El próximo lunes, 10 de febrero de 2020 a las 18:00, aprenderemos y debatiremos con la conferencia “Relaciones Intergeneracionales en el mundo de hoy: ¿Cómo fomentarlas?” con Maialen Olabe Aguirre, Presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi, e Iker Álvarez de Francisco, Coordinador de Juventud del Ayuntamiento de Güeñes.
El objetivo de este diálogo es debatir, partiendo de experiencias y proyectos intergeneracionales realizados, sobre cómo se traducen los valores tradicionales en el mundo de hoy y sobre cómo trabajar de forma intergeneracional y bidireccional. Las relaciones intergeneracionales ayudan a aprender a ver la vida a través de los ojos de alguien con más o menos experiencia, con diferentes límites y diferentes potencialidades.
Una relación intergeneracional es una amistad que une a personas entre las que existe una clara diferencia de edad. Crear una amistad de estas características puede ser complicado, pero también muy enriquecedor. Las características de nuestro tiempo hacen que el intercambio intergeneracional cobre especial valor. Las actividades en este contexto se conciben como una forma de progreso social.
Un Programa Intergeneracional puede definirse como aquel que une a más de una generación con el fin de alcanzar unos objetivos.
- Muchas de las personas mayores declara tener alguna discapacidad.
- Las tasas de discapacidad entre los mayores aumentan con la edad.
- Cada vez más personas mayores vive en soledad.
- Se observa un mayor predominio de los sentimientos de soledad entre las personas mayores que viven solas.
Los programas de actividades intergeneracionales implican, de alguna manera, la reproducción del modelo de intercambio familiar. La atención familiar se traslada a un entorno más amplio de personas, promoviendo la solidaridad dentro de la comunidad. En este intercambio se crean lazos sociales y emocionales de mucha fortaleza. Estos lazos intergeneracionales compensan algunos de los valores perdidos, recreando en la comunidad sistemas tradicionales de apoyo familiar.
Los mayores experimentan:
- Mejora de la autoestima, cambios en el estado de ánimo y aumento de la vitalidad.
- Disminución del sentimiento de soledad y aislamiento.
- Aumento de oportunidades de asistencia y acompañamiento en actividades de la vida cotidiana.
- Desarrollo de la amistad con personas más jóvenes.
- Integración en la vida comunitaria.
- Oportunidades para seguir aprendiendo.
Los jóvenes experimentan:
- Cambios en la percepción hacia las personas mayores y conocimiento de los temas que les afectan.
- Aumento del sentimiento de responsabilidad social.
- Oportunidades para seguir aprendiendo.
- Programas de vivienda y convivencia entre personas mayores autónomas y estudiantes.
- Programas de dinamización en hogares de jubilados.
- Prácticas de innovación con implicación de jóvenes y mayores.
- Canales para un movimiento de voluntariado juvenil, de los que salgan beneficiadas ambas partes.
- Actividades de transmisión de valores y conocimiento en ambas direcciones.
El objetivo de este diálogo es debatir, partiendo de experiencias y proyectos intergeneracionales realizados, sobre cómo se traducen los valores tradicionales en el mundo de hoy y sobre cómo trabajar de forma intergeneracional y bidireccional. Las relaciones intergeneracionales ayudan a aprender a ver la vida a través de los ojos de alguien con más o menos experiencia, con diferentes límites y diferentes potencialidades.
Una relación intergeneracional es una amistad que une a personas entre las que existe una clara diferencia de edad. Crear una amistad de estas características puede ser complicado, pero también muy enriquecedor. Las características de nuestro tiempo hacen que el intercambio intergeneracional cobre especial valor. Las actividades en este contexto se conciben como una forma de progreso social.
Un Programa Intergeneracional puede definirse como aquel que une a más de una generación con el fin de alcanzar unos objetivos.
- Muchas de las personas mayores declara tener alguna discapacidad.
- Las tasas de discapacidad entre los mayores aumentan con la edad.
- Cada vez más personas mayores vive en soledad.
- Se observa un mayor predominio de los sentimientos de soledad entre las personas mayores que viven solas.
Los programas de actividades intergeneracionales implican, de alguna manera, la reproducción del modelo de intercambio familiar. La atención familiar se traslada a un entorno más amplio de personas, promoviendo la solidaridad dentro de la comunidad. En este intercambio se crean lazos sociales y emocionales de mucha fortaleza. Estos lazos intergeneracionales compensan algunos de los valores perdidos, recreando en la comunidad sistemas tradicionales de apoyo familiar.
Los mayores experimentan:
- Mejora de la autoestima, cambios en el estado de ánimo y aumento de la vitalidad.
- Disminución del sentimiento de soledad y aislamiento.
- Aumento de oportunidades de asistencia y acompañamiento en actividades de la vida cotidiana.
- Desarrollo de la amistad con personas más jóvenes.
- Integración en la vida comunitaria.
- Oportunidades para seguir aprendiendo.
Los jóvenes experimentan:
- Cambios en la percepción hacia las personas mayores y conocimiento de los temas que les afectan.
- Aumento del sentimiento de responsabilidad social.
- Oportunidades para seguir aprendiendo.
Este diálogo pretende reflexionar sobre acciones que cuestionen el edadismo y la
discriminación hacia las personas, por el hecho de ser mayores. Ser conscientes de los
mitos que existen en torno a la vejez y desmontarlos, a través de algunos de los
programas que persiguen este objetivo.
- Programas de vivienda y convivencia entre personas mayores autónomas y estudiantes.
- Programas de dinamización en hogares de jubilados.
- Prácticas de innovación con implicación de jóvenes y mayores.
- Canales para un movimiento de voluntariado juvenil, de los que salgan beneficiadas ambas partes.
- Actividades de transmisión de valores y conocimiento en ambas direcciones.
Próximos debates programados en BBK Balioak, siempre en horario de 18:00 en el Salón de Actos del BBKsasoiko Zentrua, sito en la calle Ronda, s/n (frente a la iglesia de San Antón).