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El globo rojo: la poesía que hizo volar al cine

El globo rojo (Le Ballon rouge, 1956) es un mediometraje francés escrito y dirigido por Albert Lamorisse, considerado una joya del cine infantil y una obra poética sobre la amistad, la inocencia y la libertad. Con un estilo casi sin diálogos; la narración es visual y simbólica, apoyada en la música y la fotografía. Todo en una Francia de posguerra, la película ofrece un retrato tierno y esperanzador, contrapuesto a la dureza urbana.

Fue rodado en 1955 en París, especialmente en el barrio de Ménilmontant. Aproximadamente 34 minutos de duración. El protagonista es el propio hijo del director, Pascal Lamorisse, interpretando al niño. Ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje en Cannes y el Óscar al mejor guion original (algo inusual para un cortometraje).

La historia El globo rojo sigue a Pascal, un niño parisino que, camino a la escuela, encuentra un gran globo rojo atado a una farola. Tras liberarlo, descubre que el globo parece tener vida propia: lo sigue, juega con él y se convierte en su inseparable compañero. La amistad del niño con el globo despierta la envidia de otros niños, que intentan arrebatárselo y destruirlo. 

En un momento trágico, el globo es finalmente reventado. Sin embargo, en un giro mágico, globos de todos los rincones de París se liberan y vuelan hacia Pascal, elevándolo por los aires y llevándolo lejos, como si fuera un viaje de escape y libertad.

La película El globo rojo se convirtió en un clásico educativo, proyectada en escuelas de Estados Unidos y Canadá durante décadas (1960-1990), y fue presentada en televisión por Ronald Reagan en 1961. Ha inspirado referencias en cine y cultura pop, como en El vuelo del globo rojo (2007) de Hou Hsiao-hsien, una especie de secuela espiritual. Se lanzó en formatos hogar como LaserDisc (1986), DVD (2008) y Blu-Ray (2010). Su legado radica en su capacidad para capturar la magia de la infancia en un París posguerra, convirtiéndose en un ícono del cine francés infantil.

Con un profundo simbolismo se tratan temas como:

Inocencia y amistad: El globo es un símbolo de la pureza infantil.
Libertad: El vuelo final representa la superación de las limitaciones y las injusticias.
Soledad y esperanza: Aunque el mundo del niño es gris, el globo añade color y alegría.
Resistencia a la hostilidad: El vínculo con el globo desafía la crueldad y la rutina.

Todos los nombres: la obsesión poderosa y la memoria invisible

Hemos releído "Todos los nombres" (1997) de José Saramago (véase en otros muchos posts)La novela sigue a Don José, un modesto funcionario del Registro Civil de una ciudad sin nombre. Su vida es rutinaria, casi invisible: pasa los días archivando y consultando fichas de todas las personas vivas y muertas. Vive solo, en una casa adosada al Registro, y su única afición es recopilar recortes de prensa y datos sobre personas famosas.

Un día, mientras hace una incursión clandestina en el archivo central, por error toma la ficha de una mujer desconocida. Este accidente despierta en él una obsesión inexplicable por encontrarla. A partir de ahí, inicia una investigación que lo llevará a violar las normas del Registro, moverse entre cementerios, escuelas y calles olvidadas, y enfrentarse a sus propios miedos.

En la búsqueda, Don José se adentra en un viaje físico y existencial, donde la frontera entre los vivos y los muertos, lo real y lo imaginado, se vuelve difusa. La mujer —de la que apenas sabe su nombre y fecha de nacimiento— se convierte en símbolo de un anhelo más profundo: la necesidad de darle sentido a la propia vida.

Se barajan temas como la identidad → Cómo una simple ficha puede contener o perder la esencia de una persona; la soledad y rutina → La monotonía como prisión invisible; la obsesión → La búsqueda irracional como motor de cambio; la burocracia → El absurdo de sistemas impersonales que deciden lo que queda registrado y lo que se olvida; y la vida y la muerte → El archivo como lugar donde conviven las huellas de los vivos y los muertos.

José Saramago emplea su característico uso de largos párrafos, escasa puntuación convencional, diálogo sin guiones y un narrador que combina ironía, complicidad y reflexión filosófica. Esto crea una atmósfera de fábula oscura, cargada de simbolismo. "Todos los nombres" es una parábola sobre el valor de cada existencia, incluso la más anónima, y sobre cómo la curiosidad —o el amor, aunque sea imaginado— puede romper la inercia y dar sentido a una vida entera.

Algunas citas memorables de "Todos los nombres":

- “La libertad no se mendiga, se conquista” .

- “La ignorancia es la peor enfermedad del ser humano” .

“La vida es un enigma que solo podemos descifrar viviéndola”.

- “Dos debilidades no hacen una debilidad mayor, hacen una nueva fuerza” .

- “Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre, ese algo es lo que somos”.

- “La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva”. 

José Saramago (1922–2010) fue un destacado novelista portugués galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1998, siendo el primer escritor de lengua portuguesa en recibir ese reconocimiento. De origen humilde, nació en Azinhaga, en una familia de campesinos sin tierras; su nombre completo era José de Sousa Saramago, pero el apodo familiar “Saramago” (también una planta comestible) fue añadido accidentalmente al récord civil.

Trabajó como mecánico y metalúrgico, luego pasó al periodismo y la traducción. Se afilió al Partido Comunista Portugués en 1969 y fue editor de un periódico durante la Revolución de los Claveles, aunque perdió el cargo en represalia política. Su narrativa, caracterizada por parábolas imaginativas, compasión e ironía, le valió el Premio Nobel, cuyos motivos destacaban precisamente esa combinación distintiva . En 1998 fue reconocido anticipadamente como digno del galardón.

Algunas de sus novelas más prominentes, que cubren desde sátira histórica hasta alegorías críticas de la sociedad son Memorial do Convento (Baltasar y Blimunda, 1982), Ensaio sobre a cegueira (Ensayo sobre la ceguera, 1995), Ensaio sobre a lucidez (Ensayo sobre la lucidez, 2004) – una novela complementaria a la anterior, Todos os nomes (Todos los nombres, 1997) – explora identidad y soledad; sigue a un funcionario obsesionado por una mujer desconocida, O Evangelho Segundo Jesus Cristo (El Evangelio según Jesucristo, 1991) – una recreación provocadora de la vida de Jesús, La balsa de piedra (1986) – una fábula social sobre la península ibérica separándose del continente, La viuda (1947) – novela temprana redescubierta recientemente,... Otras obras relevantes: El año de la muerte de Ricardo Reis, Historia del cerco de Lisboa, Claraboya (publicada póstumamente), Caim (2009).


Un viejo, una tigrilla y el ocaso de una humanidad sin raíces

El verano es tiempo de lecturas como Un viejo que leía novelas de amor (1989) de Luis Sepúlveda. Una novela corta, narrativa ecológica y social, ambientada en la Amazonía ecuatoriana, en un pueblo llamado El IdilioEs un canto a la naturaleza y al amor desde el corazón verde del mundo: El Amazonas.

Narra la historia de Antonio José Bolívar Proaño, un anciano que vive en la selva amazónica ecuatoriana, cerca del río Nangaritza, en el límite con la frontera peruana. Tras haber convivido años con los shuar, pueblo indígena amazónico, Antonio ha aprendido a respetar la selva, su lenguaje y sus reglas. Vive una vida sencilla, solitaria y marcada por el amor tardío a las novelas románticas, que relee con pasión.

El equilibrio de su mundo se rompe cuando una tigrilla (una hembra de ocelote) comienza a atacar a humanos tras perder a sus crías por culpa de unos cazadores blancos. El gobierno local y sus representantes, ignorantes del ecosistema, quieren matar al animal sin contemplaciones. Solo Antonio, con su conocimiento de la selva y su sensibilidad, puede emprender esa misión con respeto y responsabilidad.

Se barajan en Un viejo que leía novelas de amor temas como el conflicto entre civilización y naturaleza, el colonialismo interno y el desprecio por los pueblos originarios, la soledad y la vejez como tiempo de sabiduría, el poder de la lectura y del amor como consuelo existencial o la defensa del medioambiente frente a la depredación. 

Luis Sepúlveda nació 4 de octubre de 1949, Ovalle, Chile, y falleció el 16 de abril de 2020, Oviedo, España (siendo el primer escritor de renombre fallecido por COVID-19 en Europa). Fue escritor, periodista, cineasta y activista político. Participó en el gobierno de Salvador Allende y fue prisionero político durante la dictadura de Pinochet. Exiliado, vivió en Argentina, Brasil, Nicaragua y Alemania. Ecologista activo, colaboró con Greenpeace y organizaciones de derechos humanos. Su obra combina denuncia social con una prosa poética, sencilla y profundamente humana.

Algunas citas memorables de Un viejo que leía novelas de amor

- “No tenía nada contra los gringos, mientras no molestaran.” — Una frase que condensa la crítica al colonialismo y al turismo invasivo.

Aprendió a leer para leer novelas de amor. No quería otra cosa.” — Refleja la ternura del protagonista y su relación íntima con la lectura.

El mundo es así: cada uno tiene lo que le corresponde.” Una sentencia que refleja el fatalismo y la dureza de la vida en la selva.

La selva no es muda. Lo que pasa es que nosotros somos sordos.” — Una cita emblemática de la obra, con una fuerte carga ecológica y espiritual. 

- “Porque la selva era madre y sepultura, escuela y hospital, pan y techo.” — El amor por la Amazonía y su complejidad vital y simbólica. 

- “Nunca mató por gusto, ni por deporte. Siempre por necesidad.” — La ética del personaje frente a la violencia y la vida salvaje.

La expulsión de lo distinto: el coste humano de la hiperconexión

Si hay un filósofo actual cuya obra completa hay que leer, ése es Byung-Chul Han (ver en otros muchos posts). Hoy analizaremos su libro La expulsión de lo distinto (2016). Byung-Chul Han desarrolla una potente crítica a la sociedad actual, caracterizada por la desaparición de la alteridad. Vivimos en una cultura de la positividad, donde lo diferente, lo extraño, lo contradictorio o lo negativo —todo aquello que incomoda o interpela— es eliminado, neutralizado o absorbido por una lógica homogénea del “yo”.

Para Han, la sociedad contemporánea tiende al narcisismo, al consumo de lo idéntico y a una hipervisibilidad digital que borra la profundidad del otro. Esta expulsión simbólica y real de la diferencia provoca una pérdida de sentido, de comunidad, de experiencia e incluso de amor verdadero.

El pensamiento del surcoreano, influenciado por la tradición continental europea (Hegel -posts-, Heidegger -posts-, Lévinas), nos advierte del peligro de una sociedad transparente, sin opacidad ni misterio, donde todo es igual a sí mismo, repetido y digerido por algoritmos y redes sociales. La consecuencia: aburrimiento, ansiedad, intolerancia y soledad.

Es un libro breve pero profundo, que debe leerse despacio y discutirse con otros. Una obra crítica, incómoda, y, por eso mismo, necesaria. La expulsión de lo distinto es una advertencia lúcida y contundente sobre el rumbo de nuestras sociedades hipermodernas. Con un estilo filosófico sobrio y afilado, Han propone repensar nuestras formas de vida, de amar, de comunicarnos y de relacionarnos con lo otro. Nos recuerda que sin alteridad no hay humanidad, sin misterio no hay sentido, y sin negatividad no hay libertad.

Byung-Chul Han (Seúl, 1959) es un filósofo y ensayista surcoreano afincado en Alemania. Estudió metalurgia en Corea antes de trasladarse a Europa, donde se doctoró en filosofía en la Universidad de Friburgo. Ha enseñado en universidades de Basilea, Karlsruhe y Berlín. Han es uno de los filósofos contemporáneos más leídos y citados, con un estilo sobrio, aforístico y lúcido. Sus obras abordan con mirada crítica los efectos culturales, sociales y psicológicos del capitalismo tardío, la digitalización, la transparencia, el rendimiento y la pérdida de lo sagrado.

Otras obras destacadas de Han son La sociedad del cansancio (2010, post nuestro de 2024)La sociedad de la transparencia (2012), Psicopolítica (2014), La agonía del eros (2012), La desaparición de los rituales (2019) y No-cosas (2021, post nuestro de 2022).

El libro La expulsión de lo distinto, breve pero denso y aforístico, se construye en torno a contraposiciones esenciales: el yo frente al otro, la identidad frente a la diferencia, la positividad frente a la negatividad, la transparencia frente al misterio, la hipervisibilidad digital frente a la presencia encarnada, y la comunicación instantánea frente a la relación dialógica auténtica.

Han sostiene que la sociedad actual no reprime mediante la censura ni la prohibición, sino mediante la saturación, el exceso de positividad y visibilidad, lo cual termina siendo igualmente opresivo.

La sociedad de la positividad y la autoafirmación. Parte de la idea ya desarrollada en La sociedad del cansancio: la lógica del rendimiento y la positividad ha sustituido a la lógica disciplinaria. Ya no hay un “deber”, sino un “puedo”; ya no hay amo, sino autoexplotación. A esta lógica se suma la del narcisismo digital, donde los sujetos sólo quieren verse reflejados, reconocidos, “likeados”. Todo debe ser inmediato, familiar, cómodo, digerible. Y por eso la diferencia, lo ajeno, lo negativo, lo que desafía, es eliminado. La sociedad actual ya no es disciplinaria, sino una sociedad del rendimiento, del ego, de la autoexplotación.”

El otro como amenaza. El otro, el diferente, el no-asimilable, es visto hoy como potencialmente peligroso o inútil. La alteridad exige esfuerzo, interpretación, tiempo, tolerancia… cosas que la cultura digital inmediata y acelerada no tolera. Esto se manifiesta en fenómenos como: El miedo al inmigrante o al disidente, la sobreprotección de las identidades frágiles, la intolerancia a la crítica o al pensamiento complejo o la reducción de la alteridad a diferencia de consumo. Señala que incluso el multiculturalismo actual tiende a reducir lo distinto a lo exótico, lo folclórico, lo decorativo. No hay verdadera experiencia del Otro, sino una estetización superficial. La diferencia, cuando se tolera, es siempre domesticada.”

El infierno de lo igual. El resultado de esta lógica es la instalación de una especie de “infierno de lo igual”: una sociedad sin conflicto real, sin silencio, sin misterio, sin eros. El otro no es negado de manera violenta, sino absorbido, estetizado, neutralizado. Todo lo que no puede ser traducido a términos positivos o de rendimiento es expulsado. Esto afecta también al pensamiento, que necesita contradicción, negación, espera y ambigüedad. En una sociedad de la inmediatez y el algoritmo, pensar se vuelve sospechoso. La negatividad es el elemento esencial del pensamiento.”

El amor y el eros en crisis. Uno de los capítulos más intensos del libro está dedicado a la crisis del amor. El amor verdadero, sostiene Han, nace del encuentro con el otro, con su opacidad, su distancia, su inasimilabilidad. Pero en la era digital, lo que predomina son los vínculos narcisistas, líquidos, gestionados por aplicaciones que eliminan la alteridad: se busca lo similar, lo útil, lo cómodo. Así, el amor se convierte en consumo afectivo, en algoritmo predictivo que sustituye al misterio. Ya no hay espera ni entrega, sino optimización del deseo. El amor muere donde no se encuentra con el otro.”

La pérdida de lo ritual y lo comunitario. 

Han también señala cómo la expulsión de lo distinto ha acabado con los rituales, que eran formas de relación repetitiva y simbólica con el otro, con la comunidad, con el tiempo. Hoy, en cambio, vivimos en el presentismo, la interrupción constante, la ansiedad de la notificación. La comunidad ha sido sustituida por redes sin profundidad.

Política y vigilancia. Finalmente, Han advierte que este “infierno positivo” no es inocente. En un mundo donde todo debe ser visible, comunicable, eficiente y transparente, la vigilancia se vuelve omnipresente y voluntaria. No hace falta represión cuando la gente se autoexpone por voluntad propia. La transparencia, lejos de ser garantía de democracia, puede ser una nueva forma de control totalitario, ya que elimina el espacio interior, la intimidad, la crítica.

Otras citas destacadas: “La comunicación digital no tolera el silencio. Expulsa toda negatividad”. “La sociedad del cansancio ha dado paso a la sociedad de la autoexplotación del yo”. “La desaparición de la distancia destruye también el respeto”. “El infierno de lo igual comienza cuando lo distinto se vuelve sospechoso.”

Irène Némirovsky: la voz trágicamente silenciada del siglo XX

Hoy hemos releído David Golder de Irène Némirovsky, una novela de codicia, fragilidad y redención en la Europa del derrumbe. Publicada en 1929, David Golder es la primera novela de éxito de Irène Némirovsky, y una obra breve pero profundamente incisiva que retrata la decadencia moral de un magnate financiero judío en el París de entreguerras.

David Golder es un empresario despiadado, millonario, solitario, y enfermo del corazón. Vive rodeado de lujo, pero atrapado en una red de relaciones vacías: una esposa frívola y ambiciosa, una hija caprichosa y cruel, y un mundo de apariencias donde el afecto está siempre subordinado al interés económico.

La novela con el apellido epónimo Golder es a la vez una crítica feroz del capitalismo, un retrato implacable de la hipocresía social y un drama íntimo sobre la soledad y la necesidad de redención. Golder, que ha pasado su vida acumulando riqueza, comienza a cuestionarse el sentido de su existencia cuando la muerte le pisa los talones. La historia avanza hacia un final devastador, tan humano como trágico. Se preguntaba: ¿Qué había hecho con su vida? Ganar dinero. Solo eso. ¿Y para qué?”.

Irène Némirovsky nació en Kiev en 1903, en el seno de una familia judía acomodada. Su infancia transcurrió entre Rusia y Francia, adonde se exilió con su familia tras la Revolución Rusa. Pronto se integró en los círculos intelectuales de París y empezó a publicar en francés con gran éxito en revistas y editoriales.

Su obra se caracteriza por una mirada lúcida y crítica sobre la burguesía, el antisemitismo, y la fragilidad de las relaciones humanas. Dominaba a la perfección el francés, y su estilo recuerda a autores como Maupassant o Tolstói. Además del francés, Irène Némirovsky aprendió inglés, polaco, ruso, euskera (véase sus etapas en el País Vasco francés), yiddish y finés.

Durante la ocupación nazi de Francia, a pesar de su conversión al catolicismo, fue arrestada por su origen judío. Murió en Auschwitz en 1942, a los 39 años. Su marido fue deportado poco después y también asesinado.

Décadas más tarde, el redescubrimiento póstumo de su obra Suite française en 2004 la consagró como una de las grandes voces literarias del siglo XX. Escribir es una manera de no morir del todo”, dejó escrito en su diario.

Algunas de las citas de esta obra sobre codicia y vacío: una joya olvidada de la literatura francesa moderna: 

- “Las personas no aman. Necesitan. Es diferente.”

- “Una hija no es un ser humano, es una deuda sin fin.”

- “Todo lo que había conquistado, lo había hecho solo. Y ahora, también solo, lo iba a perder.”

Audiolibros de "David Golder" y de "El malentendido".

Trilogía de Jon Fosse, el Beckett noruego del siglo XXI

Trilogía (¿Qué nos contamos hoy?) de Jon Fosse reúne tres novelas breves: La otra nombre, Yo es otro y Un nuevo nombreEstas forman la primera parte de su heptalogía conocida como Septología, publicada entre 2019 y 2021. En conjunto, narran la vida interior de un pintor llamado Asle, que vive en la costa oeste de Noruega. Hay dos versiones de Asle: uno vive solo en Dylgja, y el otro, su “doble”, en Bjørgvin (la Bergen literaria de Fosse). Este desdoblamiento entre ambos Asle se convierte en un eje existencial, espiritual y narrativo.

A lo largo de la obra, se profundiza en temas como la soledad, la creación artística y la pérdida, la memoria como flujo de conciencia sin puntuación convencional e, incluso, la fe cristiana, la redención y la muerte. Con un estilo lírico y meditativo, casi hipnótico, Fosse construye una novela que se acerca más a una experiencia mística que a una narración lineal convencional.

Jon Fosse nació el 29 de septiembre de 1959, en Haugesund, Noruega. Escritor, dramaturgo, poeta y traductor. Recibió el Premio Nobel de Literatura: 2023, por “sus obras innovadoras que dan voz a lo indecible”.

Fosse es uno de los escritores contemporáneos más importantes de Noruega y Europa. Su obra se caracteriza por un lenguaje sobrio, repetitivo, musical y profundo. Comenzó como novelista, pero su mayor reconocimiento inicial llegó como dramaturgo, siendo considerado un sucesor espiritual de Henrik Ibsen y Samuel Beckett (otros posts). A lo largo de su carrera ha abordado temas como la muerte, el amor, el silencio y la trascendencia. También es un autor muy vinculado a la espiritualidad cristiana, especialmente en sus últimos años, lo que marca de forma decisiva obras como Septología.

Jon Fosse denominado el Beckett noruego del siglo XXI es el escritor del silencio y el alma y su Trilogía es un viaje hacia lo más hondo del ser, todo un tratado de introspección sobre arte, fe y soledad. 

Viento del norte: dando voz al alma gallega en la posguerra

Hoy recorreremos una historia de amor imposible entre muros de piedra y viento. Un amor marcado por el viento, la tierra y la mirada ajena: Marcela y Álvaro, atrapados en su tiempo.  Un amor que, cuando ella lo descubre y reconoce, ya es tarde. Hablamos de Viento del norte de Elena Quiroga

La protagonista, Marcela, es una joven criada abandonada desde bebé y criada por Ermitas en el pazo. El dueño del pazo, Álvaro de Castro, un hidalgo culto y mayor, se enamora de ella y acepta casarse pese a la gran diferencia social, la oposición de su familia y el rumor popular. La comunión entre ambos se ve bloqueada por la desconfianza, la envidia de los criados y la presión social. Marcela es internada en un convento previamente a la boda y, aunque la pareja tiene un hijo, el vínculo no fluye.

Un accidente deja a Álvaro paralítico y marcado por la culpa. Finalmente él muere, y sólo en ese momento Marcela comprende lo profundo de su amorLa novela Viento del norte destaca por su profunda atmósfera gallega, el uso de modismos y gallego popular en el castellano, y por explorar temas como el deseo, la incomunicación, el silencio y el peso del entorno rural en la identidad de los personajes.

La autora, Elena Quiroga (1921–1995), nació en Santander, en 1921. Pasó parte de su infancia en Valdeorras (Galicia). Falleció en A Coruña en 1995. En 1950 ganó el Premio Nadal con esta obra, lo que la colocó como segunda mujer en acceder a la Real Academia Española.

Fue una de las figuras más destacadas de la narrativa de posguerra en España, junto a Carmen Laforet o Ana María MatuteSu estilo se caracteriza por una prosa lírica, rica en modismos gallegos y metáforas ligadas al paisaje, la tradición rural y las tensiones sociales. Otros títulos notables de su obra incluyen Soledad sonora, La sangre, Tristura y Presente profundo.

Gatos parlantes y realidades paralelas: el universo de Murakami

Hoy nos centraremos en un autor esencial: Haruki MurakamiNacido en Kioto, Japón, en 1949, es uno de los autores contemporáneos más influyentes del mundo. Su estilo combina lo cotidiano con lo surrealista, fusionando influencias de la cultura japonesa con la literatura occidental, el jazz y la soledad moderna. 

Antes de dedicarse a escribir, Murakami dirigía un bar de jazz en Tokio, lo cual marcó profundamente su narrativa. Su obra ha sido traducida a más de 50 idiomas y ha sido galardonado con múltiples premios internacionales. 

Haruki Murakami ofrece la magia de lo cotidiano: así conquista lectores en todo el mundo. Del jazz al surrealismo: así escribe. Es el escritor que convirtió la introspección en bestseller¿Realidad o sueño? Ese es su estilo inconfundible, propio de un eterno candidato al Nobel que ya ganó a sus lectores

Veamos algunos de sus mejores libros (imperdibles):

- Tokio Blues (Norwegian Wood) – Un nostálgico viaje por la juventud, el amor y la pérdida. Fue la novela que lo catapultó al éxito internacional.

- Kafka en la orilla – Una historia onírica con gatos parlantes, lluvias de peces y adolescentes en busca de sí mismos.

- 1Q84 – Una ambiciosa trilogía que entrelaza realidades paralelas, amor, sectas y literatura, en un Tokio alternativo.

- Crónica del pájaro que da cuerda al mundo – Un misterio psicológico con elementos fantásticos y oscuros pasajes históricos.

🎷 Después del terremoto / Hombres sin mujeres – Recopilaciones de cuentos breves con temas como la soledad, la pérdida y la introspección.

Nos centraremos en Tokio Blues”, que es una novela íntima y melancólica sobre el paso a la adultez, el amor y la pérdida. La historia sigue a Tōru Watanabe, un estudiante universitario en el Tokio de los años 60, quien recuerda su juventud al escuchar la canción “Norwegian Wood” de los Beatles.

Tōru mantiene una relación complicada con Naoko, una chica emocionalmente frágil marcada por el suicidio de su novio y que lucha contra sus demonios internos. A lo largo del libro, aparece Midori, una joven vivaz y extrovertida que representa una alternativa más luminosa y libre a la tristeza que envuelve a Naoko.

La novela explora temas como la salud mental, la soledad, el duelo y las decisiones que marcan el rumbo de nuestras vidas. Con un tono nostálgico y profundo, Murakami crea una atmósfera poética y realista a la vez. 

Pensamos que Tokio Blues es su mejor libro porque combina emociones humanas universales con una escritura simple pero poderosa. Es el más accesible de sus libros, sin elementos fantásticos, y con una honestidad emocional que lo ha convertido en un fenómeno internacional.

Concluimos con una mini historia al estilo Murakami, con un toque onírico, melancólico y, por supuesto, un gato parlanteEl gato que sabía dónde estaban las cosas perdidas. 


Cuando terminé de desayunar, encontré una nota escrita con tinta azul sobre la mesa de la cocina. La letra era mía, sin duda, pero no recordaba haberla escrito. Decía: Ve al parque a las 11:46. Lleva una moneda de 100 yenes. Pregunta por Soseki.” No tenía ningún plan para ese día, y la hora escrita en la nota me parecía curiosamente precisa, como si alguien supiera que a las 11:46 exactas algo muy específico iba a suceder. Así que fui. El parque estaba vacío, salvo por un gato negro sentado en el banco de piedra bajo el árbol de ginkgo. Me acerqué con la moneda en el bolsillo, sintiéndome un poco ridículo.


¿Eres tú Soseki? —pregunté, intentando que mi voz sonara firme. El gato bostezó y me miró con unos ojos amarillos como faroles encendidos. —Depende —dijo—. ¿Trajiste la moneda?

Se la di sin decir nada. El gato la tomó con la garra como si fuera una antigüedad frágil. La inspeccionó, la olió, y luego la dejó caer en el suelo con un suave “clink”.

¿Qué has perdido? —preguntó. No supe qué decir. Pensé en mis llaves, mis gafas de sol, incluso una bufanda vieja que no encontraba desde el invierno pasado. Pero ninguna de esas cosas me parecía verdaderamente perdida.

No lo sé —contesté al fin—. Pero siento que me falta algoSoseki asintió con solemnidad. Es lo más común. La gente siempre pierde cosas que no sabe que ha perdido. Cosas que no tienen nombre. Un momento de claridad. Una posibilidad. Un recuerdo de cuando aún soñabas con ser otra cosa. Una canción que te hizo llorar sin saber por qué.

Me quedé en silencio, sintiendo que algo en mi interior se removía lentamente, como una hoja atrapada en la corriente de un río subterráneo. Ven mañana a la misma hora —dijo el gato—. Si tienes suerte, quizás te devuelva algo. Y se marchó caminando con elegancia, perdiéndose entre los árboles como si nunca hubiera estado allí.

Un tráiler de la película basada en este libro.