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¿Se puede vivir sin Internet?

VIZ086 by Mikel Agirregabiria

VIZ086
Hoy, domingo se publica esta entrevista Lucía Martínez Odriozola (periodista) y Luis Ángel Gómez (fotógrafo) nos hicieron a Iñaki González Gurpegui y a mí en Donostia el pasado viernes 2 de octubre de 2009. Aunque significó perderme el Taller de Mapping de Aprendices por el viaje de ida y vuelta, fue una experiencia interesante. 

Fue una buena inversión de una tarde la inmensa oportunidad de ver cómo trabajan estos dos profesionales, Lucía y Ángel, a quienes hemos reencontrado en Euskadi 5.0, así como conocer a Iñaki González Gurpegui, con quien comparto aficiones y pasiones en casi todo... excepto el uso de las TICs (Tecnologías de la Comunicación, que son instrumentos de aprendizaje omnipresentes y omnipotentes). 

Fue una ocasión en el Hotel María Cristina de Donostia para departir con esta profesora de la UPV-EHU y aprender que la entrevista es... "un género de ficción". En este caso, aunque muy resumido y desbrozado, la única licencia debido quizá a la transcripción es el párrafo que dice: "El equipo que tengo en casa es de software libre y me permite soñar, me permite volar, relacionarme de una forma distinta"… 

Creo que no dije que fuese de "software libre", sino que aporta otro grado de libertad de expresión y de libertad de reunión que se fusionan y expresan en el ciberespacio. Os dejo abajo las dos hojas de esta entrevista dominical. 

También hice dos fotografías de urgencia con los profesionales Lucía Martínez Odriozola y Luis Ángel Gómez (foto conjunta), y al colega entrevistado Iñaki González Gurpegui (foto, para ver mejorar rápidamente su presencia en el ciberespacio ;-).
VIZ087

VIZ087 by Mikel Agirregabiria

Transcripción completa: ¿Se puede vivir sin Internet?

Iñaki demuestra que se puede vivir al margen de la Red, mientras que Mikel disfruta a tope de las posibilidades que ofrece el ciberespacio LUCÍA MARTÍNEZ ODRIOZOLA. | SAN SEBASTIÁN Domingo, 11 octubre 2009, 05:13
Iñaki se resiste a los encantos del mundo tecnológico que tanto seduce a Mikel.

La conversación transcurre en los salones de un hotel donostiarra. Ya no quedan en él los ecos del glamour que lo inundaba hace pocas semanas. Está casi vacío. Iñaki González Gurpegui y Mikel Agirregabiria no se conocen. El primero, profesor en la UPV, renunció hace cinco años al uso de Internet, pero la expresión 'analfabeto digital' no le gusta. El segundo es un entusiasta de las nuevas tecnologías, tiene un blog propio -https://blog.agirregabiria.net/- y se ha inscrito en todas, o casi todas, las redes sociales. Solamente en Facebook tiene 2.314 amigos. Una búsqueda literal de su nombre en Google da como resultado un número superior a 56.100 páginas. Es un hombre digital. El mismo experimento con Iñaki da 496 resultados en Google.

-¿Cuándo nació?
- Iñaki Gonzalez Gurpegui: En 1956, con el rock, cuando merecía la pena: Estuve esperando ese acontecimiento.
-Ya. Da clases para extranjeros en la UPV.
- Iñaki: Empiezo la vigésima segunda asignatura. No creo que nadie haya impartido tantas. Es sobre el humor gráfico en España. Desde hace 29 años soy profesor de mis pasiones, porque no distingo entre ellas y el trabajo.
- Mikel Agirregabiria: Yo también comparto con Iñaki la pasión por el trabajo, siempre ligado a la educación aunque en distintos departamentos. Se deben buscar los puntos comunes, aunque aquí exacerbemos las diferencias.
-Usted, Iñaki, ¿Qué relación mantiene con los ordenadores?
- Iñaki: La mínima, aunque es inevitable. Los evito. Hace 5 años un compañero me retó, decía que no se puede trabajar en la UPV sin correo electrónico. Han pasado cinco años y creo que soy el único en los tres territorios que mantengo esa cualidad.
-¿Fue una cabezonada?
- Iñaki: ¡¡No!! Yo, que vengo del mundo del arte, lo planteo como una 'performance'. Es un rechazo a estas formas de manipulación.
-¿Manipulación?
- Iñaki: No puedo entender que una persona llegue a su casa, vaya al baño, se quite los zapatos y encienda el ordenador para ver el correo, entrar en blogs... Para seguir en la misma onda que en el trabajo. Se debe desconectar.
-¿Hace eso cuando llega a casa, Mikel?
- Mikel: La descripción que hace Iñaki puede ser correcta, pero después de haber estado en el mundo real, en el 1.0, llegas a casa.
-Perdone, ¿el mundo real es el 1.0?
- Mikel: Sí, porque luego hay el 2.0. Yo, como tengo los hijos ya crecidos, enciendo el ordenador para ampliar mi círculo de amistades. No es hacer lo mismo. El equipo que tengo en casa es de software libre y me permite soñar, me permite volar, relacionarme de una forma distinta.
- Iñaki: No soporto que prostituyan o tergiversen el lenguaje. ¡Soñar! Yo cuando llego a casa tengo lo que llamo 'el ejército de salvación': enfrente un ataque de películas, en los flancos la música y en la retaguardia tengo libros. Y ahí sí están todos los sueños, todo eso que dices tú. Yo tengo muchos defectos pero, para compensar, Dios me ha dado muchos amigos. Nos han metido la idea de que si queremos contactar, si queremos conocer a gente necesitamos eso. ¡Pero, qué dices, si vivimos en una sociedad urbana! Mientras esperaba me he encontrado con mi tío, he hecho un contacto más.
- Mikel: Yo comparto eso la afición por la música y los libros, pero hay un nuevo espacio, un lugar distinto, el ciberespacio, en el que los grupos de amigos para los que somos más 'geek' que 'nerd'.
-¿Cómo?
- Mikel: Los 'geeks' son gente que explota la tecnología, le gusta usar las posibilidades que brinda lo digital. Los 'nerd' son los empollones, esos que en Japón se encierran en su casa.
- Iñaki: Como el 'otaku'.
- Mikel: Los 'otaku' tienen más que ver con el manga y los videojuegos.
- Iñaki: Se encierran en su casa y se comunican a través de los ordenadores.
- Mikel: Esos son los 'hikikomori', jóvenes varones.
- Iñaki: Sí, y solo quedan para suicidarse.
- Mikel: Los 'geeks' somos gente extrovertida, no estamos hablando del empollón aislado. Quienes estamos en redes sociales somos gente a la que se le ha quedado corto el círculo de amistades. Las redes sociales se usan para lo que se quiera. Se habla de 'ciberdelitos' y no tanto de sus posibilidades. Nos ha permitido reencontrar a viejos amigos. Puedo estar en plenas vacaciones en Alicante y colaborar con unos amigos de aquí o charlar con otro que está en Silicon Valley. Eso no es renunciar a nada, pero es verdad que el tiempo no se extiende.
- Iñaki: Se pervierte el lenguaje. Las llamas 'redes sociales', pero son redes de usuarios de informática. Red social es lo que yo hice ayer a las 9 de la noche. Llamé a mi hermano, que es periodista, y le dije que me hablara de esta entrevista y me puso al corriente de lo que era; después, hablé con mi mujer, le dije que me juntaba con Agirregabiria. Y también te conocía porque habéis trabajado juntos.
- Mikel: Qué casualidad.
- Iñaki: Me dijo que usabas corbata. Eso son redes sociales; lo otro es red de usuarios de productos informáticos. Y porque no sabía el nombre del fotógrafo, porque si no, también habría preguntado por él.
- Mikel: Pero sí son redes sociales. Y puedes estar en un sitio aislado y tener relaciones distintas. Yo no reverencio ni adoro la tecnología simplemente creo que me ofrece la posibilidad de mantener las redes humanas, de calidez humana.
- Iñaki: No, no, no.
- Mikel: ¿Por qué no? Yo ayer a las nueve y media de la noche estaba hablando con unos amigos de Madrid.
- Iñaki: Pero no es lo mismo.
- Mikel: No es exactamente lo mismo, pero es mejor que la dificultad que tendría de no verlos durante varios meses.
- Iñaki: Ahora te cuento la película: este verano hemos estado en un pueblo de 47 habitantes a 7 kilómetros de Estella. Eso es la desconexión total, pero a mi mujer le llegó un mensaje de que había cambios en un congreso al que quiere asistir y, por la tarde, tuvo que bajar a arreglar los papeles. En otras circunstancias, habría llegado el 1 de septiembre a su despacho y se habría enterado entonces. Le metieron el trabajo en sus vacaciones. Es una manera de tener a la gente controlada.
- Mikel: Yo puedo saber quién me llama, o quién se dirige a mí en una red social y puedo atenderlo o no. Esto abre posibilidades. Evidentemente, se puede vivir perfectamente sin aprovechar todas las posibilidades. Hay tecnologías que tú, Iñaki, ya has asimilado. La bicicleta es un artilugio que tenemos totalmente naturalizado. Tú has hablado de tus películas y seguramente usas las tecnologías. 
- Iñaki:Pero eso no es estar conectado perennemente.
l.m.odriozola@diario-elcorreo.com

¡Ya estamos jubilados ambos, mi esposa y yo!

¡Jo, qué morro! ¡Yo también quiero ser un jubilado!, dijo nuestro nieto mediano cuando se enteró qué es estar jubilado. ¡Te pagan sin trabajar, y todos los días son vacaciones! 

Con una diferencia de 968 días, finalmente ya estamos jubilados Carmen y quien suscribe. Primero, el 3 de abril de 2018, me jubilé yo el mismo día que cumplí 65 años y ahora, en unos días tras las vacaciones pendiente, Carmen se jubilará el 25 de noviembre de 2020 con 65 años y 10 meses. Desde hace tiempo, aunque sin grabaciones previas, una hoja de cálculo Excel iba recogiendo los días naturales y laborables que quedaban para esta fecha. Con una leve animación puede verse al inicio del post. 
Mikel y Carmen ya a dos días de estar jubilados ambos

Si hay algo mejor que la merecida jubilación tras más de 43 años cotizados, sin una baja ni un día de paro, es la jubilación conjunta de la pareja. Por supuesto que seguimos teniendo muchas obligaciones familiares, con nuestros mayores y con las dos generaciones de sucesores. Compromisos que son la principal fuente de alegría y felicidad. Además de tantas y tantas opciones de voluntariado altruista en organizaciones de personas mayores como Nagusiak Bizkaia,... 
Este viernes y 13, inadecuado para los supersticiosos anglosajones, es el día de recogida final de trastos de Carmen que he podido realizar por una consulta médica propia. Y el último viaje Getxo-Bilbao a una ubicación que aún ponía "trabajo". Puede verse en Time Lapse en el segundo vídeo. Seguimos en el maldito años del COVID-19 y ahora, tras los meses de confinamiento domiciliario, en confinamiento municipal. Nos que da redescubrir el Gran Getxo de tantos y tantos rincones.
  1. Primero planificamos una vuelta al mundo con Tesla, véase con la etiqueta 80eDays en 80 días
  2. Luego nos conformamos con una eVuelta (ver en ABRP) un gran viaje peninsular por cinco "Estados" (España, Francia, Andorra, Gibraltar y Portugal) en diez días. 
  3. Lo simplificamos con otro viaje, siempre en vehículos sostenibles BVE, a las 7 capitales de Euskal Herria en un fin de semana. 
  4. Aún lo redujimos más, una eBizkaia de un largo día por todo el Territorio Histórico de Bizkaia. 
  5. Por último, la pandemia nos ha llevado a redescubrir el Gran Getxo. Con suerte, todo se andará,... y aquí lo contaremos.
Nota final: Si alguien mantiene algún interés en este tipo de Excel, que lo comente y la enviaríamos los complejos cálculos que dinámicamente y en cada instante recalculaban con hasta 5 decimales los segundos que quedaban, las jornadas dobles o continuas, los festivos y laborables,... 

Vuelta al Cole... 38 años después

En plenas vacaciones navideñas hemos vuelto Carmen y yo a visitar el Colegio Calasancio de Bilbao, donde estudiamos los tres hermanos Agirregabiria y los dos hermanos de Carmen. Nos ha recibido mi hermano Javier, sacerdote escolapio, que nos ha invitado a admirar el profundo cambio físico de expansión que ha experimentado este Centro centenario, ubicado en el centro de Bilbao, con entradas por Alda. de Recalde 19 (la entrada principal de siempre), Ajuriaguerra (antes Espartero, que era el acceso estudiantil) y una nueva puerta desde Henao. Excepto la capilla y las puertas citadas, el escenario se ha transformado. "El Cole" ha crecido hacia abajo, cuatro plantas subterráneas (las tres últimas dedicadas a parking), y con nuevos edificios anexados a los anteriores lo que casi duplica la superficie construida. Se ha conservado un gran frontón, antes disponíamos de varios pequeños cuando en los '60 se jugaba más a pelota mano.

La imagen central corresponde a entrañables fotos antiguas, con uno de los dos patios (el pequeño, cuadrado, y el grande), salas de ciencias naturales, escalera de honor y comedor de internos. Ahora los patios son elevados, hay un polideportivo en un semisótano y existen hasta cinco ascensores, que antes ni imaginábamos. De los Padres Escolapios recibimos una excelente educación, desde Párvulos donde comenzamos con la Señorita Tere hasta concluir el Preuniversitario con los Padres Mokoroa, Bermejo, Goñi, Iraola, Ortigosa o Santos (que nos animó a muchos a estudiar Ciencias Físicas) y con profesores laicos de la talla de Javier Izagirre o Fermín Juarrero. Sus clases nos legaron una sólida formación y un imperecedero recuerdo. Algo ya contamos de los primeros años, pero restan miles de recuerdos que iremos desgranando en este blog.

Las fotos actuales (véanse 38 de hoy) poco servirán por los notables cambios producidos, pero incluso las inmensas puertas no nos parecen ahora tan grandes como cuando las cruzamos por primera vez con cinco años. Sirva esta nota de agradecimiento a quienes nos ayudaron tanto en este Colegio Calasancio, incluidos los condiscípulos que aún son nuestros mejores amigos. La antigua "provincia eclesiástica" de Vasconia se ha refundado como Escolapios Emaús reuniendo las congregaciones del norte con las andaluzas. Y la fundación Itaka-Escolapios expande su acción educativa y evangelizadora a varios continentes. Ha sido una mañana de profundo agradecimiento y emocionado homenaje. Como dato final, para conectar con ex-discípulos de Escolapios de Bilbao, yo empecé en octubre de 1958 en Párvulos A con cinco años y terminé con 17 años 'Preu' en Junio de 1970.

Recomendaciones sobre series en plataformas online

Recomendaciones sobre series en plataformas online
Si existe un post definitorio de un blogger, ese es el de indicar sus preferencias respectos a las miles de series que se le ofrecen a través de las plataformas digitales. Así que, con toda la subjetividad que corresponde, vamos a desvelar nuestras series que hemos apreciado y visto en su integridad, e incluso re-visto en algunos casos.

Las plataformas que hemos explorado y seguimos observando son cuatro. En orden de incorporación se trata de Netflix, Amazon Prime, Disney+ y HBO. Raramente vemos series o películas en portátiles, iPads o móviles,... Siempre, o casi, en una televisión con pantalla grande (55") y nunca, o casi, encendemos ningún televisor cuando estamos de vacaciones en Alicante (ni para ver las noticias).
  Black Mirror: Recomendaciones sobre series en plataformas online
Nuestras criterios de selección, siempre muy particulares, son:
  • Ante todo, preferimos genéricamente una película a una serie. Quizá porque tenemos una edad con mucho AV vivido, apreciamos los cortometrajes incluso, y amantes de -ante todo- los buenos guiones en muchas series creemos percibir una rebuscada prolongación o ramificación de la historia principal con el único fin de aumentar las horas de emisión (ejemplo, The Vow).
  • Revalorizamos las miniseries o series con capítulos independientes (como Black Mirror o Unidad 42). Difícilmente nos aventuraremos a iniciar una serie con más de tres temporadas o más de 30 capítulos, a menos que no sean enlazados.
  • Amamos las series con base documental, aunque hayan sido parcialmente dramatizadas (como Chernobyl o Apolo Misiones a la Luna).
  • Resultan interesantes otras series sobre la paz y frente al terrorismo (de ETA y otros), como Patria en HBO o El desafío de no olvidar de Amazon Prime Video, que tratan de presentar una difícil realidad histórica, pero que ambas ignoran la respuesta de la sociedad con movimientos como Gesto por la Paz,... Algo tan doloroso no afectó solamente a víctimas (que merecen todo nuestro apoyo) o verdugos, ni fue una victoria de servicios de inteligencia,... sino que la mayoría de la ciudadanía también fue decisiva y eso no aparece ni un segundo de tiempo entre tantos episodios.
  • Suelen ser las más elegidas las de épocas recientes (para nosotros es lo vivido desde los años '50), actuales o del futuro inmediato, antes que las medievales o más distantes en el tiempo.
  • Difícilmente optamos por series de animación, con excepción de las que vemos con los nietos.
  • Nuestras dos plataformas preferenciales son Netflix, Amazon Prime. Disney+ es para los nietos y por su canal de National Geographic  y HBO para valorar algunas otras series. Estas dos suscripciones son más exigentes con las Smart TV, y de hecho han dejado de funcionar de modo directo en nuestro televisor Samsung de apenas seis años desde la compra. Disney+ podemos seguir viéndola a través del ChromeCast, pero no HBO que tampoco puede verse fuera de España, ni siquiera hacer un hardcopy del móvil. Estas dos plataformas requieren para verse en el televisor utilizar el Deco 4K que Euskaltel nos brinda y actúa como una Android TV, o bien usar un ChromeCast, pero con la molestia de seleccionar desde el iPhone o iPad.
Chernobyl: Recomendaciones sobre series en plataformas online
Fargo: Recomendaciones sobre series en plataformas online
Muchos otros posts sobre series (muchas científicas o didácticas) de las que ya hemos escritoPost en elaboración que irá completándose en los próximos meses. Nuevas recomendaciones en fechas posteriores: Hacks en HBO+,... 

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El amor es cosa de dos

Los periódicos recogen lo anómalo, lo monstruoso de la sociedad, porque las buenas noticias no venden. Asistimos al cruento descubrimiento diario de agresiones entre cónyuges. Hasta Marie Trintignant, la actriz hija del mítico actor francés, ha perdido la vida a los 41 años a manos de su compañero sentimental, un famoso roquero que le propinó una brutal paliza. En apenas unos meses de 2003 ya son 57 las mujeres asesinadas en España por la violencia doméstica. Son datos horripilantes, que requieren medidas urgentes, algunas de naturaleza educativa predicando la igualdad de género desde la más tierna infancia.

Pero todo esto no debe hacernos olvidar la noticia imposible por sobreabundante: el cotidiano amor de pareja que millones y millones de personas se profesan en todo el planeta. En cada segundo se producen miríadas de actos de amor, de cariño, de afecto. Estamos tan habituados a contemplarlos, que casi nunca los reconocemos como tales. Algunos son muy obvios, entre novios o entre madre e hijo. Pero existen muchos más.

Hoy, comiendo en familia, de vacaciones y lejos de casa, mi hijo pequeño (ya un joven consciente de detalles como éste) nos ha contado algo de los abuelos que le sorprendió durante este pasado curso, tras comer regularmente con ellos los lunes por razones de organización escolar. La abuela le preparaba su plato favorito: alubias con morcilla, chorizo, tocino,… Mis octogenarios suegros, que gozan de excelente salud, programan meticulosamente sus comidas y cuidan hasta los menores detalles de toda su alimentación. Pero cada lunes, el nieto observa que la abuela, magnífica cocinera, siempre le pregunta al abuelo si quiere los "sacramentos" (los aditamentos de morcilla,…) junto a las alubias o por separado. Todos sabemos sobradamente que el abuelo le dirá que primero comerá las legumbres y luego la carne, porque así lo ha querido indefectiblemente durante más de 50 años de convivencia. Pero la abuela se lo pregunta cada lunes, y ése nos pareció un insuperable acto de amor que jamás será noticia de prensa.

Sexlectividad

Primer día de la prueba de selectividad. Casi está colapsada la autovía hacia la universidad, por la intensa circulación de autobuses y coches particulares. No son los habituales alumnos o profesores del campus. Hoy, excepcionalmente, acude el alumnado de bachillerato a examinarse. Dos coches quedan emparejados en la doble vía. En uno, viajan cuatro alumnas con un padre de chofer. En el otro automóvil, excepto la madre conductora, todos son chicos. Ante el gran día de examen que les abrirá las puertas universitarias, el comportamiento por sexo no puede ser más diferente.

Las acicaladas y pálidas colegiales han dormido mal porque trasnocharon estudiando, se quejan de dolor de cabeza, y sólo han podido desayunar valeriana. Repasan todavía, cuchicheando entre ellas, pero la ansiedad es patente. En el corto trayecto, intercambian algunas hojas con los últimos resúmenes, mientras el nerviosismo se acrecienta. Una y otra vez comprueban el equipaje: bolso, calculadora, carpetas y sus pertrechados estuches con varios bolígrafos –uno de cada color sin estrenar-, tres lapiceros, rotuladores, sacapuntas, pañuelitos de papel y el imprescindible tippex… Sus premoniciones no pueden ser más negativas: “Nos va a salir mal, porque no nos ha dado tiempo para revisar todos los temas…” El tono irritable, e incluso lúgubre, no permite al compungido padre sino unas palabras de ánimo antes de que desembarquen. Durante el examen redactarán no menos de treinta folios a doble espacio, con letra rápida y abultada, saliendo con la impresión de no haber podido contarlo todo. Cuando aparezcan las notas, ellas estarán pendientes y rápidamente telefonearán a sus padres para tranquilizarles con los resultados obtenidos, aunque habrán bajado algo la buena nota media que traían del centro. Después, las preparadas damiselas elegirán carreras que estiman quedan perfectamente al alcance de sus cualidades y de sus preferencias de estudio,…

Los desgarbados y greñudos estudiantes varones, por el contrario, han dormido bien pero poco, porque estuvieron la noche anterior viendo la televisión, para descansar de no haber estudiado casi nada durante las tres semanas previas, dado que “la suerte estaba echada, y ya nada se podía cambiar”. Han desayunado demasiado, y rápido, porque sólo se han levantado en la última llamada. Están felices y alborozados porque les queda muy poco para las vacaciones, y piden a la madre que encienda la radio, cambie el rollo de emisora sólo noticias para escuchar música marchosa a todo volumen… como si fuesen de excursión. A duras penas traen un bolígrafo, casi sin tinta, en el bolsillo trasero. Todavía se alegran más al llegar a los primeros edificios y ver cuántas chavalas hay, exteriorizando a gritos ¡cómo están de buenas!… condiciones de salud. Salen disparados del coche, sin dar tiempo a la afligida madre ni a desearles la “buena suerte”, que obviamente necesitarán. En las pruebas se dignarán escribir apenas algunas hojas, semivacías y completadas con símbolos jeroglíficos en los vértices, opinando que se han enrollado demasiado. Cuando salgan las notas, las madres saben perfectamente que ellas mismas tendrán que ir a comprobarlas, porque los mozalbetes estarán desde la mañana en la playa… Después de aprobar justitos, como sus mediocres notas promedio, los despreocupados jovenzuelos, que tras dieciséis años de escolarización no han encontrado todavía una asignatura de su gusto, se matricularán directamente en… Ingenieros.

Esta exagerada hipérbole en clave de humor sólo aspira a recordarnos a los progenitores y al profesorado que, en nuestro aprendizaje continuo del tratamiento a la diversidad, el género es un factor decisivo de diferenciación, marcando profundas disparidades en actitudes, ritmos de maduración, grados de responsabilidad,… Sólo así podremos contribuir a un mayor equilibrio de chicos y chicas en todas las opciones académicas, fomentando la superación del modelo social tradicional, tanto en unas como en otros, y promoviendo especialmente el acceso de las chicas a la ciencia y a la tecnología. Es tarea nuestra, de todos y de todas, el fomento de la igualdad de mujeres y hombres en la familia, en la educación, en el trabajo y en la vida.

Primer día de escuela (Escrito en 1986).

El primer gran acontecimiento vital de cada persona es el día en que inicia su escolarización.

Hoy he llevado a mi hija mayor, Leire, al colegio por primera vez. Ha ido muy emocionada, después de haber esperado impacientemente este día desde hace meses. Iba rodeada de dos amiguitos suyos, que también comenzaban hoy. Ya conoce a su maestra, porque vive en el barrio y desde hace algún tiempo sabían que se encontrarían en septiembre. Leire ha entrado con decisión en el "cole" y ha subido las escaleras alegremente, cogida de la mano a mi esposa y a mí.

Al llegar al aula, donde estaban algunos de sus compañeros -pocos, apenas una docena- la joven profesora la ha acompañado a una mesa circular junto con sus dos amigos. Entonces la maestra ha despedido a los padres que estábamos todavía allí y hemos sido los últimos en salir. Su madre le ha dicho adiós a Leire y yo también le he dirigido un gesto de despedida. He visto cómo nos miraba fijamente. Tras salir de la estancia, he vuelto a asomar la cabeza y todavía sus ojitos miraban a la puerta por la que habíamos desaparecido y al repetir la acción después de unos minutos, Leire todavía estaba mirando la puerta. Había algo patente en su mirada. Estaba embargada por la misma angustia que nosotros mismos sentíamos al dejarla. Era el pánico de comprender, de golpe, sin ningún proceso de acomodación, que "había sido escolarizada", lo que significaba en primer lugar que había abandonado el entorno familiar, el único escenario que conocía hasta ese momento, y que pasaba a otra etapa de su vida en la cual no contaría con la permanente presencia y ayuda de sus progenitores.

En pocos días, la maestra se había convertido en la figura más destacada de la vida de Leire. En la lista de los personajes más queridos de mi hija, nosotros -sus padres- habíamos perdido el primer puesto que quedaba asignado (esperamos que temporalmente) a su maestra Loli.

Por mi parte, no me acuerdo de mi primer día escolar. Recuerdo los primeros días de algunas cursos siguientes, cuando tras las vacaciones de verano había que retornar al colegio. Mantengo algunas difusas reminiscencias del primer curso, con cuatro años, en lo que se llamaba Elemental A. Al rememorar aquellas resonancias del pasado, he de reconocer que despiertan una sensación placentera. He intentando exhumar de la memoria algunos recuerdos y puedo mencionar que estábamos sentados en pequeñas mesas de cuatro, con minúsculos taburetes individuales y que pasábamos muchas horas con las manos sobre el mármol de la mesita, sin hacer aparentemente nada, excepto escuchar, recitar o cantar. Nos gustaba oír con la oreja pegada sobre el frío mármol, el tamborilear de los dedos de un condiscípulo que retumbaba como los tambres de Semana Santa.

La maestra de los pequeños era la más dulce y en los cursos siguientes Elemental B y Elemental C, las profesoras eran cada vez más exigentes, hasta el punto de que la de Elemental C tenía fama de ‘ogro’. No he grabado los nombres de mis tres maestras, -lo siento-. Ahora podría llegar a saber cómo se llamaban, pero así no serviría para nada. Para mí, las tres fueron excelentes y creo que en nuestro colegio de Escolapios de Bilbao, donde no había, en aquel momento, más profesorado femenino, casi todos los alumnos guardarán buen recuerdo de ellas. De la maestra de Elemental B, recuerdo las interminables construcciones silábicas - la b con la a, ba, que era condición necesaria superar para poder salir al recreo. Esta maestra, que nos enseñó a leer, quería tanto a todos sus alumnos que fuimos rotando todos los niños de la clase en la revista colegial que destacaba mensualmente a los tres "mejores" alumnos de cada clase, con nuestra foto rodeada de aureolas. Tal vez para algunos escolares, hombres maduros hoy, aquella fuera nuestra única oportunidad de destacar que tuvimos en esta competitiva sociedad.

Con la vocacional maestra de Elemental C aprendimos a escribir y poner la fecha. Todavía hoy al poner el año me surge el inolvidable 1959, que aprendí a poner con letra legible al comienzo de las cuartillas. Tengo mala memoria de mi etapa infantil anterior a los cinco años. Poco recuerdo de lo vivido, a pesar de que me han narrado muchas anécdotas familiares que luego creo rememorar por mí mismo. Sin embargo, las primeras remembranzas propias provienen de aquellos episodios escolares, que nadie ha podido relatarme posteriormente. Fue una época muy feliz. Tuve la gran suerte de disponer de una infancia que siempre aporta un gran sosiego al evocarse. Ojalá que como padres, educadores y como ciudadanos pudiésemos asegurar que todos nuestros hijos y nuestros escolares disfrutan de una niñez feliz. Ése es el primer deber de una sociedad humana, solidaria y justa.

La fecha estadística de tu muerte con population.io

La aplicación population.io creada por Wolfgang Fengler, un economista alemán que ha vivido en cuatro continentes en países ricos y naciones pobres, predice con datos estadísticos la fecha previsible de defunción con con datos: país de residencia y género. Actualmente está al frente del equipo del Banco Mundial para los Balcanes Occidentales. Sus viajes por el mundo le han permitido desarrollar una curiosa línea de investigación de la cual se extraen dos conclusiones fundamentales: la importancia de la geografía, del lugar donde nacemos y habitamos, en la expectativa de vida y lo poco preparados que estamos para enfrentar la inevitabilidad de la muerte.

Debido a un pequeño error de population.io que impide elegir el mes de abril, hemos calculado (eligiendo mayo de 1953) nuestra propia previsión y nos anticipa (sólo en función de fecha de nacimiento, género y país) que viviremos hasta los 84,1 años. Así que ha disfrutar lo que queda de vacaciones,... y de vida.
La fecha estadística de tu muerte con population.io

Manejando una complicada base de datos Wolfgang Fengler desarrolló una aplicación de fácil manejo –population.io– que proyecta los años de vida que le quedan a quien introduce en ella datos básicos como género y fecha y lugar de nacimiento: una especie de calculadora del tiempo que nos queda. 

Visión política de un vasco ingenuo

Un artículo recuperado de 2002 cuando finalmente parece que ha llegado el fin de la violencia. 

 Éstas son las confesiones de un fanático irredento. Por increíble que parezca, todo lo que vasco, circunstancialmente, como lo es la nacionalidad, y me considero un iluso, casi idiota en política. Idiota, más que en su acepción de “ilota” o esclavo que no disponía de la ciudadanía requerida para discutir sobre la cosa pública, en su raíz etimológica como carente de instrucción específica. Como siempre me ha apasionado más mi familia y mi profesión que la política, sólo pretendo exponer mi opinión de diletante lego en política. 

Mi modelo de ciudad y país es Lausanne y Suiza, que conocí apacibles y neutrales. La Confederación Helvética, a reserva de otros matices, es un país avanzado políticamente. Allí nadie sabe cómo se llama su presidente de turno, que suele ser un profesional jubilado que periódicamente se acerca al gobierno en tranvía para despachar temas de exigua relevancia en la vida de los suizos. 

Un país complejo, multicultural, multilingüe, con cantones y comunidades diferenciadas que conviven en un cohesionado paraíso social. En el centro de Europa, con su identidad propia en medio de tres poderosas culturas: alemana, francesa e italiana. Esta preferencia me resulta lógica, porque nacido a mediados de los años 50, el torbellino de la política ha envuelto a mi generación, más de lo que algunos hubiéramos deseado. No me he “metido” en política, ni he disfrutado (o padecido) cargos políticos más allá de algunas mínimas responsabilidades con las que mi modesta carrera de profesor me ha salpicado. Pero he vivido y trabajado en la Euskadi de finales del siglo XX y principios del XXI. 

He participado en decenas de manifestaciones en pro de la paz. Mucho antes, entonces y después del despiadado asesinato de Miguel Ángel Blanco, hace ahora cinco años. Mis hijos me facilitan la memoria. Cuando no habían nacido, mi mujer y yo allí estábamos; con mi hija muy pequeña que creía que por la Gran Vía de Bilbao se caminaba siempre por el centro de la calzada y en medio de la multitud; con mi hijo llevado a hombros; cuando ambos estaban fuera aprendiendo idiomas aquellos fatídicos 10 y 12 de julio de 1997, doble manifestación esperando y condenando. ¿Cuántas manifestaciones? ¿Cien? Sin contarlas, sin desesperar, con lluvia y con sol, con televisiones y sin ellas,… Con “Gesto por la Paz”, tras los atentados, en Bilbao, en Donostia, en Gasteiz, en Getxo,… 

Pido a los políticos que creen un marco social que nos permita vivir mejor. Yo no sé cómo -no soy político-, pero sí sé qué quiero en política, porque sí me siento ciudadano de pleno derecho, y también dispongo, como profesional, de una opinión formada acerca de la política educativa (que me reservo para otra oportunidad), que desearía fuese correspondida por mis colegas y por la sociedad, dado el impacto familiar y cívico que proyecta la educación. 

Como ciudadano de a pie pido a nuestra clase política un doble objetivo: alcanzar la paz y dar la palabra al Pueblo Vasco para que decida su futuro. Ambos objetivos se necesitan mutuamente, porque ninguno de ellos por sí solo, o parcialmente, sería válido. Sólo quiero la paz, para todos y especialmente para quienes más sufren la persecución y el miedo, y para quienes han sido víctimas, ellos o sus familias. Y quiero también que se desdramatice el dar la palabra al pueblo, porque creo en el pluralismo y sólo la democracia real nos brindará las condiciones para la paz. 

El terror se alimenta por doquier. ETA perversamente. Otros, sin desearlo, quizás también contribuyen a su pervivencia. Tal vez inocentemente, creo que apoyando y protegiendo a las víctimas, si actuásemos “como si ETA hubiese desaparecido ya”, seguramente estaría más cerca nuestro E-Eguna (el Día de Euskadi libre de la barbarie). Lo exige esta Euskadi dolida y expectante. Atormentada por tanta desolación y por las reacciones que suscita, pero esperanzada porque desea transitar hacia un futuro en libertad y sin lastres, conducido con plenas garantías democráticas por todos. 

La primera concordia será entre vascos. Los demás no podrán sino entenderlo y aceptarlo. Lo que, en plena libertad y sin ventajas, decida la mayoría: Un quórum cualificado, ¿dos tercios?, para que se sopese el posible cambio. O seguimos en el marco jurídico actual, que algunos consideran válido, o se pasa a un nuevo marco, por decisión conjunta y sin más traumas, si así lo desease una mayoría amplia. 

¿El ámbito de decisión? Creo que si todos vemos patentemente que la decisión de Navarra, por ejemplo, corresponde sólo a los navarros y no al conjunto de Euskal Herria, igualmente la decisión de lo que actualmente es la Comunidad Autónoma Vasca o Iparralde, corresponde a sus habitantes, y no al conjunto del Estado en cuestión. Lo contrario sería aborrecible para cualquier espíritu democrático. ¿Acaso todos los vascos deberíamos opinar y obligar a que los navarros sean vascos o no, incluso contra su voluntad? 

Si finalmente se conviniese, ¿qué cambiaría? No tanto como pensamos, ni para bien ni para mal. Las desquiciadas opiniones de tertulianos que tratan de condenarnos a pagar nuestras propias infraestructuras porque están construidas por todos los españoles, se caen por su propio peso, dado que el resto de infraestructuras del Estado también están sufragadas parcialmente por el esfuerzo vasco. Si tal cuenta se pudiese calcular, quizá no saliésemos malparados. Pero apartadas éstas y otras absurdas objeciones como decir que quedaríamos fuera de Europa (como si a España la hiciese europea Portugal y que recuerda aquella perspectiva inglesa de que “el continente quedaba aislado” por la tempestad en el Canal de la Mancha), la realidad sería que seguiríamos estando insertos geográfica, cultural e históricamente en Europa. 

En la nueva soberanía compartida que cabe hoy día en la Unión Europea, y que poco tiene que ver con los Estados absolutos del pasado, seguiríamos trabajando como siempre, compitiendo en el mercado globalizado, colaborando solidariamente con otros países y regiones más necesitados de Europa y del mundo, gestionando de cerca los temas propios y haciendo oír nuestra voz en los foros internacionales. 

Yo, en mi ingenuidad, seguiría cultivando tanto nuestra propia lengua y cultura vascas, como las que nos hermanan con españoles y franceses, a quienes conozco y aprecio de corazón, así como otras lenguas y culturas de este planeta en el que viajamos por el espacio, como una organizada tripulación que conviviría mejor “haciéndonos los suizos, y no los suecos”. Y en este mi segundo hogar mediterráneo donde paso las vacaciones podría izar la ikurriña, al igual que mi vecino enarbola su bandera noruega, con intención meramente informativa, señalando que “aquí viven unos vascos para ayudar en lo que se pueda”.
Versión original de Julio de 2002 en: http://mikel.agirregabiria.net/2002/vision.htm

Balance del 2009

En este blog nuestro (vuestro y nuestro) no solemos publicar resúmenes, pero el año pasado en este último día sí publicamos unas Cifras de este blog.agirrregabiria.net. Ha sido 2009 un año ajetreado, durante el cual hemos participado en las siguientes actividades que -esperemos- tengan continuidad en el futuro.
Los vídeos más vistos del año 2009 han sido el de José A. Pérez (Mi mesa cojea) y los dos sobre Software Libre en la Educación 2.0 (vídeo 1º y vídeo 2º). Nuestra cuenta Twitter ha llegado a los 2.267 seguidores y figura como la 3ª de Euskadi en el ranking de Alianzo tras las de Patxi López y José A. Pérez. En Facebook hemos llegado a las 3.040 amistades y hemos subido a nuestra cuenta Flickr más de 8.000 fotos públicas en este año.
Concluyendo, el 2009 ha sido un año muy movido y dudamos de nuestra capacidad para mantener este ritmo en años sucesivos, pero desde hoy declaramos nuestra voluntad de seguir intentando aportar y compartir nuestra perspectiva sobre lo que sucede a nuestro alrededor. Reciban un abrazo caluroso como los que ayer se distribuyeron en Bilbao.
[La imagen ilustrativa muestra que nos sentimos con las baterías bajas al concluir el año...]

Descubrimiento o Anagnórisis: Nuestro primer haibun

Descubrimiento: Nuestro primer haibun
Ella tenía 8 años y él 9. Ella vivía en un pequeño pueblo, Ubidea, y él era un veraneante. Se conocían de todas aquellas antiguas vacaciones estivales de tres meses. Él llegaba la víspera del día de la fiesta de San Juan para iniciar el verano.

Eran vecinos en dos casonas anexas, junto a la fuente de agua de hierro. De familia muy numerosa, la niña se ocupaba permanentemente de una hermanita de 3 años. Él llegó en el autobús a mediodía. A la tarde, al salir a la fuente, ella le esperaba con la pequeña. Ella le dijo varias veces cuánto se entusiasmaba su hermanita porque él hubiera venido. Jugaron toda la tarde, y él tuvo que escuchar continuamente aquella cantinela: "Nenita, dile cuánto te alegras de que él esté aquí".

Aquella noche, antes de dormirse, él se preguntaba por qué aquella niñita, que apenas le conocía, se alegraba tanto de su venida. Finalmente descubrió una Doble revelación: Comprendió que ellas siempre son más sutiles, porque hablan por boca de otros, y aprendió lo que es el amor.

Ella te habla,
pero sólo lo entiendes,
cuando ella falta.
Descubrimiento: Nuestro primer haibun

Esta historia autobiográfica se ha redactado ahora en formato de haibun. Es una entrada más de nuestro blog colectivo "Máquinas de escribir" del Taller de Escritura de BBK Sasoiko que dirige Juan Fernández Trillo. Es un remake de hace muchos años,  cuando en 2020, publicamos este post "Doble revelación", con una redacción en prosa.

Un Haibun puede retratar una escena, un momento especial, de una forma objetiva y descriptiva o bien representar un tema de ficción o una escena totalmente onírica. El Haiku final que se incluye puede tener una relación directa con la prosa o, simplemente, apuntar o sugerir una idea o sensación relacionada con la esencia de lo que está recogido en ella. 

Normalmente el escritor de haibun trata de no manifestar los temas abiertamente, sino pintar un bosquejo empleando alusiones y metáforas, con lo que busca en la escritura una manifiesta ambigüedad y obligar al lector a tomar parte activa del proceso literario completándolo con su imaginación y fantasía.

Otras entradas sobre el Taller de Escritura.
Otros posts sobre haikus.

Rebaja de semana

Cada lunes trabajado acredita que hemos disfrutado de un descansado fin de semana de dos días (y medio).

Algunos dicen que la actual semana laboral se hace pesada. Demuestran que desconocen la semana recortada que ahora tenemos, comparada con la de nuestros padres o abuelos. Hasta 1904, se trabajaba y había clases todos los días de la semana, incluidos los domingos. Fue la presión de la Iglesia la que consiguió que "el Día del Señor" no hubiera clases dominicales. Todavía hace cuarenta años, los días laborables eran seis, todos excepto el domingo. Y muy pocos disfrutaban de un pagado mes de vacaciones al año.

Quienes estudiábamos entonces conocimos clases de mañana y tarde, de lunes a sábado, con la tarde libre del jueves, conocido como “el día de globos”, única fecha en la que podíamos ir de compras, porque el domingo todas las tiendas estaban cerradas. Más tarde, hacia 1966, pasa la tarde libre del jueves a las dos tardes de miércoles y sábados. Sólo hace tres décadas, llegó el “fin de semana inglés” con sábado y domingo festivos. Ahora, en muchos centros educativos se benefician de jornada intensiva, con clases sólo de mañana.

La semana laboral de cinco días y el calendario de trabajo de once meses (o menos) son logros históricos que no conocieron nuestros antepasados. Mi padre trabajaba de lunes a sábado, y el domingo por la mañana debía pasar a comprobar su negocio. Junto a las obligaciones religiosas, de enero a diciembre sólo disfrutaba libre la tarde del domingo. Esa misma tarde que ahora muchos ocupan con la depresión del stress pre-laboral. Es un invento muy reciente ese síndrome post-vacacional, producido tras las dos jornadas festivas del week-end o tras el mes vacacional.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2008/semana.DOC

Doble revelación


Cuadro de Ubidea (Ubide). Plaza y parroquia.
Ella tenía 8 años y él 9. Ella vivía en un pequeño pueblo, Ubidea, y él era un veraneante. Se conocían de todas aquellas antiguas vacaciones estivales de tres meses. Él llegaba la víspera del día de la fiesta de San Juan para iniciar las vacaciones.

Eran vecinos en dos casonas anexas, junto a la fuente de agua de hierro. De familia numerosa, la niña se ocupaba permanentemente de una hermanita de 3 años. Él llegó en el autobús a mediodía. A la tarde, al salir a la calle, ella le esperaba con la pequeña. Ella le dijo varias veces cuánto se entusiasmaba su hermanita de que él hubiera venido. Jugaron toda la tarde, y él tuvo que escuchar continuamente aquella cantinela de ella: "Nenita, dile cuánto te alegras de que él esté aquí".

Aquella noche, antes de dormirse, él se preguntaba por qué aquella niñita, que apenas le conocía, se alegraba tanto de su venida. Finalmente adivinó el maravilloso descubrimiento: Comprendió que ellas siempre son más sutiles e inteligentes, porque hablan por boca de otros, y descubrió lo que es el Amor.

Ubide (Ubidea) Una foto de pocos años después (2003)... 
Al fondo, Aduana de Arbitrios entre Araba y Bizkaia, junto a nueva casa al lado de la fuente de hierro
  Otra con la casa nueva de 2008.

-------- Actualización a 1-7-2020 --------
Nueva redacción como un haibun, para el blog colectivo "Máquinas de escribir".

Sanjuanada de “albardados”

La “noche de San Juan” es un referente mítico del inconsciente de la humanidad para festejar el solsticio de verano. Hace cuatro décadas, marcaba para los niños de entonces el inicio de las vacaciones estivales. En Ubidea era nuestra primera noche donde los “veraneantes” nos encontrábamos con los “del pueblo”, saltando sobre las incandescentes cenizas de la fogata frente a la capilla de “La Magdalena”, antes de iniciar los trimestrales veraneos de antaño.

La denominación de “albardados” la aplicamos, mi esposa y yo con todo cariño, a la generación de nuestros hijos y a sus amigos. Se supone que serán quienes nos paguen la jubilación, razonamiento éste que aplicado hasta sus últimas consecuencias nos llevaría a ahorrar como posesos. Estos “friskies”, otro alternativo vocablo propio derivado de “freak” (monstruito), en nuestro barrio de Getxo suelen organizar diversas hogueras, concentradas en la playa de Las Arenas. La aplicación de la normativa este año, nos ha permitido ver un espectáculo costumbrista de nuevo cuño, que merece ser recogido para los anales del municipio.

El día D para nuestra arenera Normandía seguramente había comenzado desde primeras horas de la mañana, pero los cronistas no llegaron hasta mediada la tarde. Fuimos testigos de una incruenta batalla, desigual por las fuerzas de ambos bandos, entre un solitario “hondartzaina” (vigilante playero) y una horda de “albardados”, predominantemente chicos, entre 8 y 15 años. La invasión de la playa se produjo, extrañamente, desde tierra y no desde el mar. Los “bárbaros” llegaban equipados con abundantes cartones y maderas, apilados en carritos de supermercado, e incluso algún viejo colchón. Estaban perfectamente organizados mediante un complejo sistema de comunicaciones que incluía un teléfono móvil activo por clan. Obviamente se trataba de tribus distintas, con intención de erigir separadamente sus propios templetes-fallas, a los que prender fuego pasada la medianoche. El bizarro funcionario se ganó el sueldo de toda la temporada, desplegando una intensa actividad diplomática y negociadora, pero sin renunciar a aplicar su autoridad por medio del silbato. Merecedor de ser condecorado por la hazaña, inexplicablemente logró impedir la toma de aquella Bastilla costera, con una dedicación y un denuedo dignos de ser aplaudidos. Hubo de soportar manifestaciones infantiles bien organizadas, reivindicando lemas como “¡Queremos sanjuanada!” y la más culta y razonada consigna de “¡Es la tradición!” (vocablo sin duda filtrado por algún cómplice adulto, probablemente una abuela). También corearon repetidamente algo ininteligible que parece ser el subproducto televisivo de un dionisiaco hippie trasnochado al que se conoce como Pocholo.

El milagro, y misterio final, se produjo cuando antes de abandonar su guardia, más allá de su horario laboral y hacia las 20 horas, negoció con los sitiadores un último mensaje que obró maravillas: tan pronto como recorrió por última vez el paseo marítimo, con gallardía y tras dar la espalda a toda la “infantería” enemiga, éstos recogieron sus enseres pirotécnicos y se replegaron hacia el interior. Como educadores nos gustaría conocer las palabras mágicas del rito final, que lograron la mayor gesta presenciada en este curso académico que ahora termina.

(Mañana, Getxo sólo será noticia porque esta misma tarde-noche ETA "contribuía a la construcción" de Euskadi con una bomba a menos de dos kilómetros.)

Última Tertulia Social en Ganbara Radio Euskadi del año 2019

Última Tertulia Social en Ganbara Radio Euskadi del año 2019 
Hoy en la Tertulia Social de Ganbara en Radio Euskadi, hemos conversado sobre temas como ¿Cuánto deben durar las vacaciones?,... y sobre educación y segregación,.... 

No en todos los Estados se regula las vacaciones. En Estados Unidos, por ejemplo, algunas de sus empresas ofrecen la posibilidad a sus trabajadores de que elijan las vacaciones que quieren, sin límite y, además, remuneradas. El paro en el país es bajo, en algunas de estas empresas se concentra un talento nuevo, tecnológico y no quieren perderles. ¿Este sistema puede generar una competencia por ver quién coge menos días? Existe el presentismo laboral, trabajadores que terminan su jornada y se quedan más tiempo en la oficina aunque no tengan nada que hacer para que les vea el jefe y piense que están más comprometidos con la empresa y el proyecto. 

Bajo la dirección de Loreto Larumbe, lo analizamos en 'Ganbara de Cerca' con Mikel Agirregabiria, físico y blogger; Maialen Olabe, presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi; y Georges Belinga, emprendedor al frente de Koop SF 34.

Se puede escuchar la hora de la Tertulia Social de Ganbara de hoy, 11-12-19 en este link oficial.
Otros posts sobre esta colaboración desde hace más de dos años.

El día que más odio (meme)

Este meme le llegó á Raquel y se lo pasó a Makgregory. M@k nos lo reenvió a varios y, por mi parte, acepto el reto. Es una pregunta fácil y difícil, todo a un tiempo. Caben dos respuestas, aparentemente divergentes y, sin embargo, lógicas. Por un lado, y por mi edad "madura" (en tres días cumpliré 55 años), no odio ningún día; simplemente, no me lo puedo permitir. Y esto es verdad. No odio a ningún día en especial, ni uno tan incómodo como hoy que vuelvo de dos semanas de vacaciones (un lujo, ya lo sé) y estoy especialmente cansado de la jornada. También molesto por no haber podido acudir a la interesante convocatoria para la que me había apuntado. Desde el otro punto de vista, y reconociendo sinceramente que cada día me parece un regalo inmerecido, también he de admitir que odio a todos los días un poco, porque son demasiado breves y porque me recuerdan un progresivo declive... que todavía no acepto con plena naturalidad (aunque voy aprendiendo). No llego a ser un potencial comprador del reloj para pesimistas, pero he pasado de ser un impenitente contador de días que faltan (para vacaciones,..., aún me queda algo) a ser un usurero de días que gasto con cuidado, sabiendo que eso es lo que se mide cuando nos preguntan "¿cuántos años tienes?". En síntesis y con sinceridad, creo que he superado la etapa de odiar los lunes, o enero, o los días laborables. Pero, y en positivo, adoro los primeros días de las vacaciones (especialmente de las veraniegas), amo los viernes (desde la madrugada), y disfruto de las fiestas en familia y con amigos.
Paso el reto (el meme) a quienes leen este blog y a quienes lo comentan: ¿Cuál es el día que más odias? Quienes respondan al desafío,citando este post, se convertirán automáticamente en los destinatarios de mis siguientes memes, aunque no soy demasiado aficionado a ellos... Pero si me citan expresamente, jamás dejo de responder como a mi amigo Mak.