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El secreto de la felicidad: agradecer más y quejarse menos

50 años después de nuestra primera foto juntos en el mismo lugar, Artxanda (1974-2024). 
El amor y la familia, junto a las amistades, son la fórmula perfecta de la felicidad.
Pero, en cualquier circunstancia, bastan gratitud, resiliencia y entereza.

La felicidad, según la filosofía de agradecer y evitar las quejas, reside en enfocar la mente en lo positivo y en aceptar lo que tenemos. Eckhart Tolle sugiere que "la clave para la abundancia está en reconocer lo que ya tenemos", mientras que Epicteto, filósofo estoico, afirmaba: "La riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocas necesidades". Renunciar a la queja permite que la gratitud abra espacio a la paz y la satisfacción, liberándonos de expectativas irreales y enfocándonos en el valor del presente.

La gratitud y la renuncia a quejarse son claves para alcanzar una felicidad más estable y plena. Melody Beattie, autora de "El milagro de la gratitud", lo resume así: "La gratitud desbloquea la plenitud de la vida… convierte la negación en aceptación y el caos en orden." Este enfoque se alinea con el pensamiento de Viktor Frankl, quien escribió: “Todo se te puede quitar, excepto la libertad de elegir tu actitud en cualquier circunstancia” (en la obra "El hombre en busca de sentido"). Al abandonar las quejas, elegimos ver y valorar lo bueno, lo que mejora nuestro bienestar y perspectiva.

Practicar la gratitud y evitar las quejas ayuda a desarrollar una perspectiva de vida más positiva y constructiva. Mahatma Gandhi decía: "La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía", y esto se logra al aceptar y agradecer lo que se tiene. Según Oprah Winfrey, "si te concentras en lo que tienes, siempre tendrás más". Ralph Waldo Emerson también señalaba que "la verdadera riqueza es la capacidad de experimentar plenamente la vida". Al renunciar a la queja, logramos enfocarnos en lo que realmente importa.

La cultura del Kintsugi como el arte de la resiliencia

El kintsugi (金継ぎ o reparación dorada), también conocido como kintsukuroi (金繕い o reparación en oro), es una técnica tradicional japonesa que consiste en recomponer objetos de cerámica rotos utilizando barniz mezclado con polvo de oro, plata o platino. En lugar de ocultar las grietas o rupturas, el kintsugi las resalta, convirtiendo la imperfección en una parte valiosa y hermosa de la historia del objeto. 

Esta filosofía kintsugi refleja la idea de que las cicatrices y los defectos no deben ocultarse, sino que pueden ser una parte esencial de la belleza y la historia de algo o alguien. Kintsugi está profundamente ligado a conceptos. Las personas rotas no se descartan, ni se desechan; se reparan y sus cicatrices al igual que los objetos reparados con Kintsugi las hacen más valiosas y bellas. 

El resultado es una pieza que no solo ha sido reparada, sino transformada en algo único y valioso gracias a las marcas de su rotura. Las grietas doradas resaltan con elegancia los detalles de la pieza, mostrando la belleza de las imperfecciones y el arte de la restauración.

El kintsugi  es una perfecta materialización artística de la virtud de la resiliencia (posts varios), que demuestra que la naturaleza y los seres humanos somos capaces de adaptarnos y recuperarnos de cualquier proceso traumático.

@batsaaziel #kintsugi #reparate #repararse #reparation #resiliencia #resilience ♬ Believe (Inspirational Background Music) - Fearless Motivation Instrumentals

Sisu, el neologismo finlandés que expresa coraje de vivir

Sisu
es un concepto finlandés descrito como determinación estoica, tenacidad en el propósito, valor, valentía, resiliencia y dureza, y los propios finlandeses lo sostienen para expresar su carácter nacional. 
"Agallas" es una traducción bastante adecuada que utiliza la misma metáfora, ya que la palabra deriva del vocablo sisus, que significa "interior" y "entrañas". Un concepto emparentado con sisu es resolución, el cual comparte algunos de sus elementos con sisu, excepto por el "manejo del stress" y pasión por alcanzar una meta lejana. 

Se considera que Sisu no tiene un equivalente literal en otros idiomas, por lo que se ha introducido como neologismo en muchas lenguas. Sisu es una determinación extraordinaria frente a la adversidad extrema y el coraje que se presenta típicamente en situaciones donde el éxito es poco probable. Se expresa actuando contra todo pronóstico y mostrando coraje y resolución ante la adversidad; en otras palabras, decidir un curso de acción y luego adherirse a él incluso si se producen repetidos fracasos. En cierto modo es similar a la ecuanimidad, aunque sisu implica un elemento de manejo sombrío del estrés.

En inglés "thole", como sustantivo, es la capacidad de soportar dificultades. Como verbo, soportar pacientemente, esforzarse en tiempos difíciles; "to thole on" (escocés). También "ganbaru/gambaru (頑張る)" en japonés, significa literalmente "mantenerse firme"). El inglés "gutsy" (valiente) invoca una metáfora relacionada con ésta (y que se encuentra en otros idiomas) desde el "interior", como "entrañas" o "tripas", que evoca la metáfora "grit”.

Sisu es una búsqueda de la felicidad, porque trata de seguir adelante cuando una tarea parece una locura o casi desesperada. Perfecto para el comercio y el juego de la vida. Se convertió casi en sinónimo de la Guerra de Invierno ruso-finlandesa de 1939, a pesar de que el concepto ha existido de una forma u otra durante la mayor parte de la historia de Finlandia. Indica determinación, tenacidad, agallas, valentía y dureza,...

La película Sisu ha dado proyección al concepto.

Siete formas de estimular el cerebro

Cómo desarrollar tu reserva cognitiva: 7 formas de estimular tu cerebro Una nueva investigación ha descubierto que las actividades estimulantes pueden mejorar la salud del cerebro. Artículo de Antonia Hoyle en The Times sobre lo que realmente funciona.

El deterioro de la función cerebral puede ser a menudo parte del envejecimiento, pero hay medidas que podemos tomar para mitigar el impacto. Una investigación publicada esta semana encontró que un estilo de vida estimulante mental y físicamente podría generar una “reserva cognitiva”, es decir, un banco protector de enriquecimiento cerebral, por así decirlo, que nos hace más adaptativos y actúa como amortiguador del deterioro cognitivo, incluso en pacientes que demuestran los primeros signos de Alzheimer, ayudándoles a experimentar la enfermedad con menos rapidez. Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia estudiaron a 113 pacientes de entre 47 y 82 años en una clínica de memoria, calculando su “índice de reserva cognitiva” basándose tanto en su rendimiento cognitivo como en su “educación, complejidad ocupacional, actividades físicas y de ocio y salud social”. 

El estudio, publicado en Alzheimer's & Dementia, la revista de la Asociación de Alzheimer, encontró que aquellos con mejor velocidad de procesamiento mental, memoria y habilidades de razonamiento tenían una mayor reserva cognitiva. Sin embargo, también encontró que el aumento de los niveles de estrés podría anular los beneficios, potencialmente porque el estrés afecta nuestra capacidad de “participar en actividades físicas y de ocio”. Entonces, ¿cuáles son las mejores formas de reforzar nuestra reserva cognitiva y reducir el estrés que la pone en peligro? Todo ejercicio beneficia la salud del cerebro, pero bailar puede mejorar la memoria.

1. Aprende algunos pasos de baile. Todo ejercicio cardiovascular mejora la función cognitiva al aumentar el flujo sanguíneo al cerebro y promover el desarrollo de nuevas células cerebrales. Bailar tiene el beneficio adicional de exigir habilidades de memoria. "Tener que pensar además de hacer ejercicio es una buena combinación", dice la Dra. Emer MacSweeney, neurorradióloga consultora y directora médica de Re:Cognition Health, una clínica para el cerebro y la mente. Ella dice que cuanto más complicada sea la rutina de baile, mejor. "Estás usando tus lóbulos temporales para seguir el ritmo de la música, tu amígdala para recordar el siguiente movimiento y tu cerebelo en la parte inferior del cerebro involucrado en el ajuste fino del movimiento". Escuchar música mientras se baila “también se ha demostrado que ayuda a la salud cognitiva”, añade Natalie Mackenzie, experta en lesiones cerebrales y terapeuta de rehabilitación cognitiva. "Los escáneres cerebrales muestran que el ritmo de la música de tango beneficia la red cortico-subcortical bilateral (los sistemas motor, sensorial y emocional), mientras que se ha demostrado que la música clásica ayuda al aprendizaje". En un estudio, investigadores de la Universidad de Illinois dividieron a 174 personas sanas de entre sesenta y setenta años en tres grupos: uno que comenzó un programa de caminata rápida durante una hora tres veces por semana, un segundo que se embarcó en ejercicios de estiramiento y equilibrio, y un tercero que Aprendí baile country con lecciones cada hora tres veces por semana. Después de seis meses, los escáneres cerebrales revelaron que sólo mejoró la materia blanca del cerebro de los bailarines, que pasa mensajes entre neuronas de una parte del cerebro a otra y se vuelve menos eficiente con la edad.

2. Juega ajedrez con amigos. Ya seas principiante o experto, el ajedrez mejora nuestra “solución de problemas, concentración, atención y planificación anticipada: la capacidad de ver las cosas y no actuar impulsivamente, que son comportamientos de la corteza prefrontal”, dice Mackenzie. "Poder acceder a recuerdos de qué movimientos de ajedrez funcionan bien mejora el aprendizaje y el conocimiento del hipocampo". Una revisión de 2019 en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública encontró que “el ajedrez podría considerarse un factor protector contra la demencia y el deterioro cognitivo en las personas mayores, particularmente debido a la mejora de la reserva cognitiva”. Una investigación sobre 79 jugadores hábiles en la revista Memory & Cognition encontró que recordar movimientos de ajedrez complejos significaba que tenían una capacidad mejor que el promedio para recordar y reconocer patrones visuales. A diferencia de los juegos mentales en solitario como el sudoku, el ajedrez con amigos ofrece los beneficios cognitivos adicionales de la interacción social, dice Mackenzie. Añade que jugar con un compañero en una computadora en línea mejorará "tus habilidades de procesamiento visual, una de las habilidades cognitivas de más alto nivel que tenemos en términos de complejidad".

3. Escucha un podcast de historia. Sí, la lectura tiene beneficios cognitivos (según una revisión sistemática de 2020, puede crear “redes cognitivas más eficientes, proporcionando así un efecto protector contra la neurodegeneración o el deterioro cognitivo”), pero un podcast desafiante puede ser igualmente útil. Mackenzie dice que los podcasts no solo utilizan las habilidades auditivas sino también el pensamiento abstracto y la capacidad de leer entre líneas. Ella dice que “una habilidad de alto nivel” se utiliza más que en los libros. "Si estás escuchando un podcast conversacional complejo, necesitas habilidades de inferencia de mayor nivel porque estos podcasts tienden a tener más opiniones, mientras que la lectura es la historia de una sola persona". Para un estudio de 2016, se pidió a un grupo de participantes que escucharan secciones de un libro de no ficción sobre la Segunda Guerra Mundial, a un segundo grupo que leyeran las mismas secciones en un lector electrónico y a un tercero que leyeran y escucharan en el Mismo tiempo. Después, todos hicieron una prueba para comprobar si habían absorbido el libro. "No encontramos diferencias significativas en la comprensión entre leer, escuchar o leer y escuchar simultáneamente", dice Beth Rogowsky, una de las autoras del estudio y profesora asociada de educación en la Universidad Bloomsburg de Pensilvania. Mackenzie añade: "Escuchar [un podcast] durante un paseo matará dos pájaros de un tiro en términos de salud cognitiva porque sabemos que el ejercicio mejora las sustancias químicas del cerebro".

4. Disfruta de una noche de preguntas. La amistad cuenta: un estudio de 2021 encontró que las personas que se sentían solas en la vejez tenían un 30 por ciento más de probabilidades de desarrollar demencia que aquellas que tenían una vida social plena. Socializar es importante porque “mantienes activo tu cerebro, un músculo como cualquier otro, porque tienes que seguir el hilo de la conversación”, dice MacSweeney. Añade que las interacciones positivas también aumentan los niveles de sustancias químicas cerebrales dopamina y serotonina (post previo), "que reducen el estrés". Incluso “una discusión es mejor [para el cerebro] que evitar la confrontación”, afirma, y recomienda buscar conversaciones desafiantes, “donde el cerebro tenga que trabajar más duro”. Cuanto mayor sea la calidad del diálogo, más eficaz será”. Una noche de concursos que combine el aprendizaje con el compañerismo es doblemente beneficiosa. Un estudio de 2018 en el Journal Motivation Science encontró que los participantes que participaban en actividades de trivia con regularidad mostraron mejoras significativas en la función cognitiva. Los cuestionarios involucran “el hipocampo, que se ocupa de la memoria y ahí es donde ocurre la neurogénesis (crecimiento neuronal),”, dice Mackenzie, quien agrega: “Se ha demostrado que hacer cosas en grupos sociales beneficia la salud cognitiva. Se aprende mejor cuando se tienen mejores sustancias químicas cerebrales, como la serotonina que se obtiene al estar rodeado de gente”.

5. La carrera que elijas marca la diferencia. Un trabajo que aumenta tu reserva cognitiva no requiere un salario o estatus alto, sino que te cautive, dice MacSweeney. "Quieres que tu cerebro esté completamente involucrado" para que sea más eficiente, explica. "Gran parte de la actividad se produce en la corteza prefrontal, que regula los pensamientos, las acciones y las emociones, pero lo que es más importante son las interconexiones entre las diferentes partes del cerebro". Una investigación noruega publicada en la revista Neurology en abril encontró que de aquellos que trabajaban en los trabajos clasificados como los menos desafiantes cognitivamente, según factores como el grado de tareas analíticas e interpersonales involucradas, como el trabajo en carreteras y la limpieza, el 42% fueron diagnosticados con deterioro cognitivo leve, en comparación con sólo el 27% que trabajaba en roles estimulantes, que incluían la enseñanza y la docencia en la universidad. Un estudio anterior de la Universidad de Edimburgo encontró que las personas que tenían trabajos que les exigían analizar, como matemáticos e ingenieros civiles, mostraban una mejor capacidad cognitiva, al igual que aquellos que trabajaban en tareas complejas con personas, como jueces y trabajadores sociales. Sin embargo, un enfoque equilibrado del trabajo es clave, afirma MacSweeney. "Llega un punto en el que un trabajo se vuelve tan estresante que es contraproducente y perjudicial para la reserva cognitiva". El estrés puede agotar tu reserva cognitiva: dos formas rápidas de vencerlo 

6. Practica como jardinero aficionado. La jardinería se ha relacionado durante mucho tiempo con niveles reducidos de estrés: una investigación de 2021 encontró que quienes hacían jardinería a diario tenían niveles de estrés un 4,2% más bajos que aquellos que no trabajaban en absoluto. Sin embargo, a diferencia de plantar y crear, que requiere un esfuerzo mental, desherbar es “una forma de 'hacer sin pensar' que nos pone en modo de espera”, dice Mackenzie. Al “apagar”, se activa un área de nuestro cerebro llamada red de modo predeterminado, asociada con una mejora de la memoria y la creatividad. Mackenzie dice que coser, hacer crochet e incluso conducir pueden tener un efecto similar: "Deberías realizar algún tipo de actividad relajante como esta dos veces al día".

7. Prueba la atención plena mientras te cepillas los dientes. Una revisión sistemática de la Academia de Ciencias de Nueva York encontró que la atención plena (la capacidad de estar completamente presente y no demasiado reactivo o abrumado por eventos, pensamientos y sentimientos) puede mitigar el deterioro cognitivo, potencialmente debido a su impacto en la memoria, la atención y el procesamiento, mientras que otras investigaciones han demostrado que puede reforzar nuestra resiliencia al estrés. Como práctica que requiere largos períodos de concentración en una cosa, generalmente una parte de su cuerpo o su respiración, durante un período de tiempo, la atención plena puede tardar meses en dominarse. Pero “las tareas cotidianas se pueden practicar con atención plena”, dice Reading, “de modo que, en lugar de sentirnos a merced de pensamientos y sentimientos estresantes y reaccionar de manera instintiva, podamos dar un paso atrás y elegir qué hacer con ese sentimiento. Desarrollamos nuestra capacidad de ser más receptivos. Cuando te cepilles los dientes o te duches, por ejemplo, préstale toda tu atención. Observa si te sientes aburrido o estresado y trata esos sentimientos con compasión y sin juzgar”.

5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente es una jornada que se celebra el 5 de junio desde 1973. Fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972. Este día tiene como objetivo resaltar que la protección y la salud del medio ambiente son cuestiones fundamentales que afectan el bienestar de la población y el desarrollo económico mundial. 

Además, busca motivar a individuos, empresas y comunidades a convertirse en agentes activos del desarrollo sustentable y equitativo1. Cada año, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en un tema específico. Por ejemplo, el Día Mundial del Medio Ambiente 2024 se centra en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema «Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración». 

Este día se celebra con una amplia gama de actividades, como concentraciones en calles, conciertos ecológicos, plantaciones de árboles, y campañas de reciclaje. En muchos países, esta fecha es aprovechada para firmar o ratificar convenios internacionales y establecer estructuras gubernamentales para el manejo ambiental. 

 #DiaMundialDelMedioAmbiente / #WorldEnvironmentDay

Vídeos sobre gratitud,... (Serie GRECIA)

Segunda parte de la entrevista de Mario Alonso Puig y Ney Díaz donde profundizamos en los temas de gratitud y propósito de vida (Ikigai). Exploramos cómo el acto de agradecer impacta nuestra existencia y cómo encontrar nuestro propósito puede guiarnos hacia una vida más plena y rica en significado. A través de esta charla, Mario Alonso Puig comparte anécdotas personales y reflexiones, ofreciendo una perspectiva sobre estos temas vitales.
Esta fue la primera parte de la entrevista: Mario Alonso Puig reflexiona, en esta entrevista con Ney Díaz en el podcast Dejando Huella, sobre la responsabilidad en las circunstancias que vivimos, la resiliencia y la importancia de encontrar significado en las los problemas que enfrentamos para alcanzar una vida plena.

Posts de Serie GRECIA: Gratitud, Relajación, Ejercicio, Conexión, Ikigai y Alimentación.

El sedentarismo afecta al cerebro, según Coral Sanfeliu


Coral Sanfeliu, investigadora del envejecimiento: “Estar sentado ocho horas al día afecta a las conexiones del cerebro”, según noticia recogida de El País. La científica del CSIC acaba de publicar un libro "El cerebro en movimiento" sobre los efectos beneficiosos que tiene el ejercicio sobre la salud cerebral y los mecanismos genéticos que se activan al realizar una cantidad adecuada de actividad física. 

Coral Sanfeliu Pujol (Sabadell, 69 años) dirige el Grupo de Neurodegeneración y Envejecimiento del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, del CSIC. Durante su carrera se ha centrado en el estudio de lo que le sucede al cerebro con el envejecimiento y cómo el ejercicio puede proteger frente al deterioro que llega con el tiempo. Sanfeliu acaba de publicar "El cerebro en movimiento" junto a José Luis Trejo, director del Grupo de Estilo de Vida y Cognición del Instituto Cajal, en Madrid. En poco más de cien páginas, los dos investigadores ofrecen las principales claves sobre el modo en que el ejercicio puede ser una herramienta para un envejecimiento saludable a nivel cerebral.

Pregunta. Uno de los términos que plantean en el libro es el beneficio de la hormesis, cómo el ligero daño al organismo que puede provocar el ejercicio tiene un beneficio a largo plazo. Pero el daño, también puede ser excesivo ¿Cuál es la dosis correcta de ejercicio? 
Respuesta. Desde luego, si el daño es muy severo, no va a producirse esa hormesis. Es un término que también se puede aplicar a otros problemas, de resistencia frente a un disgusto o un trauma, que luego tú creas defensas frente a ese estrés. Pero si el estrés es excesivo, el daño va a ser mucho mayor que el posible beneficio. En el caso del ejercicio y sus efectos en el cerebro, hay estudios en humanos, pero los principales son en ratones. Hemos visto, por ejemplo, que hay cambios epigenéticos, que son como unas etiquetas que se ponen en los genes, que producen una activación de genes contra la inflamación o el estrés oxidativo. Así, tú puedes tener una lesión, por esos motivos, y ya estás preparado para superarla, porque determinadas redes en el cerebro se refuerzan o se generan más redes. No es que se evite el daño, sino que se va a superar mejor cuando suceda. Eso es la resiliencia, en este caso inducida por una respuesta hormética.

P. Mucha gente empieza a hacer ejercicio después de muchos años de inactividad y no empieza con algo ligero, sino entrenando para medias maratones o haciendo crossfit. ¿Esto es bueno? 
R. Depende. La ciencia no es blanco y negro. El deporte es bueno y tiene muchas ventajas, pero tiene que ser progresivo. El nivel de hormesis cada vez va mejorando y el umbral en el que un ejercicio puede ser perjudicial se va elevando. Sobre los efectos en el cerebro, esto no quiere decir que los deportistas sean más listos que los demás. Si tú haces mucho deporte no vas a ser más inteligente, aunque vas a tener unas respuestas cerebrales optimizadas. No obstante, si entrenas muy fuerte, si haces maratones, hay que controlar el ritmo cardiaco, las constantes vitales, hacerte análisis. Pero desde el punto de vista del cerebro, un ejercicio extenuante no va a beneficiar.

P. ¿Los beneficios son iguales si se empieza a cualquier edad o es necesario empezar pronto? 
R. Lo que tenemos que pensar no es que el ejercicio mejora nuestra salud, sino que si no lo hacemos, nuestra salud empeora. Los niños tienen que moverse, su cerebro se está formando, y tienen que interactuar con el medio y en esa formación el deporte es importante. Si no les gusta uno, hay que buscar otro, o que vayan a algún sitio a bailar, pero tienen que moverse para que su cerebro madure bien. Y para los mayores, cualquier momento es bueno para empezar.

P. ¿Se puede recuperar el deterioro cognitivo si se empieza a hacer deporte a una edad muy avanzada? 
R. Lo que se ha ido dañando durante tantos años, no se va a reparar. Con el ejercicio no curaremos si hay muerte neuronal o una pérdida importante de conexiones. Pero en el envejecimiento normal, cuando no hay muerte neuronal ni una patología añadida, sí va a proteger. Si hablamos de un prealzhéimer o predemencia, aunque hay estudios que han visto que se puede revertir algo, es muy difícil. Ni con el ejercicio ni con la dieta vamos a curar la demencia, aunque se podría retrasar algo su progresión.

P. ¿Cuál sería la actividad mínima para tener beneficios? 
R. Todo suma, pero tiene que ser una actividad con cierta intensidad. Si andamos hasta el trabajo, no puede ser un paseo mirando escaparates, hay que caminar como si perdiésemos el autobús. Y tiene que ser al menos 10 minutos seguidos, para que de tiempo a que se acelere el ritmo cardíaco, que se liberen factores y se active todo. Y hay que hacer un mínimo semanal. Una recomendación son los 150 minutos recomendados por la OMS.

P. También se habla del daño que produce estar demasiado tiempo sentado, algo que en nuestra sociedad es necesario en muchos trabajos. 
R. Estar sentado ocho horas al día es perjudicial y afecta a las conexiones del cerebro y los neurotransmisores. Es verdad que no es lo mismo estar sentado delante del ordenador, que delante de la televisión, que es aún peor. Cuando pasamos ocho horas sentados, hay que hacer una hora de actividad para compensar. El sedentarismo aumentó con la pandemia y se teme que vayan a aumentar las demencias, no solo por los daños que pueda tener a largo plazo la enfermedad, sino por la inactividad. Aparte del aumento de problemas como la depresión o la ansiedad.

P. Hablan en el libro de que los beneficios del ejercicio no solo son para quien lo practica, sino también para sus descendientes
R. Esto lo han estudiado autores como José Luis Trejo, coautor del libro, que vieron que los ratones que hacían ejercicio, apareados con hembras que no hacían ejercicio, producían crías que, aunque ellas no hiciesen ejercicio, tenían unas mitocondrias con mejor funcionalidad y más cambios cerebrales beneficiosos, que las de crías de padres que no hacían ejercicio. Como mecanismo, se vio que había un factor epigenético llamado microARN que se transmitía con los espermatozoides y llegaba al embrión, aunque es probable que haya otras formas en que se produce esta transmisión intergeneracional.

P. ¿Tiene sentido plantear la posibilidad de crear tratamientos farmacológicos para sustituir los efectos del ejercicio en el cerebro, para gente que no pueda o no quiera hacer ejercicio? 
R. Sí, tiene sentido. Si identificamos mecanismos por los que el ejercicio activa los genes antioxidantes o protege de la inflamación, o libera factores que van a beneficiar a las neuronas o los neurotransmisores, podemos buscar tratamientos que activen esas vías que van desde el gen hasta la producción de una proteína beneficiosa. La sirtuina, por ejemplo, es una proteína que reduce el estrés oxidativo de las células, y su producción se activa con el ejercicio. Es una enzima de supervivencia y longevidad y estamos estudiando sustancias que activen el gen que la produce: un ejemplo es el resveratrol, que está en la uva. Otras opciones son las que buscan controlar los procesos inflamatorios, que se deterioran con la edad y tienen efectos negativos en el cerebro.

¿Cuál es la duración máxima de la vida humana según la ciencia?

Resumen: Aunque la medicina actual ha llegado a establecer un límite de unos 150 años como la duración máxima de la vida humana, aún no se sabe qué logrará la ciencia en el futuro. 

Según este modelo matemático desarrollado por científicos suecos en 2008, la teórica duración máxima de una vida humana es de 126 años. Siguieron un modelo Weibull ampliado para la estimación utilizando un método matemático adecuado basado en el patrón de probabilidad de supervivencia. Encontraron una estimación de la esperanza de vida humana máxima de unos 126 años, a partir de tablas de vida periódicas para las mujeres suecas entre 1950 y 2005.

Un nuevo estudio de 2021 fue realizado por investigadores de una empresa de biotecnología con sede en Singapur llamada Gero.AI, en colaboración con el Roswell Park Comprehensive Cancer Center de Nueva York. Los investigadores elevaron la vida humana hasta 150 años, recopilando información sobre la salud y la forma física de numerosas personas, junto con muestras de sangre. A partir de estas muestras, decidieron que la duración de la vida depende de dos factores: la edad biológica y la resiliencia. La edad biológica se calcula en función del estilo de vida, la enfermedad y el estrés en relación con la edad real de la persona, mientras que la resiliencia se refiere a la capacidad de recuperar niveles altos de salud después de experimentar una enfermedad o un traumatismo físico.

Los resultados muestran que entre los 120 y los 150 años, el cuerpo humano pierde por completo su capacidad de resistencia y, por tanto, de recuperación ante el más mínimo problema de salud. Según Andrei Gudkov, vicepresidente del Roswell Park Comprehensive Cancer Center, el estudio supone un "avance conceptual". "Ahora sabemos que la prevención y el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la edad mejorarán sin duda la vida media, pero no la máxima. A menos que se desarrollen verdaderas terapias antienvejecimiento", declaró a The Independent. Y esta última frase es la muleta para los que aún creen que la muerte puede ser "abolida": 150 años es el límite con la medicina actual, pero nadie sabe qué logrará la ciencia en los próximos años.

Para concluir repasemos, una vez más, algunos factores clave que pueden contribuir a una vida más larga y saludable: Dieta saludable y equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés, mentalidad positiva, conexiones sociales y un sueño adecuado y de calidad. Lo que hemos denominado el modelo GRECIA (Gratitud, Relajación, Ejercicio, Conexión, Ikigai y Alimentación).

Glosario de la longevidad

El círculo virtuoso de la felicidad, que da salud, que otorga longevidad, que produce generosidad,...

La felicidad, la salud, la longevidad y la generosidad crean una espiral ascendente en continua mejora hacia una vida más abundante. Tenemos un enfoque muy conciso en la información que ofrecemos.

 Sólo lo mejor

Sólo lo mejor: salud y felicidad para toda la vida

: Al igual que recolectar pepitas de oro, nuestra información e investigación condensa los mejores enfoques científicamente probados para mejorar nuestras vidas por parte de las principales autoridades. 

Llamado a la acción: salud y felicidad para toda la vida

 Acción: Felicidad, Salud y Longevidad están altamente interrelacionadas. Todo lo que compartimos incluye algo que todos podemos HACER y que está demostrado que logra resultados. 

Resultados: salud y felicidad para toda la vida

 Resultados: Cada uno de nosotros es verdaderamente único. No existe una “talla única” en la vida. Descubramos a aprender y explorar lo que funciona para cada uno de nosotros.

Sigue un listado alfabético de conceptos básicos de longevidad, que irá creciendo entre otras palabras bellas e inspiradoras:

  1. A: Amar, alimentación, abrazar, agua (jarra), amistad, aprendizaje, actitud, amabilidad, altruismo, acción, alegría, abundancia, autocuidado, ajedrez, acai,...
  2. B: Bosque, B12, blog, biorritmos, biomarcadores, butirato, bailar, belleza, bridge, backgammon,...
  3. C: Contribuir, conexión, cuidado, círculos, compromiso, control, caminar, cerebro, creatividad, crucíferos,...
  4. D: Deconstruir, dormir, dieta, destino, dominó,...
  5. E: Ejercicio, ergotioneína, escribir, estudiar, epigenoma, estatina, estilo (de vida), esperanza,...
  6. F: Familia, felicidad, fruta, frutos secos, fe, fitness, flavonoides,...
  7. G: Gratitud, generosidad, generatividad, gracias,...
  8. H: Hara Hachi Bu, hijos,  hormesis,...
  9. I: Ikigai, interdependencias, intergeneracional, intercultural, interacción, inteligencia, ilusión,...
  10. J: Jugar, jardín, judo,...
  11. K: Kombucha, kale, kimchi,...
  12. L: Legado, leer, luz, libertad, lactucina,...
  13. M: Metas, movilidad, metformina, mitocondrias, mindfulness, mentalidad, memoria, motivación, música, misión, moai, meditar, metilación, matcha, misomoonshot,...
  14. N: Naturaleza, nietos, nosotros, natación, NO-Cosas,...
  15. Ñ: Ñoño (abuelo cariñoso),…
  16. O: Optimismo, objetivos, Omega-3, oxígeno,...
  17. P: Propósito, pasión, pareja, pasear, prevención, positividad, pranayama,...
  18. Q: Queretaro,...
  19. R: Relax, respirar, resistencia, resiliencia, retos, rutina,...
  20. S: Soñar, sonrisa, solidaridad, serenidad, sol, sobremesa, siesta, sentadillas, sarcopenia, sirtuina,...
  21. T: Trascendencia, tribu, telómeros, taichi, tecnología (AgeTech), tranquilidad,...
  22. U: Unwind (desconectar mejor que relax), ubuntu,...
  23. V: Vivir, viajar, voluntariado, veganismo, vitalidad, vegetales, verbo,...
  24. W: Wolframio,...
  25. X: Xanadú,…
  26. Y: Yuimaro, yoga,...
  27. Z: Zen, zonas-azules, zambullirse,...