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El ayuno intermitente que marca tendencia, el 12/12 horas

Antes de comenzar cualquier dieta, es recomendable consultar con nuestro médico, especialmente en el caso de personas mayores o con alguna enfermedad crónica. De todas las modalidades de ayuno intermitente el de 12 horas diarias de ayuno y 12 horas pudiendo comer es la forma más fácil de seguir para principiantes. Además comporta el mínimo de riesgo (aunque no es recomendable para mujeres embarazadas o lactantes), al emular el modo de comer de nuestros ancestros. 

Este método es gratis, flexible y sencillo. Consiste en ayunar durante 12 horas seguidas y luego comer durante las siguientes 12 horas. Por ejemplo, puedes cenar a las ocho de la noche y desayunar a las ocho de la mañana. Durante el período de ayuno, sólo se puede beber agua, café o té (sin azúcar ni leche). 

Hay, al menos, siete modos de ayuno intermitente: El que hoy recomendamos como inicial y con menos excepciones de salud, de 12/12 horas; 16/8, con 16 horas de ayuno o la dieta Leangains; el 2/5 días, o dieta rápida con dos días no consecutivos de ayuno; el ayuno en días alternos (aunque con hasta 500 Calorías en los días de ayuno; la dieta Eat-Stop-Eat (comer-parar-comer) de 1 o 2 días a la semana; la dieta de saltarse alguna comida cuando no sienta hambre y, finalmente la extrema y menos segura, la dieta del guerrero, 20/4 horas (con ayuno casi completo de 20 horas, y luego una comida grande con una ventana de alimentación suele ser de unas 4 horas).  

Algunos beneficios que se han asociado con el ayuno intermitente de 12 / 12 horas: 
  • Ayuda a adelgazar: Al comer, el cuerpo usa los alimentos como combustible y almacena una parte en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno. Cuando estos están llenos de compuestos de glucosa y esta todavía circula en la sangre, el cuerpo almacena la que sobra en los depósitos de grasa, lo que puede llevar a un aumento de peso. 
  • Favorece la salud cardiovascular: Puede contribuir a evitar la diabetes y combate el sobrepeso
  • Más sencillo de seguir: Al aprovechar las horas de sueño, el ayuno de 12 horas es uno de los más fáciles para iniciarse. 
  • Mejora la esperanza de vida: Los estudios muestran que el ayuno durante largos períodos es suficiente para mejorar la autofagia circadiana, alargando la longevidad. 
Doce horas es el plazo mínimo de ayuno, para considerarse como tal. Se trata de concentrar las comidas en una cantidad de horas para aprovechar los beneficios que tiene para la salud. Puede hacerse en determinados días de la semana o, mejor, a diario. 

Durante el ayuno el cuerpo puede enfocarse en otros procesos que no son la digestión de alimentos. Comienza a desinflamarse, convierte los depósitos de grasa en energía, mejora la calidad del sueño, libera cetonas al torrente sanguíneo, se levanta más alerta y tiene más capacidad de concentración en las mañanas, entre otros beneficios. 

Aumentando al período de ayuno, por ejemplo llegando a un reparto 16/8 en horas, junto a la mejor calidad de sueño y mayor claridad mental, se le suma otro beneficio: la reparación celular. Después de 16 horas sin consumir alimentos, se entra en estado de autofagia, es decir, que el cuerpo comienza a sanar sus células, reducir la inflamación, mejorar el sistema inmune, lo que ayuda a envejecer mejor. Los estudios señalan que pueden pasar hasta cuatro días practicando ayuno intermitente hasta que el cuerpo entre en estado de autofagia, motivo por el cual se recomienda empezar con 12 horas de ayuno y luego ir de a poco pasando a 16 horas.

Durante las 12 horas en las que puedes comer, es recomendable seguir una alimentación equilibrada y saludable. Por ejemplo: Proteínas magras (Pollo, cerdo, carne de res, lácteos, huevos, frijoles, legumbres, pescados, mariscos, tofu,...). Frutas y verduras que contienen vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes. Granos enteros, excelente fuente de fibra y ayudarán a sentirte satisfecho. Es importante limitar los carbohidratos refinados, azúcares añadidos y grasas saturadas. 

También es recomendable beber mucha agua durante todo el día (post previo) para mantenerte hidratado. Tanto el ayuno intermitente de 12 horas como el de 16 horas ayudan a adelgazar, mejorar la digestión, dormir mejor, aumentar la salud y claridad mental, y contribuyen en distinta medida a reducir la resistencia a la insulina. 

Aunque las investigaciones señalan que 12 horas de ayuno es suficiente, quienes también siguen una dieta keto o cetogénica aseguran que hacer 16 horas de ayuno les ayuda a mantener el estado de cetosis (ketosis – usar la grasa como combustible), al darle al cuerpo 4 horas adicionales sin producir insulina. De todas formas, no es necesario seguir una dieta keto para hacer ayuno intermitente. 

El ayuno intermitente debe adaptarse a tu rutina diaria, no al revés. Es decir que la mejor hora para hacer ayuno intermitente será la que te resulte más fácil de incorporar a tu estilo de vida. La mayor parte de las horas de ayuno serán de noche, mientras duermes. El resto, puedes distribuirlas entre la mañana y la noche anterior, según tus actividades. 

Agua, elixir de la vida o bebida de la longevidad

Ya sabemos que el cuerpo humano está compuesto en su mayor parte por agua. El agua representa un alto porcentaje del peso corporal. Sin embargo, este porcentaje puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo la edad, el sexo, y la cantidad de tejido adiposo. Los bebés tienen entre un 70% y 80% de agua. A partir de un año, baja a entre el 60% y el 70%. En un cuerpo adulto se mueve entre el 50% y 65%. En la ancianidad el porcentaje de agua en el cuerpo es menor, siendo menos del 50% de media. 

El agua es esencial para la vida y tiene un papel crucial en la salud y la longevidad. Sus funciones son innumerables. El agua es vital para mantenernos hidratados. Cada célula, tejido u órgano necesita agua para funcionar correctamente. El agua ayuda en la digestión y absorción de los alimentos, y previene el estreñimiento. El agua ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo a través de la orina y el sudor. El agua ayuda a regular la temperatura del cuerpo, especialmente durante el ejercicio físico y en climas calurosos. La hidratación adecuada puede mejorar la piel, dándole un aspecto más saludable y juvenil. Beber suficiente agua puede ayudar a prevenir ciertas condiciones de salud, como las infecciones del tracto urinario y los cálculos renales

A medida que envejecemos, nuestra sensación de sed puede volverse más confusa y es entonces cuando la deshidratación puede convertirse en una amenaza. También es una historia similar para los niños. 

La cantidad de agua que cada persona necesita puede variar dependiendo de factores como el clima, el nivel de actividad física, la salud general y la dieta. Conviene consultar cada caso con el o la médica de cabecera. Pero algunas recomendaciones generales, sumando los líquidos del agua, otras bebidas (leche, té,..) y los alimentos (frutas, verduras,...), son las siguientes: 
  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la cantidad diaria de agua recomendada es de 2 ó 2,5 litros al día para las mujeres adultas y entre los 2,5-3 litros para los hombres adultos, bajo condiciones normales de actividad y temperatura. Según la OMS, un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso
  • Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los EE. UU. determinaron que una ingesta diaria adecuada de líquidos debe ser de aproximadamente 3,7 litros al día para los hombres y 2,7 litros al día para las mujeres. 
  • El consejo de beber 8 vasos al día es fácil de recordar y representa un objetivo razonable. Vasos de unos 250 ml o cuarto de litro, unos dos litros diarios. El primer vaso al levantarse por la mañana y otros antes de cualquier comida. En EE.UU. lo definen como la popular regla del 8x8, ocho vasos de ocho onzas (237 ml).
  • En las Zonas Azules beben entre 5 y 12 vasos de agua al día. Es una regla en la comunidad adventista de Loma Linda y un hábito en Okinawa. 
  • Existen diversas APPs para recordar periódicamente a lo largo del día la conveniencia de beber agua. Por ejemplo, WaterMinder,...

Algunos canales YouTube sobre salud y longevidad

Canal Médico Vegano, Dr. Iñigo Martín

Véanse, en el vídeo siguiente, doce tareas o capacidades que, si se mantienen después de los 65 años, indican un envejecimiento exitoso y saludable. Estas habilidades no se conservan por casualidad, sino gracias a hábitos mantenidos durante años. El mantenimiento de estas capacidades distingue a un grupo selecto de personas mayores, demostrando que la pérdida de autonomía no es inevitable. La clave está en la constancia y el cuidado personal.
1. Subir y bajar escaleras: Implica coordinación muscular compleja y salud cardiovascular. Indica independencia física y capacidad de movimiento autónomo. 2. Vida social activa: Estimula la producción de neurotransmisores beneficiosos. Actúa como protección emocional y reduce riesgos de deterioro cognitivo. 3. Cocinar: Ejercita la planificación mental y la coordinación motora. Permite control sobre la nutrición y mantiene la autonomía personal. 4. Memoria social: Fortalece lazos afectivos y demuestra actividad mental. Se puede entrenar y mejorar con práctica constante. 5. Conducir: Requiere coordinación múltiple y reflejos rápidos. Ejercita el cerebro mediante el procesamiento de información compleja. 6. Caminar: Activa todo el cuerpo y mejora la circulación. Indica buen funcionamiento general del organismo. 7. Hacer y llevar compras: Ejercita múltiples grupos musculares. Representa independencia en actividades cotidianas. 8. Adaptación tecnológica: Estimula la memoria y el razonamiento. Mantiene la conexión social y ejercita el cerebro. 9. Buen descanso: Permite la reparación corporal y el equilibrio hormonal. Mejora la memoria y el sistema inmune. 10. Ejercicio suave: Mantiene la flexibilidad y el equilibrio. Reduce riesgos de múltiples condiciones de salud. 11. Lectura: Ejercita múltiples áreas cognitivas. Mantiene la mente ágil y mejora la concentración. 12. Cuidado personal: Refleja bienestar emocional y autoestima. Crea rutinas beneficiosas y estructura diaria.
En definitiva, estas capacidades no son producto del azar, sino de decisiones conscientes y hábitos sostenidos. Se observan en zonas longevas como Okinawa, demostrando que el envejecimiento saludable es posible. Nunca es tarde para comenzar a cultivar estos hábitos, pues el cuerpo responde positivamente a los cambios saludables a cualquier edad.
Canal DocFácil, con consejos de salud y bienestar

En este segundo vídeo, los 8 hábitos o señales coincidentes que se recomiendan son: 1º Ejercicio físico, 2º conexión social, 3º alimentación saludables, 4º mente activa (libros, ajedrez,..), 5º independencia vital, 6ºactitud positiva y agradecida, 7º buen sueño y 8º competencias digitales.
Pareja de ancianos descansando
Otra referencia en vídeos sería Elixir de Juventud, canal de fans del Dr. David Sinclair (ver muchos más posts), pero desde hace un año no publica.

Grapadoras e hijos

La convivencia de padres e hijos es un inevitable encuentro intergeneracional, donde los hábitos de jóvenes no siempre son coincidentes con los de sus predecesores; sólo en la madurez los hijos se parecen a los padres.

Las grapadoras, independientemente de su marca y modelo, se componen de tres elementos: el cuerpo central, las grapas y la pieza que sujeta las grapas, para ponerlas en su posición. Nuestros hijos, ya desde su más temprana edad, descubrieron que era superflua esta última pieza. Sin patentar el sistema, adoptaron una variante llamada “grapar mediante gravedad” que permite grapar siempre y cuando se sitúe la grapadora de tal modo que las grapas no se caigan al suelo.

Esta habilidad les está reservada a ellos y nosotros, sus progenitores, no acabamos de dominar esta sofisticada técnica, de modo que inevitablemente las grapas se nos desparraman por doquier y tampoco logramos encontrar la pieza descartada que ellos tiraron a la basura en la primera ocasión de uso.

Dado que es imposible cambiar, ya lo intentamos sin éxito, a los hijos y que los fabricantes de grapadoras no comercializan algún prototipo que encadene la pieza de sujeción con el cuerpo de la grapadora, sirva esta carta para localizar a alguna familia, cuyos hijos hayan aprendido a grapar con la pieza en cuestión descartando el cuerpo central. Si tal familia existe, rogamos a los padres que se pongan en contacto con nosotros para intercambiar fragmentos complementarios de grapadoras, a fin de conseguir completar alguna de las numerosas grapadoras truncadas que componen nuestro pequeño museo de “grapadoras por gravedad”.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/grapadoras.DOC

La discapacidad como ventaja

Recomendamos un libro: David y Goliat, Desvalidos, inadaptados y el arte de luchar contra gigantes. Su autor es Malcolm Gladwell, un periodista, ensayista y sociólogo canadiense especializado en la relación entre psicología y sociedad; y más, concretamente, entre las formas alternativas de pensar y su relación con el éxito (entendido de una forma muy amplia). 

El resumen del libro podría ser: si sabes utilizar tu desventaja y la conviertes en una ventaja, tienes la victoria en tus manos. La historia nos ha enseñado que en muchas ocasiones un pequeño país puede vencer al poderoso (como Vietnam contra Estados Unidos) innovando para buscar nuevas formas no convencionales de lucha; que muchos líderes y visionarios (como Martin Luther King) provienen de situaciones de desventaja económica y social; y que muchos artistas y pioneros (como los impresionistas) fueron considerados marginados en su época. ¿Debemos replantearnos nuestras nociones sobre lo que constituye una desventaja? ¿De verdad conocemos las reglas que rigen la relación entre el fuerte y el desvalido? Rompiendo los mitos establecidos, Malcolm Gladwell revela que, mientras que el prestigio, el privilegio y la fuerza pueden paralizar, ya sea en el campo de batalla, la política o el mundo laboral, sorprendentemente los débiles vencen más a menudo de lo que se cree, sustituyendo la fuerza por el esfuerzo e ideando maneras nuevas de enfrentarse a los retos.

Comienza hablando del mito de David contra Goliat, aquel combate bíblico entre un gigante y un campesino armado con una honda. Durante siglos, ha sido utilizado como ejemplo de lucha desigual en la que vence el débil... El problema, dice Gladwell, es que es falso. El gigante tenía visión defectuosa, problemas de movilidad y llevaba kilos de metal en su cuerpo a modo de protección. El campesino era un as en lo suyo, el lanzamiento con honda. David sabía que sólo tenía que lanzar la piedra como mejor sabía, sin pelear cuerpo a cuerpo, tal y como quería Goliat.

Sucede algo similar en las guerras y los conflictos armados. Si el débil sigue las reglas del fuerte, pierde. Si se pone “imaginativo”, sus posibilidades aumentan. El ejemplo más claro es la guerra de guerrillas. A lo largo del libro, cuenta historias de batallas desiguales, de transformación de desventajas en ventajas, de equívocos al valorar una situación.. Unas son más interesantes que otras, pero hay que reconocer que Gladwell sabe escribir un ensayo de forma que parece que leas una novela. Sólo por ese placer, merecería la pena. Pero si lo recomiendo en este blog es porque dedica un capítulo a la discapacidad.

Nos presenta a David Boies, un afectado de dislexia convertido en un abogado de éxito. No podía leer bien, le costaba mucho esfuerzo. Sacó la carrera escuchando a los profesores y memorizando sus palabras. En lugar de leer manuales de mil páginas, se servía de guías y resúmenes donde encontraba lo esencial. A la hora de defender al cliente, no daba una avalancha de datos ni utilizaba palabras complicadas. Argumentaba de forma sencilla y directa, y ganaba con frecuencia.

Dice Malcolm Gladwell: “El saber común sostiene que una desventaja es algo que debe evitarse, que se trata de un contratiempo o una dificultad que te coloca en una situación peor de la que tendrías en otro caso. Pero esto no siempre sucede así”.

Habla de las dificultades deseables y pone como ejemplo un clásico test de inteligencia: si un bate y una pelota de béisbol cuestan 1,10 euros y el bate cuesta un dólar más que la pelota, ¿cuánto cuesta la pelota? Si se complica un poco el test (poniendo una letra más difícil de leer, por ejemplo), los resultados mejoran. Cuesta un poco más de esfuerzo, hay que prestar atención, no se responde de forma inmediata... y sale mejor.

Gladwell cita a exitosos hombres de negocios que de jóvenes fueron disléxicos o diagnosticados de trastornos de aprendizaje. Y ofrece una doble posibilidad: “Una es que este grupo de gente sobresaliente ha triunfado a pesar de su discapacidad: son tan inteligentes y creativos que nada ha podido frenarlos. La segunda, más intrigante, es que han triunfado, en cierta medida, precisamente por su enfermedad; en tal caso, remar contra el viento les ha enseñado algo que ha terminado constituyendo una ventaja fundamental”.
Se puede criticar a Gladwell que no escriba un libro riguroso, científico (se acerca a la "ciencia pop"). Es verdad que sus ejemplos no son la norma sino la excepción. Es más un storyteller, un contador de historias… Pero las cuenta muy bien. Esta contra-intuición, la discapacidad como ventaja, es sugerente,... Parece que está en el fundamento de la resiliencia (ver en más posts),... 

Cómo envejecen los humanos con tres hitos: 34, 60 y 78 años

78 años, esa es la edad a la que se considera que una persona es 'vieja', según la ciencia. Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, ha publicado un estudio en la revista 'Nature Medicine' en el que explican a qué edad comienza oficialmente esta etapa4.300 personas de 18 a 95 años participaron del estudio. Según los resultados hay tres etapas respecto a los cambios de las proteínas en el cuerpo: edad adulta, madurez tardía y vejez

Este estudio revela cuándo comienza oficialmente esta etapa y cuáles son sus consecuencias Hay quienes le tienen auténtico pánico a envejecer. Afortunadamente, las cosas han cambiado y la esperanza de vida es mucho más elevada. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los hombres se sitúa en 80,3 años y en las mujeres llega a los 85,7 años. Antes, una persona de 60 años era considerada una anciana. Y esto ahora es impensable. El sentimiento de 'vejez' es muy subjetivo, pero ¿a qué edad se considera científicamente que una persona es 'vieja'? 

Para ello, estudiaron el plasma de 4.000 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 95 años y descubrieron que es a partir de los 78 años cuando se ingresa en la etapa de la vejez en términos biológicos

Hay tres etapas del envejecimiento: Identificaron que, a partir de esa edad, los niveles de ciertas proteínas en el plasma sanguíneo muestran cambios sustanciales que reflejan un proceso de envejecimiento acelerado. A medida que se van cumpliendo años, las proteínas pasan de ser constantes a disminuir lentamente, lo que supone una mayor vulnerabilidad en varios órganos. También identificaron tres etapas distintas en cuanto al proceso de envejecimiento. Entre los 34 y los 60 años, se da lo que se conoce como la edad adulta, donde los cambios biológicos son más leves. De los 60 a los 78 años es la madurez tardía, cuando se incrementa la aparición de signos de envejecimiento. Por último, la tercera etapa, que comienza a los 78 años, se define como la vejez y los cambios físicos y psicológicos se vuelven más evidentes.
 
El estudio se hizo analizando el plasma sanguíneo de ciertas personas. La vejez biológica es algo de lo que no se puede escapar, tarde o temprano llega. Por muchos retoques estéticos que se realicen, el envejecimiento es natural y necesario. Incluso se puede hacer de este pasaje algo óptimo y saludable, como el conocido envejecimiento activo (varios posts) definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

 Las personas pueden envejecer y seguir manteniendo su espíritu joven, pero es una realidad que a medida que la edad avanza las proteínas del cuerpo cambian, el colágeno disminuye y se ve afectado el sistema musculoesquelético. Según los resultados, los primeros síntomas de envejecimiento aparecen a los 34 años. Esto se debe a que en esta edad el ser humano comienza a tener cambios en sus proteínas. 

Tony Wiss-Coray, autor principal de dicha investigación, explicó que: "Medir ciertas proteínas en la sangre puede brindar información sobre el estado de salud de una persona. Las proteínas son los caballos de batalla de las células constituyentes del cuerpo y cuando sus niveles relativos experimentan cambios sustanciales, significa que tú también has cambiado". Según los resultados, los niveles de proteínas sufren cambios relacionados con la edad en 3 momentos de la vida: a los 34, a los 60 y a los 78 años. Los niveles de proteína son constantes, pero en estos puntos comienzan a experimentar los cambios llamados edad adulta, madurez tardía y vejez. La edad adulta se da a los 34 años, donde comienza la etapa de envejecimiento. A los 60 comienza la madurez tardía, donde se manifiesta el deterioro físico, cognitivo y enfermedades relacionadas con la edad. En esta etapa se disminuye la masa ósea y los tejidos se atrofian. La vejez comienza a los 78, cuando los órganos comienzan a fallar.

Cuidar los biorritmos circadianos para una mayor longevidad

Resumen: Respetar, cuidar y mantener nuestros ritmos circadianos a través de hábitos regulares de sueño reparador, alimentación correcta y exposición adecuada a la luz natural podría contribuir a una vida más larga y saludable

Los ritmos circadianos y la longevidad están vinculados de manera interesante. Se ha observado que mantener ritmos circadianos o biorritmos saludables puede influir en la calidad y duración de nuestra vida. Algunas conexiones relevantes: 
  • Sueño y reparación celular: Durante la noche, nuestros ritmos circadianos regulan la liberación de hormonas como la melatonina. Esta hormona no solo nos ayuda a dormir, sino que también está relacionada con la reparación celular y la protección contra el daño del ADN. Un sueño de calidad es la base de la longevidad
  • Metabolismo y alimentación: Los ritmos circadianos afectan a nuestro metabolismo y la forma en que procesamos los alimentos. Comer en momentos adecuados del día y evitar comer tarde en la noche puede tener un impacto positivo en la salud y, por lo tanto, en la longevidad. 
  • Reloj biológico y envejecimiento: A medida que envejecemos, nuestros ritmos circadianos pueden debilitarse. Esto se asocia con una mayor susceptibilidad a enfermedades crónicas y trastornos metabólicos. Mantener un reloj biológico saludable podría ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento. 
  • Exposición a la luz natural: La iluminación durante el día y la oscuridad durante la noche es crucial para mantener nuestros ritmos circadianos en sintonía. La falta de luz natural o la exposición excesiva a la luz artificial pueden afectar negativamente nuestra salud a largo plazo.
Los ritmos circadianos son procesos biológicos internos de nuestro organismo que se repiten con una cadencia temporal de unas 24 horas. Estas variaciones periódicas o ritmos biológicos regulan nuestra actividad metabólica, hormonal y conductual diaria. Funciones corporales tan importantes para la supervivencia como la regulación de la temperatura del cuerpo o el ciclo de sueño-vigilia funcionan en base a estos biorritmos circadianos. 

El núcleo supraquiasmático (NSQ) en el cerebro humano es el principal reloj biológico. Este grupo de aproximadamente 20,000 neuronas sincroniza los ritmos periféricos y estimula la glándula pineal para liberar melatonina. Así, el NSQ (Suprachiasmatic nucleus)  desempeña un papel esencial en nuestros ciclos de sueño y vigilia.

A las necesarias referencias que se emplean para acomodarse al ritmo externo se las conoce con el término alemán zeitgeber, del alemán zeit (tiempo) y geber (sensor). Aunque el principal es la luz, existen otros zeitgebers como el contacto social, el ejercicio, las comidas o el horario laboral.

Lo que caracteriza a este tipo de biorritmos es que son autosostenibles y persistentes, incluso en ausencia de estímulos externos o ambientales. Están genéticamente determinados y no son propiedades exclusivas de los seres humanos, ya que se han encontrado en todo tipo de organismos vivos (desde seres unicelulares hasta mamíferos). Los ritmos circadianos tienen un gran valor adaptativo, ya que cumplen la función de “reloj interno” mediante el cual nuestro organismo modela y construye una representación del tiempo externo, con el que es capaz de establecer un modelo coherente y una concordancia entre los sucesos ambientales y la organización de sus propias funciones biológicas para poder reaccionar a condiciones externas más o menos previsibles.
El reloj biológico es un mecanismo interno (los girasoles giran aunque estén encerrados en un sótano como demostró con la Mimosa Púdica en 1729 el científico francés Jean-Jacques de Mairan) que nos permite tener una orientación temporal y ordenar nuestras actividades orgánicas de acuerdo a ciclos regulares. Controla diversas funciones como las secreciones glandulares, la regulación de la temperatura corporal y el funcionamiento de órganos como el corazón y el cerebro. En términos más específicos, los ritmos circadianos, son los encargados de regular nuestras funciones fisiológicas y adaptarlas a las distintas fases del día y la noche. 

Estos ritmos influyen en: 
  • Patrones de sueño: El reloj biológico ayuda a establecer cuándo debemos dormir y cuándo estar despiertos. La liberación de melatonina, una hormona relacionada con el sueño, está influenciada por estos ritmos. 
  • Comportamiento alimentario: Nuestro apetito y preferencias alimentarias también están vinculados al reloj biológico. Por ejemplo, es común sentir hambre a ciertas horas del día debido a estos ritmos. 
  • Liberación de hormonas: El reloj biológico regula la producción de hormonas como el cortisol, que afecta nuestro estado de alerta y energía durante el día. 
  • Presión arterial: Los ritmos circadianos también influyen en la presión arterial y otros aspectos cardiovasculares. 
Existen estrategias recomendables para sincronizar mejor nuestros biorritmos circadianos y promover un equilibrio saludable. Aquí tienes algunas recomendaciones: 
  • Luz natural: Ayuda a regular el reloj biológico. La luz solar matutina es especialmente beneficiosa para establecer un patrón de sueño-vigilia adecuado. 
  • Horarios consistentes: Conviene mantener horarios regulares para dormir y despertar, incluso los fines de semana. Esto ayuda a que el cuerpo se ajuste a un ritmo constante. 
  • Evitar la luz artificial antes de dormir: La luz azul de dispositivos electrónicos (como teléfonos y computadoras) puede interferir con la producción de melatonina. Hemos de apagar estos dispositivos al menos una hora antes de acostarse. 
  • Controla la alimentación: Intentemos comer a horas regulares y evitar las comidas pesadas poco antes de dormir. La digestión también está relacionada con los ritmos circadianos. 
  • Ejercicio físico: Realizar actividad física durante el día puede ayudar a regular los ritmos circadianos. Sin embargo, ha de evitarse hacer ejercicio intenso justo antes de dormir. 
  • Temperatura ambiente: Mantener una temperatura fresca en tu habitación para favorecer el sueño. El cuerpo tiende a enfriarse durante la noche, lo que está relacionado con los ritmos circadianos. 
  • Suplementos alimenticios: Consultemos siempre con un profesional de la salud antes de usar suplementos podrían ayudar a ajustar los ritmos circadianos, en algunos casos, en especial las vitaminas C y del grupo B, los antioxidantes, los ácidos grasos poliinsaturados, el calcio, el magnesio, el triptófano y la melatonina.
Excelente TED con recomendaciones como comprimir la ventana de alimentación, gafas Blue Blockers o antiazul,... Más posts nuestros sobre biorritmos circadianos.

Podríamos vivir más de 120 años. - Premio Nobel Ramakrishnan

Podríamos vivir más de 120 años. - Premio Nobel Ramakrishnan
Traducción de un gran artículo en el Sunday Times, del 24-3-24 (véase aquí).
"
"Podríamos vivir más de 120 años": el científico que descubre por qué morimos Pocas personas saben más sobre el funcionamiento de la vida humana que Venki Ramakrishnan, biólogo molecular de Cambridge galardonado con el Premio Nobel de Química en 2009. Ahora se plantea la cuestión más profunda de la vida.

La clave de una larga vida no es ningún secreto: comer y dormir bien, hacer algo de ejercicio, evitar que te atropelle un autobús y esperar que cualquier enfermedad hereditaria se salte tus genes. Venki Ramakrishnan, vegetariano que va en bicicleta todos los días a su laboratorio de Cambridge, hace todo esto y, a sus 71 años, se declara "filosófico" sobre su propia muerte. Pero también toma pastillas para la tensión arterial, el colesterol alto y los coágulos sanguíneos (
blood clots): medicamentos mágicos que alargan nuestra vida y que toman millones de personas cada día.

Si al final de sus días le ofrecieran una píldora que, en lugar de prevenir la enfermedad, evitara el proceso de envejecimiento y le concediera diez años más de vida, ¿la tomaría? "Todos estaríamos tentados", afirma Ramakrishnan. "La voluntad de vivir más está profundamente arraigada en cada uno de nosotros". ¿Podría llegar a existir un fármaco así? "Tengo la sensación de que estamos en la cúspide de algo", afirma. ¿Cuánto tiempo podría vivir el ser humano? "No creo que haya ninguna ley científica que impida romper nuestra barrera natural de 120 años más o menos. Pero lo pondría en la misma categoría que ser capaces de colonizar Marte. No hay ninguna ley física que diga que no podemos hacerlo. Pero es muy difícil".

Pocas personas saben más de la vida -y del funcionamiento celular que la impulsa- que Ramakrishnan. Este biólogo molecular ganó el Premio Nobel de Química en 2009 por su trabajo para resolver la estructura del ribosoma, la parte de la célula que lee las instrucciones genéticas y utiliza esa información para fabricar proteínas. El ribosoma es crucial para el funcionamiento de nuestro cuerpo: determina el color de nuestros ojos, hace latir nuestros corazones y hace girar nuestras mentes. Fue un avance asombroso.

Ramakrishnan fue nombrado caballero en 2012, elegido presidente de la Royal Society en 2015 y en la última lista de honores de la Reina Isabel II fue nombrado miembro de la Orden del Mérito, de la que solo hay 24 miembros, entre ellos David Attenborough, el artista David Hockney y el arquitecto Lord Foster of Thames Bank. Tras el éxito que ha supuesto desenterrar los secretos de la vida, Ramakrishnan centra su mirada microscópica en las causas del fin de la vida. Ha escrito
un libro titulado Por qué morimos
.

Los egipcios construyeron las pirámides para preparar a sus faraones para la otra vida; los emperadores chinos fueron enterrados con ejércitos de terracota para defender sus cuerpos hasta el renacimiento. La reencarnación y el karma hindúes, el cielo y el infierno cristianos, el jardín de la paz eterna del Islam: estas doctrinas surgieron porque, como dice Ramakrishnan, "el conocimiento de la muerte es tan aterrador que vivimos la mayor parte de nuestras vidas negándola". Sólo el título de su libro basta para que muchos de nosotros entremos en pánico.

Sin embargo, al debilitarse el control de la religión, ha quedado un vacío en nuestra relación con la muerte. En lugar de sacerdotes y profetas, nos dirigimos cada vez más a un grupo de personas -muchos de ellos hombres ultra ricos- a los que Ramakrishnan llama "mercaderes de la inmortalidad".

Ramakrishnan creció en Vadodara (Gujarat) en el seno de una familia hindú, aunque con dos padres científicos -su padre era bioquímico y su madre psicóloga experimental- tuvo una educación relativamente laica. "Pero como dice el chiste, en las trincheras y en las salas de examen nadie es ateo".

Me reúno con él en el Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de Cambridge, donde trabaja desde hace 25 años. Esta altísima institución, situada en el campus del Hospital Addenbrooke, es la cuna de 12 premios Nobel, entre ellos el de Francis Crick y Jim Watson en 1962 por descubrir la estructura del ADN. El laboratorio y sus 440 científicos pretenden "abordar los principales problemas de la salud y la enfermedad humanas". Pero fuera del mundo de la ciencia académica, los investigadores ya no se conforman con luchar contra las enfermedades, sino que quieren engañar a la propia muerte.

A tan solo 10 kilómetros de donde estamos sentados se encuentra Altos Labs, la empresa biotecnológica de nueva creación más financiada de la historia, con 2.400 millones de libras de inversores como Jeff Bezos, de Amazon, y el multimillonario ruso-israelí Yuri Milner. Las instalaciones, que abrirán sus puertas en Cambridgeshire en 2022, tienen como objetivo detener por completo el proceso de envejecimiento. En la última década se han fundado más de 700 empresas de "vida más larga". La Iniciativa Chan Zuckerberg -creada por el cofundador de Facebook Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan- incluye en su cometido nada menos que curar, prevenir o gestionar todas las enfermedades para finales del siglo XXI. ¿Se trata de una quimera? "Estos multimillonarios de la tecnología a menudo han tenido un éxito muy rápido a una edad temprana", afirma Ramakrishnan. "Tienen la idea de que la vida no es más que un código que hay que piratear. Pero el envejecimiento es muy complejo. Hay una gran exageración en este campo, y gran parte de ella se aprovecha de la ansiedad que sentimos como humanos ante el envejecimiento y la muerte".

Pero en medio de la arrogancia, hay esperanza, afirma. "En los últimos 50 años la biología molecular y la genética han hecho enormes avances en la comprensión de los procesos de envejecimiento". Volviendo al título de su libro, que recuerda a la Parca: ¿Cómo morimos? ¿Qué sabemos ahora de lo que ocurre en nuestras células cuando hacemos ese último giro mortal? La muerte -si se excluyen enfermedades e inconvenientes como ser devorado por un león- es el resultado, en términos sencillos, del envejecimiento. Pero morir de "viejo" parece algo insatisfactorio. ¿Qué ocurre realmente en el interior de sus víctimas para que la vida se detenga sin más? "Se puede pensar en el envejecimiento como una acumulación de daños en nuestras células, su capacidad para funcionar, su capacidad para hablar entre ellas, su capacidad para regenerarse", afirma Ramakrishnan. "El envejecimiento es una acumulación de defectos químicos que hace que estas células empiecen a funcionar mal".

Cuando somos jóvenes, muchas de las células de nuestro cuerpo rejuvenecen de forma natural. Si se dañan, se dividen y la célula madre muere una vez sustituida por su descendiente. Pero uno de los marcadores del envejecimiento es la "senescencia" (posts). Las células senescentes pierden la capacidad de dividirse y poco a poco se van dañando y muriendo. Esto no es un problema al principio. Las células mueren a lo largo de nuestra vida. "Ni siquiera nos damos cuenta. Puedes perder un miembro entero y seguir viviendo. Pero en el momento de la muerte se produce un fallo crítico de los sistemas. Se pierde la capacidad de funcionar coherentemente como individuo". Ramakrishnan cita El sol también sale, de Hemingway, en la que un personaje explica cómo se arruinó: "De dos maneras. Gradualmente, luego de repente". El cuerpo envejece gradualmente, luego muere de forma abrupta".

Desenmarañar los procesos graduales de los repentinos -envejecimiento de la muerte final- es un punto clave de la investigación sobre longevidad. ¿Cuál de estos procesos se debe a una enfermedad -el cáncer o el Alzheimer, por ejemplo, que nos afectan a muchos, pero no a todos- y cuáles son simplemente envejecimiento, que es universal? Para separar estos factores, los científicos creen estar cerca de un gran avance.

Un obstáculo clave es que las fuerzas evolutivas no están preparadas para que vivamos eternamente. "Lo que le importa a la evolución es que te propagues, te reproduzcas y transmitas tus genes", afirma Ramakrishnan. "No hay ningún beneficio, en términos evolutivos, en gastar muchos recursos intentando vivir más". Estas fuerzas, sin embargo, podrían superarse.

Ramakrishnan divide a los súper ricos que buscan la vida eterna en tres categorías: chiflados, misioneros y racionalistas. "Los chiflados tienen ideas realmente extrañas que no tienen ninguna base real en la ciencia actual", afirma. Esto incluye el campo de la criogenia: congelar nuestros cuerpos tras la muerte hasta que la tecnología avance hasta el punto de que podamos volver a la vida. "No hay ni una sola prueba creíble de que la criogenia humana vaya a funcionar nunca". Una vuelta de tuerca a este planteamiento es un plan para cargar el cerebro en un almacenamiento digital basado en la nube, para descargarlo en una nueva forma de vida en una fecha posterior. Sam Altman, director general de OpenAI, está en la lista de espera de la empresa Nectome, de San Francisco, que pretende "respaldar, registrar y guardar" las mentes de sus clientes.
Luego están los misioneros. "Son personas que entienden algo de biología y quieren utilizarla para prolongar la vida en serio", afirma Ramakrishnan. En esta categoría entraría Bryan Johnson (posts), el multimillonario tecnológico de 46 años que saltó a los titulares el año pasado cuando reveló que se había transfundido a sí mismo plasma sanguíneo de su hijo Talmage, de 17 años, en un proceso extrapolado de la técnica conocida como parabiosis, la unión quirúrgica de dos o más cuerpos. Esperaba que esto le diera el corazón de un hombre de 37 años, la piel de uno de 28 y la capacidad pulmonar y la forma física de uno de 18, pero acabó dándole un aspecto un poco espeluznante.

Ramakrishnan se muestra escéptico, y Johnson admite que el procedimiento, que cuesta 2 millones de dólares al año, apenas le reporta beneficios, pero hay estudios que demuestran que la sangre de ratones jóvenes puede prolongar la vida de ratones viejos. Los primeros resultados sugieren que la sangre joven reduce la actividad de los genes que causan inflamación. Aislar factores como éste podría ayudar a crear un tratamiento que ralentice el proceso de envejecimiento, afirma Ramakrishnan.

Sin inmutarse, la siguiente treta de Johnson tiene que ver con la ciencia en torno a los telómeros (posts), las puntas protectoras al final de nuestros cromosomas. A lo largo de nuestra vida, los telómeros se acortan cada vez que las células se dividen, lo que significa que ya no pueden proteger adecuadamente a los cromosomas y las células ya no pueden dividirse y reconstruirse. Una sustancia química del organismo llamada telomerasa permite a algunas células reconstruir los telómeros, lo que potencialmente permite a las células reponerse indefinidamente. Johnson pretende secuestrar este proceso. Sin embargo, también podría aumentar el riesgo de cáncer, ya que la telomerasa permite que las células tumorales se dividan indefinidamente. Ramakrishnan cree que, si se supera este obstáculo, se podrían abordar aspectos clave del proceso de envejecimiento.

Esto nos lleva a los racionalistas, categoría en la que se incluye Ramakrishnan. Este grupo se centra en la lucha contra las enfermedades como forma de alargar nuestra vida. "Para muchas enfermedades - cardiopatías, cáncer, demencia - el riesgo aumenta con la edad. Así que si el envejecimiento es un factor de riesgo común, quizá deberíamos pensar en qué podemos hacer para atajar el envejecimiento, de modo que podamos vivir más sanos".

Ramakrishnan parece estar en forma y sigue yendo de vacaciones de excursión con su mujer, Vera Rosenberry, ilustradora infantil y escritora de Ohio. Pero admite que "a veces da la sensación de que la vida es como estar limitado a una parte cada vez más pequeña de una casa, ya que las puertas de las habitaciones que nos gustaría explorar se van cerrando poco a poco a medida que envejecemos".

Pero, a decir verdad, Ramakrishnan no está interesado en la inmortalidad. Lo que le mueve es centrarse en los procesos celulares y moleculares que rigen el envejecimiento y la enfermedad, con la esperanza de que más personas puedan disfrutar de buena salud hacia el final de sus vidas. Si la búsqueda de la vida eterna nos lleva a esa meta, que así sea. "El libro se titula Por qué morimos, pero también podría llamarse Cómo vivir", afirma.

A sus 71 años, ¿no le tienta la perspectiva de aprovechar los rápidos avances de la ciencia del envejecimiento para alargar su vida y su carrera? Según él, ya vivimos lo suficiente. El peligro de una longevidad cada vez mayor es la creación de una sociedad estancada, en la que los ancianos se aferren a los recursos económicos y las posiciones de influencia. "Me jubilaré el año que viene. Mi laboratorio sigue publicando en buenas revistas. Pero una persona de 35 años podría crear un campo completamente nuevo. Es una cuestión de justicia generacional. Ya vivimos el doble que nuestros antepasados".

De todos los multimillonarios con complejo de dioses que invierten en longevidad, es Bill Gates, con sus mosquiteras contra la malaria y sus campañas de vacunación, por quien Ramakrishnan siente más respeto. "Se pregunta cómo podemos aumentar la esperanza de vida en los países pobres. Lo irónico es que probablemente él esté haciendo más por aumentar la longevidad humana que cualquiera de estos tipos". Así que en lugar de ocupar un valioso espacio en el laboratorio, Ramakrishnan va a aprender idiomas, leer y pasar tiempo visitando a sus hijos y nietos en Estados Unidos. Espera seguir el ejemplo de su padre, que a sus 98 años sigue viviendo de forma bastante independiente.

Como dice Ramakrishnan: "Mientras esperamos a que la vasta empresa gerontológica resuelva el problema de la muerte, podemos disfrutar de la vida en toda su belleza. Cuando nos llegue la hora, podemos adentrarnos en el ocaso con buen talante, sabiendo que hemos tenido la suerte de participar en ese banquete eterno."

El Muro de los 80 Años: 44 ideas para envejecer con dignidad

Hoy repasaremos un libro de lectura obligatoria para personas mayores: El Muro de los 80 Años de Hideki Wada. Reúne 44 micro-lecciones sencillas para no sólo aceptar sino disfrutar de la vejez con sentido, gratitud y alegría. Es pura y valiosa educación intergeneracional para cultivar un activismo cotidiano

En un mundo que teme a la vejez, Hideki Wada escribe con honestidad: la vida después de los 80 puede ser movimiento, deseo, aprendizaje y risa. ‘El Muro de los 80 Años’ no promete remedios milagrosos: propone actitudes pequeñas y valientes para transformar la caída esperada en un nuevo comienzo.

Hideki Wada (和田秀樹) es médico y psiquiatra japonés, especializado en salud mental de personas mayores. A lo largo de décadas de práctica clínica ha tratado a miles de pacientes geriátricos y ha publicado una amplia obra divulgativa sobre envejecimiento, salud mental y calidad de vida, que le ha convertido en una figura muy conocida en Japón. Su trabajo se mueve en el cruce entre la práctica clínica, la divulgación y la crítica social sobre cómo afrontamos la vejez. 

Hideki Wada, nacido el 7 de junio de 1960 en Osaka, Japón, es un psiquiatra especializado en enfermedades mentales en la tercera edad. Con más de 35 años de experiencia, ha tratado a aproximadamente 6.000 pacientes, enfocándose en cómo la mente influye en el proceso de envejecimiento. Estudió en la Escuela de Psiquiatría Karl Menninger en Estados Unidos, lo que le permitió integrar perspectivas occidentales a su práctica japonesa. 

Más allá de la medicina, Wada es un polímata: director de cine, con obras como I Will Never Forgive (2018) y Juken no Shinderera (2007), y colaborador en reseñas cinematográficas para la revista Asahi Weekly entre 2003 y 2005.  Su interés por el cine se entreteje con su trabajo psiquiátrico, usando narrativas para explorar temas de resiliencia y felicidad en la vejez. A los 65 años (en 2025), Wada aboga por llamar a las personas mayores de 70 "personas afortunadas" en lugar de "ancianos", promoviendo una visión positiva del envejecimiento. Su obra refleja esta filosofía, desafiando sistemas médicos que priorizan la restricción sobre la libertad.

El Muro de los 80 Años —título traducido del inglés The 80-Year-Old Wall (o versiones con ese sentido)— llegó al gran público en Japón con un fuerte impacto: desde su aparición se ha señalado que superó las centenas de miles de ejemplares vendidos y se convirtió en un fenómeno de ventas y debate social, porque plantea una mirada optimista y práctica sobre la vida después de los 80 años. El libro recoge consejos directos y observaciones extraídas de la experiencia clínica del autor y ha sido glosado por medios y reseñas en distintos países. 

El libro articula una metáfora central —la “pared” de los 80 años— para hablar del corte o la transformación que muchas sociedades perciben al llegar a edades muy avanzadas. En lugar de entender la vejez como declive inevitable, Hideki Wada propone 44 verdades / consejos (enunciados breves y prácticos) para vivir con mayor bienestar físico, emocional y social más allá de los 80.

Los conceptos principales del libro son: 

  • Movimiento y cuerpo: la importancia de mantenerse activo, caminar y evitar la rigidez.  
  • Actitudes frente a la salud: evitar la medicalización excesiva, priorizar la calidad de vida sobre la obsesión por parámetros fisiológicos y aprender a convivir con ciertas limitaciones.  
  • Autonomía emocional: permitir deseos, cambiar de opinión, elegir con quién pasar el tiempo y conservar la capacidad de disfrutar.  
  • Relación social y sentido: mantener actividades que provoquen alegría, aprendizaje continuo y la práctica de pequeños actos de servicio a otros.  

El tono es directo, con máximas que buscan ser memorables y accionables: no es un ensayo académico sino una guía humana y práctica basada en la clínica. Con citas como: “Camina siempre. No dejes de moverte.” Cuando estés enfadado, respira hondo.” “No hace falta bajar siempre la presión sanguínea o el azúcar a toda costa: el equilibrio es lo que importa.” “La vejez no debe ser la negación de los deseos: no finjas que ya no los tienes.” Aprende siempre. Si dejas de aprender, te sentirás viejo de inmediato.” “Sonríe. Lo bueno suele venir detrás de una sonrisa.” 

Análisis crítico y valor pedagógico:

  • Fortalezas: el libro ofrece consejos prácticos, claros y fáciles de recordar; su origen clínico (experiencia con personas mayores) dota a las máximas de credibilidad y calidez. Además, plantea un enfoque positivo del envejecimiento que puede funcionar muy bien en contextos educativos para sensibilizar sobre la autonomía y la dignidad en la tercera edad.  
  • Limitaciones: algunas recomendaciones son muy generales y rozan el aforismo; el enfoque optimista puede minimizar complejidades sociales o económicas del envejecimiento (por ejemplo, el acceso a cuidados, pensiones o la soledad estructural). Desde una óptica pedagógica conviene usar el libro como punto de partida para debate, no como manual único.  
  • Uso en el aula o en talleres: ideal para sesiones intergeneracionales (jóvenes + mayores), actividades de reflexión personal (cada participante elige 3 máximas que quiere aplicar) y proyectos de educación para la salud que combinen el aprendizaje de hábitos con el análisis crítico de discursos sobre la vejez.

En un mundo donde la longevidad se ha convertido en una realidad cotidiana, especialmente en sociedades como la japonesa, surge un libro que desafía las concepciones tradicionales sobre el envejecimiento. El Muro de los 80 Años (título original en japonés: *80-sai no Kabe*), escrito por el psiquiatra Hideki Wada, se ha posicionado como un fenómeno editorial, con ventas que superan las 500.000 copias desde su publicación. 

Esta obra no es solo un manual de salud, sino un manifiesto por una vejez feliz y liberada de mitos médicos restrictivos. Acompáñame en este análisis profundo, donde exploraremos la vida del autor, un resumen de la obra, citas clave y reflexiones para lectores interesados en literatura y educación gerontológica.

El Muro de los 80 Años aborda el concepto de un "muro" invisible que muchos enfrentan al llegar a los 80: la brecha entre la esperanza de vida total (82 años para hombres y 88 para mujeres en Japón) y la esperanza de vida saludable (72 para hombres y 75 para mujeres). Wada argumenta que este muro no es físico, sino mental y social, impuesto por mitos médicos que fomentan el miedo y la inactividad. En lugar de enfocarse en curar enfermedades, el libro promueve "vivir con ellas" y disfrutar la vida sin excesivas restricciones. 

Estructurado en 44 "verdades" simples pero profundas, el texto es un compendio de consejos prácticos para personas entre 60 y 80 años, con el objetivo de alcanzar los 100 en buena salud y felicidad. Wada critica la sobredependencia de chequeos médicos innecesarios y anima a priorizar el placer: comer lo que se antoje, mantener la curiosidad y rechazar el aislamiento. No es un libro de autoayuda convencional, sino una crítica cultural al envejecimiento "productivo", proponiendo en su lugar un "envejecimiento feliz". Su tono es humorístico, accesible y subversivo, invitando a los lectores a liberarse de estereotipos para una vejez plena.

Algunas de las 44 Verdades para una Vida Afortunada. 

Sobre la Actitud Mental y Emocional:

1. "Sigue caminando." – Enfatiza el movimiento constante para mantener la vitalidad.

2. "Respira profundo cuando sientas ira." – Controla las emociones para preservar la salud mental.

21. "Cuando el auto llega a la montaña, aparece el camino": esta es la frase favorita de los ancianos afortunados. – Promueve la resiliencia ante obstáculos.

Sobre la Salud y los Hábitos Diarios:

10. "No te preocupes por las manchas en la piel." – Ignora preocupaciones estéticas superficiales.

20. "En lugar de luchar contra la enfermedad, aprende a vivir con ella." – Acepta la coexistencia pacífica con afecciones crónicas.

30. "Come lo que te apetezca. Un poco de barriga no te va a matar" – Rechaza dietas estrictas en favor del placer gastronómico.

Sobre Relaciones y Sociedad:

35. "No te preocupes por lo que piensen los demás." – Libérate de juicios externos.

40. "Mantén la curiosidad por lo nuevo." – Explora intereses para evitar el estancamiento.

44. "La felicidad en la vejez viene de la libertad, no de la restricción." – Sintetiza la filosofía central del libro.

Estas citas, extraídas de reseñas y extractos públicos, ilustran cómo Wada transforma la geriatría en una celebración de la vida. Para una lectura completa, recomiendo adquirir el libro, disponible en ediciones japonesas y traducciones internacionales. La obra no solo es literatura inspiradora, sino una herramienta educativa para repensar la vejez en contextos de envejecimiento poblacional. Wada nos recuerda que envejecer no es un límite, sino una oportunidad para la sabiduría y el gozo.

Todas las recomendaciones: 1. Sigue caminando. 2. Cuando estés enojado, respira hondo. 3. Haz suficiente ejercicio para que tu cuerpo no se ponga rígido. 4. Bebe más agua cuando uses el aire acondicionado en verano. 5. Los pañales ayudan a aumentar la movilidad. 6. Cuanto más masticas, más activos se vuelven tu cerebro y tu cuerpo. 7. La pérdida de memoria no se debe a la edad, sino a la falta de uso del cerebro. 8. No hay necesidad de tomar demasiados medicamentos. 9. No hay necesidad de bajar excesivamente la presión arterial ni el azúcar en sangre. 10. Estar solo no es soledad; es pasar tiempo en paz. 11. La pereza no es algo de lo que avergonzarse. 12. No hay necesidad de gastar dinero en un carnet de conducir (hay una campaña en Japón para que las personas mayores devuelvan sus carnets). 13. Haz lo que quieras; no hagas lo que no te gusta. 14. Los deseos naturales persisten incluso en la vejez. 15. En cualquier caso, no te quedes en casa todo el tiempo. 16. Come lo que quieras; un poco de peso extra es mejor. 17. Haz todo con cuidado. 18. No te involucres con gente que no te cae bien. 19. No veas la televisión todo el tiempo. 20. En lugar de luchar contra la enfermedad, aprende a vivir con ella. 21. “Cuando el coche llega a la montaña, aparece el camino”: esta es la frase mágica para la felicidad de las personas mayores. 22. Come fruta fresca y ensaladas23. La hora del baño no debe exceder los 10 minutos. 24. Si no puedes dormir, no te fuerces. 25. Las actividades que te traen alegría aumentan la actividad cerebral. 26. Di lo que sientes; no pienses demasiado. 27. Busca un médico de cabecera lo antes posible. 28. No seas demasiado paciente ni rígido; ser un viejo valiente tampoco está mal29. A veces, cambiar de opinión está bien. 30. En las etapas finales de la vida, la demencia es un regalo de Dios. 31. Si dejas de aprender, envejeces32. No anheles la fama; lo que tienes es suficiente. 33. La inocencia pertenece a los mayores34. Cuanto más difícil es algo, más interesante se vuelve. 35. Tomar el sol trae felicidad36. Haz cosas que beneficien a los demás. 37. Disfruta del día con tranquilidad. 38. El deseo es la clave de la longevidad39. Vive con alegría. 40. Respira con tranquilidad. 41. Los principios de la vida están en tus manos. 42. Acepta todo con paz. 43. Las personas alegres son queridas por todos. 44. Una sonrisa trae buena suerte.