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¿Cómo aprender? De los errores,... - Diana Laufenberg

Diana Laufenberg, con su inmensa fe en la capacidad de su alumnado (síndrome Pigmalión) nos propone abandonar prácticas obsoletas y abrazar nuevos paradigmas educativos cuando la información es omnipresente:
  • «Seguimos viendo a la educación como si se tratara de ir a la escuela en busca de información y no como un aprendizaje emprírico que potencia la voz del estudiante y acepta el fracaso…» 
  • «El momento de la revelación más impresionante se da cuando uno les pide a los niños que usen su propia voz para hablar por sí mismos y uno ve lo que desean con ansias compartir» 
  • «Es lo peor que podemos hacer: pedirle al alumnado que nunca se equivoque. Pedirle que siempre den la respuesta correcta; eso no les permite aprender.» 
  • «Las cosas que el alumnado responde cuando uno pregunta dispuesto a escuchar son extraordinarias»
Con una sencillez y profesionalidad admirable, con "excursiones perfectas" como el encuentro con Paul Rusesabagina y preguntando al alumnado: ¿Cómo piensas usar tu vida para cambiar positivamente la de otros?
Como bonus otra conferencia de Laufenberg  en TEDxGrandForks

Castigado centro

Si algo ha caracterizado a Europa ha sido la presencia de una numerosa clase media, centrista y protegida. Esto hoy está en peligro. 


Clase media: Está menguando, no sólo por el fracaso de las medidas de redistribución de la riqueza, sino por profundos efectos demográficos. Actualmente para animarse al lujo de tener hijos, hay que ser muy rico,… o muy pobre. La “cultura del subsidio” (que llega a superar el salario mínimo) se está extendiendo peligrosamente, incluso entre los foráneos recién llegados, lo que no facilita la voluntad solidaria de que todos colaboremos, y especialmente los más pudientes. 

Fiscalidad intermedia: La mayor y creciente contribución de recursos comunitarios procede de los trabajadores por cuenta ajena de niveles medianos, siendo las capas sociales altas (y bajas) quienes eluden secundar el esfuerzo colectivo. El fiasco de un fisco poco copartícipe en función de las posibilidades de cada uno, sigue tolerando y condescendiendo con los beneficios empresariales de las grandes corporaciones (como la banca), con las invisibles ganancias de las profesiones liberales y… con la inmensa economía sumergida (incluyendo repugnantes sectores como la pr0s****ción). 

Edad media: El progresivo envejecimiento de la ciudadanía y la extensión universal de la asistencia social en las edades tempranas y finales recarga en las etapas de la treintena a la cincuentena todo el trabajo. Más aún por el retardo en la primera incorporación laboral y el irresponsable adelantamiento de las prejubilaciones. Ahora existe un considerable porcentaje de gente con la perspectiva de comenzar a trabajar con más de 30 años, jubilarse a los 50-60 y vivir otros 30 años a costa de los demás. 

Política de centro: Cuando ya la civilización griega aconsejaba que “en el centro está el equilibrio”, en nuestros días priman las opciones políticas radicales, orientándose alarmantemente los partidos hacia la extrema derecha o la extrema izquierda. La moderación, el acuerdo, las “terceras vías” están en peligro de extinción, o son meras artimañas de políticas nada centristas (véase el caso de Tony Blair). La propia “pirámide poblacional”, hoy más casi un cilindro, inclina la orientación de las cúpulas dirigentes más hacia el (neo) conservadurismo, o contrariamente hacia la ruptura, que hacia la responsabilidad con el presente y el futuro. Hoy se habla de “seguridad”, y no de paz, justicia o sostenibilidad. 

A quien corresponda: Algo habrá que hacer, antes que sea demasiado tarde. Sin clases medias, sin la labor de todos los que sean capaces, sin solidaridad y justicia equitativa, sin una cultura de trabajo, el porvenir no se presenta halagüeño. Sólo con el máximo respeto hacia nuestro prójimo, el cercano y el lejano, combatiendo la pobreza entre todos, llegaremos a buen puerto. Hay que arrimar más el hombro, todos, ricos y pobres, cada uno en función de sus capacidades y posibilidades, porque en esta vida nada es gratis, ni eterno.

William James Sidis según James Thurber en The New Yorker

¿Dónde están ahora? ¡Día de los inocentes! por James Thurber. The New Yorker, sábado 14 de agosto de 1937, 22-26.

Una tarde nevada de enero de 1910, alrededor de cien profesores y estudiantes avanzados de matemáticas de la Universidad de Harvard se reunieron en una sala de conferencias en Cambridge, Massachusetts, para escuchar a un orador llamado William James Sidis. Nunca antes se había dirigido a una audiencia y al principio se sintió avergonzado y un poco incómodo. Sus oyentes tenían que prestarle mucha atención, porque hablaba con una vocecita que no se escuchaba bien y puntuaba su charla con risas nerviosas y estridentes. Un mechón de cabello rubio le caía sobre la frente y unos penetrantes ojos azules se asomaban desde lo que uno de los presentes describió más tarde como un rostro "parecido a un duendecillo". El orador vestía medias de terciopelo negro. Tenía once años.

A medida que el niño se familiarizó con el tema, su timidez se derritió y llegaron a los oídos de sus oyentes las palabras más notables que jamás habían escuchado de labios de un niño. William James Sidis había elegido como tema de su conferencia "Cuerpos de cuatro dimensiones". Incluso en este selecto grupo de caballeros eruditos, hubo quienes fueron incapaces de seguir todos los procesos del pensamiento del niño. Para los legos que estaban presentes, la cuarta dimensión, como se demostró esa noche, debía de haber encajado perfectamente en su definición coloquial: "un reino especulativo de relaciones incomprensiblemente involucradas". Cuando todo terminó, el distinguido profesor Daniel F. Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts se sintió impulsado a predecir a los periodistas, que habían escuchado con profundo desconcierto, que el joven Sidis crecería hasta convertirse en un gran matemático, un líder famoso en el mundo. de Ciencia.

William James Sidis, que a la edad de once años apareció en las portadas de los periódicos de todo el país, era un estudiante de Harvard en ese momento. Para explicar cómo llegó allí, debemos mirar a su padre, el fallecido Boris Sidis. Nacido en Kiev en 1868, el padre Sidis llegó a este país, aprendió inglés y fue a Harvard, donde se graduó en 1894. Su especialidad era la rama de la psicoterapia que se ocupa de aliviar las enfermedades nerviosas y los desajustes mediante sugestión mental. Escribió un libro titulado "La psicología de la sugestión" y estaba muy interesado en los experimentos para transmitir la sugestión mediante el estado hipnótico. Creía que en los primeros años el cerebro es mucho más susceptible a las impresiones que en la vejez. Cuando nació su hijo en 1898, nació, por así decirlo, en un laboratorio. Boris Sidis dirigía entonces un instituto psicoterapéutico en Brookline, Massachusetts. Era un admirador y amigo del fallecido William James, y le puso a su hijo el nombre de ese gran psicólogo.

Boris Sidis comenzó sus experimentos con su hijo cuando el pequeño William tenía dos años. Parece que indujo una especie de estado hipnoidal mediante el uso de bloques alfabéticos. Los rápidos resultados que obtuvo deleitaron su mente científica. El niño aprendió a deletrear y leer en unos meses. Al cabo de un año podía escribir tanto en inglés como en francés en la máquina de escribir. A los cinco años había compuesto un tratado de anatomía y había ideado un método para calcular la fecha en que había caído cualquier día de la semana durante los últimos diez mil años. Boris Sidis publicó varios artículos en revistas científicas describiendo los logros de su bebé. A los seis años, el niño fue enviado a una escuela pública de Brookline, donde sorprendió a sus maestros y alarmó a los demás niños al superar siete años de escolarización en seis meses. Cuando tenía ocho años, William propuso una nueva tabla de logaritmos, empleando 12 en lugar del habitual 10 como base. Boris Sidis publicó un libro sobre su increíble hijo, llamado "Filisteo y genio", y entró en Quién es quién en Estados Unidos .

El niño maravilloso tenía nueve años cuando su padre intentó matricularlo en Harvard. Podría haber aprobado los exámenes de ingreso con facilidad, pero las autoridades universitarias, sorprendidas y avergonzadas, no le permitieron realizarlos. Continuó realizando sus maravillas en casa y comenzó a estudiar latín y griego. No le interesaban los juguetes ni ninguno de los placeres normales de los niños pequeños. Los perros le aterrorizaban. "Si veo un perro", le dijo William a alguien en ese momento, "debo huir. Debo esconderme. Me gusta el gato. No puedo jugar, porque mi madre tendría que estar allí todo el tiempo, porque de la posibilidad de que pueda ver un perro." Su principal recreación parece haber sido viajar en tranvía con sus padres. El mayor Sidis le explicó los traslados y le interesó por los nombres de calles y lugares. Incluso antes de cumplir cinco años, William había aprendido a recitar todas las horas y estaciones de un complejo horario ferroviario. De vez en cuando recitaba horarios para los invitados mientras otros niños recitaban rimas de Mamá Ganso o cantaban pequeñas canciones. Quienes lo recuerdan en aquellos años dicen que tenía algo de la intensidad de un adulto neurótico.

En 1908, a la edad de diez años, a William James Sidis se le permitió matricularse en Tufts College, en Medford. Viajaba diariamente desde Brookline con su madre, quien estaba tan interesada en su fenomenal desarrollo mental como su padre. Siempre iban y venían de la universidad en tranvía. El joven asistió a Tufts durante un año y finalmente, en 1909, cuando tenía once años, Harvard le permitió matricularse allí como estudiante especial. Se matriculó como estudiante de primer año al año siguiente, y así se convirtió en miembro de la promoción de 1914. Cotton Mather, en 1674, se había convertido en estudiante de primer año de Harvard a la edad de doce años, y probablemente debido a este distinguido precedente, William Sidis se le permitió matricularse a esa misma edad. Era una fuente de asombro para sus compañeros de estudios y para el profesorado; algunos de los periódicos asignaron periodistas para cubrir "el caso Sidis".

Se pierde en el registro cómo se convenció a William para hablar ante los eruditos eruditos en enero de su primer año en Harvard, pero se sabe que mostró un gran interés en escuchar las conferencias de otros y se unió fácilmente a las discusiones grupales sobre metafísica. En su tiempo libre empezó a componer dos gramáticas, una latina y otra griega. Sin embargo, la presión de sus estudios y su repentina fama comenzaron a hacerle efecto, y no pasó mucho tiempo después de su notable discurso cuando sufrió un colapso general. 

Su padre dirigía un sanatorio en Portsmouth, New Hampshire, en ese momento, y William fue trasladado allí de urgencia. Cuando finalmente regresó a Harvard, estaba retraído y tímido; no se le pudo persuadir para que volviera a dar una conferencia; Comenzó a mostrar una marcada desconfianza hacia la gente, miedo a la responsabilidad y una inadaptación general a su vida anormal. No se relacionaba mucho con los estudiantes y huía de los periodistas, pero estos lo arrinconaron, por supuesto, el día de su graduación como Licenciado en Artes en 1914. Tenía dieciséis años. Entonces vestía pantalones largos y se enfrentaba a los periodistas que bajaban al Yard con menos sensación de vergüenza que cuando era un niño con bragas. Pero en él se habían desarrollado claras fobias. "Quiero vivir la vida perfecta", dijo William a los periodistas. "La única manera de vivir la vida perfecta es vivirla en reclusión. Siempre he odiado las multitudes". Por "multitudes" no fue difícil leer "gente". Entre los que se graduaron con William James Sidis ese día se encontraban Julius Spencer Morgan; Gilbert Seldes; y Vinton Freedley y Laurence Schwab, los productores de la comedia musical. Los periodistas no les prestaron atención.

A los dieciséis años, William James Sidis era un chico grande y, cuando ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard, ya no era la figura incongruente que había sido. Los periódicos tenían poco interés en sus idas y venidas. Asistió discretamente a la facultad de derecho durante tres años y aparentemente fue un estudiante brillante, pero su principal interés eran las matemáticas, y en 1918 aceptó un puesto de profesor en una universidad de Texas. Su fama le precedió, pero incluso si no lo hubiera sido, la extrema juventud de este profesor de matemáticas habría sido suficiente para convertirlo en una curiosidad. Se encontró en el centro de un interés que le molestaba y le consternaba. De repente renunció a su puesto y regresó amarga y silenciosamente a Boston, donde vivió en la oscuridad durante algunos meses.

Fue el 1 de mayo de 1919 cuando el nombre del joven Sidis volvió a ocupar las primeras planas de los periódicos. Con una veintena de jóvenes más, participó en una manifestación comunista en Roxbury y fue llevado ante el tribunal municipal como uno de los cabecillas del grupo y, de hecho, el mismo individuo que había portado la horrible bandera roja en su desfile. En el estrado de los testigos, Sidis demostró ser más franco y sincero que discreto. Anunció ante un tribunal estupefacto que para él no había más dios que la evolución; Cuando se le preguntó si creía en lo que representa la bandera estadounidense, dijo que sólo hasta cierto punto. En un momento dado, para instrucciones del magistrado, se lanzó a explicar la forma de gobierno soviética. Su inclinación marxista se había desarrollado durante un período de varios años. Cuando los Estados Unidos entraron en la guerra, se declaró objetor de conciencia y en varias ocasiones expresó la opinión de que los problemas del mundo eran causados ​​por el capitalismo. Un policía que había ayudado a disolver el desfile de los radicales identificó a Sidis como el hombre que llevaba la bandera roja. El oficial dijo que le había preguntado a Sidis por qué no llevaba la bandera estadounidense, y que Sidis respondió: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!". Al regresar al estrado, el famoso prodigio negó vehementemente haber hablado alguna vez con el testigo y haber dicho alguna vez a nadie: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!" Repitió que se oponía a la guerra y que creía en una forma de gobierno socializada. Después de una pausa, anunció que, en realidad, había llevado una bandera estadounidense, tras lo cual, ante el asombro de la sala del tribunal, sacó una bandera estadounidense en miniatura de su bolsillo. Fue condenado a dieciocho meses de cárcel por incitación a disturbios y agresión. Apeló y, mientras estaba en libertad bajo fianza de 5.000 dólares, desapareció del estado en el que había sorprendido a profesores eruditos y a policías patrióticos. Marcó el comienzo de un nuevo y curioso modo de vida para el joven.

Durante los cinco años siguientes, William James Sidis parece haber logrado la "vida perfecta" de la que había hablado el día de su graduación: la vida de reclusión. Aparentemente vagaba de ciudad en ciudad, trabajando como empleado, o en alguna otra función menor, por un salario que sólo le permitía subsistir. En 1924 volvió a aparecer en las noticias cuando un periodista lo encontró trabajando en una oficina en Wall Street, por veintitrés dólares a la semana. Estaba consternado al ser descubierto. Dijo que todo lo que quería era ganar lo suficiente para vivir y trabajar en algo que requiriera un mínimo de esfuerzo mental. Los últimos periodistas que bajaron a su oficina para entrevistarlo no lograron verlo. Había dejado su trabajo y había vuelto a desaparecer.

Dos años más tarde, en 1926, Dorrance & Company, una editorial de Filadelfia que imprime libros "vanidosos", es decir, libros publicados a expensas de los autores, publicó un volumen llamado " Notas sobre la colección de transferencias". Fue escrito por un tal Frank Folupa. Frank Folupa, según descubrió un periodista despiadadamente ingenioso, no era otro que William James Sidis. Nuevamente lo atropellaron y lo entrevistaron. Anunció que durante mucho tiempo había sido un "peridromófilo", es decir, un coleccionista de transferencias de tranvía. Él mismo había acuñado la palabra. Su libro (ahora agotado) tenía trescientas páginas y era un tratado erudito y laborioso sobre el origen, la naturaleza y la clasificación de nada más y nada menos que los trozos de papel que los conductores de tranvía entregan a los pasajeros cuando solicitan transbordos. Muchos psicólogos y analistas deben haber estado interesados ​​al leer en los artículos que el genio del niño precoz que había asombrado al mundo académico dieciséis años antes había florecido de esta manera extraña. El libro es digno de examen. Sidis escribió un prefacio al volumen, que comenzaba así: "Este libro es una descripción de lo que es, hasta donde sabe el autor, un nuevo tipo de pasatiempo, pero que a primera vista parece tan razonable como , tan interesante y tan instructivo como cualquier otro tipo de colección de moda. Esta es la colección de transferencias de tranvías y formas afines. El propio autor ya ha recopilado más de 1600 formas de este tipo." El prefacio revela, en otro lugar, que el autor no carecía de cierto humor. "Podemos mencionar", decía, "el interés geográfico y topográfico, tanto en la exploración como en el análisis de las transferencias mismas. También están las interesantes luces que una colección de este tipo arroja sobre la política en la que necesariamente están involucradas las empresas de tránsito". ; aunque difícilmente recomendamos que este interés político se lleve lo suficientemente lejos como para inducir al coleccionista a tomar partido en tales disputas. Y nuevamente: "Uno puede encontrar mucha diversión con las transferencias: se dice que un estudiante de la Universidad de Harvard se encontró en una calle coche y, deseando un viaje extra, le pidió al revisor un transbordo. Cuando se le preguntó "¿A dónde?" "En cualquier lugar", dijo. El conductor le guiñó un ojo y dijo: "Está bien". Te transferiré a Waverly. Posteriormente se rieron del estudiante cuando contó la historia y se le informó que el asilo para débiles mentales estaba ubicado en Waverly ". Sidis también incluyó en su prefacio algunos versos que había escrito cuando tenía catorce años. Comienzan:

Desde los trenes subterráneos en Central, se toma un transbordo y se va a Allston o Brighton o a Somerville, ya sabes; En los automóviles desde Brighton, haga transbordo al metro de Cambridge este y tome un tren hasta Park Street o Kendall Square, al menos.

"Conocemos", concluye el autor, "a alguien a quien realmente le ayudó a tomar el camino correcto al recordar un fragmento de uno de estos versos". El libro analiza todo tipo de transferencias: tipos estándar, tipo Ham, tipo Pope, tipo Smith, tipo Moran, transferencias Franklin Rapid, transferencias Stedman. De este último (para darle una idea), el Sr. Sidis escribió: "Transferencias Stedman: esta clasificación se refiere a un tipo peculiar elaborado por cierta imprenta de transferencias en Rochester, Nueva York. Las peculiaridades de la transferencia Stedman típica son el límite de tiempo tabular. ocupando todo el extremo derecho de la transferencia (ver Diagrama en la Sección 47) y la combinación de fila y columna de ruta de recepción (u otras condiciones de recepción) con el medio día que ya hemos discutido en detalle".

Un año después de la publicación de su libro (al parecer sólo se vendió a unos pocos peridromófilos más), Sidis regresó a la ciudad de Nueva York y volvió a conseguir un trabajo como empleado en una empresa comercial. A su habilidad y experiencia en el trabajo de oficina en general, el genio matemático había añadido ahora, irónicamente, la capacidad de operar una máquina sumadora con gran velocidad y precisión, y le gustaba alardear de este logro. Vivía en 112 West 119th Street, donde se hizo amigo de Harry Freedman, el propietario, y su hermana, la señora Schlectien. Sidis ya no está con ellos y no te dirán adónde ha ido, pero te reenviarán cualquier correo que llegue por él. Aprecian al joven y aprecian su deseo de evitar la publicidad. "Tenía una especie de amargura crónica, como mucha gente que ves viviendo en habitaciones amuebladas", dijo recientemente Freedman a un investigador de la curiosa historia de William James Sidis. Sidis solía sentarse en un viejo sofá en la sala de estar de Freedman y hablar con él y su hermana. Sidis les dijo que odiaba Harvard y que cualquiera que enviara a su hijo a la universidad es un tonto: un niño puede aprender más en una biblioteca pública. Con frecuencia hablaba de su pasión por coleccionar transfers. "Él puede decirle cómo llegar a cualquier calle de cualquier ciudad de los Estados Unidos con un solo billete de tranvía", dijo el Sr. Freedman con asombro y admiración. Parece que Sidis mantiene correspondencia con peridromófilos en varias otras ciudades y de esta manera se mantiene al día con la situación del tranvía y los transbordos. Una vez, el joven bajó de su habitación un manuscrito en el que estaba trabajando y le pidió a la señora Schlectien si podía leerle "algunos capítulos". Dijo que resultó ser un libro del tipo "Buck Rogers", sobre aventuras en un mundo futuro de maravillosos inventos. Ella dijo que estaba genial.

William James Sidis vive hoy, a la edad de treinta y nueve años, en un dormitorio del destartalado extremo sur de Boston. Por una fotografía de él y de sus actividades, este disco está en deuda con una joven que recientemente logró entrevistarlo allí. Lo encontró en una pequeña habitación empapelada con el diseño de enormes flores rosadas, considerablemente descoloridas. Había una cama grande y desordenada y un enorme baúl medio abierto. En una pared colgaba un mapa de Estados Unidos. Sobre una mesa junto a la puerta había un paquete de transferencias de tranvía cuidadosamente unidas con un elástico. Sobre una cómoda había dos fotografías, una (sorprendentemente) de Sidis como el niño genio, la otra una chica de rostro dulce con gafas con montura de concha y un elaborado saludo de Marcel. También había un escritorio con una pequeña y antigua máquina de escribir, un Almanaque Mundial , un diccionario, algunos libros de referencia y un libro de la biblioteca que el visitante del joven recogió en un momento dado. "Oh, vaya", dijo Sidis, "esa es sólo una de esas historias de delincuentes". Dirigió su atención hacia la pequeña máquina de escribir. "Puedes cogerlo con un dedo", dijo, y así lo hizo.

William Sidis, de treinta y nueve años, es un hombre corpulento y corpulento, con una mandíbula prominente, un cuello grueso y un bigote rojizo. Su cabello claro cae sobre su frente como lo hizo la noche que dio una conferencia a los profesores en Cambridge. Sus ojos tienen una expresión que varía desde la ingeniosa hasta la cautelosa. Cuando es cauteloso, tiene una especie de dignidad incongruente que de repente se rompe en el alegre abandono de un niño de vacaciones. Parece tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse, pero cuando lo hace, habla rápidamente, asiente bruscamente con la cabeza para enfatizar sus puntos, hace gestos con la mano izquierda y, de vez en cuando, emite una risa curiosa y jadeante. Parece disfrutar mucho e irónicamente de llevar una vida de irresponsabilidad errante después de una infancia de escrupulosa reglamentación. Su visitante encontró en él cierto encanto infantil.

Sidis trabaja ahora, como de costumbre, como empleado en una casa comercial. Dijo que nunca permanece mucho tiempo en una oficina porque sus empleadores y compañeros de trabajo pronto descubren que él es el famoso niño prodigio y que no puede tolerar un puesto después de eso. "La sola visión de una fórmula matemática me enferma físicamente", dijo. "Todo lo que quiero hacer es ejecutar una máquina sumadora, pero no me dejan en paz". Resultó que una vez le ofrecieron un trabajo en la Eastern Massachusetts Street Railway Company. Parece que los funcionarios creían con cariño que el joven mago de alguna manera sería capaz de resolver todos sus problemas técnicos. Cuando se presentó a trabajar, le presentaron un montón de planos, gráficos y documentos llenos de estadísticas. Uno de los funcionarios lo encontró una hora después llorando en medio de todo. Sidis le dijo al hombre que no podía soportar responsabilidades, ni pensamientos complejos, ni cálculos, excepto en una máquina de sumar. Tomó su sombrero y se fue.

Sidis tiene un nuevo interés que le absorbe actualmente más que los traslados en tranvía. Se trata del estudio de ciertos aspectos de la historia de los indios americanos. Da clases a media docena de estudiantes interesados ​​una vez cada dos semanas. Se reúnen en su dormitorio y se acomodan en la cama y en el suelo para escuchar el intenso pero vacilante discurso del otrora prodigio. A Sidis le preocupa principalmente la tribu Okamakammessett, a la que describe como una especie de federación proletaria. Ha escrito algunos folletos sobre la tradición y la historia de Okamakammessett y, si se le solicita adecuadamente, recitará poesía de Okamakammessett e incluso cantará canciones de Okamakammessett. Admitió que su estudio de los Okamakammessetts fue una consecuencia de su interés por el socialismo. Cuando la joven mencionó la manifestación del Primero de Mayo de 1919, miró el retrato de la niña en su cómoda y dijo: "Ella estaba en ella. Era una de las fuerzas rebeldes". Él asintió vigorosamente con la cabeza, como complacido con esa frase: "Yo era el abanderado", prosiguió. "¿Y sabes qué era la bandera? Sólo un trozo de seda roja". Él soltó su risa curiosa. "Seda roja", repitió. No hizo ninguna referencia a la imagen que tenía de sí mismo en los días de su gran fama, pero su entrevistador supo más tarde que en una ocasión, cuando un alumno suyo le preguntó a quemarropa sobre su precocidad infantil e insistió en una demostración de sus habilidades matemáticas. Sidis logró con dificultad expulsarlo de la habitación.

Sidis reveló a su entrevistador que tiene otro trabajo en marcha: un tratado sobre las inundaciones. Le mostró la primera frase: "California ha adquirido considerable fama gracias a su supuesto clima". Parece que estuvo en California hace unos diez años durante sus andanzas. Su visitante se animó, por fin, a mencionar la predicción, hecha por el profesor Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts allá por 1910, de que el niño que ese año daba una conferencia sobre la cuarta dimensión a una reunión de eruditos crecería hasta Sé un gran matemático, un líder famoso en el mundo de la ciencia. "Es extraño", dijo William James Sidis, con una sonrisa, "pero, ya sabes, nací el Día de los Inocentes".

―Jared L. Manley (James Thurber) 1

1 En Los años con Ross Thurber escribió: "Era uno de los '¿Dónde están ahora?' serie, para la cual hice la reescritura (Grossett & Dunlap, 1957, p. 210)". Pero Jared Manley era el seudónimo de Thurber. "Bernstein escribe: 'A principios de 1936, Thurber comenzó a escribir (en realidad a reescribir, ya que algunos de los mejores reporteros de The New Yorker, como Eugene Kinkead, estaban haciendo la investigación) una serie de perfiles breves y retrospectivos. Bernstein también revela que Jared L. Manley fue un nombre que Thurber improvisó cuando escribió su primer artículo sobre un viejo boxeador basado en las iniciales del boxeador John L. Sullivan y Manley basado en "el arte varonil de la autodefensa".'" — Privacidad, Información y Tecnología.

2 Norbert Weiner, que estaba en la reunión del club de matemáticas, escribió: "El joven Sidis, que entonces tenía once años, era obviamente un niño brillante e interesante. Su interés estaba principalmente en las matemáticas. Recuerdo bien el día en el Club de Matemáticas de Harvard en el que GC Evans, ahora jefe retirado del departamento de matemáticas de la Universidad de California y amigo de toda la vida de Sidis, patrocinó al niño en una charla sobre las figuras regulares de cuatro dimensiones. La charla habría dado crédito a un alumno de primera o segunda dimensión. estudiante de posgrado de cualquier edad, aunque todo el material que contenía era conocido en otros lugares y estaba disponible en la literatura. El tema me lo había hecho familiar EQ Adams, un compañero de mis días en Tufts. Estoy convencido de que Sidis no tenía acceso según las fuentes existentes, y que la charla representó el triunfo de los esfuerzos sin ayuda de un niño muy brillante ( Ex-Prodigy , Simon & Schuster, p. 131 - 132)".


4 Cfr. Siete mitos del fracaso por Dan Mahony: "Las investigaciones muestran que la mayoría de los niños prodigio llevan vidas productivas. Al igual que Sidis".

PDF  Mecanografiando por Bill Paton.

¡Es el software, estúpido! Primer consejo para comprar automóviles (eléctricos, por favor)

¡Es el software, estúpido! Consejo para comprar automóviles
La primera sugerencia puede sorprender a potenciales compradores de cualquier vehículo: No hace falta, como primer paso, que vayan a un concesionario. Simplemente asómense a las tiendas de APPs en Google Play de Android o en APP Store de Apple para ver la aplicación de el vehículo que puede ser de su interés. Es la mejor referencia de la calidad comparativa de ese modelo y marca. Puede parecer absurdo, pero es un convencimiento largamente gestado y del que anticipamos algo en Mobility Center de Zaragoza hace unos pocos meses. 

En la actualidad, al comparar marcas (o modelos) de vehículos, ha llegado el momento de comenzar por el análisis del software que anima al vehículo. El software es su "pieza" más vital, mucho más determinante que las habituales características de lo relativo al hardware (potencia, recarga, autonomía,...). Esas medidas son variables en función del software que las dinamice.

Esto hace décadas ya sucede en las cámaras, los móviles (la integración del software y el hardware de Apple es proverbial) y en otros productos de la electrónica. Los automóviles son ya parte de este campo. Así les denominan despectivamente "ordenadores con ruedas", sin saber que aciertan. Esas capas de software, de informática, de Inteligencia Artificial, son actualmente lo más determinante de cualquier vehículo moderno.
¡Es el software, estúpido! Consejo para comprar automóviles
El ranking de marcas (incluso su cotización bursátil) se jerarquiza casi linealmente por la importancia que otorgan al software, tanto al de interacción con el usuario, como entre los componentes del vehículo o con las redes externas de recarga. Ya no pesa tanto la tradición o calidad en el hardware del motor, de la carrocería o de la tapicería; hoy día lo esencial es sentir toda la potencialidad de un vehículo en sus constantes actualizaciones, en que esté permanentemente conectado con nosotros, o en formar parte de nuestra identidad no solamente al conducirlo (o ser conducidos), sino en todo momento. 

Tesla es la primera marca que advirtió esta realidad, porque Tesla es una marca de software (con el que obtiene casi un 25% de los beneficios de su ingente mercado). A pesar de haber nacido hace apenas 20 años (en 2003) y de haber comercializado un primer vehículo en 2008, Tesla está diseñando sus automóviles eléctricos con la singularidad de crearlos desde una arquitectura de software innovadora, algo que asegura su éxito por la ventaja competitiva que supone. 

En Tesla están obsesionados con su software y aprovechan estratégicamente el software de código abierto disponible para distinguir la funcionalidad de la empresa. De hecho, cada pocas semanas, Tesla publica actualizaciones que agregan características y capacidades notables. En pocas palabras, la estrategia fundamental y ganadora de Tesla es diferenciar su automóvil a través de un software vanguardista sin parangón
¡Es el software, estúpido! Consejo para comprar automóviles

Otros fabricantes, con siglos de historia predigital aún no lo han entendido, y siguen simplemente sustituyendo motores de combustión interna por motores eléctricos. Cierto que con ello logran arrinconar vehículos sucios, ruidosos, contaminantes y complejos, evitando males irreversibles para la humanidad y el planeta, pero no han entendido nada del proceso. A esos dirigentes habríamos de gritarles todos los usuarios: ¡Es el software, estúpido! 

Esa es la genialidad de Elon Musk, un físico y no un ingeniero de motores, un informático y emprendedor único y un polímata del siglo XXI. Los fabricantes de automóviles tradicionales deben darse cuenta de que su supervivencia a largo plazo requiere comprender que "es el software, estúpido". Los primeros competidores que surgieron frente a Tesla recordaban a engendros históricos como el sonado fracaso del Ford Edsel a finales de los años 50.
¡Es el software, estúpido! Consejo para comprar automóviles
Este post es el primero de una serie que comienza hoy mismo, martes 27-6-2023, dos semanas después del relevo y tras la última videoconferencia ha concluido el traspaso de poderes en AUVE. Con ello se abre una nueva etapa como expresidente de AUVEdonde opinemos con la libertad propia de un usuario de VE con algunos aprendizajes adquiridos. Publicaremos con mayor claridad (y subjetividad, posiblemente), siempre con el objetivo de ayudar a usuarios presentes y futuros de Vehículos Eléctricos.

Es oportuno cuando vivimos una nueva campaña electoral en España el 23J, tras apenas unos pocos meses de la anterior el 28M, y donde todavía se confunde al electorado hablando de todo menos de lo importante. La nostalgia nos conduce -otra vez- a la campaña presidencial estadounidense de 1992, cuando Bill Clinton se concentró en lo esencial -aún más entonces, con una economía norteamericana estancada- y espetó aquel sucinto, "Es la economía, estúpido". El mensaje resonó ante las urnas, y le permitió ganar el primero de sus dos mandatos. 
Otros posts nuestros sobre "¡Es la economía /educación /ciencia, estúpido!"
Actualización: Exactamente 6 meses después. Enrique Dans escribe esto.

Diálogos sobre innovación, cambio social y liderazgo

La Fundación Sabino Arana ha acogido este sábado, dentro de los actos del Think Gaur Euskadi 2020, a un selecto panel de expertos. Destacan todos sus componentes, comenzando por el Dr. Soumitra Dutta (Presidente de "Europa Innova", dependiente de la Comisión Europea) y el también indio Ranga Rao, director de la Indian School of Business, y completándose con dos figuras locales, Jon Azua (Presidente de e-novating) y Olga Rivera (Catedrática de Organización y Política de empresa de la Universidad de Deusto), moderados por Alfonso Martínez Cearra (Bilbao Metrópoli 30). La síntesis final ha sido a cargo de Xabier Lapitz (Radio Euskadi), y los anfitriones del evento Iñigo Urkullu y Estibaliz Hernaez (coordinadora del área). Ha tenido lugar en la sala Multibox de EITB (Camino de Capuchinos de Basurto, 2. Bilbao).
Primera mini-crónica: Ha sido una mañana deliciosa, degustando grandes e ilusionantes ideas políticas y, simultáneamente, unas creaciones gastronómicas de Josean Martínez Alija, Jefe de Cocina del Restaurante Guggenheim Bilbao. Hoy hemos escuchado y participado en un diálogo abierto en un marco de gran política, de futuro, de integración, de esperanza, apostando por las personas, con la educación como único camino para la innovación. Lo sintetizaría con esa palabra, que no se ha citado aún, de perfecta "polírica". Ha sido un avance de lo que puede ser la "Politika 2.0" porque el mismo anfitrión, Iñigo Urkullu, ha señalado que "escuchar" es la palabra clave para innovar en la política". Entre el selecto público, con figuras de la talla de Josu Jon Imaz, estaba la Presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao. Ella ha mencionado sucintamente el esfuerzo de innovación para avanzar hacia una democracia más participativa (y no solamente representativa), en ese apasionante reto que debe ser Parlamento 2.0. Hemos twitteado la primera parte, entre foto y foto desde las 10:00 con el iPod touch (lo que no es muy cómodo, pero sí había Internet con la misma clave que la pasada semana con Heziberri, en el mismo escenario pero diferente atrezzo). El resto de intervenciones, de gran interés y proyección será relatado más adelante. Post en elaboración: Continuará editándose.

En Flickr pueden verse: una foto panorámica y otras 45 fotos, más dos breves vídeos adicionales a los incrustados. Otras crónicas: Web oficial de EAJ-PNV con la intervención de Iñigo Urkullu, el blog del mismo Urkullu con un extenso detalle, Igone Porto, Roberto Lopategi (Urtine),...

Dos vídeos que agrupan retazos de intervenciones de los ponentes de la parte inicial, vídeo superior, y del diálogo final.


En apenas una mañana se han vertido centenares de ideas, conceptos, pistas, sugerencias,... desde el estrado y desde las butacas de alrededor. Resulta casi imposible atribuir su autoría en el río de citas y propuestas. Con permiso de sus autores, citemos algunas propuestas, en desorden pero en completa sintonía:
  • Conviene reforzar una identidad propia con un aumento de la diversidad. y no sólo en procedencia geográfica sino en género, edad, origen académico y profesional, niveles laborales en la empresa,... Genial, integrador, solidario, inteligente,... Como nuestras escuelas primarias donde el alumnado recién llegado nos aporta, más riqueza y también más identidad, paradójicamente.
  • Hemos de superar “la esquizofrenia de competir y cooperar al mismo tiempo”. Como lo hemos hecho en el pasado, demostrando que somos capaces de lograrlo. Un ejemplo: El Museo Guggenheim de nombre extranjero que ha reforzado la identidad vasca. El nuevo proyecto Guggenheim en Urdaibai es otra oportunidad de dimensiones múltiples, creando más que un centro: un experimento vivo de sostenibilidad,...
  • La web 2.0 y el "caso Obama" demuestran que nos podemos saltar a los “guardianes del standard comunicativo”, abriendo el debate social mucho más que hasta ahora.En ello ha insistido el profesor Soumitra Dutta.
  • Se ha insistido en que no hay una China, sino muchas Chinas, muchas Indias,... Pero, y contra lo que pudiera parecer en rapidez, la democracia de India favorece la innovación más que en "continentes" como China. Lo político, lo económico, están más unidos de que que, a veces, se piensa.
  • Del mismo modo, las universidades de prestigio, las "escuelas de negocios", han de servir no (sólo) a la élite mundial de la economía, sino a la misma sociedad en la que se asientan. Es preciso reordenar valores de solidaridad, con una innovadora "economía de servicio", y quizá una profunda crisis como la actual sirva para ello.
  • El clave decisiva tratar de ser "los mejores", sin conformarse con estar en valores altos y cómodos. Aplicable a todo, pero especialmente a la educación, donde la equidad debe acompañarse de calidad.
  • La innovación es, en muchos y nuevos casos, un concepto mucho más ligado al “cambio” que al “status”. Citado por Ranga Rao poniendo como ejemplo al exitoso "cochecito" eléctrico Reva, es muy sugerente en otras áreas como la educativa.
  • El propio chef Josean Mártinez Alija, ver en la parte final del primer vídeo adjunto, compartía una lección de innovación desde la gastronomía. Ha señalado que hace años la alta cocina manejaba productos elitistas, sofisticados y escasos (bogavante, trufa, caviar,...), y cómo ahora se valoran los productos cercanos y saludables (patata, vaina, berenjena,...). Hoy, la creatividad es poner alma y pasión en lo que todos hacemos día a día en nuestra labor,... Este mismo criterio, la innovación generalizada de toda la sociedad, ha sido aludido por muchos de los presentes.
  • La innovación no se impone, se genera. Generalmente, en dos direcciones. Si es tecnológica, suele ser de arriba hacia abajo; si es social, en sentido ascendente. ¿Y si es política? ¿Debería lograrse la Política 2.0 más desde la ciudadanía, sin esperar la decisión de compartir poder de los dirigentes?
  • La educación, especialmente la universitaria, ha estado en primera línea. La búsqueda de excelencia es algo que se debe inculcar desde la edad más temprana. Se han citado modelos de concursos de "jóvenes científicos" para aprender a degustar la emoción de descubrir, de investigar, de aplicar. Sugerencia para la Semana de la Ciencia que acabamos de celebrar, y que no logra captar suficientes vocaciones en esta área crítica para cualquier sociedad contemporánea.
  • La educación, en todas las etapas educativas, debe buscar, medir y alcanzar subir la media general,... y también los niveles de excelencia máximos. Lo hemos repetido muchas veces, "calidad sin equidad, o equidad sin calidad, sería un fracaso".
  • El reto de la innovación, su trascendencia para todos, es algo que debe comunicarse y socializarse debidamente, a fin de solicitar el esfuerzo de todos. Esa apuesta y el correspondiente compromiso debe apreciarse especialmente entre quienes lo pregonan y entre quienes lideran los planes de I +D +i.


La música ante todo...

Felizmente nos corresponde acudir a la inauguración de las II Jornadas para el Profesorado de Música de Bizkaia (musikairakasleak.blogspot.com). Es un honor encontrar una organización perfecta, con Begoña Garamendi al frente, y un placer reunirnos con un profesorado, con personas como Nerea Astoreka Erdoiza y tantos otros coordinadores, tan motivados por su materia, con la que establecen un vínculo tan especial como lo es la música para todos los seres humanos.

"Sin música... la vida sería un error", señaló Friedrich Wilhelm Nietzsche. Y el gran estadista Giuseppe Mazzini componía un mosaico apuntando que "La música es la fe de un mundo cuya suprema filosofía es la poesía". Quizá por todo ello, el proverbio popular concluye que, afortunadamente, "De músico, poeta y loco,... todos tenemos un poco".

Con origen en Pitágoras, desde la Edad Media la música forma parte esencial de los currículos escolares. Adicional al trivium que recogía las enseñanzas escolásticas (gramática, retórica y dialéctica), las otras "cuatro vías" o cuadrivium reunía lo relacionado con la matemática: aritmética, geometría, astronomía y música. Wikipedia recoge que "se consideraba que la aritmética era el estudio del número en estado puro, que la Geometría era el estudio del espacio en estado puro, que la astronomía era el estudio del espacio en movimiento y que la música era el estudio del número en movimiento.

Se ha afirmado que en la naturaleza no existe la música, como tampoco la melodía, ni la armonía. La música es, por tanto, una creación íntimamente humana, pero con sones de trascendencia. Es el único arte que permite escaparse por completo de la vida, como la expresión misma del ensueño, según Émile Faguet.

Es preciso un tiempo y un espacio para adquirir una cultura musical universalizada. El fruto debe ser aquel que Carlos Santana propone con la metáfora de la música como en un menú: "No podemos comer lo mismo todos los días". No es fácil el aprendizaje musical. Más aún, entre todas las cosas horribles, la más horrible de todas es la música,... cuando comienza a expresarse.



La sabiduría china cree, desde tiempo inmemorial, que la educación empieza con la poesía, se refuerza con un conducta correcta y se manifiesta, por último, a través de la música. Es considerada la música como el único placer sensual, que nunca alcanza la categoría de vicio, aunque manifieste toda la voluptuosidad de la imaginación más profunda y ardiente. Porque la música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.

Hasta el extremo que Emile M. Ciorán se cuestionaba: ¿Será Dios algo distinto a un intento de satisfacer mi infinita necesidad de Música? Otros filósofos, como Thomas Carlyle, han comparado la música como la lengua de los ángeles, entendiendo que es un lenguaje que nos permite comunicarnos con el más allá.

La música nace en el límite mismo del fracaso de la palabra. Las palabras mienten; la música sólo dice la verdad. Necesitamos más "esperanto sonoro" (o música) en nuestras escuelas, en nuestra sociedad. Música no para amansar las fieras, sino música para acompasar nuestras vidas. Quien oye música siente que su soledad se puebla de repente, como glosó el poeta Robert Browning. Más cercano en el tiempo, en plena tragedia en el centro de Europa, Vedran Smajlovie, conocido como el "Chelista de Sarajevo", lanzó su proclama que hacemos nuestra: "Mi arma es el violonchelo; mi nacionalidad, la música".

Uno de los proyectos musicales más contemporáneos y solidarios, desde la simplicidad de su idea, es la propuesta de Where the Hell is Matt Harding?, tras recorrer 42 países y pedir la colaboración en su baile de miles de personas. Adjuntamos las versiones más cercanas de "Dancing in the Basque Country" y la de 'Bizkaia Dubidubi'. También han generado variantes escolares como la del IES Uribe Kosta. Necesitamos más lipdubs o lip dubs ("doblaje de labios"), como el reciente del voluntariado en el BEC.

Donde hay música no puede haber cosa mala, ya avanzó Cervantes. Cuando no nos ve nadie, como ahora, gustamos de imaginar, a veces, si no será... la música... la única respuesta posible para algunas preguntas,... La música es lo que aproxima a las personas, y el mejor modo de invitar a la acción. Concluyamos: La música ante todo, suscribiendo a Paul Verlaine (De la Musique avant toute chose, comme dirait Verlaine).


I Jornadas para el Profesorado de Música de Bizkaia.
Otras entradas sobre música y nuestra selección musical.

Diez medidas disruptivas de innovación educativa

Adicionalmente al Decálogo Educativo general que propusimos a los partidos políticos antes de las Elecciones Autonómicas Vascas del 21 de octubre, siguiendo aquellos principios básicos ahora proponemos a debate diez medidas de choque para la innovación en la educación.

1. Desaparecerá la repetición de curso (excepto en contados casos regulados de Educación Especial) y, por el contrario, se abrirán los casos de aceleración curricular. El concepto mismo denominado “fracaso escolar” será eliminado en una legislatura, creándose una generación de alumnado con tratamiento personalizado.

2. Se establecerá un programa de refuerzo educativo para el alumnado, involucrando a profesorado y familias en horario y calendarios complementarios (tardes, fines de semana y verano), a fin de que nadie se quede atrás (ni recién llegados, ni alumnado con dificultades, menor apoyo familiar,...).

3. Se destinará al profesorado más cualificado para la educación del alumnado más desfavorecido, estableciéndose una carrera profesional que reconozca el valor añadido en cada curso académico al equipo discente asignado a cada docente.

4. Se simplificará toda la administración educativa, inspección y servicios de apoyo, redirigiendo los recursos humanos con mayor experiencia a las aulas, reduciéndose al máximo el número de alumnos y alumnas atribuidos a cada docente, de cuyo éxito se responsabilizarán.

5. La evaluación constante, con fines diagnóstico y orientador, considerará la felicidad del alumnado en el entorno escolar de aprendizaje (y la del resto de agentes, profesorado, familias,...) como uno de los factores principales.

6. Se restaurará un clima escolar de sosiego y de respeto entre todos sus componentes, de modo que se estimule y propicie el aprendizaje conjunto como paradigma de gratificante experiencia que nos acompañe fuera de ese entorno y a lo largo de toda la vida.

7. El acceso a Internet será pleno en espacios y tiempos escolares, incluidas las evaluaciones de todo tipo (incluso en la PAU, Prueba de Acceso a la Universidad). Incluirá, aparte de equipamientos de aula y de centro, un terminal inteligente (tablet o smartphone) por alumno o alumna desde la educación primaria.

8. La formación será obligatoria para todas las personas en paro, con independencia de su edad, si tal situación se prolonga más de dos meses. Deberán matricularse en formación ocupacional o reglada (formación profesional, universidad e incluida la EPA) en los plazos previstos, siguiendo una orientación personal, educativa y laboral acorde con cada caso.

9. Se tasará con un "cheque escolar virtual" la inversión personalizada anual en cada miembro del alumnado en función de sus características (personales, familiares, escolares,...), a fin de favorecer la libre elección de los centros por parte de las familias.

10. Un sistema educativo deberá generar anualmente, o cada pocos años, centros enteramente nuevos o plenamente renovados para atender demandas familiares no satisfechas por las ofertas anteriores.

Día de 'fuvia' (furia + lluvia)

Ciertamente que, como se atribuye a Felipe II tras el fracaso de la Armada Invencible, no enviamos a nuestros barcos coches a luchar contra "los elementos”. Lo cierto es que hoy los vehículos no son anfibios y no estaban en su elemento. Claro que si ciertos "elementos" conociesen a fondo "Los Elementos" de Euclides, hubiesen podido prever y anular tantas reuniones lejanas. ¡Elemental, mi querido Watson!

Este pseudo-humorismo se me ha ocurrido, y se nota, en el monumental atasco que hoy se ha superado por la furia de lluvia. Salir de Las Arenas (Getxo) y, sin recorrer 10 kilómetros, en el municipio de Barakaldo se ha encendido una alerta que advierte que se lleva conduciendo... 2 horas. Radio Euskadi y la música en MP3 nos han aliviado la espera. También resolver unos sudokus, obtener unas fotos y vídeos,... Total para llegar a Vitoria, desde las 7:40 a las 10:50. ¿Para cuándo un poco más de teletrabajo, o reubicar la capital del País Vasco, o poner en marcha el TAV, o...?

Laptop Bat Ikasle Bakoitzeko (LBIB-OLPC)

En la actualidad, hay situaciones (y no son pocas) donde la sociedad va por delante de la administración. Esto también sucedía en el pasado, pero la diferencia ventajosa de este momento reside en que la web 2.0 nos permite constituir grupos de opinión que pueden influir decisivamente (o tratar de hacerlo) para resolver estos desfases históricos.
Un caso patente es la creciente digitalización de la sociedad, o de buena parte de ella, y la tardía incorporación de estos potentes recursos del conocimiento en la realidad educativa. Nuestras escuelas y nuestras universidades apenas explotan todo el potencial tecnológico posible por múltiples razones de dotación no universal (ni para el profesorado, ni para el alumnado), notable falta de conectividad y estrechez de banda, estándares no fijados, escasez de recursos curriculares (especialmente en euskara), bajísima o nula explotación formativa de las redes sociales,...
Para coadyuvar a la desaparición de esta inmensa brecha digital de la educación, que debería ser el sector prioritario de implantación, proponemos desde aquí la creación de un grupo específico de Aprendices (especialmente de Ikasbloggers) que denominaremos Proyecto LBIB,, siglas que corresponden a Laptop Bat Ikasle Bakoitzeko, por semejanza con el reconocido proyecto OLPC de Nicholas Negroponte (a quien vimos en Bilbao según la foto anexa). El OLPC tuvo un éxito inesperado como idea recogida por la industria con los ultraportátiles tipo Asus EeePc, pero fue un sonoro fracaso en su implantación efectiva. Aprovechando el recorrido del proyecto de y otras experiencias similares, trataríamos de redactar unas conclusiones adaptadas a nuestra realidad socioeducativa contemporánea.
Este grupo LBIB abordaría un primer informe actualizado para definir requerimientos del hardware, software, fórmulas de adquisición, difusión y mantenimiento, fórmulas de formación de profesorado, familias y alumnado, posibles colaboraciones y patrocinios (tecnológicos y educativos), redes físicas y de contenidos, en los distintos niveles educativos desde la educación infantil a la universitaria, pasando por la formación profesional y enseñanza de personas adultas. Cada apartado sería coordinado por un subgrupo especializado que actualizaría y contextualizaría a nuestra realidad social esta ambiciosa propuesta.
Algunas de las primeras premisas básicas del Proyecto LBIB serían:
  • Uno equipo por escolar, aspirando a uno por ciudadano (siempre que no disponga ya de otro equipamiento).
  • Garantizar la máxima conectividad con amplio caudal y cobertura generalizada (escuelas, bibliotecas, plazas y zonas comunales y gradualmente todos los hogares).
  • Todo el alumnado podría utilizar este equipo conectado en cualquier situación de aprendizaje, todo el tiempo y en todas las clases.
Necesitamos voluntarios especialistas para colaborar en este Proyecto LBIB, que abarcaría una primera aproximación con plena actualidad a todas las facetas pedagógicas, académicas, sociales, organizativas, tecnológicas, inversiones económicas y de financiación sostenible, potenciales alianzas, colaboración interinstitucional,...
Foto superior del segundo diseño del OLPC. Technorati tags: | | | | .

Obama e Imaz apuestan por Educación y Tecnología

Extracto del artículo "Esperanza y oportunidad" de Josu Jon Imaz en El Correo de hoy.

Thomas Friedman ... ha publicado un artículo en el 'New York Times' en el que apuesta por una completa modernización de las infraestructuras en Estados Unidos. Compara la conexión del aeropuerto JFK de Nueva York y el tren que une esta ciudad con Washington con el vehículo de los Picapiedra, mientras describe la alta tecnología del tren veloz que une el centro de Hong Kong con su aeropuerto... El tren ejemplar que describe en su artículo está fabricado por... CAF, en Beasain...
Hace un año y tres días, cuando Hillary Clinton todavía aventajaba en diez puntos a Obama en las encuestas, publiqué un artículo en este mismo periódico, en el que decía literalmente «q
ue la corriente Obama marcará la agenda política de los próximos años». Esto es hoy una evidencia. Un año más tarde estoy convencido de que la elección de Obama, en un momento de profunda crisis, es una clara oportunidad para nuestro tejido económico y para nuestra industria si aprovechamos las puertas que esta elección nos abre. Oportunidades que vienen dadas por:

  • El triunfo de la economía real. Un norteamericano puede pasear por unos grandes almacenes, comprar todo lo que necesita para vivir y, posiblemente, salvo la leche y los huevos, todo esté fabricado fuera de Estados Unidos.... Ahora han venido los países fabricantes y productores de materias primas a cobrar la cuenta, y no hay dinero para pagarlo. Ante esta situación, se han alzado los proteccionistas con el inservible discurso antiglobalizador y el cierre de los mercados. Frente a la economía especulativa y el viejo proteccionismo, Obama apuesta por la educación y la tecnología como recetas para fabricar productos con elevado valor añadido. La única vía para crear empleos de calidad. Frente al fracaso de la economía financiera, plantea el impulso a la industria y la economía productiva...
  • El gran reto energético. Para llevar adelante su política energética Obama ha designado a Steven Chu, Premio Nobel de Física. La señal es clara. La energía va a ser el gran reto de la nueva administración norteamericana, y la ciencia y la tecnología [son] el camino para llevar adelante ese desafío. Nuestro tejido industrial cuenta con empresas energéticas, ingenierías y fabricantes de componentes con capacidad de contribuir a estos desarrollos, y en muchos casos con una presencia relevante en el mercado estadounidense. Kennedy movilizó a una generación de americanos para llevar al ser humano a la Luna...
  • La renovación de las infraestructuras. En los 700 Km. que hay en la Costa Este, entre Boston y Washington, viven 46 millones de personas que potencialmente podrían montar en un tren de alta velocidad con cuatro estaciones. . Hoy, el tren más rápido de Estados Unidos, el Acela, tarda seis horas y media en hacer este trayecto, tres horas más de las que emplearía el AVE. Como dice Friedman, Estados Unidos cuenta con unas infraestructuras ferroviarias que sólo pueden entusiasmar a los Picapiedra y a los de nuestra plataforma anti-TAV...
Vienen meses muy duros para nuestra economía. La irrupción de Obama no va a resolvernos los problemas. Nadie puede hacer los deberes por nosotros. Necesitamos estabilidad política, acuerdo en auténticas políticas de estado de forma que las apuestas estratégicas sean compartidas por gran parte del arco parlamentario, una priorización de la educación y la formación como el auténtico reto nacional, impulsar las políticas científicas y tecnológicas emprendidas, dar un tamaño crítico y una estabilidad accionarial a nuestras corporaciones, así como favorecer la financiación de nuestro tejido productivo. Pero si cumplimos estas tareas, y si alineamos el mundo político y el económico vasco en esta dirección, el período Obama no será sólo una esperanza. Será una oportunidad real para el desarrollo y bienestar de nuestro país. Con determinación, podemos hacerlo.
Artículo completo: Esperanza y oportunidad.
Imagen de Josu Jon Imaz "obamizado" con obamiconme.
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