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Camino canino

¿Alguien conoce a un perro infeliz? No existe, puede estar cansado o envejecido, pero un chucho es un ser alegre y los humanos podemos aprender el método perruno hacia la felicidad. Se ha demostrado que las personas que desarrollan los patrones característicos de la gente feliz, son efectivamente más dichosos. Veamos cuatro recetas de filosofía canina.

1º Un perro salta y juega diariamente, nunca deja pasar la oportunidad de salir a pasear y se alegra con el simple placer de una caminata. El camino de la felicidad pasa necesariamente por el mundo de la acción. Las personas felices llenan sus vidas de actividad en compañía de otros, en tareas que les parecen agradables que suelen ser significativas, no individuales, gratuitas y con algún esfuerzo físico. Las personas radiantes saben apreciar la felicidad, con esas pequeñas alegrías que diariamente brinda la vida si se observa con intuición y sensibilidad. Los más dichosos saborean el presente, sin fijar su atención en los pesares del pasado o en las incertidumbres del futuro, y parecen extraer el máximo placer a las oportunidades cotidianas. La felicidad se encuentra más fácilmente en el aquí y en el ahora.

2º Un can se mantiene siempre alerta, pero tranquilo y sin angustia. No se entristece ni guarda rencor, aunque sea censurado y en esos casos corre a refugiarse entre sus amigos. De evitar disgustos se compone la felicidad. La gente feliz se agobia poco, porque la inquietud o la inseguridad conducen a la desdicha. La mayoría de las incertidumbres no se cumplen, pero estas fútiles preocupaciones pueden superar nuestra capacidad de control. Debemos distinguir entre ansiedad y planificación, de modo que, con organización adecuada e inquietud mínima, superemos los sentimientos negativos. Una mentalidad positiva es quizá el rasgo más característico de la gente feliz, porque el bienestar queda determinado por el tipo de pensamiento que ocupa nuestra mente. El optimismo es una interpretación favorable de los acontecimientos, con una actitud que se centra en los aspectos positivos de lo que acontece. La ilusión es una predicción que se auto-realiza, favorecida por creencias del tipo "voy a ser feliz, ocurra lo que ocurra". Sean cuáles sean las circunstancias, la interpretación no es necesariamente dictada por la situación. Siempre somos potencialmente libres para escoger hasta qué punto vamos a ser felices. Y en los momentos difíciles recurramos a la familia y a los amigos.

3º Un chucho trota para saludar a cualquier conocido, dando alegría y dejando que le acaricien, siendo leal siempre. Del mismo modo que no tenemos derecho a malgastar riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin generarla. Para los humanos una vida social satisfactoria es el mejor factor de felicidad. La mayor repercusión de esa vida en común se refiere a relaciones cercanas e íntimas, pero también contribuyen manifiestamente nuestras relaciones sociales. Un alto grado de participación, tanto a nivel formal (organizaciones, asociaciones,...) como a nivel informal (familia extensa, amigos, vecinos, colegas,...), contribuye a crear sentimientos de satisfacción, de pertenencia que se suman a su sensación general de felicidad. Además del optimismo, otro rasgo de personalidad frecuente en la gente feliz es la extroversión que se cultiva sonriendo y simpatizando con los demás. La continuidad y la lealtad afianzan las interacciones sociales y nos transportan a la felicidad.

4º Un perro nunca pretende ser algo que no es, ni aspira a metas inalcanzables. El placer puede basarse en la ilusión, pero la felicidad descansa en la verdad. Las personas felices son auténticas, naturales, espontáneas, sinceras, honestas, expresivas, abiertas,… Ser uno mismo sólo ofrece ventajas: hace más cómoda y fácil la vida diaria, y permite hallar gente que pueda amarnos "tal como somos". Nuestro grado de felicidad en la vida no descansa únicamente en lo ocurrido, sino también en lo anticipado. Es conveniente adecuar correctamente las expectativas, tanto aspiraciones cotidianas como ambiciones a largo plazo. Pretensiones demasiado elevadas rara vez se cumplen y desembocan en la decepción; en cambio, expectativas moderadas conducen a una satisfacción mayor de la prevista. Las desilusiones y las satisfacciones poseen un efecto acumulativo, por lo que conviene alcanzar conquistas parciales. El “gran triunfo” incide menos de lo que se piensa en la felicidad. Se piensa equivocadamente que la felicidad es el resultado de una vida exitosa y, dado que solamente tras años de sacrificio y suerte podría tardíamente alcanzarse, muchos quedan a la espera de que esa apoteosis final se cumpla. Los dichosos no caen en esa trampa; no esperan en absoluto la oportunidad de ser felices, sino que consideran que la felicidad es “el viaje más que la meta”.

Existe una ecuación prometedora de dos expertos británicos, Carol Rothwell y Pete Cohen: F = P + 5E + 3A. F es la felicidad, P corresponde a Personal (actitud, adaptabilidad y flexibilidad); E para Existencia (salud, amistades y estabilidad) y A representa Alta (autoestima, expectativas y esperanzas). Otros preferimos sintetizar la felicidad en tres niveles perrunos: 1) Tratemos de llenar la vida de pequeñas alegrías, compartiéndolas y recordándolas con los demás (como un Schnauzer vivo, valiente y afectuoso). 2) Conozcamos nuestras propias virtudes y facultades, reconstruyendo nuestra vida para ponerlas en práctica al máximo (un terrier diría: “corro y persigo ardillas, luego existo”). 3) Pongamos nuestros talentos personales al servicio de una causa más grande que nosotros mismos, para dar sentido y trascendencia a nuestra propia vida (un San Bernardo busca entre las nieves un amo a quien servir).

De la política épica a la política lírica

Artículo a debatir en Politika 2.0, encuentro de políticos y bloggers en el Parlamento Vasco el sábado 13-9-2008.

La democracia, al igual que la literatura, proviene de la Grecia clásica, al menos en la cultura occidental. Y allí, el primer género retórico, transmitido por vía oral, fue la épica. Estaba destinada a cantar las hazañas de un héroe, para entusiasmar con un líder carismático al que seguir y obedecer ciegamente. Homero, en el siglo VIII a.C., escribe la Ilíada y la Odisea. Este tipo de narrativa, descriptiva de un liderazgo legendario y mitificado, pervive en el "inconsciente colectivo" del electorado en la política contemporánea.

Superando este primitivo background de la memoria colectiva, se han alzado algunas perspectivas de poetas visionarios que desconfían de los héroes titánicos. Bertolt Brecht señaló preclaramente: “¡Desgraciado el pueblo que necesita héroes!”. Paul Brulat destaca que “Basta un instante para forjar un héroe, pero es preciso toda una vida para hacer un hombre de bien”. Por último, el conspicuo Herbert Spencer denuncia que “El culto a los héroes es más fuerte allí donde es menor el respeto por la libertad humana”.

Algún día, toda la ciudadanía será blogger, en alguna medida. Expertos como David de Ugarte consideran que “la lírica es la característica del discurso ciberactivista típico”. Y el propósito común e implícito de todo blogger es: “Hacer un hermoso blog, como parte de una bella vida”. Lírica, entendida como el modo de proyectar opciones de futuro desde lo que se vive, se siente, se disfruta y se hace en el presente. Una manera de vivir que se plantea como alternativa entre otras, que no busca anular a otras, ni negarlas. Lírica que invita a sumarse sin diluirse, que persigue el debate, no la adhesión. Una opción profundamente ética y respetuosa frente a la dimensión excluyente y de confrontación que irremediablemente plantea la épica.

La épica va indisolublemente ligada al amor a la humanidad como algo abstracto. Por ello, la fórmula que impone el héroe es necesariamente totalizadora, como solución única para resolverlo todo. Eso es lo que promovieron en política el Che, o cualquier otro líder mesiánico, exigiendo el sacrificio último, el deseo de morir por otros,… la destrucción como camino para la construcción. La épica política es definitiva y esencialmente monoteísta: Sólo hay un partido válido; el resto son paganos, idólatras, disidentes, cismáticos, impíos,… La política épica sólo busca convertir infieles… o aniquilarlos.

La lírica parte de la humildad del uno entre muchos, de la persona (que no del individuo), asumiéndose y proyectándose hacia todos desde el reconocimiento de la diferencia propia y la de cada uno de los demás. La lírica abre una conversación, un debate constructivo, donde caben tanto la inclusión o, a lo sumo, un irónico distanciamiento, pero jamás la excomunión.

La épica, en cambio, sólo admite el fanatismo del credo o la expulsión al averno, pues arenga el héroe, hijo de un logos que no reconoce otra verdad que la suya propia. Frente a la épica del conquistador, del combatiente, que prefigura una sociedad de sacrificio y conquista, de individuos sufrientes en pos de un plus ultra, de una victoria final que dé sentido a la pasión sufrida, la lírica de la innovación social se parece más bien al apasionado relato del naturalista que vive un descubrimiento permanente y progresivo de una reinvención continua, como resurrección gozosa.

La política épica apenas es una mínima evolución inversa a lo definido por Carl von Clausewitz. La política (épica) sólo es la continuación de la guerra por otros medios. El poder épico emerge como resultado de la batalla. Tres siglos después de la Ilíada, la Orestíada. La lírica es un género más avanzado que, expresando sentimientos más acotados y personales, se propone suscitar en el interlocutor emociones análogas para sumar voluntades desde la empatía.

La épica ve lo colectivo como organización, como molde uniformador, como ejército de peones, siguiendo un plan superior o una voluntad trágica. La épica se adapta mal a las redes, porque es cosa de individuos desterrados, de soledades desabridas. Prometeo cumple, apartado y encadenado, su castigo. La épica simplifica y homogeneiza. Mas la lírica nos revela que nuestra identidad no reside en lo que somos, sino en lo que podemos alcanzar junto con los demás. Nos invita a definirnos, a llevar cada cual su bandera, marchando por su propio curso, sin aceptar un único destino y, menos aún, un exclusivo cauce.

La política lírica erige puentes, cruza sobre los problemas, transita entre perspectivas en busca de lo convergente. Mientras, la política épica se atrinchera, se aísla, levanta barreras, distingue entre “nosotros” y “los otros”,… Por todo ello, la política real despierta desconfianza en las almas más perspicaces y sensibles. Se pierden demasiados talentos (que “se están quitando de la política”) y nunca se estableció como hábito la participación generalizada, para asumir responsabilidades políticas individualmente, como parte medular del ejercicio de una moderna, flamante e integral ciudadanía.

La política épica es adusta, reactiva, polemista, maniquea, divisora,… La política lírica aspira a sumar diversidad, a “conquistar” (en el sentido de seducir, no en el de vencer), a establecer una “relación amable” con las otras partes del mismo “nosotros”. La política lírica despunta en la historia en hitos singulares, como el derecho a la búsqueda de la propia felicidad, que ofrece tan subversivo y bucólico contrapunto al orden moderno de la Constitución estadounidense… de 1776.

Personajes como John F. Kennedy, Tony Blair, posiblemente Nicolas Sarkozy, y quizá Barack Obama,… han sabido estar en algún instante muy por encima de sus partidos,... y por delante de su tiempo. No dejaron de ser épicos en su trayectoria histórica, pero supieron apuntar algunas maneras –posiblemente sólo trazas- de políticos líricos. Menos populares, y más olvidados de la prensa internacional, están otros modelos socialmente más líricos, como el caso suizo (véase “Visión política de un vasco ingenuo”).

La política épica favorece y se nutre de “políticos profesionalizados” (noticia reciente, “10.000 concejales no tienen ocupación conocida”), de “aparatos y cúpulas de partidos” y de “listas cerradas”. La política lírica busca abrirse y regenerarse, se apoya en colaboradores, flexibiliza roles renovados de militancia 2.0 y de electorado 2.0, y huye de la perpetuación de la política como oficio.

La política épica lanza soflamas simplonas y contundentes, radicaliza el mensaje, y simplifica la interpretación de una realidad poliédrica. Los líricos creen en la cita de José Martí: "La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla". Eso declara la blogosfera: Escuchar, enlazar, compartir, influir,… No es tan difícil en el plano institucional: Basta que el “buen rollito” de los políticos en la cafetería, que existe, no se oculte en público cuando cinco minutos después presentan sus conclusiones ante los medios de comunicación convencionales, aún demasiado épicos… para nuestra desgracia.

La Web 2.0 puede facilitar la colaboración y participación de la ciudadanía en iniciativas colectivas y constituye una potente herramienta que permitirá avanzar en la democracia electrónica. Para facilitarlo, una política lírica crearía unas instituciones abiertas, que aprovechen el conocimiento y la experiencia existentes en la sociedad para integrarlos en los procesos públicos de toma de decisiones.

La política vasca ha sido, y es, referente en la épica mal entendida, o de la peor tragedia dramática, porque todavía una minoría no repudia la aberrante utilización de la violencia con fines políticos. Pero, al tiempo, nos ofrece una exuberante representación de lírica pacífica, representada por tantas grandísimas personas, quizás las más calladas por sutiles y sensibles, que han sabido superar su destino de víctimas.

También existen otras pruebas de genuino lirismo político. Porque mantener una representación, en este Parlamento Vasco que hoy atentamente nos acoge, según la cual una familia vizcaína grande (de 3,8 adultos votantes) equivale en voto a un solo ciudadano alavés es un caso único y mundial de “lírica política” purísima (véase “Quiero ser alavés”).

La política lírica cree en la alternancia en el poder. Porque hemos de ser personas antes que votantes, y ser demócratas antes que partidistas, y ser –en el caso de quienes deben dar ejemplo- militantes antes que cargos. Hemos de entender que la alternancia es positiva para todos, porque todos formamos parte de una misma sociedad. Como si fuera una empresa, en la que trabajando en producción o en marketing… a nadie interesa que gane siempre “su” percepción. La alternancia es efectiva… y si permiten un guiño: ¿Por qué no una educación gestionada por jeltzales,… tras 22 años de ausencia?

Porque urge una educación fractal en valores éticos compartidos que traspase la troglodita épica del combate. En el relato lírico el poder emerge del consenso, de la capacidad para generar nuevos acuerdos. Desde la ética ubuntu ("una persona se hace humana a través de las demás personas"), es fácil pasar de subordinar a otros a empoderarles, y de la épica del caudillo a la lírica del mumi. Esta utopía está materializándose en una época en la que se tornan confusas las fronteras entre sujetos y objetos, entre productores y consumidores. El pasado de los sectarios colonizadores da paso a un porvenir de sabios cartógrafos de lo borroso, de lo movedizo y de lo complejo.

El maldito Problem Creep que arruina la felicidad real

Ya sabemos por qué buscamos la infelicidad,...

Existe un mecanismo de la mente que nos conduce a buscar la…infelicidad. Demuestra que, a medida que experimentamos menos problemas, no estamos más satisfechos. Simplemente bajamos nuestro umbral para lo que consideramos un problema. Terminamos con la misma cantidad de problemas. Excepto que nuestros nuevos nimios problemas son cada vez más vacíos.  

El cerebro humano busca problemas incluso cuando no existen. Incluso está acuñado un término para ello... "Problem Creep". Explica que, a medida que experimentas menos problemas, no te sientes más satisfecho. Simplemente reduces tu umbral de lo que consideras un problema. Acabas teniendo el mismo número de problemas, salvo que tus nuevos problemas son progresivamente más triviales.

El “Problem Creep” (Problema Creciente) o el “prevalence-induced concept change” (cambio de concepto inducido por la prevalencia) es un fenómeno psicológico en el que la definición de un concepto cambia a medida que cambia la prevalencia de los ejemplos de ese concepto. Este fenómeno fue estudiado por investigadores de Harvard (publicación), quienes encontraron que cuando la prevalencia de un problema disminuye, las personas tienden a redefinir el problema para incluir más cosas como problemáticas

Por ejemplo, en un experimento, cuando se redujo la cantidad de puntos azules que los participantes veían en una pantalla, comenzaron a clasificar puntos que antes consideraban morados como azules. Este fenómeno también se observó en juicios éticos: cuando se redujo la cantidad de estudios claramente poco éticos, los participantes comenzaron a clasificar estudios inocuos como poco éticos. 

En resumen, a medida que resolvemos problemas y estos se vuelven menos frecuentes, tendemos a expandir nuestras definiciones de esos problemas, lo que puede llevarnos a pensar que el problema no ha mejorado tanto como realmente lo ha hecho. 

Evitar el “prevalence-induced concept change” puede ser un desafío, pero hay algunas estrategias que pueden ayudar: 
  • Conciencia y Educación: Ser consciente de este fenómeno es el primer paso. Educar a las personas sobre cómo y por qué ocurre puede ayudar a mitigar su impacto. 
  • Establecer Criterios Claros: Definir claramente los criterios para identificar problemas o conceptos desde el principio y adherirse a ellos, incluso cuando la prevalencia de los problemas disminuya. 
  • Reevaluación Periódica: Revisar periódicamente los criterios y definiciones para asegurarse de que no se están expandiendo innecesariamente. 
  • Feedback Externo: Buscar opiniones y feedback de personas externas al grupo o proyecto puede proporcionar una perspectiva fresca y ayudar a identificar si se está cayendo en este fenómeno. 
  • Datos y Evidencia: Basar las decisiones en datos y evidencia objetiva en lugar de percepciones subjetivas puede ayudar a mantener una perspectiva clara y evitar la expansión de conceptos. 
Implementar estas estrategias puede ayudar a mantener la claridad y precisión en la identificación y gestión de problemas... y de la felicidad

El término “Problem Creep” no es tan común como otros términos relacionados con la gestión de proyectos, pero se puede entender como una situación en la que los problemas o desafíos de un proyecto aumentan gradualmente más allá de lo que se había anticipado inicialmente. Esto puede ocurrir debido a varios factores, como cambios en los requisitos, falta de comunicación, o la aparición de problemas imprevistos. Otro concepto más conocido y relacionado es “scope creep”, que se refiere a la expansión gradual del alcance de un proyecto sin una evaluación adecuada o aprobación formal. Esto puede llevar a retrasos, aumento de costos y comprometer los objetivos del proyecto.

El maldito Problem Creep que arruina la felicidad real
La relación entre la felicidad y el “prevalence-induced concept change” es muy interesante. Este fenómeno puede influir en cómo percibimos nuestra propia felicidad y la de los demás. Aquí hay algunas formas en las que se pueden relacionar: 
  • Percepción de Problemas: Si una persona experimenta menos problemas graves en su vida, puede comenzar a percibir problemas menores como más significativos. Esto puede hacer que sienta que su nivel de felicidad no ha mejorado tanto como realmente lo ha hecho, ya que redefine lo que considera un problema. 
  • Expectativas de Felicidad: A medida que las personas logran más objetivos y resuelven problemas, sus expectativas de lo que se necesita para ser feliz pueden aumentar. Esto puede llevar a una redefinición de lo que significa ser feliz, haciendo que las personas sientan que necesitan más para alcanzar la felicidad. 
  • Comparación Social: En un entorno donde la mayoría de las personas parecen felices, alguien puede redefinir su propio concepto de felicidad para incluir más aspectos negativos, sintiendo que su felicidad es menor en comparación con los demás. 
  • Adaptación hedónica: Las personas tienden a adaptarse a nuevas circunstancias y, con el tiempo, lo que antes les hacía felices puede volverse normal. Esto puede llevar a una redefinición de la felicidad, donde se necesita más para sentirse igual de feliz que antes. 
Estrategias para mitigar el impacto:
  1. Gratitud: Practicar la gratitud puede ayudar a mantener una perspectiva positiva y a valorar las pequeñas cosas que contribuyen a nuestra felicidad. Cada día, escribe tres cosas por las que estás agradecido. Esto puede ayudarte a enfocarte en los aspectos positivos de tu vida y a valorar las pequeñas cosas.
  2. Reflexión: Ser consciente de este fenómeno y reflexionar sobre cómo nuestras percepciones pueden cambiar con el tiempo. 
  3. Metas Realistas: Mantener expectativas realistas y metas alcanzables puede ayudar a evitar la redefinición constante de lo que se necesita para ser feliz. 

El secreto de la felicidad: agradecer más y quejarse menos

50 años después de nuestra primera foto juntos en el mismo lugar, Artxanda (1974-2024). 
El amor y la familia, junto a las amistades, son la fórmula perfecta de la felicidad.
Pero, en cualquier circunstancia, bastan gratitud, resiliencia y entereza.

La felicidad, según la filosofía de agradecer y evitar las quejas, reside en enfocar la mente en lo positivo y en aceptar lo que tenemos. Eckhart Tolle sugiere que "la clave para la abundancia está en reconocer lo que ya tenemos", mientras que Epicteto, filósofo estoico, afirmaba: "La riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocas necesidades". Renunciar a la queja permite que la gratitud abra espacio a la paz y la satisfacción, liberándonos de expectativas irreales y enfocándonos en el valor del presente.

La gratitud y la renuncia a quejarse son claves para alcanzar una felicidad más estable y plena. Melody Beattie, autora de "El milagro de la gratitud", lo resume así: "La gratitud desbloquea la plenitud de la vida… convierte la negación en aceptación y el caos en orden." Este enfoque se alinea con el pensamiento de Viktor Frankl, quien escribió: “Todo se te puede quitar, excepto la libertad de elegir tu actitud en cualquier circunstancia” (en la obra "El hombre en busca de sentido"). Al abandonar las quejas, elegimos ver y valorar lo bueno, lo que mejora nuestro bienestar y perspectiva.

Practicar la gratitud y evitar las quejas ayuda a desarrollar una perspectiva de vida más positiva y constructiva. Mahatma Gandhi decía: "La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía", y esto se logra al aceptar y agradecer lo que se tiene. Según Oprah Winfrey, "si te concentras en lo que tienes, siempre tendrás más". Ralph Waldo Emerson también señalaba que "la verdadera riqueza es la capacidad de experimentar plenamente la vida". Al renunciar a la queja, logramos enfocarnos en lo que realmente importa.

Chris Gardner, o el dilema entre desistir o insistir

Imagen de la escena final de la película "En busca de la felicidad", donde aparece el verdadero Chris Gardner junto al actor le encarnó Will Smith (y su hijo, real y en la película).

Chris Gardner, Christopher Paul Gardner, nacido el 9 de febrero de 1954, es un millonario emprendedor, conferencante y filántropo estadounidense. Luchó a favor de las personas sin hogar en Estados Unidos mientras criaba sólo a su hijo Christopher (desde bebé, no con 5 años como se muestra en el cine) en San Francisco a comienzos de la década de 1980. La aventura de Gardner de ser un padre sin casa hasta llegar a ser multimillonario se ha retratado en la película "En busca de la felicidadque se estrenó en Estados Unidos a finales de 2006. La película tiene como guión una adaptación del libro de las memorias de Chris Gardner con el mismo título que fue publicado en el mismo año. Se puede descargar en PDF en este enlace.

Además de escuchar la entrevista en Colombia, vale la pena ver la escena estrella de la película, y cómo y por qué se grabó así, contado por Chris Gardner en este vídeo no anexado al post.
 
Entrevista en dos vídeos anexados.
Mas entradas sobre la búsqueda de la felicidad,...
Muchas más historias de superación,...

Cómo escribir relatos según Kurt Vonnegut

«The Shape of Stories», de Kurt Vonnegut, fue su tesis del máster en antropología en la Universidad de Chicago. En su autobiografía de 1981, dice que fue rechazado porque era demasiado simple y demasiado divertido para ser tomado en serio. Delicioso el chiste con la entropía (entropy), en vez de fin (end).

Kurt Vonnegut dibuja un gráfico en el que se puede trazar cualquier historia. El eje vertical representa la buena y mala fortuna que experimentan los personajes sobre el eje horizontal que representa el tiempo desde el principio hasta el final de una historia. Por buena fortuna o buena suerte se refiere a tener prosperidad y buena salud. Y por mala suerte entiende la muerte, la pobreza extrema, o la enfermedad. 
        
Los ocho tipos de historias, según Kurt Vonnegut:
  1. El hombre en el agujero. El protagonista comienza la obra estable (es decir, con una suerte ni buena ni mala), pero enseguida tiene que hacer frente a uno o varios hechos que le repercuten muy negativamente, sumiéndolo en un pozo. ¿Dejamos que nuestro protagonista se pudra dentro del hoyo? Aunque te sientas tentado de hacerlo, si quieres trabajar este tipo de historia tendrás que conseguir que supere sus obstáculos y termine la historia en una situación aún mejor de la que estaba en un principio. Aunque pueda sorprenderte, este patrón no se ajusta sólo a relatos dramáticos, sino que también lo puedes utilizar en historias cómicas. Un ejemplo es Arsénico por compasión (Arsenic and old lace) de Joseph Kesselring. 
  2. Chico conoce a chica. En este modelo de historia el protagonista encuentra algo maravilloso y lo consigue. Hasta este momento, la curva que se dibuja en el gráfico, como ya supones, es ascendente. ¿Dejarás a tu protagonista ahí, tan a gustito, disfrutando de su felicidad? Claro que no. Eso estupendo que consigue lo pierde (y ahora la curva la dibujamos en descenso). Pero como nos gustan los finales felices, hacemos que el protagonista vuelva a recuperarlo y nuestro gráfico culminará en una curva ascendente. ¿Cómo? Haciendo que eso que ha perdido lo recupere para siempre. Jane Eyre de Charlotte Brontë es un ejemplo de ello. 
  3. De mal en peor. En este caso debes ser algo sádico, no tener piedad del protagonista y dibujar esa curva en continuo descenso. Para ello se hace obligado que las circunstancias y los acontecimientos que viva el protagonista sean cada vez más negativos. ¿Tienes alguna obra en mente? La metamorfosis de Kafka se ajusta a este patrón. 
  4. Cenicienta. El gráfico que se obtiene en este tipo de historia es el siguiente: la línea asciende poquito a poquito como consecuencia de varios acontecimientos sucesivos. De pronto, la curva desciende mucho de forma brusca y, al final, asciende de manera brutal. Y si no te lo crees, mira lo que le pasa a la pobre Cenicienta, quien comienza su historia siendo huérfana de madre. Después, su suerte va cambiando a mejor debido a diferentes acontecimientos (le llega la noticia del baile en palacio, conoce a su hada madrina, ésta le ayuda a asistir al baile, conoce al príncipe, se enamoran…) Sin embargo, esa buena fortuna cae en picado (es la medianoche, finaliza el baile para ella y, además debe regresar a su vida anterior, tan desdichada). Pero, como nos encantan los finales felices, esto no puede quedar así. Un hecho inesperado supone una mejora drástica de su suerte (el príncipe la busca y la encuentra), conduciendo a la protagonista a una situación maravillosa (Cenicienta y príncipe son felices por siempre jamás).
  5. Hamlet. En este patrón la historia dibuja una línea recta, no hay curva. El paradigma para este modelo sería, como ya supones, Hamlet. Este tipo de historia, según Vonnegut, tiene cierta ambigüedad en si los hechos afectan al protagonista de forma positiva o negativa. De este modo, el arco ni ascendería ni descendería, sino que se mantendría neutro. Así, según este autor, la historia de Hamlet comienza me manera similar a Cenicienta: el padre del protagonista acaba de morir y su madre se casa con su tío. Sin embargo, Vonnegut considera que el desarrollo de los acontecimientos no repercute de forma clara en el personaje, ni de manera positiva ni negativa. El fantasma del padre se le aparece pidiéndole que le vengue. ¿Es esta petición de venganza buenas o malas noticias para Hamlet? Según este autor, hay cierta ambigüedad sobre ello. Hamlet es el príncipe, puede matar a alguien si lo desea y no ser arrestado y, finalmente, aunque muere, no está claro si irá al Cielo o al Infierno. A pesar de esto, Vonnegut opina que hay una razón por la que reconocemos a Hamlet como una obra maestra: es que Shakespeare nos dijo la verdad, y la gente rara vez nos dice la verdad en esos auges y caídas del protagonista. Y la verdad es que sabemos muy poco sobre la vida y realmente no sabemos cuáles son las buenas noticias y cuáles son las malas noticias. 
  6. Historia de la creación. En las historias de la Creación de diferentes culturas, la humanidad recibe regalos de una deidad. Primero, productos básicos como la tierra y el cielo, luego cosas más pequeñas como la fauna y la flora. Por tanto, el arco que se dibujaría sería creciente hasta el final. Este tipo de historia no es muy común en la cultura occidental. 
  7. Antiguo Testamento. Al igual que en el tipo anterior, la humanidad recibe regalos de una deidad tras su creación. De repente el ser humano es expulsado de esa situación privilegiada y el desarrollo de los acontecimientos hace que caiga en picado. Así, esta historia tendría una línea ascendente (momento de la creación) y después la curva descendería de manera abrupta, manteniéndose en ese punto bajo debido a que la situación no mejora. 
  8. Nuevo Testamento. Sería un modelo de historia similar a la anterior. Sin embargo, al final se le ofrece una recompensa positiva. En el caso del Nuevo Testamento, esa recompensa es el Paraíso tras la muerte. Y, como te avanzaba, aquí tienes la infografía que Maya Eilam ha diseñado sobre los modelos de historias enunciados por Vonnegut.


Cómo escribir con estilo, según Kurt Vonnegut en dos recopilaciones
  • Encuentra un tema que te importe. / No divagues, no obstante. No divagaré sobre este punto. / Escribe sencillo. / Ten el valor de recortar. / Suena como tú mismo. / Di lo que quieres decir. /Compadécete de los lectores. 
  • 1 Usa el tiempo de un total desconocido de manera que sienta que no lo ha desperdiciado. 2. Dale al espectador al menos un personaje con el que pueda enraizarse. 3. Cada personaje debe querer algo, aunque sea un vaso de agua. 4. Cada frase debe hacer una de estas dos cosas – desvelar al personaje o avanzar la acción. 5. Empieza tan cerca del final como sea posible. 6. Sé un sádico. No importa cómo de dulces e inocentes sean los protagonistas, haz que le ocurran cosas horribles para que el lector pueda ver de qué están hechos. 7. Escribe para agradar a una sola persona. Si abres una ventana para hacerle el amor al mundo, por así decirlo, tu historia pillará una pulmonía. 8. Dale a tus lectores la mayor cantidad de información lo antes posible. Al Diablo con el suspense. Los lectores deben saber perfectamente qué está pasando, dónde y por qué. Deben ser capaces de terminar por sí mismo la historia, por si las cucarachas se comen las últimas páginas.
Muchas más sugerencias de otros muchos grandes escritores y guionistas.
Cómo escribir relatos según Kurt Vonnegut
Otras varias imágenes con diferentes líneas de la historia
Muchos más posts nuestros sobre trucos para escritores.

Paradoja para la congoja

Una simple y eficaz terapia para superar nuestros temores en la vida cotidiana.

El concepto “intención paradójica” queda expresado perfectamente en los mismos términos del binomio. Es un truco básico que inicia una acción esperando su efecto contrario, como que nos pidan que no pensemos en un elefante rosa que camina bípedamente: Inmediatamente es imposible que no lo evoquemos con nitidez.

Otro ejemplo de “intención paradójica” tomado de la experiencia familiar consiste en prohibir la biblioteca principal a los niños de la casa, con la sana intención de que lean de todo. Cuando ellos crecen nos devuelven esta jugada recomendándonos que no accedamos a la trivial “literatura infantil”, con el resultado de impelernos a descubrir a autores como JK Rowling, futura Nobel de Literatura y creadora de esas -nada insignificantes- aventuras de un tal Harry Potter.

El concepto científico de “intención paradójica” proviene de una técnica psicológica que fue descrita por Erikson y Frankl, en 1973, para el tratamiento la ansiedad de anticipación. Es una sorprendente curación, basada en enfrentarse directamente a lo temido para superarlo. Se recomienda a los insomnes permanecer despiertos toda la noche y a los tartamudos iniciar cualquier frase repitiendo la primera sílaba.

Ante los miedos, la reacción típica es desear “huir”. El esfuerzo por evitar el problema que se avecina provoca mayor ansiedad, como el estudiante que teme realizar un mal examen y que con su desasosiego propicia un mal rendimiento. A través de la intención paradójica, se anima a “desear que suceda” lo que se teme. Siendo mutuamente excluyentes un deseo y un temor, se supera la situación.

Cuando nos angustia una cita comprometida o un reto como hablar en público, resulta oportuno que unos segundos o días antes imaginemos qué es lo peor que podría pasarnos, en lugar de esperar a que la aprensión y el temor se vayan apoderando de nosotros en un previsible círculo vicioso, que empeorará aún más nuestra disposición. Nada es más paralizante que el miedo al propio miedo. Con frecuencia, se da la paradoja de sólo podremos resolver los problemas cuando creemos que no son problemas. Las dificultades, como las soluciones, si se creen… se crean.

Esta técnica paradójica fue propuesta por Víctor Frankl, célebre psicoanalista austriaco de origen judío, que sobrevivió a campos de concentración como Auschwitz, y fundador de la logoterapia. Con órdenes contradictorias cortocircuitaba la reacción automática de procesos obsesivos, en lugar de la recomendación habitual de apartar la fobia, que puede contribuir a su mantenimiento y perpetuación. La intención paradójica cura el miedo. Si, a propósito, intentamos tenerlo, no podremos. Por ello, este método se ha aplicado en entrenamiento de deportistas de alta competición, como ajedrecistas, junto con otras fórmulas conductistas para vencer a la ansiedad previa a los torneos.

Según Frankl la esencia de la “intención paradójica” se basa en recurrir deliberadamente al sentido del humor. La intención paradójica nos enseña a reírnos de nosotros mismos y ridiculizar nuestros propios temores. Se basa en la maravillosa virtud del ser humano de trascender de sí mismo, como expone en su obra “El hombre en busca de sentido”.

Este tratamiento es valioso, a pesar de su aparente simplicidad, siempre que sea debidamente supervisado por un psicólogo. No debe aplicarse indiscriminada o arbitrariamente, pero su conocimiento nos permite entender mejor el funcionamiento de la mente humana. Así que ahora mismo, tras esta lectura propóngase ser totalmente desdichado con su historia personal. Trate de no apreciar lo que le rodea, de no compartir nada de su vida con nadie. Abandone la búsqueda de la felicidad, e intente ser infeliz. Verá que no lo consigue.

Menos es más

¡Alto! ¿Adónde vamos con tanta precipitación?

Antecedido por profusas apelaciones de las diferentes religiones al ascetismo y a la sobriedad, fue el poeta Robert Browning quien acuñó la frase: "Less is more” (menos es más). Recientemente desde el vanguardista universo cultural californiano, la revista “Coevolution” de híbrida influencia budista-hippie mantuvo que la gran sabiduría era coexistir con simplicidad voluntaria y austeridad franciscana. El redescubrimiento postmoderno de los bíblicos lirios del campo y las aves del cielo. Así nació el neologismo “downshifting” (­que podría traducirse por cambiar a menos o desacelerar), con la fuerza de que sólo un término anglosajón sabe condensar y propagar.

Fue un movimiento de reacción contra la cultura yuppie de los “workcoholics”, adictos al trabajo. La resurgida pintada del mayo del ‘68: “No consumáis, no trabajéis”, como respuesta a la estresada vida del trabajador contemporáneo, regida por lo que Max Weber definió como el espíritu protestante generador del capitalismo, según el cual para que Dios nos quiera y acepte en el cielo previamente hemos de demostrar el triunfo en la tierra. Dos autores, Vicki Robin y Joe Domínguez, aportaron su grano de arena en la lucha contra el consumismo con un libro-guía de título sugerente, “La bolsa o la vida”, best-seller durante años. Se convirtieron en portavoces de una forma de vida más sencilla, en busca de la frugalidad, renunciando a caprichos y, en su caso, proponiéndose literalmente vivir de las rentas. Con esta fórmula detectaron de cuánto se puede prescindir, en sueldo y horas de trabajo. Buscaron un equilibrio vital más satisfactorio, si bien la fórmula americana no es trasplantable a la mentalidad europea, donde lo laboral cumple funciones de autoafirmación y de contribución al desarrollo social.

Desde el empacho de la abundancia inventamos el “lujo” de prescindir, de vivir con modestia para pensar con grandeza. Renunciando a competitivos puestos de inacabable jornada laboral, para descubrir recónditas vocaciones idílicas de bajo rendimiento económico, pero alta gratificación personal. Incluso los hábitos más simples de alimentación cambian drásticamente, para ganancia de salud y tiempo. El giro nutricio pasa del rojo al verde, del sangrante filete de búfalo al verdor de la huerta ecológica, renunciando a la pesada dieta chamuscada de cancerígena barbacoa, rebozada en colesterol y endulzada con azúcares industriales. O la parquedad del hogar con espacios vacíos frente a la opulencia sobrecargada de cachivaches tan suntuosos como inútiles. La existencia relajante requiere silencios en estancias desiertas, como la arquitectura minimalista de Mies van der Rohe, para dar cabida a la vida humana.

El dinero no da la felicidad, decimos los pobres… y es verdad. Sólo tenemos una vida, que está sazonada de pequeñas alegrías. Nuestra existencia merece algo más que diez horas de trabajo, dos de atasco, una de engullir, otra para arreglarse (eso quienes tengan arreglo) y, con suerte, ocho de sueño, que suman veintidós horas diarias. Apenas restan 120 minutos de “vida” por jornada. El mandato se decanta hacia “vivir más con menos dinero”, cambiar nivel de vida por calidad de vida. En definitiva, la versión modernista del hombre feliz que no tenía camisa o de las comunidades fundadas sobre la pobreza.

Un consejo: Limpiemos nuestra vida de lo superfluo. Un método simple es la mudanza ficticia. Imaginamos que cambiamos de vivienda, y empaquetamos las pertenencias de un cuarto, dejando el aposento "lleno de aire, como vino al mundo". Entonces recuperamos sólo lo indispensable, desembarazándonos de lo sobrante. Es muy recomendable esta limpieza cada año. Librémonos de viejos papeles y trastos, que están obstruyendo nuestro ambiente.

Felices los que tienen tiempo para sonreír, o para ir a casa y jugar con sus hijos creciendo. Menos horas de trabajo significan más tiempo con la familia. Seamos como niños sorprendidos que se detienen para observar algo nuevo en cada paseo, sin prisas. Levantemos ligeramente el pie del acelerador de nuestra vida para oír música, leer por placer, meditar un poco, escuchar y acompañar a los demás. Vivir es un arte donde al final descubrimos un axioma: “Sufro lo que negué y lo que guardé, perdí. Tuve lo que gasté, pero siempre tendré lo que di”.

Proyectos de Gratitud (1º de la Serie GRECIA)

Hay muchos proyectos comunitarios que podemos realizar para fomentar el agradecimiento en nuestro entorno. Así alcanzaremos una mirada apreciativa sobre nuestra vida. La gratitud puede tener numerosos beneficios tanto a nivel individual como colectivo en una comunidad: Fortalecimiento de vínculos, promoción de la empatía, generación de un ciclo positivo, estímulo de la colaboración y mejora del bienestar emocional. 

Al enfocarnos en las cosas positivas y expresar agradecimiento, cultivamos una actitud más optimista y reducimos el estrés y la ansiedad todo lo cual mejora las opciones de longevidad. Aquí os compartimos algunos modelos que encontramos para trabajar la serie etiquetada con GRECIA, G de Gratitud (y seguirán Relax, Ejercicio, Conexión, Ikigai y Alimentación):

  • Proyecto Gratitud Pallars: Este proyecto en Pallars (provincia de Lérida) es un buen modelo porque tiene como objetivo devolver a la naturaleza, al paisaje y al territorio toda la felicidad que nos brindan. Busca reforzar los vínculos entre las personas —locales y visitantes— y los valores del territorio a través de propuestas de protección de la naturaleza y de recuperación del patrimonio. 
  • Programas de Voluntariado: Los programas de voluntariado pueden ser una excelente manera de expresar gratitud hacia la ciudad. Los voluntarios pueden participar en diversas actividades, como la limpieza de parques, la plantación de árboles, la ayuda en refugios de animales, entre otros. Todo el Trabajo comunitario implica involucrarse en acciones voluntarias que buscan mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables o desfavorecidas. Podemos colaborar con organizaciones como Cáritas, Oxfam Intermón, Cruz Roja, Unicef o cualquier otra entidad que trabaje por causas sociales.
  • Reconocimiento al Trabajo en Equipo: Mostrar gratitud en un proyecto es una forma de reconocer que, aunque cada persona tiene una responsabilidad específica, cada aporte es necesario para alcanzar el éxito. 
  • Cartas de Agradecimiento a Instituciones y Empresas: Las cartas de agradecimiento pueden ser una excelente manera de fomentar relaciones duraderas con entidades o empresas, manifestar el aprecio que se siente por el trabajo de una compañía, aumentar la motivación de los colaboradores o generar buenas referencias. 
  • Huellas de amor: Rescate y adopción de animales en situación de calle. Este proyecto busca darle un hogar y una familia a los animales abandonados, así como concientizar a la comunidad sobre la importancia de cuidarlos y respetarlos. Puedes organizar actividades como talleres, campañas, rifas o eventos para recaudar fondos y recursos para este proyecto.
  • Cambiando vidas un libro a la vez: Promoción de la lectura y la escritura entre los niños y jóvenes. Este proyecto pretende estimular el hábito lector y el desarrollo de habilidades comunicativas en los estudiantes, así como compartir historias inspiradoras y motivadoras. Podemos realizar actividades como talleres, clubes, ferias o concursos literarios para difundir este proyecto.
  • Aprendizaje basado en proyectos comunitarios: Desarrollo de competencias transversales mediante la resolución de problemas reales. Este proyecto consiste en plantear una problemática o tema de interés para los alumnos, que deben investigar, analizar, crear y presentar una solución innovadora y colaborativa. Podemos elegir un problema relacionado con el medio ambiente, la salud, la educación o cualquier otro ámbito social que te preocupe.

Esperemos que estos ejemplos os hayan sido útiles e interesantes. Recordad que el agradecimiento es una actitud que se cultiva con el tiempo y con las pequeñas gestos cotidianas. Os invitamos a practicarlo cada día con las personas que te rodean y con las cosas que tienes. Así podremos contribuir a crear un mundo más feliz y armonioso. 😊


Algunos tuits sobre el agradecimiento. El primero muestra la cultura de gratitud en Japón: Los niños dan las gracias al conductor del vehículo que se detuvo y les permitió cruzar la calle.

Neologismos o palabras con grandes ideas para la longevidad

Los neologismos son palabras o expresiones nuevas que se introducen en una lengua para nombrar una realidad que antes no existía o que no tenía un término específico. Los neologismos pueden surgir por la necesidad de expresar realidades relacionadas con los avances científicos, técnicos, informáticos, sociales y culturales. 

Algunos ejemplos de neologismos que han traspasado las barreras de otros idiomas y que representan conceptos novedosos son: 
  1. Shinrin-Yoku: Es una palabra japonesa que significa “baño de bosque” y que se refiere a la práctica de conectar con la naturaleza a través de los sentidos. Post específico
  2. Lagom: Es una palabra sueca que significa “justo lo suficiente” y que se refiere al equilibrio y la moderación en todos los aspectos de la vida. Post específico
  3. Hygge: Es una palabra danesa que significa “acogedor” y que se refiere a la sensación de bienestar y felicidad que se experimenta al disfrutar de las cosas simples de la vida. Post específico.
  4. Sisu: Es una palabra finlandesa que significa “coraje” y que se refiere a la capacidad de perseverar y superar las adversidades con determinación y optimismo. Post específico.
  5. Ubuntu: Es una palabra zulú que significa “humanidad” y que se refiere a la filosofía de vida que se basa en el respeto, la solidaridad y la compasión hacia los demás. 
  6. Ikigai: Es una palabra japonesa que significa “razón de vivir” y que se refiere a la búsqueda de un propósito que le dé sentido y alegría a la existencia. Posts numerosos sobre Ikigai.
  7. Glamping: Es una palabra inglesa que significa “camping glamuroso” y que se refiere a la modalidad de acampar al aire libre con comodidades y servicios de lujo. 
  8. Friluftsliv: Es una palabra noruega que significa “vida al aire libre” y que se refiere a la filosofía de vida que busca el contacto con la naturaleza y el disfrute de las actividades al aire libre. 
  9. Wanderlust: Es una palabra alemana que significa “pasión por viajar” y que se refiere al deseo irrefrenable de explorar el mundo y conocer nuevas culturas. 
  10. Saudade: Es una palabra portuguesa que significa “nostalgia” y que se refiere al sentimiento de extrañar a alguien o algo que se ha perdido o que está lejos. 
  11. Mansplaining: Es una palabra inglesa que significa “explicación de hombre” y que se refiere a la actitud condescendiente o paternalista de algunos hombres al explicar algo a una mujer, asumiendo que ella no lo sabe o lo entiende. 
  12. Hikikomori: Es una palabra japonesa que significa “aislamiento” y que se refiere al fenómeno social de jóvenes que se recluyen en sus habitaciones, evitando el contacto con el mundo exterior. 
  13. Schadenfreude: Es una palabra alemana que significa “alegría por el mal ajeno” y que se refiere al placer o satisfacción que se siente al ver el sufrimiento o la desgracia de otra persona. 
  14. Binge-watching: Es una palabra inglesa que significa “ver en exceso” y que se refiere a la práctica de ver varios episodios seguidos de una serie de televisión o de una plataforma de streaming. 
  15. Sobremesa: Es una palabra española que significa “sobre la mesa” y que se refiere al tiempo que se pasa conversando después de comer, sin levantarse de la mesa.
  16. Joie de vivre: Es una expresión francesa que significa “alegría de vivir” y que se refiere a la actitud positiva y entusiasta ante la vida. 
  17. Carpe diem: Es una locución latina que significa “aprovecha el día” y que se refiere a la idea de vivir el presente sin preocuparse por el futuro. 
  18. Meraki: Es una palabra griega que significa “hacer algo con amor y creatividad” y que se refiere a la pasión que se pone en lo que se hace. 
  19. Lekker: Es una palabra holandesa que significa “delicioso” y que se refiere a todo lo que produce placer o satisfacción. 
  20. Blue zone: Es una expresión inglesa que significa “zona azul” y que se refiere a las regiones del mundo donde la gente vive más tiempo y con mejor salud, como Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia) o Nicoya (Costa Rica). 
  21. Sattva: Es una palabra sánscrita que significa “pureza” y que se refiere a una de las tres cualidades de la naturaleza según el hinduismo y el yoga. Se asocia con la armonía, la sabiduría, la bondad y la felicidad. 
  22. Jubilación: Es una palabra latina que significa “júbilo” y que se refiere al periodo de la vida en el que se deja de trabajar y se disfruta de una pensión. También se usa para expresar alegría o satisfacción por algo. 
  23. Sehnsucht: Es una palabra alemana que significa “anhelo” y que se refiere a un sentimiento profundo y nostálgico por algo que se desea o se ha perdido. Se considera una fuente de inspiración y motivación para vivir. 
  24. Dolce vita: Es una expresión italiana que significa “dulce vida” y que se refiere al estilo de vida placentero y hedonista que se caracteriza por el disfrute de los placeres sensuales, culturales y sociales. 
  25. Sisu: Es una palabra finlandesa que significa “coraje” y que se refiere a la capacidad de perseverar y superar las adversidades con determinación y optimismo. 
  26. Fika: Es una palabra sueca que significa “pausa para el café” y que se refiere a la costumbre de tomar un descanso en el trabajo o en el estudio para compartir una bebida caliente y algo dulce con los compañeros, amigos o familiares. 
  27. Ganbatte: Es una expresión japonesa que significa “esfuérzate” y que se refiere al ánimo y el apoyo que se da a alguien que enfrenta un reto o una dificultad. 
  28. Bon vivant: Es una expresión francesa que significa “buen vividor” y que se refiere a la persona que disfruta de los placeres de la vida, especialmente de la buena comida y la buena compañía. 
  29. Gracias: Es una palabra española que significa “agradecimiento” y que se refiere a la expresión de reconocimiento y aprecio por algo que se ha recibido o se ha hecho por uno. 
  30. Yoga: Es una palabra sánscrita que significa “unión” y que se refiere a una disciplina física, mental y espiritual que busca el equilibrio y la armonía entre el cuerpo, la mente y el alma. 
  31. Senescencia: Es una palabra latina que significa “envejecimiento” y que se refiere al proceso biológico de deterioro progresivo de las funciones vitales que ocurre con el paso del tiempo. 
  32. Salud: Es una palabra latina que significa “estado de bienestar” y que se refiere a la condición de una persona o de un organismo que no presenta ninguna alteración o enfermedad. 
  33. Mindfulness: Es una palabra inglesa que significa “atención plena” y que se refiere a la práctica de concentrarse en el momento presente, sin juzgar ni reaccionar, para reducir el estrés y mejorar la salud mental y emocional.

La secta más poderosa


Una visión alternativa de dónde reside el poder y de quiénes detentan la mayor fuerza transformadora descubierta hasta la fecha.

Éstas son las confesiones de un fanático irredento. Por increíble que parezca, todo lo que aquí se proclama, a modo de expiación, es rigurosamente cierto. Parafraseando a Zola, “Yo acuso que ­inmersa un nuestra sociedad­ existe una orden oculta extremadamente organizada que controla la vida de nuestra ciudadanía”.

‘Ellos’ determinan quiénes dirigirán el poder, la política, los negocios,… ‘Ellos’ gobiernan realmente el mundo. Sus conexiones con las altas esferas sociales son tan decisivas como innegables. Todos los presidentes, papas, banqueros, políticos, jueces,... han pertenecido a esta legión de rosacruces. Quienes se someten a sus dogmas y dedican su tiempo a los objetivos del clan se aseguran la prosperidad, el prestigio social, incluso la felicidad a escala individual y familiar. Sus adeptos disponen del éxito garantizado, en todos los planos vitales; por el contrario, sus adversarios y quienes se alejan de sus mandatos sufren un destino plagado de desdichas incontables.

Las promesas que estos francmasones ofrecen a los postulantes son increíbles, pero reales. Les garantizan que activarán sus poderes recónditos y serán los todopoderosos, los más ricos, los más inteligentes, los más cultos,... ¡Hasta la inmortalidad en la memoria de la humanidad para sus más fieles adictos! Afirman que todos los anhelos de sus seguidores serán cumplidos. Si se busca éxito, amistad, amor, salud, seguridad, confianza, bondad,... y si se desean compartir todas estas riquezas, basta con ingresar y mantenerse bajo sus leyes, dando testimonio de sus efectos.

La captación de discípulos se produce desde muy temprana edad. Sus métodos de proselitismo alcanzan muy eficazmente a la mayoría de la población, y tras la primera invitación a practicar este culto es imposible resistirse a sus encantos. Posteriormente, con la mayoría de edad se producen las primeras desafiliaciones y la rebeldía a la estricta disciplina requerida por esta sociedad puede liberar a los más osados de un futuro predefinido.

Este inconmensurable ejército pasa desapercibido, pero paradójicamente es muy populoso. Por descomunal que parezca, más del 2% de la población trabaja comprometidamente en este negocio. Sus apóstoles constituyen la primera profesión del mundo moderno. Sus doctrinas y prácticas alcanzan directamente a más del 29% de la población restante en millones de logias diseminadas hasta en las menores poblaciones.

Esta masonería mueve una cantidad ingente de dinero, que proviene de los bolsillos de los inconscientes ciudadanos que ignoran la magnitud de esta clandestina industria. Se estima que cada contribuyente debe cotizar anualmente una cifra no menor a 3.600 euros. La cuantificación de este fausto negocio es incalculable, pero superior al 20% del PIB.

Este apocalíptico imperio invierte en el proceso de captación un promedio superior a 72.000 euros por iniciado. En algunos casos, el señuelo puede suponer diez o cien veces más. No importa. Sabe que recuperará con creces tan fabulosa inversión con los captados, cuyo porcentaje es creciente.

Toda mi familia, todos estamos dentro. Sucumbimos pronto en tan tupidas redes y nunca hemos sabido, o querido, fugarnos. Por el secreto del sacramento… somos los primeros en ignorar, o pretender olvidar, nuestra pertenencia a semejante maquinación. Como los demás cofrades buscamos la perfección interna, evitando convertirnos en meros mercenarios que asumen la militancia sólo como un oficio vulgar.

Lo más flagrante es el hecho de que esta hermandad es sutilmente secreta hacia… dentro. Son sus propios miembros quienes no saben que pertenecen a ella y tampoco comprenden su infinito poder fáctico. Están organizados en células reducidas, y saben de la existencia de otras diócesis, pero raramente se reúnen en multitudes. Cuando a la señal de la resurrección de los zombis, estas huestes se desplieguen surgiendo de la penumbra, el mundo se maravillará. Surgirá la nueva Sociedad del Conocimiento. Ese extasío está pronto...

Tú mismo, lector de estas líneas, seguro que has pertenecido, y probablemente sigas vinculado a este Partido. Acaso con poca aplicación, si no lo has vislumbrado aún, porque hablamos de... la educación. ¡Mantén el secreto!

Versión original de 2001 en: http://mikel.agirregabiria.net/2002/deia3.htm

Anhelo de espiritualidad

Banksy actualizó su famosa obra 'La niña con globo' para apoyar a Siria

Un redescubrimiento de la espiritualidad cristiana como camino para lograr la felicidad. Desde hace años se observa en la sociedad occidental un creciente anhelo de espiritualidad. Muchos tratan de cubrir esta necesidad espiritual recurriendo a prácticas que rozan el esoterismo o mirando a las religiones orientales, pero cada vez más personas acaban volviendo a sus raíces cristianas. 

El monje y teólogo Anselm Grün, un maestro de la espiritualidad, en su libro "Espiritualidad" nos explica con un lenguaje ameno y sencillo, la utilidad de la meditación, de los ritos y de la liturgia en nuestro día a día, la importancia de la ascesis y de la mística, y sobre todo, nos recuerda que la espiritualidad no debe implicar en ningún caso encerrarse en uno mismo.

Sus palabras y sus obras llegan desde la propia experiencia de la meditación y también de ser un constante trabajador. Como benedictino, Anselm Grün vive en la abadía que él mismo dirige en Münsterschwarzach, Alemania, y se levanta diariamente a las 4.40 de la mañana para dedicarle a la oración las tres primeras horas del día. 

El gran psicólogo Carl Jung también señala que “El sufrimiento y la muerte, como la mayor parte de los problemas importantes de la vida, son, fundamentalmente, insolubles. Estos no pueden nunca ser solucionados, solo ser trascendidos”. Trascender es “atravesar” y “ascender”, pasar a través del dolor y descubrir un nuevo nivel de conciencia de uno mismo que antes desconocía y que ahora, gracias a esa “génesis”, nace a una nueva visión de sí mismo y de la realidad

Cuando nos enfrentamos a un destino que no podemos cambiar, estamos llamados a dar lo mejor de nosotros mismos, elevándonos por encima de nosotros mismos y creciendo más allá de nosotros mismos; es decir, a través de la transformación de nosotros mismos, Esto apuntaba Viktor Frankl, en su obra "El hombre en busca del sentido último" (véase en un post nuestro de 2007). Esto es válido para el dolor, la culpa y la muerte.
El filósofo humanista Erich Fromm definió así un modo de ese anhelo de espiritualidad:  “Entiendo por religión un sistema de pensamiento y acción compartido por un grupo que le da al individuo un marco de orientación y un objeto de devoción”. Según Fromm todos los seres humanos tenemos la necesidad de sentir experiencias espirituales o religiosas. 
 "¿No es más probable que logremos nuestro objetivo si tenemos un objetivo?"

Siglos antes el gran Aristóteles lo resumió así: Somos como arqueros anhelando el blanco. Ese anhelo de excelencia, de búsqueda de felicidad, de belleza, de bondad, es lo que caracteriza a los seres humanos de todas las épocas y culturas