En la distancia, de vacaciones, a vuelapluma, leyendo por aquí, por allá y por acullá, hay ideas que me parecen obvias, pero que aún no las leo escritas por los responsables educativos, tras esta etapa del COVID-19. Las enunciamos en forma de Premisas para un Sistema Educativo Definitivamente Híbrido:
- TODOS los sistemas educativos, sin importar etapas escolares (desde Infantil a Universitarias) serán irreversiblemente mixtos, con partes variables en ambos formatos: presencial y virtual.
- La presencialidad o la virtualidad no son valores absolutos, por lo que no hay un PLAN A (presencialidad en exclusiva) ni un PLAN B (teleaprendizaje en exclusiva), sino Planes C, D,... con mezclas de ambos.
- Es preciso reorganizar los espacios físicos de aprendizaje en condiciones de grupos muy reducidos, nuevas zonas de encuentro docente-discente, nuevos agentes (provenientes de familias, docentes jubilados voluntarios,...)
- Alcanzar las necesarias competencias digitales del alumnado, las familias, el profesorado y la administración educativa son el primer paso de una transición que resulta tan prometedora como inevitable.
- Se ha de renunciar a planificaciones con antelación de varios meses, porque ello únicamente redunda en descrédito de las autoridades educativas, por el constante cambio de criterios antes continuas previsiones fallidas,...
- La pandemia nos ha aislado de nuestros condiscípulos locales, pero nos ha detectado lo interconectados que estamos globalmente. Debemos ser capaces de comprender esta interrelación planetaria intercultural y navegar a través de sus límites para aprovechar sus diferencias y trabajar de una manera gloCalmente colaborativa.
- Han de articularse medidas excepcionales para asegurar la igualdad de oportunidades para el alumnado más desfavorecido cuyos hogares disponen de menos probabilidades de acceso a Internet de alta velocidad, equipos potentes y variados, habitaciones privadas para cada escolar, de modo que puedan aprender en línea. No podemos permitirnos una generación perdida, golpeando especialmente en barrios suburbanos.
- Ha llegado la hora de reordenar un sistema educativo nacido en el siglo XIX, con docentes del siglo XX, porque el siglo XXI se demuestra radicalmente diferente.