- Seré breve: Ven.
- ¿Y si fuera amor?
- El cielo a tus pies.
- Vos sos mi utopía.
- Mírame. Alcanzará.
- Suéltame el corazón.
- Faltas y todo me sobra.
- Te vi y dije: De aquí soy.
- Lo que sea, pero contigo.
- Bésame, luego te explico.
- Sin poesía no hay ciudad.
- Existo cuando pienso en ti.
- Mi color preferido es verte.
- La piel es de quien la eriza.
- Hasta olvidarte sería injusto.
- Eres tú: ¿Cómo no quererte?
- Ámame porque sí y sin peros.
- A besos entiendo, a veces no.
- Y soñar, verte los ojos y volar.
- Todo contigo o nada con nadie.
- Hazme el amor, pero de tu vida.
- Contigo hasta el último suspiro.
- No respires amor sin respirarme.
- Porque el beso define la historia.
- Háblame, solo para hacerme real.
- Yo me fui, pero mi amor insiste,...
- Eres un lento asesinato de ternura.
- Nunca se llega tarde al gran amor.
- Antes de rendirnos fuimos eternos.
- Dime dónde y nos perdemos juntos.
- La sonrisa es mía, el motivo eres tú.
- Yo sí creo en el amor a primera risa.
- El mundo se detiene cuando te beso.
- Sí puedo vivir sin ti, pero no quiero.
- Guardo en mis ojos tu última mirada.
- Es tan lindo saber que usted existe,...
- Piérdete en mí, y quizá te encuentres.
- Un amor conocerte, placer de mi vida.
- Todo lo que quiero en una palabra: Tú.
- No me desees buenas noches, dámelas.
- Decir tu nombre es deletrear mi destino.
- ¡Qué bonito detalle tuyo, ese de existir!
- Eres la casualidad más linda de mi vida.
- Díganle que me enamora cuando sonríe.
- No estamos distantes, estamos distintos.
- Que el amor valga la alegría, no la pena.
- Ojalá que tu adiós esté lleno de regresos.
- ¿Habrá algo más lindo que verte sonreír?
- Si no tardas mucho te espero toda la vida.
- Tu recuerdo es el pasaporte de mis viajes.
- No te quedes con ganas, quédate conmigo.
- Lo bonito no son los ojos, son las miradas.
- Acepta el milagro de habernos encontrado.
- Vámonos lejos, perdamos nuestros miedos.
- A pesar de los pronósticos de olvido,... estás.
- Mi fantasía textual es que me comas y punto.
- Nunca fuimos nada, pero siempre hubo algo.
- Adoro todo lo que no es mío: tú por ejemplo.
- Ten un buen día, tú, que leíste esto sin querer.
- Se acercan tiempos difíciles: Amar es urgente.
- Pudo haber sido lindo, pero lo hiciste perfecto.
- Quiero ser en tu vida algo más que un instante.
- Me senté a esperar por ti, pero llegaron por mí.
- Es en tus labios donde desembocan mis sueños.
- Te amo, pero no es para tanto,... Es para siempre.
- Habernos encontrado,... Ahora a corregir el destino.
- Fuiste, eres y siempre serás mi más bonita casualidad.
- Tal vez sólo fue un capítulo del libro que pudimos ser.
- Toda gran historia de amor comienza con una sonrisa.
- Iba a decir que me gustas,... y se me adelantó una sonrisa.
- Me dijiste "haz lo que quieras". Y aquí estoy, queriéndote.
- Si para el mundo no eres nadie, para mí eres todo el mundo.
- Si te volviera a conocer, volverías a gustarme indudablemente.
- Nunca fui tan millonario como cuando te tuve entre mis brazos.
- Sigues siendo lo primero que pienso cuando me piden un deseo.
- Mientras podamos ver la misma luna, nunca vamos a estar separados.
- Hay muchas formas de ser feliz. A mí la que más me gusta es estar contigo.
- Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
- Nadie es tan rico que no necesita una sonrisa, ni nadie es tan pobre para no darla.
- No sé ni cómo, ni cuándo, pero si va ser será... en su momento. Y será.
- Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba con la rutina: Es mortal.
- Gracias por los amores vividos, perdidos, soñados, amados,...
- No se puede ser fuerte con alguien que es tu debilidad.
- Yo hago lo imposible,... Lo posible lo hace cualquiera.
- Hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida.
- Yo tampoco sé como vivir,... Estoy improvisando.
- Si no te gusta el mundo al derecho, ponte ɐl ɹәʌәs.
- Cuidado con los miedos, les encanta robar sueños.
- A puntadas de dolor cosí la pena de estos versos.
- Ya comprendo la verdad, ahora a buscar la vida.
- Si me emociona pensarlo, imagínate hacerlo,...
- No cuentes tus días. Haz que tus días cuenten.
- Con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
- Te amaré hasta que π se quede sin decimales.
- Fuimos un cuento breve que leeré mil veces.
- La poesía no necesita adeptos, sino amantes.
- Cuántas cosas perdemos por miedo a perder.
- Condenados a amar lo que otros ojos aman.
- Dormir temprano para soñarte más tiempo.
- Escribo esta pared. Es mi forma de tocarte.
- No mires hacia atrás. Suele bastar con eso.
- No sabía qué ponerme,... Y me puse feliz.
- Es la hora perfecta para comenzar a soñar.
- Equivoquémonos,... el desamor no existe.
- Somos una casualidad llena de intención.
- Solo está derrotado quien deja de soñar.
- Me encontré con tu recuerdo. No dolió.
- Naciste para ser real, no perfecta.
- Que el amor nos salve de la vida.
- ¿Por qué callar si nací gritando?
- No vales la pena. Lo vales todo.
- ¡Solos,... al fin! Al fin, somos.
- Estamos a nada de serlo todo.
- ¿Qué eramos antes del amor?
- Te invito a sonreír. Yo pago.
- Ten el valor de equivocarte.
- El arte nace con tu mirada.
- Ayúdame a no pedir ayuda.
- Queda mucho por sentir.
- Dios está en los detalles.
- Tú existes, pero ¿vives?
- Salir ilesos del amor.
- Duerme, sueña, haz.
- Hoy llueve poesía.
- Sucederás, lo sé.
#AcciónPoética, pintando amor, futuro y esperanza
Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos
Hay un período / cuando los padres / quedamos huérfanos / de nuestros hijos.
Es que los niños crecen independientemente de nosotros, / como árboles murmurantes / y pájaros imprudentes.
Crecen / sin pedir permiso a la vida. / Crecen / con una estridencia alegre / y, a veces, / con alardeada arrogancia. / Pero / no crecen todos los días, / crecen de repente.
Un día se sientan cerca de ti / y con una naturalidad increíble / te dicen cualquier cosa / que te indica que / esa criatura de pañales, / ¡ya creció!
¿Cuándo creció / que no lo percibiste?
¿Dónde quedaron / las fiestas infantiles, / el juego en la arena, / los cumpleaños con payasos?
El niño crece / en un ritual de / obediencia orgánica / y desobediencia civil.
Ahora estás allí, / en la puerta / de la discoteca / esperando no sólo que no crezca, / sino que aparezca.
Allí están / muchos padres al volante / esperando que salgan.
Y allí están / nuestros hijos, / entre hamburguesas y gaseosas.
Con el uniforme / de su generación / y sus incómodas / y pesadas mochilas / en los hombros.
Allá estamos nosotros, / con los cabellos canos.
Y esos son / nuestros hijos, / los que amamos / a pesar / de los golpes de los vientos, / de las escasas cosechas de paz, / de las malas noticias / y la dictadura de las horas.
Ellos crecieron amaestrados, / observando y aprendiendo / con nuestros errores / y nuestros aciertos.
Principalmente / con los errores / que esperamos no se repitan.
Hay un periodo / en que los padres / vamos quedando / huérfanos de los hijos.
Ya no los buscaremos más / en las puertas de las discotecas / y del cine.
Pasó el tiempo del piano, / el fútbol, / el ballet, / la natación.
Salieron del asiento de atrás / y pasaron / al volante de sus propias vidas.
El secreto es esperar. / En cualquier momento / nos darán nietos.
Alexa vs Google Home: ¿Cuál es el mejor asistente virtual?
"Especial para mayores de 50 Primaveras”, de Harold Schlumberg
Un lento despertar
Quizá fue aquel rayo de luz, propio de un sol de mediodía, a finales del mes de junio. Desde aquella pupila que apenas veía el mundo exterior, llegó al fondo del tuétano y le despertó. Fue un lento proceso que duró tres días, pero una transformación vertiginosa para aquel ser humano al muchos médicos daban por muerto en el mundo consciente.
Primero fueron las sensaciones, como la luz cegadora que le obligó a cerrar los ojos. Luego el ruido del entorno y el olor a tierra mojada. Más tarde, la visión de quienes le rodeaban, todos vestidos de blanco, los viejos y los jóvenes. Durante años había padecido frío, poco o mucho frío, pero siempre frío. Aunque ahora la brisa era templada y tranquilizante. Tampoco le dolía nada, no sentía ninguna de aquellas magulladuras que durante tanto tiempo le habían acompañado.
Más tarde, quizá al día siguiente, llegaron las palabras. No eran las que escuchaba provenientes del exterior, aunque aquel galimatías -del que hacía tiempo se había desentendido- empezaba a serle inteligible. Fueron las voces interiores, las que le susurraron nuevas emociones. Musitó “padre”, y los ojos se le humedecieron con alguna olvidada remembranza. Luego, surgió “madre”, y las lágrimas le anegaron el rostro. No entendía muy bien el porqué de la fuerza de aquellos mensajes vocalizados. También susurró “sol”, “luna”, “aire”, “agua”, “pan”,… y llegó a mascullar otras que le dolieron por dentro cuando se las repetía, una y otra vez, “ido”, “idiota”, “loco”,…
Por último, aparecieron los recuerdos. Eran memoria de tiempos muy lejanos, de su desvanecida infancia. Jugando en alguna playa, saltando sobre las olas, merendando con sus padres,… Poco a poco, desde la neblina del olvido, fue asomándose otra figura querida. Alguien a quien amó, desde que ambos eran niños. Alguien a quien perdió, cuando ella se hizo mujer, cuando ella le rechazó y lo abandonó. Entonces llegó a comprender lo que le había llevado hasta aquel hospital mental. Ya no le dolía tanto,… Seguramente tantos años de demencia habían borrado, en parte, la herida.
También adivinó que no sólo había sido aquel rayo de sol lo que le había devuelto la cordura. Había sido la música que se escuchaba en el jardín del sanatorio, puesta por alguna desconocida mano caritativa. Alguien, con sabia intención, le había cuchicheado al oído: “La buena música borra los malos recuerdos”. Hasta se dijo a sí mismo, en pleno proceso de recuperación: “Una bella teoría, tan útil como incierta”.
Se propuso comunicar a los demás su mejoría. Debía superar la prueba del tribunal médico y salir a buscar a aquella amada que apartó sus vidas. Tenía que decirle “algo”, si llegaba a encontrarla… Cuando se convirtió en un hombre con un plan, un brillo en su mirada delató su recobrada inteligencia… y su decidida resolución. Sin él advertirlo, una leve sonrisa apareció en su cara. La primera expresión de felicidad en más de una década… (Quizá continúe.)
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/despertar.DOC
"La tecnología revoluciona la Silver Economy" con Iñaki Bartolomé
Vuelos atrevidos, como pasar por debajo de la Torre Eiffel
El arte de educar
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/pigmalión.DOC
Mezcolanza de pasado, presente y futuro para la felicidad
Sin gratos recuerdos, aunque sean contados, mal planificaremos cada día, porque uno de los objetivos cotidianos es sumar experiencias y encuentros felices que siempre nos acompañarán en la memoria. El futuro requiere esfuerzos constantes y cada jornada debe construir una ruta hacia ese destino buscado, más aún sabiendo que el proceso es más determinante que la meta.
Los mayores acostumbramos a abusar de la dosis de pasado, los jóvenes exageran quizá la tasa de futuro y solamente los niños ajustan bien que la felicidad y la alegría es, ante todo, presente.
Demasiado pasado en el cóctel diario agriará el día con melancolía y demasiado futuro eclipsará la jornada con retardos de ilusiones que, quizá, nunca vivamos. Sólo tenemos el presente, el hoy,... en términos de felicidad. El pasado es historia, el futuro un misterio, y cada instante -como ahora- es un regalo. Es por eso que a este momento se le llama presente. El presente es el tiempo más determinante.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, señaló Pablo Neruda en su poesía. Pero podemos seguir siendo felices. Simplemente, seamos generosos y disfrutemos siéndolo. Si estamos presentes, o mientras lo estemos, no tenemos ninguna necesidad de esperar.
Prometamos vivir plenamente cada escurridizo instante y tratar e interactuar con todos los seres con esa doble mirada de admiración infantil y compasión sabia. Un proverbio irlandés dice: “Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it”, es decir, "La vida es como una taza de té, todo depende de cómo la hagas",...
"En tres palabras puedo resumir todo lo que he aprendido sobre la vida: sigue hacia adelante".
— literland (@literlandweb1) August 3, 2021
Robert Frost
📷Pentti Sammallahti pic.twitter.com/5dbnLBT3DS
Curiosidad Radical. En la órbita de Richard Buckminster Fuller
Desde hoy, 4 de abril de 2021 se puede visitar presencial y virtualmente la exposición ‘Curiosidad Radical. En la órbita de Buckminster Fuller’ de manera gratuita hasta el 18 de abril de 2021, en la tercera planta de Espacio Fundación Telefónica (Madrid). Noticia recibida vía Twitter, véase al final del post, gracias a este tuit de nuestro amigo Javier del Monte.
Conocido por algunos como el Leonardo Da Vinci del Siglo XX, Richard Buckminster Fuller (Milton, 1895- Los Ángeles, 1983) dedicó su vida a concebir un mundo que funcionase para el 100% de la humanidad “en el menor tiempo posible mediante la cooperación espontánea, sin perjuicio ecológico o desventaja para nadie”. Investigador inclasificable, Fuller generó un cuerpo de trabajo inabarcable que anticipó con una lucidez sorprendente los desafíos del siglo XXI.
Desde la movilidad y la vivienda, hasta la educación y el uso de datos masivos, su pensamiento se anticipó varias décadas a cuestiones como la emergencia climática, los retos habitacionales en las grandes ciudades o la necesidad de repensar la formación académica. Conceptos tan actuales como la visualización de datos, la sostenibilidad o la biomimética hunden sus raíces en este pensador nacido en el siglo XIX.
Esta muestra, comisariada por Rosa Pera y José Luis de Vicente, presenta una mirada a su figura desde la realidad del año 2020, un momento convulso e incierto en el que atravesamos crisis sistémicas sobre las que “Bucky” ya pensó durante más de sesenta años. La exposición reúne los principales trabajos de Fuller en diálogo con propuestas de creadores contemporáneos que han orbitado alrededor de sus ideas, como los arquitectos Abeer Seikaly, Norman Foster y Chuck Hoberman, los diseñadores Neri Oxman y Joris Laarman o los artistas Olafur Eliasson, Ruth Asawa y Tomáš Libertíny.
Si bien el gran icono de Fuller, y el símbolo más reconocible de toda su producción, es la cúpula geodésica -ampliamente representada en la muestra- su verdadero legado no se asienta tanto en sus logros materiales como en su capacidad para inspirar nuevas ideas. La revolución, según Fuller, debía venir del diseño y la invención. “Mis ideas han emergido por emergencia. Cuando la desesperación las hace necesarias, son aceptadas” dijo. La exposición propone un repaso por esas ideas, cuando parecen más necesarias que nunca.
Prototipo de automóvil Dymaxion diseñado por Buckminster Fuller en 1933. Bucky partió de la observación de la naturaleza, concretamente del movimiento de los peces y de su manera de impulsarse gracias a una aleta trasera, para darle un perfil con forma de lágrima que lo hacía aerodinámicamente muy eficiente y le permitía funcionar por tracción trasera. Esta característica le confería una gran maniobrabilidad (podía girar 180º sobre sí mismo), pero hacía difícil su conducción (el manejo era menos intuitivo, al ser inverso al de los vehículos convencionales).
Además, con sus seis metros de longitud, el coche Dymaxion era dos veces más largo que un automóvil convencional, por lo que podía transportar hasta once pasajeros. Aunque el invento no llegó a ser producido a gran escala, y, de hecho, sólo llegaron a construirse tres unidades, su aspecto futurista creado por el escultor Isamu Noguchi revolucionó el diseño automovilístico y tuvo una enorme influencia en otros modelos posteriores.
Devised by Kenneth Snelson and made famous by the architect Buckminster Fuller in 1949, the concept of tensegrity seems counterintuitive, but it simply uses the laws of statics.
— Massimo (@Rainmaker1973) May 12, 2024
This is a gorgeous LEGO version.pic.twitter.com/jLuzPKKnBk
Difícil por la #COVID19 pero me encanta todo lo relacionado con Richard Buckminster "Bucky" Fuller https://t.co/f8PTXtsvRj https://t.co/FampyArNMv pic.twitter.com/WbtOeoQQNd— Mikel Agirregabiria (@agirregabiria) April 3, 2021