Aclaraciones previas a ver "Ocho apellidos vascos":
- Hemos tenido que ir a ver "Ocho apellidos vascos" para que no nos la contasen por enésima vez todo tipo de amistades, especialmente las de fuera de Euskadi (andaluces, madrileños, murcianos, alicantinos,... e incluso algunos extranjeros).
- Quizá estemos algo predispuestos (aunque cualquiera sabe en qué sentido) porque tenemos 8, 16 y hasta donde recordamos todos los apellidos son vascos (pero tampoco tenemos la culpa de eso).
- Hemos preferido ir a verla en zona neutral, ni Andalucía ni Euskadi, así que Neocines de San Javier (Murcia), justo encima de un Eroski. Este Centro Comercial Dos Mares ha sido el lugar perfecto.
- No cabía un alfiler en la sala 6 de más de 500 plazas, con personas de todas las edades, pero se escuchaba bien el sonido y la visión era perfecta.
- Hacía años que no vamos al cine, porque preferimos ver las películas en casa, pero la presión para comentarla era insufrible y hemos cedido (y aquí está la crónica).
- No nos ha acompañado nadie a Carmen y a mí, porque todos nuestros amigos desde 6 a 93 años la han visto (alguno incluso dos veces).
- Es una moda y un fenómeno de masas que ya había triunfado en Francia, Italia,... con películas como "Bienvenidos al norte" (2008) o "Bienvenidos al sur" (2010).
- Tiene su gracia (aunque haya quien no se la encuentre) ver cómo una madrileña como Clara Lago interpreta el personaje vasco de esta Amaia. Salvando distancias, nadir puso reparos a la sueca Ingrid Bergman representando a Ilsa Lund en Casablanca.
Conclusiones posteriores a ver "Ocho apellidos vascos":
- Recomendable ver. Nos lo hemos pasado muy bien, aunque ya nos sabíamos casi todas las escenas. Es una película divertida donde incluso sus contradicciones extremas resultan hilarantes (Amaia, la abertzale de estética radical, elige un vestido de boda propio de una andaluza pija, o la abundancia de matrículas de BI -Bizkaia o Bilbao-).
- Hemos descubierto esas palomitas caramelizadas (antes eran de colores).
- La película "Ocho apellidos vascos" batirá récords (ya lo está haciendo logrando ser la más vista en sólo 6 semanas de proyección) y dará mucho que hablar (incluso en el Senado).
- Zeviya (la de nuestro amigo Juan José Calderón a quien hemos de devolverle la visita) existe y es Sevilla, pero Argoitia no existe.
- La película anima a visitar Sevilla y el País Vasco, incluso los lugares exactos de rodaje como Leitza en Navarra y el resto en Gipuzkoa, como Getaria, Zumaia, Arrasate o Mondragón, Zarautz, Lasarte y Donostia-San Sebastián (con enlace los imprescindibles).
- Para quienes hemos disfrutado con "Vaya semanita" en ETB (aunque se pueden ver muchos capítulos en Internet) las sorpresas son menores. Este humor que entraba en los hogares vascos ha desmontado comandos tanto como las policías de todo el mundo.
- El mejor y el más sano humor se basa en la autocrítica, cuando nos reconocemos en nuestros excesos. Resulta una catarsis que relaja, una obra llana que libera de tanta tontería.
- Quienes no son andaluces o vascos,... ya están reclamando su propia versión humorística o perderán identidad colectiva.
Hashtag: #8apellidosvascos.