que el reloj biológico está en la base de todos los mecanismos del organismo que sabemos que están relacionados con la longevidad”, dijo Takahashi en el CNIO. 
Un ciclo de energía convertido en un ciclo de instrucciones genéticas Que los ritmos biológicos sean importantes tiene sentido, dados los cambios ambientales que trae el ciclo de luz/oscuridad: “Es en realidad un ciclo de energía. No solo las plantas, que obtienen energía del sol, sino todos los sistemas vivos han desarrollado relojes para anticiparse y aprovechar el ciclo de energía en la Tierra”, explicó Takahashi. Él y otros han mostrado en las últimas décadas que, a escala molecular, la adaptación a este ciclo de energía implica que también hay un ciclo en la ‘lectura’ (o transcripción) de nuestros genes. Los genes dan las instrucciones para el funcionamiento cotidiano del cuerpo, y ahora se sabe que cada una de esas órdenes entra en juego en un momento determinado del día. Como dice Takahashi, “hay un ciclo de transcripción genética que tarda 24 horas en completarse”. 

El primer gen CLOCK relacionado con ritmos circadianos se identificó en la mosca de la fruta –la Drosophila melanogaster— en los años setenta. Los años siguientes empezó una carrera por encontrar más bases genéticas de relojes circadianos. Takahashi encontró el gen CLOCK en 1997, y poco después BMAl1. Son genes que activan la lectura de otros implicados en ritmos circadianos, de los que se conocen ya una decena. Estos genes interactúan formando un sistema que se sincroniza con el entorno, y su acción influye en miles de otros genes. Takahashi ha descubierto que alrededor del 10% de los genes que se expresan en cualquier tejido están sometidos a control circadiano. Muchos son genes implicados en rutas metabólicas y del ciclo celular. En su investigación con restricción calórica observó que, en el hígado, los patrones de lectura (transcripción) de unos 2.500 genes variaban según los animales comieran de día o de noche. El grupo en que esta lectura de las instrucciones genéticas se desviaba menos de la habitual era el de los ratones más longevos –los que comían solo por la noche, coincidiendo con su periodo natural de actividad. Los investigadores registraron también una mayor pérdida de peso en este grupo. 

El grupo de Joseph Takahashi quiere ahora investigar si alterar el gen CLOCK tiene efectos sobre la longevidad, y también buscan modular la actividad de este gen mediante un fármaco. Antes de bajar a la escala molecular los investigadores abordaron la fisiología del reloj biológico. Hoy se sabe que los biorritmos se mantienen también en ausencia de señales externas, como la luz –que es solo una las señales que pueden influir en el ritmo circadiano–. Estas señales, sin embargo, son importantes para resetear y sincronizar el reloj. También ha sido importante descubrir que no hay un único reloj en el cerebro, como se creía: “La investigación del reloj circadiano de los mamíferos se ha centrado durante mucho tiempo en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, pero ahora sabemos que cada célula tiene su propio reloj, y el sistema nervioso central, el cerebro, los sincroniza”, dijo Takahashi. 

El envejecimiento se asocia con el declive gradual de los ritmos circadianos, lo que plantea la cuestión de si los mecanismos farmacológicos o conductuales que aumentan la solidez circadiana pueden ralentizar el proceso de envejecimiento. La alimentación restringida en el tiempo es un mecanismo para aumentar los ritmos internos, e incluso la administración restringida en el tiempo de una dieta rica en grasas durante la fase activa, en concreto, puede prevenir la obesidad inducida por la dieta y las comorbilidades asociadas, incluso en un contexto de alteración circadiana. Aunque la restricción calórica favorece la longevidad, no está tan claro hasta qué punto está implicado el reloj biológico de 24 horas.

El ayuno intermitente que marca tendencia, el 12/12 horas

Antes de comenzar cualquier dieta, es recomendable consultar con nuestro médico, especialmente en el caso de personas mayores o con alguna enfermedad crónica. De todas las modalidades de ayuno intermitente el de 12 horas diarias de ayuno y 12 horas pudiendo comer es la forma más fácil de seguir para principiantes. Además comporta el mínimo de riesgo (aunque no es recomendable para mujeres embarazadas o lactantes), al emular el modo de comer de nuestros ancestros. 

Este método es gratis, flexible y sencillo. Consiste en ayunar durante 12 horas seguidas y luego comer durante las siguientes 12 horas. Por ejemplo, puedes cenar a las ocho de la noche y desayunar a las ocho de la mañana. Durante el período de ayuno, sólo se puede beber agua, café o té (sin azúcar ni leche). 

Hay, al menos, siete modos de ayuno intermitente: El que hoy recomendamos como inicial y con menos excepciones de salud, de 12/12 horas; 16/8, con 16 horas de ayuno o la dieta Leangains; el 2/5 días, o dieta rápida con dos días no consecutivos de ayuno; el ayuno en días alternos (aunque con hasta 500 Calorías en los días de ayuno; la dieta Eat-Stop-Eat (comer-parar-comer) de 1 o 2 días a la semana; la dieta de saltarse alguna comida cuando no sienta hambre y, finalmente la extrema y menos segura, la dieta del guerrero, 20/4 horas (con ayuno casi completo de 20 horas, y luego una comida grande con una ventana de alimentación suele ser de unas 4 horas).  

Algunos beneficios que se han asociado con el ayuno intermitente de 12 / 12 horas: 
  • Ayuda a adelgazar: Al comer, el cuerpo usa los alimentos como combustible y almacena una parte en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno. Cuando estos están llenos de compuestos de glucosa y esta todavía circula en la sangre, el cuerpo almacena la que sobra en los depósitos de grasa, lo que puede llevar a un aumento de peso. 
  • Favorece la salud cardiovascular: Puede contribuir a evitar la diabetes y combate el sobrepeso
  • Más sencillo de seguir: Al aprovechar las horas de sueño, el ayuno de 12 horas es uno de los más fáciles para iniciarse. 
  • Mejora la esperanza de vida: Los estudios muestran que el ayuno durante largos períodos es suficiente para mejorar la autofagia circadiana, alargando la longevidad. 
Doce horas es el plazo mínimo de ayuno, para considerarse como tal. Se trata de concentrar las comidas en una cantidad de horas para aprovechar los beneficios que tiene para la salud. Puede hacerse en determinados días de la semana o, mejor, a diario. 

Durante el ayuno el cuerpo puede enfocarse en otros procesos que no son la digestión de alimentos. Comienza a desinflamarse, convierte los depósitos de grasa en energía, mejora la calidad del sueño, libera cetonas al torrente sanguíneo, se levanta más alerta y tiene más capacidad de concentración en las mañanas, entre otros beneficios. 

Aumentando al período de ayuno, por ejemplo llegando a un reparto 16/8 en horas, junto a la mejor calidad de sueño y mayor claridad mental, se le suma otro beneficio: la reparación celular. Después de 16 horas sin consumir alimentos, se entra en estado de autofagia, es decir, que el cuerpo comienza a sanar sus células, reducir la inflamación, mejorar el sistema inmune, lo que ayuda a envejecer mejor. Los estudios señalan que pueden pasar hasta cuatro días practicando ayuno intermitente hasta que el cuerpo entre en estado de autofagia, motivo por el cual se recomienda empezar con 12 horas de ayuno y luego ir de a poco pasando a 16 horas.

Durante las 12 horas en las que puedes comer, es recomendable seguir una alimentación equilibrada y saludable. Por ejemplo: Proteínas magras (Pollo, cerdo, carne de res, lácteos, huevos, frijoles, legumbres, pescados, mariscos, tofu,...). Frutas y verduras que contienen vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes. Granos enteros, excelente fuente de fibra y ayudarán a sentirte satisfecho. Es importante limitar los carbohidratos refinados, azúcares añadidos y grasas saturadas. 

También es recomendable beber mucha agua durante todo el día (post previo) para mantenerte hidratado. Tanto el ayuno intermitente de 12 horas como el de 16 horas ayudan a adelgazar, mejorar la digestión, dormir mejor, aumentar la salud y claridad mental, y contribuyen en distinta medida a reducir la resistencia a la insulina. 

Aunque las investigaciones señalan que 12 horas de ayuno es suficiente, quienes también siguen una dieta keto o cetogénica aseguran que hacer 16 horas de ayuno les ayuda a mantener el estado de cetosis (ketosis – usar la grasa como combustible), al darle al cuerpo 4 horas adicionales sin producir insulina. De todas formas, no es necesario seguir una dieta keto para hacer ayuno intermitente. 

El ayuno intermitente debe adaptarse a tu rutina diaria, no al revés. Es decir que la mejor hora para hacer ayuno intermitente será la que te resulte más fácil de incorporar a tu estilo de vida. La mayor parte de las horas de ayuno serán de noche, mientras duermes. El resto, puedes distribuirlas entre la mañana y la noche anterior, según tus actividades. 

¿Cuál es la duración máxima de la vida humana según la ciencia?

Resumen: Aunque la medicina actual ha llegado a establecer un límite de unos 150 años como la duración máxima de la vida humana, aún no se sabe qué logrará la ciencia en el futuro. 

Según este modelo matemático desarrollado por científicos suecos en 2008, la teórica duración máxima de una vida humana es de 126 años. Siguieron un modelo Weibull ampliado para la estimación utilizando un método matemático adecuado basado en el patrón de probabilidad de supervivencia. Encontraron una estimación de la esperanza de vida humana máxima de unos 126 años, a partir de tablas de vida periódicas para las mujeres suecas entre 1950 y 2005.

Un nuevo estudio de 2021 fue realizado por investigadores de una empresa de biotecnología con sede en Singapur llamada Gero.AI, en colaboración con el Roswell Park Comprehensive Cancer Center de Nueva York. Los investigadores elevaron la vida humana hasta 150 años, recopilando información sobre la salud y la forma física de numerosas personas, junto con muestras de sangre. A partir de estas muestras, decidieron que la duración de la vida depende de dos factores: la edad biológica y la resiliencia. La edad biológica se calcula en función del estilo de vida, la enfermedad y el estrés en relación con la edad real de la persona, mientras que la resiliencia se refiere a la capacidad de recuperar niveles altos de salud después de experimentar una enfermedad o un traumatismo físico.

Los resultados muestran que entre los 120 y los 150 años, el cuerpo humano pierde por completo su capacidad de resistencia y, por tanto, de recuperación ante el más mínimo problema de salud. Según Andrei Gudkov, vicepresidente del Roswell Park Comprehensive Cancer Center, el estudio supone un "avance conceptual". "Ahora sabemos que la prevención y el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la edad mejorarán sin duda la vida media, pero no la máxima. A menos que se desarrollen verdaderas terapias antienvejecimiento", declaró a The Independent. Y esta última frase es la muleta para los que aún creen que la muerte puede ser "abolida": 150 años es el límite con la medicina actual, pero nadie sabe qué logrará la ciencia en los próximos años.

Para concluir repasemos, una vez más, algunos factores clave que pueden contribuir a una vida más larga y saludable: Dieta saludable y equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés, mentalidad positiva, conexiones sociales y un sueño adecuado y de calidad. Lo que hemos denominado el modelo GRECIA (Gratitud, Relajación, Ejercicio, Conexión, Ikigai y Alimentación).

Agua, elixir de la vida o bebida de la longevidad

Ya sabemos que el cuerpo humano está compuesto en su mayor parte por agua. El agua representa un alto porcentaje del peso corporal. Sin embargo, este porcentaje puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo la edad, el sexo, y la cantidad de tejido adiposo. Los bebés tienen entre un 70% y 80% de agua. A partir de un año, baja a entre el 60% y el 70%. En un cuerpo adulto se mueve entre el 50% y 65%. En la ancianidad el porcentaje de agua en el cuerpo es menor, siendo menos del 50% de media. 

El agua es esencial para la vida y tiene un papel crucial en la salud y la longevidad. Sus funciones son innumerables. El agua es vital para mantenernos hidratados. Cada célula, tejido u órgano necesita agua para funcionar correctamente. El agua ayuda en la digestión y absorción de los alimentos, y previene el estreñimiento. El agua ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo a través de la orina y el sudor. El agua ayuda a regular la temperatura del cuerpo, especialmente durante el ejercicio físico y en climas calurosos. La hidratación adecuada puede mejorar la piel, dándole un aspecto más saludable y juvenil. Beber suficiente agua puede ayudar a prevenir ciertas condiciones de salud, como las infecciones del tracto urinario y los cálculos renales

A medida que envejecemos, nuestra sensación de sed puede volverse más confusa y es entonces cuando la deshidratación puede convertirse en una amenaza. También es una historia similar para los niños. 

La cantidad de agua que cada persona necesita puede variar dependiendo de factores como el clima, el nivel de actividad física, la salud general y la dieta. Conviene consultar cada caso con el o la médica de cabecera. Pero algunas recomendaciones generales, sumando los líquidos del agua, otras bebidas (leche, té,..) y los alimentos (frutas, verduras,...), son las siguientes: 
  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la cantidad diaria de agua recomendada es de 2 ó 2,5 litros al día para las mujeres adultas y entre los 2,5-3 litros para los hombres adultos, bajo condiciones normales de actividad y temperatura. Según la OMS, un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso
  • Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los EE. UU. determinaron que una ingesta diaria adecuada de líquidos debe ser de aproximadamente 3,7 litros al día para los hombres y 2,7 litros al día para las mujeres. 
  • El consejo de beber 8 vasos al día es fácil de recordar y representa un objetivo razonable. Vasos de unos 250 ml o cuarto de litro, unos dos litros diarios. El primer vaso al levantarse por la mañana y otros antes de cualquier comida. En EE.UU. lo definen como la popular regla del 8x8, ocho vasos de ocho onzas (237 ml).
  • En las Zonas Azules beben entre 5 y 12 vasos de agua al día. Es una regla en la comunidad adventista de Loma Linda y un hábito en Okinawa. 
  • Existen diversas APPs para recordar periódicamente a lo largo del día la conveniencia de beber agua. Por ejemplo, WaterMinder,...

Los 10 mandamientos de una longevidad feliz

Ayer en la tercera conferencia sobre longevidad (ver el vídeo de 85 minutos), en esta ocasión en Getxo, alguien nos pidió diez propuestas para hacer la vida más saludable, feliz, significativa, larga y ancha. Estas son algunas de las recomendaciones más comunes y menos controvertidas que nos descubren los secretos para llegar a vivir más de un siglo con una longevidad saludable y feliz
  1. Seguir una alimentación saludable, rica en vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y pescado azul. Evitar el exceso de proteínas, grasas saturadas, azúcares y sal. Moderar la cantidad de calorías y practicar el ayuno intermitente. Usar aceite de oliva como principal grasa para aderezar las comidas. Beber abundante agua, que es la bebida por excelencia.
  2. Hacer ejercicio físico regularmente, al menos 150 minutos a la semana de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa. Combinar ejercicios aeróbicos, de fuerza y de flexibilidad.
  3. Respirar profundamente, llenando los pulmones de aire y oxigenando las células. Practicar técnicas de respiración consciente, como el pranayama o la respiración abdominal.
  4. Dormir lo suficiente, entre 7 y 9 horas al día, y mantener un horario regular. Evitar las distracciones y la luz artificial antes de acostarse. Aprovechar la luz natural durante el día.
  5. Gestionar el estrés, evitando las situaciones que lo generan o buscando formas de afrontarlo. Practicar un estilo slow life con actividades relajantes, como la meditación, el yoga, la música o el arte.
  6. Cuidar la salud emocional, cultivando relaciones positivas, el optimismo, la gratitud, el humor y la autoestima. Evitar el aislamiento, la depresión, la ansiedad y la ira, activando diariamente la conexión social con familiares, amistades, vecindario,...
  7. Entrenar la mente, manteniendo la curiosidad, el aprendizaje, la memoria y la creatividad. Realizar actividades que estimulen el cerebro, como leer, escribir, resolver crucigramas o aprender idiomas.
  8. Huir de los tóxicos, evitando el consumo de tabaco, alcohol, drogas y otras sustancias que dañan el organismo. Reducir la exposición a la contaminación ambiental y a los productos químicos. Mantener un contacto con la naturaleza, al menos con un jardín, arboledas,...
  9. Cuidar la salud preventiva, realizando chequeos médicos periódicos, vacunándose y siguiendo las indicaciones de los profesionales sanitarios. Detectar y tratar a tiempo cualquier problema de salud.
  10. Disfrutar de la vida, buscando el sentido, el propósito (ikigai) y la felicidad. Participar en actividades que nos apasionen, nos diviertan y nos hagan sentir bien. Ser generosos, solidarios y altruistas, es decir, hacer voluntariado.
Grecia #GetxoLong 
 Todo esto lo solemos ordenar con el acrónimo GRECIA, formado por las iniciales de GratitudRelajamiento, EjercicioConexiónIkigai y Alimentación

Análisis del Apple Watch Series 9


Llevamos más de dos meses usando un Apple Watch Series 9 y ha llegado el momento de analizar sus puntos fuertes y sus aspectos mejorables. Antes de pasar a la evaluación, he de reconocer que siempre me han apasionado los relojes, inteligentes o... los de antes. Veníamos de dos Amazfit crecientes (Stratos y GTS 2), y éramos adictos a su PAI (Personal Activity Intelligence o Inteligencia de Actividad Personal.

Pero el universo Apple es muy tentador, ante todo por su inigualable integración entre sus distintos productos, y siendo usuarios del iPhone y del iPad, era un paso que habría que dar. Así pues, repasemos los principales aspectos que nos han sorprendido favorablemente (aunque eran esperables):
  1. La facilidad de establecer o responder llamadas desde el Apple Watch Series 9, aunque sea sin tarjeta adicional como es el caso.  Ha sido comprobar cuán numerosas son las ocasiones en las que es más fácil telefonear o recibir llamadas con el doble toque aún estando el iPhone en otro cuarto, o fuera de la piscina,....
  2. La comodidad de pagar con el Apple Watch, mediante Apple Pay, sin sacar el iPhone del bolsillo. Si ya antes habíamos olvidado tener que buscar la tarjeta de crédito, ahora podemos olvidar el móvil.
  3. El uso intensivo de Siri (incluso en local) desde el reloj por la accesibilidad misma de todo wearable, gracias a la potencia del chip S9 SiP con procesador de doble núcleo de 64 bits y Neural Engine de 4 núcleos de Apple.
  4. El genial sistema del widget de actividad de tres círculos concéntricos (Moverse, Ejercicio y Pararse), que cuesta unos días entender pero que resulta desafiante para mantener una actividad saludable todo los días.
  5. Destaca la luminosidad de su pantalla Retina OLED LTPO, incluso bajo el sol más intenso, que puede estar siempre activa, con hasta 2.000 nits de brillo máximo. 
  6. Son numerosas las medidas de parámetros de salud como las constantes vitales del sueño en prevención de apneas, medida de oxígeno en sangre,...
  7. El cúmulo de opciones nativas internas y APPs que permiten supervisar la salud. Por ejemplo, el lavado de manos de 20 segundos que detecta y recomienda per se el Apple Watch o aplicaciones externas como WaterMinder para beber suficiente agua cotidianamente.
  8. La inmediatez de su conexión al iPhone, como ya habíamos supuesto al ser un Apple. El entendimiento es total y nos permite localizar el iPhone con un pitido y marcando la distancia de separación.
  9. Múltiples trucos más como el botón de emergencia con llamada automática si detecta una caída, recibir emails sin nuestro iPhone a través de otros iPhones ajenos, controlar nuestros iPhones o iPads cercanos, duplicación de la pantalla (como en la imagen lateral),...
Entre lo mejorable, y era también algo predecible, señalaríamos los siguientes apartados:
  1. El precio es elevado, comparado con otros smartwatches. En nuestro caso, comprado en España en noviembre de 2023 en aluminio con caja de 45 mm con su correa de goma - silicona costó unos 450€.
  2. La necesidad de recarga todos los días, y que dicho proceso lleva su tiempo (casi una hora cuando está casi totalmente descargado). No llega a ser una molestia con una cierta rutina, pero confiaba en que la autonomía fuese algo mejor.
  3. Esperábamos una mejor detección automática del tipo de ejercicio (andar, nadar,...), sin necesidad de tener que especificarlo en el reloj. Era algo que hacía perfectamente nuestro previo Amazfit GTS 2 (con la cuarta parte de precio).
Algunas imágenes. Seguiremos informando.

InTertulia 18ª sobre alimentación sana y sostenible (30-01-2024)

Participa y pregunta en directo en ese mismo canal YouTube.

El martes 30 de enero de 2024 mantendremos la decimoctava tertulia intergeneracional o InTertulia sobre alimentación entre seis generaciones con personas nacidas entre los años '40 hasta en la primera década de este siglo XXI. La hora de emisión será a partir de a las 21:00 horas.

En esta ocasión contaremos con el experto David González Sánchez (@DavidSustraiak) de Sustraiak Habitat Design, además de los seis componentes habituales del Equipo de Titulares. Por orden de veteranía, Jesús Orbe Bidaurrazaga, nacido en 1947Mikel Agirregabiria Agirre, nacido en 1953Belén Varela, nacida en 1965; Mentxu Ramilo Araujo, nacida en 1978 (quien actuará de moderadora); Maialen Olabe Aguirre,  nacida en 1993 Mikel Llona Allende, nacido en 2003

- PRIMER EJE de conversación sobre la alimentación entendida como un desafío mundial para asegurar su sostenibilidad en nuestro planeta, ante los límites de la producción agrícola y ganadera por el impacto ecológico y por el maltrato animal que supone la agricultura industrial. 
  • ¿Cómo hemos visto cambiar los patrones de alimentación en nuestra perspectiva personal y generacional en las últimas décadas? 
  • ¿Consideras que la alimentación mediante una agricultura regenerativa puede ser una solución y es algo que preocupa a la ciudadanía en general y a tu generación en particular?
- SEGUNDO EJE de debate: 
La RONDA FINAL nos planteará un resumen de lo aprendido y cómo podemos actuar de inmediato para  mejorar la alimentación de nuestra sociedad

Os esperamos en la XVIII InTertulia:
Martes, 30 de enero de 2024 a las 21:00 en este YouTube.
Otra entrevista con el experto en la cadena agroalimentaria.

Muy interesante la InTertulia donde han surgido diversos temas que merecerán posts dedicados, como el libro "Comer es un acto político", Suso Garzón y la trashumancia, o el "anillo marrón" de la ecológica Vitoria-Gasteiz,...

¿Cuánto puede la ciencia aumentar la longevidad humana?


¿Puede la ciencia aumentar la longevidad humana? Si creemos ciertas proclamas, se diría que la ciencia está situando al ser humano al borde, si no de la inmortalidad, sí al menos de una vida tan larga (¿amortalidad?) que tendremos tiempo sobrado para cansarnos de ella. Al fin y al cabo, se dice, hasta 1800 se vivía unos 40 años, y hoy duplicamos esta cifra. 

Entre 43 buenas noticias para el 2024, la primera es que las vidas vuelven a alargarse. Después de un paréntesis por culpa de la pandemia, la esperanza de vida mundial creció de nuevo en 2023: hoy son 73 años, hasta 12 años más que en 1980 según la ONU.

Los factores del envejecimiento son ahora infinitamente mejor conocidos. ¿Por qué no entonces esperar que el progreso científico a lo largo de este siglo consiga otra extensión semejante de la vida, o incluso mucho más espectacular?

Pero debe entenderse una diferencia clave entre dos conceptos, esperanza de vida y longevidad. Es cierto que hasta 1800 el promedio de vida era de menos de 40 años, y que hoy ronda los 80 en el primer mundo y 73 años a escala mundial. Sin embargo, esto no significa que antaño fuese difícil llegar a los 50, sino que la mortalidad infantil era muy elevada y muchas personas jóvenes morían por hambre, guerras o enfermedades, reduciendo el promedio, la esperanza de vida. La longevidad, por su parte, es el límite al que el cuerpo humano podría llegar si otro obstáculo no lo impidiera. Pero ¿cuál es ese límite? ¿Existe? ¿Puede extenderse?

La persona que ha alcanzado mayor edad confirmada fue la francesa Jeanne Louise Calment, que falleció en 1997 superando los 122 años. Desde enero de 2023 la persona viva más anciana verificada es la catalana Maria Branyas Morera (nacida en San Francisco, California, y con este Twitter @MariaBranyas112), que este año cumple 116. Desde mediados del siglo XX la medicina y la mejora de la dieta y la calidad de vida han prolongado la vida en la ancianidad. Pero así como el número de personas supercentenarias —mayores de 110 años— ha aumentado exponencialmente, en cambio las edades que alcanzan no lo han hecho, lo cual sugiere que la longevidad no se ha extendido sustancialmente. Para algunos, este dato indica que estamos cerca del límite, unos 115 años. Otros lo elevan hasta entre 120 y 150, mientras que algunos sostienen que aún no conocemos ese límite y que la ciencia tiene margen.

Es cierto que hoy conocemos mucho más sobre el envejecimiento. Pero ¿sabemos lo suficiente? Los telómeros, los extremos de los cromosomas, tienen un papel central en la senescencia celular (envejecimiento). Y aunque los científicos trabajan para contrarrestar el acortamiento de los telómeros con la edad, una línea prometedora, existen otros muchos factores que pueden ser limitantes. Ciertos estudios sugieren que, aunque podemos mantener el cerebro joven por más tiempo, las enfermedades neurodegenerativas son un peaje evolutivo a pagar por nuestro gran desarrollo cerebral.

Los científicos trabajan para contrarrestar el acortamiento de los telómeros, los extremos de los cromosomas, con la edad. Pese a todo, voces como la del gerontólogo biomédico Aubrey de Grey afirman que podremos vivir mil años. Su propuesta, Estrategias para una Senescencia Inapreciable por Ingeniería (SENS, en inglés en sens.org), ha sido criticada por diversos expertos por no haber aportado ningún avance significativo, e incluso se ha calificado como pseudociencia. Pero proliferan las empresas biotecnológicas dedicadas a intentar extender la vida humana, algunas de ellas con la participación de conocidos magnates. El debate prosigue, y sería una buena señal que viviéramos para verlo prolongarse hasta el próximo siglo.

Guía completa de la memoria de Richard Restak

El neurólogo Richard Restak de 81 años, prolífico autor, ha publicado recientemente un libro llamado “La guía completa de la memoria: la ciencia para fortalecer la mente”. 
Restak fue presidente de la Asociación Estadounidense de Neuropsiquiatría y ha dado conferencias sobre el cerebro y el comportamiento en todas partes, desde el Pentágono hasta la NASA, y ha escrito más de 20 libros sobre el cerebro. 

El deterioro cognitivo supone un problema de salud pública. De hecho, es una de las consultas más frecuentes en la atención primaria: según un estudio, en torno al 15%-20% de los mayores de 60 años que acuden a su médico de cabecera lo hacen preocupados por los despistes que se agudizan con la edad. Y es que a medida que se cumplen años, la memoria se debilita. 

En este libro, el autor propone ejercicios mentales, hábitos regulares de sueño y una dieta saludable para prevenir el deterioro de la memoria a medida que envejecemos. Por ello, «The New York Times» ha recopilado las claves para potenciar la memoria que ofrece el experto para desarrollar y mantener una memoria sana: 

1- Prestar más atención. “Samuel Johnson dijo que el arte de la memoria es el arte de la atención”. El Dr. Restak diferencia entre tener problemas de memoria con problemas de atención. «La falta de atención es la principal causa de las dificultades de memoria. Significa que no has codificado correctamente el recuerdo», explica. No deben confundirse. Por tanto, si no recuerdas el nombre de alguien a quien te acaban de presentar en un cumpleaños, lo más probable es porque no estás todo lo concentrado que podrías porque se trata de un gran evento en que estás conociendo a mucha gente. Para mejorar esto, el experto recomienda asociar una imagen a la palabra. 
2- Retar a tu memoria todos los días. ¿Sabes que hay muchos ejercicios que puedes hacer diariamente a raíz de situaciones cotidianas? El Dr. Restak sugiere, por ejemplo, hacer la lista de la compra y memorizarla. Cuando llegues a la tienda, intenta acordarte de lo que necesitas. Cuando hayas terminado, comprueba lo que apuntaste. También puedes dejar de usar el GPS (que contribuye al deterioro cognitivo) y memorizar las calles de la zona. 
3- Jugar. Aunque no seas un niño, los juegos son un excelente aliado para la memoria. Desde el ajedrez, pasando por los juegos de preguntas y respuestas, a aquellos que exigen escribir o tirar de memoria histórica. «Hay que mantener la información y moverla en la mente», escribe Dr. Restak en su libro. 
4- Leer más novelas. «La gente, cuando empieza a tener problemas de memoria, tiende a cambiar a la lectura de no ficción», dice. Por su experiencia, el neurocientífico explica que la ficción requiere de un compromiso activo con el texto, empezando por el principio y trabajando hasta el final. «Tienes que recordar lo que el personaje hizo en la página 3 para cuando llegues a la página 11», asegura. 
5- Usar adecuadamente la tecnología. Almacenar todo en el móvil significa que «no lo sabes», apunta el Dr. Restak, y eso erosiona la capacidad mental. ¿Acaso te sabes el teléfono de tu hijo, de tu mujer o de tu mejor amigo? Además, la tecnología es una distracción y las distracciones son enemigas de la concentración. La tecnología, recuerda, es también adictiva. 
6- Acudir a un profesional de la salud mental si lo necesitas. El estado de ánimo es clave para recordar las cosas. La depresión, por ejemplo, puede disminuir mucho la memoria porque el estado emocional afecta al tipo de recuerdos que recordamos. «Entre las personas que son derivadas a los neurólogos por problemas de memoria, una de las principales causas es la depresión», afirma el Dr. Restak. Esto se produce porque el hipocampo (zona clave del cerebro en la memoria) y la amígdala (la parte del cerebro que gestiona las emociones) están vinculados, por lo que «cuando uno está de mal humor o deprimido, tiende a recordar cosas tristes». 
7- Averiguar si hay motivos de preocupación. El neurocientífico aconseja analizar cuáles son exactamente los fallos de memoria experimentados, pues no todos son problemáticos. Por ejemplo, no acordarse del número de la plaza del parking del centro comercial donde has aparcado el coche no es grave pero sí sería preocupante si no recuerdas cómo haber llegado hasta allí. En caso de dudas, lo mejor es siempre consultar con el médico.

El libro también aborda consejos más amplios sobre estilo de vida. Recientemente, una investigación de la comisión sobre demencia de The Lancet sugirió que hasta el 40% de los casos de Alzheimer podrían prevenirse o retrasarse (al igual que las enfermedades cardíacas y muchos cánceres) limitando doce factores de riesgo, desde fumar hasta la obesidad y el consumo excesivo de alcohol. Restak aconseja a sus pacientes que dejen el alcohol a más tardar a los 70 años. A partir de los 65 años, escribe, normalmente se tienen menos neuronas cerebrales que cuando era más joven, entonces, ¿por qué arriesgarse? "El alcohol es una neurotoxina; noada bueno para las células nerviosas". 

También es un defensor de la siesta corta por la tarde, ya que dormir lo suficiente ayuda a la función cerebral (lo que puede ayudar a explicar por qué las nuevas madres privadas de sueño y las mujeres menopáusicas que sufren de sudores nocturnos e insomnio a menudo se quejan de confusión mental). Lo que es más inesperado, recomienda abordar los problemas de audición o visión con prontitud, porque hacen que sea más difícil entablar conversaciones y pasatiempos que mantienen los engranajes en marcha. 

También algunos alimentos que se han relacionado con una mejora en la memoria son: Aguacates: son ricos en grasas monoinsaturadas y contienen carotenoides y vitamina B3. Arándanos: contienen flavonoides que pueden mejorar la memoria y la función cognitiva. Salmón: es rico en ácidos grasos omega-3, que se han relacionado con una mejora en la memoria y la función cognitiva. Té verde: contiene compuestos que pueden mejorar la memoria y la función cognitiva. Chocolate negro: contiene flavonoides que pueden mejorar la memoria y la función cognitiva. Además, una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado y grasas saludables puede ayudar a mantener la concentración y la memoria.