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Historia de las vacunas en período de vacunación escolar


La jornada de vacunación escolar, cuando se produce en el primer curso de Educación Primaria, es un momento excelente para recordar cómo Edward Jenner descubrió la primera vacuna contra la viruela, y por qué se denomina "vacuna".

El 14 de mayo será por siempre una fecha memorable en la historia de las ciencias en general y del efecto preventivo de la vacuna en particular. Ese día del año 1796, El inglés Edward Jenner hizo la primera inoculación contra la viruela. James Phipps, un niño de ocho años de edad, fue el primer inoculado con secreción recogida de una pústula vacuna (viruela de vacas) en la mano de una lechera que se había infectado durante un ordeño. El primero de julio siguiente inoculó de nuevo al pequeño, esa vez con pus procedente de una persona enferma de viruela. Este quedó indemne, con lo cual se demostró la acción profiláctica de la inoculación contra la viruela humana. 

Edward Jenner nació en Beketen, Inglaterra, el 17 de mayo de 1749 en el seno de una familia de pastores protestantes. A la edad de 13 años comenzó sus estudios profesionales en Soadbury, bajo la dirección de Daniel Ludlow. De allí pasó al hospital Saint George, donde fue discípulo de John Hunter. Por aquella época comenzó a manifestar una gran inclinación por la botánica y la zoología. Esta afición pudo ser la causa de que se perdiera el descubrimiento de la vacuna, es decir, de que no se verificara, pues en 1771 le fue ofrecido a Jenner el puesto de naturalista en la famosa expedición del capitán Cook. Pero éste prefirió ir a ejercer la medicina a su pueblo natal.

Todo parece indicar desde 1762, cuando comenzaba sus estudios en Soadbury la cuestión de la viruela le preocupaba a este ilustre médico, pues en una consulta facultativa oyó a una joven decir: "Yo no me puedo enfermar de viruela porque ya estoy vacunada". Aún conservaba vivo el recuerdo de aquella frase cuatro años después se estableció en Berkeley, donde observó que la creencia de ésta era corriente entre los vaqueros del lugar y de sus cercanías. Se propuso comprobar la verdad en tal sentido y al persuadirse de ella por el año 1780, comenzó a divulgar su descubrimiento. En 1788 Edward Jenner puso en conocimiento del cuerpo médico de Londres su idea de propagar la vacuna de un individuo a otro como medida de protección contra la viruela, pero ésta no causó ninguna impresión. 

El lapso transcurrido entre ese año y el de 1796, se empleó por científico en los estudios experimentales. Hasta que llegó al importante día del 14 de mayo. El descubrimiento trajo consigo críticas que muchas veces tomaron formas violentas e injuriosas. Un folleto publicado por el doctor Rowley, contenía una viñeta en que se representaba a un niño con cabeza de buey. Ésta, según dicho autor había tomado tal forma a raíz de haberse vacunado al pequeño. 

Por otra parte, se predicaba en los púlpitos que la vacuna era una acción anticristiana. Sin embargo, la verdad se abrió camino poco a poco. Al principio se divulgó la vacuna por Inglaterra; posteriormente se introdujo en Francia e Italia, hasta llegar a propagarse por toda Europa y América. El nombre de Jenner se diseminó por todos los países civilizados. El insigne médico recibió gran número de títulos de instituciones como la Sociedad de Medicina de Paris, el Instituto de Francia y de muchas otras agrupaciones científicas del país galo. Alcanzó en el extranjero un prestigio tan grande, como importantes fueron los honores con los que le recompensó su patria. 

Desde que verificó su descubrimiento hasta los últimos días de su vida, Jenner vacunó gratuitamente a los pobres de Berkeley y de sus alrededores. Para ello tenia un pabellón en el jardín de su vivienda, al que llamaba . En cierta ocasión acudieron a él muchos habitantes de una aldea vecina, que antes habían sido rebeldes a la vacunación. El cambio se debió a que el sacristán de la iglesia del pueblo, cansado de asistir a tantos entierros por defunción de variolosos, determinó aconsejar por todas partes la única forma de precaución contra epidemia era la vacunación. En virtud de la exhortación del sacristán, los vecinos se sometieron a lo que hasta entonces no habían aceptado. 

Para que se tenga una idea de la significación para la humanidad del descubrimiento de Edward Jenner, sería bueno mencionar los estragos causados con anterioridad a éste por la viruela. Por aquella época, esta enfermedad daba lugar a una mortalidad de 15.000 personas al año en Francia; en Alemania morían anualmente 72.000 variolosos, en Rusia llegó a ser la viruela la responsable de 2.000.000 de defunciones en un solo año; y en algunas regiones de América, principalmente en los países del norte y el Perú, sus victimas se contaban por millares entre los indígenas. Sólo esta información es más que suficiente para que se reconozca a Jenner como un benefactor de la humanidad, y como alguien que se merece recibir un homenaje diario de todos los habitantes de la Tierra, con independencia de la época que haya tocado vivir.

¿Adolf Hitler o John Snow? ¿Stalin o Karl Landsteiner? ¿Fritz Haber, el bueno o el malo?

Carl Bosch y Fritz Haber, inventores de los abonos sintéticos
La historia ha dado protagonismo a personajes históricos por razones muy diversas. Pero siempre dejan más impacto quienes hicieron el mal. Son más reconocidos por la opinión pública los dictadores sanguinarios, que se clasifican por los millones de víctimas cuya muerte causaron.

Se atribuyen 17 millones de vidas sesgadas en 12 años por Adolf Hitler, que provocó la II Guerra Mundial. Stalin asesinó a 23 millones de personas en su mandato de 32 años. Mao Zedong aniquiló a 78 millones de seres humanos bajo su poder durante 34 años. 

Otros criminales de lesa humanidad fueron Leopoldo II de Bélgica, que arrasó a 15 millones de congoleños;  Hideki Tōjō, Primer Ministro de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, 5 millones de víctimas; Ismail Enver Pasha, líder de la Revolución de los Jóvenes Turcos, 2,5 millones; Pol Pot, Primer ministro de Camboya, 1,7 millones; Kim Il Sung, fundador de Corea del Norte, 1,6 millones;  Mengistu Haile Mariam, Presidente de la República Democrática Popular de Etiopía, 1,5 millones; Yakubu Gowon, presidente de Nigeria, 1,1 millones de muertos en Biafra,...

Estos diez criminales de la historia, reciente del siglo XX, totalizan la horripilante cifra de casi 150 millones de hombres, mujeres y niños asesinados en tres continentes: Asia, Europa y África. Nuestra cultura de historia privilegia los malos modelos de congéneres, olvidando a quienes salvaron más vidas que las que destruyeron estos tiranos.

¿Saben quién fue John Snow, que se estima salvó más de 177 millones de vidas en el siglo XX con su obra? Fue un médico inglés, precursor de la epidemiología, que optó por la cloración del agua en 1905. A lo largo de la historia hemos ido desarrollando métodos cada vez más eficaces para garantizar la seguridad del agua que consumimos. Algunos tienen más de 4000 años de antigüedad, empezando por la decantación y la filtración, y terminando por la cloración, que nos permitió minimizar el riesgo de contagio de cólera, tifus, disentería y polio. Otro referente que impulsó la cloración fue el físico John L. Leal.
Karl Landsteiner, Premio Nobel de Medicina
Otros científicos, médicos, epidemiólogos,... , máximos héroes de la ciencia que merecen nuestro reconocimiento y recuerdo:
  1. Fritz Haber, químico, descubridor de Fertilizantes Sintéticos, 2,720,000,000 vidas salvadas. 
  2. Carl Bosch, ingeniero, perfeccionador de los abonos artificiales, 2,720,000,000 vidas salvadas.
  3. Karl Landsteiner, biólogo, descubridor de los grupos sanguíneos, 1,094,000,000 
  4. Richard Lewisohn (Transfusiones de sangre) 1,094,000,000 
  5. Edward Jenner (Vacuna de la viruela) 530,000,000 
  6. Norman Borlaug (Revolución Verde, trigo,...) 259,000,000 
  7. Linn Enslow (Cloración del agua) 177,000,000 
  8. Abel Wolman (Cloración del agua) 177,000,000 
  9. William Foege (Método de vacunación - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  10. Leslie Collier (Vacuna liofilizada - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  11. Benjamin Rubin (Aguja bifurcada - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  12. Aaron Ismach (Pistola inyectora - Erradicación de la viruela) 131,000,000 
  13. John Enders (Polio & Sarampión Vacuna) 120,000,000 
  14. Maurice Hilleman (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  15. Ann Holloway (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  16. Samuel Katz (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  17. Kevin McCarthy (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  18. Milan Milovanovic (Sarampión Vacuna) 118,000,000 
  19. Anna Mitus (Sarampión Vacuna) 118,000,000
  20. Thomas Peebles (Sarampión Vacuna) 118,000,000
  21. Howard Florey (Penicilina) 82,000,000 
  22. Ernst Chain (Penicilina) 82,000,000 
  23. Norman Heatley (Penicilina) 82,000,000 
  24. Alexander Fleming (Molde de Penicilina) 82,000,000 
  25. Víktor Zhdánov, quien al erradicar la viruela ha salvado más de 63 millones de vidas.
  26. Gaston Ramon (Vacuna de la Difteria y el Tétanos) 60,000,000 
  27. David Nalin (Terapia de rehidratación oral frente a diarreas) 54,000,000 
  28. Richard Cash (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  29. Norbert Hirschhorn (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  30. Robert Phillips (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  31. David Sachar (Terapia de rehidratación oral) 54,000,000 
  32. Christian Zoeller (Vacuna del Tétanos) 52,000,000 de personas salvadas.
Un caso paradigmático que prueba que la Ciencia debe estar regida por la Ética, es el mismo Premio Nobel de Química Fritz Haber.  Un «Jekyll» y un «Hide», dado que Fritz Haber fue un científico que figura en primer lugar del ránking por las vidas salvadas por el auge de la agricultura a escala mundial para alimentar una humanidad tan inmensa retando la maldición de la catástrofe demográfica de Thomas MalthusFritz Haber logró sintetizar amoníaco a partir del nitrógeno del aire (en el célebre Proceso de Haber).

Con este hito científico abrió la senda para la síntesis industrial de abonos nitrogenados que han multiplicado la producción agrícola mundial, y reducido las hambrunas. Pero Fritz Haber también fue tristemente famoso por haber introducido los gases asfixiantes y las armas químicas durante la Primera Guerra Mundial.

Isabel Zendal, enfermera referencial como Florence Nightingale


Clara Estrems de GuruWalk interpretando a Isabel Zendal.

Isabel Zendalnacida en Santa Marina de ParadaÓrdenesLa Coruña, fue una heroína olvidada que entregó su juventud a la medicina y a la ciencia. Inmersa de lleno en el siglo XVIII, esta enfermera decidió abandonar su tierra natal para poner rumbo al Nuevo Mundo como parte de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Su apellido Zendal también se recoge como Sendalla, Zendalla, Sandalla, Cendalla, Cendales, Gandalla, Sendales o Cendala.

Es difícil de entender en una época donde las mujeres luchaban todavía por abrirse camino en la sociedad. A lo largo de un viaje que anhelaba erradicar la viruela en todos los recovecos del renqueante Imperio español, la gallega se encargó del cuidado de los niños inoculados con el virus; una tarea que le granjeó su cariño y un espacio en la Historia. 

Poco sabemos de la infancia de Isabel Zendal Gómez. Tan solo que nació en Santa Marina de Parada, allá por 1773 y que tuvo una infancia turbulenta. «Durante la epidemia de viruela de 1786 perdió a su madre y tuvo que abandonar una casa familiar con pocos recursos para ponerse a trabajar». Cuando sumaba una veintena de primaveras a sus espaldas nació su hijo, Benito Vélez, centro de su vida debido a que fue una madre soltera
Isabel Zendal, otra enfermera referencial como Florence Nightingale
La muerte de sus padres, «quasi pobres de solemnidad» según sus respectivas partidas de defunción, denotan que Isabel Zendal no provenía de una familia acaudalada. Pero esa condición no acabó con su ilusión de convertirse en enfermera y, ya en 1800, entró a trabajar como Rectora en una inclusa destinada a cuidar de niños abandonados. Aquel sería su sino en la vida, y lo llevaría como bandera en los siguientes años, como bien narra la «Asociación Isabel Zendal» en los muchos artículos sobre el personaje que albergan en su excelente página web

Así discurría su vida cuando, en 1803, Carlos IV, que había perdido a una hija por culpa de la viruela, ordenó que un convoy partiera desde la Península para extender la vacuna contra esta enfermedad por todos los territorios de ultramar. El resultado fue la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que puede considerarse como la primera misión humanitaria de la historia. Solo había un problema: ¿Cómo trasladar la muestra? La respuesta llegó de la mano del médico alicantino Francisco Javier Balmis, al frente de esta aventura, y consistió en transportar el suero dentro de 22 niños vivos. Para ser más concretos, veintidós huérfanos de La Coruña. 
Isabel Zendal en el telefilme '22 ángeles', sobre la expedición de la vacuna de la viruela.

Así lo narró la «Gaceta de Madrid»: «Son varios los facultativos comisionados, y llevan 22 niños, que siendo sucesivamente inoculados brazo a brazo en el curso de la navegación, conservarán el fluido vacuno vivo y sin alteración. No por eso se han omitido otros medios de conducirlo, así para mayor seguridad, como para experimentar cuáles son los que a largas distancias y en diferentes climas deben preferirse». 

Aunque en principio no se barajó la participación de una mujer en la expedición, se cambió de opinión al poco tiempo. Se pensó, y no sin razón, que los niños necesitarían una figura maternal que les diera confianza durante el trayecto. «El 14 de octubre de 1803, mes y medio antes de la partida, Javier Balmis, su director, la contrató con un sueldo igual al que disfrutaban los varones de su formación y funciones, tres mil reales con destino a su habilitación y un sueldo de quinientos pesos anuales. 

Fue la última expedicionaria que se incorporó al convoy humanitario». Así fue como comenzó su aventura en la corbeta «María Pita» con un Capitán nacido en Somorrostro (Bizkaia), que partió del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803. Como enfermera, Isabel Zendal se encargó de cuidar a los niños tanto en tierra como en el mar. «La rectora tenía unas funciones privativas y específicas: cuidar, acompañar, entretener y serenar a los niños durante el viaje». Entre los más pequeños, por cierto, se encontraba su hijo Benito Vélez, que hizo las veces de «receptáculo vivo», como señalaron los medios de comunicación de la época. 
Isabel Zendal, otra enfermera referencial como Florence Nightingale
La coruñesa hizo bien su trabajo, pues recibió los elogios de unos superiores que, en los documentos, la definieron como «abnegada rectora», «madre de los galleguitos» y «mujer de probidad». Tras pasar, entre otras regiones, por Canarias, Puerto Rico, Caracas o México, Isabel Zendal partió en 1805 hacia el Pacífico. 

En ese caso junto a veintiséis niños mexicanos. Tras los últimos viajes, decidió quedarse en México a pasar el resto de sus días. Allí trabajó en un hospicio de Puebla de los Ángeles junto a su pequeño. «Del final de su vida conocemos poco. Lo último que sabemos de ella es que en 1811 continuaba solicitando una pensión de 3 reales mensuales a la que tenía derecho su hijo por ser uno de los niños de número que vino con la vacuna y no se la pagaban las Cajas Reales de Puebla donde se hallaba viviendo. Se desconoce la fecha y el lugar de su muerte».

Isabel Zendal es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la primera enfermera de la historia en misión internacional. Es medio siglo anterior a la británica, aunque nacida en FlorenciaFlorence Nightingale (1820-1910), reconocida como “La dama de la lámpara” que salvó vidas con las matemáticas y fundadora de la enfermería moderna así como la primera teórica de la profesión. 
Entre otras las enfermeras más famosas de la historia pueden citarse a las diez siguientes:

Entrega de Premios ZientziaZaleak

La entrega de premios del concurso escolar ZientziaZaleak de la edición 2009 de la Zientzia Astea - Semana de la Ciencia, ha tenido lugar el la Carpa de la Ciencia del Arenal (espectacular foto de Aitor del momento). Previamente, puede verse en algunas de las fotos, se han entregado los premios GeoBizirik. Los trabajos premiados en ZientziaZaleak pueden disfrutarse en el blog zientziazaleak.blogspot.com. El primer equipo de la ESO, denominado Cooper y formado en el Instituto de Sopelana, presentó este trabajo: Telefono mugikorrak urteetan zehar. Les ha entregado el premio Aitor Bergara (foto) a los alumnos Miriam Diaz, Garoa Lopezortega y Aitor Bermeja con la coordinación de José Luis Ruiz . El segundo grupo, Alexander Graham Bell, del Instituto Beurko de Barakaldo preparó este post: Nanotecnología para curar el cáncer. He tenido el honor de hacerles entrega de su premio (foto) a los alumnos Guillermo Martín Gaspar, Iker Aginaga García, Iratxe Martin Santacoloma y Ane Rodríguez, quienes fueron tutelados por la profesora Pilar Iturri. El tercer equipo constituido en la Fundación Peñascal bajo el auspicio de Arquímedes, reflexionó con esta pregunta: ¿Se puede levantar un yunque de30 kg con 4 cartones de leche? Les ha entregado su premio Iñaki Largo de EHU-UPV (foto) a los alumnos Andoni Martínez Blanco, Manuel Polo de Torre, Unai San Juan Cabanes, Lander Santamaría Pimienta y Abdoulaye Sidibe coordinados por el profesor Jorge Aransay.
Los premios individuales para personas mayores de 16 años se han distribuido a las siguientes personas: 1º Eduardo Bartolomé por ¿Como se sustentan los puentes?; 2º Roxana Aldaz con Virus y Cáncer: Cáncer de cuello uterino; 3º Olga Estrada por ESS: Bilboko neutroien iturria? Se han entregado dos premios adicionales, en la categoría de accésit: 1º Nerea Garro por La Nanotecnología. 2º Maialen Ruiz con Erradicación de la viruela.
Felicitando a las personas premiadas y a todas las participantes, se adjuntan algunas fotos y un vídeo.

Fecha de caducidad

Sin título 
Aún sin recurrir a la obsolescencia programada, todo tiene una fecha de caducidad. El diagrama adjuntado, titulado Extinction Timeline 1950-2050, muestra una proyección de objetos, países o personas que desaparecerán (o desaparecieron) en ese siglo comprendido entre la segunda mitad del XX y la primera mitad del XXI. Hay hechos históricos ubicados cronológicamente y ya acontecidos, así como prospectivas de lo cabe esperar que caduque en las cuatro décadas que faltan hasta 2050.
El primer personaje que figura es John_F._Kennedy, asesinado en 1963 (hoy justamente se celebra medio siglo de su muerte). Países (como Yugoslavia), enfermedades (como la viruela), hechos históricos (el muro de Berlín, el comunismo), artilugios (como las máquinas de escribir mecánicas, las Polaroid o el Concorde), ... 
Sin duda, lo más interesante, inquietante o esperanzador es lo que se predice para los próximos 37 años. Se pronostica, y hay datos que lo avalan, el fin de las oficinas de correos, o de las reparaciones, el perderse (en 2014), la jubilación (en 2016, al menos tal y como la entendemos hoy), las bibliotecas (en 2019), el CopyRight o Derecho de Autor (en 2020), Blogging y las Maldivas (en 2022), los sindicatos (2028), las llaves (en 2030) y las monedas (en 2033, a ver si es verdad)así como los vehículos de combustión interna (en ese mismo 2033) y el petróleo, los ordenadores de sobremesa, los glaciares (en 2037), las corbatas (en 2014), los periódicos en papel y Google (en 2049),... 

Incluso poco más allá de 2060 se proyecta el fin de la fealdad, los Estados Nacionales, o incluso de la Muerte (no deseada, como también apuntaba José Luis Cordeiro recientemente en una conferencia en Bilbao),... En conclusión, y por si alguien no se había enterado: Tenemos los días, o los años contados, todas las personas y todo aquello que conocemos (incluso quizá asistamos, paradoja de las paradojas, a la muerte de la muerte). 

¿Cuándo querrá el nene tomarse la medicina?

¿Cuándo querrá el nene tomarse la medicina?
Afortunadamente ya ha comenzado la vacunación masiva contra la COVID. Un esfuerzo titánico de investigación mundial de la medicina y la ciencia contra un virus que ha matado unos dos millones de personas y dejado secuelas en otros muchos de millones más. Es un rayo de esperanza contra una maldición que ha asolado nuestras vidas en este luctuoso año 2020.

Esta alegría que se va materializando, se tiñe de espanto por la incultura que existe y que se propaga incluso por sistemas de comunicación, muchos bajo supuesta supervisión periodística. Son notables los casos de, perdónenme, idiotas preguntando idioteces a otros idiotas, contabilizando sus estúpidas respuestas y enloqueciendo al suponer que de semejante basura puede surgir algo que no sea pura inmundicia. 

Me refiero a esa desatinada moda de ir preguntando a la gente por la calle si se va a vacunar o no. Y revolviendo la ensalada de datos para no llegar a ninguna conclusión acertada que no sea que es un disparate de estadística, sin otro fin que vender encuestas o periódicos y aturullar a los ya ofuscados. Lo siguiente será consultar sobre si van a ir al médico en caso de ponerse enfermos, o si creen que es verdad la teoría general de la relatividad, para luego escandalizarse de la vacuidad de la chusma. 

¿A qué majadero se le ha ocurrido que puede ser de algún interés confundir a la gente sobre una falsa neutralidad en temas científicos, para luego preguntar si se van a vacunar o no
Recuerdan el caso vivido del atontado padre que en el hospital, en cada dosis, le preguntaba a su caprichoso hijo: ¿Cuándo querrá el nene tomarse la medicina?

A lo largo de la historia de la humanidad nada ha salvado más vidas que las vacunas y la higiene. Las vacunas desde 1796 cuando el médico inglés Edward Jenner creó la vacuna de la viruela, y la higiene desde 1847 cuando el doctor húngaro Ignaz Semmelweis estableció el primer procedimiento antiséptico.