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Hidroaviones militares amerizados en Lekeitio

Hidroaviones errantes en Lekeitio en las dos guerras mundiales (PDF)

Quien haya visitado las fiestas de Lekeitio o cualquier txoko del País Vasco probablemente conozca o haya tarareado sus versos: "Aeroplano bi pasa-ta, bat itsasora jausi" (Dos aeroplanos han pasado, uno ha caído al mar). Es una de esas canciones que parecen haber existido siempre, parte del folclore inmemorial. Sin embargo, esta melodía no es una leyenda anónima; es la crónica musical de un suceso muy real, documentado y extraordinario que convirtió un pequeño puerto pesquero en el escenario de un incidente diplomático en plena Primera Guerra Mundial.

En las brumosas costas del Cantábrico, donde el mar se funde con el cielo vasco, un episodio singular irrumpió en la neutralidad española durante la Gran Guerra. El 2 de julio de 1917, en plena efervescencia del conflicto mundial, un hidroavión francés descendió bruscamente sobre las olas, a unas cuatro millas náuticas de Lekeitio (Bizkaia). No era un combate heroico ni un bombardeo audaz, sino un drama mecánico que unió, por unas horas, la tecnología bélica con la solidaridad pescadora. Este suceso, narrado en crónicas locales como las de El Correo y El Pueblo Vasco, revela no sólo la fragilidad de la aviación incipiente, sino también las tensiones diplomáticas en un país que, bajo el gobierno de Eduardo Dato, se esforzaba por mantener su neutralidad ante las potencias en guerra.

Para entender este interludio, debemos retroceder al contexto de la Primera Guerra Mundial. En 1917, el frente occidental se estancaba en trincheras sangrientas, mientras el Atlántico se convertía en un tablero letal para la guerra submarina alemana. Francia, aliada de los Ententes, impulsaba su aviación naval como escudo contra los U-Boote que acechaban los convoyes mercantes. La Aéronautique Maritime, fundada en 1912, contaba ya con más de 200 aparatos y bases en puertos como Brest y Cherburgo. Los hidroaviones, pioneros en patrullas antisubmarinas, eran esenciales: despegaban de aguas protegidas, vigilaban horizontes amplios y lanzaban bombas rudimentarias sobre sumergibles enemigos. Según historiadores como aquellos de Naval Encyclopedia, Francia produjo miles de estas máquinas entre 1914 y 1918, transformando la guerra en tres dimensiones.

El protagonista de nuestra historia era un Donnet-Denhaut DD, un biplano de patrulla marítima diseñado por los ingenieros Jérôme Donnet y Louis Denhaut en 1915. Este modelo, apodado "flying boat" por su fuselaje flotante, representaba el pináculo de la innovación aeronáutica gala. Con una envergadura de 16,28 metros, longitud de 10,80 metros y propulsado por un motor Lorraine-Dijon de 160 caballos, alcanzaba velocidades de 130 km/h y una autonomía de unos 500 kilómetros. Armado modestamente con dos bombas de 52 kg y ametralladoras Lewis, el DD se destinaba a misiones de reconnaissance y caza de submarinos. Producido en serie desde 1916, más de 400 unidades sirvieron en la Escadre de Chasse francesa, hundiendo o ahuyentando decenas de U-Boote. El nuestro, marcado con "445 D.D." y las tricolores en la cola, despegaba probablemente de Biarritz o Bayona, en una ruta rutinaria de vigilancia costera.

Aquel 2 de julio, el sol del estío teñía el horizonte cuando dos hidroaviones franceses surcaban el cielo desde Bayona hacia el cabo Matxitxako. Eran las cinco de la tarde. A las seis, viraron rumbo de regreso, pero a las seis y media, el DD 445 comenzó a toser: un fallo en el motor, quizá un sobrecalentamiento o avería en el carburador —defectos comunes en estos aparatos expuestos a la salitre marina—. El piloto, un teniente de la Armada francesa cuya identidad se perdió en las crónicas (posiblemente un oficial de la base de Saint-Trojan), no tuvo opción: amerizó bruscamente a unas seis millas de Lekeitio. Su mecánico, compañero anónimo en esta odisea, lo secundó en la maniobra. El compañero aéreo orbitó dos o tres veces, evaluando el drama, antes de huir hacia Francia. Para alertar a la base, soltaron dos palomas mensajeras —un anacronismo poético en la era de la radio incipiente— y, más tarde, arrojaron las bombas al mar para aligerar la carga.

La costa vizcaína, ajena al fragor bélico pero sensible a sus ecos, respondió con prontitud. El farero Francisco de Etxebarria avistó la humareda de socorro y encendió la baliza. Pescadores locales, curtidos en tormentas atlánticas, zarparon en sus traineras. La Miren Begoña, capitaneada por Severiano de Mendiola —un patrón legendario en las sagas marineras de Lekeitio—, llegó primera. Con pericia marinera, amarraron el aparato con chicotes resistentes y lo remolcaron hacia el puerto. Dieciséis lanchas se unieron en procesión improvisada, como una flota de guardianes del mar. A las ocho y media de la tarde, el hidroavión "pescado" —así lo bautizaron los diarios— atracaba en el muelle, ante una multitud eufórica que obstruyó las calles. El teniente y su mecánico, ilesos pero exhaustos, declararon ante el comandante naval español antes de reposar en la fonda local.

El epílogo se tiñó de intriga diplomática. Al día siguiente, 3 de julio, el puerto bullía: curiosos de Bilbao, Gernika y más allá llegaban en automóviles y bicicletas, convirtiendo Lekeitio en un improvisado museo aéreo. Dos lanchas pesqueras armadas francesas —posiblemente de la armada auxiliar— aparecieron para remolcar el DD mar adentro, pero la Armada española, celosa de la soberanía, lo impidió. El 4 de julio, el piloto regresó de madrugada con un vicecónsul galo, negociando en susurros. Finalmente, el 5 de julio, un buque de guerra francés obtuvo permiso oficial y zarpó con el tesoro recuperado: aparato y tripulación intactos rumbo a casa.

Este incidente, aparentemente menor, agitó las aguas políticas españolas. Periódicos como El Nervión y El Pueblo Vasco denunciaron la intrusión aérea francesa como violación del espacio neutral, temiendo un precedente para alemanes o británicos. Gregorio Balparda, en un artículo mordaz, criticó al gabinete Dato por su "minimización e inacción", advirtiendo de escaladas si el cielo vasco se convertía en ruta bélica. España, exportadora de wolframio y tungsteno a ambos bandos, navegaba en frágil equilibrio; este "pescado" aéreo recordaba que la neutralidad era un hilo tenso.

Hoy, un siglo después, el DD 445 evoca la audacia de la aviación naciente: máquinas de madera y lona que desafiaron océanos y guerras. En Lekeitio, donde cuatro hidroaviones han amerizado en un siglo:

 - El citado y bien documentado hidroplano del  2 de julio de 1917.

Otro hidroavión francés rescatado en 1917 por el "Nueva Magdalena" y llevado a Pasaia. Este evento pudo originar otros versos de la canción sobre el reparto de la recompensa ("dieciocho duros partilla") y una cena de celebración en el Hotel Beitia

-Un tercero francés accidentado en 1920.

- El cuarto, un hidroavión alemán el 24 de septiembre de 1943 (noticia)—, el "Reina de los Ángeles n°2" remolcó a puerto un hidroavión alemán de la Luftwaffe. Persiste el eco de Mendiola y su Miren Begoña, símbolo de hospitalidad transfronteriza. Esta historia nos invita a reflexionar: en tiempos de conflicto global, ¿qué une más, las fronteras o las manos extendidas sobre las olas?

Butler, Benhabib y Dussel: tres rutas de filosofía hacia la justicia

Dedicaremos un post consecutivo y adicional a las tres figuras de la filosofía que hemos analizado este mes, Butler, Benhabib y Dussel, resaltando sus coincidencias y diferencias en torno a ética, política y justicia. La justicia no se piensa desde arriba, sino desde abajo: desde la fragilidad, el exilio y la opresión.

Coincidencias:

- Los tres cuestionan estructuras de poder que marginan (género, cultura, pobreza).

- Comparten una ética que pone en el centro a quienes son excluidos o vulnerables.

- Sus obras buscan una democracia más inclusiva y crítica con el orden establecido.

Diferencias:

- Butler: se centra en género, cuerpo y performatividad.

- Benhabib: se enfoca en ciudadanía, migración y democracia deliberativa.

- Dussel: piensa desde el Sur global, con una filosofía de la liberación anticolonial y crítica del capitalismo.

Vulnerabilidad, ciudadanía y liberación: un diálogo entre Butler, Benhabib y Dussel

La filosofía no es un saber abstracto que se encierra en bibliotecas; también puede ser una herramienta para pensar las injusticias del presente. Tres voces contemporáneas —Judith Butler, Seyla Benhabib y Enrique Dussel— muestran cómo la reflexión filosófica puede abrir caminos hacia una política más justa e inclusiva.

Judith Butler: la vulnerabilidad compartida

La filósofa estadounidense Judith Butler (1956) se ha convertido en una referencia ineludible en feminismo y teoría queer. Su tesis más conocida es que el género no es algo fijo ni natural, sino una performatividad, una construcción que se repite en actos y normas sociales.

Pero su pensamiento va más allá de la identidad: Butler insiste en que toda vida es precaria y, por lo tanto, depende de redes de cuidado e interdependencia. Reconocer esa vulnerabilidad compartida es, para ella, la base de una ética de la no violencia y de la solidaridad.

Seyla Benhabib: ciudadanía en transformación

Nacida en Estambul en 1950 y formada en Estados Unidos, Seyla Benhabib ha sido una de las grandes teóricas de la democracia deliberativa. Inspirada en Habermas, pero también crítica con él, propone un universalismo interactivo: los derechos universales deben respetar las diferencias culturales y de género.

Sus estudios sobre migración y ciudadanía son especialmente actuales. Benhabib defiende que la ciudadanía no es un estatus fijo, sino una práctica en constante transformación. En un mundo de fronteras y desplazamientos, urge repensar quién tiene derecho a pertenecer y a participar en la vida pública.

Enrique Dussel: la filosofía desde el Sur

El filósofo argentino-mexicano Enrique Dussel (1934–2023) fue el gran fundador de la filosofía de la liberación en América Latina. Exiliado en México durante la dictadura argentina, desarrolló un pensamiento profundamente crítico con el eurocentrismo y el capitalismo global.

Para Dussel, la filosofía debía partir del grito del oprimido: el pobre, el excluido, el colonizado. Su ética de la liberación coloca en el centro la dignidad de las víctimas, mientras que su política de la liberación exige una democracia auténtica, construida desde los pueblos marginados.

Tres caminos hacia la justicia. Aunque parten de contextos distintos, Butler, Benhabib y Dussel comparten una misma convicción: la filosofía debe escuchar a quienes han sido históricamente silenciados.

Butler pone el acento en la vulnerabilidad de los cuerpos y en la lucha contra las normas que disciplinan el género.

- Benhabib centra su reflexión en la ciudadanía y los derechos de los migrantes, insistiendo en la necesidad de un diálogo intercultural.

- Dussel interpela desde el Sur global con una crítica radical a la colonialidad y al capitalismo, proponiendo la liberación como horizonte.

Los tres, desde perspectivas diversas, nos recuerdan que la justicia no puede pensarse desde arriba, sino desde abajo: desde la fragilidad, el exilio y la opresión.

Butler, Benhabib y Dussel son filósofos de la resistencia. Sus obras invitan a ampliar nuestra mirada, a preguntarnos quién queda fuera del “nosotros” y a imaginar formas de vida más inclusivas. En tiempos de crisis climática, migratoria y social, sus voces nos enseñan que la filosofía no está desconectada de la realidad: al contrario, puede ser brújula para orientarnos hacia un mundo donde nadie quede excluido.

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Judith Butler: pensar la identidad más allá del binarismo

Judith ButlerJudith Pamela Butler, nació el 24 de febrero de 1956, en Cleveland, Ohio, EE. UU. Esta filósofa, teórica del género, feminista y académica, estudió Filosofía en la Universidad de Yale, donde se doctoró en 1984 con una tesis sobre Hegel y el deseo. Es la filósofa que reinventó el género. No violencia y resistencia, esa es la política radical de Judith Butler

Ha enseñado en diversas universidades (Wesleyan, Johns Hopkins, UC Berkeley, Columbia). Actualmente es profesora en la Universidad de California, Berkeley, en los departamentos de Retórica y Literatura ComparadaCombina filosofía continental (Hegel, Foucault, Derrida), feminismo, teoría queer, estudios de género y política contemporánea.

Judith Butler es conocida sobre todo por su teoría de la performatividad de género, que sostiene que el género no es una esencia fija ni natural, sino una construcción social que se reproduce a través de actos y prácticas repetidas. Los temas centrales de su obra son: Crítica a la noción de género como algo estable. Relación entre poder, lenguaje y cuerpos. Defensa de derechos LGTBIQ+. Reflexión sobre precariedad, violencia y ética de la no violencia.

Libros más relevantes de Judith Butler:

  1. Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity (1990). Traducido como El género en disputa. Obra fundacional de la teoría queer.
  2. Bodies That Matter: On the Discursive Limits of Sex (1993). Cuerpos que importan. Reafirma que el sexo también es una construcción discursiva.
  3. Undoing Gender (2004). Deshacer el género. Explora los límites del reconocimiento y la identidad.
  4. Precarious Life: The Powers of Mourning and Violence (2004). Vida precaria. Reflexión tras el 11-S sobre violencia, duelo y vulnerabilidad.
  5. Frames of War: When Is Life Grievable? (2009). Marcos de guerra. Pregunta qué vidas se consideran valiosas y cuáles no.
  6. Notes Toward a Performative Theory of Assembly (2015)Cuerpos aliados y lucha política. Sobre protestas, asambleas y acción colectiva.
  7. The Force of Nonviolence (2020). La fuerza de la no violencia. Ética política basada en la interdependencia.

Por ultimo, algunas citas célebres de Judith Butler:

  • “El género es una identidad tenuemente constituida en el tiempo, instituida a través de una repetición estilizada de actos.” (El género en disputa)
  • “El poder actúa en los cuerpos, produciendo su materialidad misma.” (Cuerpos que importan)
  • “La vulnerabilidad compartida puede convertirse en la base de una política de solidaridad.” (Vida precaria)
  • “Nadie escapa a las redes del poder; pero tampoco nadie está completamente determinado por ellas.”
  • “Reconocer la precariedad de las vidas ajenas es el inicio de una ética de la no violencia.” (La fuerza de la no violencia)
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Saramago y la parábola de un mundo que quedó ciego

Desde la pandemia quisimos repasar la obra Ensayo sobre la ceguera (1995) de José SaramagoLa novela plantea una alegoría sobre la fragilidad de la civilización y la condición humana. Una lectura imprescindible en esta época donde se están produciendo cambios gravísimos y críticos de los que apenas se escribe, debate o publica. 

El argumento se basa en una extraña epidemia de ceguera blanca afecta súbitamente a toda una ciudad. Los primeros contagiados son recluidos en un manicomio en cuarentena, donde pronto reinan el caos, la violencia y la degradación. Solo una mujer, la esposa de un médico, conserva la vista. Ella decide fingir que también está ciega para no separarse de su marido y acaba siendo la única guía moral y práctica del grupo. 

En el encierro, los ciegos se ven obligados a enfrentarse a la pérdida de dignidad, la lucha por la comida, el abuso de poder y la barbarie colectiva. Tras escapar del manicomio, recorren una ciudad sumida en el desastre: sin gobierno, sin orden, con la sociedad derrumbada. Finalmente, de forma tan misteriosa como comenzó, la gente recupera la vista.

La novela transmite una profunda reflexión sobre la ceguera moral del ser humano: la incapacidad de ver al otro, la indiferencia, el egoísmo y la pérdida de solidaridad.

José Saramago (1922-2010) nació en Azinhaga, Portugal, 1922, en el seno de una familia humilde de campesinos. Tuvo que abandonar los estudios secundarios por falta de recursos y trabajó como mecánico, funcionario, periodista y traductor. Su primera novela fue Terra do Pecado (1947), pero su verdadero reconocimiento llegó en los años 80 con obras como Memorial del convento (1982), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984) o La balsa de piedra (1986).

Con Ensayo sobre la ceguera (1995) alcanzó fama internacional. Su estilo se caracteriza por el uso de párrafos largos, frases extensas, puntuación poco convencional y un narrador irónico que reflexiona sobre la condición humana. Fue Premio Nobel de Literatura en 1998, el primero otorgado a un escritor de lengua portuguesa. Falleció en Lanzarote, España, en 2010.

De la ceguera física a la ceguera del alma: un clásico contemporáneo. Recorre formas distintas de falta de visión como falta sensorial y como carencia ética. Repasemos esos planos consecutivos: 

1. La ceguera física. Epidemia súbita de ceguera blanca. Símbolo de vulnerabilidad y del límite de la condición humana. La ceguera desarma la estructura social y pone a prueba la convivencia.

2. La ceguera moral. El verdadero tema central de la novela. Representa la indiferencia, el egoísmo y la falta de empatía que ya existían antes de la epidemia. El mensaje: los humanos ya estaban “ciegos” antes de perder la vista.

3. El poder y la corrupciónEn el manicomio, unos ciegos imponen su autoridad con violencia y chantaje. Denuncia de cómo la lucha por el poder conduce a la tiranía incluso en situaciones extremas. Reflejo de estructuras sociales autoritarias.

4. La dignidad humanaLa enfermedad destapa la miseria: abusos, humillaciones, degradación. Pero también muestra gestos de solidaridad, cuidado y compasión. La esposa del médico simboliza la resistencia moral y la capacidad de mantener la dignidad en medio del caos.

5. La solidaridad y la esperanzaEl pequeño grupo guiado por la mujer que ve constituye una comunidad alternativa. Representa la posibilidad de reconstrucción basada en la ayuda mutua. El final, con la recuperación de la vista, sugiere una oportunidad de aprendizaje colectivo.

Manifiesto por una Tecnología Humanista

Borrador de un MANIFIESTO POR UNA TECNOLOGÍA HUMANISTA. 
Hacia una Inteligencia Artificial ética, solidaria y al servicio del bien común

PREÁMBULO

Vivimos una encrucijada histórica. La tecnología, y en particular la inteligencia artificial (IA), ha dejado de ser una herramienta neutral para convertirse en una fuerza transformadora de todos los ámbitos de la vida: la educación, la política, el trabajo, la cultura, la salud. Como toda fuerza poderosa, puede construir o destruir, emancipar o esclavizar, humanizar o deshumanizar.

Por eso, frente a una visión tecnocrática o puramente mercantilista del desarrollo tecnológico, proclamamos la urgencia de una Tecnología Humanista: una tecnología centrada en la dignidad humana, en los derechos fundamentales, en el bien común y en la sostenibilidad del planeta.

1. UNA TECNOLOGÍA QUE POTENCIE LA EDUCACIÓN LIBERADORA

La IA no debe suplantar al educador ni automatizar el pensamiento, sino ampliar las capacidades humanas para el aprendizaje crítico, ético y creativo. Como escribió Paulo Freire, “La educación no cambia el mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo.”

La IA ha de ser aliada de este cambio: fomentando la equidad en el acceso al conocimiento, personalizando el aprendizaje sin anular la libertad, y combatiendo la brecha digital como una nueva forma de exclusión.

Referencias clave: Paulo Freire, Pedagogía del oprimido. Neil Selwyn, Should Robots Replace Teachers? (post)Audrey Watters, Teaching Machines.

2. UNA TECNOLOGÍA PARA LA DEMOCRACIA Y NO PARA LA DOMINACIÓN

En el ámbito político, la IA puede facilitar una participación más informada, abierta y deliberativa. Pero también puede ser usada para manipular, vigilar y controlar a las poblaciones, como advierte Shoshana Zuboff en La era del capitalismo de la vigilancia“Lo que se ofrece como personalización es en realidad una forma de control.”

Defendemos un uso democrático de la IA, con algoritmos transparentes, auditables, explicables, y bajo control ciudadano. La gobernanza de los sistemas inteligentes debe ser plural, pública y ética.

Referencias clave: Shoshana Zuboff, The Age of Surveillance Capitalism (post)Cathy O'Neil, Weapons of Math Destruction. Evgeny Morozov, To Save Everything, Click Here.

3. UNA TECNOLOGÍA CONSCIENTE DE LOS LÍMITES Y LA TIERRA

Toda tecnología debe someterse a los límites ecológicos del planeta. La IA, con su demanda energética y su dependencia de minerales escasos, plantea serios retos ambientales. Inspirados por pensadores como Ivan Illich y Bruno Latour, afirmamos que no hay justicia tecnológica sin justicia ecológica. “La tecnología sin ética es una forma moderna de barbarie.” Adela Cortina.

Referencias clave: Bruno Latour, Dónde aterrizar: Cómo orientarse en política (siguiente post)Kate Crawford, Atlas of AI. Adela Cortina, Ética cosmopolita.

4. UNA TECNOLOGÍA CON ALMA, NO CON ALGORITMO

La Tecnología Humanista reconoce que no todo lo valioso es cuantificable, ni toda decisión puede ser automatizada. El juicio humano, la empatía, la memoria cultural y el sentido del misterio deben seguir siendo centrales. Como recuerda Byung-Chul Han“La sociedad del algoritmo elimina el azar, la sorpresa, el encuentro.”

Frente al determinismo tecnológico, defendemos la pluralidad de saberes, la poética de lo impredecible y la ética de la compasión.

Referencias clave: Byung-Chul Han, Infocracia, La expulsión de lo distinto (posts). Martha Nussbaum, Sin fines de lucro (post)Simone Weil, La gravedad y la gracia. 

5. UN LLAMAMIENTO A LA RESPONSABILIDAD Y LA IMAGINACIÓN COLECTIVA

Este manifiesto no es una llamada a frenar la tecnología, sino a reimaginarla desde valores humanos universales: la justicia, la libertad, la solidaridad, el respeto por la vida y por las generaciones futuras.

Pedimos a los desarrolladores, legisladores, educadores, ciudadanos y científicas que se comprometan a: 1) Formular códigos éticos vinculantes para el desarrollo de la IA. 2) Garantizar la inclusión y la diversidad en todos los niveles de diseño e implementación tecnológica. 3) Promover una alfabetización digital crítica desde la infancia. 4)Establecer organismos públicos de control algorítmico democrático. 5) Fomentar una ciencia abierta, cooperativa y orientada al bien común.

EPÍLOGO

La tecnología no es destino: es decisión.
La IA no es un sujeto moral: somos nosotros.
Como ciudadanos del siglo XXI, tenemos el deber de orientar el desarrollo tecnológico hacia el florecimiento humano. Que la inteligencia no desplace al alma, ni la eficiencia a la justicia. “El futuro no es un lugar al que vamos, sino uno que estamos construyendo. Y el camino para construirlo cambia tanto el destino como a los que caminan.” John Schaar.

Por una tecnología al servicio de la vida,
Por una inteligencia que no renuncie a la sabiduría,
Por un mañana digno, solidario e inclusivo para todos y todas.

Firmamos, [Espacio para adhesiones individuales o institucionales]

Pepe Mujica: el presidente más pobre, pero rico en dignidad

Con profunda tristeza, el pueblo uruguayo y el mundo entero despiden a José “Pepe” Mujica, quien falleció ayer en Montevideo a los 89 años. Exguerrillero, senador, presidente y símbolo de la humildad en la política, Mujica deja un legado que trasciende fronteras y generaciones.

Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica fue una figura central en la historia reciente de Uruguay. En su juventud militó en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, por lo que pasó más de una década preso durante la dictadura militar. Con la restauración de la democracia, se incorporó a la vida política formal, primero como diputado, luego como senador, y finalmente como presidente de la República Oriental del Uruguay entre 2010 y 2015.

Durante su mandato, José Mujica fue conocido mundialmente por su estilo austero: vivía en una modesta chacra, conducía su viejo Volkswagen Beetle y donaba gran parte de su sueldo presidencial. Bajo su liderazgo, Uruguay impulsó reformas progresistas como la legalización del matrimonio igualitario, la regulación del mercado del cannabis y la promoción de los derechos humanos.

Pero más allá de las leyes, Mujica será recordado por su forma de ver la vida. Su oratoria sencilla pero profunda, su sabiduría campesina y su incansable llamado a la sobriedad, la justicia y la solidaridad lo convirtieron en una figura admirada a nivel global.

Pobre no es el que tiene poco, sino el que necesita infinitamente más”, dijo alguna vez. Esa frase sintetiza su filosofía. José Mujica parte, pero deja sembradas sus ideas en quienes sueñan con una política más humana, más honesta y más comprometida con los valores esenciales de la vida. Le sobreviven su esposa, la exsenadora y ex primera dama Lucía Topolansky, sus compañeros de lucha, sus seguidores y millones de admiradores alrededor del mundo.

Las principales obras de José Mujica y algunas de sus citas más representativas, que capturan su pensamiento político, ético y humano: 

1º Legalización del matrimonio igualitario (2013): Uruguay se convirtió en uno de los primeros países de América Latina en reconocer el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo.

2º Regulación del mercado del cannabis (2013): Promovió la legalización y regulación estatal del cannabis, como una estrategia innovadora de salud pública y lucha contra el narcotráfico.

3º Reforma educativa y políticas sociales: Impulsó programas de acceso a la educación, la inclusión social y el apoyo a sectores vulnerables, especialmente a través del Plan Ceibal (una computadora por niño).

4º Estilo de vida austero: Donaba hasta el 90% de su salario presidencial a organizaciones benéficas y vivía en su chacra, lo cual lo convirtió en un símbolo mundial de humildad y coherencia.

5º Defensa del medioambiente y la vida sencilla: Mujica defendió la “sobriedad voluntaria” y criticó el consumismo, lo cual expresó con fuerza en foros internacionales como la ONU y la Cumbre de Río+20.

Algunas de las citas célebres de José Mujica:


“Venimos al mundo para ser felices, no para ser perfectos.” Una reflexión sobre la condición humana y la búsqueda de una vida con sentido.
“Cuando compras algo, no lo pagas con dinero; lo pagas con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para conseguir ese dinero.” Frase dicha en Río+20, que se volvió viral y ampliamente citada por su poder filosófico.
“La política es la lucha por la felicidad de todos.” Mujica veía la política como un acto de servicio, no de poder. 
“Si tuviera que definir la libertad, diría que es tener tiempo para gastarlo en lo que a uno le gusta.” Una visión humanista de la libertad, ligada al tiempo y no al dinero.

José Mujica no escribió libros en el sentido tradicional durante su presidencia, pero muchos discursos, entrevistas y conversaciones han sido recopilados en textos como: “Una oveja negra al poder” (de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz) – Biografía autorizada con muchas anécdotas y reflexiones. “Mujica por Pepe” (de Darío Klein) – Entrevistas y reflexiones en primera persona. “El poder de la palabra” – Compilación de sus discursos y frases más destacadas.

“Sorry”: Egoísmo social en un ascensor sobrecargado

El cortometraje Sorry (ganador del Óscar al mejor cortometraje en 2020), es una producción británica de apenas 1' 58" de duración, dirigida por Robert O’Neil y escrita por James Hancock. Cuenta con las actuaciones de Lyna Dubarry, Freddie Bowerman y Wayne Forester

Sorry utiliza la palabra “Overload” (que significa “sobrecarga” o “sobrepeso”) en el contexto de un ascensor que no puede subir debido al exceso de peso. Esta situación simboliza cómo el egoísmo y la falta de acción colectiva pueden impedir el progreso de la sociedad. Cada persona en el ascensor representa a individuos que, al priorizar sus propios intereses, contribuyen a una carga que afecta a todos. El cortometraje resalta la importancia de la empatía y la acción conjunta para superar obstáculos comunes. 

La historia se desarrolla en un ascensor que no puede moverse debido a una sobrecarga de peso. Esta situación sirve como metáfora del egoísmo y la falta de empatía en la sociedad actual. Cada persona en el ascensor representa a individuos que, al priorizar sus propios intereses, contribuyen a una carga que afecta a todos. El cortometraje resalta la importancia de la empatía y la acción conjunta para superar obstáculos comunes.

A pesar de su corta duración, Sorry ha sido aclamado por su capacidad para transmitir un mensaje profundo y universal sobre la importancia de la solidaridad y la responsabilidad colectiva. Ha recibido elogios en festivales de cine independientes y ha sido compartido ampliamente en redes sociales, donde muchos espectadores han expresado cómo les ha llevado a reflexionar sobre sus propias actitudes y comportamientos.