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William James Sidis según James Thurber en The New Yorker

¿Dónde están ahora? ¡Día de los inocentes! por James Thurber. The New Yorker, sábado 14 de agosto de 1937, 22-26.

Una tarde nevada de enero de 1910, alrededor de cien profesores y estudiantes avanzados de matemáticas de la Universidad de Harvard se reunieron en una sala de conferencias en Cambridge, Massachusetts, para escuchar a un orador llamado William James Sidis. Nunca antes se había dirigido a una audiencia y al principio se sintió avergonzado y un poco incómodo. Sus oyentes tenían que prestarle mucha atención, porque hablaba con una vocecita que no se escuchaba bien y puntuaba su charla con risas nerviosas y estridentes. Un mechón de cabello rubio le caía sobre la frente y unos penetrantes ojos azules se asomaban desde lo que uno de los presentes describió más tarde como un rostro "parecido a un duendecillo". El orador vestía medias de terciopelo negro. Tenía once años.

A medida que el niño se familiarizó con el tema, su timidez se derritió y llegaron a los oídos de sus oyentes las palabras más notables que jamás habían escuchado de labios de un niño. William James Sidis había elegido como tema de su conferencia "Cuerpos de cuatro dimensiones". Incluso en este selecto grupo de caballeros eruditos, hubo quienes fueron incapaces de seguir todos los procesos del pensamiento del niño. Para los legos que estaban presentes, la cuarta dimensión, como se demostró esa noche, debía de haber encajado perfectamente en su definición coloquial: "un reino especulativo de relaciones incomprensiblemente involucradas". Cuando todo terminó, el distinguido profesor Daniel F. Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts se sintió impulsado a predecir a los periodistas, que habían escuchado con profundo desconcierto, que el joven Sidis crecería hasta convertirse en un gran matemático, un líder famoso en el mundo. de Ciencia.

William James Sidis, que a la edad de once años apareció en las portadas de los periódicos de todo el país, era un estudiante de Harvard en ese momento. Para explicar cómo llegó allí, debemos mirar a su padre, el fallecido Boris Sidis. Nacido en Kiev en 1868, el padre Sidis llegó a este país, aprendió inglés y fue a Harvard, donde se graduó en 1894. Su especialidad era la rama de la psicoterapia que se ocupa de aliviar las enfermedades nerviosas y los desajustes mediante sugestión mental. Escribió un libro titulado "La psicología de la sugestión" y estaba muy interesado en los experimentos para transmitir la sugestión mediante el estado hipnótico. Creía que en los primeros años el cerebro es mucho más susceptible a las impresiones que en la vejez. Cuando nació su hijo en 1898, nació, por así decirlo, en un laboratorio. Boris Sidis dirigía entonces un instituto psicoterapéutico en Brookline, Massachusetts. Era un admirador y amigo del fallecido William James, y le puso a su hijo el nombre de ese gran psicólogo.

Boris Sidis comenzó sus experimentos con su hijo cuando el pequeño William tenía dos años. Parece que indujo una especie de estado hipnoidal mediante el uso de bloques alfabéticos. Los rápidos resultados que obtuvo deleitaron su mente científica. El niño aprendió a deletrear y leer en unos meses. Al cabo de un año podía escribir tanto en inglés como en francés en la máquina de escribir. A los cinco años había compuesto un tratado de anatomía y había ideado un método para calcular la fecha en que había caído cualquier día de la semana durante los últimos diez mil años. Boris Sidis publicó varios artículos en revistas científicas describiendo los logros de su bebé. A los seis años, el niño fue enviado a una escuela pública de Brookline, donde sorprendió a sus maestros y alarmó a los demás niños al superar siete años de escolarización en seis meses. Cuando tenía ocho años, William propuso una nueva tabla de logaritmos, empleando 12 en lugar del habitual 10 como base. Boris Sidis publicó un libro sobre su increíble hijo, llamado "Filisteo y genio", y entró en Quién es quién en Estados Unidos .

El niño maravilloso tenía nueve años cuando su padre intentó matricularlo en Harvard. Podría haber aprobado los exámenes de ingreso con facilidad, pero las autoridades universitarias, sorprendidas y avergonzadas, no le permitieron realizarlos. Continuó realizando sus maravillas en casa y comenzó a estudiar latín y griego. No le interesaban los juguetes ni ninguno de los placeres normales de los niños pequeños. Los perros le aterrorizaban. "Si veo un perro", le dijo William a alguien en ese momento, "debo huir. Debo esconderme. Me gusta el gato. No puedo jugar, porque mi madre tendría que estar allí todo el tiempo, porque de la posibilidad de que pueda ver un perro." Su principal recreación parece haber sido viajar en tranvía con sus padres. El mayor Sidis le explicó los traslados y le interesó por los nombres de calles y lugares. Incluso antes de cumplir cinco años, William había aprendido a recitar todas las horas y estaciones de un complejo horario ferroviario. De vez en cuando recitaba horarios para los invitados mientras otros niños recitaban rimas de Mamá Ganso o cantaban pequeñas canciones. Quienes lo recuerdan en aquellos años dicen que tenía algo de la intensidad de un adulto neurótico.

En 1908, a la edad de diez años, a William James Sidis se le permitió matricularse en Tufts College, en Medford. Viajaba diariamente desde Brookline con su madre, quien estaba tan interesada en su fenomenal desarrollo mental como su padre. Siempre iban y venían de la universidad en tranvía. El joven asistió a Tufts durante un año y finalmente, en 1909, cuando tenía once años, Harvard le permitió matricularse allí como estudiante especial. Se matriculó como estudiante de primer año al año siguiente, y así se convirtió en miembro de la promoción de 1914. Cotton Mather, en 1674, se había convertido en estudiante de primer año de Harvard a la edad de doce años, y probablemente debido a este distinguido precedente, William Sidis se le permitió matricularse a esa misma edad. Era una fuente de asombro para sus compañeros de estudios y para el profesorado; algunos de los periódicos asignaron periodistas para cubrir "el caso Sidis".

Se pierde en el registro cómo se convenció a William para hablar ante los eruditos eruditos en enero de su primer año en Harvard, pero se sabe que mostró un gran interés en escuchar las conferencias de otros y se unió fácilmente a las discusiones grupales sobre metafísica. En su tiempo libre empezó a componer dos gramáticas, una latina y otra griega. Sin embargo, la presión de sus estudios y su repentina fama comenzaron a hacerle efecto, y no pasó mucho tiempo después de su notable discurso cuando sufrió un colapso general. 

Su padre dirigía un sanatorio en Portsmouth, New Hampshire, en ese momento, y William fue trasladado allí de urgencia. Cuando finalmente regresó a Harvard, estaba retraído y tímido; no se le pudo persuadir para que volviera a dar una conferencia; Comenzó a mostrar una marcada desconfianza hacia la gente, miedo a la responsabilidad y una inadaptación general a su vida anormal. No se relacionaba mucho con los estudiantes y huía de los periodistas, pero estos lo arrinconaron, por supuesto, el día de su graduación como Licenciado en Artes en 1914. Tenía dieciséis años. Entonces vestía pantalones largos y se enfrentaba a los periodistas que bajaban al Yard con menos sensación de vergüenza que cuando era un niño con bragas. Pero en él se habían desarrollado claras fobias. "Quiero vivir la vida perfecta", dijo William a los periodistas. "La única manera de vivir la vida perfecta es vivirla en reclusión. Siempre he odiado las multitudes". Por "multitudes" no fue difícil leer "gente". Entre los que se graduaron con William James Sidis ese día se encontraban Julius Spencer Morgan; Gilbert Seldes; y Vinton Freedley y Laurence Schwab, los productores de la comedia musical. Los periodistas no les prestaron atención.

A los dieciséis años, William James Sidis era un chico grande y, cuando ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard, ya no era la figura incongruente que había sido. Los periódicos tenían poco interés en sus idas y venidas. Asistió discretamente a la facultad de derecho durante tres años y aparentemente fue un estudiante brillante, pero su principal interés eran las matemáticas, y en 1918 aceptó un puesto de profesor en una universidad de Texas. Su fama le precedió, pero incluso si no lo hubiera sido, la extrema juventud de este profesor de matemáticas habría sido suficiente para convertirlo en una curiosidad. Se encontró en el centro de un interés que le molestaba y le consternaba. De repente renunció a su puesto y regresó amarga y silenciosamente a Boston, donde vivió en la oscuridad durante algunos meses.

Fue el 1 de mayo de 1919 cuando el nombre del joven Sidis volvió a ocupar las primeras planas de los periódicos. Con una veintena de jóvenes más, participó en una manifestación comunista en Roxbury y fue llevado ante el tribunal municipal como uno de los cabecillas del grupo y, de hecho, el mismo individuo que había portado la horrible bandera roja en su desfile. En el estrado de los testigos, Sidis demostró ser más franco y sincero que discreto. Anunció ante un tribunal estupefacto que para él no había más dios que la evolución; Cuando se le preguntó si creía en lo que representa la bandera estadounidense, dijo que sólo hasta cierto punto. En un momento dado, para instrucciones del magistrado, se lanzó a explicar la forma de gobierno soviética. Su inclinación marxista se había desarrollado durante un período de varios años. Cuando los Estados Unidos entraron en la guerra, se declaró objetor de conciencia y en varias ocasiones expresó la opinión de que los problemas del mundo eran causados ​​por el capitalismo. Un policía que había ayudado a disolver el desfile de los radicales identificó a Sidis como el hombre que llevaba la bandera roja. El oficial dijo que le había preguntado a Sidis por qué no llevaba la bandera estadounidense, y que Sidis respondió: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!". Al regresar al estrado, el famoso prodigio negó vehementemente haber hablado alguna vez con el testigo y haber dicho alguna vez a nadie: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!" Repitió que se oponía a la guerra y que creía en una forma de gobierno socializada. Después de una pausa, anunció que, en realidad, había llevado una bandera estadounidense, tras lo cual, ante el asombro de la sala del tribunal, sacó una bandera estadounidense en miniatura de su bolsillo. Fue condenado a dieciocho meses de cárcel por incitación a disturbios y agresión. Apeló y, mientras estaba en libertad bajo fianza de 5.000 dólares, desapareció del estado en el que había sorprendido a profesores eruditos y a policías patrióticos. Marcó el comienzo de un nuevo y curioso modo de vida para el joven.

Durante los cinco años siguientes, William James Sidis parece haber logrado la "vida perfecta" de la que había hablado el día de su graduación: la vida de reclusión. Aparentemente vagaba de ciudad en ciudad, trabajando como empleado, o en alguna otra función menor, por un salario que sólo le permitía subsistir. En 1924 volvió a aparecer en las noticias cuando un periodista lo encontró trabajando en una oficina en Wall Street, por veintitrés dólares a la semana. Estaba consternado al ser descubierto. Dijo que todo lo que quería era ganar lo suficiente para vivir y trabajar en algo que requiriera un mínimo de esfuerzo mental. Los últimos periodistas que bajaron a su oficina para entrevistarlo no lograron verlo. Había dejado su trabajo y había vuelto a desaparecer.

Dos años más tarde, en 1926, Dorrance & Company, una editorial de Filadelfia que imprime libros "vanidosos", es decir, libros publicados a expensas de los autores, publicó un volumen llamado " Notas sobre la colección de transferencias". Fue escrito por un tal Frank Folupa. Frank Folupa, según descubrió un periodista despiadadamente ingenioso, no era otro que William James Sidis. Nuevamente lo atropellaron y lo entrevistaron. Anunció que durante mucho tiempo había sido un "peridromófilo", es decir, un coleccionista de transferencias de tranvía. Él mismo había acuñado la palabra. Su libro (ahora agotado) tenía trescientas páginas y era un tratado erudito y laborioso sobre el origen, la naturaleza y la clasificación de nada más y nada menos que los trozos de papel que los conductores de tranvía entregan a los pasajeros cuando solicitan transbordos. Muchos psicólogos y analistas deben haber estado interesados ​​al leer en los artículos que el genio del niño precoz que había asombrado al mundo académico dieciséis años antes había florecido de esta manera extraña. El libro es digno de examen. Sidis escribió un prefacio al volumen, que comenzaba así: "Este libro es una descripción de lo que es, hasta donde sabe el autor, un nuevo tipo de pasatiempo, pero que a primera vista parece tan razonable como , tan interesante y tan instructivo como cualquier otro tipo de colección de moda. Esta es la colección de transferencias de tranvías y formas afines. El propio autor ya ha recopilado más de 1600 formas de este tipo." El prefacio revela, en otro lugar, que el autor no carecía de cierto humor. "Podemos mencionar", decía, "el interés geográfico y topográfico, tanto en la exploración como en el análisis de las transferencias mismas. También están las interesantes luces que una colección de este tipo arroja sobre la política en la que necesariamente están involucradas las empresas de tránsito". ; aunque difícilmente recomendamos que este interés político se lleve lo suficientemente lejos como para inducir al coleccionista a tomar partido en tales disputas. Y nuevamente: "Uno puede encontrar mucha diversión con las transferencias: se dice que un estudiante de la Universidad de Harvard se encontró en una calle coche y, deseando un viaje extra, le pidió al revisor un transbordo. Cuando se le preguntó "¿A dónde?" "En cualquier lugar", dijo. El conductor le guiñó un ojo y dijo: "Está bien". Te transferiré a Waverly. Posteriormente se rieron del estudiante cuando contó la historia y se le informó que el asilo para débiles mentales estaba ubicado en Waverly ". Sidis también incluyó en su prefacio algunos versos que había escrito cuando tenía catorce años. Comienzan:

Desde los trenes subterráneos en Central, se toma un transbordo y se va a Allston o Brighton o a Somerville, ya sabes; En los automóviles desde Brighton, haga transbordo al metro de Cambridge este y tome un tren hasta Park Street o Kendall Square, al menos.

"Conocemos", concluye el autor, "a alguien a quien realmente le ayudó a tomar el camino correcto al recordar un fragmento de uno de estos versos". El libro analiza todo tipo de transferencias: tipos estándar, tipo Ham, tipo Pope, tipo Smith, tipo Moran, transferencias Franklin Rapid, transferencias Stedman. De este último (para darle una idea), el Sr. Sidis escribió: "Transferencias Stedman: esta clasificación se refiere a un tipo peculiar elaborado por cierta imprenta de transferencias en Rochester, Nueva York. Las peculiaridades de la transferencia Stedman típica son el límite de tiempo tabular. ocupando todo el extremo derecho de la transferencia (ver Diagrama en la Sección 47) y la combinación de fila y columna de ruta de recepción (u otras condiciones de recepción) con el medio día que ya hemos discutido en detalle".

Un año después de la publicación de su libro (al parecer sólo se vendió a unos pocos peridromófilos más), Sidis regresó a la ciudad de Nueva York y volvió a conseguir un trabajo como empleado en una empresa comercial. A su habilidad y experiencia en el trabajo de oficina en general, el genio matemático había añadido ahora, irónicamente, la capacidad de operar una máquina sumadora con gran velocidad y precisión, y le gustaba alardear de este logro. Vivía en 112 West 119th Street, donde se hizo amigo de Harry Freedman, el propietario, y su hermana, la señora Schlectien. Sidis ya no está con ellos y no te dirán adónde ha ido, pero te reenviarán cualquier correo que llegue por él. Aprecian al joven y aprecian su deseo de evitar la publicidad. "Tenía una especie de amargura crónica, como mucha gente que ves viviendo en habitaciones amuebladas", dijo recientemente Freedman a un investigador de la curiosa historia de William James Sidis. Sidis solía sentarse en un viejo sofá en la sala de estar de Freedman y hablar con él y su hermana. Sidis les dijo que odiaba Harvard y que cualquiera que enviara a su hijo a la universidad es un tonto: un niño puede aprender más en una biblioteca pública. Con frecuencia hablaba de su pasión por coleccionar transfers. "Él puede decirle cómo llegar a cualquier calle de cualquier ciudad de los Estados Unidos con un solo billete de tranvía", dijo el Sr. Freedman con asombro y admiración. Parece que Sidis mantiene correspondencia con peridromófilos en varias otras ciudades y de esta manera se mantiene al día con la situación del tranvía y los transbordos. Una vez, el joven bajó de su habitación un manuscrito en el que estaba trabajando y le pidió a la señora Schlectien si podía leerle "algunos capítulos". Dijo que resultó ser un libro del tipo "Buck Rogers", sobre aventuras en un mundo futuro de maravillosos inventos. Ella dijo que estaba genial.

William James Sidis vive hoy, a la edad de treinta y nueve años, en un dormitorio del destartalado extremo sur de Boston. Por una fotografía de él y de sus actividades, este disco está en deuda con una joven que recientemente logró entrevistarlo allí. Lo encontró en una pequeña habitación empapelada con el diseño de enormes flores rosadas, considerablemente descoloridas. Había una cama grande y desordenada y un enorme baúl medio abierto. En una pared colgaba un mapa de Estados Unidos. Sobre una mesa junto a la puerta había un paquete de transferencias de tranvía cuidadosamente unidas con un elástico. Sobre una cómoda había dos fotografías, una (sorprendentemente) de Sidis como el niño genio, la otra una chica de rostro dulce con gafas con montura de concha y un elaborado saludo de Marcel. También había un escritorio con una pequeña y antigua máquina de escribir, un Almanaque Mundial , un diccionario, algunos libros de referencia y un libro de la biblioteca que el visitante del joven recogió en un momento dado. "Oh, vaya", dijo Sidis, "esa es sólo una de esas historias de delincuentes". Dirigió su atención hacia la pequeña máquina de escribir. "Puedes cogerlo con un dedo", dijo, y así lo hizo.

William Sidis, de treinta y nueve años, es un hombre corpulento y corpulento, con una mandíbula prominente, un cuello grueso y un bigote rojizo. Su cabello claro cae sobre su frente como lo hizo la noche que dio una conferencia a los profesores en Cambridge. Sus ojos tienen una expresión que varía desde la ingeniosa hasta la cautelosa. Cuando es cauteloso, tiene una especie de dignidad incongruente que de repente se rompe en el alegre abandono de un niño de vacaciones. Parece tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse, pero cuando lo hace, habla rápidamente, asiente bruscamente con la cabeza para enfatizar sus puntos, hace gestos con la mano izquierda y, de vez en cuando, emite una risa curiosa y jadeante. Parece disfrutar mucho e irónicamente de llevar una vida de irresponsabilidad errante después de una infancia de escrupulosa reglamentación. Su visitante encontró en él cierto encanto infantil.

Sidis trabaja ahora, como de costumbre, como empleado en una casa comercial. Dijo que nunca permanece mucho tiempo en una oficina porque sus empleadores y compañeros de trabajo pronto descubren que él es el famoso niño prodigio y que no puede tolerar un puesto después de eso. "La sola visión de una fórmula matemática me enferma físicamente", dijo. "Todo lo que quiero hacer es ejecutar una máquina sumadora, pero no me dejan en paz". Resultó que una vez le ofrecieron un trabajo en la Eastern Massachusetts Street Railway Company. Parece que los funcionarios creían con cariño que el joven mago de alguna manera sería capaz de resolver todos sus problemas técnicos. Cuando se presentó a trabajar, le presentaron un montón de planos, gráficos y documentos llenos de estadísticas. Uno de los funcionarios lo encontró una hora después llorando en medio de todo. Sidis le dijo al hombre que no podía soportar responsabilidades, ni pensamientos complejos, ni cálculos, excepto en una máquina de sumar. Tomó su sombrero y se fue.

Sidis tiene un nuevo interés que le absorbe actualmente más que los traslados en tranvía. Se trata del estudio de ciertos aspectos de la historia de los indios americanos. Da clases a media docena de estudiantes interesados ​​una vez cada dos semanas. Se reúnen en su dormitorio y se acomodan en la cama y en el suelo para escuchar el intenso pero vacilante discurso del otrora prodigio. A Sidis le preocupa principalmente la tribu Okamakammessett, a la que describe como una especie de federación proletaria. Ha escrito algunos folletos sobre la tradición y la historia de Okamakammessett y, si se le solicita adecuadamente, recitará poesía de Okamakammessett e incluso cantará canciones de Okamakammessett. Admitió que su estudio de los Okamakammessetts fue una consecuencia de su interés por el socialismo. Cuando la joven mencionó la manifestación del Primero de Mayo de 1919, miró el retrato de la niña en su cómoda y dijo: "Ella estaba en ella. Era una de las fuerzas rebeldes". Él asintió vigorosamente con la cabeza, como complacido con esa frase: "Yo era el abanderado", prosiguió. "¿Y sabes qué era la bandera? Sólo un trozo de seda roja". Él soltó su risa curiosa. "Seda roja", repitió. No hizo ninguna referencia a la imagen que tenía de sí mismo en los días de su gran fama, pero su entrevistador supo más tarde que en una ocasión, cuando un alumno suyo le preguntó a quemarropa sobre su precocidad infantil e insistió en una demostración de sus habilidades matemáticas. Sidis logró con dificultad expulsarlo de la habitación.

Sidis reveló a su entrevistador que tiene otro trabajo en marcha: un tratado sobre las inundaciones. Le mostró la primera frase: "California ha adquirido considerable fama gracias a su supuesto clima". Parece que estuvo en California hace unos diez años durante sus andanzas. Su visitante se animó, por fin, a mencionar la predicción, hecha por el profesor Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts allá por 1910, de que el niño que ese año daba una conferencia sobre la cuarta dimensión a una reunión de eruditos crecería hasta Sé un gran matemático, un líder famoso en el mundo de la ciencia. "Es extraño", dijo William James Sidis, con una sonrisa, "pero, ya sabes, nací el Día de los Inocentes".

―Jared L. Manley (James Thurber) 1

1 En Los años con Ross Thurber escribió: "Era uno de los '¿Dónde están ahora?' serie, para la cual hice la reescritura (Grossett & Dunlap, 1957, p. 210)". Pero Jared Manley era el seudónimo de Thurber. "Bernstein escribe: 'A principios de 1936, Thurber comenzó a escribir (en realidad a reescribir, ya que algunos de los mejores reporteros de The New Yorker, como Eugene Kinkead, estaban haciendo la investigación) una serie de perfiles breves y retrospectivos. Bernstein también revela que Jared L. Manley fue un nombre que Thurber improvisó cuando escribió su primer artículo sobre un viejo boxeador basado en las iniciales del boxeador John L. Sullivan y Manley basado en "el arte varonil de la autodefensa".'" — Privacidad, Información y Tecnología.

2 Norbert Weiner, que estaba en la reunión del club de matemáticas, escribió: "El joven Sidis, que entonces tenía once años, era obviamente un niño brillante e interesante. Su interés estaba principalmente en las matemáticas. Recuerdo bien el día en el Club de Matemáticas de Harvard en el que GC Evans, ahora jefe retirado del departamento de matemáticas de la Universidad de California y amigo de toda la vida de Sidis, patrocinó al niño en una charla sobre las figuras regulares de cuatro dimensiones. La charla habría dado crédito a un alumno de primera o segunda dimensión. estudiante de posgrado de cualquier edad, aunque todo el material que contenía era conocido en otros lugares y estaba disponible en la literatura. El tema me lo había hecho familiar EQ Adams, un compañero de mis días en Tufts. Estoy convencido de que Sidis no tenía acceso según las fuentes existentes, y que la charla representó el triunfo de los esfuerzos sin ayuda de un niño muy brillante ( Ex-Prodigy , Simon & Schuster, p. 131 - 132)".


4 Cfr. Siete mitos del fracaso por Dan Mahony: "Las investigaciones muestran que la mayoría de los niños prodigio llevan vidas productivas. Al igual que Sidis".

PDF  Mecanografiando por Bill Paton.

Colocaciones léxicas o palabras monógamas


Las colocaciones léxicas son combinaciones habituales de palabras que se emplean de manera preferente en un idioma, en lugar de otras combinaciones también posibles, para referirse a un determinado objeto o estado de cosas de la realidad. 

Estas combinaciones son divertidas cuando se domina un idiomapero no para aprenderlas en otra lengua porque son imprevisibles y deben aprenderse caso a caso, ya que no hay una regla lógica o semántica que determine cuál es la combinación correcta.

Estas colocaciones son unidades fraseológicas formadas por dos unidades léxicas en relación sintáctica, que no constituyen, por sí mismas, actos de habla ni enunciados. Debido a su fijación en la norma, presentan restricciones de combinación establecidas por el uso, generalmente de base semántica. Por ejemplo, en español decimos “dar un paseo”, donde la selección del sustantivo “paseo” implica la selección de su colocativo “dar” y excluye el uso de otros verbos como “hacer” o "ir". 

Las colocaciones pueden ser de varios tipos, aquí algunos ejemplos: 
  • Sustantivo + verbo: “la lluvia amaina” 
  • Sustantivo + adjetivo: “sol radiante” 
  • Sustantivo + de + sustantivo: “diente de ajo” 
  • Verbo + adjetivo: “sentirse cansado”. 
  • Verbo + adverbio: “comer parcamente” 
  • Verbo + sustantivo (c. directo): “saciar el hambre” 
  • Verbo + preposición + sustantivo: “viajar en avión” 
  • Adverbio + adjetivo / participio: “altamente cualificado” 
Se dice que estas palabras son "monógamas", porque se quieren entre sí excluyendo otras opciones. Siempre aparecen en parejas unidas y forman tándems lingüísticos estables. En los habituales diccionarios no aparecen qué palabras combinan con cada término. En español, albergamos esperanzas e incluso odios, pero no chascos. Estos, los tenemos o nos los llevamos. 

Hemos recogido más de 150 colocaciones léxicas. Normalmente basta mencionar la primera parte para adivinar qué seguirá. A ver en cuantos casos acertáis. Si alguien es un "ávido lector", se llevará una "grata sorpresa". Probemos con algunos ejemplos en esta "lista interminable":

Abrir una herida; Abuso de autoridad; Acaparar la atención; Actuar descarriadamente; Aledaños del estadio; Altas horas; Amar incondicionalmente; Ambición desmedida; Analizar detenidamente; Animal irracional; Antiguas pesetas; Apuesta damisela; Apuesto caballero; Ardua tarea; Asquerosamente rico; Asumir un riesgo; Atención primaria; Ávido lector; Bajo consumo; Barba rala; Caer en desuso; Calor sofocante; Calumnia vil; Cambio drástico; Carga fiscal; Celebrar una reunión; Ceño fruncido; Charla intrascendente; Chasquear los dedos; Ciclogénesis explosiva; Círculo vicioso; Confiar plenamente; Conocimiento sólido; Contagiado asintomático; Copiosa nevada; Corralito financiero; Coste inasumible; Craso error; Creación de empleo; Creer ciegamente; Crimen pasional; Daño colateral; Deporte extremo; Discutir acaloradamente; Entablar una relación; Error garrafal; Error infantil; Escalada de precios; Escrutinio de votos; Espectáculo dantesco; Estado de sitio; Estrictamente prohibido; Felizmente casado; Flaco favor; Flagrante delito; Fondo de inversión; Fracasar estrepitosamente; Fruncir el ceño; Fumador empedernido; Garrafal error; Gasto social; Giro inesperado; Globo terráqueo; Grata sorpresa; Gravemente herido; Guiño cómplice; Hambre voraz; Ignorar olímpicamente; Imperativo legal; Imperiosa necesidad; Ímprobo esfuerzo; Incipiente calvicie; Infestadas de tiburones; Inmejorable compañía; Intachable trayectoria; Irrepetible oportunidad; Juicio final; Larga y penosa enfermedad; Libertad condicional; Límites insospechados; Límpidas aguas; Lista interminable; Llanto inconsolable; Lluvias torrenciales; Loco de remate; Lógica aplastante; Loncha de jamón; Loor de multitud; Manos a la obra; Mantener la compostura; Marco incomparable; Medidas cautelares; Mercado negro; Merecidas vacaciones; Mero espectador; Miedo cerval; Mirada amenazadora; Modélica transición; Módico precio; Momento inolvidable; Mosca cojonera; Muerte prematura; Mundanal ruido; Negar rotundamente; Nueva economía; Opípara comida; Otorgar un crédito; Pantagruélica comida; Paradero desconocido; Partes pudendas; Pavoroso incendio; Pecado original; Pecador impenitente; Pena máxima; Penosa enfermedad; Pérdida irremediable o irreparable; Pertinaz sequía; Piernas torneadas; Pingües beneficios; Pírrica victoria; Pistoletazo de salida; Plan de inversiones; Plantear problemas; Poder adquisitivo; Poner en duda; Ponerse de acuerdo; Preciado líquido; Probo funcionario; Procelosas aguas; Prolegómenos del partido; Pronunciar un discurso;  Prósperas navidades; Público objetivo; Rabiosa actualidad; Rancio abolengo; Recuerdo entrañable; Refrescar la memoria; Retirar el saludo; Saludos cordiales; Satisfacer una demanda; Seguro de vida; Servicio militar; Silencio sepulcral; Solicitar permiso; Soltero empedernido; Supina ignorancia; Talar un árbol; Terminantemente prohibido; Testigo ocular; Tiempo intempestivo; Tipos de interés; Viento huracanado o racheado; Voraz incendio; Western crepuscular; Zanjar la polémica,...

La letra de canciones como Todo de Segismundo Toxicomano, es un homenaje a estas colocaciones léxicas. Comienza así,... Toda muerte es prematura, todo pecado original, todo trabajo es alienado hasta el final, todo animal irracional,... 

Escolapios de Bilbao: Un colegio con memoria

Con motivo del 40ª Aniversario de la Semana y Marcha por la Pazen el Colegio Escolapios de Bilbao (Calasancio), junto con la Fundación Itaka-Escolapios, vamos a hacer algunas actividades significativas que pongan en valor nuestro trabajo educativo por la paz, la no violencia y la defensa de los derechos humanos todos estos años. Se trata de “UN COLEGIO CON MEMORIA”, un acto en memoria de personas en prisión entre los años 1937-1940. 

Queremos reafirmar nuestro compromiso en este campo y hacer algunas actividades especiales al cumplirse los 40 años (charlas contra la guerra y comercio armamentístico, talleres previos a la Marcha por la Paz durante la mañana del sábado…). Lo central de la Semana seguirá siendo la actividad educativa en las aulas, en los grupos del Movimiento Calasanz y la Marcha por las calles de Bilbao. 

En este contexto, planteamos la acción “Un colegio con memoria” con la que queremos hacer un reconocimiento de las personas que sufrieron prisión en las instalaciones del colegio cuando fueron utilizadas como cárcel entre los años 1937 y 1940. 

Los objetivos específicos de esta actividad son: 

▪ Permitir a las víctimas y sus familiares cerrar el círculo de su sufrimiento con un acto simbólico y público de reconocimiento. ▪ Poner en valor el gran esfuerzo realizado por los religiosos escolapios de entonces para continuar con la labor educativa en otras instalaciones durante la ocupación. ▪ Dar un nuevo paso significativo que se sume a los que nuestros colegios y presencias escolapias han ido dando a lo largo de su historia en los diferentes ámbitos y lugares de misión. ▪ Dejar una huella y memoria que permita educar a las nuevas generaciones en el compromiso por la paz, los derechos humanos y valores cívicos, el rechazo a la violencia y el reconocimiento del sufrimiento ajeno. ▪ Aumentar el posicionamiento del colegio como centro educativo, en la defensa de los derechos humanos y el sustrato ético a la que toda la sociedad debe aspirar y las futuras generaciones fomentar. 
Un colegio con Memoria” girará en torno a varias acciones y momentos muy relacionadas entre sí: 
✓ Exposición/Ambientación: “Un colegio con memoria. 1937-1940, años de cárcel.” (40º aniversario de la Semana y Marcha por la paz). A partir del viernes 26 de enero ambientaremos la recepción del colegio con imágenes y otros documentos de aquella época. 
✓ Viernes 26 de enero a las 18:30 Charla-coloquio “Colegio Escolapios en la guerra y la postguerra, 1936-1940”. Los ponentes serán: 
Jon Penche, Doctor en Historia de la UPV e investigador contratado de la UPV/EHU en la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos. 
Aitor Miñambres: Director del Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango.
Escolapios de Bilbao: Un colegio con memoria 

Mentalidad de crecimiento de Carol Dweck

Maravillosos conceptos: Tiempo, esfuerzo, aprendizaje y colaboración.
Growth mindset” o "Mentalidad de crecimiento" de Carol Dweck

El Mindset (la mentalidad) es una teoría creada por la Dra. Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Stanford. Ella explicó en su libro «Mindset: la nueva psicología del éxito», que los seres humanos pueden tener dos tipos de mentalidades: Fixed Mindset, mentalidad fija o, Growth Mindset, mentalidad de crecimiento


De acuerdo con la autora, el Mindset es una percepción (a veces inconsciente) que las personas tienen sobre sí mismas y sus capacidades. Además, en sus estudios demostró cómo el tipo de mentalidad prepara el terreno tanto para el aprendizaje como para el desempeño. Pero ¿de qué tratan en realidad? En pocas palabras, la gente con mentalidad fija está convencida de que la inteligencia y las habilidades son talentos naturales que no se pueden desarrollar. Estas personas, se caracterizan por la necesidad de parecer más listos y tienden a: evitar los retos; darse por vencido fácilmente ante obstáculos; visualizar el esfuerzo como algo improductivo; ignorar las críticas, incluso las constructivas; se sienten amenazados con el éxito de los demás. Esta ubicación mental resulta en que los individuos abandonen rápidamente las tareas y no alcancen su potencial. 

A diferencia, encontramos la mentalidad incremental del conocimiento, la cual asegura que la inteligencia y talentos sí se pueden desarrollar. Su forma de ver el mundo y enfrentarse a situaciones se fundamenta en el esfuerzo, trabajo constante y la idea de que todo se puede aprender en las condiciones adecuadas. El Growth Mindset conduce al deseo de aprender y a: aceptar retos; ser persistentes a las dificultades; crear hábitos dirigidos al éxito; comprender que el esfuerzo es el camino a la destreza; tomar, positivamente, las críticas

Si bien, estas mentalidades no son permanentes y varían dependiendo de las distintas situaciones a las que se enfrenten en la vida, cuando se interiorizan, traen resultados significativos en el desarrollo profesional y personal. Como pudiste descubrir, el Growth Mindset es mucho más ventajoso que el Fixed Mindset.
Esta fue una de las claves de nuestra Academia kIDEAk.

Las 8 etapas del desarrollo psicosocial de Erik Erikson


Reconociendo el gran valor de la teoría del Desarrollo Psicosocial de Erikson (de 1950), discrepamos en la actualidad del planteamiento de la etapa de la vejez a partir de los 65 años, dado el aumento significativo de la esperanza de vida en los países desarrollados. 

Erik Erikson anticipa el concepto de generatividad, como "la preocupación por establecer y guiar a la siguiente generación", o la "capacidad de trascender los intereses personales para cuidar y preocuparse por las generaciones más jóvenes y mayores" o un "deseo interior de inmortalidad". Algo que se aplica incluso, yo allí lo escuché por primera vez, a ecosistemas tecnológicos como Android o IOS, desde que Jonathan Zittrain adoptó ese neologismo en 2006 .

Ello da lugar al retraso, afortunado, de la crisis existencial  entre "Generatividad frente a Estancamiento" durante la nueva jubilación de quienes mantienen salud durante décadas una vez cumplidos los 60 años. El dilema esencial de "Integridad frente a desesperación", queda pospuesto hasta la 4ª edad, al menos. Pero con más detalle hablaremos en un próximo post. Por el momento, presentemos a Erik Erikson y sus ocho estadios de la vida.

Erik Erikson (interesante biografía) descubrió las ocho edades que todo ser humano atraviesa con sus correspondientes crisis y duelos importantes que marcan su carácter durante toda su vida. Gracias a ello, se conduce la evolución y el progreso personal. En cada fase se alcanza una serie de competencias. Si en cada una de las etapas de la vida la persona ha logrado la competencia correspondiente, se experimentará una sensación de dominio que Erikson conceptualiza como fuerza del ego

Haber adquirido la competencia ayuda a resolver las metas que se presentarán durante la siguiente etapa vital. Cada etapa implica un conflicto cuya resolución ayuda al desarrollo individual y crecimiento psicológico. También podemos encontrar un gran potencial para el fracaso, si no se supera el desafío de esa etapa vital. 

Sorprende cómo se van logrando las fuerzas básicas de la personalidad de cada individuo, en un cierto grado, al tiempo que se instauran así mismo las antipatías o patologías en un cierto grado: Esperanza / Retraimiento, Voluntad / Compulsión, Finalidad / Inhibición, Competencia / Inercia, Fidelidad / Repudio, Amor / Exclusividad, Cuidado / Rechazo y Sabiduría / Desdén. 

Estos son los 8 estadios psicosociales, con sus relaciones, capacidades y carencias acumuladas:
1. Confianza vs Desconfianza. Este estadio transcurre desde el nacimiento hasta los dieciocho meses de vida, y depende de la relación o vínculo que se haya creado con la madre. La relación con la madre determinará los futuros vínculos que se establecerán con las personas a lo largo de su vida. Es la sensación de confianza, vulnerabilidad, frustración, satisfacción, seguridad… la que puede determinar la calidad de las relaciones.

2. Autonomía vs Vergüenza y duda. Este estadio empieza desde los 18 meses hasta los 3 años de vida del niño. Durante este estadio el niño emprende su desarrollo cognitivo y muscular, cuando comienza a controlar y ejercitar los músculos que se relacionan con las excreciones corporales. Este proceso de aprendizaje puede conducir a momentos de dudas y de vergüenza. Asimismo, los logros en esta etapa desencadenan sensación de autonomía y de sentirse como un cuerpo independiente.
Las 8 etapas del desarrollo psicosocial de Erik Erikson
3. Iniciativa vs Culpa. Este estadio viaja desde los 3 hasta los 5 años de edad. El niño empieza a desarrollarse muy rápido, tanto física como intelectualmente. Crece su interés por relacionarse con otros niños, poniendo a prueba sus habilidades y capacidades. Los niños sienten curiosidad y es positivo motivarles para desarrollarse creativamente. En caso de que los padres reaccionen de negativamente a las preguntas de los niños o a la iniciativa de éstos, es probable que les genere sensación de culpabilidad.

4. Laboriosidad vs Inferioridad. Este estadio se produce entre los 6-7 años hasta los 12 años. Los niños muestran un interés genuino por el funcionamiento de las cosas e intentan llevar a cabo muchas actividades por sí mismos, con su propio esfuerzo y poniendo en uso sus conocimientos y habilidades. Por esa razón es tan importante la estimulación positiva que pueda ofrecerle la escuela, en casa o por el grupo de iguales. Éste último comienza a adquirir una relevancia trascendental para ellos. En el caso de que esto no sea bien acogido o sus fracasos motiven las comparaciones con otros, el niño puede desarrollar cierta sensación de inferioridad que le hará sentirse inseguro frente a los demás.

5. Exploración de la Identidad vs Difusión de Identidad. Este estadio tiene lugar durante la adolescencia. En esta etapa, una pregunta se formula de forma insistente: ¿Quién soy? Los adolescentes empiezan a mostrarse más independientes y a tomar distancia de los padres. Prefieren pasar más tiempo con sus amigos y comienzan a pensar en el futuro y a decidir qué quieren estudiar, en qué trabajar, dónde vivir,... La exploración de sus propias posibilidades se produce en esta etapa. Comienzan a apuntalar su propia identidad basándose en el las experiencias vividas. Esta búsqueda va a causar que en múltiples ocasiones se sientan confusos acerca de su propia identidad.

6. Intimidad frente al Aislamiento. Este estadio comprende desde los 20 años hasta los 40, aproximadamente. La forma de relacionarse con otras personas se modifica, el individuo empieza a priorizar relaciones más íntimas que ofrezcan y requieran de un compromiso recíproco, una intimidad que genere una sensación de seguridad, de compañía, de confianza. Si se evade este tipo de intimidad, uno puede estar rozando la soledad o el aislamiento, situación que puede acabar en depresión.
Las 8 etapas del desarrollo psicosocial de Erik Erikson
7. Generatividad frente al Estancamiento. Este estadio transcurre entre los 40 hasta los 60 años. Es un lapso de la vida en el que la persona dedica su tiempo a su familia. Se prioriza la búsqueda de equilibrio entre la productividad y el estancamiento; una productividad que está vinculada al futuro, al porvenir de los suyos y de las próximas generaciones, es la búsqueda de sentirse necesitado por los demás, ser y sentirse útil. El estancamiento es esa pregunta que se hace el individuo: ¿Qué es lo que hago aquí si no sirve para nada?; se siente estancado y no logra canalizar su esfuerzo para poder ofrecer algo a los suyos o al mundo.

8. Integridad del yo frente a la Desesperación. Este estadio se produce desde los 60 años hasta la muerte. Es un momento en el que el individuo deja de ser productivo, o al menos no produce tanto como era capaz anteriormente. Una etapa en la que la vida y la forma de vivir se ven alteradas totalmente, los amigos y familiares fallecen, uno tiene que afrontar los duelos que causa la vejez, tanto en el propio cuerpo como en el de los demás.
 
Pocas fórmulas de la psicología son tan eficaces como ésta de Erikson para entender cuánto hemos desarrollado en cada persona la esperanza y confianza en la primera infancia hasta los 18 meses (hope), el deseo y la autonomía (will) en la infancia hasta los 3 años, la iniciativa y el propósito (purpose) hasta los 5 años, la laboriosidad y la competencia (competency) hasta los 13 años, la identidad y la fidelidad (fidelity) en la adolescencia hasta los 21 años, las relaciones personales íntimas y el amor (love) hasta los 39 años, la generatividad  y el legado (care) hasta los 65 años o más y, finalmente, la sabiduría y la integridad del yo o plenitud (wisdom).
Las 8 etapas del desarrollo psicosocial de Erik Erikson
Las ocho preguntas clave en el desarrollo psicosocial de Erik Erkson:
  1. Can I trust others? / ¿Puedo confiar en los demás?
  2. Am I independent? / ¿Soy independiente?
  3. Can I do what I want? / ¿Puedo hacer lo que quiero?
  4. Am I capable o competent? / ¿Soy capaz o competente?
  5. Do I know who I am? / ¿Sé quién soy? 
  6. Do I have close relationships? / ¿Mantengo relaciones cercanas?
  7. Have I made a difference to others? / ¿He cambiado algo el mundo para los demás?
  8. Has my life been meaningful? / ¿Ha tenido sentido mi vida?
Otras muchas imágenes sobre este tema con citas de Erikson.
Desarrollo psicosocial de Erik Erikson
De todo esto hablaremos en el XV Encuentro Anual de GetxoBlog que celebraremos el sábado 25-11-23. Aún puedes inscribirte gratuitamente

Preguntando a Bing Chat sobre métodos de longevidad... en Getxo

Imagen creada con el generador DALL·E 3 (openai.com)

Aquí hay algunos consejos para lograr una vida larga y saludable, según Bing Chat que es el mejor, gratuito, documentado (citando fuentes) y más actualizado buscador con Inteligencia Artificial (AI):

  1. Mantener una dieta saludable: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para una vida larga y saludable. Comer frutas y verduras, reducir el consumo de azúcar, grasas y sal, y beber suficiente agua son algunos de los hábitos alimenticios que pueden ayudar a prolongar la vida 12.

  2. Ejercicio regular: El ejercicio regular es importante para mantener un cuerpo sano y en forma. Se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, como caminar, correr o nadar 1.

  3. Mantener un peso saludable: Mantener un peso saludable es importante para prevenir enfermedades crónicas y prolongar la vida. Se recomienda mantener un índice de masa corporal (IMC) entre 18,5 y 24,9 1.

  4. Dormir lo suficiente: Dormir lo suficiente es esencial para una vida saludable. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche 1.

  5. Reducir el estrés: El estrés crónico puede tener efectos negativos en la salud. Es importante encontrar formas de reducir el estrés, como la meditación, el yoga o simplemente tomarse un tiempo para relajarse 1.

  6. Mantener relaciones sociales: Mantener relaciones sociales fuertes y significativas puede ayudar a prolongar la vida. Pasar tiempo con amigos y familiares, unirse a grupos sociales y participar en actividades comunitarias son algunas formas de mantener relaciones sociales 1.

  7. Mantener la mente activa: Mantener la mente activa es importante para prevenir enfermedades cognitivas y prolongar la vida. Leer, aprender cosas nuevas, hacer crucigramas y otros juegos mentales son algunas formas de mantener la mente activa 1.

  8. Evitar el tabaco y el alcohol: Fumar y beber en exceso pueden tener efectos negativos en la salud y reducir la vida útil. Es importante evitar el tabaco y el alcohol o consumirlos con moderación 2.

  9. Mantener una buena higiene: Mantener una buena higiene personal y del hogar es importante para prevenir enfermedades y prolongar la vida. Lavarse las manos regularmente, limpiar la casa y cocinar los alimentos adecuadamente son algunas formas de mantener una buena higiene 1.

  10. Realizar chequeos médicos regulares: Realizar chequeos médicos regulares es importante para detectar enfermedades temprano y prevenir complicaciones. Se recomienda realizar chequeos médicos regulares, especialmente después de los 50 años 1.

Cuando preguntamos sobre longevidad en Getxo,... nos remite a Getxo Lagunkoia.

Puedo proporcionarte información sobre el plan de Getxo para convertirse en un municipio amigable con las personas mayores y cómo esto podría contribuir a su longevidad.

El Ayuntamiento de Getxo ha lanzado el proyecto Getxo Lagunkoia para hacer de Getxo un municipio amigable con las personas mayores 1. El proyecto tiene como objetivo crear un entorno urbano integrador y accesible que fomente un envejecimiento activo. El proyecto se centra en ocho áreas temáticas, como espacios al aire libre y edificios, circulación y transporte, vivienda, desarrollo económico y empleo, inclusión y redes sociales, ocio y participación, comunicación e información, y servicios sociales y de salud 1. El proyecto es un esfuerzo compartido que involucra a personal técnico, asociaciones y entidades sin ánimo de lucro, y el tejido social de Getxo 1.

Además, el Ayuntamiento de Getxo ha adoptado el Plan de Acción de Agenda 2030 Local para hacer de Getxo un municipio sostenible 2. El plan se compone de cinco líneas estratégicas que engloban los pilares de la sostenibilidad en el municipio 2.

En cuanto a cómo esto podría contribuir a la longevidad de Getxo, el proyecto Getxo Lagunkoia tiene como objetivo hacer de Getxo un municipio amigable con las personas mayores, lo que podría atraer a más personas mayores a la ciudad y mejorar su calidad de vida 1. Además, el envejecimiento activo puede tener beneficios para la salud y el bienestar de las personas mayores, lo que podría reducir la carga de la atención médica y mejorar la calidad de vida en general 1. El Plan de Acción de Agenda 2030 Local también tiene como objetivo hacer de Getxo un municipio sostenible, lo que podría mejorar la calidad del aire y del agua, reducir la contaminación acústica y mejorar la calidad de vida en general 2.

Pero queda lo mejor: Hemos pedido de Bing y ChatGPT una canción que celebra la longevidad de los seres humanos en el último siglo. Este ha sido el resultado:

**Verso 1:**
En el siglo de los sueños, donde el tiempo se extendió,
la humanidad avanzó y su esperanza nunca se agotó.
Con cada amanecer, un nuevo día para valorar,
la vida se alargó y aprendimos a cuidar.

**Coro:**
¡Oh, longevidad, dulce regalo del vivir!
Cien años de historias, y aún hay tanto por descubrir.
Con cada latido, con cada respirar,
celebramos la vida, el arte de durar.

**Verso 2:**
De la ciencia y la medicina, nació la eternidad,
un siglo de progreso, de amor y de calidad.
Los años no son cadenas, sino alas para volar,
y en cada arruga, una aventura por recordar.

**Coro:**
¡Oh, longevidad, dulce regalo del vivir!
Cien años de historias, y aún hay tanto por descubrir.
Con cada latido, con cada respirar,
celebramos la vida, el arte de durar.

**Puente:**
Desde el alba del tiempo, hasta el ocaso del sol,
cada momento vivido, un tesoro mayor.
La sabiduría de los años, la fuerza del corazón,
en cada paso, la huella de una generación.

**Coro:**
¡Oh, longevidad, dulce regalo del vivir!
Cien años de historias, y aún hay tanto por descubrir.
Con cada latido, con cada respirar,
celebramos la vida, el arte de durar.

**Outro:**
Así seguimos adelante, con el legado en la piel,
un siglo de existencia, y aún tanto por hacer.
Que la longevidad sea nuestra canción,
y que la vida se cante con la misma pasión.

Espero que esta canción capture el espíritu de celebración y aprecio por la vida y los logros alcanzados en el último siglo. 🎶