Lo malo del verano
Tras el trabajo ya viene el descanso. Del chubasco norteño al soleado sur, del asfalto a la arena, del atlántico océano al mar mediterráneo. La marcha triunfal recreamos. ¡Ya llega el verano, ya se oyen los claros clarines! La escapada se anuncia con vivo reflejo; ¡ya viene, oro y hierro, el cortejo de los malandrines! Ya pasamos debajo los arcos vulgares del apagón inesperado, el móvil urbano sin cobertura y lo peor, un Internet depauperado.
Los soles rojos del verano asoman mansos si guardamos un cambiado horario. Al mediodía nos encerramos a la sombra del nido refrigerado. ¿Sesteamos o navegamos? Domicilio de invierno, hogar de verano: Queridos ambos con un raro desaguisado: ¡Aquí estamos incomunicados! ¡Añorado cable-módem con sus desbocados gigas triplicados, ahora achicado a un goteo caro de bitios avergonzados!
¡Altercado asegurado de teléfono precario, sin mantenimiento raudo, caudal falto, e-mails ralos e Internet escaso! ¿Para cuándo el necesario fin del oligopolio obligatorio? Ansiamos ser usuarios liberados, gasto facturado por mes sin compromiso forzado de todo un año, cuota sin escándalo o acceso inalámbrico.
“¡Agua para todos!”, exigen valencianos y murcianos. “¿Sólo Internet para unos cuantos? Tampoco”, concordamos vascos y foráneos. Hartos de ser tratados como esclavos, del abandono interesado y de tanto retraso tecnológico acumulado, enviamos este comunicado por correo ordinario.
Desde Pilar de la Horadada (Alicante)
Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/verano.htm
Libros de verano para nuestros nietos (en francés)
Los "cerebros municipales" y el verano vasco...
Pero cuando llega el verano parece que algunas programaciones se descontrolan y hoy ha sido un día completo... para obtener las fotos que nunca desearíamos mostrar. El corte total de los cuatro carriles del Puente de Deusto ha originado un colapso en Bilbao que ha conseguido que llegásemos muy retardados a trabajar y todavía las reuniones de las 11:00, alguna en oficinas municipales, se han retrasado casi una hora. Y por la tarde, y como será a lo largo de todo el verano, el Muelle de Las Arenas en Getxo permanecía cortado de modo que ciclistas y peatones compartíamos en único espacio abierto: el carril-bici.
Ambas obras han sido suficientemente avisadas por todos los medios, pero el resultado es que nuestros munícipes parecen enviarnos un mensaje a gritos: Dado que aquí no hay quien trabaje (a tiempo) ni quien descanse (debidamente), el verano es... para pasarlo fuera de Euskadi. Seguiremos su consejo tan pronto como podamos...
Curso de Verano: Los Centros Sociales de Personas Mayores. ¿Es necesario un cambio?
Curso de Verano de la @upvehu, organizado por @euskofederpen, con @FantovaFernando citando a Rafa Mendía, en el Curso "Los Centros Sociales de Personas Mayores. ¿Es necesario un cambio?" pic.twitter.com/zjfhZc6qnM
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) September 15, 2021
AlicanTerapia 2020 con COVID-19
- Parece que es el verano de los embarazos COVID-19, a juzgar por la presencia de madres en gestación que se ven en playas y parques.
- Algunos suecos no han comentado cómo en su país las personas mayores se han recluido voluntariamente en sus hogares ante la falta de órdenes colectivas de confinamiento. El sálvese quien pueda,...
- Algunos belgas flamencos han celebrado que en España aún se conserva cierto respeto ante los mayores, cuando hube de recriminar a un numeroso grupo de adolescentes y jóvenes su imprudencia en una invasión de una treintena en la piscina. Allí, concluían, no hubiera acabado igual el incidente que se salvó, incluso con algunas chicas pidiendo excusas al abandonar el recinto.
- Poner en valor que se está reconociendo, ante su ausencia, el aporte de los turistas extranjeros. No siempre todo el mundo ha entendido su inmensa aportación, y el cuidado que merecen tanto familias como jubilados.
- Hay países sin Correo Postal, sin un servicio público de cartas, como Colombia,...
Flexa TV, llega la fibra a la casa de verano
Descubrimos el letrero de arriba de Flexa TV en uno de nuestros paseos matutinos, e incluso su nueva oficina en Torre de la Horadada (ver foto). Esto da nueva vida a nuestro segundo hogar,...
El verano es muy... largo
Cuando llegaron, las vacaciones, todos miramos el calendario con sumo cuidado. Cuatro semanas, veintiocho jornadas, pero sabemos… cómo pasan. Rápidas, vertiginosas, porque todos los veranos tienen fama de cortos. Por eso, nos sorprendió oír la frase del título. Pronto, por el entorno, lo comprendimos; era obvio.
La primera mañana, al volver la playa, un niño con su madre estaba. Una bola de cristal, con un juguetito dentro, tenía en su mano izquierda. Pero con la palma de la otra, llorando, pedía otra moneda para la máquina: Quería comprar otra esfera. Y, entonces, su mamá le (nos) advirtió: “Sólo un euro al día, porque el verano… es muy largo”.
Ahora, el otoño asoma tembloroso. Ya llega, con aplomo, el equinoccio. Tampoco pasará pronto. Invierno y primavera, también se tomarán su tiempo. ¿Qué dirá aquella madre de tan grande periodo? Si largo fue el verano, el resto del año… se nos hará eterno.
Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2008/veranolargo.DOC
Comida de InTertulia en verano de 2022
De izq. a der.: Belén Bergara, Jesús Orbe, Maialen Olabe, Mikel Llona, Carmen de la Sen y Mikel Agirregabiria.
- 28 de abril de 2021, InTertulia sobre pandemia y periodismo.
- 31 de mayo de 2021, InTertulia sobre servicios sociales.
- 30 de junio de 2021, InTertulia sobre cambio climático.
- 30 de noviembre de 2021, InTertulia sobre feminismo e intergeneracionalidad.
- 27 de diciembre de 2021, InTertulia sobre envejecimiento activo.
- 31 de enero de 2022, InTertulia sobre disonancias generacionales.
- 28 de febrero de 2022, InTertulia sobre lo real y lo virtual.
- 28 de marzo de 2022, InTertulia sobre guerra y paz.
- 25 de abril de 2022, InTertulia sobre familias.
- 30 de mayo de 2022, InTertulia sobre trabajo.
- 27 de junio de 2022, InTertulia sobre ocio y fiestas.
Prefiero vecinos extranjeros
Mis buenos amigos de Murcia, Valencia, Castilla-La Mancha y Madrid conocen mi opinión y la respetan, aunque no la comparten. En mi residencia de verano, disfruto cada año reencontrándome con ellos y con mis otros vecinos alemanes, noruegos, belgas,… Pero lamento que en el conjunto de la comunidad se estén yendo algunos extranjeros, siendo sustituidos mayoritariamente por los cercanos murcianos.
La razón de preferencia se basa en dos elementos esenciales: las visitas y el ruido generado. Una casita de verano ocupada por autóctonos significa el triple o cuádruple de personas que en el caso de que sean foráneos. En un simple apartamento recién adquirido, o simplemente alquilado, por murcianos cabe esperar la visita de toda la parentela de la región todos y cada uno de los días de veraneo. Los extranjeros, en cambio, aparecen poco en verano y siempre formando un grupo que ni crece, ni varía día a día en su composición.
La técnica de los nativos, debidamente analizada en mis largas estancias, se puede resumir bajo el nombre de “los invasores”. Con la autorización de los titulares del hogar, o sin ella, es previsible y predecible que en un piso de veraneo ocupado por mis queridos murcianos aparezcan poco antes del mediodía un gentío de remotos parientes o amistades de la infancia que, siempre sin avisar, se queden a comer y a cenar hasta la siguiente madrugada, amén de ocupar todas las áreas e instalaciones de la comunidad.
Estos visitantes, extrañamente planificados pues nunca coinciden dos muchedumbres pero no hay día donde falte una caterva de auto-invitados, acostumbran a acudir sin más obsequios que su pertinaz presencia, mucha hambre y mucha sed, pero con alegría a espuertas (será por lo barato que les sale su veraneo) y sin prisa por irse. Ya que no aportan nada para las varias comidas que piensan gorronear, tampoco traen toallas, sombrillas ni elementos de playa que, ya puestos, también corresponde ceder a sus sufridos y hospitalarias visitados.
Entre los pegadizos aprovechados, la peor especie son algunos familiares que, por hacer aprecio de las casas ajenas, se convierten en parásitos permanentes y regulares. Algunos de estos especimenes disfrutan de cualidades inverosímiles como poder establecerse de forma vitalicia en sofás (a ser posible en medio de la sala), o en tumbonas de jardines y terrazas (donde sólo molestan al conjunto del vecindario). Ya que supuestamente sólo se quedarán “unos días” (expresión que significa como mínimo una quincena), hacen un uso intensivo de todo lo comunitario, como piscinas, duchas, bancos,… dejándose notar por el conjunto de la colectividad que acaba aprendiéndose sus nombres e invocando con frecuencia el de sus antecesores.
En definitiva, en la misma casa-tipo de dos habitaciones donde sólo cabe una nuclear familia de extranjeros con el matrimonio y dos hijos, que hablan bajito, es posible “acomodar” a tres o cuatro familias autóctonas, compuestas por la siguiente relación de titulares e invitados: Tres, o cuatro, generaciones de abuelos, padres e hijos de todas las edades, con amigos y primos anexos, que disponiendo de un sofá libre en el trastero y bastante espacio en la piscina de la comunidad invitan a otros familiares y conocidos varios del pueblo a “visitarles cuando quieran” para que vean lo bien instalados (y espaciosos) que están en la “casa de la playa”.
Para compensar que son muchos ocupantes en un espacio pensado para muchos menos, la solución más frecuente es comunicarse… a gritos. Por si quedaba alguien en la zona que no se había enterado de que habían vuelto los inolvidables vividores que dieron la murga hace dos semanas… Estos gorrones profesionales han mejorado el dicho de que donde comen cuatro comen… cincuenta. Ahora, después de haber sobrevivido al último fin de semana con nuevo récord batido en el pleno de visitantes recalcitrantes, entiendo el porqué de que los pueblos del interior se queden vacíos… Luego dicen que extranjero es quien no tiene amigos. ¡Benditos vecinos extranjeros!
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/extranjeros.htm
Gentes del verano
Las vacaciones permiten ver nuevas gentes. Abundan y se hacen ver algunas personas mal educadas, peor aún, sin la menor educación, ni un mínimo deseo de educarse. Gritan, molestan y no aceptan la menor recriminación, lo que constituye un preocupante síntoma social indicativo de que ya nadie corrige, de que pasamos casi todos y que quien no abandona la utopía de enseñar modales es un raro espécimen.
Olvidando a esas gentes maleducadas, que no son sino caricaturas de sí mismas, el estío también es fuente donde nacen otros fascinantes seres animados, que tienen de vida un mes. Entre libélulas y mariposas, florecen algunas personas maravillosas. Son gentes que conocemos, alegres y despreocupadas, hasta que el síndrome de vuelta al trabajo y a la rutina les comienza a apagar.
Así siempre es el verano: movido, familiar, cálido, lúdico, delicioso, intenso, distinto, positivo,… entre gentes de aquí y de allá, entre gentes que se sienten más libres y menos solas.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/verano.htm
Lo más parecido a la felicidad
Verano 2011 en Mil Palmeras
Lugares donde hemos vivido...
- 18 años en Las Arenas, Getxo, Bizkaia, Euskadi. Han sido los últimos desde 1989, excepto los veranos en Pilar de la Horadada,... Se supone que esta cifra puede aumentar al ser nuestra residencia actual,... Getxo es el municipio que elegimos para vivir y donde se han criado nuestros hijos (y ha nacido el primer nieto).
- 17 años en Bilbao. Lugar de nacimiento y donde vivimos los primeros de nuestra vida, en domicilios familiares ya vendidos, alternando entre el hogar de nuestros padres en Indautxu (c/Gregorio de la Revilla, 20) y la casa de nuestros abuelos paternos en el Casco Viejo (c/ Cruz, 6, el mismo gran piso con terraza donde había nacido José Antonio Agirre y Lekube). Pero los veranos de aquellos años los pasábamos en Ubidea,... También Bilbao es el municipio donde más tiempo hemos trabajado: 20 años de los 35 que llevamos hasta la fecha, siendo otros 8 años en Iurreta (1991-1998) y 7 en Vitoria-Gasteiz (uno en la mili entre 1976 y 1977 y otros seis entre 1985 y 1991 en Educación, Cultura y Presidencia del Gobierno Vasco). Fueron en Bilbao 9 años de 1975 a 1985 (excepto la mili) en la Escuela Universitaria de Magisterio (y simultáneamente en el Colegio Azkorri entre 1977-1982 de Getxo), y los últimos 11 años en la Delegación de Educación de Bizkaia (y en Industria entre 2002 y 2005).
- 11 años en Leioa (primera residencia desde que nos casamos en agosto de 1977 hasta 1989, aunque siendo en Avda. Santa Ana, junto a Las Arenas, su influencia era Getxo. En este municipio estudiamos nuestra primera carrera, en la entonces Universidad de Bilbao (ahora UPV-EHU).
- 4 años en Pilar de la Horadada (Alicante), residencia de vacaciones desde 1988, donde confiamos vivir parte de nuestro retiro... si lo conseguimos. Esperamos estar allí dentro de muy poco, y su añoranza nos ha sugerido escribir este post.
- 3 años en Ubidea, lugar de verano durante el trimestre vacacional de nuestra infancia. Es "nuestro pueblo", aunque allí éramos veraneantes. Allí vivimos entrañables vivencias que siempre nos acompañarán y algunas de las cuales hemos relatado.
- 2 años en Vitoria-Gasteiz, en periodos de servicio militar en 1974 (último trimestre) y desde Julio de 1976 a Septiembre de 1977, entre Araca y Gamarra (algunas fotos). También algunas noches anteriores a exámenes en el Centro Asociado de la UNED.
- 6 meses en Madrid, en diversos períodos del servicio militar (trimestre veraniego de 1975 en Fuencarral, formación en Ingeniería (varios semanas en distintos veranos), oposiciones en 1981,...
- 4 meses en Roquetas de Mar (Almería) en los veranos de 1978, 1979,..., y 1985.
- 3 meses en Tudela (Navarra), el inolvidable verano de 1963 con los tíos Julián y Maite, y los primos...
- 3 meses en Amurrio (Álava), un maravilloso verano (¿de 1962?) con la familia materna en casa del primo de mi madre José Luis, su mujer e hijas,...
- 2 meses en Gorliz (Bizkaia), con los tíos Ángel y Mariví, y los primos, en varios veranos en torno a 1970,...
- 2 meses en París (Francia), en diversos períodos, dos en 1973 hasta el año pasado 2009,...
- 1 mes en Rennes (Francia), Cambrils, Ibiza, Mallorca, Gran Canaria, Tenerife, Galizano (Cantabria), Playa de la Franca (Asturias), Hortigüela (Burgos), Llanes (Asturias), San Miguel de Basauri (Bizkaia),...
- Total: 57 años y algunos meses. Los links en negrita llevan a referencias relativas a los lugares donde hemos vivido...
Noche de verano
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cenit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
#AlicanTerapia Julio 2017
La esencia del verano
No mirar el reloj, ni siquiera el calendario,... , durante días. Prolongar los pequeños placeres cotidianos, durante horas,... Ésa es la clave del descanso estival, olvidarse de que el tiempo es escaso y estirar las horas de sol,...
Una foto con el iPhone del Audi en el viaje de ida, en una parada de las que recomienda su computadora de viaje (no es una avería este año ;-). Pronto subiremos más fotos,...
Verano veterano
Un caso que hemos vivido demuestra la gravedad y precariedad de la vida de muchas personas de edad avanzada. En esta misma zona de playa viven muchos extranjeros jubilados, que eligieron residir aquí fundamentalmente porque "así sobreviven a sus compatriotas que quedaron en su tierra", como ellos mismos declaran. Están bien organizados generalmente, y aunque les cuesta aprender el idioma local se defienden con un inglés que conocen aceptablemente. Hace una semana, unos amigos pidieron a mi hija que les ayudase a entenderse con su vecina noruega, octogenaria cuyo comportamiento se había vuelto extraño, dejando abierta la puerta de su apartamento incluso de noche, y apareciéndoseles a gritos por el balcón contiguo la noche anterior. Mi hija habló con esta demacrada anciana, quien le explicó en un idioma debilitado por las circunstancias que su mejor amiga había viajado por una semana a Suecia, y que se encontraba sin ese apoyo esencial. Ella cada día, a primera hora para evitar el bochorno, se acercaba al lejano supermercado, pero le costaba transportar la pesada agua mineral, necesaria aquí donde la dureza del agua suministrada a las viviendas no permite su consumo. Esta mujer se había encontrada tan débil y deshidratada los dos días anteriores, que sólo acertó a abrir su puerta para esperar ayuda y gritar desde el balcón. Tras esta simple conversación, rápidamente la ayudaron con provisiones de agua y le acompañaron al consultorio médico, comprobando cómo recobraba su vitalidad y aspecto de distinguida dama con tan minúscula atención.
Hemos de asumir todas las responsabilidades, institucionales y familiares, con nuestros mayores. A ellos les debemos todo, comenzando por la vida. Seamos sinceros: No mata el calor: extermina la desatención sanitaria, geriátrica y asistencial (en Francia donde se reconocen 5.000 muertes, su insuficiente asistencia domiciliaria triplica a la nuestra), la pasividad de una administración que se ralentiza o paraliza por vacaciones, y el abandono familiar que debiera apoyarse con financiación colectiva para facilitar la excedencia temporal por cuidado de familiares. En definitiva, mata el egoísmo de quienes disfrutamos el verano ignorando los derechos de nuestros abuelos. Maldita será la familia o la sociedad que se olvide de sus ancianos, que les relegue u olvide, que no reconozca su inmensa aportación y que no les cuide y proteja hasta el final de sus días.
Internet vacacional
Escribo gracias a algún vecino, despistado o piadoso, que comparte su Wi-Fi. Como todos los veranos me encuentro librando la misma batalla anual: Que Telefónica reconozca que existen miles de usuarios, con una segunda residencia, que necesitan una conexión a Internet durante unas semanas en verano y quizá otras dos en navidad o semana santa,… y que para ello no sea preciso pagar 12 meses completos con dos cuotas (20 + 40 euros/mes).
Algunos nos negamos a pagar durante 365 días un servicio telefónico y telemático que utilizamos apenas 50 días. Durante años sufrimos un calvario que comienza en mayo-junio y no acaba hasta diciembre. Comienza cuando se pide una nueva línea telefónica, cuyas rosetas interiores son cobradas innumerables veces. Dado que es preciso estar en la casa de verano para que conecten el teléfono, sólo unos días antes se sabe el nuevo número. Ello impide recurrir a proveedores de Internet ajenos a Telefónica, dado que el protocolo del monopolio (nadie diría que no lo es) o la misma lentitud de estos operadores (Wanadoo, Ya,…) determina un retraso superior… al mes vacacional. Tras el verano vienen los meses de lucha para evitar a ‘faxazos’ que sigan facturando Internet hasta noviembre o diciembre, además de amenazarnos con la lista de morosos (a propósito, ¿dónde está la lista de cínicos?).
¿Es posible que, en el país más atrasado de Europa en materia de telecomunicaciones, se establezca un contrato telefónico y de Internet que facture por semanas o meses, aunque sea a un precio proporcionalmente superior al habitual? ¿Es posible mantener proveedores distintos en la residencia habitual y en la veraniega, por aquello de la competencia, recuerdan? ¿A qué partido político, o a qué santo, hemos de encomendarnos los internautas para entrar en el siglo XXI?
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/internet.htm
¡Vuelven los de la ESO!
Esta estirpe la forman aquellos niños del llavín en el cuello, que cuando volvían del colegio abrían la puerta de casa, donde sus padres no habían llegado todavía. No saben qué fue la Guerra Fría, ni recuerdan cuando la Unión Soviética se desintegró, y solamente han conocido una Alemania, un único Papa,… Creen que el sida y ETA han existido toda la vida, como el CD, el Walkman, el ordenador y casi el teléfono móvil.
Tratados como principitos en casa y en Primaria, se transforman en déspotas domésticos y demonios escolares en Secundaria. Frecuentemente desmotivados para todo lo que sea el deber, se oponen sistemáticamente a recibir órdenes e incluso en casos minoritarios adoptan actitudes violentas.
Los padres nos plegamos a su dictadura consumista, en la que les embarcamos por ser demasiado complacientes y por ofrecerles todo lo que creímos no haber tenido. Y luego con fatalismo nos asombramos por la adopción fervorosa que hacen de marcas y modas. Perplejos, atribulados y desorientados, los padres, a veces, quisiéramos presentar la dimisión. Hemos pecado de exceso de permisividad y empleado exclusivamente estímulos positivos (demasiados premios). A la hora de exigir hemos sido cada vez menos exigentes: Sólo, y a veces ni eso, se les requiere el aprobado en los estudios.
Los profesores luchamos a brazo partido. El resultado es esperable si consideramos que la ESO reúne turbas de adolescentes asilvestrados e insoportables, a menudo incluso para ellos mismos por la insatisfacción con la que viven su transformación, por otro lado completamente necesaria para alcanzar su madurez. Los tutores, como los padres, debemos brindarles un apoyo incondicional y, desde la afectividad no exenta de autoridad, evitar que cometan errores irreversibles como elegir caminos de droga o violencia, o frustrar sus mejores opciones de futuro personal y profesional.
La sociedad, en su conjunto, y las instituciones, los medios de comunicación, los hábitos sociales no ayudan demasiado. Una ciudadanía “adolescéntrica”, que elige a prescriptores adolescentes como modelos de pensamiento y actuación, que idolatra a cantantes o deportistas de éxito temprano con mínimo esfuerzo, y que parece proclamar no ya que el modelo ideal es la juventud, sino que erige a la irresponsabilidad como pauta de actuación. Prima la cultura “teenager”, el País de Nunca Jamás donde todos seamos “Peter Pan” para divertirnos y ser felices.
Los adolescentes se enrocan y eligen convertirse en adultos cada vez más lentamente. La adolescencia se extiende, adelantándose y prorrogándose, incluso se transmuta: ya no es una estación de paso, sino un destino terminal. Parecemos una sociedad de “adultescentes”, y la mejor prueba son esos parques acuáticos o temáticos, donde los padres barrigones se convierten en “gamberros” con una felicidad vergonzosa para los pocos lúcidos.
¿Y cómo hemos llegado hasta aquí? Reconozcámoslo: Si los jóvenes y adolescentes han tomado el poder, es porque los adultos se lo hemos cedido, más que porque ellos lo desearan poseer. Del pater familias, se pasó a una equilibrada división de la autoridad entre padre y madre, que consultaba y escuchaba la opinión de los hijos. El autoritarismo de las aulas y los “educastradores” fueron completamente repudiados, por la insufrible experiencia vivida en el pasado. Pero el péndulo no quedó ahí.
Fuimos olvidando la “educación” y pasamos a la “seducción”. Teníamos que convencerles, cuando todavía apenas podían discernir, y creímos que nuestro error era no motivarles, cuando se trataba de enseñarles a asumir sus responsabilidades. Incluso los padres y madres tratamos de ganarnos el cariño de los hijos, aspirando a convertirnos en sus amigos o colegas más que el embrollo de ser sus padres. De la equilibrada igualdad entre padre y madre, y entre hijo e hija, pasamos al erróneo igualitarismo de padres e hijos. Perdimos la autoridad que nos correspondía, y no llegamos a ser la referencia que ellos necesitaban, aunque no la pidieran expresamente. Toleramos sus caprichos, y por negociar y evitar el conflicto, cedimos a sus demandas primarias que condujeron a la “cultura de la litrona”, llegando a un momento donde el peligro de drogas y el riesgo de suicidios es mayor que nunca.
El sistema social y el subsistema educativo se organizan democráticamente por estamentos. Pero ni la relación paterno-filial, ni docente-discente deben ser “democráticas”, porque las funciones de padres y profesores no son equiparables a las de hijos y alumnos. La ausencia de autoridad paternal y docente no libera al adolescente, por el contrario le sume en una tiranía más despiadada. Ellos consideran, mayoritariamente, que sus padres y profesores son poco severos, y en el fondo aprecian y respetan más a los más exigentes. A menudo con su comportamiento inaceptable sólo están demandando el cariño y la atención que los adultos dejamos de prestarles. Los jóvenes, realmente, esperan que nosotros, los adultos, les guiemos, y en caso extremo repudian más la indiferencia y el “laissez faire” que el rigor.
El diálogo se complementa con la disciplina, la libertad con la autoridad, y las madres y los padres, que estamos cada día más comprometidos con la educación de nuestros hijos e hijas, debemos prescribir y sancionar, positiva y negativamente. Nuestros hijos nos escuchan más de lo que creemos, y nos quieren tanto como nosotros a ellos.
¡Ah, pero el verano siempre es adolescente! Y es legítimo añorar la juventud, y recordar la sentencia de Horacio, válida para cualquier edad, Carpe Diem! (¡Vive intensamente cada instante!). Y como decían en el “Club de los Poetas Muertos”: “Examínate de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado tu capacidad de amar y dar vida”.
Versión original: mikel.agirregabiria.net/2002/elpais8.htm
Versión en PDF: mikel.agirregabiria.net/2002/vuelveeso.pdf
Tuit desde el mar #TuitDesdeElMar
El caso más dramático de desamor filial es el desapego que mostramos como #humanidad a nuestra “madre naturaleza” o #MadreTierra. Primer #TuitDesdeElMar pic.twitter.com/NnRJdtrcAR
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) August 12, 2023
"El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza", apuntó Leonardo da Vinci. Y el contacto con la #naturaleza es fuente de felicidad y longevidad. Mirad, oíd, tocad, oled y saboread #agua. Pasad las horas en el mar o la #piscina. #TuitDesdeElMar pic.twitter.com/TKoNJNKkv7
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) September 7, 2023
La lección que peor ha aprendido la #humanidad de la #naturaleza es el aprecio por la #diversidad de la vida y del universo. #TuitDesdeElMar pic.twitter.com/nydmf1gZYS
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) August 14, 2023
Las #Perseidas dan nuestra escala real en el universo. Seres vivos en un perdido planeta de una galaxia más. Ese punto azul pálido que escribió Carl Sagan a partir de una foto de la sonda espacial Voyager 1 desde seis mil millones de km. #TuitDesdeElMar pic.twitter.com/SidrHnxXnY
— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) August 14, 2023