Su tesis fue cómo las ciudades consumen, y aprovechan, entorno físico. Desde la paleontología hasta la mitología, que fija en el inconsciente colectivo desde hace siglos el sentido de pérdida del paraíso. La misma Biblia describe cómo salimos del Paraíso, el jardín del Edén, y la misma superioridad de los cazadores-recolectores nómadas frente a los agricultores sedentarios (Abel era pastor de ovejas mientras que Caín cultivaba el campo). La propia creación de la primera ciudad, Enoc o Enoch, se atribuye a Caín. Desde tan remotos orígenes, Xabier Garmendia analizó la gran cuestión: ¿Es posible que la especie humana viva en equilibrio con la naturaleza?
En condiciones propias de la prehistoria, como aún viven colectivos como los pigmeos, la densidad de habitantes por kilómetro cuadrado puede oscilar entre 0,1 - 0,3 hab/km2, según algunos destacados antropólogos como Bernard G. Campbell . Con tan baja densidad de población, en el País Vasco podrían vivir entre ocho mil o diez mil personas. Obviamente esta primera estimación ya fue rebasada por la historia hace siglos, por el avance en la búsqueda de soluciones técnicas que supone la historia. En todo caso, existe una ecuación por la que que el consumo de naturaleza, o de "huella ecológica" de una sociedad está en función de tres factores: población, riqueza y tecnología.
Llevamos dos siglos de predicciones catastróficas por exceso de población, desde Malthus, y aunque se han aprovechado con intencionalidad política, del pasado como "el espacio vital" (el lebensraum explotado por los nazis) o futuros como posibles riesgos de ecofascismos de incipiente despunte. En todo caso, ya somos 6.800 millones de seres vivos y las predicciones más verosímiles estiman que con un crecimiento anual de 80 millones por año podría llegarse a una humanidad de diez o trece mill millones de personas. Y todo ello ha sido posible por muchas invenciones de las ciencias, pero especialmente por dos: los abonos nitrogenados en la agricultura y las fuentes de energía (especialmente de los derivados del petróleo).