Aunque hoy no contamos con una cura definitiva, la ciencia está en un momento de esperanza: se están desarrollando nuevos fármacos capaces de modificar el curso de la enfermedad. Sin embargo, para que estos tratamientos sean efectivos, existe un requisito indispensable: el diagnóstico temprano.
El proyecto SCAP-AD nace con el objetivo de revolucionar la forma en que detectamos el Alzheimer. Mediante el uso de la medicina de precisión, busca identificar la enfermedad en sus fases más iniciales, incluso antes de que los síntomas sean evidentes. Para lograrlo, investigadores de 8 Comunidades Autónomas en España han unido fuerzas para crear dos grandes grupos de estudio: una cohorte de validación clínica y, la más accesible para todos, una cohorte digital.
¿Quién puede participar? Estamos buscando personas comprometidas con la salud del mañana que cumplan con estos requisitos: Ser mayor de 60 años. No padecer demencia en la actualidad. Tener interés en contribuir al avance de la investigación científica en España.
Tu participación desde casa: La cohorte digital. Participar es sumamente sencillo y no requiere desplazamientos. La plataforma SCAP-AD es una herramienta gratuita y segura diseñada específicamente para la investigación. Si decides colaborar digitalmente, el proceso consiste en: Datos básicos: Responder a unas breves preguntas demográficas y clínicas. Test de lenguaje (5 minutos): Realizar una prueba de lenguaje espontáneo. Solo necesitas un lugar tranquilo y un dispositivo (ordenador o tablet) con micrófono.
Es una contribución mínima de tu tiempo —menos de lo que tarda en hacerse un café— que aporta datos inestimables para desarrollar herramientas de diagnóstico precoz.
¿Por qué ser voluntario? Tu participación ayuda a que, en un futuro cercano, el Alzheimer deje de ser una enfermedad que "llega tarde". Al unirte a la cohorte digital, estás ayudando a validar herramientas tecnológicas que permitirán a los médicos actuar mucho antes, mejorando la calidad de vida de millones de personas. La detección precoz es nuestra mejor arma. ¿Nos ayudas con el Test SCAP-AD?
🧠 ¿Tienes más de 60 años? Tu voz puede cambiar el futuro del #Alzheimer. Con solo 5 minutos y un test de voz desde tu ordenador o tablet, puedes ayudar en la detección temprana de esta enfermedad. ✅ Gratis ✅ Desde casa ✅ Ciencia española ¡Participa en el proyecto SCAP-AD! 👇… pic.twitter.com/7cojxJqges
Vivimos la edad de oro del marketing antiedad. Cada semana aparece un nuevo “biohacker millonario” vendiendo pastillas, inyecciones o protocolos que prometen añadir décadas a tu vida. Pero cuando apartamos el ruido, ¿qué queda realmente respaldado por evidencia científica rigurosa en diciembre de 2025?
Empecemos por lo que SÍ funciona, sin lugar a dudas.
1. Restricción calórica y ayuno intermitente. Es, con diferencia, la intervención más reproducible para aumentar la longevidad en todas las especies estudiadas: levaduras, gusanos, moscas, ratones, perros y ahora primates no humanos. El ensayo CALERIE-2 (2022-2024) en humanos demostró que una reducción sostenida del 12-15 % de calorías durante dos años retrasa el envejecimiento biológico medido por relojes epigenéticos (Horvath, GrimAge) en aproximadamente 2-3 años. No es magia: activa autofagia, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación crónica de bajo grado (“inflammaging”). Conclusión 2025: sigue siendo el estándar de oro gratuito (o casi). 16:8 o 5:2 funcionan bien para la mayoría sin efectos adversos importantes.
2. Ejercicio físico estructurado. La combinación de entrenamiento de fuerza + zona 2 cardio + algo de HIIT es la única intervención que mejora simultáneamente casi todos los biomarcadores de envejecimiento: VO2 máx, masa muscular, densidad ósea, sensibilidad a la insulina, inflamación, función mitocondrial y longitud de telómeros en leucocitos. El metaanálisis de 2024 en Nature Aging mostró que las personas que cumplen las guías mínimas de la OMS (150-300 min/semana) tienen una edad biológica 6-9 años menor que los sedentarios del mismo grupo cronológico.
3. Metformina. El fármaco antidiabético más prescrito del mundo lleva años en el punto de mira del envejecimiento. El estudio TAME (Targeting Aging with Metformin) aún no ha publicado resultados definitivos (se esperan para 2027-2028), pero los datos observacionales acumulados son contundentes: los diabéticos tratados con metformina viven más que los no diabéticos de la misma edad (efecto “paradójico” documentado en más de 15 estudios). Mecanísticamente activa AMPK, reduce mTOR y mejora la biogénesis mitocondrial. En 2025 se prescribe off-label en dosis bajas (500-1000 mg/día) por médicos especializados en longevidad en EE.UU., Singapur y algunos países europeos. Riesgo principal: depleción de B12 a largo plazo y molestias gastrointestinales. No es la “pastilla de la inmortalidad”, pero es lo más cercano que tenemos en fármacos baratos y seguros.
4. Semaglutida y análogos GLP-1 (Ozempic, Wegovy, tirzepatida). Han revolucionado la obesidad y, de paso, la longevidad. El ensayo SELECT (2023) demostró que semaglutida reduce un 20 % el riesgo cardiovascular mayor en personas obesas sin diabetes. Estudios posteriores (2024-2025) muestran mejora en hígado graso, inflamación sistémica, función renal y hasta marcadores de senescencia celular. Además, al reducir la grasa visceral, disminuyen la secreción de factores pro-envejecimiento (IL-6, TNF-α). Cuidado: no son “fármacos antiedad” per se. Funcionan porque revierten una patología aceleradora del envejecimiento (obesidad). En personas delgadas con IMC < 27 los beneficios son marginales no justifican (aún) los riesgos y el coste.
5. Rapamicina y análogos (sirolimús, everolimus). La inhibición intermitente de mTOR extiende espectacularmente la vida en ratones (hasta 30-40 % en algunas cepas). En humanos solo hay ensayos pequeños (dosis bajas semanales) que muestran mejora en respuesta inmune a vacunas en mayores de 65 años y posible reducción de células senescentes. El problema: inmunosupresión, riesgo de infecciones y estomatitis. En 2025 sigue siendo experimental y solo para quien acepte riesgos significativos.
Lo que NO funciona (o no lo suficiente) en 2025
- Suplementos de NAD+ (NMN, NR): mejora marcadores en ratones, resultados decepcionantes en humanos bien diseñados. El último ensayo aleatorizado grande (2025) no encontró diferencias en función física ni biomarcadores de envejecimiento frente a placebo.
- Resveratrol: sigue sin cumplir las promesas de 2006.
Biomarcadores útiles para seguir tu progreso real (2025):
- Relojes epigenéticos (TruAge, GrimAge 2.0)
- VO2 máx
- HbA1c y curva de glucosa continua
- Panel inflamatorio (hs-CRP, IL-6)
- Composición corporal por DEXA
- Longitud media de telómeros en leucocitos (solo como marcador secundario)
Conclusión: En 2025 la longevidad efectiva sigue siendo aburridamente clásica: come un poco menos de lo que te apetece, mueve peso pesado varias veces por semana, duerme 7-9 h, evita tabaco y alcohol excesivo y, si tienes acceso y perfil adecuado, considera metformina o un agonista GLP-1 bajo supervisión médica. Todo lo demás, por ahora, es esperanza cara o ciencia ficción.
La buena noticia: nunca ha sido tan fácil retrasar el envejecimiento biológico 10-15 años con intervenciones de bajo coste y alto nivel de evidencia. La mala: todavía no podemos comprar décadas extras en una farmacia. Y probablemente eso sea lo mejor.
En 2025 la #longevidad está de moda… y el humo también. https://t.co/qe4JR34xwu Lo que sí funciona: ejercicio, restricción calórica moderada, buen sueño, control glucémico, metformina (en clínica), semaglutida y hábitos sostenibles. Lo que NO: “detox”, antioxidantes a lo loco,… pic.twitter.com/AjVIB4tKer
¿Por qué estamos obsesionados con vivir para siempre si no sabemos en qué ocupar un domingo por la tarde? Nos hemos convertido en los gerentes de nuestra propia biología. Si te levantas hoy y lo primero que haces no es mirar por la ventana, sino consultar una aplicación que te dice qué tal has dormido (porque tu propia sensación de descanso ya no tiene autoridad), bienvenido: eres parte del “Yo Cuantificado”.
Vivimos en la era de la optimización total. Desde los protocolos de longevidad de millonarios tecnológicos como Bryan Johnson (otros posts nuestros) —quien gasta dos millones de dólares al año para tener los órganos de un adolescente— hasta el uso casual de nootrópicosy medidores de glucosa en personas sanas. El cuerpo ha dejado de ser el templo del espíritu para convertirse en un hardware defectuoso que necesita parches constantes, updates y mantenimiento preventivo.
Si un niño se distrae mirando una mosca, buscamos una etiqueta diagnóstica y una solución química para "reoptimizar" su atención. Hemos olvidado lo que el filósofo Byung-Chul Han (otros posts) llama "el aroma del tiempo": la capacidad de demorarse en las cosas, de aburrirse, de contemplar sin un fin productivo.
Sin embargo, la literatura nos recuerda una verdad incómoda que el biohacking intenta ocultar: somos finitos, somos falibles y vamos a morir. Los estoicos, como Séneca, no buscaban la inmortalidad física, sino la robustez moral. En su tratado Sobre la brevedad de la vida, Séneca nos advierte: "No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho". Pero su definición de "perder tiempo" no era dejar de trabajar para mirar las nubes; era precisamente lo contrario: gastar la vida en ocupaciones vanas, en la ansiedad por el futuro, en la obsesión por controlar lo incontrolable.
El miedo detrás del dato. ¿Qué hay detrás de esta obsesión por medir nuestros pasos, nuestras calorías, nuestras fases REM y nuestra variabilidad cardíaca? Miedo. Un pánico profundo al azar y a la decadencia.
Quizás la verdadera salud hoy en día no se mida en un reloj inteligente. Quizás la salud mental resida en la capacidad de leer un poema sin buscarle la utilidad, en comer un trozo de pan sin pensar en el pico de glucosa, y en aceptar que nuestras arrugas y cicatrices no son errores del sistema, sino el mapa de que hemos estado aquí, de que hemos vivido, y de que, afortunadamente, no somos robots. Dejemos de optimizar un poco. Empecemos a vivir.
¿Obsesionado con tu anillo de sueño, tu glucosa y tu productividad? Vivimos en la era del "Yo Cuantificado". Gastamos fortunas para vivir 120 años, pero hemos olvidado cómo llenar una tarde de domingo. Séneca ya predijo tu ansiedad hace 2.000 años. https://t.co/VjVPe2e2zp Nos… pic.twitter.com/8qDeyFfQpm
En La doctrina invisible (2024) George Monbiot y Peter Hutchison trazan una genealogía crítica del neoliberalismo: no se trata sólo de una teoría económica sino de una maquinaria cultural y política que, durante décadas, ha naturalizado la competencia, reducido la idea de ciudadanía a la de consumidor y reconfigurado instituciones públicas para que sirvan a intereses privados.
El libro pretende mostrar cómo una filosofía que nació como una idea marginal en el siglo XX fue deliberadamente promovida por élites —think tanks, medios, departamentos académicos y corporaciones— hasta convertirse en doctrina dominante.
George Monbiot (Londres, 1963) es periodista, escritor y activista ambiental conocido por su columna semanal y por obras críticas con el capitalismo contemporáneo y la degradación ecológica. Monbiot combina periodismo, divulgación y activismo; su trayectoria le ha situado como una de las voces británicas más influyentes en debates sobre ecología política. Peter Hutchison es cineasta y colaborador en proyectos documentales; en este libro aporta sensibilidad narrativa y perspectiva histórica al trabajo conjunto con Monbiot. La edición española está publicada por Capitán Swing (febrero de 2025).
El libro La doctrina invisiblese organiza como una investigación histórica y polemista. Parte señalando que el neoliberalismo no es una ley natural del mercado sino una doctrina construida y promovida activamente. A través de episodios clave —desde los orígenes intelectuales hasta campañas de desregulación, privatización y reforma educativa— los autores describen los mecanismos que han permitido la expansión de la doctrina: financiamiento privado de ideas públicas, control discursivo por medio de medios y think tanks, y una espectacular transformación terminológica que ha hecho pasar lo ideológico por “lo inevitable”.
La doctrina invisiblees lectura indispensable para economistas, pedagogos y responsables públicos que deseen entender por qué determinadas reformas (por ejemplo, la introducción de lógicas de mercado en las aulas o la proliferación de indicadores y rankings) han calado con tanta fuerza. El libro ofrece argumentos históricos y ejemplos contemporáneos que permiten ir más allá del discurso tecnocrático: muchas políticas “neutrales” responden a construcciones ideológicas con rentas políticas. Para la educación, la tesis central alerta sobre los riesgos de transformar la formación en producto y al estudiante en cliente; para la economía pública, la obra subraya la urgencia de recuperar espacios democráticos de decisión.
Lectores a quienes recomendarlo: Quienes trabajan en política pública, educación, economía crítica, periodismo y movimientos sociales encontrarán en el libro herramientas analíticas para cuestionar supuestos y diseñar alternativas. También es útil como texto de discusión en seminarios de posgrado que estudien la relación entre discurso, poder y política económica.
«La doctrina invisible» revela cómo el neoliberalismo no “nació solo”: fue diseñado, financiado y difundido hasta convertirnos en consumidores antes que ciudadanos. https://t.co/qC5pvhco7y Si la riqueza fuera el resultado inevitable del trabajo duro y el espíritu emprendedor,… pic.twitter.com/iUOsYPZFHX
En este blog tratamos de conectar la tecnología con el humanismo. Para ello, iniciamos la designación de dos personajes del año 2025, que publicaremos en estos dos últimos meses antes de pasar a 2026. Deberán ser personas, un hombre y una mujer, que no sólo innovan, sino que fundamentalmente moldean la dirección de esa innovación. Porque más que meros inventores, necesitamos arquitectos éticos y educadores visionarios.
Basado en la prominencia y el impacto demostrado a lo largo de este año 2025, nuestras dos sugerencias se centran en las dos caras de la misma moneda: la visión académica (guiar el pensamiento) y la ejecución industrial (construir con responsabilidad).
1ª La Visionaria: Dra. Fei-Fei Li- Pionera en visión computacional e impulsora de la "IA centrada en el humano". Su trabajo actual en Stanford sobre IA para la salud y su defensa por una IA más diversa e inclusiva la hacen relevante para la dimensión educativa y social.
Por qué ella: Es la encarnación perfecta de la transición de crear la tecnología a guiarla éticamente. "La madrina de la IA que ahora pastorea su conciencia". Ella representa la sabiduría de la academia y la urgencia de educar a la próxima generación de ingenieros y legisladores.Su perfil para el blog:
El pilar de la "IA Centrada en el Ser Humano": Como codirectora del Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano de Stanford (Stanford HAI), la Dra. Li ha sido la voz académica más influyente de 2025. Su trabajo, incluyendo el influyente "AI Index Report 2025" de su instituto, ha definido los términos del debate global.
De la técnica a la ética: Su trayectoria es clave. Es famosa por crear ImageNet, el conjunto de datos que (en 2012) desató la revolución de la IA moderna. Sin embargo, ha dedicado la última década a asegurarse de que la tecnología que ayudó a nacer sirva a la humanidad.
Foco en Educación y Política: Ha sido una defensora incansable de la alfabetización en IA y ha testificado ante legisladores, argumentando que la política de IA debe basarse en "la ciencia, no en la ciencia ficción", humanizando el debate en los centros de poder.
2ª El Arquitecto: Dario Amodei- CEO de Anthropic y visionario de la IA segura. Su enfoque en "Constitutional AI" y los modelos Claude están marcando un camino alternativo en el desarrollo de IA, priorizando la seguridad y la alineación con valores humanos. Perfecto si quieres ángulo ético-tecnológico.
Por qué él: Es la prueba viviente de que la ética y la seguridad pueden ser un modelo de negocio viable y competitivo en el corazón de Silicon Valley. "El ingeniero que antepuso la seguridad a la velocidad". Él representa la nueva ola de liderazgo tecnológico que entiende que la confianza y la humanización no son características opcionales, sino la base del producto. Su perfil para el blog:
El constructor "Safety-First": Como CEO y cofundador de Anthropic, Amodei ha posicionado a su compañía (creadora del modelo Claude) como la principal alternativa "consciente" a sus rivales. Dejó OpenAI precisamente por diferencias sobre la velocidad del desarrollo frente a los riesgos de seguridad.
La "IA Constitucional": Su contribución técnica más importante de 2025 no es solo un modelo más potente, sino un método. La "IA Constitucional" de Anthropic es un enfoque tangible para alinear la IA con valores humanos (como la Declaración Universal de los Derechos Humanos), integrando la ética directamente en la arquitectura del modelo, en lugar de añadirla como un parche.
Liderazgo en la Regulación: Durante 2025, Amodei ha sido una figura central en las discusiones regulatorias en Washington y Bruselas, demostrando que la industria puede (y debe) liderar la petición de barreras de seguridad, en lugar de luchar contra ellas.
Por qué funcionan juntos
Juntos, Li y Amodei cubren el espectro completo de este nuestro / vuestro blog:
Fei-Fei Li (Academia y Educación): Establece la visión, la investigación y el marco educativo.
Dario Amodei (Industria y Tecnología): Demuestra cómo implementar esa visión en un producto que compite al más alto nivel.
Ambos humanizan la IA: ella desde la perspectiva de su impacto social y cognitivo, y él desde la arquitectura interna de la propia máquina. Había otras dos segundas candidaturas adicionales —una mujer y un hombre— que también hubieran podido encajar como “Personajes del Año 2025” para este blog de educación, ciencia, tecnología e inteligencia artificial.
Mujer Finalista: Irene Solaiman. Investigadora en inteligencia artificial y política pública. Actualmente es Chief Policy Officer en Hugging Face (desde 2025) y anteriormente fue Head of Global Policy allí. Antes de ello trabajó en OpenAI donde fue pionera en el análisis de sesgos de modelos de lenguaje y en integrar lenguas y culturas menos representadas.
Aborda el cruce entre IA, sociedad, ética y educación: perfecto para un blog que no sólo quiera la “tecnología” sino también su impacto educativo y científico. Su labor de política, sesgos y equidad resulta relevante para pensar “¿cómo enseñamos IA?” o “¿cómo formamos alumnos para el mundo de la IA responsable?”. Desde un ángulo más humano y social que puramente técnico, lo cual aporta diversidad de enfoque al blog.
“Irene Solaiman: poner en el centro los valores humanos de la IA en 2025”. Explorar cómo su trabajo nos obliga a replantear la educación en IA, los currículos escolares y la alfabetización digital.
Hombre Finalista: Alexandr Wang. Es empresario e investigador en inteligencia artificial. Cofundador de Scale AI (2016) y en 2025 nombrado Chief AI Officer en Meta Platforms tras un acuerdo de inversión que valoró Scale AI en decenas de miles de millones de dólares. Además se le ve muy activo en la esfera de política, seguridad e implicaciones globales de la IA.
Representa el componente “tecnología disruptiva + escala global” de la IA: desde infraestructura, datos, modelos, hasta implicaciones geopolíticas. Su figura permite abrir reflexiones en el blog sobre “¿qué rol jugarán los datos en educación?” o “¿cómo la IA a gran escala impacta la ciencia y la enseñanza en 2025-2030?”. Su perfil empresarial y estratégico le da también un enfoque “innovación tecnológica” que complementa al más humanista de Irene Solaiman.
“Alexandr Wang: arquitectura de la IA de fondo y su implicación para la educación en 2025”. Puedes tratar cómo la infraestructura de IA cambia las posibilidades para la ciencia, la tecnología y la educación, y qué pueden hacer docentes, escolares y materiales para adaptarse.
Finalmente, dos terceras y últimas candidaturas adicionales, una de cada género. Ambos complementan perfectamente: Karpathy como el optimista educador, Gebru como la guardiana ética.
Candidatura Timnit Gebru.Fundadora del Distributed AI Research Institute (DAIR) y etíope pionera en ética de IA:
Voz crítica esencial: Investiga sesgos algorítmicos y justicia en sistemas de IA
Valentía intelectual: Enfrentó a Google sobre transparencia en investigación de IA
Liderazgo comunitario: Creó un instituto independiente para investigación ética en IA
Interseccionalidad: Conecta tecnología con justicia social y equidad
Impacto en políticas: Su trabajo influye en regulaciones de IA globalmente
Representa la conciencia crítica que necesita el desarrollo tecnológico.
CandidaturaAndrej Karpathy. Ex-Director de IA en Tesla y OpenAI, ahora educador independiente. Es el candidato perfecto para un blog educativo porque:
Democratizador del conocimiento: Sus cursos gratuitos sobre IA (como "Neural Networks: Zero to Hero") han educado a millones
Comunicador excepcional: Traduce conceptos complejos de deep learning a lenguaje accesible
Puente generacional: Conecta la investigación académica con aplicaciones prácticas
Visión pedagógica: Defiende que "enseñar IA" es tan importante como desarrollarla
Activo en redes sociales compartiendo conocimiento sin barreras
Representa la IA como herramienta de empoderamiento educativo. Vídeo final en español, resulta imprescindible para entender la Inteligencia Artificial como la nueva "electricidad". Así lo apuntó Andrew Ng, otro personaje esencial.