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Una respuesta a la gran pregunta

Julen viendo el Mar Cantábrico, de cerca, con el aitxitxe (foto de Leire)
Las cuestiones vitales más insondables son esas que nos preguntamos sobre ¿quién somos?, ¿adónde vamos?, ¿qué esperamos?, ¿o qué será de nosotros?,... Si nos permiten quienes nos leen contarlo en primera persona, en nuestro caso siempre nos preguntábamos... ¿para qué nos estábamos preparando y explorando en todas las etapas anteriores de nuestra vida? Primero creímos que nos estábamos cualificando para ser investigadores, luego sólo para ser físicos, más tarde para ser educadores, posteriormente para ser formadores, finalmente para ser administradores o innovadores educativos...

Ayer alguien con su inteligencia despierta nos dio la respuesta definitiva. No hizo falta que hablase. Nos miró con sus ojos, sonrió... y lo entendimos. La respuesta era tan simple como certera: Todo nuestra vida ha estado orientada con una experiencia casi completa para que hoy día podamos aspirar a ser... genuinos y competentes... ¡abuelos!

Tras llevarle de paseo en su coche descapotable, nuestro primer nieto Julen se durmió. Estando sentados en un banco, con su cochecillo enfrente, le veíamos y le oíamos respirar en su plácido sueño. No importaba que sonasen las campanas de la cercana iglesia de Las Mercedes, ni el ruido de los coches. Nada lo despertaba,... excepto las vocecitas de otros niños que pasaron por allí. Entonces, abrió los ojillos, nos miró... y sonrió de oreja a oreja. Al punto, lo entendimos. Habíamos nacido y habíamos recorrido un largo periplo de muchos años como padres y madres, como profesionales en campos distintos,... para estar capacitados para aspirar a ser unos grandes abuelos y abuelas.

El rostro del paro...

Aparentaba tener unos cuarenta años. Los ojos rojos, pero sonreía. Un mendigo negro, así alguien lo describiría. Alto, delgado, pero con mucha ropa amontonada. Hacía frío, y llovía. Se había asomado a la valla y, al ver salir al joven aparejador con el casco, se le acercó. Pidió trabajar en la obra, de cualquier cosa, sólo para pagarse un alojamiento donde dormir. Respetuoso, sólo quería empezar, "ahora mismo" dijo. Insistió, acabada de venir de Madrid. En Bilbao encontraría trabajo, le habían dicho. En la construcción, tenía alguna experiencia. El técnico le dijo que lo intentaría. El inmigrante se lo agradeció. Que volviese mañana. Y el africano se alejó. El arquitecto técnico, de sólo 22 años, estaba en los inicios de su carrera y nunca había visto tan de cerca la pobreza. Parecía ser muy buena persona aquel hombre maltratado por la vida en dos continentes. Seguro que nadie merece estar así, sin saber qué cenaría o dónde descansaría aquella noche. Habló con su colega más experimentada. Lo comentaron con la subcontrata. Sería difícil. Una tristeza profunda le invadió al pensar que él tenía una casa (la de sus padres) para vivir. Nunca olvidará la cara del desempleo, de la miseria, de la desigualdad. Algo se me había roto, aquella tarde oscura y lluviosa. Luego, comprendió. No era la crisis,... O, al menos, no la reciente, por grave que fuese. Eran siglos, milenios de injusticia. No bastaba facilitar un folleto con la Guía de Recursos Sociales. Ya era hora de empezar a despertar, a construir un mundo mejor, con todas las personas, entre todas, para todas, para las de aquí y las de allá, allí y acá.

El arte de educar


Este relato, divulgado en un vídeo, está basado en una obra titulada “Tres cartas de Teddy”, escrita en 1976 por Elizabeth Ballard.

El primer día de clase, la profesora de 5º de Primaria se presentó ante su clase, recorrió con la mirada a todo su alumnado y solemnemente les dijo… una mentira piadosa: “Que les iba a tratar a todos por igual”. Sin embargo, eso era imposible porque en la primera fila, aburrido y sentado junto a ella, estaba Teddy. La maestra ya conocía a Teddy desde el año pasado, y había visto que no jugaba con sus condiscípulos. Teddy venía desaliñado, pedía salir al baño continuamente y podía ser muy molesto en clase. El cuaderno de Teddy era un desastre, y aparecían tachados en rojo los pocos ejercicios que traía realizados de casa.

Al revisar los historiales de todos sus alumnos, la tutora se llevó una sorpresa con el de Teddy. Su profesora de 1º lo mencionaba como un excelente alumno y buen compañero. La de 2º curso reiteraba su aprecio, pero comentaba que la enfermedad terminal de su madre le estaba afectando. La tutora de 3º indicaba que la muerte de su madre había sido un duro golpe para Teddy. Su profesora de 4º apuntaba que el desinterés de Teddy por lo que sucedía en clase era total y concluía que estaba muy retrasado.

La profesora comprendió a Teddy y se entristeció aún más cuando al llegar la navidad todos sus alumnos le llevaron algún obsequio cuidadosamente envuelto en papel de regalo. Todos… excepto Teddy, que llevó una arrugada bolsa de supermercado. Con temor sobre lo que contuviese, la profesora lo abrió en medio de clase: Una vieja pulsera a la que faltaban algunas piedras de bisutería y un frasco usado de colonia. Algunos niños se rieron, pero la tutora se puso el brazalete y se humedeció con perfume la muñeca. Aquel día, Teddy se quedó hasta que los demás alumnos se fueron y le confesó a su maestra que “Hoy usted huele como mi madre”. Aquella noche en su casa, la profesora lloró durante más de una hora.

Desde aquel día, aquella docente dejó de enseñar y se dedicó a educar. Prestó una especial atención a Teddy, y pronto se vio gratificada con su progreso. Al año siguiente, recibió una nota de Teddy donde le decía que ella era la mejor profesora que él había conocido. Seis años más tarde, le llegó una carta donde repetía que no había descubierto mejor profesora en todo el bachillerato. Años más tarde, otro documento reiteraba que ella seguía siendo su educadora favorita, y en la firma figuraba un tal Doctor Theodore.

La historia no acaba así. Teddy le pidió que fuese su madrina de boda. Ella aceptó y se engalanó con la pulsera incompleta y aquel perfume que a él le recordaba las últimas navidades con su madre. Después de la ceremonia, Teddy dijo estas palabras al oído de su maestra: “¡Gracias por creer en mí, por confiar en que yo podría ser diferente!”. Su profesora, con lágrimas en los ojos, le susurró: “Teddy, yo te agradezco que tú me convencieses de que yo podía ser diferente. Hasta que te conocí, no aprendí a educar”.
Los educadores, los progenitores, los adultos nunca sabemos el impacto que puede tener en el futuro nuestras acciones,… o nuestras omisiones. Consideremos esta realidad, e intentemos influir positivamente en la vida de los demás, especialmente de los más jóvenes. Enseñar quizá sea la última artesanía, algo que ha evolucionado con el paso de los siglos, pero que sigue requiriendo profesionalidad y vocación.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/pigmalión.DOC

Mezcolanza de pasado, presente y futuro para la felicidad

“Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it.”
La felicidad cotidiana requiere unas dosis ajustadas de pasado, presente y futuro. Cada amanecer, necesitamos organizar ese día, administrando algunos recuerdos del pasado, algunas promesas del futuro y muchas realidades del presente. Nada de ello puede faltar.

Sin gratos recuerdos, aunque sean contados, mal planificaremos cada día, porque uno de los objetivos cotidianos es sumar experiencias y encuentros felices que siempre nos acompañarán en la memoria. El futuro requiere esfuerzos constantes y cada jornada debe construir una ruta hacia ese destino buscado, más aún sabiendo que el proceso es más determinante que la meta.

Los mayores acostumbramos a abusar de la dosis de pasado, los jóvenes exageran quizá la tasa de futuro y solamente los niños ajustan bien que la felicidad y la alegría es, ante todo, presente.

Demasiado pasado en el cóctel diario agriará el día con melancolía y demasiado futuro eclipsará la jornada con retardos de ilusiones que, quizá, nunca vivamos. Sólo tenemos el presente, el hoy,... en términos de felicidadEl pasado es historia, el futuro un misterio, y cada instante -como ahora- es un regalo. Es por eso que a este momento se le llama presenteEl presente es el tiempo más determinante. 

Carlyle escribió: Dice Shakespeare que nosotros somos unas criaturas que miran antes y después de sí, siendo lo más sorprendente que no miremos un poco en torno nuestro y contemplemos qué es lo que está pasando ante nuestros propios ojos.” 

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, señaló Pablo Neruda en su poesía. Pero podemos seguir siendo felices. Simplemente, seamos generosos y disfrutemos siéndolo. Si estamos presentes, o mientras lo estemos, no tenemos ninguna necesidad de esperar. 

Prometamos vivir plenamente cada escurridizo instante y tratar e interactuar con todos los seres con esa doble mirada de admiración infantilcompasión sabia. Un proverbio irlandés dice: “Life is like a cup of Tea, it’s all in how you make it”, es decir, "La vida es como una taza de té, todo depende de cómo la hagas",... 

VI Edición de la Carrera de los Cascabeles

Nuevamente organizada por la ONCE en Bilbao, hemos vuelto a vivir una convocatoria de solidaridad en un ambiente festivo, intentando sensibilizar al conjunto de la sociedad sobre la eliminación de las barreras urbanísticas y arquitectónicas. Los corredores en parejas han recorrido una distancia aproximada de un kilómetro, unidos por un testigo, en el que uno hace de guía y el otro, que tapa sus ojos con un antifaz, de ciego, con lo que se imita la forma en la que los ciegos totales practican las carreras en atletismo. El nombre de los “cascabeles” procede de que el guía lleva uno de ellos en su muñeca. Al final de la prueba la ONCE entrega una placa a aquella institución o Entidad que más haya hecho durante el año por la eliminación de barreras, habiendo correspondido este año a Bolunta, que releva al Centro de Recursos para Invidentes (CRI) que merecidamente lo recibió el año pasado, fecha en la que descubrimos esta carrera a la que esperamos no faltar nunca.

Pasaje a Ítaca, por el Grupo Eos Theatron

Pasaje a Itaca’, inspirada en la obra dramatizada La Odisea de Derek Walcott ha sido hoy representada en el Teatro Campos Elíseos, c/ Bertendona, 6, Bilbao por el Grupo Eos Theatron de Cabezón de la Sal (Santander). Grupo ganador del V Concurso Nacional de Teatro Grecolatino con esta obra dirigida por María Eugenia Martínez Bernal, en su doble condición de Jefa de Departamento de Latín y Griego del IES Foramontanos de Cabezón de la Sal (Cantabria) con una amplia formación y experiencia teatral.

El reto de transponer una obra épica como La Odisea atribuido al poeta griego Homero y condensar en una sola hora tan


Con la ayuda de la coreógrafa Cristina Arce (que incorpora mucho ritmo a los actos), se aúna teatro y danza contemporánea, recreando “la particular visión del viaje de la vida a través de los ojos del poeta caribeño Derek Walcott” según la obra que fue publicada en 1993 por este autor, premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1992 .


Según la web de Pasaje a Itaca: "Versión moderna de la Odisea homérica cuenta en ocho escenas la vuelta del héroe griego Odiseo-Ulises a su patria, la lejana isla de Ítaca, tras diez años en la guerra de Troya. En su deambular por los mares vive múltiples aventuras y se enfrenta a obstáculos y seres extraordinarios de naturaleza humana y divina que tratan de retenerlo. La obra comienza en la playa, con Troya incendiada como telón de fondo y Odiseo presto a partir en su nave rumbo al hogar. Se despide de su compañero de batalla Tersites que no entiende sus ansias de paz y de vida tranquila. Una tormenta desvía la nave y Odiseo naufraga en la isla de los Feacios donde la princesa Nausicaa le pide que relate sus aventuras.


Odiseo recuerda como estuvo cautivo en brazos de la divina Calipso, cómo se enfrento al Cíclope Polifemo, evito que la hechicera Circe lo convirtiera en cerdo y descendió a los infiernos para que su madre Anticlea le mostrara el camino a casa. Tras despedirse de Nausicaa y evitar los escollos de las Sirenas Odiseo regresa a su hogar para enfrentarse a los pretendientes que asolan su reino y exigen la mano de su esposa Penélope en matrimonio. Odiseo mata a los usurpadores y trata de que su mujer lo reconozca tras veinte años de ausencia
".



Fotos
y cinco vídeos de la puesta en escena: la grabación completa (53:17) incluida en el inicio del post, y en HD pasaje 1º, escena 2ª, lapso 3º y final con saludos finales (que se puede ver bajo estas líneas).



Más entradas con otras representaciones teatrales escolares .

Makila (bastón típico vasco) de jubilación

Recuerdos de jubilación  
Quizá ha sido el obsequio más simbólico, una Makila Alberdi tradicional, con ocasión de mi despedida por colegas en mi último día laboral. Todos ellos serán imperecederos, vinos de El Ciego y otros, aparte. La makila (pronunciado makilla y traducible como bastón de mando,...) es un elemento de gran importancia desde las comunidades paleolíticas. El estrecho lazo de la makila con las cualidades de respeto y poder viene desde muy antiguo.

El concepto asociaba a los bastones, desde los nobles egipcios, como un signo de distinción. Eran largos palos de madera, ricamente decorados con flores de loto, ojos,... En el parisino Museo del Louvre se pueden contemplar algunos ejemplares egipcios y hebreos, también muy largos, rematados con puños de gancho o bola.
La prehistoria nos ha dejado bastones cuya función original se desconoce (para algunos intérpretes son broches para atar las pieles al cuerpo, trofeos de caza, instrumentos de hechicería o símbolo de autoridad). Están fabricados con hueso de cuernos de reno o venado, con entre uno y cuatro agujeros. Los jefes de las distintas tribus y comunidades se distinguían a menudo por el tamaño y la elegancia de su bastón.

La makila  es un bastón de madera de níspero, flexible, nudosa y resistente, elegante y trabajada con gran mimo, naturalmente, realizada a mano. Como símbolo, la Makila significa nobleza, justicia, respeto y autoridad. Como utilidad, la Makila era compañera inseparable en todos los caminos y, además, elemento de seguridad. La Makila ha tenido una gran evolución a lo largo de la historia. La llevaron los pastores de nuestras montañas, aunque entonces eran más largas que las que se utilizaban en los pueblos y zonas urbanas. Aunque algunos han considerado la Makila como arma defensiva, no se puede decir que tuviera esta función, sino como valor complementario. Hasta principios de siglo, apenas se imaginaba uno al vasco ir de viaje o presenciar un partido de pelota sin su faja roja y su Makila en la mano.
La costumbre del pueblo vasco de regalar makilas como símbolo de la amistad tiene raíces muy antiguas. Después de la I Guerra Mundial, los mariscales Foch y Petain y el presidente Clemenceau recibieron sendas makilas. A través de estos obsequios los vascos del Norte de los Pirineos les mostraban su agradecimiento. La makila del mariscal Foch llevaba un mapa de Verdún y sobre él impreso: Hemendik ezin da pasa (De aquí no se pasa).

La makila es un regalo para ocasiones importantes y personajes ilustres. Resulta apropiado para regalos de empresa, la jubilación de una persona, para despedidas de soltero o en las bodas... De sus manos han salido makilas para personajes tan ilustres como el Papa Juan Pablo II, a quien se le obsequió con una preciosa makila de cuero durante su visita a la Basílica de Loiola, siendo Lehendakari Carlos Garaikoetxea.
En el casquillo superior de la makila se reserva un espacio para que cada cliente encargue grabar al artesano la frase que quiera, suelen ser dedicatorias cortas mediante palabras con gran significado. Algunas se han convertido ya en típicas y otras destacan por su originalidad:
  • Hitza hitz:  La palabra es la palabra 
  • Hitzemana zor:  Lo prometido es deuda 
  • Ihes etsaiak:  Huid enemigos 
  • Nerekin beti zuzen:  Conmigo siempre recto 
  • Nere bideko laguna:  Mi compañero/a de camino 
  • Nerekin inoren beldur:  Conmigo no hay temor a nadie 
  • Nere laguna eta laguntza:  Mi amigo/a y ayuda

Envía una carta para una persona mayor en navidad


Envía Una Carta Para Un Abuelo 2023


La iniciativa para combatir la "soledad no deseada" trata de que escribamos una carta para una persona mayor que está en alguna residencia (hay unas 360.000 en esta situación en España) y que, seguramente, no recibe noticias de nadie. Es muy fácil participar telemáticamente.

Me ha correspondido escribir a Josefa, de 85 años que está en una residencia de Zaragoza. Me han indicado tres de sus aficiones (cine, hablar y manualidades). Y le he escrito, esta misiva,... con ayuda de ChatGPT. Lo cierto es que ya, para bien o para mal, basta escribir un prompt con el nivel de personalización de nombre, edad, ciudad y aficiones para que tengamos cartas a tutiplén. Lo que los seres humanos no somos capaces de hacer que lo haga la Inteligencia Artificial (AI).

Querida abuela Josefa, 

Espero que esta carta te encuentre disfrutando de un hermoso día en Zaragoza. Me he tomado un momento para escribirte porque quiero que sepas cuánto te aprecio y lo importante que eres para mí. Recuerdo con cariño todas las veces que hemos hablado durante horas, compartiendo historias y risas. Esos encuentros son algunos de mis más preciados recuerdos. 
También admiro tu pasión por el cine y cómo siempre tienes una nueva película que recomendar. Me encanta cómo tus ojos se iluminan cuando hablas de tus actores y actrices favoritos. 
Y qué decir de tus habilidades para las manualidades. Cada creación tuya es una obra de arte que refleja el amor y la dedicación que pones en cada detalle. Eres una fuente de inspiración para todos los que te rodeamos. Aunque la distancia nos separe, siempre estás en mi corazón. 
Espero poder visitarte pronto y pasar tiempo juntos, quizás viendo una película clásica o creando algo hermoso con nuestras manos. 
Con todo mi amor y cariño, 

Mikel, que es un abuelo que pasa a veces por Zaragoza y que te aprecia como si realmente fueses mi abuela y la bisabuela de mis tres nietos
Me gusta esta doble forma de voluntariado en Adopta un abuelo

Quizá siempre se puede mejorar cualquier fórmula de solidaridad. Empezando, por lo de "abuelo", si bien la RAE admite la acepción de abuelo como persona mayor. No tiene sentido, incluso puede resultar ofensivo, llamar a las personas mayores "abuelos" o "abuelas", al igual que lo sería llamar a todas las mujeres "madres". 

Pero creo en el voluntariado, que siempre es mejor contribuir en algo, por poco que sea y demasiado "virtual", que no hacer nada y, peor aún, criticando a quienes hacen lo que pueden. Cierto que hay que ir a las causas de esta realidad terrible de muchas personas que viven tan cerca y que ya poco más pueden aportar para dejar un mundo un poco mejor. 

Aprovechemos esta franja histórica donde quizá aún algunas personas mayores crean en la fantasía, porque ya somos muchos los abuelos (de verdad, desde hace muchos años y con varios nietos) que sabemos que hay miles de robots (¿o es sólo uno?) escribiéndonos mensajes de ánimo y afecto.

Me resisto a este uso fraudulento, si bien he aceptado que me haya ayudado en la redacción. Más aún: Si recibo respuesta de Josefa (que espero sea real), me comprometo a visitarla "en persona" en este inmediato año 2024. 

No elegimos todo lo que nos define

Al comienzo mismo de la película "Adiós, pequeña, adiós", el protagonista al tiempo que nos muestra el suburbio marginal donde nació y vive, dice con voz en off: "No se elige lo que más nos define, nuestra ciudad, nuestro barrio, nuestra familia". Podríamos añadir más. Tampoco escogemos todo lo que aparece en nuestro carnet de identidad: nombre, apellidos, lugar y fecha de nacimiento (es determinante la época que nos ha tocado vivir), sexo, o el rostro que ilustra el pasaporte, sin citar altura, color de ojos o las posibles minusvalías (que se detallan en muchos casos). En el fondo, la suerte pesa decisivamente. Apenas nos queda nada más que una tímida elección entre la felicidad de los sentidos y la paz del alma. Casi siempre no nos queda sino la elección del objeto de nuestras lágrimas.
Pero hemos de jugar nuestra cartas. Sí podemos elegir qué hacemos con nuestras circunstancias. Podemos esforzarnos, podemos estudiar, podemos trabajar, podemos superar nuestras limitaciones. Sólo hay perfección donde hay elección.

Fauna humana de playa

El antropólogo aficionado encuentra un hábitat excepcional en las aglomeraciones estivales de las costas arenosas.

La mayoría de la gente va a la playa en verano con el único objetivo de descansar, bañarse y tomar el sol. Pero los arenales ofrecen un espectáculo tan variado que ni los circos de muchas pistas apenas podrían representar. Los grupos humanos presentes en una aglomeración multitudinaria deben ser descritos por rasgos diferenciadores. Una taxonomía de urgencia permite clasificar los siguientes especímenes frecuentes en nuestros litorales veraniegos.

En primer lugar, por cronología, están los conquistadores, gentes madrugadoras que plantan todo tipo de cachivaches en los lugares más selectos para tomar posesión posteriormente de sus tierras. Se valen de sombrillas viejas y sillas desvencijadas, con la doble virtud de ser aparatosas e indignas de ser robadas. Su esforzada labor matutina queda desvirtuada por el segundo colectivo, los vanguardistas. Estos llegan tarde, pero son capaces de encontrar esa “primera línea de playa”, por delante de la anterior “primera línea”… Entre tanto, llegan al lugar del desafío los palistas, gente que evidencia que, como compensación a no haber dado en toda su vida un palo al agua, le dan a la pala en medio del agua… y del resto de sus supuestos congéneres. Estos gremios contrastan con los carbonizados, bultos dormidos o entes semimuertos que permanecen inmóviles en decúbito supino sobre una toalla achicharrándose y que, a media mañana, se dan la vuelta para pasando a decúbito prono asegurarse una incineración por ambas caras.

Entre los itinerantes también se distinguen tipologías peculiares. Descontando a los sembradores, de arena, esos niños incontrolados que te garantizan arenisca en los ojos, pueden observarse a las gastadoras, de playa, mujeres caminantes compulsivas de distinta edad y condición que marchan a gran velocidad, yendo y volviendo, no se sabe si para rebajar peso o para producir más… arena. Tampoco es difícil detectar a los autistas, del teléfono móvil, que con semejante excusa y a voz en grito nos deleitan con sus penas y su inconmensurable… incultura. Sin agotar el elenco de especies playeras, no podemos dejar de recoger en este primer catálogo a los minimalistas, que en el espacio comprendido entre un parasol y la nevera portátil es capaz de concentrar a tres generaciones de una misma familia, y a todos sus amigos y parientes de la pedanía. Parece increíble el poder de tortillas y gaseosas, que -aliadas con un sol de justicia- produce el perfecto modelo de “familia unida” en un solo metro cuadrado de sombra.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2008/faunaplaya.DOC

Carta abierta al Presidente de Audi España

[Tras una larga espera desde el 16 de noviembre, finalmente el Servicio Oficial de Audi comunica que su responsabilidad sólo es durante dos años de garantía. Aceptan como normal que su famoso cambio automático Multitronic no supere los 100.000 km y que su sustitución cueste 7.272 € que deben ser aceptados por los clientes sin retirar el coche del concesionario, porque esto es algo que parece les ofende. El proceso concluyó pagando más de 7.000 € (en un Concesionario que NO era Alzaga), ratificándose el pésimo servicio de Audi España]

Estimado Juan M. Baselga:

Pensé en dirigir mi misiva a tu compañía, “carta abierta a Audi”, en lugar de hacerlo a ti directa y personalmente, pero tampoco a mí me convence eso de hablar con entidades abstractas. Las corporaciones, por grandes que sean, están formadas por personas, y esas son las que hablan entre sí. Si además, tanto la legendaria marca como la persona son algo que respeto, con una historia institucional y personal renombrada como empresa y como empresario, la elección es evidente: prefiero dirigirme a su máximo responsable, persona con cara y ojos, antes que hacerlo a un ente lejano con logotipo. No te preocupes, no pretendo robar demasiado tiempo de tu sin duda apretada agenda, y tampoco espero (o quizá sí) una respuesta. Pero no quiero que lo sucedido a quienes compramos un Audi dotado de cambio automático Multitronic quedemos como un pequeño detalle sin importancia, como una rara excepción o como una responsabilidad diluida entre miles de casos, sobre todo cuando además creo que revela un fallo no casual y sí muy importante. No un hecho aislado, sino una forma errónea de entender los negocios y fundamentalmente, la relación con la clientela.

Permíteme que te cuente los hechos: Con ocasión de mi 50º cumpleaños en abril de 2003 mi esposa se empeñó en comprarnos un Audi. Con los hijos ya encaminados, yo prefería un A3 o un A4, pero salimos con un flamante A6 adquirido en el Concesionario Premium del centro de Bilbao. Lo elegimos, entre otras marcas, porque su caja de cambios progresiva Multitronic parecía la tecnológicamente más avanzada, especialmente tras su campaña publicitaria de 2001 donde fue ganadora mundial con el célebre anuncio que incluyo (compramos el mismo modelo A6, color gris y caja Multitronic que el del spot). Ya habíamos disfrutado de una caja de cambios automática ZF en un coche anterior, un Renault 21 de impecable resultado, que se mantuvo en plena forma durante más de 200.000 km hasta que lo vendimos.

Nuestro Audi con Multitronic ha funcionado perfectamente durante seis años hasta cumplir 99.000 km. Todo iba de maravilla con un mantenimiento impecable, aunque nada barato, siempre en el concesionario oficial que pasó a ser en el Concesionario Alzaga, adonde se había trasladado el concesionario inicial.

Con 99.000 km y 6 años, comienzan los tirones y vibraciones del Multitronic. Diagnóstico: Sustitución integral del cambio con un coste de 7.272 € (incluso nos cobraron 62 € por hacer el presupuesto). Hablando desde hace semanas con el Servicio de Atención al Cliente de Audi, solicitamos, telefónica y por abogado, que Audi España y/o el Concesionario Alzaga de Bilbao se hagan cargo de todo o parte del presupuesto (o de las piezas, al menos), porque la avería -sin haber tenido ningún accidente- sólo es atribuible a mal diseño de Audi o mal mantenimiento de Alzaga. Tras supuestas consultas entre Audi España y el Concesionario Alzaga, telefónicamente deniegan la más mínima ayuda para paliar el coste de tan gravosa reparación.

Todo parece indicar, a menos que lo solventes, que la respuesta oficial de Audi España es que un cambio automático Multitronic sólo aguanta 100.000 km. a pesar de un mantenimiento impecable. Aquel anuncio de Audi ganó el Premio de Publicidad de 2001 y motivó hacia su compra a muchos clientes, como nosotros. ¿Habremos de concluir en que Audi: Publicidad, diez; mecánica, cero? ¿Tendremos que grabar un antispot para un marketing viral diciendo que Elvis Presley resucita y se pone a bailar a los 100.000 Km (con Multitronic de Audi)? Ya hemos localizado el muñeco de Elvis por eBay y estamos con el guión, pero preferiríamos no grabar nunca este contra-anuncio.

Porque seamos serios, Juan M. Baselga: No vale decir estos incidentes pueden pasarle a cualquiera. Los norteamericanos dicen, simplemente, “shit happens”, a veces las cosas simplemente salen mal. Pero esto no debiera valer para Audi, al menos para la mítica marca en la que nosotros confiamos hace seis años. Nadie de tu compañía se ha puesto en contacto con nosotros para ofrecer una atención al cliente, o para pedirme disculpas de ningún tipo, ni para compensarme en modo alguno todas las molestias – muchas – sufridas. Nadie. La única respuesta que he podido obtener, es que el coche tiene seis años...

Por el momento, preferimos no abundar en los numerosos casos que recoge la red con problemas buscando sólo en castellano relativos al Multitronic de Audi,... Posponemos, por el momento, la creación de un Grupo Facebook, en varios idiomas (inglés, francés, alemán, español) de damnificados por la caja Multitronic de Audi, porque aún nos queda un hilo de esperanza en que sepas resolver o paliar esta situación, para evitar acometer una reparación que casi supera el valor venal de este vehículo Audi. Impresionante. Por supuesto, estoy muy agradecido a tu compañía por recordarme cuáles son mis responsabilidades en mantenimiento,.... Ahora veremos qué ocurre cuando sea yo quien te recuerde las tuyas como Presidente de Audi.

Juan M. Baselga, tu compañía Audi nos ha fallado. Su comportamiento ante este problema hace que ya no merezca nuestra confianza. Se desentiende del problema, no aislado, de los fallos en la caja Multitronic de Audi. Tu compañía nos recuerda cuáles son nuestros deberes como clientes: Aparentemente sólo dos: pagar y callar. Pero ahora veremos qué ocurre cuando sean los clientes quienes recuerden a Audi sus responsabilidades.

Juan M. Baselga: Hoy en día, afortunadamente vivimos en un entorno en el que los clientes tenemos voz y capacidad de difusión, y resulta de lo menos recomendable hacer negocios de esta manera. Hoy soy yo quien te recuerda que lo has hecho mal, muy mal, manifiestamente mal, y que espero aportar pruebas concluyentes al respecto. Mañana serán más quienes cuenten y divulguen esta historia de los fallos y problemas de la caja Multitronic de Audi, y lo que es mucho peor, del trato con sus clientes de Audi aportando datos, fríos, fehacientes y comprobables. No lo hago para conseguir nada a cambio, sino para, basándome en mi experiencia, recomendar a todo aquel que me lea que tenga mucho cuidado y que, si puede evitarlo, no utilice los servicios de tu compañía. Audi me ha demostrado que antepone demasiadas cosas al bienestar de sus clientes, y que además, intenta eludir su responsabilidad cuando las cosas salen mal. Mientras tu compañía no demuestre haber cambiado su escala de valores, no gozará jamás de nuestra consideración.

Esperando que, al menos, esta mala experiencia pueda servirte de algo, me despido atentamente y quedo a tu entera disposición. Ya que no puedo agradecerte un buen servicio, al menos te agradezco la atención.

Nota bene: Esta misiva sigue el esquema de otra carta célebre de Enrique Dans, relatando otro de esos casos tan lamentables... como reales.

Se puede agitar la noticia en Menéame, Aupatu, Topsy,...
Grupo Facebook: Damnificados por el cambio Multitronic de Audi.
Actualización a 24-7-14: Audi abandona por falta de fiabilidad el Cambio Multitronic.

VI Encuentro Estatal de Orientación

Participaremos en el VI Encuentro Estatal de Orientación, "Innovación y buenas prácticas", que se celebrará los próximos días del 11 al 13 de Mayo de 2012 en la Universidad de Deusto (Bilbao) con más de 350 participantes.

Bilbao acogerá en su sexta edición el tradicional Encuentro Estatal de orientadores y orientadoras. La Asociación de Psicopedagogía de Euskadi (APSIDE) es la encargada de organizar este evento, que está auspiciado y promovido por la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE).

El amplio programa incluye muy esperadas conferencias como las de María José Díaz Aguado sobre la "Importancia de la orientación para la mejora de la convivencia en los centros educativos", Javier Elzo sobre " Cómo son los jóvenes a quienes orientamos" y de Francesco Tonucci (FRATO) sobre "Educar y orientar con ojos de niño".

Aún queda abierta la INSCRIPCIÓN en las modalidades de presencial o no. Agradecemos a Ernesto Gutiérrez-Crespo (Presidente de APSIDE) la invitación a participar, como en anteriores jornadas territoriales o autonómicas. Esperamos aportar algunas grabaciones de la sesión del domingo 13 de mayo de 2012. [Post reubicado junto a su crónica]

Cada mañana nacemos de nuevo

Amanecer desde Getxo
Cada mañana nacemos de nuevo.  Lo que hacemos hoy es lo que más importa. Es una cita atribuida a Buda. Cada despertar es una ventana de amanecer, una puerta de vida. Hemos de levantarnos con los dos pies de golpe, anunciando al mundo que allí vamos, que nos espere muy pronto, que nos disponemos a la faena desde el minuto en que abrimos los ojos.

Cada día es una nueva oportunidad, o cada día tiene su afán (Mateo 6:25 34). Otros más prosaicos apuntarían que, simplemente, el planeta Tierra ha girado una vuelta completa respecto a su propio eje. Pero ahí está en cada alba, nuestra estrella Sol, asomando por el Este. Hoy es el día idóneo para tratar de ser quien siempre has querido ser.

Cada semana es más fácil fijar un hábito, o una buena costumbre que se asienta con siete días de repetición. Es un cuarto del ciclo lunar, una fase de la Luna como referencia astronómica. Es un período incluso cambiable. De hecho, la revolución francesa lo hizo y aplicó con "semanas que desaparecieron" por su origen bíblico y fueron sustituidas por "décades" de diez días para priorizar el sistema decimal.

Cada mes es un ciclo lunar completo, con sus efectos en mareas, que se aprecian diariamente por nuestra rotación. Cada mes es una medida de reflexión, de análisis de cómo el tiempo va transcurriendo, de valoración de nuestra acción para mejorar nuestro entorno humano y físico. Enero, como primer mes, nos demuestra ese carácter cíclico de toda forma de vida,... 
Enero: Ese mes que nos demuestra que en la vida cada final es un nuevo comienzo
Cada año nuevo, hagamos un nuevo plan tras repasar el anterior, con unos objetivos y un calendario, que es lo que convierte una idea en una realidad con un calendario de trabajo duro y, más que nada, constante. 

Cada década es un hito de parada y reinicio. Sobre todo a medida que se van sucediendo los lustros y décadas,... Por todo ello, estos días son críticos. Hemos de fijar metas, a corto, medio y largo plazo. Confrontarlas y mejorarlas con nuestros equipos familiares, de amistades y laborales. Una vez fijada la programación, habrá que ser implacables con su cronograma.

Disfrutemos, aprendamos, ayudemos y agradezcamos cada segundo de vida, cada minuto de acción, cada hora de labor o descanso, cada mañana soleada o lluviosa, cada mediodía de comida o sobremesa, cada tarde de lectura o escritura, cada noche de amor o pesar, cada semana, cada estación trimestral,...

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El mejor árbol de navidad

Ríe
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Pinta un cuadro. Sonríe a tu hijo
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Escucha a un amigo. Acepta un cumplido
Ayuda a un anciano. Cumple con tus promesas
Termina un proyecto deseado
Sé niño otra vez. Escucha la naturaleza
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Trátate como un amigo. Ama a los animales
Haz un álbum familiar. Date un baño prolongado
Por hoy no te preocupes. Deja que alguien te ayude
Mira una flor con atención. Pierde un poco de tiempo
Apaga el televisor y habla. Escucha tu música preferida
Aprende algo que siempre deseaste
Llama a tus amigos por teléfono. Haz un pequeño cambio en tu vida
Haz lista de las cosas que haces bien. Ve a la biblioteca y escucha el silencio
Cierra los ojos e imagina las olas de la playa. Haz sentir bienvenido a alguien
Dile a las personas amadas cuánto las quieres
Dale un nombre a una estrella
Sabes que no estás solo
Piensa en lo que tienes
Hazte un regalo
Planifica un viaje
Respira profundo
Siembra y cultiva el amor

Podríamos vivir más de 120 años. - Premio Nobel Ramakrishnan

Podríamos vivir más de 120 años. - Premio Nobel Ramakrishnan
Traducción de un gran artículo en el Sunday Times, del 24-3-24 (véase aquí).
"
"Podríamos vivir más de 120 años": el científico que descubre por qué morimos Pocas personas saben más sobre el funcionamiento de la vida humana que Venki Ramakrishnan, biólogo molecular de Cambridge galardonado con el Premio Nobel de Química en 2009. Ahora se plantea la cuestión más profunda de la vida.

La clave de una larga vida no es ningún secreto: comer y dormir bien, hacer algo de ejercicio, evitar que te atropelle un autobús y esperar que cualquier enfermedad hereditaria se salte tus genes. Venki Ramakrishnan, vegetariano que va en bicicleta todos los días a su laboratorio de Cambridge, hace todo esto y, a sus 71 años, se declara "filosófico" sobre su propia muerte. Pero también toma pastillas para la tensión arterial, el colesterol alto y los coágulos sanguíneos (
blood clots): medicamentos mágicos que alargan nuestra vida y que toman millones de personas cada día.

Si al final de sus días le ofrecieran una píldora que, en lugar de prevenir la enfermedad, evitara el proceso de envejecimiento y le concediera diez años más de vida, ¿la tomaría? "Todos estaríamos tentados", afirma Ramakrishnan. "La voluntad de vivir más está profundamente arraigada en cada uno de nosotros". ¿Podría llegar a existir un fármaco así? "Tengo la sensación de que estamos en la cúspide de algo", afirma. ¿Cuánto tiempo podría vivir el ser humano? "No creo que haya ninguna ley científica que impida romper nuestra barrera natural de 120 años más o menos. Pero lo pondría en la misma categoría que ser capaces de colonizar Marte. No hay ninguna ley física que diga que no podemos hacerlo. Pero es muy difícil".

Pocas personas saben más de la vida -y del funcionamiento celular que la impulsa- que Ramakrishnan. Este biólogo molecular ganó el Premio Nobel de Química en 2009 por su trabajo para resolver la estructura del ribosoma, la parte de la célula que lee las instrucciones genéticas y utiliza esa información para fabricar proteínas. El ribosoma es crucial para el funcionamiento de nuestro cuerpo: determina el color de nuestros ojos, hace latir nuestros corazones y hace girar nuestras mentes. Fue un avance asombroso.

Ramakrishnan fue nombrado caballero en 2012, elegido presidente de la Royal Society en 2015 y en la última lista de honores de la Reina Isabel II fue nombrado miembro de la Orden del Mérito, de la que solo hay 24 miembros, entre ellos David Attenborough, el artista David Hockney y el arquitecto Lord Foster of Thames Bank. Tras el éxito que ha supuesto desenterrar los secretos de la vida, Ramakrishnan centra su mirada microscópica en las causas del fin de la vida. Ha escrito
un libro titulado Por qué morimos
.

Los egipcios construyeron las pirámides para preparar a sus faraones para la otra vida; los emperadores chinos fueron enterrados con ejércitos de terracota para defender sus cuerpos hasta el renacimiento. La reencarnación y el karma hindúes, el cielo y el infierno cristianos, el jardín de la paz eterna del Islam: estas doctrinas surgieron porque, como dice Ramakrishnan, "el conocimiento de la muerte es tan aterrador que vivimos la mayor parte de nuestras vidas negándola". Sólo el título de su libro basta para que muchos de nosotros entremos en pánico.

Sin embargo, al debilitarse el control de la religión, ha quedado un vacío en nuestra relación con la muerte. En lugar de sacerdotes y profetas, nos dirigimos cada vez más a un grupo de personas -muchos de ellos hombres ultra ricos- a los que Ramakrishnan llama "mercaderes de la inmortalidad".

Ramakrishnan creció en Vadodara (Gujarat) en el seno de una familia hindú, aunque con dos padres científicos -su padre era bioquímico y su madre psicóloga experimental- tuvo una educación relativamente laica. "Pero como dice el chiste, en las trincheras y en las salas de examen nadie es ateo".

Me reúno con él en el Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de Cambridge, donde trabaja desde hace 25 años. Esta altísima institución, situada en el campus del Hospital Addenbrooke, es la cuna de 12 premios Nobel, entre ellos el de Francis Crick y Jim Watson en 1962 por descubrir la estructura del ADN. El laboratorio y sus 440 científicos pretenden "abordar los principales problemas de la salud y la enfermedad humanas". Pero fuera del mundo de la ciencia académica, los investigadores ya no se conforman con luchar contra las enfermedades, sino que quieren engañar a la propia muerte.

A tan solo 10 kilómetros de donde estamos sentados se encuentra Altos Labs, la empresa biotecnológica de nueva creación más financiada de la historia, con 2.400 millones de libras de inversores como Jeff Bezos, de Amazon, y el multimillonario ruso-israelí Yuri Milner. Las instalaciones, que abrirán sus puertas en Cambridgeshire en 2022, tienen como objetivo detener por completo el proceso de envejecimiento. En la última década se han fundado más de 700 empresas de "vida más larga". La Iniciativa Chan Zuckerberg -creada por el cofundador de Facebook Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan- incluye en su cometido nada menos que curar, prevenir o gestionar todas las enfermedades para finales del siglo XXI. ¿Se trata de una quimera? "Estos multimillonarios de la tecnología a menudo han tenido un éxito muy rápido a una edad temprana", afirma Ramakrishnan. "Tienen la idea de que la vida no es más que un código que hay que piratear. Pero el envejecimiento es muy complejo. Hay una gran exageración en este campo, y gran parte de ella se aprovecha de la ansiedad que sentimos como humanos ante el envejecimiento y la muerte".

Pero en medio de la arrogancia, hay esperanza, afirma. "En los últimos 50 años la biología molecular y la genética han hecho enormes avances en la comprensión de los procesos de envejecimiento". Volviendo al título de su libro, que recuerda a la Parca: ¿Cómo morimos? ¿Qué sabemos ahora de lo que ocurre en nuestras células cuando hacemos ese último giro mortal? La muerte -si se excluyen enfermedades e inconvenientes como ser devorado por un león- es el resultado, en términos sencillos, del envejecimiento. Pero morir de "viejo" parece algo insatisfactorio. ¿Qué ocurre realmente en el interior de sus víctimas para que la vida se detenga sin más? "Se puede pensar en el envejecimiento como una acumulación de daños en nuestras células, su capacidad para funcionar, su capacidad para hablar entre ellas, su capacidad para regenerarse", afirma Ramakrishnan. "El envejecimiento es una acumulación de defectos químicos que hace que estas células empiecen a funcionar mal".

Cuando somos jóvenes, muchas de las células de nuestro cuerpo rejuvenecen de forma natural. Si se dañan, se dividen y la célula madre muere una vez sustituida por su descendiente. Pero uno de los marcadores del envejecimiento es la "senescencia" (posts). Las células senescentes pierden la capacidad de dividirse y poco a poco se van dañando y muriendo. Esto no es un problema al principio. Las células mueren a lo largo de nuestra vida. "Ni siquiera nos damos cuenta. Puedes perder un miembro entero y seguir viviendo. Pero en el momento de la muerte se produce un fallo crítico de los sistemas. Se pierde la capacidad de funcionar coherentemente como individuo". Ramakrishnan cita El sol también sale, de Hemingway, en la que un personaje explica cómo se arruinó: "De dos maneras. Gradualmente, luego de repente". El cuerpo envejece gradualmente, luego muere de forma abrupta".

Desenmarañar los procesos graduales de los repentinos -envejecimiento de la muerte final- es un punto clave de la investigación sobre longevidad. ¿Cuál de estos procesos se debe a una enfermedad -el cáncer o el Alzheimer, por ejemplo, que nos afectan a muchos, pero no a todos- y cuáles son simplemente envejecimiento, que es universal? Para separar estos factores, los científicos creen estar cerca de un gran avance.

Un obstáculo clave es que las fuerzas evolutivas no están preparadas para que vivamos eternamente. "Lo que le importa a la evolución es que te propagues, te reproduzcas y transmitas tus genes", afirma Ramakrishnan. "No hay ningún beneficio, en términos evolutivos, en gastar muchos recursos intentando vivir más". Estas fuerzas, sin embargo, podrían superarse.

Ramakrishnan divide a los súper ricos que buscan la vida eterna en tres categorías: chiflados, misioneros y racionalistas. "Los chiflados tienen ideas realmente extrañas que no tienen ninguna base real en la ciencia actual", afirma. Esto incluye el campo de la criogenia: congelar nuestros cuerpos tras la muerte hasta que la tecnología avance hasta el punto de que podamos volver a la vida. "No hay ni una sola prueba creíble de que la criogenia humana vaya a funcionar nunca". Una vuelta de tuerca a este planteamiento es un plan para cargar el cerebro en un almacenamiento digital basado en la nube, para descargarlo en una nueva forma de vida en una fecha posterior. Sam Altman, director general de OpenAI, está en la lista de espera de la empresa Nectome, de San Francisco, que pretende "respaldar, registrar y guardar" las mentes de sus clientes.
Luego están los misioneros. "Son personas que entienden algo de biología y quieren utilizarla para prolongar la vida en serio", afirma Ramakrishnan. En esta categoría entraría Bryan Johnson (posts), el multimillonario tecnológico de 46 años que saltó a los titulares el año pasado cuando reveló que se había transfundido a sí mismo plasma sanguíneo de su hijo Talmage, de 17 años, en un proceso extrapolado de la técnica conocida como parabiosis, la unión quirúrgica de dos o más cuerpos. Esperaba que esto le diera el corazón de un hombre de 37 años, la piel de uno de 28 y la capacidad pulmonar y la forma física de uno de 18, pero acabó dándole un aspecto un poco espeluznante.

Ramakrishnan se muestra escéptico, y Johnson admite que el procedimiento, que cuesta 2 millones de dólares al año, apenas le reporta beneficios, pero hay estudios que demuestran que la sangre de ratones jóvenes puede prolongar la vida de ratones viejos. Los primeros resultados sugieren que la sangre joven reduce la actividad de los genes que causan inflamación. Aislar factores como éste podría ayudar a crear un tratamiento que ralentice el proceso de envejecimiento, afirma Ramakrishnan.

Sin inmutarse, la siguiente treta de Johnson tiene que ver con la ciencia en torno a los telómeros (posts), las puntas protectoras al final de nuestros cromosomas. A lo largo de nuestra vida, los telómeros se acortan cada vez que las células se dividen, lo que significa que ya no pueden proteger adecuadamente a los cromosomas y las células ya no pueden dividirse y reconstruirse. Una sustancia química del organismo llamada telomerasa permite a algunas células reconstruir los telómeros, lo que potencialmente permite a las células reponerse indefinidamente. Johnson pretende secuestrar este proceso. Sin embargo, también podría aumentar el riesgo de cáncer, ya que la telomerasa permite que las células tumorales se dividan indefinidamente. Ramakrishnan cree que, si se supera este obstáculo, se podrían abordar aspectos clave del proceso de envejecimiento.

Esto nos lleva a los racionalistas, categoría en la que se incluye Ramakrishnan. Este grupo se centra en la lucha contra las enfermedades como forma de alargar nuestra vida. "Para muchas enfermedades - cardiopatías, cáncer, demencia - el riesgo aumenta con la edad. Así que si el envejecimiento es un factor de riesgo común, quizá deberíamos pensar en qué podemos hacer para atajar el envejecimiento, de modo que podamos vivir más sanos".

Ramakrishnan parece estar en forma y sigue yendo de vacaciones de excursión con su mujer, Vera Rosenberry, ilustradora infantil y escritora de Ohio. Pero admite que "a veces da la sensación de que la vida es como estar limitado a una parte cada vez más pequeña de una casa, ya que las puertas de las habitaciones que nos gustaría explorar se van cerrando poco a poco a medida que envejecemos".

Pero, a decir verdad, Ramakrishnan no está interesado en la inmortalidad. Lo que le mueve es centrarse en los procesos celulares y moleculares que rigen el envejecimiento y la enfermedad, con la esperanza de que más personas puedan disfrutar de buena salud hacia el final de sus vidas. Si la búsqueda de la vida eterna nos lleva a esa meta, que así sea. "El libro se titula Por qué morimos, pero también podría llamarse Cómo vivir", afirma.

A sus 71 años, ¿no le tienta la perspectiva de aprovechar los rápidos avances de la ciencia del envejecimiento para alargar su vida y su carrera? Según él, ya vivimos lo suficiente. El peligro de una longevidad cada vez mayor es la creación de una sociedad estancada, en la que los ancianos se aferren a los recursos económicos y las posiciones de influencia. "Me jubilaré el año que viene. Mi laboratorio sigue publicando en buenas revistas. Pero una persona de 35 años podría crear un campo completamente nuevo. Es una cuestión de justicia generacional. Ya vivimos el doble que nuestros antepasados".

De todos los multimillonarios con complejo de dioses que invierten en longevidad, es Bill Gates, con sus mosquiteras contra la malaria y sus campañas de vacunación, por quien Ramakrishnan siente más respeto. "Se pregunta cómo podemos aumentar la esperanza de vida en los países pobres. Lo irónico es que probablemente él esté haciendo más por aumentar la longevidad humana que cualquiera de estos tipos". Así que en lugar de ocupar un valioso espacio en el laboratorio, Ramakrishnan va a aprender idiomas, leer y pasar tiempo visitando a sus hijos y nietos en Estados Unidos. Espera seguir el ejemplo de su padre, que a sus 98 años sigue viviendo de forma bastante independiente.

Como dice Ramakrishnan: "Mientras esperamos a que la vasta empresa gerontológica resuelva el problema de la muerte, podemos disfrutar de la vida en toda su belleza. Cuando nos llegue la hora, podemos adentrarnos en el ocaso con buen talante, sabiendo que hemos tenido la suerte de participar en ese banquete eterno."