Borrador de un MANIFIESTO POR UNA TECNOLOGÍA HUMANISTA. Hacia una Inteligencia Artificial ética, solidaria y al servicio del bien común PREÁMBULO
Vivimos una encrucijada histórica. La tecnología, y en particular la inteligencia artificial (IA), ha dejado de ser una herramienta neutral para convertirse en una fuerza transformadora de todos los ámbitos de la vida: la educación, la política, el trabajo, la cultura, la salud. Como toda fuerza poderosa, puede construir o destruir, emancipar o esclavizar, humanizar o deshumanizar.
Por eso, frente a una visión tecnocrática o puramente mercantilista del desarrollo tecnológico, proclamamos la urgencia de una Tecnología Humanista: una tecnología centrada en la dignidad humana, en los derechos fundamentales, en el bien común y en la sostenibilidad del planeta.
1. UNA TECNOLOGÍA QUE POTENCIE LA EDUCACIÓN LIBERADORA
La IA no debe suplantar al educador ni automatizar el pensamiento, sino ampliar las capacidades humanas para el aprendizaje crítico, ético y creativo. Como escribió Paulo Freire, “La educación no cambia el mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo.”
La IA ha de ser aliada de este cambio: fomentando la equidad en el acceso al conocimiento, personalizando el aprendizaje sin anular la libertad, y combatiendo la brecha digital como una nueva forma de exclusión.
Referencias clave: Paulo Freire, Pedagogía del oprimido. Neil Selwyn, Should Robots Replace Teachers? Audrey Watters, Teaching Machines.
2. UNA TECNOLOGÍA PARA LA DEMOCRACIA Y NO PARA LA DOMINACIÓN
En el ámbito político, la IA puede facilitar una participación más informada, abierta y deliberativa. Pero también puede ser usada para manipular, vigilar y controlar a las poblaciones, como advierte Shoshana Zuboff en La era del capitalismo de la vigilancia: “Lo que se ofrece como personalización es en realidad una forma de control.”
Defendemos un uso democrático de la IA, con algoritmos transparentes, auditables, explicables, y bajo control ciudadano. La gobernanza de los sistemas inteligentes debe ser plural, pública y ética.
Referencias clave: Shoshana Zuboff, The Age of Surveillance Capitalism (post). Cathy O'Neil, Weapons of Math Destruction. Evgeny Morozov, To Save Everything, Click Here.
3. UNA TECNOLOGÍA CONSCIENTE DE LOS LÍMITES Y LA TIERRA
Toda tecnología debe someterse a los límites ecológicos del planeta. La IA, con su demanda energética y su dependencia de minerales escasos, plantea serios retos ambientales. Inspirados por pensadores como Ivan Illich y Bruno Latour, afirmamos que no hay justicia tecnológica sin justicia ecológica. “La tecnología sin ética es una forma moderna de barbarie.” Adela Cortina.
Referencias clave: Bruno Latour, Dónde aterrizar: Cómo orientarse en política (pronto post). Kate Crawford, Atlas of AI. Adela Cortina, Ética cosmopolita.
4. UNA TECNOLOGÍA CON ALMA, NO CON ALGORITMO
La Tecnología Humanista reconoce que no todo lo valioso es cuantificable, ni toda decisión puede ser automatizada. El juicio humano, la empatía, la memoria cultural y el sentido del misterio deben seguir siendo centrales. Como recuerda Byung-Chul Han: “La sociedad del algoritmo elimina el azar, la sorpresa, el encuentro.”
Frente al determinismo tecnológico, defendemos la pluralidad de saberes, la poética de lo impredecible y la ética de la compasión.
Referencias clave: Byung-Chul Han, Infocracia, La expulsión de lo distinto (posts). Martha Nussbaum, Sin fines de lucro. Simone Weil, La gravedad y la gracia.
5. UN LLAMAMIENTO A LA RESPONSABILIDAD Y LA IMAGINACIÓN COLECTIVA
Este manifiesto no es una llamada a frenar la tecnología, sino a reimaginarla desde valores humanos universales: la justicia, la libertad, la solidaridad, el respeto por la vida y por las generaciones futuras.
Pedimos a los desarrolladores, legisladores, educadores, ciudadanos y científicas que se comprometan a: 1) Formular códigos éticos vinculantes para el desarrollo de la IA. 2) Garantizar la inclusión y la diversidad en todos los niveles de diseño e implementación tecnológica. 3) Promover una alfabetización digital crítica desde la infancia. 4)Establecer organismos públicos de control algorítmico democrático. 5) Fomentar una ciencia abierta, cooperativa y orientada al bien común.
EPÍLOGO
La tecnología no es destino: es decisión.
La IA no es un sujeto moral: somos nosotros.
Como ciudadanos del siglo XXI, tenemos el deber de orientar el desarrollo tecnológico hacia el florecimiento humano. Que la inteligencia no desplace al alma, ni la eficiencia a la justicia. “El futuro no es un lugar al que vamos, sino uno que estamos construyendo. Y el camino para construirlo cambia tanto el destino como a los que caminan.” John Schaar.
Por una tecnología al servicio de la vida,
Por una inteligencia que no renuncie a la sabiduría,
Por un mañana digno, solidario e inclusivo para todos y todas.
Firmamos, [Espacio para adhesiones individuales o institucionales]