Mostrando las entradas para la consulta "aprender a aprender" ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta "aprender a aprender" ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

William James Sidis según James Thurber en The New Yorker

¿Dónde están ahora? ¡Día de los inocentes! por James Thurber. The New Yorker, sábado 14 de agosto de 1937, 22-26.

Una tarde nevada de enero de 1910, alrededor de cien profesores y estudiantes avanzados de matemáticas de la Universidad de Harvard se reunieron en una sala de conferencias en Cambridge, Massachusetts, para escuchar a un orador llamado William James Sidis. Nunca antes se había dirigido a una audiencia y al principio se sintió avergonzado y un poco incómodo. Sus oyentes tenían que prestarle mucha atención, porque hablaba con una vocecita que no se escuchaba bien y puntuaba su charla con risas nerviosas y estridentes. Un mechón de cabello rubio le caía sobre la frente y unos penetrantes ojos azules se asomaban desde lo que uno de los presentes describió más tarde como un rostro "parecido a un duendecillo". El orador vestía medias de terciopelo negro. Tenía once años.

A medida que el niño se familiarizó con el tema, su timidez se derritió y llegaron a los oídos de sus oyentes las palabras más notables que jamás habían escuchado de labios de un niño. William James Sidis había elegido como tema de su conferencia "Cuerpos de cuatro dimensiones". Incluso en este selecto grupo de caballeros eruditos, hubo quienes fueron incapaces de seguir todos los procesos del pensamiento del niño. Para los legos que estaban presentes, la cuarta dimensión, como se demostró esa noche, debía de haber encajado perfectamente en su definición coloquial: "un reino especulativo de relaciones incomprensiblemente involucradas". Cuando todo terminó, el distinguido profesor Daniel F. Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts se sintió impulsado a predecir a los periodistas, que habían escuchado con profundo desconcierto, que el joven Sidis crecería hasta convertirse en un gran matemático, un líder famoso en el mundo. de Ciencia.

William James Sidis, que a la edad de once años apareció en las portadas de los periódicos de todo el país, era un estudiante de Harvard en ese momento. Para explicar cómo llegó allí, debemos mirar a su padre, el fallecido Boris Sidis. Nacido en Kiev en 1868, el padre Sidis llegó a este país, aprendió inglés y fue a Harvard, donde se graduó en 1894. Su especialidad era la rama de la psicoterapia que se ocupa de aliviar las enfermedades nerviosas y los desajustes mediante sugestión mental. Escribió un libro titulado "La psicología de la sugestión" y estaba muy interesado en los experimentos para transmitir la sugestión mediante el estado hipnótico. Creía que en los primeros años el cerebro es mucho más susceptible a las impresiones que en la vejez. Cuando nació su hijo en 1898, nació, por así decirlo, en un laboratorio. Boris Sidis dirigía entonces un instituto psicoterapéutico en Brookline, Massachusetts. Era un admirador y amigo del fallecido William James, y le puso a su hijo el nombre de ese gran psicólogo.

Boris Sidis comenzó sus experimentos con su hijo cuando el pequeño William tenía dos años. Parece que indujo una especie de estado hipnoidal mediante el uso de bloques alfabéticos. Los rápidos resultados que obtuvo deleitaron su mente científica. El niño aprendió a deletrear y leer en unos meses. Al cabo de un año podía escribir tanto en inglés como en francés en la máquina de escribir. A los cinco años había compuesto un tratado de anatomía y había ideado un método para calcular la fecha en que había caído cualquier día de la semana durante los últimos diez mil años. Boris Sidis publicó varios artículos en revistas científicas describiendo los logros de su bebé. A los seis años, el niño fue enviado a una escuela pública de Brookline, donde sorprendió a sus maestros y alarmó a los demás niños al superar siete años de escolarización en seis meses. Cuando tenía ocho años, William propuso una nueva tabla de logaritmos, empleando 12 en lugar del habitual 10 como base. Boris Sidis publicó un libro sobre su increíble hijo, llamado "Filisteo y genio", y entró en Quién es quién en Estados Unidos .

El niño maravilloso tenía nueve años cuando su padre intentó matricularlo en Harvard. Podría haber aprobado los exámenes de ingreso con facilidad, pero las autoridades universitarias, sorprendidas y avergonzadas, no le permitieron realizarlos. Continuó realizando sus maravillas en casa y comenzó a estudiar latín y griego. No le interesaban los juguetes ni ninguno de los placeres normales de los niños pequeños. Los perros le aterrorizaban. "Si veo un perro", le dijo William a alguien en ese momento, "debo huir. Debo esconderme. Me gusta el gato. No puedo jugar, porque mi madre tendría que estar allí todo el tiempo, porque de la posibilidad de que pueda ver un perro." Su principal recreación parece haber sido viajar en tranvía con sus padres. El mayor Sidis le explicó los traslados y le interesó por los nombres de calles y lugares. Incluso antes de cumplir cinco años, William había aprendido a recitar todas las horas y estaciones de un complejo horario ferroviario. De vez en cuando recitaba horarios para los invitados mientras otros niños recitaban rimas de Mamá Ganso o cantaban pequeñas canciones. Quienes lo recuerdan en aquellos años dicen que tenía algo de la intensidad de un adulto neurótico.

En 1908, a la edad de diez años, a William James Sidis se le permitió matricularse en Tufts College, en Medford. Viajaba diariamente desde Brookline con su madre, quien estaba tan interesada en su fenomenal desarrollo mental como su padre. Siempre iban y venían de la universidad en tranvía. El joven asistió a Tufts durante un año y finalmente, en 1909, cuando tenía once años, Harvard le permitió matricularse allí como estudiante especial. Se matriculó como estudiante de primer año al año siguiente, y así se convirtió en miembro de la promoción de 1914. Cotton Mather, en 1674, se había convertido en estudiante de primer año de Harvard a la edad de doce años, y probablemente debido a este distinguido precedente, William Sidis se le permitió matricularse a esa misma edad. Era una fuente de asombro para sus compañeros de estudios y para el profesorado; algunos de los periódicos asignaron periodistas para cubrir "el caso Sidis".

Se pierde en el registro cómo se convenció a William para hablar ante los eruditos eruditos en enero de su primer año en Harvard, pero se sabe que mostró un gran interés en escuchar las conferencias de otros y se unió fácilmente a las discusiones grupales sobre metafísica. En su tiempo libre empezó a componer dos gramáticas, una latina y otra griega. Sin embargo, la presión de sus estudios y su repentina fama comenzaron a hacerle efecto, y no pasó mucho tiempo después de su notable discurso cuando sufrió un colapso general. 

Su padre dirigía un sanatorio en Portsmouth, New Hampshire, en ese momento, y William fue trasladado allí de urgencia. Cuando finalmente regresó a Harvard, estaba retraído y tímido; no se le pudo persuadir para que volviera a dar una conferencia; Comenzó a mostrar una marcada desconfianza hacia la gente, miedo a la responsabilidad y una inadaptación general a su vida anormal. No se relacionaba mucho con los estudiantes y huía de los periodistas, pero estos lo arrinconaron, por supuesto, el día de su graduación como Licenciado en Artes en 1914. Tenía dieciséis años. Entonces vestía pantalones largos y se enfrentaba a los periodistas que bajaban al Yard con menos sensación de vergüenza que cuando era un niño con bragas. Pero en él se habían desarrollado claras fobias. "Quiero vivir la vida perfecta", dijo William a los periodistas. "La única manera de vivir la vida perfecta es vivirla en reclusión. Siempre he odiado las multitudes". Por "multitudes" no fue difícil leer "gente". Entre los que se graduaron con William James Sidis ese día se encontraban Julius Spencer Morgan; Gilbert Seldes; y Vinton Freedley y Laurence Schwab, los productores de la comedia musical. Los periodistas no les prestaron atención.

A los dieciséis años, William James Sidis era un chico grande y, cuando ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard, ya no era la figura incongruente que había sido. Los periódicos tenían poco interés en sus idas y venidas. Asistió discretamente a la facultad de derecho durante tres años y aparentemente fue un estudiante brillante, pero su principal interés eran las matemáticas, y en 1918 aceptó un puesto de profesor en una universidad de Texas. Su fama le precedió, pero incluso si no lo hubiera sido, la extrema juventud de este profesor de matemáticas habría sido suficiente para convertirlo en una curiosidad. Se encontró en el centro de un interés que le molestaba y le consternaba. De repente renunció a su puesto y regresó amarga y silenciosamente a Boston, donde vivió en la oscuridad durante algunos meses.

Fue el 1 de mayo de 1919 cuando el nombre del joven Sidis volvió a ocupar las primeras planas de los periódicos. Con una veintena de jóvenes más, participó en una manifestación comunista en Roxbury y fue llevado ante el tribunal municipal como uno de los cabecillas del grupo y, de hecho, el mismo individuo que había portado la horrible bandera roja en su desfile. En el estrado de los testigos, Sidis demostró ser más franco y sincero que discreto. Anunció ante un tribunal estupefacto que para él no había más dios que la evolución; Cuando se le preguntó si creía en lo que representa la bandera estadounidense, dijo que sólo hasta cierto punto. En un momento dado, para instrucciones del magistrado, se lanzó a explicar la forma de gobierno soviética. Su inclinación marxista se había desarrollado durante un período de varios años. Cuando los Estados Unidos entraron en la guerra, se declaró objetor de conciencia y en varias ocasiones expresó la opinión de que los problemas del mundo eran causados ​​por el capitalismo. Un policía que había ayudado a disolver el desfile de los radicales identificó a Sidis como el hombre que llevaba la bandera roja. El oficial dijo que le había preguntado a Sidis por qué no llevaba la bandera estadounidense, y que Sidis respondió: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!". Al regresar al estrado, el famoso prodigio negó vehementemente haber hablado alguna vez con el testigo y haber dicho alguna vez a nadie: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!" Repitió que se oponía a la guerra y que creía en una forma de gobierno socializada. Después de una pausa, anunció que, en realidad, había llevado una bandera estadounidense, tras lo cual, ante el asombro de la sala del tribunal, sacó una bandera estadounidense en miniatura de su bolsillo. Fue condenado a dieciocho meses de cárcel por incitación a disturbios y agresión. Apeló y, mientras estaba en libertad bajo fianza de 5.000 dólares, desapareció del estado en el que había sorprendido a profesores eruditos y a policías patrióticos. Marcó el comienzo de un nuevo y curioso modo de vida para el joven.

Durante los cinco años siguientes, William James Sidis parece haber logrado la "vida perfecta" de la que había hablado el día de su graduación: la vida de reclusión. Aparentemente vagaba de ciudad en ciudad, trabajando como empleado, o en alguna otra función menor, por un salario que sólo le permitía subsistir. En 1924 volvió a aparecer en las noticias cuando un periodista lo encontró trabajando en una oficina en Wall Street, por veintitrés dólares a la semana. Estaba consternado al ser descubierto. Dijo que todo lo que quería era ganar lo suficiente para vivir y trabajar en algo que requiriera un mínimo de esfuerzo mental. Los últimos periodistas que bajaron a su oficina para entrevistarlo no lograron verlo. Había dejado su trabajo y había vuelto a desaparecer.

Dos años más tarde, en 1926, Dorrance & Company, una editorial de Filadelfia que imprime libros "vanidosos", es decir, libros publicados a expensas de los autores, publicó un volumen llamado " Notas sobre la colección de transferencias". Fue escrito por un tal Frank Folupa. Frank Folupa, según descubrió un periodista despiadadamente ingenioso, no era otro que William James Sidis. Nuevamente lo atropellaron y lo entrevistaron. Anunció que durante mucho tiempo había sido un "peridromófilo", es decir, un coleccionista de transferencias de tranvía. Él mismo había acuñado la palabra. Su libro (ahora agotado) tenía trescientas páginas y era un tratado erudito y laborioso sobre el origen, la naturaleza y la clasificación de nada más y nada menos que los trozos de papel que los conductores de tranvía entregan a los pasajeros cuando solicitan transbordos. Muchos psicólogos y analistas deben haber estado interesados ​​al leer en los artículos que el genio del niño precoz que había asombrado al mundo académico dieciséis años antes había florecido de esta manera extraña. El libro es digno de examen. Sidis escribió un prefacio al volumen, que comenzaba así: "Este libro es una descripción de lo que es, hasta donde sabe el autor, un nuevo tipo de pasatiempo, pero que a primera vista parece tan razonable como , tan interesante y tan instructivo como cualquier otro tipo de colección de moda. Esta es la colección de transferencias de tranvías y formas afines. El propio autor ya ha recopilado más de 1600 formas de este tipo." El prefacio revela, en otro lugar, que el autor no carecía de cierto humor. "Podemos mencionar", decía, "el interés geográfico y topográfico, tanto en la exploración como en el análisis de las transferencias mismas. También están las interesantes luces que una colección de este tipo arroja sobre la política en la que necesariamente están involucradas las empresas de tránsito". ; aunque difícilmente recomendamos que este interés político se lleve lo suficientemente lejos como para inducir al coleccionista a tomar partido en tales disputas. Y nuevamente: "Uno puede encontrar mucha diversión con las transferencias: se dice que un estudiante de la Universidad de Harvard se encontró en una calle coche y, deseando un viaje extra, le pidió al revisor un transbordo. Cuando se le preguntó "¿A dónde?" "En cualquier lugar", dijo. El conductor le guiñó un ojo y dijo: "Está bien". Te transferiré a Waverly. Posteriormente se rieron del estudiante cuando contó la historia y se le informó que el asilo para débiles mentales estaba ubicado en Waverly ". Sidis también incluyó en su prefacio algunos versos que había escrito cuando tenía catorce años. Comienzan:

Desde los trenes subterráneos en Central, se toma un transbordo y se va a Allston o Brighton o a Somerville, ya sabes; En los automóviles desde Brighton, haga transbordo al metro de Cambridge este y tome un tren hasta Park Street o Kendall Square, al menos.

"Conocemos", concluye el autor, "a alguien a quien realmente le ayudó a tomar el camino correcto al recordar un fragmento de uno de estos versos". El libro analiza todo tipo de transferencias: tipos estándar, tipo Ham, tipo Pope, tipo Smith, tipo Moran, transferencias Franklin Rapid, transferencias Stedman. De este último (para darle una idea), el Sr. Sidis escribió: "Transferencias Stedman: esta clasificación se refiere a un tipo peculiar elaborado por cierta imprenta de transferencias en Rochester, Nueva York. Las peculiaridades de la transferencia Stedman típica son el límite de tiempo tabular. ocupando todo el extremo derecho de la transferencia (ver Diagrama en la Sección 47) y la combinación de fila y columna de ruta de recepción (u otras condiciones de recepción) con el medio día que ya hemos discutido en detalle".

Un año después de la publicación de su libro (al parecer sólo se vendió a unos pocos peridromófilos más), Sidis regresó a la ciudad de Nueva York y volvió a conseguir un trabajo como empleado en una empresa comercial. A su habilidad y experiencia en el trabajo de oficina en general, el genio matemático había añadido ahora, irónicamente, la capacidad de operar una máquina sumadora con gran velocidad y precisión, y le gustaba alardear de este logro. Vivía en 112 West 119th Street, donde se hizo amigo de Harry Freedman, el propietario, y su hermana, la señora Schlectien. Sidis ya no está con ellos y no te dirán adónde ha ido, pero te reenviarán cualquier correo que llegue por él. Aprecian al joven y aprecian su deseo de evitar la publicidad. "Tenía una especie de amargura crónica, como mucha gente que ves viviendo en habitaciones amuebladas", dijo recientemente Freedman a un investigador de la curiosa historia de William James Sidis. Sidis solía sentarse en un viejo sofá en la sala de estar de Freedman y hablar con él y su hermana. Sidis les dijo que odiaba Harvard y que cualquiera que enviara a su hijo a la universidad es un tonto: un niño puede aprender más en una biblioteca pública. Con frecuencia hablaba de su pasión por coleccionar transfers. "Él puede decirle cómo llegar a cualquier calle de cualquier ciudad de los Estados Unidos con un solo billete de tranvía", dijo el Sr. Freedman con asombro y admiración. Parece que Sidis mantiene correspondencia con peridromófilos en varias otras ciudades y de esta manera se mantiene al día con la situación del tranvía y los transbordos. Una vez, el joven bajó de su habitación un manuscrito en el que estaba trabajando y le pidió a la señora Schlectien si podía leerle "algunos capítulos". Dijo que resultó ser un libro del tipo "Buck Rogers", sobre aventuras en un mundo futuro de maravillosos inventos. Ella dijo que estaba genial.

William James Sidis vive hoy, a la edad de treinta y nueve años, en un dormitorio del destartalado extremo sur de Boston. Por una fotografía de él y de sus actividades, este disco está en deuda con una joven que recientemente logró entrevistarlo allí. Lo encontró en una pequeña habitación empapelada con el diseño de enormes flores rosadas, considerablemente descoloridas. Había una cama grande y desordenada y un enorme baúl medio abierto. En una pared colgaba un mapa de Estados Unidos. Sobre una mesa junto a la puerta había un paquete de transferencias de tranvía cuidadosamente unidas con un elástico. Sobre una cómoda había dos fotografías, una (sorprendentemente) de Sidis como el niño genio, la otra una chica de rostro dulce con gafas con montura de concha y un elaborado saludo de Marcel. También había un escritorio con una pequeña y antigua máquina de escribir, un Almanaque Mundial , un diccionario, algunos libros de referencia y un libro de la biblioteca que el visitante del joven recogió en un momento dado. "Oh, vaya", dijo Sidis, "esa es sólo una de esas historias de delincuentes". Dirigió su atención hacia la pequeña máquina de escribir. "Puedes cogerlo con un dedo", dijo, y así lo hizo.

William Sidis, de treinta y nueve años, es un hombre corpulento y corpulento, con una mandíbula prominente, un cuello grueso y un bigote rojizo. Su cabello claro cae sobre su frente como lo hizo la noche que dio una conferencia a los profesores en Cambridge. Sus ojos tienen una expresión que varía desde la ingeniosa hasta la cautelosa. Cuando es cauteloso, tiene una especie de dignidad incongruente que de repente se rompe en el alegre abandono de un niño de vacaciones. Parece tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse, pero cuando lo hace, habla rápidamente, asiente bruscamente con la cabeza para enfatizar sus puntos, hace gestos con la mano izquierda y, de vez en cuando, emite una risa curiosa y jadeante. Parece disfrutar mucho e irónicamente de llevar una vida de irresponsabilidad errante después de una infancia de escrupulosa reglamentación. Su visitante encontró en él cierto encanto infantil.

Sidis trabaja ahora, como de costumbre, como empleado en una casa comercial. Dijo que nunca permanece mucho tiempo en una oficina porque sus empleadores y compañeros de trabajo pronto descubren que él es el famoso niño prodigio y que no puede tolerar un puesto después de eso. "La sola visión de una fórmula matemática me enferma físicamente", dijo. "Todo lo que quiero hacer es ejecutar una máquina sumadora, pero no me dejan en paz". Resultó que una vez le ofrecieron un trabajo en la Eastern Massachusetts Street Railway Company. Parece que los funcionarios creían con cariño que el joven mago de alguna manera sería capaz de resolver todos sus problemas técnicos. Cuando se presentó a trabajar, le presentaron un montón de planos, gráficos y documentos llenos de estadísticas. Uno de los funcionarios lo encontró una hora después llorando en medio de todo. Sidis le dijo al hombre que no podía soportar responsabilidades, ni pensamientos complejos, ni cálculos, excepto en una máquina de sumar. Tomó su sombrero y se fue.

Sidis tiene un nuevo interés que le absorbe actualmente más que los traslados en tranvía. Se trata del estudio de ciertos aspectos de la historia de los indios americanos. Da clases a media docena de estudiantes interesados ​​una vez cada dos semanas. Se reúnen en su dormitorio y se acomodan en la cama y en el suelo para escuchar el intenso pero vacilante discurso del otrora prodigio. A Sidis le preocupa principalmente la tribu Okamakammessett, a la que describe como una especie de federación proletaria. Ha escrito algunos folletos sobre la tradición y la historia de Okamakammessett y, si se le solicita adecuadamente, recitará poesía de Okamakammessett e incluso cantará canciones de Okamakammessett. Admitió que su estudio de los Okamakammessetts fue una consecuencia de su interés por el socialismo. Cuando la joven mencionó la manifestación del Primero de Mayo de 1919, miró el retrato de la niña en su cómoda y dijo: "Ella estaba en ella. Era una de las fuerzas rebeldes". Él asintió vigorosamente con la cabeza, como complacido con esa frase: "Yo era el abanderado", prosiguió. "¿Y sabes qué era la bandera? Sólo un trozo de seda roja". Él soltó su risa curiosa. "Seda roja", repitió. No hizo ninguna referencia a la imagen que tenía de sí mismo en los días de su gran fama, pero su entrevistador supo más tarde que en una ocasión, cuando un alumno suyo le preguntó a quemarropa sobre su precocidad infantil e insistió en una demostración de sus habilidades matemáticas. Sidis logró con dificultad expulsarlo de la habitación.

Sidis reveló a su entrevistador que tiene otro trabajo en marcha: un tratado sobre las inundaciones. Le mostró la primera frase: "California ha adquirido considerable fama gracias a su supuesto clima". Parece que estuvo en California hace unos diez años durante sus andanzas. Su visitante se animó, por fin, a mencionar la predicción, hecha por el profesor Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts allá por 1910, de que el niño que ese año daba una conferencia sobre la cuarta dimensión a una reunión de eruditos crecería hasta Sé un gran matemático, un líder famoso en el mundo de la ciencia. "Es extraño", dijo William James Sidis, con una sonrisa, "pero, ya sabes, nací el Día de los Inocentes".

―Jared L. Manley (James Thurber) 1

1 En Los años con Ross Thurber escribió: "Era uno de los '¿Dónde están ahora?' serie, para la cual hice la reescritura (Grossett & Dunlap, 1957, p. 210)". Pero Jared Manley era el seudónimo de Thurber. "Bernstein escribe: 'A principios de 1936, Thurber comenzó a escribir (en realidad a reescribir, ya que algunos de los mejores reporteros de The New Yorker, como Eugene Kinkead, estaban haciendo la investigación) una serie de perfiles breves y retrospectivos. Bernstein también revela que Jared L. Manley fue un nombre que Thurber improvisó cuando escribió su primer artículo sobre un viejo boxeador basado en las iniciales del boxeador John L. Sullivan y Manley basado en "el arte varonil de la autodefensa".'" — Privacidad, Información y Tecnología.

2 Norbert Weiner, que estaba en la reunión del club de matemáticas, escribió: "El joven Sidis, que entonces tenía once años, era obviamente un niño brillante e interesante. Su interés estaba principalmente en las matemáticas. Recuerdo bien el día en el Club de Matemáticas de Harvard en el que GC Evans, ahora jefe retirado del departamento de matemáticas de la Universidad de California y amigo de toda la vida de Sidis, patrocinó al niño en una charla sobre las figuras regulares de cuatro dimensiones. La charla habría dado crédito a un alumno de primera o segunda dimensión. estudiante de posgrado de cualquier edad, aunque todo el material que contenía era conocido en otros lugares y estaba disponible en la literatura. El tema me lo había hecho familiar EQ Adams, un compañero de mis días en Tufts. Estoy convencido de que Sidis no tenía acceso según las fuentes existentes, y que la charla representó el triunfo de los esfuerzos sin ayuda de un niño muy brillante ( Ex-Prodigy , Simon & Schuster, p. 131 - 132)".


4 Cfr. Siete mitos del fracaso por Dan Mahony: "Las investigaciones muestran que la mayoría de los niños prodigio llevan vidas productivas. Al igual que Sidis".

PDF  Mecanografiando por Bill Paton.

Gehiago Biziz 2024: Imágenes y referencias sobre longevidad

Gehiago Biziz 2024
Álbum con nuestras imágenes.

Hoy hemos podido acudir este año a Gehiago Biziz 2024 en presencia, por haberse celebrado a primeros de marzo y no a finales de mayo como en la edición 2023 que solamente pudimos ver online. Ha sido este martes 5-2-24 en Sala BBK, Gran Vía de Don Diego López de Haro, 19-21, Abando, 48001 Bilbao. 

Lo primero deber ser felicitar a los organizadores, El Correo y la Fundación BBK, por este Programa Gehiago Biziz 2024. En nuestra modesta opinión ha mejorado notablemente, respecto a un nivel que ya fue excelente anteriormente, tanto por temáticas, ponentes y fecha de celebración. Ha habido una inmensa asistencia, tanto cuantitativa como cualitativamente. 

A la espera de las grabaciones, aportamos las notas tomadas en el móvil, que iremos completando en las próximas horas con más enlaces y referencias. Todas y todos los ponentes son referenciales en sus respectivas disciplinas y han estado brillantes en sus exposiciones
9:30h Apertura Dña. Nora Sarasola, Directora Obra Social de BBK. "Necesitamos con urgencia un nuevo enfoque intergeneracional" en una realidad donde, por primera vez, hay más personas mayores de 65 años que niños (y jóvenes).

Impresionante en su brevedad y densidad, esta ponencia. Algunas de las notas apuntadas en el móvil: Las 6 "P": Preventiva, Proactiva, Predictiva, Personalizada, Participativa y Placentera. Obsolescencias programada, no estocástica. Esperanza de vida de vascos 80 y 86 vascas. Mujeres surcoreanas más de 90 años. Límite Hayflick y los 120 ó 130 años como límites. PLOS ONE, 4 fases vida con el percentil 50: Compresión morbilidad, Fríes? Metilacion a partir 30 años, cuando empezamos a envejecer,... Hermanas Brown fotos durante 45 años (post propio). ICD-11 códigos de Old Age declive asociado a la edad Carlos López Otin, marcas del envejecimiento de 9 hasta 13 marcas Age Management Medicine / Longevity Medicine/ . Tratar el envejecimiento, no cada enfermedad. Abordar en la fase silente o subclínica, de los preenfermos El País Suplementos Journal. Normas higiene sueño. Primero: Salud conductual, optimismo, Biomarcadores, llevarlos al nivel óptimo del rango de referencia. Clock Foundation, años biológicos reunidos en Buck California ALTOS. Alargar la vida 3B $, Factores de Yamanaka, Juan Carlos Izpisúa, Project Blueprint de Bryan Johnson,...
10:05h Mesa redonda “INTERGENERACIONALIDAD” Dr. Feliciano Villar, doctor en psicología y coordinador del Grupo de Investigación en Gerontología (GIG) de la Universitat de Barcelona. D. Aitor Urrutia, doctor en ciencia política de la Universidad de Deusto. D. Mariano Sánchez Martínez, director de la Cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales de la Universidad de Granada (UGR). Modera: Ainhoa García.

Dar contenido a esta nueva etapa que no existía antes, Aitor. Los procesos de aprendizaje, innovación es crear una nueva sociedad de mayores,… Campus intergeneracionales, con drones en BBKsasoiko. La edad existe y da una perspectiva diferente, porque han vivido más y porque las expectativas son diferentes. Casos de ¿Eder Arretak?, o Macrosad Granada y Sevilla. Cada persona tiene varios edadES, en plural (cronológica, biológica, cognitiva,...). No pudo hablar de su duelo a los 12 años (Mariano). Olvidemos la etiqueta Edad. Innovación Social, más que Silver Economy. Buscar un sentido de vida que nos hemos regalado. Aitor: No eso de “Voy y me voy”, … Longevidad para alargar y ENSANCHAR la vida, con relaciones, conexiones cruzando edades y viajando en el tiempo, experienciando etapas vitales. Cada uno es arquitecto EN PARTE, para relativizar el empoderamiento, que no es culpa tuya, por lo que hemos de crear las infraestructuras para todo el mundo. Favoreciendo el encuentro entre generaciones. Una persona siempre es una persona, no un mayor, no un discapacitado,… Relaciones transcendiendo etiquetas de mayor,… ODS del envejecimiento, Aquí hay más terceros espacios (posts),… Quienes aquí estamos somos ACTIVISTAS (incluso hackivistas, añadiría por mi parte), la innovación debe acabar en un lineal de súper. Dar contenido a esta etapa. Edadismo más identificado en los jóvenes y piden que se hable del futuro. Intervención en el coloquio de alguien de Bagabiltza, cita que el 20 marzo habrá 13 jornada intergeneracional sobre vivienda (EHU-UPV).
10:45h Mesa redonda “SALUD” Salud mental:
Dr. Iñaki Eguiluz, médico psiquiatra. Sueño:
Dr. Joaquín Durán, fundador de la Unidad Interdisciplinar de Trastornos del Sueño del Hospital Txagorritxu (Vitoria-Gasteiz). Alimentación:
Dra. Nerea Gil, Médico especialista en Endocrinología y Nutrición. Modera: Fermín Apezteguia.

Dieta es fundamental, evitar enfermedades crónicas. Sueño, cambia con la edad, nos despertamos varias veces por hora como los animales, el sueño se fragmenta,... Salud mental es esencial,…. En la salud mental falta prevención primaria,… Ese constructo se crea desde el útero, y la infancia y adolescencia son claves. Atención al alcohol y el cannabis,… Levantar de la mesa con un poco de hambre (posts del Hara Hachi Bu) porque la señal de saciedad tarda en llegar al cerebro y más con la edad, en pro del déficit calórico. Prevenir sobrepeso y obesidad, por riesgo en caderas y rodillas,… A favor de la Dieta mediterránea (posts), beneficio cardiovascular, menestra o dónate,… Productos de cercanía han estado menos tiempo de viaje,… Es más barato comer mal, por desgracia. 3 ó 5 comidas, no importa si lo acomodamos a nuestro estilo de vida. Pero no cenar tarde (posts) por el sueño, y el ayuno intermitente (posts) si lo soportas está bien. Comer bien desde niños aprender a comer,… Azúcar, sal y grasas, bollería no, para evitar la placa de ateroma, preservar arterias, diabetes, presión arterial alta, Verduras,… dieta mediterránea. Atentos ,… Insomnio crónico a consultar, para cuidar los biorritmos luz azul no aconsejable (post) porque para que la retina-cerebro lo interpreta como alerta. Pero opina que la TV no importa, siempre que sea con temporizador de apagado automático, o la radio. Pero sin micro-alarmas de ruido y luz. Mental. Duelo no siempre asociarlo con pérdida. Porque duelo es transición (POST). Duelo no es ansiedad ni depresión, El COVID nos ha demostrado que somos vulnerables y hemos de prepararnos para ello. Dormir bien es un derecho universal.
11:25h Mesa redonda “PERSONAS” D. Iñigo Arbiol, Secretaría de agenda 2030 de ONU. D. Koldo Bilbao Uriarte, coordinador de cultura, familias y mayores de BBK. Dña. Beatriz Gázquez, CEO de la Consultoría de Innovación Social 3D Social Movement S.L. Modera: Ainhoa García.

Koldo: BBKsasoiko es un Laboratorio 4.0, Aprendizaje a lo largo de la vida. ODS Imprescindibles las PM (Personas Mayores), Valores actuales, éxito, dinero,… para la muñeca Miren 100 una sociedad empática, solidaria,… Leer pronto y contacto con la naturaleza,… Mercedes, imagen, tercer sector social, escuela prevención soledad,… Agekin Sasoiko, Agenda 2030 de nuevo Contrato Social. Las PM como un agente de los ODS. Aprender del futuro, para lograrlo previamente habrá que imaginarlo,…Valorar las preguntas más que las respuestas (post nuestro),… Ser más flexibles con las expectativas,… Todas nuestras pequeñas decisiones son determinantes y poderosas, recordando a Eduardo Galeano: "Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo". Recuperar nuestra humanidad. Las PM como tractores del cambio y arquitectos del futuro. El cambio de modelo es inaplazable para un cambio de era. Necesarias las PM para evitar la polarización,… Porque las PM ver mejor los grises y la simplificación. Valor de la localización para los ODS. El peor edadismo es el auto-infligido. Tres modelos de mujeres mayores: abuelita asexuada, bruja suegra y súper modelos (añado como Iris Apfel en post reciente). Athletic o cultura como modelo intergeneracional,… Mayor liderazgo y protagonismo de PM en esta década de ONU. Euskadi Lagunkoia,... La longevidad es la mayor transformación social del siglo XXI.
12:05h Dr. Javier Yanguas, psicólogo, autor del libro “Pasos hacia una nueva vejez” y director científico del programa de mayores de la Fundación La Caixa. 

Verdad estadística de longevidad, no personal (atención). Relaciones, individualización creciente, desde Lutero, coste-beneficio, clínica del vacío, instrumental amistad, menor compromiso, reciprocidad, altruismo, corto plazo, individuo no lo es todo, es algo relacional, ¿Ronald Cohen o Ted Cohen? dice que nos hacemos a través de los otros,… Un tercio de la vida va de los 60 a los 90 años,.. Banalizacion del malestar (vídeo), abundan libros de autoayuda, pero ya no de ensayo, con simplezas como que todo sufrimiento, incluso la soledad, se cura con actitud,… Hay que ver el otro lado tenebroso, sin darnos cuenta de la vulnerabilidad (que los mayores sentimos más). Estamos culpabilizando a mucha gente, vendiendo que la felicidad es lo único importante -mundo happy- (descuidando la verdad, el cuidado de los demás,...). Aceptemos nuestros límites,  La muchedumbre solitaria 1948,… de Riesman,… Soledad: Tres tipos: La de Lácar, Navarra ,… y la dualidad de las personas dirigidas desde dentro como el giroscopio, con sus valores y sufren por ello, emanan una luz sin esperar que les confirme los demás. Y los Radar que operan según lo que les dicen, las redes sociales,… Eso pretenden algunos programas de personas mayores (PM), decirles lo que deben hacer o sentir.  Que esa deseada brújula propia no se olvide de ser comunitaria,.. Filosofía de la vejez, ya no vaguear enPunta Cana, sino siguiendo aportando y contribuyendo. Se echa de menos y se pierden personas, luego sentimientos de soledad, vacío,… y acaba en la soledad existencial. Aprender a vivir con piedras en los zapatos,… Hay que cambiar las relaciones y conexiones. Un final de evento muy inspirador.
Gehiago Biziz 2024: Algunos apuntes, imágenes y referencias
Web oficial: gehiagobiziz.elcorreo.com
Grabaciones completas de la edición 2023
Sumadas las grabaciones de este año que resolverán algunas dudas.

Aprendiendo de economía con el longevo Charlie Munger


Charlie Munger fue un Visionario Inversor y Socio de Warren Buffett. Dejó una huella imborrable en el mundo de las inversiones y los negocios. Nacido el 1 de enero de 1924 en Omaha, Nebraska, y fallecido a los 99 años el 28 de noviembre de 2023 en Santa Bárbara, California, Munger fue mucho más que un simple inversor. Su legado se extiende más allá de las cifras y los balances, y su sabiduría sigue inspirando a generaciones de emprendedores y financieros. 

Comenzó su carrera como adolescente trabajando en la tienda de comestibles de Buffett & Son, propiedad del abuelo de Warren Buffett. Aunque estudió matemáticas en la Universidad de Míchigan, nunca regresó a Omaha, excepto para visitas ocasionales. A los 19 años, dejó la universidad para servir en el Cuerpo Aéreo del Ejército de los EE. UU. durante la Segunda Guerra Mundial. Continuó sus estudios en meteorología en Caltech en Pasadena, California, donde finalmente se estableció. En Harvard Law School, Munger se graduó magna cum laude con un J.D. en 1948. Durante su tiempo en la universidad, Charlie Munger desarrolló una habilidad crucial: el juego de cartas. Su filosofía de inversión también se reflejaría en esta habilidad: “Aprende a retirarte cuando las probabilidades están en tu contra o, si tienes una gran ventaja, apuesta fuerte”. 

La asociación entre Charlie Munger y Warren Buffett es legendaria. Munger fue vicepresidente de Berkshire Hathaway, el conglomerado controlado por Buffett. Su relación trascendió lo profesional; Buffett describió a Munger como su socio más cercano y mano derecha. Juntos, construyeron un imperio empresarial basado en principios sólidos y una visión a largo plazo. Entre ambos crearon algunas reglas básicas, como el "Efecto orangután" o "La regla de los 20 espacios". 

Charlie Munger destacó también como filántropo. Fue presidente de Wesco Financial Corporation desde 1984 hasta 2011. Además, presidió el Daily Journal Corporation en Los Ángeles y fue director de Costco Wholesale Corporation (ver post anterior reciente)

La muerte de Charlie Munger en 2023 dejó un vacío en el mundo financiero. Sin embargo, su legado perdura. Sus consejos sobre inversiones, ética empresarial y toma de decisiones siguen siendo relevantes. Munger no solo acumuló riqueza, sino que también compartió su sabiduría con generosidadSu estrategia de inversión se basaba en la búsqueda de empresas sólidas con ventajas competitivas duraderas. Munger creía en la importancia de comprender profundamente los negocios antes de invertir en ellos. Su famosa frase “invertir en lo que conoces” resume su filosofía. 

Aquí están sus más famosos consejos atemporales
  • Invierte para el largo plazo”.
  • “Aprende de los errores de los demás”.
  • “Sé paciente y espera las oportunidades”.
  • "La gente calcula mucho y piensa muy poco".
  • El conocimiento multidisciplinario es esencial”.
  • “La diversificación es para los inversores ignorantes”.
  • "Reconocer lo que no sabes es el amanecer de la sabiduría". 
  • "El deseo de enriquecerse rápidamente es bastante peligroso". 
  • "Siempre toma el camino correcto; está mucho menos transitado".
  • "Más importante que la voluntad de ganar es la voluntad de prepararse". 
  • "La mejor armadura cuando envejeces es haber vivido una buena vida".
  • "El gran dinero no está en la compra y en la venta, sino en la espera". 
  • "Es extraordinaria la resistencia de algunas personas a aprender cualquier cosa".
  • "Evite trabajar directamente bajo alguien que no admiras y no quieras ser como él".
  • "Invierte en un negocio que cualquier tonto pueda dirigir, porque algún día un tonto lo hará". 
  • "Es mejor comprar una empresa maravillosa a un precio justo que una empresa justa a un precio maravilloso". 
  • "La gente trata de ser inteligente. Lo único que intento hacer yo es no ser idiota, pero es más difícil de lo que muchos piensan." 
  • "Para conseguir lo que quieres, tienes que merecértelo. El mundo no es un sitio tan loco como para recompensar a la gente que no se lo merece". 
  • "Para saber cómo será el futuro, no hay mejor profesor que la historia. Hay respuestas que valen millones de dólares en un libro de historia de 30$". 
  • "Los inversores no pueden vencer al mercado consistentemente. Por lo tanto, lo mejor es que inviertan en un fondo indexado con bajas comisiones".
  • "En toda mi vida no he conocido a nadie sabio que no lea constantemente. A nadie. Te sorprendería todo lo que Warren y yo leemos. Mis ocho hijos se ríen de mí. Dicen que soy un libro con patas". 
Más posts sobre Charlie Munger, Warren Buffett o sobre economía.
Entradas sobre personas centenarias y referenciales en activo.

Los 10 mandamientos de una longevidad feliz

Ayer en la tercera conferencia sobre longevidad (ver el vídeo de 85 minutos), en esta ocasión en Getxo, alguien nos pidió diez propuestas para hacer la vida más saludable, feliz, significativa, larga y ancha. Estas son algunas de las recomendaciones más comunes y menos controvertidas que nos descubren los secretos para llegar a vivir más de un siglo con una longevidad saludable y feliz
  1. Seguir una alimentación saludable, rica en vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y pescado azul. Evitar el exceso de proteínas, grasas saturadas, azúcares y sal. Moderar la cantidad de calorías y practicar el ayuno intermitente. Usar aceite de oliva como principal grasa para aderezar las comidas. Beber abundante agua, que es la bebida por excelencia.
  2. Hacer ejercicio físico regularmente, al menos 150 minutos a la semana de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa. Combinar ejercicios aeróbicos, de fuerza y de flexibilidad.
  3. Respirar profundamente, llenando los pulmones de aire y oxigenando las células. Practicar técnicas de respiración consciente, como el pranayama o la respiración abdominal.
  4. Dormir lo suficiente, entre 7 y 9 horas al día, y mantener un horario regular. Evitar las distracciones y la luz artificial antes de acostarse. Aprovechar la luz natural durante el día.
  5. Gestionar el estrés, evitando las situaciones que lo generan o buscando formas de afrontarlo. Practicar un estilo slow life con actividades relajantes, como la meditación, el yoga, la música o el arte.
  6. Cuidar la salud emocional, cultivando relaciones positivas, el optimismo, la gratitud, el humor y la autoestima. Evitar el aislamiento, la depresión, la ansiedad y la ira, activando diariamente la conexión social con familiares, amistades, vecindario,...
  7. Entrenar la mente, manteniendo la curiosidad, el aprendizaje, la memoria y la creatividad. Realizar actividades que estimulen el cerebro, como leer, escribir, resolver crucigramas o aprender idiomas.
  8. Huir de los tóxicos, evitando el consumo de tabaco, alcohol, drogas y otras sustancias que dañan el organismo. Reducir la exposición a la contaminación ambiental y a los productos químicos. Mantener un contacto con la naturaleza, al menos con un jardín, arboledas,...
  9. Cuidar la salud preventiva, realizando chequeos médicos periódicos, vacunándose y siguiendo las indicaciones de los profesionales sanitarios. Detectar y tratar a tiempo cualquier problema de salud.
  10. Disfrutar de la vida, buscando el sentido, el propósito (ikigai) y la felicidad. Participar en actividades que nos apasionen, nos diviertan y nos hagan sentir bien. Ser generosos, solidarios y altruistas, es decir, hacer voluntariado.
Grecia #GetxoLong 
 Todo esto lo solemos ordenar con el acrónimo GRECIA, formado por las iniciales de GratitudRelajamiento, EjercicioConexiónIkigai y Alimentación

Educación en X (Twitter)

"La educación es algo que nadie te puede quitar". - Elin Nordegren.
"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre". - Mahatma Gandhi.
"La educación no es la preparación para la vida; la educación es la vida misma". - John Dewey. "La gente piensa en la educación como algo que puede terminar". Isaac Asimov "Si no estás dispuesto a aprender, nadie puede ayudarte. Si estás decidido a aprender, nadie podrá impedírtelo". "Siempre pensé que la idea de la educación era aprender a pensar por uno mismo". - Robin Williams. "Nadie debería salir de nuestras universidades sin comprender lo poco que sabe". - J. Robert Oppenheimer. "La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo". - Nelson Mandela.

Muchas más citas sobre la educación.

El éxito según Clayton Christensen, padre de la disrupción


Con demasiada frecuencia, medimos el éxito en la vida en función de los progresos que hacemos en nuestras carreras profesionales. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que no nos alejamos de nuestros valores como seres humanos por el camino? Clayton M. Christensen, profesor de la Harvard Business School y gurú de la innovación de fama mundial, examina las decisiones cotidianas que definen nuestras vidas y nos anima a todos a reflexionar sobre lo que es verdaderamente importante. "En realidad es muy importante que triunfes en tu trabajo, pero esa no va a ser la medida de tu vida".  

Clayton Christensen nació en Salt Lake City, Utah, en 1952, en el seno de una familia mormona. Era hijo de un empleado de unos grandes almacenes y de una profesora de instituto; y el segundo de ocho hermanos. Unos orígenes que le enseñaron a valorar la sobriedad, y que no anticipaban que se convertiría en uno de los grandes referentes del mundo empresarial. Sin embargo, era un niño precoz y de gran inteligencia, que a los 11 años ya se había leído una enciclopedia de 22 volúmenes. En 1971 marchó a Corea del Sur como misionero, donde permaneció hasta 1973. 

A su regreso, se graduó en económicas con Summa Cum Laude en la Brigham Young University; y posteriormente, se formó en Oxford y Harvard. Al graduarse, trabajó como consultor y cofundó una compañía tecnológica, Innosight. En 1982, fue asesor de los Secretarios de Transporte Drew Lewis y Elizabeth Dole, y en 1992 se convirtió en profesor de Harvard. Pero no saltó verdaderamente a la fama hasta 1997, cuando publicó su célebre libro El Dilema del innovador, un best seller internacional. En esta obra, Christensen se planteaba por qué algunas grandes empresas quebraban a pesar de ser rentables durante muchos años y estar dirigidos por personas inteligentes. Su conclusión fue que existían dos motivos: centrarse solo en sus mejores clientes e invertir solo en aquello que generaba las mejores recompensas a corto plazo. Una actitud que les llevaba a ignorar a competidores con productos más baratos y fáciles de usar, que lentamente acaparaban cuota de mercado. 

Christensen definió este proceso como la innovación disruptiva, un elemento que explica el derrumbe de gigantes como Kodak o Blockbuster; y el auge de empresas como Amazon, que en su día se especializaba tan solo en la venta de libros. En la actualidad, esta disrupción estaría representada por conceptos como las fintech, el blockchain, el streaming o la tokenización de la economía. Posteriormente, en 2003 publicó el libro La solución de los innovadores, en el que aconsejaba a los empresarios prestar menos atención a los productos, y más a las necesidades reales de sus clientes. Es decir, analizar si con el paso del tiempo los productos seguían respondiendo a las necesidades de los clientes o si los cambios de hábitos de consumo o la aparición de nuevas tecnologías y competidores exigían un cambio de estrategia. Él mismo aplicó su consejo de perseverar y adaptarse, ya que nunca abandonó la docencia, pese a sufrir un infarto, un cáncer y un ictus, que le obligó incluso a aprender a hablar de nuevo. Murió en 2020 a los 67 años, antes del inicio de la pandemia. 

Es considerado por The Economist como el sexto autor más importante de libros empresariales y gestión de toda la historia. Estas son algunas de sus citas más destacadas:
  • Las relaciones íntimas, cariñosas y duraderas con nuestra familia y amigos cercanos serán una de las fuentes de mayor alegría en nuestras vidas.
  • Pensaba que el destino era lo importante, pero resultó que era el viaje.
  • La motivación es el ingrediente catalizador de toda innovación exitosa. Lo mismo ocurre con el aprendizaje.
  • Decide lo que defiendes. Y luego defiéndelo todo el tiempo. 
  • En tu vida va a haber constantes demandas de tu tiempo y atención. ¿Cómo vas a decidir cuál de esas demandas recibe recursos? La trampa en la que caen muchas personas es asignar su tiempo a quien grita más fuerte, y su talento a lo que les ofrece la recompensa más rápida. Esa es una forma peligrosa de construir una estrategia.
  • Si aplazas la inversión de tu tiempo y energía hasta que veas que lo necesitas, lo más probable es que ya sea demasiado tarde.
  • Las tecnologías disruptivas suelen permitir la aparición de nuevos mercados.
  • En primer lugar, los productos disruptivos son más simples y baratos; generalmente prometen márgenes más bajos, no mayores beneficios. En segundo lugar, las tecnologías disruptivas suelen comercializarse por primera vez en mercados emergentes o insignificantes. Y en tercer lugar, los clientes más rentables de las empresas líderes no suelen querer, e incluso no pueden utilizar inicialmente, productos basados en tecnologías disruptivas.
  • Los nuevos productos tienen éxito no por las características y funcionalidades que ofrecen, sino por las experiencias que permiten.
  • Las empresas de éxito no triunfan porque tengan la estrategia correcta al principio, sino porque les sobra dinero después de que la estrategia original fracase, de modo que pueden pivotar e intentar otro enfoque. La mayoría de las que fracasan, por el contrario, gastan todo su dinero en su estrategia original, que suele ser errónea.
  • Resultados perfectos. Lo que puedo prometerte es que no los conseguirás si no te comprometes a seguir intentándolo.
  • Para tener un éxito constante, los buenos gestores tienen que ser hábiles no sólo en la elección, la formación y la motivación de las personas adecuadas para el trabajo adecuado, sino también en la elección, la construcción y la preparación de la organización adecuada para el trabajo.

El caso del batido de McDonalds analizado por el profesor de HBR Clayton Christensen, autor de la teoría Jobs To Be Done y gran referencia en gestión y procesos de innovación disruptiva.

Otros posts nuestros sobre Clayton Christensen.

"La sociedad del cansancio" según el filósofo Byung-Chul Han


"La sociedad del cansancio" (The Burnout Society) es ensayo de 2015 de Byung-Chul Han (otros posts sobre este autor)uno de los filósofos más influyentes de la actualidad. Según este filósofo alemán aunque nacido en Corea, el exceso de positividad nos está conduciendo a una sociedad llena de individuos agotados, frustrados y deprimidos. En este nuevo escenario social, víctima y verdugo son la misma persona. Ya no hace falta una dictadura ni un tirano para someter a la población. Nos bastamos nosotros solos para explotarnos hasta la extenuación. Y paradójicamente vivimos bajo una falsa sensación de libertad. 

La sociedad necesita una revolución en el uso del tiempo. El ritmo frenético en el que vivimos reduce nuestra capacidad de permanecer, precisamos más tiempo para nosotros, para emplearlo en áreas que nada tengan que ver con el trabajo. Debemos aprender a perder el tiempo, a no vivir obsesionados cada minuto con la productividad. Tenemos que reservar tiempo para el ocio.

En palabras del propio Byung Chul Han, “vivimos siempre con la angustia de no hacer todo lo que podríamos hacer y encima nos culpamos a nosotros mismos de nuestra supuesta incapacidad”. Esa angustia es la consecuencia de nuestra propia auto-explotación. Nos explotamos a nosotros mismos creyendo que nos estamos realizando. Y hay una consecuencia más dramática aún: ya no hay contra quién dirigir una revolución, no hay explotadores visibles a los que culpar. Es la alienación de uno mismo. Resulta imposible rebelarse cuando explotador y explotado son la misma persona. 

Somos un Prometeo cansado por su propia auto-explotación. La sutil técnica de la era neoliberal nos convierte en empresarios de nosotros mismos para explotarnos voluntaria y apasionadamenteCada uno es su amo y su esclavo en sí mismo. Incluso en los representativos gimnasios del momento, supuestamente un lugar de distención, se aplica la misma disciplina de rendimiento y de auto-explotación superando sus propias marcas creyendo que al explotarse se realiza. Algunas citas: 
  • En la época del reloj para fichar era posible separar claramente el trabajo del ocio. Hoy, la nave industrial se mezcla con la sala de estar. A causa de ello, es posible trabajar en todas partes”.
  • “En ninguna época se han cotizado más los activos, es decir, los desasosegados”.
  • “Es una ilusión pensar que cuanto más activo uno se vuelva, más libre es”.
  • “La actual aceleración está ligada a esa falta de ser. La pura actividad solo prolonga lo ya existente”.      
  • “El burnout es la consecuencia patológica de una autoexplotación voluntaria”. 
  • “Nunca está nadie más activo que cuando no hace nada, nunca está menos solo que cuando está consigo mismo”.
  • “Los activos ruedan como rueda una piedra”.
  • Para concluir, nos quedamos con su referencia a Nietzsche: “A los activos les falta habitualmente una actividad superior… en este respecto son holgazanes…”. Es que sólo puede quebrarse la rueda de la hiperactividad, que conduce a la hiper-pasividad, con el ímpetu hacia una ocupación más elevada. Cultural, social, filosófica, espiritual. El desafío de poner pausa y mirar hacia arriba".