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La familia Bélier, una película polivalente


Si se buscas una comedia divertida, educativa, juvenil e intergeneracional, que hable de la familia, de la diversidad sensorial (y del orgullo de la cultura de la comunidad Sorda), el mejor ejemplo es La familia Bélier, una película polivalente estrenada en 2014. Un matrimonio campesino formado por Rodolphe y Gigi, dos personajes Sordos (con mayúscula) con Paula, una hija oyente, y Quentin, un hijo Sordo. 

Además es francesa, muy francesa, del mundo rural del Pays de la Loire. Y con una música eterna, coral, con un homenaje sublime a Michel Sardou y, en particular, a dos canciones como Je vais t'aimer y Je vole (escuchar en esta versión de Sabri Peralta en español).

La familia Bélier es una comedia dirigida por Eric Lartigau y protagonizada por Louane Emera, una actriz de 19 años finalista de la edición francesa de La Voice (La voz) de 2013. 

Excepcional la interpretación de Louane Emera como Paula Bélier. También destacables las actuaciones de interpretar al profesor de música, Eric Elmosnino,  quien estudió junto a un profesor de piano los gestos que debía integrar para hacer el personaje más creíble. 

Delicioso y cuidado el lenguaje de signos, o mejor, la LENGUA de señas con una gran interpretación de la gran actriz Karin Viard y del humorista belga François Damiens como padres sordos, quienes entrenaron cuatro horas diarias durante casi cinco meses con un profesor sordomudo. 

Un detalle genial del Efecto Pigmalión, es la escena donde el profesor dice a su alumna que cree en su don excepcional, diciéndole (algo así): "Debes dudar de todo y de todos, menos de mi valoración sobre tu talento". Un premiado film para analizar con alumnado joven, con una ficha pedagógica como la de este enlace.

Amor y tristeza en una misma fotografía

Amor en el cementerio: La tumba de James John Regan
Mary McHugh llora la muerte de su prometido James Regan en el Cementerio Nacional de Arlington. Fotografía de John Moore, tomada el 27 de mayo de 2007. Getty Images
 
La mejor fotografía de John Moore en 2007 una mujer afligida hablando frente a una lápida en la Sección 60 del cementerio militar de Arlington. Hablaba en la lápida de mármol, como si quedara mucho por decir. Esta imagen caló profundamente entre los ciudadanos estadounidenses e hizo reflexionar sobre las consecuencias del despliegue de tropas en conflictos internacionales como el de Irak o Afganistán. Gracias a esta foto, Moore obtuvo dos premios, el "Photojournalist of the Year" de la NPPA y el "Magazine Photographer of the Year".

John Moore se encontró con Mary McHugh, sentada junto a una tumba de su prometido James Regan. A principios de 2007, cuando planeaban casarse, pisó una bomba al borde de la carretera en Irak y murió. Hablaron unos minutos porque John Moore había estado en esos mismos lugares de Irak. Un poco más tarde, volví a pasar por el mismo lugar y la encontré tumbada sobre la hierba a los pies de la tumba de su amado, acariciando el frío mármol. Hice unas cuantas tomas y seguí mi camino. Pensé que le gustaría tenerlos como recuerdo de su visita. 
Amor en el cementerio

Otra imagen impactante fotografía de John Moore, premiado con el World Press Photo del Año 2019. Publicada en Getty Images, se titula “Crying Girl on the Border” (“Niña llorando en la frontera”). Obtuvo no sólo el premio estrella del World Press Photo 2019, sino también el primer puesto en la categoría Spot News (Noticias de actualidad).
“Crying Girl on the Border” (“Niña llorando en la frontera”)
Antes de ser premiada, ejerció como símbolo del rechazo a la doctrina Trump de “tolerancia cero” con los migrantes. También sirvió de base a un controvertido fotomontaje (que enfrentaba los lloros de la niña con un Donald Trump displicente) en portada de la revista Time. Sigue una entrevista con John Moore donde explica este último foto-reportaje.

Madres y padres, abuelos y abuelas,... juguetes y mascotas

Antesala de la felicidad
Abuelo (aitxitxe) a punto de regalar un perrito a su nieto.

La antesala de la felicidad, imagen que Banksy tuiteó el 28 de noviembre de 2017 esta foto antigua de 1955 de autoría desconocida y en blanco y negro (aunque la hemos coloreado para este post, y otros la han animado). Describe inmejorablemente una inmediata sorpresa, con un gran regalo o una gran noticia. Su nombre en inglés, "A few seconds before the happiness" (Unos pocos segundos antes de la felicidad).

No importa la calidad de la fotografía, porque representa esos momentos de calma tensa, de ilusión y de esperanza. Momentos que se nos quedan en la retina de nuestra caja del tiempo y de los recuerdos, esos instantes imborrables y mágicos que se conducen a la felicidad.
Un spot navideño de hace un año de una reconocida marca de juguetes.
Un recordatorio de que los progenitores son claves,... y los juguetes también.

Resumen del 2021

En 2021 nos reconocieron a la Familia Agirregabiria como creadores hace 25 años del prototipo de Google Street View con nuestra GetxoWeb de 1996.
Miembros de InTertulia en BiscayTIK en noviembre de 2021
Este año también hemos creado un equipo de InTertulia, una tertulia intergeneracional. Imágenes del 2021, el año de las vacunas COVID
Año de las tres vacunas, en tres lugares diferentes, y casi cinco meses en Alicante. Post en elaboración, que se ampliará en los 3 próximos días.

Yuval Robichek, el ilustrador que dibuja la vida en línea

Leer es un hábito familiar,... por Yuval Robichek
Otras imágenes de Robichek.

Yuval Robichek (no os perdáis su web con esa organización por estaciones), es un genial ilustrador con base en Tel Aviv, ha decidido centrar su producción artística en el lado más realista, cotidiano, complejo y a veces cómico que pueden tener las relaciones. 

Después de estudiar «Humor en las Artes» en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York centra su trabajo en ilustraciones sobre las relaciones humanas, muy a menudo lejos de todos esos retratos llenos de corazones que nos gusta hojear, con una ironía punzante.

No hay ilustradores tan eficaces condensando historias de las relaciones de la pareja o de familia, y esos sentimientos y estados de ánimo relacionados con ellas. Y mucha playa, mar, piscinas,... por su nacimiento en Haifa. Muchos dibujos se centran en todo lo que es bello en el amor, en los abrazos, en compartir momentos y elecciones que, de alguna manera, cambian las vidas.

Sus obras son sumamente simples, pocos trazos y colores planos que, sin embargo, se llenan de profundo significado. Está la separación, esa adicción no siempre sana que se desarrolla entre dos personas que se aman, están las peleas pero también los momentos que nos hacen sentir que todo va a estar bien. 

Las ilustraciones de Yuval Robichek son una muestra de la verdad en la que no es difícil volver a verse y a la que es imposible no dedicar una sonrisa. Lo explica así: La gente debe pensar que mi actitud hacia el amor es negativa, porque dibujo cosas que no van bien, pero las miro desde el punto de vista de un ilustrador: para lograr una buena ilustración tiene que haber un conflicto. Si todo es perfecto, no es lo suficientemente interesante, entonces dibujo pequeños momentos de crisis que ocurren en toda relación", explica.

¿Cómo trabaja Yuval Robichek? «Cuando la inspiración me sorprende, lo primero que hago es dibujar esa idea en blanco y negro sobre el papel. Después, escaneo el dibujo y por último le doy color», explicando su proceso de trabajo«Lo cotidiano somos nosotros, cada minuto, todo el tiempo», explica Robichek. «En mi vida normal presto más atención a lo cotidiano que a las ocasiones especiales». Tampoco falta el agua en sus viñetas. Al fin y al cabo, nació cerca del mar, «forma parte de mí».

 Web oficial: https://www.yuvalrob.com.
Su Instagram, donde Robichek publica diariamente.

Lo mejor y lo peor del paso del tiempo

Lo mejor y lo peor del paso del tiempo
The Risks In Life and the Invertiblity of Time Passing. Painting by Errol Jameson

"Los poetas jóvenes se lamentan del paso del amor; los viejos, del paso del tiempo. La diferencia es sorprendentemente pequeña", señaló el aforista Mason Cooley. Temas eternos para la literatura y la poesía son el amor, el tiempo, la edad, el discurrir de la vida,... 

Estas largas vacaciones de casi cinco meses, los paseos por la playa desde el final de la primavera y hasta el otoño, otorgan tiempo y espacio para algunas deducciones que seguramente serán comunes y compartidas. Hoy recogemos dos ideas sobre el paso del tiempo (the passing of time).

Lo peor del paso del tiempo es la gradualidad, esa leve erosión de nuestras capacidades y talentos, casi imperceptible en el día a día, pero que llega a advertirse a medida que los años van pasando. La naturaleza opera así, con infinitesimales cambios hacia el desorden, una ínfima pérdida que se va acumulando y nos termina alcanzando,... No es vano, Noah Chomsky nos advirtió que ese mecanismo humano de gradualidad es la tercera de las diez estrategias de manipulación mediática en la propaganda y la comunicación (véase en este otro post), imitando un fenómeno habitual de la vida.

Lo mejor del paso del tiempo es su carácter validador, porque nada mejor que el tiempo para verificar la calidad de lo más importante de la vida: El amor, la familia, el trabajo, el legado,... Una pareja puede ser para la eternidad en un día, pero la duración temporal de una relación amorosa o amistosa es un parámetro inmejorable. Lo mismo sucede con nuestras vocaciones o aficiones, con nuestras lealtades y compromisos, con el legado de nuestra vida en forma de personas que nos recordarán: el tiempo es el gran notario de nuestra existencia, del paso de generación en generación.
Lo mejor y lo peor del paso del tiempo

Diálogos intergeneracionales


El muy recomendable canal irlandés de YouTube, Facts, juntó en una interesante conversación a un pequeño Shawn de 7 años y a Des, un señor de 64 años para que conversaran sobre la vida. El resultado es una hermosa conversación en la que no sabrás si llorar de emoción o reír. No sólo el niño tiene mucho que aprender del hombre mayor, también las mentes ingenuas de los más chicos pueden entregarnos una visión muy inspiradora de la vida, tal como lo hizo este pequeño. 

Estas fueron algunas de las preguntas: ¿Qué es lo peor de ser joven? ¿Qué es lo peor de ser mayor? ¿Desearías ser mayor? ¿Desearías ser joven otra vez? ¿Te vas a enamorar? ¿Cómo crees que será? ¿A quién amas en este momento? ¿Tú te enamoraste? ¿Cómo fue? Y al final, cada uno brinda consejos al otro.
Otras conversaciones entre interlocutores con muchos años de diferencia.

Una triste realidad que sucede en demasía

Una triste realidad que sucede en demasía
Una narración anónima que nos ha impactado. Ojalá no retrate ningún caso real

Al final de la tarde fría, recibo una visita inesperada de mis dos hijos. Uno es médico, el otro ingeniero. Ambos exitosos en sus profesiones. Hace menos de una semana sufrí la muerte de mi amada esposa. Todavía me siento abatido por la pérdida que cambió el rumbo y el sentido de la vida para mí.

Sentados en la mesa de la sala de una casa sencilla y simple, donde vivo ahora solo, empezamos a hablar. El tema es sobre mi futuro. Un frío me recorre la espalda. Pronto ellos tratan de convencerme de que lo mejor para mí sería vivir en una residencia para ancianos.

Reacciono,... Argumento que la sombra de la soledad no me asusta y la vejez, mucho menos. Pero mis hijos insisten "preocupados". Lamentan, mientras tanto, que las dependencias de sus amplios apartamentos junto al mar estén ocupadas y por lo tanto yo no pueda estar ni con uno, ni con otro,... Así dicen ellos. Además, ellos y mis nueras viven muy atareados. Así que no podrían verme. Tampoco mis nietos, dado que estudian casi todo el día,...

En mi favor, argumento ya sin mucha convicción que, en ese caso, ellos bien podrían ayudarme a pagar una cuidadora. Frente a mí, el médico y el ingeniero dicen que serían necesarias, en realidad, "tres cuidadoras en tres turnos y todas con papeles". Lo que sería, en tiempos de crisis, una pequeña fortuna al final de cada mes. 

Me niego aceptar la propuesta de vivir en un refugio. Entonces viene otra puñalada: Me piden que venda mi casa. El dinero servirá para pagar los gastos del hogar adonde iré por un buen tiempo, para que nadie se preocupe. Ni ellos, ni yo. "Es la mejor solución para todos",...

Me rindo a los argumentos, sin fuerzas para enfrentar tanta ingratitud y desafecto. Cierro mis labios y no hablo del sacrificio que he hice durante toda mi vida para financiar los estudios de ambos. No digo que dejé de viajar con la familia, de frecuentar restaurantes, de ir a un teatro o cambiar de coche para que nada les faltara a ellos. No valdría la pena alegar tales hechos a esa altura de la conversación. 

De ahí, sin decir una sola palabra, decido juntar mis pertenencias. En poco tiempo, veo toda una vida resumida en dos maletas. Con ellas, me embarco hacia otra realidad, mucho más dura. Un hogar para ancianos, lejos de los hijos y los nietos.

Una triste realidad que sucede en demasía
Hoy, en los brazos de la soledad, reconozco que pude enseñar valores morales a mis hijos. Parece que no transmití a ninguno de ambos una virtud llamada gratitud. La culpa fue nuestra por cuanto siempre le estamos dando lo que quieren o piden, cuando debemos enseñarle que deben "ganárselo". ¿Cómo? Trabajando con esfuerzo, ayudando a limpiar la casa, cocinar, lavar platos,... Para cuando lleguen a adultos sepan que las cosas se consiguen con esfuerzo y sean responsables y agradecidos. Quizá así quieran a sus progenitores por haberle enseñado a ser buenos hijos.

La juventud actual te busca cuando quiere algo, cuando te necesita, pero cómo es lógico existen sus excepciones. La gratitud hay que forjarla, no viene incluida en el corazón de los humanos. 

Pido disculpas por manifestar lo que pienso, pero deben saber que cuando lleguen a ser "viejos" querrán ser bien tratados por sus hijos y nietos. Eso no se consigue con dinero, sino con la bondad sembrada en sus corazones. Habrá padres y madres que están a tiempo de forjar esos sentimientos. Si no, Dios tenga misericordia de las nuevas generaciones. 

Un relato anónimo que circula en Facebook. Algo que quizá sucede en demasía, ,...

Getxoweb y Kodak, una historia entrelazada

También en euskera al final del informativo Gaur Egun de ETB1 de ese mismo día.

Hoy hemos aparecido la familia Agirregabiria de la Sen en el Teleberri, tras unas grabaciones que les envió Aitor y otras que me hicieron en los días precedentes. En la edición bien condensada que ha hecho ETB, no cabía contar la curiosa circunstancia de que Aitor lleva casi dos años trabajando y residiendo en Rochester (New York), ciudad que es la sede de Kodak.

Fueron las cámaras digitales quienes hicieron posible un proyecto familiar como www.getxoweb.com, una aventura nacida hace 25 años en 1996 y que GetxoPhoto ha reconocido, dándole una nueva visibilidad como la que tuvo en su momento

Pero destaca su carácter pionero al poderse relacionar con Google Street View que se creó en mayo de 2007 y solamente para cinco ciudades: San Francisco, Las Vegas, Denver, Miami y New York City. Por Getxo no pasaría hasta 2011, por lo que Getxoweb se adelantó a Google en 15 años en este municipio. 

Kodak es una sorprendente compañía, fundada en 1892, que se llama Eastman Kodak Company, aunque popularmente se conozca solo como Kodak. Desde sus inicios se centraron en el diseño, producción y comercialización de equipamiento fotográfico. Llegó a hacerse líder mundial por sus películas fotográficas. 

El nombre completo se debe a George Eastman, un gran inventor de biografía curiosa que dio paso a esta compañía como la conocemos actualmente. La palabra Kodak fue creada por él y por su madre. La letra K era la favorita de Eastman, y el resto de letras la hacía corta y fácil de pronunciar en casi cualquier idioma. Su primer éxito fueron sus carretes de papel de 1888, sustituyendo a las placas de cristal que se empleaban en fotografía hasta la fecha. 
Getxoweb y Kodak, una historia entrelazada
La primera cámara digital de fotos de la historia la inventó el ingeniero Steve Sasson mientras trabajaba en la compañía norteamericana Kodak. La cámara era algo tosca, con unas dimensiones algo grandes y un aspecto que poco tiene que ver con las actuales cámaras digitales compactas. Tampoco en sus características técnicas era sorprendente, pero supuso toda una revolución en el mundo de la fotografía de esta época. 

El aparatoso dispositivo de Kodak tenía el tamaño de una tostadora doméstica, y pesaba unos 3.6 kg, por lo que no te la podías llevar fácilmente en un pequeño bolso como las de ahora. Pero la tecnología de la época tampoco estaba tan madura y avanzada como la actual para hacer dispositivos más reducidos. En cuanto a su sensor, era un sensor digital de 0.01 MP (megapíxeles), es decir, de una calidad muy inferior a los actuales sensores CMOS. Y ni siquiera era capaz de tomar imágenes en color, solo en blanco y negro. Además de eso, tampoco brillaba por su rapidez, ya que se tomaba 23 segundos en grabar una foto. Sus detalles técnicos no sorprenden a día de hoy, pero su construcción fue todo un reto en la época. 

El propio Steve Sasson tuvo que utilizar una lente de una cámara de vídeo Super 8 de las antiguas y como soporte de grabación una cinta de cassette. Aún faltaban algunos años para la llegada del ordenador personal o PC, no todos contaban con una computadora en la época para poder manipular las imágenes captadas por esta Kodak. Por eso, Steve pensó en usar las cintas de cassette para ver las fotos en los televisores de la época. Las computadoras en esta época eran caras y relegadas solo a grandes corporaciones, por tanto, no eran una opción. 
Getxoweb y Kodak, una historia entrelazada
A pesar de que llegó en 1975, Kodak no registraría la patente hasta 1978. Entonces se transformó de forma oficial y legal en la primera cámara de fotos digital del mundo. Hasta aquí parece una historia normal de cualquier otro invento. Pero lo cierto es que este invento terminaría siendo un auténtico dolor de cabeza para la compañía, más que una bendición. 

Su propio invento se volvería en contra de Kodak y sería un caso paradigmático de fracaso de una empresa líder mundial en su momento. El motivo fue que Kodak no consideró una opción la fotografía digital, y siguió apostando sus recursos a la fotografía analógica hasta bien entrados los años 90. Para entonces, la compañía americana se había quedado muy atrás en comparación con la competencia que ya habían puesto muchos modelos de éxito en el mercado de cámaras digitales. Kodak se daría cuenta tarde de que la apuesta acertada eran las cámaras digitales, y lo que sería un invento pionero en el que deberían haber llevado ventaja fue el problema que los llevó a abandonar parte de su negocio en 2012.

Gratitud por los 25.000 días vividos

Gratitud por los 25.000 días vividos
Hoy, lunes 13 de septiembre de 2021, quien les habla cumple 25.000 días de vida. Mi esposa Carmen cumplirá 24.338 días (llevamos casados 16.089 días y juntos desde hace 17.550 días), nuestros hijos Leire y Aitor habrán vivido 13.969 y 12.884 días respectivamente y nuestros nietos ya han degustado 4.219,  2.756 y 1.376 días de existencia. A quienes nos gusta el sistema decimal siempre celebramos estos milenios de jornadas,... Leire en un mes cumplirá 14.000 días, por ejemplo.

La imagen superior, con algún error, indica a qué equivalen esos 25.000 días: Son 600.000 horas, 36 millones de minutos o 68 años, seis meses y diez días. Un período así requiere, como mínimo, una reflexión y un cambio de estilo de vida para tratar de alcanzar alguna otra cifra redonda, como serían los 30.000 días hacia el primer trimestre de 2034, dentro de trece años y ocho meses y con 84 años (por encima de los 81 años de la actual esperanza de vida de los hombres).
La gratitud convierte lo que ya tenemos en suficiente. Melody Beattie
Una sensación: Gratitud. Por todo lo que la vida nos ha proporcionado, porque basta reconocer lo recibido para sentir felicidad. La gratitud convierte lo que tenemos en suficiente, afirma Melody Beattie. La gratitud lo incluye todo: Los muchos días de felicidad y los otros días de aprendizaje. pero cada día trae su regalo.

Una decisión: Devolución a través del legado y la generosidad. Hacer más por los demás, agradecer ayudando a cumplir los metas de quienes están a nuestro lado. Ayudar. empatizar. solidarizarse para colaborar en la construcción de un futuro más inclusivo, justo y solidario.
Este post se publicará a las 03:00 horas de la madrugada.

GetxoWeb en Yorokobu: la familia vasca que se adelantó a Google Street View

GetxoWeb en Yorokobu: la familia vasca que se adelantó a Google Street View
Enlace a la web oficial de Yorokobu.

Entrevista hoy a Mikel y Aitor Agirregabiria en directo en La Ventana de la SER. Escuchad el podcast oficial.

En su viaje a Inglaterra, Leire Agirregabiria hizo muchas amigas. Tras regresar a su casa, en Getxo, mantuvo su amistad por carta, como solían hacer los jóvenes en los 90. En sus envíos, Leire incluía algunas fotos de las calles y rincones de la localidad realizadas por su propia familia. Así sus amigas inglesas, irlandesas y norteamericanas podían hacerse una idea de cómo era su ciudad.

Su padre, Mikel, y su hermano Aitor, de 9 años por aquel entonces, decidieron ayudar a Leire con las fotos. Se tomaron la labor tan en serio que se reservaron las mañanas de los sábados y de los domingos para recorrerse Getxo de cabo a rabo y realizar así un exhaustivo mapa de la ciudad a través de las fotos de sus calles. Algunas veces Carmen de la Sen, la ama, y la propia Leire se unían a ellos.

Desde 1995 al 98, y salvo que las condiciones meteorológicas se lo impidieran, raro era el fin de semana que Aitor y Mikel no madrugaban para realizar su excursión fotográfica. «Comenzamos por nuestro barrio de Las Arenas-Areeta, seguimos por Romo, Neguri, Algorta y la zona menos urbana de Andramari fue la última», nos cuenta Mikel Agirregabiria. Padre e hijo aprovechaban las primeras horas de los sábados y de los domingos para evitar la presencia de personas.
Fotografiaron para www.getxoweb.com las 338 calles de la localidad, casi todos los cruces urbanos del municipios (de 12 km2), las cinco playas y las, entonces seis (ahora, siete), estaciones de Metro Bilbao en Getxo, También realizaron una selección de los 28 monumentos más reconocibles del municipio.

En total obtuvieron más de 10.000 imágenes para las cuales programaron una web, de nombre, GetxoWeb, y que todavía hoy sigue activa en www.getxoweb.com. «No llegamos a subir a Internet todas esas fotos, ni los aproximadamente veinte mil cruces en HTML, por lo costoso de mantener aquel dominio www.getxoweb.com», explica Mikel Agirregabiria.

Veinticinco años después, esta «pieza de arqueología digital» de la familia Agirregabiria de la Sen recibe un merecido homenaje al formar parte de la agenda de GetxoPhoto 2021, que este año se celebra del 2 al 26 de septiembre en la localidad vizcaína.
Lo de Street View ya lo predijeron los Agirregabiria. El proyecto familiar de los Aguirregabiria de la Sen surgió cuando apenas nadie disponía de internet. De hecho Mikel recuerda que la web apenas tuvo repercusión durante sus primeros años.

«Pasó bastante desapercibida durante años hasta que el recordado alcalde de Getxo, Humberto Cirarda, nos recibió en el Ayuntamiento y nos acompañó en una inolvidable visita. Luego fue apareciendo el caso en la revista local, GetxoBerri, y de ahí hubo un boom de noticias en decenas de medios de comunicación de prensa, radio y televisión».

Mikel reconoce que cuando empezaron con su mapa de Getxo no imaginaban que años más tarde se popularizase una herramienta como la de Google. «Sí existían ciertas imágenes enlazadas de lugares referenciales con sus mapas, calles y cruces emblemáticos. Pero nada tan universal y omnipresente como lo creado por Google en estos 25 años. Desde aquella GetxoWeb de 1995, pasarían diez años antes de aparecer el inicial Google Local en 2005 para unos pocos países».
De ahí su asombro y el de su familia cuando, en 2011, vieron por primera vez imágenes de Getxo en Google Street View: «Pensamos que ya lo habíamos imaginado con más de 15 años de antelación. Por supuesto, con fotos estáticas de calidades propias de las primeras cámaras digitales, con muy poco peso. Utilizamos varios modelos. El último de mejor resolución fue una Fujifilm FinePix 4700 Zoom3».

Una marca de agua llamada Aitor. Dice Mikel que la presencia de Aitor en todas las fotos de Getxoweb fue «por una obligada y triple necesidad». Él mismo explica así las dos primeras: «Ofrecía una perspectiva infantil de Getxo y acreditaba el geoposicionamiento y la autoría de cada imagen».
Porque sí, algunos de los comercios y negocios locales que por aquel entonces hacían sus pinitos en publicidad online no pudieron evitar caer en la tentación y utilizaron alguna que otra foto de GetxoWeb para geolocalizar su establecimiento. «La única “recompensa material” que obtuvimos, por las miles de horas que dedicamos a Getxoweb, fue un corte de pelo gratuito para Aitor por parte de nuestro barbero».

La tercera pata de esta triple necesidad tenía que ver con la seguridad. «Que Aitor apareciese en la foto le daba carácter familiar a las fotos y así nos evitaba conflictos al fotografiar lugares, en aquel tiempo, muy castigados por el terrorismo. Durante las primeras sesiones, casi al amanecer de días festivos con calles vacías, varias patrullas de la Ertzaintza nos preguntaron para qué estábamos fotografiando todos los ángulos de aquellas zonas. Hasta que se acostumbraron y, al reconocernos, nos saludaban al vernos».
Getxo, antes y ahora: Más de dos décadas después de sus primeras fotos para Getxoweb, Mikel y Aitor siguen disparando sus respectivas cámaras. «Siempre hemos sido aficionados a la fotografía y las cámaras Canon. Especialmente Aitor, arquitecto técnico e ingeniero de la construcción y que ha recibido varios premios desde que era muy joven. Algunas de ellas pueden ver en su web aitor.agirregabiria.net y en su Flickr ».

Por su parte, Mikel (de profesión físico teórico) es autor de más de cien mil fotos públicas de Getxo, «con menor valor artístico pero que recogen testimonios cotidianos de la evolución de nuestro municipio», dice. Porque efectivamente Getxo se transformado en todos estos años y estos cambios se ven claramente en las fotos de Mikel y Aitor. El primero se refiere a algunos de ellos con cierta nostalgia: 

«Las fotos del lustro que va del 1995 al 2000, las fotos muestran una sociedad que armonizaba muy bien lo residencial, lo comercial y lo productivo, combinando hogares, comercios y oficinas –incluso pequeñas industrias- de un modo que ha pasado a la historia. Las Arenas y Algorta, especialmente, mantenía una activa vida social todos los días, antes de la irrupción de los grandes centros comerciales que ha desterrado mucho de aquel comercio de cercanía. Muchos de esos locales vacíos se han convertido ahora en pisos a pie de calle».
El recorrido que Getxoweb propone por la historia reciente de la ciudad permite también recuperar algunas curiosidades, como, por ejemplo, la imagen de la primera cabina telefónica «de una compañía alternativa» que se instaló en Getxo.

Los cambios en el Puente Bizkaia entre Getxo y Portugalete, el popularmente conocido Puente Colgante, también son evidentes en las fotos de antes y de ahora: «Ha mutado incluso de color. En 2010 dejo atrás el sempiterno negro alquitrán –que Getxoweb muestra y que lo hacía dilatarse en demasía- por un elegido rojo hematites Somorrostro».
El «bello» paseo surgido en el histórico espigón de Evaristo Churruca en lo que antes era una abandonada campa en barbecho, es otro de las grandes novedades de la ciudad, en opinión de Mikel. Aunque el aita de Getxoweb considera que, en general, los cambios en Getxo han ido a mejor:

«Getxo se ha hecho más amable y humano, ha avanzado notablemente en habitabilidad, alejando el tráfico en calles que se han peatonalizado totalmente o duplicado aceras desde su entrada por Eduardo Coste apartando vehículos para salud y beneficio general. Los paseos y los carriles bici se han multiplicado y han conquistado lo que fueron carreteras ruidosas y contaminantes. Han brotado semáforos y pasos de cebra por doquier. Los parques infantiles y para veteranos se han multiplicado y –aunque con población algo envejecida- se ve mucha infancia correteando por nuestro acogedor municipio».

URL con miles de imágenes: www.getxoweb.com

Más imágenes comparadas en www.flickr.com/search/?text=getxoweb

Non omnis moriar: No moriré del todo

Non omnis moriar: No moriré del todo
Non omnis moriar multaque pars mei vitabit Libitinam: No moriré del todo, y gran parte de mí escapará a Libitina (la muerte).Autor: Quinto Horacio Flaco. Obra: Odas III, 30, 6-7. Decía el poeta Horacio "non omnis moriar", porque sabía que su herencia perviviría ("Exegi monumentum aere perennius" - "Levanté un recuerdo más duradero que el bronce").

Más que interpretar esta cita como una reflexión del autor acerca del más allá ni de la supervivencia del alma. Horacio es un escritor: considera que parte de sí mismo se encuentra en sus obras, y por lo tanto, mientras se conserven y sean leídas, una parte de él se preservará burlando a Libitina (deidad que aquí representa la Muerte). 

En la actualidad, mantiene el sentido de que una parte de nosotros pervive en nuestras obras aunque habitualmente sólo se citan las tres primeras palabras, Non omnis moriar, y ha dejado de estar restringido generalizándose a ámbitos diferentes al literario. 

Mucho siempre queda. No sólo recuerdos. Legados en forma de descendientes, de sangre como hijos y nietos o de educación, o de amistad,... A través de las obras, de los trabajos a lo largo de toda una vida,... De lo que hiciste porque estabas allí, con otras personas o solo cuando hizo falta.

Vida y familia antes de la muerte


¡Qué raro es el ser humano!  Se pelea con los vivos y regala flores a los muertos. Se pasa años sin hablar a un vivo y, cuando muere le hace un homenaje. No tiene tiempo para visitar a un vivo, pero se queda un día entero en un velatorio. No llama, no abraza, no besa, no se porta bien con un vivo, pero se lamenta ante un muerto. Hasta parece que lo mas valioso es la muerte y no la vida. ¿Es raro el ser humano?
  Vida antes de la muerte
Debe ser una melancolía propia del estío,... de un pasado que idealizamos y de un presente que nos inquieta,... Pero el mejor modo de predecir el futuro es construyéndolo,... con solidaridad intergeneracional. Se suma a este sentido algunas lecturas en Twitter o Facebook como la siguiente, que seguro es verídica en muchos casos con pequeñas variaciones circunstanciales. Constata aquello de "A más años, más desengaños".

"Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2 bisnietos y una habitación de 12 m². Ya no tengo mi casa ni mis cosas queridas, pero sí quien me arregla la habitación, me hace la comida y la cama, me toma la tensión y me pesa. Ya no tengo las risas de mis nietos, el verlos crecer, abrazarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días; otros, cada tres o cuatro meses; otros, nunca...

Ya no hago croquetas, ni huevos rellenos, ni rulos de carne picada, ni punto, ni crochet. Aún tengo pasatiempo para hacer sudoku que entretienen algo. No sé cuánto me quedará, pero debo acostumbrarme a esta soledad; voy a terapia ocupacional y ayudo en lo que puedo a quienes están peor que yo, aunque no quiero intimar demasiado. Desaparecen con frecuencia.

Dicen que la vida se alarga cada vez más. ¿Para qué? Cuando estoy sola, puedo mirar las fotos de mi familia y algunos recuerdos de casa que me he traído. Y eso es todo.

Espero que las próximas generaciones vean que la familia se forma para tener un mañana (con los hijos) y devolver a nuestros padres el tiempo que nos regalaron al criarnos. "Cuidad de quien ya cuidó de nosotros, es la mayor de las honras."

Atentamente: Tu Madre, Tu Abuela, o Quizás Tú o Yo, en un futuro"...

Abuelas y abuelos para grandes literatos

Para celebrar el 26 de julio, Día de los Abuelos y Abuelas
La nieta del Señor Linh
Si hay un tipo de literatura que dedique especial cariño a la figura de los abuelos
 (necesitamos el concepto de abuelidad) y que mantenga un vínculo profundo y poético con ellos, esa es la Literatura Infantil y Juvenil. Y, si hay un abuelo conocido y reconocido dentro de ésta, ese es Don Nicolás, el abuelo de Manolito Gafotas. Y no es de extrañar tal reconocimiento porque, como diría el propio Manolito, el abuelo Nicolás “mola, mola mucho, mola un pegote”.

Elvira Lindo construye una relación marcada por el afecto y el cariño entre ambos personajes. Sentimientos que se van afianzando conforme los títulos sobre la vida de Manolito proliferan. El abuelo dejó el pueblo para mudarse a Carabanchel Alto con el resto de la familia y, desde entonces, él y Manolito— y cuando se le permite también El Imbécil—, son inseparables. Manolito admira a su abuelo porque es un hombre que sabe mucho. A veces Don Nicolás se encarga de recoger las notas de su nieto en el colegio, y sabemos que las notas pueden ser un conflicto para Manolito, pero no pasa nada, lo importante es que siempre tiene la confianza de contarle los problemas a su abuelo, a su “súperabuelo”. 

El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía ni leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo”. Con estas palabras comenzaba José Saramago su discurso por el Premio Nobel de Literatura en 1998. El hombre más sabio a quien había conocido el escritor no fue otro que su abuelo Jerónimo. Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha, abuelos maternos del autor portugués, se convirtieron en dos figuras fundamentales en su vida y en su obra. Las palabras del nobel son un homenaje a sus abuelos y a su infancia junto a ellos en Azinhaga. En su discurso recuerda las historias que su abuelo Jerónimo le contaba en las noches de verano: “Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba”. El tiempo que el escritor pasó en Azinhaga afloró en su escritura años más tarde, cuando materializó los recuerdos que guardaba de sus abuelos: la consciencia de Jerónimo y Josefa, su cotidianidad y las costumbres de su hogar, en las historias de sus novelas. Al escribir sobre ellos, de alguna forma, logró inmortalizar parte de su vida. Logró transformar a “personas comunes en personajes literarios” y esa fue la manera que tuvo “de no olvidarlos, dibujando y volviendo a dibujar sus rostros con el lápiz siempre cambiante del recuerdo”. 

No fue el único premio nobel influenciado por sus abuelos maternos. Para Gabriel García Márquez la presencia de Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, abuelos con quienes vivió durante su infancia, fue la base que años más tarde sostendría parte de su escritura y, más aún, de su forma de entender el oficio. En Vivir para contarla explica su relación con Tranquilina y lo influyente que fue para él: “Me contaba las cosas más atroces sin conmoverse, como si fuera una cosa que acababa de ver. Descubrí que esa manera imperturbable y esa riqueza de imágenes era lo que más contribuía a la verisimilitud de sus historias. Usando el mismo método de mi abuela, escribí Cien años de soledad”. 

Esas “cosas atroces” tenían que ver con el hecho de que para Tranquilina Iguarán la frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se representaba ambigua, confusa. María Mercedes Montoya señala en su estudio sobre la infancia del escritor que, durante el día, para Gabo “el mundo mágico de la abuela Tranquilina era fascinante, vivía dentro de él, era su mundo propio. Pero en la noche le causaba terror, sobre todo cuando la abuela lo inmovilizaba en una silla —a los cinco años de edad—y lo asustaba con los muertos que andaban por allí”, por su casa. Los muertos eran sus familiares, antecesores como su tía Petra o su tía Margarita Márquez, a quien tomaría como “base real de Remedios Moscote en Cien años de soledad”. Su abuelo Nicolás Márquez también fue muy influyente en su obra: las historias sobre su participación en una de las guerras civiles del Caribe sirvieron de inspiración para la obra magna del escritor colombiano y para construir el personaje del coronel Aureliano Buendía.
Para concluir, entre otras una recomendación de lectura con cuya representación iniciamos este post: La nieta del Señor Linh, de Philippe Claudel. Se lee muy rápidamente en este PDF, por ejemplo. Todo un relato sobre el poder de la familia, el valor vital de una nieta para su abuelo (cinco años extra de vida cuidar de nietos), la fortaleza familiar y de amistad (esa familia extendida que necesitan nuestras sociedades) que se puede tejer incluso en las situaciones más dramáticas.

Un breve resumen sería: Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, un anciano desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra (Vietnam, parece) que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu, que en su idioma significa «Mañana dulce» una niña tranquila que duerme siempre que el abuelo tararee su nana, la melodía que han cantado durante generaciones las mujeres de la familia. Instalado en un piso de acogida, el Señor Linh sólo se preocupa por su nieta, su única razón de existir hasta que conoce al Señor Bark (necesitamos muchos como este personaje), un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente. 

Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que hablan distintas lenguas, pero que son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos. Ambos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo. Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor. Tras el enorme éxito de Almas grisesPhilippe Claudel ha vuelto a causar un gran impacto con esta exquisita fábula sobre el exilio y la soledad, o lo que es lo mismo, la lucha por preservar la identidad.