Saramago y la parábola de un mundo que quedó ciego

Desde la pandemia quisimos repasar la obra Ensayo sobre la ceguera (1995) de José SaramagoLa novela plantea una alegoría sobre la fragilidad de la civilización y la condición humana. Una lectura imprescindible en esta época donde se están produciendo cambios gravísimos y críticos de los que apenas se escribe, debate o publica. 

El argumento se basa en una extraña epidemia de ceguera blanca afecta súbitamente a toda una ciudad. Los primeros contagiados son recluidos en un manicomio en cuarentena, donde pronto reinan el caos, la violencia y la degradación. Solo una mujer, la esposa de un médico, conserva la vista. Ella decide fingir que también está ciega para no separarse de su marido y acaba siendo la única guía moral y práctica del grupo. 

En el encierro, los ciegos se ven obligados a enfrentarse a la pérdida de dignidad, la lucha por la comida, el abuso de poder y la barbarie colectiva. Tras escapar del manicomio, recorren una ciudad sumida en el desastre: sin gobierno, sin orden, con la sociedad derrumbada. Finalmente, de forma tan misteriosa como comenzó, la gente recupera la vista.

La novela transmite una profunda reflexión sobre la ceguera moral del ser humano: la incapacidad de ver al otro, la indiferencia, el egoísmo y la pérdida de solidaridad.

José Saramago (1922-2010) nació en Azinhaga, Portugal, 1922, en el seno de una familia humilde de campesinos. Tuvo que abandonar los estudios secundarios por falta de recursos y trabajó como mecánico, funcionario, periodista y traductor. Su primera novela fue Terra do Pecado (1947), pero su verdadero reconocimiento llegó en los años 80 con obras como Memorial del convento (1982), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984) o La balsa de piedra (1986).

Con Ensayo sobre la ceguera (1995) alcanzó fama internacional. Su estilo se caracteriza por el uso de párrafos largos, frases extensas, puntuación poco convencional y un narrador irónico que reflexiona sobre la condición humana. Fue Premio Nobel de Literatura en 1998, el primero otorgado a un escritor de lengua portuguesa. Falleció en Lanzarote, España, en 2010.

De la ceguera física a la ceguera del alma: un clásico contemporáneo. Recorre formas distintas de falta de visión como falta sensorial y como carencia ética. Repasemos esos planos consecutivos: 

1. La ceguera física. Epidemia súbita de ceguera blanca. Símbolo de vulnerabilidad y del límite de la condición humana. La ceguera desarma la estructura social y pone a prueba la convivencia.

2. La ceguera moral. El verdadero tema central de la novela. Representa la indiferencia, el egoísmo y la falta de empatía que ya existían antes de la epidemia. El mensaje: los humanos ya estaban “ciegos” antes de perder la vista.

3. El poder y la corrupciónEn el manicomio, unos ciegos imponen su autoridad con violencia y chantaje. Denuncia de cómo la lucha por el poder conduce a la tiranía incluso en situaciones extremas. Reflejo de estructuras sociales autoritarias.

4. La dignidad humanaLa enfermedad destapa la miseria: abusos, humillaciones, degradación. Pero también muestra gestos de solidaridad, cuidado y compasión. La esposa del médico simboliza la resistencia moral y la capacidad de mantener la dignidad en medio del caos.

5. La solidaridad y la esperanzaEl pequeño grupo guiado por la mujer que ve constituye una comunidad alternativa. Representa la posibilidad de reconstrucción basada en la ayuda mutua. El final, con la recuperación de la vista, sugiere una oportunidad de aprendizaje colectivo.