Un número se denomina Número de Munchausen si se puede expresar como la suma de sus dígitos elevados a la potencia de ellos mismos. Expresado de modo más formal y matemático, según la teoría de números, un invariante perfecto dígito a dígito (PDDI por las siglas del término inglés "perfect digit-to-digit invariant" o número de Munchausen1) es un número natural en una base
b dada que es igual a la suma de sus dígitos, cada uno elevado a una potencia igual a sí mismo.
En la numeración decimal, la habitual en base 10, solamente existen dos números de PDDI o de Münchhausen, que serían el 1 (=1^1) y el 3435 (=3^3+4^4+3^3+5^5).
Pero en otras bases de numeración también podemos encontrar más, pero no muchos. El término fue acuñado por el ingeniero de software y matemático holandés Daan van Berkel en 2009.
Es el cálculo que primero hemos probado en la impresionante nueva calculadora del iPad con iPadOS 18, que maneja la escritura manuscrita en su pizarra con exactitud asombrosa,... Otro modo de crear magia con las matemáticas recreativas,...
El Barón de Münchhausen, entre el real y el imaginario dan para escribir un libro. El Barón de Munchausen es un personaje literario basado en Karl Friedrich Hieronymus, un barón alemán del siglo XVIII conocido por sus relatos exagerados y fantásticos. Las historias del Barón de Munchausen fueron recopiladas y popularizadas por Rudolf Erich Raspe y Gottfried August Bürger.
Algunas de las hazañas más extravagantes del Barón de Munchausen incluyen:
Montar una bala de cañón durante una batalla.
Viajar a la Luna, donde los habitantes pueden separarse de sus cabezas.
Bailar en el estómago de una ballena.
Matar a un oso y cubrirse con su piel para pasar desapercibido entre otros osos.
Cabalgar sobre un caballo cortado por la mitad, de manera que cuando bebía agua, esta salía por la parte trasera.
Sacarse a sí mismo de una ciénaga tirando de su propia coleta.
Llegar a un pueblo enterrado por la nieve y descubrir al día siguiente que su caballo estaba colgado de la aguja más alta del campanario.
Encender la mecha de un fusil con su nariz.
Viajar agarrado a una cuerda conectada a una bandada de patos,...
Baron Munchausen's fantastical adventures from The Surprising Adventures of Baron Munchausen include riding cannonballs, traveling to the Moon, and escaping from a whale’s belly—exaggerated tales that have thrilled readers for centuries. #BookWormSatpic.twitter.com/Ue1Wmv9jFk
Las aventuras del barón Munchausen es una fantasía de Terry Gillian, ex-miembro de los Monty Python, estrenada en 1988. Si bien fracasó en taquilla, las insólitas y absurdas aventuras del mítico personaje del siglo XVII ha ganado una legión de adeptos con el tiempo. pic.twitter.com/Y4P82i8YqV
El Intrepid Sea-Air-Space Museum es un museo en la ciudad de Nueva York, situado en el muelle 86, en el West Side de Manhattan. Se muestra el portaaviones USS Intrepid (CV-11), un veterano y famoso barco, tanto de batallas navales como aéreas del Sur del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, y más tarde, también en la Guerra del Vietnam.
Actualmente este buque ha sido convertido en un museo naval flotante de historia y tecnología.
Intrepid Sea-Air-Space Museum es un museo en la ciudad de Nueva York, situado en el muelle 86, en el West Side de Manhattan. En el museo se muestra el portaaviones USS Intrepid (CV-11), un veterano y famoso barco, tanto de batallas navales como aéreas del Sur del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, y más tarde, también en la Guerra del Vietnam. Actualmente este buque ha sido convertido en un museo naval flotante de historia y tecnología.
El 14 de agosto de 1912, un pequeño periódico de Nueva Zelanda publicó un breve artículo que anunciaba que el uso global del carbón estaba afectando la temperatura de nuestro planeta.
Esta gacetilla de hace 110 años ahora es famosa y se comparte a través de Internet todos los años como una de las primeras noticias de ciencia climática en los medios (aunque en realidad era una reimpresión de una nota publicada en una revista minera de Nueva Gales del Sur un mes antes).
La científica estadounidense y activista por los derechos de la mujer Eunice Foote ahora es ampliamente reconocida como la primera persona en demostrar el efecto invernadero en 1856, varios años antes de que el investigador del Reino Unido John Tyndall publicara resultados similares.
Sus experimentos rudimentarios demostraron que el dióxido de carbono y el vapor de agua pueden absorber calor, lo que, amplificado, puede afectar la temperatura de la tierra. Por lo tanto, conocemos la relación entre los gases de efecto invernadero y la temperatura de la Tierra desde hace al menos 150 años.
Cuatro décadas después, el científico sueco Svente Arrhenius hizo algunos cálculos básicos para estimar cuánto cambiaría la temperatura de la Tierra si duplicáramos la cantidad de CO₂ en la atmósfera. En ese momento, los niveles de CO₂ rondaban las 295 partes por millón de moléculas de aire. Este año, alcanzamos las 421 partes por millón, por encima del 50 % más que en la era preindustrial.
Arrhenius estimó que duplicar el CO₂ produciría un mundo 5℃ más caliente. Esta cifra, afortunadamente, es más alta que los cálculos modernos, pero no queda demasiado lejos, ¡considerando que no estaba usando ninguna computadora sofisticada! En ese momento, el sueco estaba más preocupado por la posible llegada de una nueva edad de hielo que por el calentamiento global, pero en la década de 1900 ya estaba sorprendiendo a sus alumnos con la noticia de que el mundo se estaba calentando lentamente debido a la quema de carbón.
La ciencia del clima, eclipsada por el auge del petróleo. El fragmento de Nueva Zelanda de 1912 probablemente se basó en un reportaje de cuatro páginas publicado en la revista Popular Mechanics, que a su vez se basó en el trabajo de Arrhenius y otros.
Cuando los defensores del clima recuerdan la existencia de artículos como este y dicen que ya sabíamos que habría un cambio climático, pasan por alto el hecho de que las ideas de Arrhenius generalmente se consideraban marginales, lo que significa que no mucha gente las tomó en serio. De hecho, hubo una violenta reacción sobre el papel del dióxido de carbono como gas de efecto invernadero.
Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, el tema perdió impulso. El petróleo comenzó a subir, dejando de lado tecnologías prometedoras como los automóviles eléctricos, que en 1900 tenían un tercio del incipiente mercado de automóviles de EE. UU. Frente a ello, tomaron ventaja los desarrollos tecnológicos sobre combustibles fósiles y objetivos militares. La idea de que los humanos pudieran afectar con estas actividades a todo el planeta permaneció al margen de cualquier debate.
Años 30: El Efecto Callendar.
No fue hasta la década de 1930 que resurgió el cambio climático inducido por el hombre. El ingeniero británico Guy Callendar reunió observaciones meteorológicas de todo el mundo y descubrió que las temperaturas ya habían aumentado.
Callendar fue el primero en identificar claramente una tendencia al calentamiento y conectarla con los cambios en el dióxido de carbono atmosférico, pero minimizó la importancia del CO₂ en comparación con el vapor de agua, otro potente gas de efecto invernadero.
Al igual que el artículo de 1912, Callendar también subestimó la tasa de calentamiento que veríamos en los 80 años posteriores a sus primeros resultados. Predijo que el mundo sería solo 0,39 ℃ más caliente para el año 2000, en lugar de 1 ℃ que observamos. Sin embargo, llamó la atención de los investigadores, lo que provocó un intenso debate científico.
Pero a fines de la década de 1930, el mundo entró en guerra una vez más. Los descubrimientos de Callendar rápidamente pasaron a un segundo plano frente a las batallas y la posterior necesidad de reconstrucción.
Entran en acción los mercaderes de la duda.
En 1957, los científicos comenzaron el Año Geofísico Internacional, que conllevó una intensa investigación de la Tierra, sus polos y atmósfera. Esto supuso la creación de estaciones de monitoreo atmosférico que rastrean el aumento constante de gases de efecto invernadero causados por los humanos. Y, al mismo tiempo, las compañías petroleras se estaban dando cuenta del impacto que su negocio estaba teniendo en la Tierra.
Durante estas décadas de posguerra, siguió habiendo poco debate político sobre el clima. Margaret Thatcher, difícilmente clasificable como izquierdista, vio el calentamiento global como una clara amenaza durante su tiempo como primera ministra del Reino Unido.
En 1988, el científico de la NASA James Hansen pronunció su famoso discurso ante el Congreso de los Estados Unidos afirmando que el calentamiento global ya había llegado.
El impulso a la concienciación sobre el problema estaba creciendo. Muchos conservacionistas se sintieron esperanzados por el Protocolo de Montreal, que más o menos detuvo el crecimiento del agujero en la capa de ozono. ¿Podríamos hacer lo mismo para detener el cambio climático?
Como ahora sabemos, no lo hicimos. La eliminación gradual de una clase de productos químicos era una cosa. Pero, ¿destetarnos de los combustibles fósiles sobre los que se construyó el mundo moderno? Eso sería mucho más difícil.
El cambio climático se politizó y los partidos conservadores proempresariales de todo el mundo adoptaron la doctrina el escepticismo climático. Los medios de comunicación a menudo incluían la versión de un escéptico en aras del "equilibrio". Esto, a su vez, hizo que muchas personas creyeran que el ‘jurado’ aún estaba deliberando, cuando en realidad la ciencia hablaba de forma cada vez más segura y clara.
Debido a este escepticismo se produjeron grandes retrasos en la toma de decisiones. El Protocolo de Kioto de 1992 destinado a reducir los gases de efecto invernadero tardó hasta 2005 en ser ratificado. La ciencia, y los propios científicos, fueron atacados. Pronto se puso en marcha una pelea feroz, con fuertes discusiones, a menudo financiadas por los intereses de los combustibles fósiles, que cuestionaban la abrumadora evidencia científica.
Lamentablemente para nosotros, estos ruidosos esfuerzos lograron retrasar la acción. Las personas que se niegan a aceptar la ciencia apoyaron la industria de los combustibles fósiles al menos otra década, incluso cuando el cambio climático siguió aumentando, con desastres naturales y olas de calor cada vez más intensas.
Evolución del sistema eléctrico español desde Diciembre de 2005 hasta Julio de 2024 (fuente).
El mejor momento para actuar fue 1912. El siguiente mejor momento es ahora.
Después de décadas de contratiempos, la ciencia del clima y los movimientos sociales ahora piden con más fuerza que nunca que se tomen medidas enérgicas y significativas.
La ciencia está fuera de toda duda. Mientras que el primer informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático en 1990 declaró que el calentamiento global "podría deberse en gran parte a la variabilidad natural", el último de 2021 afirma que los humanos "inequívocamente […] han calentado la atmósfera, el océano y la tierra".
Incluso hemos visto un cambio bienvenido en los medios de comunicación previamente escépticos. Y como vimos en las elecciones federales de mayo, la opinión pública está del lado del planeta.
Las políticas climáticas nacionales e internacionales son más fuertes que nunca, y aunque aún queda mucho por hacer, finalmente parece que el gobierno, las empresas y el sentimiento público se están moviendo en la misma dirección.
Usemos el 112 aniversario de este breve fragmento como un recordatorio para seguir hablando y presionando, finalmente, por el cambio que debemos conseguir.
Algunas informaciones más recientes, en forma de tuits, sobre el carbón y otros combustibles fósiles,...
El primero en utilizar el término de “gases de efecto invernadero” fue un científico sueco, Svante Arrhenius, en 1896. Ya entendía que los humanos tenemos el potencial de desempeñar un papel importante en el cambio de concentración del dióxido de carbono. https://t.co/fKJpHgxfR7pic.twitter.com/HhZ66VGcpx
#11f2024 Eunice Newton Foote (1819-1888), climatóloga descubrió que el CO2 en la atmosfera afectaba la temperatura de la Tierra. pic.twitter.com/wuKzPZQ3mR
La UE no cumplirá sus objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero ni de broma. Y un 24% provienen del transporte. pic.twitter.com/BqVgHZfMv8
Estos son los rubros de emisiones de gases de efecto invernadero que tenemos que reducir para *quizas* no extinguirnos. El más grande y probablemente más facil: el transporte terrestre por calles (11%). Y sin embargo ahí seguimos, negacionando pic.twitter.com/4LbVsSpJZF
23.000 personas se presentaron a una de las oposiciones más duras del mundo, las de astronauta, y solo 17 personas lograron el puesto... la invitada de hoy fue una de ellas.Sara García Alonso, biotecnóloga y astronauta, visita The Wild Project para un podcast lleno de ciencia e historias increíbles.
Sara García Alonso es la primera astronauta del país, y va a explicarnos como fue el loquísimo proceso de selección, con meses de exámenes y tests, algunos de ellos de dureza extrema. Además, conoceremos cómo se vive en el espacio, cómo se hacen las necesidades sin gravedad, y toda la verdad sobre la posibilidad de vivir en Marte y en la Luna.
Sara García Alonso estudió el grado y el máster de biotecnología por la Universidad de León. En 2018, se doctoró en biología molecular del cáncer y fue premio extraordinario de fin de carrera. Durante su tiempo como candidata a doctora, trabajó como asistente de investigación universitaria para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) realizando investigaciones sobre medicina del cáncer.
Desde 2019, trabaja como investigadora posdoctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), donde lidera un proyecto para descubrir nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón y de páncreas en el laboratorio del bioquímico español Mariano Barbacid.
En noviembre de 2022, la Agencia Espacial Europea (ESA) seleccionó a García como reserva para su promoción de astronautas de 2022. Junto a Pablo Álvarez Fernández, ambos leoneses, oriundos de la ciudad de León y formados en la Universidad de León, fueron seleccionados entre más de 22 000 candidatos de toda Europa. Los dos candidatos son los primeros españoles seleccionados por la Agencia Espacial Europea desde Pedro Duque, quien ingresó al cuerpo de astronautas europeos en 1992.
"Para llevar el hombre a la Luna, en las misiones Apolo, trabajaron 400.000 profesionales. Eso es maravilloso". La científica y astronauta en la reserva Sara García Alonso explica qué significa ser astronauta. En @AprenderJuntos_. pic.twitter.com/QTLcNf3JzK
La misión Starliner de la NASA y Boeing es un proyecto conjunto para desarrollar una nave espacial capaz de transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La nave espacial Crew Space Transportation (CST)-100 Starliner de Boeing se está desarrollando en colaboración con el Programa de Tripulación Comercial de la NASA.
El Starliner fue diseñado para acomodar a siete pasajeros, o una mezcla de tripulación y carga, en misiones a la órbita terrestre baja. Para las misiones de servicio de la NASA a la Estación Espacial Internacional, transportará hasta cuatro tripulantes patrocinados por la NASA e investigaciones científicas en las que el tiempo es un factor crítico. El Starliner tiene una estructura innovadora sin soldaduras y es reutilizable hasta 10 veces con un plazo de entrega de seis meses. También cuenta con conexión inalámbrica a Internet y tecnología de tableta para las interfaces de la tripulación.
Aquí tienes algunos detalles recientes sobre esta misión:
La NASA y Boeing tienen previsto lanzar la primera misión tripulada de la nave Starliner el próximo miércoles. Este intento se produce después de un intento frustrado el sábado anterior.
El problema que causó la suspensión del lanzamiento fue una anomalía detectada por el Secuenciador de Lanzamiento Terrestre cuando faltaban tres minutos y 50 segundos para el despegue.
Los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams son los seleccionados para esta misión.
Si el lanzamiento va bien, se espera que la nave Starliner se acople al módulo Harmony de la EEI.
En caso de que no logren mandar la misión la próxima semana, tendrán que posponer todo al menos unos diez días para poder cambiar las baterías del cohete de ULA.
El objetivo principal de la misión Starliner de la NASA y Boeing es transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI). Esta misión forma parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, una iniciativa que se oficializó en 2014 y que permite a las empresas privadas estadounidenses emprender viajes tripulados al espacio.
Desde la suspensión del programa de cohetes de la NASA hace ocho años, la única forma de enviar astronautas a la EEI era a bordo de la nave rusa Soyuz, por un precio de 82 millones de dólares, ida y vuelta.
Con el éxito de la misión Starliner, Boeing se convertiría en la segunda empresa privada, después de SpaceX, en transportar astronautas hasta la Estación Espacial Internacional.
Además, la nave Starliner está diseñada para ser reutilizable hasta en 10 misiones, lo que podría reducir significativamente los costos de los viajes espaciales en el futuro. La cápsula tiene un diámetro de 4,56 metros y está diseñada para transportar hasta siete personas.
In two hours, Butch Wilmore and @Astro_Suni will begin the inaugural crewed test flight of #Starliner, a Boeing spacecraft joining the pursuit for @Space_Station research and our efforts toward future exploration missions.
👩🏻🚀 En otras buenas noticias del día de hoy, la STARLINER se acopló con exito a la @Space_Station y los 2 astronautas ya se encuentran en su interior, exito para BOEING y ULA 🚀 🛰️ pic.twitter.com/CXFRXj2F1o
— Frontera Espacial (@FronteraSpacial) June 6, 2024
No es la primera vez que visitamos el Puente de la Risa, km 18 de La Manga (Murcia). Y esperamos que tampoco sea la última. Pero jamás la hemos atravesado con el coche. Antes estaba peor asfaltada y, ahora, el Tesla Model 3 no es amigo de los desniveles. El Puente de la Risa, ubicado en La Manga del Mar Menor, es una construcción icónica que atrae tanto a lugareños como a visitantes. Se encuentra en el Polígono Veneziola C, en San Javier, Región de Murcia, España. Su dirección exacta es Avd. Gran Vía de La Manga, km 18.
Recibe su curioso nombre debido a una sensación inusual que experimentan quienes lo cruzan en vehículo. La pronunciada pendiente del puente provoca una especie de ingravidez o “vacío en el estómago”, lo que a menudo desencadena risas espontáneas. De Estilo Veneciano, fue construido en 1978, a imagen de los típicos puentes venecianos. La idea detrás de su construcción era emular una pequeña Venecia residencial en La Manga.
El Puente de la Risa cruza la Gola del Charco, un canal que atraviesa La Manga. Su singularidad y la experiencia divertida que ofrece lo han convertido en un punto de referencia en la zona.
Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar La Manga, te invito a cruzar el Puente de la Risa y experimentar esa sensación inusual que provoca sonrisas. ¡Es un lugar verdaderamente único!
Incluso cuenta con una leyenda: En una noche de luna llena, un anciano pescador llamado Don Manuel se encontraba en el Puente de la Risa. Don Manuel era conocido por su amor por el mar y su profundo respeto por las criaturas que lo habitaban.
En esa noche especial, mientras observaba las aguas tranquilas de la Gola del Charco, vio algo inusual: una hermosa sirena sentada en una roca, cantando una melodía triste. La sirena tenía cabellos dorados y ojos del color del mar profundo.
Don Manuel, cautivado por la belleza de la sirena, se acercó con cuidado. La sirena dejó de cantar y lo miró con ojos tristes. “¿Por qué estás tan triste, hermosa criatura?” preguntó Don Manuel.
La sirena suspiró y le contó su historia: “Soy Marina, la última de mi especie de sirenas. Nuestra gente solía vivir en armonía con los humanos, pero con el tiempo, la codicia y la destrucción del medio ambiente nos llevaron al borde de la extinción. Ahora, estoy sola y mi canto es mi única compañía”.
El pescador sintió compasión por Marina y prometió ayudarla. “¿Qué puedo hacer por ti?” preguntó. Marina sonrió y dijo: “Necesito que alguien me escuche cantar. Mi canto tiene el poder de sanar corazones rotos y traer alegría a quienes lo escuchan”.
Don Manuel pasó muchas noches en el puente, escuchando el canto de Marina. La gente comenzó a notar su risa contagiosa y su espíritu alegre. El puente se convirtió en un lugar de encuentro para aquellos que necesitaban un poco de alegría en sus vidas.
Desde entonces, el Puente de la Risa se ha asociado con la risa y la felicidad. Se dice que si cruzas el puente con una sonrisa sincera, Marina te bendecirá con buena fortuna y alegría duradera.
Lo que más nos ha gustado de estos cuatro días: El Centro Botín Center, continente y contenido, personal muy atento y pequeñas pero excelentes tienda (vídeo siguiente) y cafetería-restaurante. Muy reseñable una de las exposiciones permanentes como es Retratos: Esencia y Expresión, en una sala de su primera planta. Una exquisita selección de obras maestras del siglo XX provenientes de la colección de arte de Jaime Botín que incluye trabajos de Henri Matisse, Francis Bacon, Juan Gris, Joaquín Sorolla, Daniel Vázquez Díaz, Isidre Nonell, José Gutiérrez Solana y Pancho Cossío. Inigualable y divertida la performance musical obra del artista Martin Creed en los ascensores de acceso a las plantas y a la azotea (gratuitas y que son de obligada degustación).
Sin salir de la capital, que se recorre a pie en días soleados como han sido estos de finales del invierno, es impresionante todo lo visitable en Santander, con el Palacio de la Magdalena en primer lugar (con el legado de Vital Ansar, que pronto expondremos con la extensión que merece). Nos hemos acercado también a la Catedral de Santander, los Raqueros, las cuatro playas,...
Lo que menos nos ha gustado de Santander, que es una ciudad señorial, cargada de historia, con gentes muy amables, intergeneracionales y multiculturales ha sido: Un ruidoso y contaminante tráfico en varias de sus arterias principales, a velocidades altísimas y sin respetar el presunto límite (muy alto) de 40 km/h. Hay que reconocer que los conductores respetaban los pasos de cebra, pero si no actúan pronto las autoridades competentes convertirán a este enclave turístico en un "pueblo carretera" (como lo fue, hace medio siglo, nuestra querida Ubidea).
Quizá sea por la hipersensibilidad al ruido y al humo propia de quienes sufrimos el síndrome de los usuarios de vehículos eléctricos puros, pero es estruendo de los acelerones y malos olores resultó espantoso. Así como la claudicación hacia el tráfico rodado. En el mismo centro de la ciudad había semáforos de 78" para los coches y sólo 18" para cruzar (vídeo). Y otros que no anunciaban la espera, pero eran de casi 5 minutos para luego conceder apenas unos segundos de cruce a pie. Un auténtico contraejemplo de la prioridad que deben tener los peatones, con aceras estrechas junto a 6 u 8 carriles de vehículos (parecía que estuviéramos en un borde de una autopista). A corregir con urgencia, para sacar tráfico del centro. Y saben hacerlo, porque en la península de la Magdalena sí lo han conseguido (aunque también había demasiados vehículos particulares en el recinto).
Situado en el punto más alto de la Península de La Magdalena, este edificio -diseñado por Gonzalo Bringas y Javier González de Riancho- tiene gran valor histórico por tratarse de la residencia de verano de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia durante diecisiete años, así como por ser la sede principal de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo desde 1933. El Palacio de La Magdalena es, sin duda, uno de los referentes turísticos de la ciudad.
De reciente apertura, el 23 de junio de 2017, el Centro Botín es un espacio dedicado al arte y al desarrollo creativo. Diseñado por Renzo Piano, ganador del premio Pritzker de arquitectura en 1998, está dividido en dos zonas: la Oeste dedicada al arte y la Este a las actividades culturales y de formación. Cuenta con dos grandes salas de exposiciones, un auditorio con capacidad para 300 personas, aulas de formación, área de trabajo, una tienda y una cafetería-restaurante dirigida por Carlos Crespo y el chef Alex Ortiz. Su ubicación privilegiada te permitirá disfrutar de las mejores vistas a la bahía.
Situado frente a la bahía de Santander, el Palacio de Festivales acoge desde 1991 gran variedad de espectáculos de relevancia nacional e internacional. El edificio de estética vanguardista, fue diseñado por el arquitecto Sáenz de Oiza y alberga tres salas: Argenta, en honor músico cántabro, la sala Pereda y la sala griega que recuerda a un teatro clásico.
El escritor cántabro donó a Santander todo su legado bibliográfico y el edificio en el que lo guardaba con la condición de que siempre se mantuviera agrupado. Este espacio donde abundan los elementos clásicos y barrocos y que fue declarado Monumento Artístico Nacional en 1982, guarda un total de 45.000 volúmenes de gran importancia y de alto valor histórico y patrimonial, como los manuscritos de Quevedo, Lope de Vega y del propio Menéndez Pelayo.
La Casa–Museo de Menéndez Pelayo fue construida en 1876 y habitada desde entonces por la familia de don Marcelino. Años después de la muerte del erudito en 1912, se abrió al público conservando algunos muebles y enseres en el mismo lugar. Junto con la Biblioteca de Menéndez Pelayo, fue declarada conjunto histórico-artístico.
Actualmente se encuentra cerrada.
MAS
(Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander)
Desde su fundación en 1908, ha evolucionado constantemente hasta convertirse en lo que es hoy: un lugar de encuentro e intercambio de ideas. Un museo que promueve el conocimiento de arte moderno, contemporáneo y actual. La colección artística del MAS cubre un amplio abanico cronológico que abarca desde obras del siglo XVI hasta las más actuales.
En sus más de 3.000 m² de exposición, el museo muestra la vida marina y la relación del hombre y la mar a lo largo de la historia. Su colección comenzó a reunirse en el s. XVIII para, más adelante, aumentar gracias a la colaboración de importantes colectivos. El tamaño de la colección y su diversidad permiten dividir la exposición marina en cuatro secciones: ‘La vida en la mar’ (Naturaleza-Biología Marina), ‘Pescadores y pesquerías’ (Etnografía Pesquera), ‘El Cantábrico y la mar en la historia’ (Historia marítima) y ‘Vanguardia tecnológica frente a la mar’ (Tecnología marítima).
Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC)
Ubicado en el Mercado del Este, en pleno centro de la ciudad, el MUPAC ofrece 2000 m2 de espacio expositivo, en donde podrás descubrir más de 1.200 piezas que abarcan desde el período del Paleolítico Superior hasta la Edad Media, muchas de las cuales proceden de yacimientos arqueológicos tan importantes como Altamira o Puente Viesgo.
Centro de Interpretación ‘Historia de la ciudad de Santander’
Situado en la Catedral de Santander, este centro busca acercar al público general el patrimonio histórico de la ciudad de una forma original y emocionante.
En el subsuelo de la plaza Velarde, más conocida como plaza Porticada, se encuentran los restos de las antiguas murallas que, en el s. XIII, separaban el entorno del mar y servían como muro protector de la villa.
Las instalaciones, situadas bajo el suelo de la plaza del Príncipe, te hará revivir uno de los períodos más negros de nuestra historia y que pocos conocen: la experiencia de los habitantes de Santander bajo los ataques aéreos que sufrieron durante la Guerra Civil.
Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
Este centro lo encontrarás en la calle Magallanes y tiene como objetivo la recuperación histórica a través del patrimonio fotográfico que restaura y difunde en su sala de exposiciones abierta al público. Aunque tiene su origen en el antiguo Archivo Histórico Fotográfico Municipal, en los últimos años su patrimonio ha crecido gracias a las donaciones de particulares.
Esta sala de exposiciones es la sede principal de la Fundación Botín, ubicada en la casa familiar donde vivió Don Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor de las Cuevas Prehistóricas de Altamira. En su interior encontrarás un salón de actos, una sala de seminarios, una biblioteca y un ático en donde suelen realizarse talleres.
Situado en la calle Tantín, este centro cuenta con un teatro, una sala de exposiciones y el CASYC UP, una planta dedicada a sala de proyecciones, mediateca y un espacio multidisplinar en donde se desarrollan proyectos y se presentan al público. El CASYC se caracteriza por su intensa actividad cultural, seguro que durante tu estancia podrás disfrutar de alguno de los conciertos, charlas o exposiciones que ofrecen.
Muy cerca del CASYC, se encuentra este edificio, centro habitual para celebrar exposiciones, conferencias y presentaciones de libros. Frente al Paraninfo hay un edificio con un mural en el que se representa a catorce escritores cántabros con influencia en la región.
Centro Cultural Doctor Madrazo
Situado en la calle Casimiro Sainz, este mercado de abastos es ahora un centro cultural con biblioteca, acceso a Internet y en donde suelen celebrarse exposiciones y conferencias.
Este edificio se construyó en 1900 y se utilizó como almacén de tabaco. Durante la Guerra Civil, se convirtió en cárcel para presos republicanos y, al terminar, volvió a convertirse en almacén hasta 1986. Posteriormente, fue reformado y se convirtió en lo que es ahora: una gran Biblioteca que, además, ofrece multitud de exposiciones con el objetivo de acercar la cultura a los ciudadanos.
Frente al Palacio de Riva Herrera, se encuentra este museo en donde tendrás la oportunidad de conocer la historia del abastecimiento de agua al municipio desde 1874 hasta la actualidad. También tendrás la oportunidad de seguir el ciclo natural del agua, desde que se capta en las montañas del interior de la región hasta que es devuelta al mar Cantábrico.
Museo del Deporte
Situado en el interior del Palacio de los Deportes, el museo hace un recorrido por la historia del deporte en Cantabria y expone los trofeos, equipaciones y objetos donados por los grandes deportistas de la región.
Situado en el extremo Oeste del edificio de la Escuela Técnica Superior de Náutica, lo reconocerás por su cúpula metálica. El Planetario no es un observatorio astronómico sino un proyector especializado que muestra de forma precisa el movimiento aparente del Sol, la Luna, los planetas y sus satélites y de las estrellas sobre una pantalla con forma de bóveda simulando la forma en que se vería en cualquier lugar y a cualquier hora de observación en la Tierra.
Más información en su web. *CERRADO TEMPORALMENTE*
Centro de Arte Faro Cabo Mayor
Si te gustan los museos diferentes, en el interior del Faro de Cabo Mayor encontrarás este que ofrece una exposición permanente del artista Eduardo Sanz y una muestra de objetos con el faro como protagonista. Sin duda, se trata de uno de los museos más singulares de nuestra región.
Palacio de Riva-Herrera. Centro de Demostraciones Smart Santander
Situado en la c/General Dávila, frente al Museo del Agua, este edificio fue declarado Bien de Interés Cultural. Se trata de una torre medieval que fue remodelada en el s. XVI por Fernando de la Riva-Herrera (Proveedor General de las Armadas del Mar Océano) y a la cual anexó un palacio más acorde con su condición. Actualmente es sede de la Fundación Santander Creativa, uno de los pilares fundamentales de la cultura en Santander, además de albergar el centro de Demostraciones de Riva-Herrera.
Para concertar cita previa, entra en la siguiente web.
Palacete del Embarcadero
Este edificio, obra del arquitecto Javier González de Riancho, está situado en el Paseo Marítimo, junto a Los Reginas. El Palacete se impulsó en 1920 como estación de pasajeros, desde 1985 sirve como sala de exposiciones y conferencias. En obras en la actualidad.
Centro de Interpretación del Litoral
Ubicado en la antigua batería de defensa de San Pedro del Mar en La Maruca, esta fortificación de 1660, se edificó para proteger Santander de los ataques de los piratas y se mantuvo activa hasta después de la Guerra de Sucesión entre Borbones y Austrias (1702-1713). Antes en ruinas, fue reconstruida convirtiéndose en el actual Centro de Interpretación del Litoral. Acoge la exposición permanente Patrimonio Litoral de Cantabria.
Más información en su web. Actualmente se encuentra cerrado.
Museo de los Bomberos
Situado en el Parque Municipal de Bomberos de Santander, esta sala de exposiciones ofrece la visión de quienes arriesgaron su vida para sofocar el incendio que arrasó Santander en 1941.
Ubicado en un pequeño edificio de 1912, hasta hace poco era un mercado tradicional. Hoy, tras una completa rehabilitación, es un centro cultural, sede de la asociación Espacio Imagen que organiza cursos, charlas y exposiciones.
Cementerio de Ciriego
Ideado por el arquitecto Casimiro Pérez de la Riva en 1881 e inaugurado en 1893, en él encontrarás una planta de cruz en su parte central, gracias a la cual convierte el espacio en un entramado de calles y entrecalles. Es uno de los cementerios más bonitos de España, y en él podrás observar el trabajo de los arquitectos y marmolistas más importantes de la región.
Por tratarse de un lugar lleno de historia y de gran belleza, suelen realizarse visitas guiadas.
Uno de los tesoros de la arquitectura industrial de nuestra ciudad. Las naves de Gamazo reciben este nombre gracias a Germán Gamazo, ministro de Fomento con Sagasta y disponen de una superficie de casi 1000 metros cuadrados entre las dos.
Fueron construidas en en el siglo XX, la más antigua es del año 1908 y la otra de menor tamaño data del año 1950. Desde julio de 2021 son sede santanderina de la colección ENAIRE de Arte Contemporáneo.
Tiene lugar de 9:00 a 14:00 en la plaza de la Esperanza. Los martes, viernes y sábados se venden productos agropecuarios. Los lunes, miércoles y jueves ofrecen productos de confección y calzado.
Además, los domingos por la mañana la plaza se llena de puestos en donde podrás encontrar una amplia variedad de productos de diversa índole.
Centro Cívico Tabacalera
Alberga el jardín vertical interior más grande de Europa visible en todas las plantas del edificio, además de contar con una terraza con vistas increíbles a la bahía de Santander.
Las salas del centro tienen diferentes usos: trabajo social, ludoteca, talleres, formación y experimentación artística, etc.
Refugio Antiaéreo de la Catedral
Un nuevo espacio turístico en un enclave tan relevante como la catedral.
Se han recuperado 70 metros de este refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Fue descubierto durante las obras de las dependencias capitulares, que han descubierto otros importantes hallazgos culturales como los muros de piedra del castillo de San Felipe, la capilla de San Pedro y restos del siglo X.
Museo Machichaco
Este Museo contribuye a difundir la memoria de la histórica catástrofe portuaria y urbana que vivió Santander el 3 de noviembre de 1893, a causa de la explosión del barco Cabo Machichaco.
En el Museo podemos encontrar obras gráficas e ilustrativas, como es la caja mágica o el diorama de la explosión, junto con documentación original, fotografías y réplicas a escala. El Museo Machichaco será un museo vivo, los fondos se irán ampliando y renovando.
Lugar: Estación Marítima de Santander. Horario: de martes a domingo 8 a 20.30