Cuando nos reventó el Audi A6 el 31 de mayo de 2016 (post detallado), ya estábamos desde 2012 probando todos los coches eléctricos operativos BEV (desde el primer Nissan Leaf, post). Pero en ese momento no había ningún Tesla asequible y como coche de transición adquirimos un Lexus CT 200h. Era ya una fórmula obsoleta, con tecnología del Toyota Prius de 1997, pero podría cubrir una etapa de espera.
Desde febrero de 2019 que recibimos uno de los primerísimos Tesla Model 3 que llegaron a Europa, el Lexus CT 200h quedó como un coche familiar que nosotros apenas hemos conducido. Habiendo encontrado una persona que lo va a apreciar debidamente, finalmente nos hemos desprendido del Lexus.
En síntesis, lo mejor de la marca Lexus y su concesionario en Bizkaia es su atención y calidad (aunque a un precio alto de mantenimiento anual -en Tesla, tres años, con Retrofit en casa y cero euros de coste-). En los dos últimos años de la pandemia, con Aitor trabajando en USA, este Lexus apenas se ha movido de su particular garaje (con o sin funda).
Tras 50.000 km el coche está impecable, pero un híbrido en la actualidad es la SUMA DE DESVENTAJAS de los vehículos de combustible fósil (mantenimiento, contaminación,...) junto con el peso de la batería,... Y peor si son híbridos enchufables.
Unas horas antes de aceptar la responsabilidad de Delegado de AUVE en Bizkaia y el País Vasco, nos hemos liberado del último vehículo que no es 100% eléctrico.