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Citas de Paul Auster

Paul Auster (n. Newark, Nueva Jersey; 3 de febrero de 1947) es un escritor estadounidense de origen judío. En su juventud tradujo poesía francesa, y fue también poeta antes de orientarse hacia la novela. Además ha trabajado para el cine. Suyos son los guiones de SmokeBlue in the Face y Lulu on the Bridge. También el de su más reciente película, en la que actúa su hija, Sophia AusterThe Inner Life of Martin Frost.
Hoy está en Bilbao Paul Auster. Mientras pedimos su último libro, la novela 4321, repasemos algunas de sus múltiples citas:
  • La escritura puede, ciertamente, ser peligrosa. Peligrosa para el lector -si es lo suficientemente poderosa para cambiar su concepción del mundo- y peligrosa para el escritor.
  • Lo real siempre va más allá de lo que podamos imaginar.
  • Nuestras vidas realmente no nos pertenecen, pertenecen al mundo, y a pesar de nuestros esfuerzos por darle un sentido a éste, el mundo es un lugar que va más allá de nuestro entendimiento.
  • Me alegro de que te alegres de que me alegre de que te alegres.
  • La verdadera vida tiene lugar en nuestro interior.
  • Estaba ausente incluso estando presente.
  • Vivo la vida que es posible para mí.
  • Un momento después me sentí lleno de dudas, y al instante siguiente empecé a dudar de aquellas dudas.
  • La vida es simultáneamente trágica y cómica, al mismo tiempo absurda y profundamente significativa.
  • Hablar verdaderamente con alguien es abrazarlo, y en cuanto cruzamos las primeras palabras tuve la sensación de que habíamos empezado a hacer el amor.
  • La experiencia del poema no reside en cada una de sus palabras, sino en la interacción de esas palabras, la música, los silencios, las formas.
  • La realidad no existe si no hay imaginación para verla.
  • No es que escribir me produzca un gran placer, pero es mucho peor si no lo hago.
  • Cada hombre contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quiénes somos.
  • Escribir una comedia ayuda a poner las cosas en perspectiva. El mundo ha ido de tragedia en tragedia, de horror en horror, pero los seres humanos seguimos existiendo, enamorándonos y hallando alegría en la vida.
  • Hay gente que detesta lo que hago y gente a la que le encanta. No hay nada que pueda hacer yo. Tengo que aceptarlo.
  • Para mí, escribir no es una cuestión de libre albedrío, es un acto de supervivencia.
  • [...] Un lenguaje de piedras, ya que sabe que a lo largo de la vida una piedra dará lugar a otra piedra para construir una pared y sabe que todas esas piedras edificarán la abrumadora suma de detalles.
  • El truco consiste en no decir nada sobre uno mismo de la forma más elegante y sinuosa posible, para hacer reír a la otra persona, para mostrarse ingenioso.
  • Nadie puede cruzar la frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a sí mismo.
  • Éstas son las últimas cosas -escribía ella-. Desaparecen una a una y no vuelven nunca más. Puedo hablarte de las que yo he visto, de las que ya no existen; pero dudo que haya tiempo para ello. Ahora todo ocurre tan rápidamente que no puedo seguir el ritmo. No espero que me entiendas.
  • Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas.
  • Lo que obliga a leer es cuando sentimos que la obra es necesaria, escrita con una sensación de gran necesidad por parte del escritor de dejar que esa obra saliera a la luz. Hay muchos libros que suenan igual que otros, muchos poemas también. Los autores profesionales, con largas carreras, muchos escriben muy bien, pero no realmente maravilloso. Cuando lees algo maravilloso, todo cambia.
  • Cuando acabo un libro, nunca me siento demasiado satisfecho. Pero responde a lo que quería hacer, una vez que conseguí entenderlo, para bien o para mal.
  • [...] Toda vida es inexplicable me repetía. Por muchos hechos que cuenten; por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado.
  • Lo que es importante para mí son los niños pequeños, y lo desesperados que están por oír historias, que les cuenten cuentos todo el rato. Algunos de esos cuentos son muy violentos, y pensamos que eso no es para niños. Pero sí lo es, porque estos cuentos nos dicen que se traten sus miedos, pero de una manera segura.
  • Crear personajes no es una acción gratuita, es algo que entraña una responsabilidad, y eso es lo que abordo en la novela. ¿Qué significa dar vida a un ente de ficción? Lo paradójico, creo yo, es que, si el libro que se escribe es bueno, las criaturas imaginarias estén destinadas a tener una vida mucho más larga que la de su creador.
  • La literatura es una fuerza en el mundo y no me imagino la vida sin literatura. La vida sin arte es inimaginable, pero como todos saben, cada vez hay menos lectores. Cada vez la literatura tiene que competir con otras formas de ocio. Esto nunca me ha preocupado, porque los libros tienen algo que no tiene la música u otras formas de arte: los libros se leen individualmente. Aunque haya un lector o haya un millón, siempre hay un lector y un libro. Es una relación uno a uno, autor y lector colaborando juntos. Y en cierto sentido, es el único lugar del mundo donde dos extraños pueden conocerse y reunirse en términos de igualdad. La gente habla de la muerte de la literatura, pero yo creo que no se va a producir.
  • [...] Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había gente que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.
  • Nos encontramos a nosotros mismos únicamente mirando lo que no somos.
  • [...] Descubrió que el verdadero sentido del arte no era crear objetos bellos. Era un método de conocimiento, una forma de penetrar en el mundo y encontrar el sitio que nos corresponde en él, y cualquier cualidad estética que pudiera tener un cuadro determinado no era más que un subproducto casual del esfuerzo de librar esta batalla, de entrar en el corazón de las cosas.
  • Teníamos todas las piezas desde el principio, pero nadie supo encajarlas.
  • No hay una sola realidad, cabo. Existen múltiples realidades. No hay un único mundo. Sino muchos mundos, y todos discurren en paralelo... Cada mundo es la creación de un individuo.

Eufemismo o transformismo

Asistimos al dinamismo del optimismo y del conformismo sin alarmismo por la vía del eufemismo.
 

Eufemismo (palabra feliz) es una figura retórica que sustituye a expresiones vulgares, de mal gusto o tabúes. Frecuentemente con el paso del tiempo, las propias frases indirectas pasan a ser consideradas incorrectas por lo que son sustituidas por nuevos eufónicos eufemismos (borracho, bebedor, alcohólico, dipsómano). 

Desde siempre la muerte ha sido un término maldito, por lo que la locución prohibida se ha citado con múltiples rodeos en todos los idiomas. Lo común no es fallecer, sino descansar eternamente, pasar a mejor vida, recoger el alma, emprender el viaje sin retorno, abandonarnos, no estar ya con nosotros, irse, volar al cielo, ser llamado por el Señor, causar baja o perderlo, y ello sin mencionar las formas más populares como estirar la pata, sacarlo con los pies por delante, recibir la visita de la parca con la guadaña o irse a ver crecer los rábanos por debajo. Incluso en medicina se oyen locuciones como desvitalizar un nervio, enfermo terminal o lesiones incompatibles con la vida. 

Ciertamente resulta más educado, emplear eufemismos en temas fisiológicos o escatológicos demasiado crudos, como ir al excusado para hacer aguas (mayores o menores), pero la difusión contemporánea de los giros y ambigüedades llega a ser enfermiza y patológica. Vivimos tan rodeados de circunloquios que hemos camuflado la realidad por el expeditivo mecanismo de evitar que se mencionen cualquier concepto descriptivo que no sea positivo o esperanzador. Todo es ya de de pronóstico reservado. 

Sigmund Freud advertía que se empieza cediendo en las palabras y se termina transigiendo con los hechos. Habría que tener un mayor respeto al lenguaje y, en definitiva, a la realidad. Lo que hacemos con el lenguaje nos lo hacemos a nosotros mismos. Como decía Octavio Paz, si se corrompe, nos corrompe. Si jubilamos palabras que contienen lo que algunos califican de "prejuicios morales", es decir, contenido ético (como asesinato, tortura, pr0st****ción, aborto o eutanasia), estamos extinguiendo nuestra propia conciencia y nuestra dignidad. 

El léxico se ha edulcorado y aligerado tanto como los valores humanísticos imperantes. Veamos cómo nos estamos anestesiando con un lenguaje evasivo y equívoco. El ardid semántico pulula tanto que distrae y confunde a la opinión pública. La poderosa arma de la palabra actúa como recurso lingüístico de malabarismo sintáctico-expresivo para conformar una pseudo-realidad que entretiene o justifica hechos insostenibles o inaceptables por sí mismos. Nos desorientamos con textos plagados de tapujos, disimulos o contra-negaciones. Veamos cómo nos cuentan la realidad. 

Asuntos socio-económicos: Con el nuevo orden planetario ahora crecemos negativamente por los ajustes monetarios, siendo económicamente débiles los países en vías de desarrollo o la ciudadanía del tercer o cuarto mundo o en la cuarta o tercera edad (eméritos de edad avanzada o en la época dorada). Los reajustes de recursos humanos por la globalización o la externalización de servicios generan expedientes de regulación de empleo o quizá desempleo con los paraísos fiscales donde blanquean el dinero. Abundan las personas con riesgo de exclusión social o sin techo, y el trabajador a lo sumo espera una promoción horizontal. La prensa del corazón parece salida de alguna clínica mental contándonos cómo rehacen la vida los famosos tras episodios de hacer el amor con mujeres de vida alegre o casos de violencia doméstica o de género relatadas por empleadas de hogar de color ilegales e indocumentadas, con fotógrafos perseguidos por servidores públicos en grandes superficies. 

Política y guerras: Fueron Hitler y Goebbels quienes crearon la solución final (Endlösung) de limpieza étnica, mediante la evacuación y relocalización de la comunidad judía. Nixon engendró la ofensiva de paz, Clinton tuvo una relación impropia con una becaria y Bush hijo comenzó con el conservadurismo con compasión e inventó en Irak la guerra del eufemismo: Un conflicto bélico preventivo de baja intensidad organizado por ministros aliados de defensa sirven para extender la democracia, neutralizando al eje del mal con bombas inteligentes de ayuda humanitaria, pocos daños colaterales y sin apenas bajas por fuego amigo. En países castellano parlantes se cuentan los apremios ilegítimos, excesos y confusos incidentes que justifican la existencia de presuntos desaparecidos por cuerpos y fuerzas de seguridad, o en ambientes donde circulan los maletines quienes abusaron de los fondos reservados sugieren que los indultos se los metan donde la espalda pierde su honesto nombre. 

Amado Nervo anunció que "nada más que con conferir a las cosas su verdadero nombre, se produciría la mayor revolución moral que han visto los siglos". Ojalá no debamos lamentarnos de haber sido demasiado tolerantes con un lenguaje, y una mentalidad, que sustituye a la verdad con palabras “de diseño”, políticamente correctas pero éticamente anodinas.

Nosotros, sí, gracias

En educación, los aspectos de relación son centrales, incluso en los casos límite con alumnado autista, por ejemplo. De ellos, hemos aprendido mucho y estas enseñanzas son válidas para todas las personas que deseen, real y sinceramente comunicarse mejor. Además, conociendo estas técnicas podremos desenmascarar a quienes las emplean con profusión para manipularnos, como algunos politiqueros y gacetilleros.

Muchos estudiantes, con o sin autismo, están condicionados a reaccionar negativamente a un ‘‘NO’’ imperativo (‘‘no hagas eso’’...). Estas negaciones indican frecuentemente que el hablante está disgustado o que algo está mal, pero no informan sobre cómo remediar el problema. Así que recomendamos al profesorado (y a las familias) el uso de palabras o expresiones negativas con extrema moderación y sólo cuando requieran obediencia inmediata en casos de emergencia. También es mejor hablar concisa y ordenadamente. Demasiadas instrucciones y explicaciones crean frustración y confusión. Es necesario que el profesor señale claramente qué es lo que quiere que los escolares hagan y por qué. Hay que ser razonable en lo que se pide y la demanda debe ser tal que los alumnos sean capaces de cumplirlo. Los enunciados negativos no aportan las indicaciones necesarias para aprender cómo comportarse de un modo más apropiado y, por el contrario, sugieren que lo negado es apetecible.

Debe evitarse las instrucciones formuladas de un modo amenazador o impositivo, porque los oyentes tenderían a ponerse a la defensiva y les provocaría a hacer justamente lo contrario de lo pedido. Un tono neutro puede ayudar. Por ejemplo: es mejor indicar: ‘‘Es la hora de estudiar’’, en vez de ‘‘Tienes que estudiar ahora mismo’’.

En comunicación, las críticas, los reproches, las amenazas, lo negativo, lo confuso…, sobra. Si nos dicen: «No pienses en un elefante rosa», ya lo estamos evocando en la imaginación… Queremos y necesitamos ideas positivas, claras, conciliadoras, específicas…, justamente lo casi inexistente en la comunicación social y política. Hasta las campañas más costosas y bienintencionadas caen en este craso error: ‘‘NUNCA MÁIS’’, ‘‘NO a las DROGAS’’, ‘‘PLAN ANTITABACO’’, ‘‘NO a la VIOLENCIA DOMÉSTICA’’… Forges, al menos y sólo por sobreabundar, en sus viñetas dice: ‘‘PAZ SÍ, guerra no’’, y el lema hippie decía ‘‘HAZ EL AMOR, y no la guerra’’. Otros aciertan de pleno como ‘‘Gesto por la PAZ’’.

Las frases negativas son nefastas, porque ­aparte de ser cognitivamente más difíciles de interpretar y más si son extensas­, declaran y despliegan una sensación general de inseguridad, desaprobación y hostilidad (a lo sumo condescendencia) que invade a lo dicho. Fíjense que, aunque gramaticalmente digan lo mismo, las tres oraciones siguientes trasladan una impresión muy diferente:
1. ‘‘Estoy contigo’’ (concluyente, enfática y con empatía).
2. ‘‘No discrepo de ti’’ (breve, pero displicente y apática).
3. ‘‘Nunca puedo evitar negar que no esté en desacuerdo con lo contrario que tú refutas rechazar’’... (pura confusión grouchiana).

Los diccionarios desperdician casi el 10% de su contenido con palabras con prefijos destructivos como a-, anti-, contra-, dis-, des-, i-, im-, in-, mal-…, (por ejemplo: a-moral anti-héroe contra-indicado dis-funcional des-acreditado i-lógico im-paciente in-activo mal-educado), y el habla popular desaprovecha un porcentaje de comunicación aún mayor con estas inexpresividades desventuradas y malhadadas (¡lo siento, me he dejado llevar!). La única expresión pseudo-negativa válida que se me ocurre, es la que aconseja el pez padre a su pececito: ‘‘Nada, hijo, nada’’. Hasta se ha impuesto un sistema negativo de votación, con los descartes en los concursos televisivos como ‘‘Gran Hermano’’…, sólo falta que esta fórmula se aplique a la política.

En política, asistimos a la ceremonia de la confusión desde el poder mediático. Se invierte la simplificación de convertir la doble negación en afirmación, para pedir en vez de ‘‘PAZ’’ el desalentador ‘‘NO a ETA’’, ‘‘NO al Nacionalismo Obligatorio’’... No nos merecemos la anacrónica época de violencia que hemos de vivir con bandas terroristas cuyo único sentido es la muerte y la coartada de gobernantes como el ‘‘gran dictador’’ que añora la conquista del Oeste (ahora del mundo) con la política del cowboy bueno frente al ‘‘eje del mal’’, y sus emuladores como el ‘‘pequeño dictador’’, que con nostalgia de reconquista nos abruma con más represión, venganza, pudrirse en las cárceles,… para ocultar esta ‘‘negra navidad’’. Todo ello adobado con la confusión entre valores e intereses, que siguen siendo el motor de la inacabada colonización perpetua de la humanidad por una minoría interesada y belicista.

En prensa oímos demasiadas veces desgobierno, deslegitimización, desinvestigación…, y seguramente asistiremos a la aparición de otros neologismos: desprograma, despolítica, desoposición… El periodismo ha perecido de éxito. Su creciente poderío ante la opinión pública, la que vota bajo su influjo en las democracias, lo había ensalzado hasta un punto en el que debía comprarse su subordinación. Así parece que ha sido ‘‘el cuarto poder’’, no ha resistido la embestida del poder último: la prepotencia económica que necesita controlar el poder político.
Falta veracidad, y pulula el cinismo. No hace falta leer, impertérrito, que Bush pagará a los periodistas o que se defienda públicamente la creación de una agencia de desinformación, la Oficina de Influencia Estratégica (OIE), cuyo supuesto cierre posterior por presiones quizá sea su primera obra y su inaugural patraña.

Nosotros queremos caminos, soluciones, propuestas de PAZ y de CONVIVENCIA a las que podamos decir, ‘‘Sí’’. Queremos más periodistas pacifistas que nos cuenten de Lula. ¡Gracias, presidente Lula, por protagonizar nuestra diaria noticia política agradable, que demuestra que no es imposible ser un político de verdad, que construye, que alivia desigualdades, que no anuncia ni prepara guerras! Lula, tú sí eres grande, cancelas la compra de juguetes bélicos a los militares y les pides que arreglen carreteras y repartan comida; visitas las zonas más pobres de tu país, y no te vas a televisiones italianas en pleno cataclismo ecológico. Sigue así, no desesperes, te esperan grandes desafíos, pero quizás sea la primera figura histórica de este todavía triste siglo XXI.

Truco final: Hagamos una prueba durante una semana. Hablemos sólo cuando lo que tengamos que decir cumplan tres condiciones: Que sea cierto, necesario y amable. ¡Usemos sólo enunciados positivos y veremos cómo mejora nuestra vida, y la de los nuestros! Seamos positivos. Aprovechemos toda oportunidad de felicitar o alentar a alguien. Definámonos por lo que amamos, por lo que creemos; acumulemos amigos. Olvidemos odios, enemigos… ¡Ah, y las palabras mágicas! Pero antes, la palabra más usada y la que más nos fastidia, que es ‘‘NO’’ (se dice que un niño a los 10 años ha escuchado 9 ‘‘Nones’’ por cada ‘‘SÍ’’) y la más superflua, ‘‘YO’’ (que indica egocentrismo). En el ranking de las frases más poderosas, junto a la palabra que más nos agrada escuchar y que es nuestro nombre propio, están:
Palabras mágicas. Más información en https://blog.agirregabiria.net/2003/01/nosotros-s-gracias.html
­ NOSOTROS (equipo: grupo + estructura + objetivo común)
­ ¡MUCHAS GRACIAS! (amabilidad, cortesía,...)
­ ¿SERÍAS TAN AMABLE...? (ayuda, colaboración,...)
­ ¿CUÁL ES TU OPINIÓN? (interdependencia, altruismo)
­ ¡HABÉIS REALIZADO UN BUEN TRABAJO! (reconocimiento, generosidad)
­ ¡ADMITO QUE HE COMETIDO UN ERROR! (perdón, corrección, rectificación)

Esta pirámide de frases, de una a seis palabras, obra maravillas. Digámoslas como si tal cosa, y veremos los resultados. Con nuestros padres o con nuestros hijos, con nuestros amigos o con nuestros hermanos…, que son todos los demás.

Ocho factores para una vejez feliz y longeva

El secreto para tener una vejez saludable
: Un equipo formado por especialistas del hospital General de Massachusetts y la Universidad de California ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Según recoge una noticia de Fermín Apezteguia, el pasado miércoles, 28 de febrero 2024, en El Correo.

No se trata de vivir más, sino mejor. Hubo un tiempo en que el pedigrí de los servicios de salud occidentales se medía en función de la cantidad de años ganados para la esperanza de vida global. Esa idea está hoy ya desterrada. Lo que de verdad importa ahora son los años de calidad existencial. A la hora de evaluar la felicidad individual la enfermedad cuenta, pero sobre todo, cuenta la vida

El equipo citado ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Sus ocho mandamientos constituyen el secreto mejor guardado de la Humanidad, el de cómo llegar a una vejez saludable. Los expertos hablan, sobre todo, de cuestiones sociales. De la forma en que influye en el bienestar de las personas mayores el hecho de que vivan en un barrio limpio, mantengan relaciones con los más jóvenes de la comunidad y se sientan respetados. 

El trabajo, que se ha publicado en la revista 'The Proceedings of the National Academy of Sciences' de EE UU, consistió en entrevistar a 8.250 adultos de 65 años o más durante cuatro años. Pasado ese tiempo, el 22% de los participantes había fallecido. Las causas y condiciones de su muerte permitieron establecer 183 cuestiones de tipo social que favorecieron su muerte o, dicho en positivo, pueden contribuir a una vejez saludable. 

«Es un trabajo muy interesante porque concede a los clínicos una herramienta para medir el impacto de las condiciones sociales en la salud, aunque se echan de menos algunas cuestiones que para nuestra sociedad mediterránea resultan trascendentales», valora el especialista Andrés Losada, vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontologia y catedrático de la especialidad en la Universidad Rey Juan Carlos. «El grado de control que uno siente que tiene sobre su entorno o el mantenimiento de metas y de ilusiones contribuyen de manera decisiva en la salud mental de las personas», explica el experto, que valora los ocho medidores de la salud al final de la vida:
  1. Un vecindario cuidado. «Un barrio al que se dedican pocos o ningún recurso es un entorno que, muy probablemente, cuenta con una renta per cápita baja», explica el experto. La ecuación es sencilla. Menos fondos, peor alimentación, peores recursos sociales, más posibilidades de morir antes.
  2. Control de las finanzas. La falta de recursos económicos no solo impide el mantenimiento de una dieta sana. También limita las relaciones sociales y las posibilidades de acceso a programas de ocio. «En Estados Unidos ocurre mucho más, pero aquí también».
  3. Reunirse con jóvenes y niños una vez al año. «Lo físico no lo explica todo», advierte contundente Andrés Losada. Hasta el punto de que muchos viejos y ancianos –palabras cada vez más reivindicadas por el amplio grupo incluido en el limitado término de mayores – dan mayor importancia a lo social que a lo biológico en lo intergeneracional. «Se nota que el trabajo está hecho en EE UU, porque un contacto limitado a una vez al año resulta totalmente insuficiente en nuestra cultura».
  4. Trabajar o mantenerse activo. El mundo laboral cubre una de las áreas más relevantes de contacto con las personas y el mantenimiento de la actividad cognitiva. «El trabajo no solo impacta sobre la economía individual, sino también sobre las relaciones personales».
  5. Mantener relaciones activamente con los nietos. Su impacto sobre el bienestar emocional es comparable al de reunirse con jóvenes y niños. «Los nietos en el sur de Europa desempeñan un papel trascendental en la felicidad de los abuelos».
  6. Hacer voluntariado. «Es algo fundamental que tiene que ver con la generatividad (posts varios)», el interés de las personas de mediana edad y mayores por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones. Favorece la formación de los jóvenes y enriquece a todos los participantes.
  7. Evitar la soledad no deseada. A juicio de Andrés Losada, éste es uno de los fallos del estudio, porque no es lo mismo sentirse aislado que estar solo. Quizás los autores del trabajo se referían a esto último. La soledad puede trabajarse con programas de intervención. Combatir el aislamiento resulta más complejo, porque tiene que ver más con la personalidad de la persona, sus traumas infantiles y su trayectoria vital.
  8. Ser tratado con respeto y cortesía. «Más que de respeto y cortesía debería hablarse de la educación como indicador de bienestar», destaca el geriatra. Una sociedad educada, defiende, promueve el respeto y el buen trato hacia todas las personas en general, no sólo hacia sus mayores. «Evaluar el bienestar de una sociedad sin tener en cuenta las desigualdades sociales sólo contribuye a aumentarlas», subraya Kenneth E. Covinsky, autor principal del estudio. La vida, de hecho, está fuera del hospital.

¿Cuánto puede la ciencia aumentar la longevidad humana?


¿Puede la ciencia aumentar la longevidad humana? Si creemos ciertas proclamas, se diría que la ciencia está situando al ser humano al borde, si no de la inmortalidad, sí al menos de una vida tan larga (¿amortalidad?) que tendremos tiempo sobrado para cansarnos de ella. Al fin y al cabo, se dice, hasta 1800 se vivía unos 40 años, y hoy duplicamos esta cifra. 

Entre 43 buenas noticias para el 2024, la primera es que las vidas vuelven a alargarse. Después de un paréntesis por culpa de la pandemia, la esperanza de vida mundial creció de nuevo en 2023: hoy son 73 años, hasta 12 años más que en 1980 según la ONU.

Los factores del envejecimiento son ahora infinitamente mejor conocidos. ¿Por qué no entonces esperar que el progreso científico a lo largo de este siglo consiga otra extensión semejante de la vida, o incluso mucho más espectacular?

Pero debe entenderse una diferencia clave entre dos conceptos, esperanza de vida y longevidad. Es cierto que hasta 1800 el promedio de vida era de menos de 40 años, y que hoy ronda los 80 en el primer mundo y 73 años a escala mundial. Sin embargo, esto no significa que antaño fuese difícil llegar a los 50, sino que la mortalidad infantil era muy elevada y muchas personas jóvenes morían por hambre, guerras o enfermedades, reduciendo el promedio, la esperanza de vida. La longevidad, por su parte, es el límite al que el cuerpo humano podría llegar si otro obstáculo no lo impidiera. Pero ¿cuál es ese límite? ¿Existe? ¿Puede extenderse?

La persona que ha alcanzado mayor edad confirmada fue la francesa Jeanne Louise Calment, que falleció en 1997 superando los 122 años. Desde enero de 2023 la persona viva más anciana verificada es la catalana Maria Branyas Morera (nacida en San Francisco, California, y con este Twitter @MariaBranyas112), que este año cumple 116. Desde mediados del siglo XX la medicina y la mejora de la dieta y la calidad de vida han prolongado la vida en la ancianidad. Pero así como el número de personas supercentenarias —mayores de 110 años— ha aumentado exponencialmente, en cambio las edades que alcanzan no lo han hecho, lo cual sugiere que la longevidad no se ha extendido sustancialmente. Para algunos, este dato indica que estamos cerca del límite, unos 115 años. Otros lo elevan hasta entre 120 y 150, mientras que algunos sostienen que aún no conocemos ese límite y que la ciencia tiene margen.

Es cierto que hoy conocemos mucho más sobre el envejecimiento. Pero ¿sabemos lo suficiente? Los telómeros, los extremos de los cromosomas, tienen un papel central en la senescencia celular (envejecimiento). Y aunque los científicos trabajan para contrarrestar el acortamiento de los telómeros con la edad, una línea prometedora, existen otros muchos factores que pueden ser limitantes. Ciertos estudios sugieren que, aunque podemos mantener el cerebro joven por más tiempo, las enfermedades neurodegenerativas son un peaje evolutivo a pagar por nuestro gran desarrollo cerebral.

Los científicos trabajan para contrarrestar el acortamiento de los telómeros, los extremos de los cromosomas, con la edad. Pese a todo, voces como la del gerontólogo biomédico Aubrey de Grey afirman que podremos vivir mil años. Su propuesta, Estrategias para una Senescencia Inapreciable por Ingeniería (SENS, en inglés en sens.org), ha sido criticada por diversos expertos por no haber aportado ningún avance significativo, e incluso se ha calificado como pseudociencia. Pero proliferan las empresas biotecnológicas dedicadas a intentar extender la vida humana, algunas de ellas con la participación de conocidos magnates. El debate prosigue, y sería una buena señal que viviéramos para verlo prolongarse hasta el próximo siglo.

Consejos para la longevidad de LiveTo100


Recomendamos ver la serie documental Live To 100, Vivir hasta los 100 años, en Netflix. Son cuatro episodios que se ven en una tarde. El conductor, Dan Buettner, tras recorrer las principales "zonas azules" del planeta, nos propone 12 hábitos que pueden añadir años a tu vida. 

Visitando Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica) y Loma Linda (California) descubre los secretos de los estilos de vida de los centenarios. Estos son los 12 patrones que surgieron de las zonas azules, agrupados de tres en tres en cuatro apartados.
LiveTo100, Live To 100 years
Hemos ordenado, a criterio personal, quizá las más desconocidas en primer lugar, dejando la habitual recomendación de una alimentación sana para el final. 
LiveTo100, Live To 100 years: Transcendencia con Relax, fe y propósito
Ante todo se trata de "vivir para dejar un legado, una familia, un mundo mejor", no vivir para sumar años sin más. Por tanto, el factor principal es una perspectiva trascendente, subdividida en tres elementos: Paz interior, fe en algo superior y propósito de vida. Contemplar el panorama de nuestra existencia con una visión positiva lo es todo. Según la investigación de Dan Buettner, quienes viven en zonas azules tienden a mantener un estado de calma y tienen niveles de estrés crónicos más bajos en todos los ámbitos. Algunas de las formas en que cultivan la tranquilidad incluyen:

Relajarse con regularidad: Aunque las personas en las zonas azules trabajan duro y mucho más allá de la edad de jubilación típica, encuentran tiempo para relajarse todos los días. En lugar de desestresarse sentándose en un sofá viendo películas, recurren a socializar, bailar o comer juntos.

Encontrar la fe: Independientemente de su denominación, las personas en las zonas azules tienden a pertenecer a comunidades religiosas o altruistas y dedican tiempo al voluntariado en su entorno.

Desarrollar un sentido de propósito: Ya sea ikigai (ver en otros posts) o plan de vida, para dar sentido más elevado a nuestra vida. En las zonas azules mantienen un vocabulario que explica por qué se despiertan cada mañana con una idea de lo que aportan al mundo, como en los grupos de apoyo en vecindad denominados Moai,...
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La conexión social fuerte es el segundo apartado. Para vivir muchos años es necesario interconectarse con los demás tan a menudo como sea posible. Independientemente de la edad, todos los habitantes de las zonas azules desarrollan conexiones genuinas con los otros miembros de su comunidad. Es el punto en común más constante entre todas las zonas azules y probablemente el secreto más impactante para la longevidad.

- La familia es lo primero: Mantener a todos los miembros de la familia cerca o dentro del hogar familiar garantiza que sigan conectados entre generaciones. Esto tiene un impacto real en cuánto tiempo viven, como se ve en la ausencia de residencias de ancianos en Cerdeña.

- Parejas, camaradería y voluntariado para evitar la soledad: Las personas en las zonas azules invierten en su relación de pareja larga y cuidada, y forjan asociaciones sólidas y amorosas como matrimonios.

- Tribu correcta es clave: no todo es romántico. Tener un círculo social inmediato del que depender y en el que invertir es crucial para la longevidad. En Okinawa, algunos ancianos forman Moais, o grupos de apoyo recíproco en el vecindario, que se reúnen periódicamente y se complementan mutuamente en momentos de necesidad.
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Moverse naturalmente y en un escenario de naturaleza, es el tercer ingrediente. Haz del movimiento un hábito cotidiano, combatiendo el sedentarismo. Las personas en las zonas azules no necesariamente tienen suscripciones a gimnasios elegantes. Algunos juegan pickleball tres horas al día (nos estamos fijando en los habitantes de Loma Lindans), muchas de sus actividades físicas preferidas técnicamente ni siquiera son ejercicio. Al integrar las actividades físicas a la perfección en sus vidas, se vuelven activos todos los días sin siquiera intentarlo. Algunas de las formas en que hacen esto incluyen:

- Actividades a mano en las actividades domésticas: Los mayores de la zona azul no dependen de muchos dispositivos para hacer las cosas. Están acostumbrados a cortar leña, amasar pan, hacer manualidades y realizar sus aficiones a mano. Además de mantener activos sus músculos y su cerebro, ver los frutos de su trabajo puede ayudarles a obtener una sensación de plenitud. Como Dora Bustos, originaria de Nicoya, de 102 años, que todavía elabora rosquillos a mano, una tradición que ha transmitido a las siguientes generaciones.

- Caminar diariamente: En lugar de utilizar los automóviles como método de transporte, los miembros de la zona azul caminan a todas partes. Esto les ayuda a hacer ejercicio con regularidad mientras pasan tiempo al aire libre. En Cerdeña, las pendientes pronunciadas de las carreteras se correlacionaron con una vida útil más larga en comparación con las ciudades vecinas con carreteras más planas.

- Cuidar un jardín: Ello obliga a mantener la flexibilidad corporal. Al igual que el hacer las cosas a mano, la jardinería puede ser gratificante y aliviar el estrés crónico. Cuerpo y mente activos para encontrar la armonía. También trabajar en una afición con pasión, honradez y humildad puede ser muy gratificante y saludable.
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Comer sabiamente es la cuarta componente del secreto de la longevidad. Qué y cuánto comemos puede tener un gran impacto en nuestra salud, duración y calidad de vida. Pero la respuesta no es necesariamente dietas estrictas y tristes carentes de cosas buenas. Tres sugerencias concretas:

- Alimentación basada en plantas: La mayoría de las zonas azules comen principalmente dietas basadas en plantas, y hasta el 95% de sus dietas provienen de una amplia gama de vegetales, frijoles y nueces ricos en vitaminas y proteínas. Los platos pueden variar desde el tradicional minestrone hasta las “tres hermanas” nicoyanas de frijol, calabaza y maíz como poderosos antioxidantes

- Aunque discrepemos en este punto, el documental sugiere una dosis mínima de vino: A excepción de los adventistas de Loma Linda, todas las zonas azules beben una o dos copas de vino al día mientras socializan con su comunidad. Apostaríamos más por  el té verde o la Miel en las fiestas intergeneracionales para conversar o reír.

- Comer con moderación: Los habitantes de Okinawa lo expresan con un mantra, Hara Hachi Bu, que les recuerda que deben dejar de comer cuando su estómago está lleno en un 80%. También practican varios hábitos de atención plena en la mesa, incluido comer lentamente para permitir que el cuerpo responda a las señales y concentrarse en la comida para saborear los sabores.

En definitivase demuestra que las zonas azules suelen ser de poblaciones rurales, relativamente pobres, donde no existe obesidad” y las personas longevas “suelen ser individuos que viven vidas sencillas, con menos estrés que la mayoría”. A menudo estas poblaciones tienen a lo largo de toda su vida una utilidad social hasta el final, no como en las ciudades, donde los ancianos pasan a tener un papel únicamente afectivo, pero no productivo".

En otro reconocido Estudio de la Segunda Generación (véase en estos posts anteriores), los investigadores de la Harvard Medical School han estado siguiendo la vida de 724 personas. Entrevistándoles, siguiendo sus momentos de felicidad, de incertidumbre, el nacimiento de sus hijos, e incluso la muerte de alguno de ellos. El objetivo: conocer qué nos hace felicesDirigido actualmente por el psiquiatra Robert J. Waldinger (nacido en 1951), el estudio comenzó antes que él cuando en 1938, durante la Gran Depresión y poco antes de que se desatara la II Guerra Mundial, un primer grupo de investigadores se pusiera a seguir la vida de 268 estudiantes de segundo año de la Universidad de Harvard. 

Además, ampliaron su investigación para incluir a los hijos de estos hombres, que ahora son 1.300 y tienen entre 50 y 60 años, y así averiguar cómo las experiencias de los primeros años de vida afectan a la salud y al envejecimiento con el tiempo. El hallazgo más sorprendente es que nuestras relaciones y lo felices que somos en ellas influyen poderosamente en nuestra salud”. La observación de los sujetos y sus vidas demuestra que las relaciones estrechas, más que el dinero o la fama, son las que mantienen a las personas felices a lo largo de su vida.

Conclusión final: Longevidad, salud y felicidad son realidades que caminan juntas,... Un buen sendero para conducir nuestras vidas.

 Serie dedicada a la longevidad que iniciamos este domingo 17-9-23.

Anhelo de espiritualidad

Banksy actualizó su famosa obra 'La niña con globo' para apoyar a Siria

Un redescubrimiento de la espiritualidad cristiana como camino para lograr la felicidad. Desde hace años se observa en la sociedad occidental un creciente anhelo de espiritualidad. Muchos tratan de cubrir esta necesidad espiritual recurriendo a prácticas que rozan el esoterismo o mirando a las religiones orientales, pero cada vez más personas acaban volviendo a sus raíces cristianas. 

El monje y teólogo Anselm Grün, un maestro de la espiritualidad, en su libro "Espiritualidad" nos explica con un lenguaje ameno y sencillo, la utilidad de la meditación, de los ritos y de la liturgia en nuestro día a día, la importancia de la ascesis y de la mística, y sobre todo, nos recuerda que la espiritualidad no debe implicar en ningún caso encerrarse en uno mismo.

Sus palabras y sus obras llegan desde la propia experiencia de la meditación y también de ser un constante trabajador. Como benedictino, Anselm Grün vive en la abadía que él mismo dirige en Münsterschwarzach, Alemania, y se levanta diariamente a las 4.40 de la mañana para dedicarle a la oración las tres primeras horas del día. 

El gran psicólogo Carl Jung también señala que “El sufrimiento y la muerte, como la mayor parte de los problemas importantes de la vida, son, fundamentalmente, insolubles. Estos no pueden nunca ser solucionados, solo ser trascendidos”. Trascender es “atravesar” y “ascender”, pasar a través del dolor y descubrir un nuevo nivel de conciencia de uno mismo que antes desconocía y que ahora, gracias a esa “génesis”, nace a una nueva visión de sí mismo y de la realidad

Cuando nos enfrentamos a un destino que no podemos cambiar, estamos llamados a dar lo mejor de nosotros mismos, elevándonos por encima de nosotros mismos y creciendo más allá de nosotros mismos; es decir, a través de la transformación de nosotros mismos, Esto apuntaba Viktor Frankl, en su obra "El hombre en busca del sentido último" (véase en un post nuestro de 2007). Esto es válido para el dolor, la culpa y la muerte.
El filósofo humanista Erich Fromm definió así un modo de ese anhelo de espiritualidad:  “Entiendo por religión un sistema de pensamiento y acción compartido por un grupo que le da al individuo un marco de orientación y un objeto de devoción”. Según Fromm todos los seres humanos tenemos la necesidad de sentir experiencias espirituales o religiosas. 
 "¿No es más probable que logremos nuestro objetivo si tenemos un objetivo?"

Siglos antes el gran Aristóteles lo resumió así: Somos como arqueros anhelando el blanco. Ese anhelo de excelencia, de búsqueda de felicidad, de belleza, de bondad, es lo que caracteriza a los seres humanos de todas las épocas y culturas

¿Adolf Hitler o John Snow? ¿Stalin o Karl Landsteiner? ¿Fritz Haber, el bueno o el malo?

Carl Bosch y Fritz Haber, inventores de los abonos sintéticos
La historia ha dado protagonismo a personajes históricos por razones muy diversas. Pero siempre dejan más impacto quienes hicieron el mal. Son más reconocidos por la opinión pública los dictadores sanguinarios, que se clasifican por los millones de víctimas cuya muerte causaron.

Se atribuyen 17 millones de vidas sesgadas en 12 años por Adolf Hitler, que provocó la II Guerra Mundial. Stalin asesinó a 23 millones de personas en su mandato de 32 años. Mao Zedong aniquiló a 78 millones de seres humanos bajo su poder durante 34 años. 

Otros criminales de lesa humanidad fueron Leopoldo II de Bélgica, que arrasó a 15 millones de congoleños;  Hideki Tōjō, Primer Ministro de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, 5 millones de víctimas; Ismail Enver Pasha, líder de la Revolución de los Jóvenes Turcos, 2,5 millones; Pol Pot, Primer ministro de Camboya, 1,7 millones; Kim Il Sung, fundador de Corea del Norte, 1,6 millones;  Mengistu Haile Mariam, Presidente de la República Democrática Popular de Etiopía, 1,5 millones; Yakubu Gowon, presidente de Nigeria, 1,1 millones de muertos en Biafra,...

Estos diez criminales de la historia, reciente del siglo XX, totalizan la horripilante cifra de casi 150 millones de hombres, mujeres y niños asesinados en tres continentes: Asia, Europa y África. Nuestra cultura de historia privilegia los malos modelos de congéneres, olvidando a quienes salvaron más vidas que las que destruyeron estos tiranos.

¿Saben quién fue John Snow, que se estima salvó más de 177 millones de vidas en el siglo XX con su obra? Fue un médico inglés, precursor de la epidemiología, que optó por la cloración del agua en 1905. A lo largo de la historia hemos ido desarrollando métodos cada vez más eficaces para garantizar la seguridad del agua que consumimos. Algunos tienen más de 4000 años de antigüedad, empezando por la decantación y la filtración, y terminando por la cloración, que nos permitió minimizar el riesgo de contagio de cólera, tifus, disentería y polio. Otro referente que impulsó la cloración fue el físico John L. Leal.
Karl Landsteiner, Premio Nobel de Medicina
Otros científicos, médicos, epidemiólogos,... , máximos héroes de la ciencia que merecen nuestro reconocimiento y recuerdo:
  1. Fritz Haber, químico, descubridor de Fertilizantes Sintéticos, 2,720,000,000 vidas salvadas. 
  2. Carl Bosch, ingeniero, perfeccionador de los abonos artificiales, 2,720,000,000 vidas salvadas.
  3. Karl Landsteiner, biólogo, descubridor de los grupos sanguíneos, 1,094,000,000 
  4. Richard Lewisohn (Transfusiones de sangre) 1,094,000,000 
  5. Edward Jenner (Vacuna de la viruela) 530,000,000 
  6. Norman Borlaug (Revolución Verde, trigo,...) 259,000,000 
  7. Linn Enslow (Cloración del agua) 177,000,000 
  8. Abel Wolman (Cloración del agua) 177,000,000 
  9. William Foege (Método de vacunación - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  10. Leslie Collier (Vacuna liofilizada - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  11. Benjamin Rubin (Aguja bifurcada - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  12. Aaron Ismach (Pistola inyectora - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  13. John Enders (Polio & Sarampión Vacuna) 120,000,000 
  14. Maurice Hilleman (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  15. Ann Holloway (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  16. Samuel Katz (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  17. Kevin McCarthy (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  18. Milan Milovanovic (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  19. Anna Mitus (Sarampión Vacuna) 118,000,000
  20. Thomas Peebles (Sarampión Vacuna) 118,000,000
  21. Howard Florey (Penicilina) 82,000,000 
  22. Ernst Chain (Penicilina) 82,000,000 
  23. Norman Heatley (Penicilina) 82,000,000 
  24. Alexander Fleming (Molde de Penicilina) 82,000,000 
  25. Víktor Zhdánov, quien al erradicar la viruela ha salvado más de 63 millones de vidas.
  26. Gaston Ramon (Vacuna de la Difteria y el Tétanos) 60,000,000 
  27. David Nalin (Terapia de rehidratación oral frente a diarreas) 54,000,000 
  28. Richard Cash (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  29. Norbert Hirschhorn (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  30. Robert Phillips (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  31. David Sachar (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  32. Christian Zoeller (Vacuna del Tétanos) 52,000,000 de personas salvadas.
Un caso paradigmático que prueba que la Ciencia debe estar regida por la Ética, es el mismo Premio Nobel de Química Fritz Haber.  Un «Jekyll» y un «Hide», dado que Fritz Haber fue un científico que figura en primer lugar del ránking por las vidas salvadas por el auge de la agricultura a escala mundial para alimentar una humanidad tan inmensa retando la maldición de la catástrofe demográfica de Thomas MalthusFritz Haber logró sintetizar amoníaco a partir del nitrógeno del aire (en el célebre Proceso de Haber).

Con este hito científico abrió la senda para la síntesis industrial de abonos nitrogenados que han multiplicado la producción agrícola mundial, y reducido las hambrunas. Pero Fritz Haber también fue tristemente famoso por haber introducido los gases asfixiantes y las armas químicas durante la Primera Guerra Mundial.