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Bingo cuñado sobre la movilidad eléctrica

Bingo del cuñado. Bingo cuñado BEV

Seguimos hartos de escuchar una y otra vez los bulos y desinformaciones sobre el Vehículo Eléctrico a Batería (BEV). Parece que nunca va a acabar. 

Han pasado más de 12 años desde que probamos y están en el mercado coches eléctricos puros, hace casi 6 años que conducimos uno y nos cansamos de refutar tonterías que sólo se pueden expresar desde la ignorancia, la voluntad de confundir por intereses creados que se resisten al futuro o por ambas causas combinadas. 

La realidad de la superioridad absoluta de los motores limpios y eléctricos es obvia. 

Muchos más posts sobre motor, BEV, bulos sobre movilidad eléctrica,...

Bingo del cuñado VE 1/2 BEV
Post sobre el engañabobos de los e-fuels,...
Bingo del cuñado VE 2/2 BEV
Posts sobre el señuelo de los vehículos particulares de hidrógeno,...
Bingo cuñado BEV

La belleza de lo que se pierde y la vocación de escuchar

Una lección hoy de Jordi Nadal.

Lo primero, lean con tranquilidad el artículo (en La Vanguardia o en la imagen). Lo segundo, cada vez es más repetida la necesidad de aprender a escuchar, para conversar, para liderar, para vivir. “Así como existe un arte de bien hablar, existe también el arte de bien escuchar”, ya aseguraba Epicteto. Ante una petición, transcribimos el artículo: 

Cuentan que el gran guitarrista Paco de Lucía una vez, durante un ensayo, grabó una sesión. Al acabarla, la escuchó de nuevo y, ante el estupor del otro músico con el que tocaba, la borró. Según la leyenda, su acompañante le preguntó asombrado y con estupor: “Pero ¿cómo borra esto, maestro?” y el genio de la guitarra respondió: “No tiene duende”. Así quedó todo. Los genios tienen buenas respuestas.

A veces, podemos borrar las cosas porque son irrelevantes, contingentes o rutinarias. De hecho, algunas ni siquiera necesitamos borrarlas porque nunca se registran. Pero en otras ocasiones, nos encontramos frente a momentos únicos, momentos afortunados que reconocemos y apreciamos cuando suceden. En esos instantes, un silencio se impone a nuestro alrededor. Y hay que estar muy alerta para capturar esa fugacidad y retenerla.


La belleza es comprender que la vida a menudo tiene bellísimos momentos que son elegíacos. A veces, con tintes épicos. Hace­ poco un buen amigo me anunciaba­ algo­ así como su despedida de “todo esto” con humildad, serenidad, vulnerabilidad y ternura. Me tomó de las manos y me dijo­: “Ya no tengo nada que decir”.


Estas lecciones sobre nuestra contingencia y nuestra fugacidad tienen una belleza inmensa, porque nos colocan, desnudos y vulnerables ante el tiempo. Nos hacen sentir pequeños y también grandes, al quitarnos las alfombras bajo las cuales escondemos tantas tonterías. Sí, las cosas que no se pueden reproducir pueden ser doblemente mágicas. Deberíamos aprender a reconocer y a borrar las cosas que no tienen duende.


Mi amigo compartió conmigo aquello por lo que quiere ser recordado, y cuando le pregunté si quería añadir algo más, mencionó la importancia de leer a Séneca y a… (su memoria frágil se detuvo brevemente), hasta que recordó a Montaigne.


He tenido el privilegio de conversar con mi amigo muchas veces. En una ocasión, le pregunté: “¿Qué consejo le darías a alguien que empieza a aprender en la vida?”. Su respuesta fue sencilla y profunda: “Que escuche”. Escuchar, tal vez, sea una forma de vida futura.


Es un gran arte la escucha interactiva, quizá la forma sublime de amor. Concentrarse plenamente en escuchar. sin limitarse a oír pasivamente lo que se dice. La escucha activa es una primera y esencial habilidad social y de gestión. 

Todo mundo quiere hablar; pero el arte de escuchar pocos lo quieren practicar. A menudo, la gente está perdida, centrada sólo en lo que dirán después, sin aprovechar lo sublime de la escucha. Ya no están vivos. En su cabeza, están haciendo algo que no es lo grandioso de escuchar, a las personas, a la naturaleza,...

Posts sobre escuchar (nueva etiqueta), como "El arte de escuchar". 

Siete formas de estimular el cerebro

Cómo desarrollar tu reserva cognitiva: 7 formas de estimular tu cerebro Una nueva investigación ha descubierto que las actividades estimulantes pueden mejorar la salud del cerebro. Artículo de Antonia Hoyle en The Times sobre lo que realmente funciona.

El deterioro de la función cerebral puede ser a menudo parte del envejecimiento, pero hay medidas que podemos tomar para mitigar el impacto. Una investigación publicada esta semana encontró que un estilo de vida estimulante mental y físicamente podría generar una “reserva cognitiva”, es decir, un banco protector de enriquecimiento cerebral, por así decirlo, que nos hace más adaptativos y actúa como amortiguador del deterioro cognitivo, incluso en pacientes que demuestran los primeros signos de Alzheimer, ayudándoles a experimentar la enfermedad con menos rapidez. Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia estudiaron a 113 pacientes de entre 47 y 82 años en una clínica de memoria, calculando su “índice de reserva cognitiva” basándose tanto en su rendimiento cognitivo como en su “educación, complejidad ocupacional, actividades físicas y de ocio y salud social”. 

El estudio, publicado en Alzheimer's & Dementia, la revista de la Asociación de Alzheimer, encontró que aquellos con mejor velocidad de procesamiento mental, memoria y habilidades de razonamiento tenían una mayor reserva cognitiva. Sin embargo, también encontró que el aumento de los niveles de estrés podría anular los beneficios, potencialmente porque el estrés afecta nuestra capacidad de “participar en actividades físicas y de ocio”. Entonces, ¿cuáles son las mejores formas de reforzar nuestra reserva cognitiva y reducir el estrés que la pone en peligro? Todo ejercicio beneficia la salud del cerebro, pero bailar puede mejorar la memoria.

1. Aprende algunos pasos de baile. Todo ejercicio cardiovascular mejora la función cognitiva al aumentar el flujo sanguíneo al cerebro y promover el desarrollo de nuevas células cerebrales. Bailar tiene el beneficio adicional de exigir habilidades de memoria. "Tener que pensar además de hacer ejercicio es una buena combinación", dice la Dra. Emer MacSweeney, neurorradióloga consultora y directora médica de Re:Cognition Health, una clínica para el cerebro y la mente. Ella dice que cuanto más complicada sea la rutina de baile, mejor. "Estás usando tus lóbulos temporales para seguir el ritmo de la música, tu amígdala para recordar el siguiente movimiento y tu cerebelo en la parte inferior del cerebro involucrado en el ajuste fino del movimiento". Escuchar música mientras se baila “también se ha demostrado que ayuda a la salud cognitiva”, añade Natalie Mackenzie, experta en lesiones cerebrales y terapeuta de rehabilitación cognitiva. "Los escáneres cerebrales muestran que el ritmo de la música de tango beneficia la red cortico-subcortical bilateral (los sistemas motor, sensorial y emocional), mientras que se ha demostrado que la música clásica ayuda al aprendizaje". En un estudio, investigadores de la Universidad de Illinois dividieron a 174 personas sanas de entre sesenta y setenta años en tres grupos: uno que comenzó un programa de caminata rápida durante una hora tres veces por semana, un segundo que se embarcó en ejercicios de estiramiento y equilibrio, y un tercero que Aprendí baile country con lecciones cada hora tres veces por semana. Después de seis meses, los escáneres cerebrales revelaron que sólo mejoró la materia blanca del cerebro de los bailarines, que pasa mensajes entre neuronas de una parte del cerebro a otra y se vuelve menos eficiente con la edad.

2. Juega ajedrez con amigos. Ya seas principiante o experto, el ajedrez mejora nuestra “solución de problemas, concentración, atención y planificación anticipada: la capacidad de ver las cosas y no actuar impulsivamente, que son comportamientos de la corteza prefrontal”, dice Mackenzie. "Poder acceder a recuerdos de qué movimientos de ajedrez funcionan bien mejora el aprendizaje y el conocimiento del hipocampo". Una revisión de 2019 en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública encontró que “el ajedrez podría considerarse un factor protector contra la demencia y el deterioro cognitivo en las personas mayores, particularmente debido a la mejora de la reserva cognitiva”. Una investigación sobre 79 jugadores hábiles en la revista Memory & Cognition encontró que recordar movimientos de ajedrez complejos significaba que tenían una capacidad mejor que el promedio para recordar y reconocer patrones visuales. A diferencia de los juegos mentales en solitario como el sudoku, el ajedrez con amigos ofrece los beneficios cognitivos adicionales de la interacción social, dice Mackenzie. Añade que jugar con un compañero en una computadora en línea mejorará "tus habilidades de procesamiento visual, una de las habilidades cognitivas de más alto nivel que tenemos en términos de complejidad".

3. Escucha un podcast de historia. Sí, la lectura tiene beneficios cognitivos (según una revisión sistemática de 2020, puede crear “redes cognitivas más eficientes, proporcionando así un efecto protector contra la neurodegeneración o el deterioro cognitivo”), pero un podcast desafiante puede ser igualmente útil. Mackenzie dice que los podcasts no solo utilizan las habilidades auditivas sino también el pensamiento abstracto y la capacidad de leer entre líneas. Ella dice que “una habilidad de alto nivel” se utiliza más que en los libros. "Si estás escuchando un podcast conversacional complejo, necesitas habilidades de inferencia de mayor nivel porque estos podcasts tienden a tener más opiniones, mientras que la lectura es la historia de una sola persona". Para un estudio de 2016, se pidió a un grupo de participantes que escucharan secciones de un libro de no ficción sobre la Segunda Guerra Mundial, a un segundo grupo que leyeran las mismas secciones en un lector electrónico y a un tercero que leyeran y escucharan en el Mismo tiempo. Después, todos hicieron una prueba para comprobar si habían absorbido el libro. "No encontramos diferencias significativas en la comprensión entre leer, escuchar o leer y escuchar simultáneamente", dice Beth Rogowsky, una de las autoras del estudio y profesora asociada de educación en la Universidad Bloomsburg de Pensilvania. Mackenzie añade: "Escuchar [un podcast] durante un paseo matará dos pájaros de un tiro en términos de salud cognitiva porque sabemos que el ejercicio mejora las sustancias químicas del cerebro".

4. Disfruta de una noche de preguntas. La amistad cuenta: un estudio de 2021 encontró que las personas que se sentían solas en la vejez tenían un 30 por ciento más de probabilidades de desarrollar demencia que aquellas que tenían una vida social plena. Socializar es importante porque “mantienes activo tu cerebro, un músculo como cualquier otro, porque tienes que seguir el hilo de la conversación”, dice MacSweeney. Añade que las interacciones positivas también aumentan los niveles de sustancias químicas cerebrales dopamina y serotonina (post previo), "que reducen el estrés". Incluso “una discusión es mejor [para el cerebro] que evitar la confrontación”, afirma, y recomienda buscar conversaciones desafiantes, “donde el cerebro tenga que trabajar más duro”. Cuanto mayor sea la calidad del diálogo, más eficaz será”. Una noche de concursos que combine el aprendizaje con el compañerismo es doblemente beneficiosa. Un estudio de 2018 en el Journal Motivation Science encontró que los participantes que participaban en actividades de trivia con regularidad mostraron mejoras significativas en la función cognitiva. Los cuestionarios involucran “el hipocampo, que se ocupa de la memoria y ahí es donde ocurre la neurogénesis (crecimiento neuronal),”, dice Mackenzie, quien agrega: “Se ha demostrado que hacer cosas en grupos sociales beneficia la salud cognitiva. Se aprende mejor cuando se tienen mejores sustancias químicas cerebrales, como la serotonina que se obtiene al estar rodeado de gente”.

5. La carrera que elijas marca la diferencia. Un trabajo que aumenta tu reserva cognitiva no requiere un salario o estatus alto, sino que te cautive, dice MacSweeney. "Quieres que tu cerebro esté completamente involucrado" para que sea más eficiente, explica. "Gran parte de la actividad se produce en la corteza prefrontal, que regula los pensamientos, las acciones y las emociones, pero lo que es más importante son las interconexiones entre las diferentes partes del cerebro". Una investigación noruega publicada en la revista Neurology en abril encontró que de aquellos que trabajaban en los trabajos clasificados como los menos desafiantes cognitivamente, según factores como el grado de tareas analíticas e interpersonales involucradas, como el trabajo en carreteras y la limpieza, el 42% fueron diagnosticados con deterioro cognitivo leve, en comparación con sólo el 27% que trabajaba en roles estimulantes, que incluían la enseñanza y la docencia en la universidad. Un estudio anterior de la Universidad de Edimburgo encontró que las personas que tenían trabajos que les exigían analizar, como matemáticos e ingenieros civiles, mostraban una mejor capacidad cognitiva, al igual que aquellos que trabajaban en tareas complejas con personas, como jueces y trabajadores sociales. Sin embargo, un enfoque equilibrado del trabajo es clave, afirma MacSweeney. "Llega un punto en el que un trabajo se vuelve tan estresante que es contraproducente y perjudicial para la reserva cognitiva". El estrés puede agotar tu reserva cognitiva: dos formas rápidas de vencerlo 

6. Practica como jardinero aficionado. La jardinería se ha relacionado durante mucho tiempo con niveles reducidos de estrés: una investigación de 2021 encontró que quienes hacían jardinería a diario tenían niveles de estrés un 4,2% más bajos que aquellos que no trabajaban en absoluto. Sin embargo, a diferencia de plantar y crear, que requiere un esfuerzo mental, desherbar es “una forma de 'hacer sin pensar' que nos pone en modo de espera”, dice Mackenzie. Al “apagar”, se activa un área de nuestro cerebro llamada red de modo predeterminado, asociada con una mejora de la memoria y la creatividad. Mackenzie dice que coser, hacer crochet e incluso conducir pueden tener un efecto similar: "Deberías realizar algún tipo de actividad relajante como esta dos veces al día".

7. Prueba la atención plena mientras te cepillas los dientes. Una revisión sistemática de la Academia de Ciencias de Nueva York encontró que la atención plena (la capacidad de estar completamente presente y no demasiado reactivo o abrumado por eventos, pensamientos y sentimientos) puede mitigar el deterioro cognitivo, potencialmente debido a su impacto en la memoria, la atención y el procesamiento, mientras que otras investigaciones han demostrado que puede reforzar nuestra resiliencia al estrés. Como práctica que requiere largos períodos de concentración en una cosa, generalmente una parte de su cuerpo o su respiración, durante un período de tiempo, la atención plena puede tardar meses en dominarse. Pero “las tareas cotidianas se pueden practicar con atención plena”, dice Reading, “de modo que, en lugar de sentirnos a merced de pensamientos y sentimientos estresantes y reaccionar de manera instintiva, podamos dar un paso atrás y elegir qué hacer con ese sentimiento. Desarrollamos nuestra capacidad de ser más receptivos. Cuando te cepilles los dientes o te duches, por ejemplo, préstale toda tu atención. Observa si te sientes aburrido o estresado y trata esos sentimientos con compasión y sin juzgar”.

Dormir es la base de la longevidad


Si existen seis pilares de la longevidad (que hemos ordenado como GRECIA), la base o cimiento de dichas columnas es el sueño o dormir convenientemente. Envejecimiento y sueño están correlacionados: La acumulación de daños en los genes de nuestro ADN es una de las principales causas del envejecimiento. Dormir bien puede ralentizar el envejecimiento a nivel celular, permitiendo que el cuerpo y la mente se recarguen. 

Por tanto, dormir lo suficiente es esencial para una buena salud y puede contribuir a una vida más larga y saludable. Siempre es importante escuchar a tu propio cuerpo y ajustar tus hábitos de sueño según tus necesidades individuales. 

El insomnio es un trastorno del sueño en el que la persona tiene dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo o experimenta un sueño de mala calidad. Puede ser agudo (de corta duración) o crónico (persistente durante más de un mes). 
Las causas del insomnio pueden variar, desde el estrés hasta ciertas enfermedades o efectos secundarios de medicamentos. Ahora bien, ¿cómo afecta el insomnio a la longevidad? Aquí hay algunas consideraciones: 
  • Impacto en la salud general: El insomnio prolongado puede afectar negativamente la salud física y mental. La falta de sueño adecuado puede disminuir la función inmunológica, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y afectar el sistema nervioso. Las personas con insomnio crónico pueden experimentar somnolencia diurna, bajo rendimiento laboral o escolar, y desequilibrio emocional (estrés, ansiedad, depresión). 
  • Relación con enfermedades crónicas: El insomnio se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, síndrome metabólico e hipertensión arterial. Las personas que duermen menos de cinco horas por noche tienen más probabilidades de desarrollar diabetes y sufrir ataques cardíacos. 
  • Nutrición y sueño: La alimentación también puede influir en el insomnio. Por ejemplo, ciertos alimentos ricos en triptófano (un aminoácido) pueden ayudar a inducir el sueño. La melatonina, una hormona relacionada con el sueño, también puede verse afectada por la dieta. 
En resumen, el insomnio puede afectar negativamente la longevidad al debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. Mantener hábitos de sueño saludables y prestar atención a la nutrición pueden contribuir a una vida más larga y saludable. 

Releyendo Siddhartha, la novela alegórica de Hermann Hesse

Hay etapas de la vida en las que solamente cabe refugiarse en la introspección (posts). Entonces es el momento preciso de releer obras como Siddhartha. Es una novela alegórica escrita por Hermann Hesse en 1922 tras la primera guerra mundial. Ya no lo encontré el viejo libro de papel amarillento tantas veces subrayado, sino en PDF fácilmente en Internet.

Relata la vida de un hombre hindú llamado Siddhartha. La obra ha sido considerada por el autor como un «poema hindú» y también, como la expresión esencial de su forma de vida. Muy leída en Oriente como tal, y menos en el mundo occidental. 

La novela presenta un registro muy original en el que se unifican elementos líricos y épicos, incluyendo narración y meditación, elevación de la más alta espiritualidad, y, al mismo tiempo, descarnada sensualidad. El éxito manifiesto del libro llegó luego de una veintena de años de su publicación y pisando los ecos resonantes del Premio Nobel conferido a Hesse en 1946. 

Fueron sobre todo los jóvenes, los que hicieron de la figura de Siddhartha un compendio de las inquietudes de los adolescentes, del ansia del encuentro con lo esencial de sí mismo, del orgullo del individuo enfrentado al mundo y a la historia. 

Algunas de sus mejores citas: 
  • Escribir es bueno, pensar es mejor. La inteligencia es buena, la paciencia es mejor.
  • Las palabras no sirven para explicar un sentido secreto. 
  • El mundo mismo, lo que existe a nuestro alrededor y en nuestro propio interior, nunca es unilateral. 
  • Fuera del nirvana no existe nada más: únicamente palpita el vocablo nirvana. 
  • Nirvana no es tan sólo un término. Nirvana es un pensamiento. 
  • ¿No había acaso muerto de verdad, desapareciendo para renacer bajo una forma nueva? 
  • Quiero aprender de mí mismo, deseo ser mi discípulo, conocerme. 
  • Había vivido la vida del mundo y de los placeres, pero sin formar parte de esa existencia. 
  • Respiró profundamente y, por un momento, al sentir frío, se estremeció. Nadie estaba tan solo como él. 
  • Es un breve escaparse del dolor de ser yo, una breve narcosis contra el dolor y lo absurdo de la vida. 
  • ¡No tengo derecho a juzgar la vida de otro! Tan sólo para mí, únicamente para mí he de juzgar, elegir, rechazar. 
  • Encontramos consuelo, alcanzamos la narcosis, aprendemos artes para engañarnos. Pero lo esencial, el camino de los caminos, ese no lo hallaremos. 
  • Bello y gozoso era el caminar por este mundo, de manera tan infantil, tan despierta, tan abierta a lo cercano, tan confiada. 
  • Olía todo a hipocresía, todo aparentaba tener sentido y felicidad y belleza, mas, sin embargo, todo era ignorancia y putrefacción. 
  • Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia
  • El saber es comunicable, pero la sabiduría no. No se la puede hallar, pero se la puede vivir, nos sostiene, hace milagros: pero nunca se la puede explicar ni enseñar. 
  • Le habían capturado el mundo, el placer, las exigencias, la pereza y, por último, también, aquel vicio que por ser el más insensato, siempre había despreciado más: la codicia.
  • Es lo que los necios llaman magia y creen que es obra de demonios. Nada es obra de los malos espíritus, estos no existen. Cualquiera puede ejercer la magia si sabe pensar, esperar, ayunar.
  • Caminaba el buda con una sonrisa escondida, sosegada, tranquila, parecida a la de un niño sano; llevaba el hábito y hacía sus pasos igual que todos los monjes, según unas reglas exactas. 
  • Tantas personas, tantos miles de personas poseen la más dulce felicidad. ¿Y por qué yo no? Incluso son personas malas, bandidos y ladrones, y tienen hijos y los aman, y son amados por ellos. Únicamente yo no lo tengo.
  • Durante muchos años creyó solamente en el río, y en nada más. Había observado que la voz del río le hablaba; de ella aprendió, la voz lo fue educando e instruyendo, el río era su Dios. 
  • Puedo amar a una piedra, a un árbol o a su corteza. Son objetos que pueden amarse. Pero no a las palabras. Por ello, las doctrinas no me sirven, no tienen dureza, ni blandura, no poseen colores, ni cantos, ni olor, ni sabor, no encierran más que palabras. 
  • El mundo no es imperfecto ni se encuentra en vías de un lento perfeccionamiento. No, es ya perfecto en cada instante: cada pecado lleva en sí la gracia, en cada niño alienta ya el anciano, todo recién nacido contiene en sí la muerte, todo moribundo, la vida eterna 
  • La mayoría de los seres humanos, son como las hojas que caen de los árboles, que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y por último se precipitan al suelo. Otros, por el contrario, casi son como estrellas: siguen un camino fijo, ningún viento les alcanza, pues llevan en su interior su ley y su meta. 
  • (...) Enseñó la doctrina del sufrimiento; Habló sobre el origen del dolor y sobre el camino para reducir ese dolor. Su oración era sencilla y serena. La vida era dolor, el mundo estaba lleno de sufrimiento, pero se había hallado la liberación del dolor: tal liberación estaba en manos del que seguía el camino del buda. 
  • Esto es lo que pensé y saqué en claro al escuchar tu doctrina. Y es al mismo tiempo la razón por la que seguiré mis peregrinaciones...; no para buscar otra doctrina que sea mejor, pues sé que no existe, sino para irme alejando de todas las doctrinas y de todos los maestros, y alcanzar yo solo mi objetivo o perecer. 
  • No obstante, el mundo mismo, lo que existe a nuestro alrededor y en nuestro propio interior, nunca es unilateral. Jamás un hombre o un hecho es del todo samsara o del todo nirvana, nunca un ser es completamente santo o pecador. Nos parece que es así porque nos hacemos la ilusión de que el tiempo es algo real. Y el tiempo no es real.

El cincel y el martillo, o el éxito según Mario Conde

Entrevista entre Mario Conde y Jaime Cabezas de 2024. 

Un personaje muy singular, que no es lo mismo que ejemplar pero sí digno de estudio, que conversa sobre epigenética, second sight, la referencia a Jesús de Polanco y la democracia, la finezza italiana, el infraconsciente,... con una experiencia vital única con traiciones por un plato de lentejas, grandes metáforas, como el cincel y el martillo,...

Mario Conde, líder social, empresario, emprendedor y abogado del estado, con el título más alto de su promoción y con la mejor nota de la historia. Además, fue presidente de Banesto y escritor, entre otras cosas. Durante la entrevista, abordan temas de actualidad como la amnistía, el caso Koldo y la guerra de Ucrania y Rusia, así como los temas más profundos y personales de su vida. Además, en exclusiva, hemos explorado aspectos que nunca antes había compartido públicamente. 

Sus opiniones nunca dejan indiferente. ¿Te preguntas qué hace a Mario Conde tan especial? No solo es su brillantez intelectual, sino también su perspectiva única sobre la vida y la sociedad. Desde sus comienzos hasta sus mayores logros y desafíos, sus reflexiones sinceras y directas nos invitan a la reflexión y nos brindan valiosas lecciones de vida.  

Mario Conde, cuyo nombre completo es Mario Antonio Conde Conde, nació el 14 de septiembre de 1948 en Tui, Pontevedra. Fue un financiero, empresario y político español. A lo largo de su vida, Conde estuvo involucrado en una serie de eventos notables: Educación y Carrera Inicial: Estudió en el colegio de los Maristas en Alicante y posteriormente cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Deusto. 

Comenzó su carrera como jefe de estudios en la Dirección General de lo Contencioso del Estado. Trabajó en los laboratorios farmacéuticos de Juan Abelló, primero como secretario general y luego como director general en Antibióticos S.A. Banesto: En octubre de 1987, se convirtió en uno de los mayores accionistas individuales del Banesto. La OPA presentada por el Banco Bilbao lo catapultó a la presidencia del banco. Sin embargo, en 1993, el Banco de España reemplazó a los gestores del banco debido a un quebranto patrimonial de 605.000 millones de pesetas. 

Conde fue condenado por apropiación indebida y otros delitos relacionados con el Caso Banesto. Prisión y Sentencias: En diciembre de 1994, el juez Manuel García Castellón ordenó su ingreso en prisión, pero fue puesto en libertad un mes después. En marzo de 1997, fue condenado a seis años de cárcel por apropiación indebida de 600 millones de pesetas. Posteriormente, en 2000, la Audiencia Nacional aumentó su condena a diez años de prisión

Carrera Política: En 2000, fue candidato por la coalición Unión Centrista - Centro Democrático y Social (UC-CDS). En 2012, encabezó el partido Sociedad Civil y Democracia (SCD), con la intención de cambiar el sistema democrático desde dentro. Sus memorias y libros, como “Los días de gloria” y “Memorias de un preso”, ofrecen una visión más profunda de su vida y carrera.

Otras entrevistas interesantes para escuchar la evolución, como en TVE2 (1992), Canal Sur (1997)Ratones Colorados (2009)OndaMezquitaTv (2021), La Primera (2023), hace 13 días sobre el Bitcoin en Lunaticon,...

¿Quién quiere vivir para siempre?, Queen en Los Inmortales

Who Wants To Live Forever? in the movie Highlander

La canción “Who Wants To Live Forever?” (¿Quién quiere vivir para siempre?) de Queen es una reflexión profunda sobre la naturaleza efímera de la vida y el amor. Escrita por el guitarrista Brian May, esta canción forma parte de la banda sonora de la película “Highlander” (Los inmortales) de 1986. 

Aunque la película trata sobre guerreros inmortales, la canción no se centra en la fantasía, sino en la paradoja de la inmortalidad y el precio emocional que conlleva. En la segunda mitad de la década de los 80, las cosas no iban bien para Queen. 

En 1987, Freddie Mercury fue diagnosticado con VIH, aunque no hizo pública su enfermedad hasta más tarde. Por otro lado, Brian May lloraba la muerte de su padre y la ruptura de su matrimonio. Fue entonces cuando la banda vio parte del metraje sin editar de la película “Highlander”. Esto, junto con las experiencias personales de May, despertó su creatividad.

El guitarrista recuerda: “Esa fue nuestra primera experiencia con ‘Highlander’. No había leído el guión, no creo que ninguno de nosotros lo hubiera hecho. Me emocionó… Abrió una puerta dentro de mí. Estaba lidiando con muchas tragedias en mi vida: la muerte de mi padre y la muerte de mi matrimonio, entre otras cosas. Pude, inmediatamente, escuchar ‘Who Wants To Live Forever’ en mi cabeza, y estaba casi completa en el trayecto en coche hasta mi casa. Recuerdo que se la canté a mi mánager mientras me llevaba y se quedó sorprendido. Me dijo: ‘¿De dónde ha venido esto?’ y yo le contesté: ‘Ni siquiera lo sé’”

El tema se grabó junto a la Orquesta Filarmónica de Londres, con arreglos compuestos por Brian May y el encargado, en parte, de la música de la película, Michael Kamen. En la película, Freddie Mercury cantaba toda la canción, aunque en la versión del disco, Brian May también cantaba varias frases, incluyendo el primer estribillo. 

Ambos, sin duda, se enfrentaban, cada uno a su manera, a la muerte en sus distintas formas. La canción se convirtió en un elemento emotivo en la escena en la que el protagonista veía cómo su mujer envejecía hasta morir mientras él, inmortal, seguía siendo joven. Una curiosidad que añade un toque alegre a esta historia es que en el videoclip de la canción hay un elemento que no encaja en la composición, lo cual agrega un toque intrigante a la experiencia .
Nuestra versión preferida: Sarah Brightman, junto a la London Symphony Orchestra, el 2 de junio de 1997 (adjuntada bajo). Otra versión interesante también es la de la ucraniana Alyona, que se puede ver en Who Wants To Live Forever - Queen (Alyona).
Nuestra música preferida en vídeos.

El "factor edad" en las Elecciones Vascas del 21-4-2024

Reunión de NagusiakBizkaia, Agijupens, Las Cuatro Torres y Ferderpen con el #Lehendakari
Imagen de un reunión de mayores con el Lehendakari Urkullu en 2020

Es fácil predecir que el creciente "factor edad" será uno de los elementos más determinantes en las Elecciones Autonómica Vascas del 21 de abril de 2024. Siempre es lo ha sido, pero en una sociedad cada vez más longeva y activa, su influencia nos parece innegable,... Aunque, aparentemente, algunos partidos y sus asesores no lo demuestren con sus campañas y candidaturas, como explicaremos al final.

Por supuesto que tenemos la juventud más formada de la historia, lo que nos enorgullece, pero es evidente así mismo que contamos con unas personas mayores con máxima preparación, gran interés por la política y más movilizados que nunca y que ningún otro grupo de edad. Demos algunos datos de fuentes públicas recientes.

Según los últimos datos de Eustat del 1 de enero de 2023, el porcentaje de la población vasca con 65 años o más superaba el 23,4%. Descontando a las personas menores de 18 años, sin derecho a voto (por el momento y ojalá no fuera así), el porcentaje de mayores que pueden votar supera el 28% y crece año tras año.
Por otra parte, tomemos un análisis para EITB de hace menos de un año, marzo de 2023, sobre la intención de voto en la C.A. de Euskadi. No importa tanto las cifras exactas, sino la tendencia que muestra que  -aparte de sus preferencias partidistas- el electorado mayor se abstiene el que menos y es el menor indeciso respecto al resto de edades.
En EEUU diversos estudios de encuestas postelectorales revelaron que el 61% de los votos fueron emitidos por votantes mayores de 50 años en las 63 contiendas más competitivas para la Cámara de Representantes de EE.UU., en comparación con el 39% de los votos emitidos por votantes de 18 a 49 años. Y eso que es un país con menor edad promedio y menos longevo que Euskadi.

El futuro de Euskadi Euskadi se juega en las urnas con todo el electorado que decida acudir, como es obvio y debe ser. Pero las y los electores de más de 65 años es el segmento más numeroso, creciente y fiel. Sería simplificar pero en un futuro cercano representaremos el 25% de la población (cuarta parte), el 33% del electorado (tercera parte) y, quizá, el 50% (la mitad) de quienes votamos finalmente.

Según las series de encuestas, EAJ-PNV es el partido preferido por los mayores, con poco menos del 40% de intención de voto, seguido de lejos por el PSE-EE, con un 20%, y de EH Bildu, con un 16%. Las personas mayores valoran la gestión del lehendakari Urkullu, que lleva 12 años al frente del Gobierno vasco, por su moderación política y por las políticas sociales, como las pensiones, la sanidad y la dependencia. Por eso, todos los partidos deberían tratan de captar el voto de los mayores con propuestas específicas para este sector, como el mantenimiento del poder adquisitivo de todas las pensiones, el refuerzo de la atención primaria y la teleasistencia, o la creación de empleo para los jóvenes, que son sus hijos y nietos. 
Analicemos las candidaturas de los tres principales partidos, que se repartirán, probablemente, el 84% de los escaños, como en la actualidad donde cuentan con 31 (PNV), 21 (Bildu) y 10 (PSE), 61 del total de 75 parlamentarios. 

Las edades de sus renovados candidatos (en masculino) son: Imanol Pradales, nacido en Santurtzi en 1975; Pello Otxandiano, nacido en Otxandio en 1983 y Eneko Andueza, nacido en Eibar en 1979. Este año cumplirán respectivamente, 49 años, 45 años y 41 años. No será casualidad que justamente las edades de mayor a menor se "ajusten" con las simpatías de los partidos preferidos por el electorado mayor. 

Si bien no son muchos años de distancia, Pradales Andueza pertenecen a la Generación X (nacidos entre 1965 y 1980), mientras que el más joven Otxandiano ya es de los Millennials (entre 1981 y 1993). 

Destacan, como un guiño a la juventud que aplaudimos, la presencia de jovencísimas figuras como Joseba Díez Antxustegi (Araia, 1992) en PNV o Oihana Etxebarrieta Legrand (Hondarribia, 1987) en Bildu. Por contra, nos gustaría asistir a la incorporación a la política en primer plano de personas de generaciones mayores

Este 2024 es un año electoral intenso en medio mundo, y podemos y debemos aprender de otros escenarios. Quizá sin llegar al caso de USA donde serán, posiblemente, un dilema entre dos octogenarios (Biden que ya lo es y Trump que lo será en dos años). Y eso que es un país con edad media mucho menor que en nuestro entorno y con bastante menos longevidad. Pero allí y en Europa, excepto en algún país nórdico, la generación más numerosa aún somos los "baby boomers". Y esta presencia debe atenderse como se merece.
Marian Beitialarrangoitia y Ainhoa Beola de EH Bildu 18-6-20
En Euskadi habrá Elecciones Autonómicas y Europeas los domingos 21 de abril y 9 de junio. En precampaña vemos muchas citas de las candidaturas en eventos o encuentros con gente joven, lo que nos parece excelente. Pero pediríamos más algo más intergeneracional, con atención a todos los estratos de edad. Un buen ejemplo fue hace cuatro años cuando desde EuskoFederpen (Asociación de Pensionistas de Euskadi) organizamos entrevistas online (por el COVID) con todos los partidos.

Aprendiendo de las anteriores autonómicas de 2020, o de hace 15 años cuando organizamos entrevistas presenciales con todos los número uno de las seis candidaturas en 2009 con 11minutu (Juan José Ibarretxe, Patxi López,...), aún estamos a tiempo de que quienes aspiran a dirigir la política de este país pueden escuchar (y quizá hasta aprender algo) de quienes somos ahora personas mayores,...
Hamaika minutu con Ibarretxe el último día de campaña
Quizá un foro como la Tertulia Intergeneracional, InTertulia, podría ser el escenario donde conversar con las formaciones políticas, dado que sus componentes pertenecen a todas las décadas que van del 1940, 1950, 1960,... hasta el 2000. Esa perspectiva, al mismo nivel que la de género o la de sostenibilidad, es esencial en los programas electorales. Es algo que analizaremos cuando sean públicos. Ojalá no nos defrauden.
Duodécima InTertulia en Aiara Valley (Álava)
Las elecciones autonómicas del País Vasco se celebrarán el 21 de abril de 2024, y los mayores tendrán un papel protagonista en el resultado final. Su voto puede inclinar la balanza hacia el PNV, que aspira a revalidar su mayoría absoluta con el apoyo del PSOE, o hacia EH Bildu, que busca liderar un cambio político con respaldo de Podemos-Sumar.

William James Sidis según James Thurber en The New Yorker

¿Dónde están ahora? ¡Día de los inocentes! por James Thurber. The New Yorker, sábado 14 de agosto de 1937, 22-26.

Una tarde nevada de enero de 1910, alrededor de cien profesores y estudiantes avanzados de matemáticas de la Universidad de Harvard se reunieron en una sala de conferencias en Cambridge, Massachusetts, para escuchar a un orador llamado William James Sidis. Nunca antes se había dirigido a una audiencia y al principio se sintió avergonzado y un poco incómodo. Sus oyentes tenían que prestarle mucha atención, porque hablaba con una vocecita que no se escuchaba bien y puntuaba su charla con risas nerviosas y estridentes. Un mechón de cabello rubio le caía sobre la frente y unos penetrantes ojos azules se asomaban desde lo que uno de los presentes describió más tarde como un rostro "parecido a un duendecillo". El orador vestía medias de terciopelo negro. Tenía once años.

A medida que el niño se familiarizó con el tema, su timidez se derritió y llegaron a los oídos de sus oyentes las palabras más notables que jamás habían escuchado de labios de un niño. William James Sidis había elegido como tema de su conferencia "Cuerpos de cuatro dimensiones". Incluso en este selecto grupo de caballeros eruditos, hubo quienes fueron incapaces de seguir todos los procesos del pensamiento del niño. Para los legos que estaban presentes, la cuarta dimensión, como se demostró esa noche, debía de haber encajado perfectamente en su definición coloquial: "un reino especulativo de relaciones incomprensiblemente involucradas". Cuando todo terminó, el distinguido profesor Daniel F. Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts se sintió impulsado a predecir a los periodistas, que habían escuchado con profundo desconcierto, que el joven Sidis crecería hasta convertirse en un gran matemático, un líder famoso en el mundo. de Ciencia.

William James Sidis, que a la edad de once años apareció en las portadas de los periódicos de todo el país, era un estudiante de Harvard en ese momento. Para explicar cómo llegó allí, debemos mirar a su padre, el fallecido Boris Sidis. Nacido en Kiev en 1868, el padre Sidis llegó a este país, aprendió inglés y fue a Harvard, donde se graduó en 1894. Su especialidad era la rama de la psicoterapia que se ocupa de aliviar las enfermedades nerviosas y los desajustes mediante sugestión mental. Escribió un libro titulado "La psicología de la sugestión" y estaba muy interesado en los experimentos para transmitir la sugestión mediante el estado hipnótico. Creía que en los primeros años el cerebro es mucho más susceptible a las impresiones que en la vejez. Cuando nació su hijo en 1898, nació, por así decirlo, en un laboratorio. Boris Sidis dirigía entonces un instituto psicoterapéutico en Brookline, Massachusetts. Era un admirador y amigo del fallecido William James, y le puso a su hijo el nombre de ese gran psicólogo.

Boris Sidis comenzó sus experimentos con su hijo cuando el pequeño William tenía dos años. Parece que indujo una especie de estado hipnoidal mediante el uso de bloques alfabéticos. Los rápidos resultados que obtuvo deleitaron su mente científica. El niño aprendió a deletrear y leer en unos meses. Al cabo de un año podía escribir tanto en inglés como en francés en la máquina de escribir. A los cinco años había compuesto un tratado de anatomía y había ideado un método para calcular la fecha en que había caído cualquier día de la semana durante los últimos diez mil años. Boris Sidis publicó varios artículos en revistas científicas describiendo los logros de su bebé. A los seis años, el niño fue enviado a una escuela pública de Brookline, donde sorprendió a sus maestros y alarmó a los demás niños al superar siete años de escolarización en seis meses. Cuando tenía ocho años, William propuso una nueva tabla de logaritmos, empleando 12 en lugar del habitual 10 como base. Boris Sidis publicó un libro sobre su increíble hijo, llamado "Filisteo y genio", y entró en Quién es quién en Estados Unidos .

El niño maravilloso tenía nueve años cuando su padre intentó matricularlo en Harvard. Podría haber aprobado los exámenes de ingreso con facilidad, pero las autoridades universitarias, sorprendidas y avergonzadas, no le permitieron realizarlos. Continuó realizando sus maravillas en casa y comenzó a estudiar latín y griego. No le interesaban los juguetes ni ninguno de los placeres normales de los niños pequeños. Los perros le aterrorizaban. "Si veo un perro", le dijo William a alguien en ese momento, "debo huir. Debo esconderme. Me gusta el gato. No puedo jugar, porque mi madre tendría que estar allí todo el tiempo, porque de la posibilidad de que pueda ver un perro." Su principal recreación parece haber sido viajar en tranvía con sus padres. El mayor Sidis le explicó los traslados y le interesó por los nombres de calles y lugares. Incluso antes de cumplir cinco años, William había aprendido a recitar todas las horas y estaciones de un complejo horario ferroviario. De vez en cuando recitaba horarios para los invitados mientras otros niños recitaban rimas de Mamá Ganso o cantaban pequeñas canciones. Quienes lo recuerdan en aquellos años dicen que tenía algo de la intensidad de un adulto neurótico.

En 1908, a la edad de diez años, a William James Sidis se le permitió matricularse en Tufts College, en Medford. Viajaba diariamente desde Brookline con su madre, quien estaba tan interesada en su fenomenal desarrollo mental como su padre. Siempre iban y venían de la universidad en tranvía. El joven asistió a Tufts durante un año y finalmente, en 1909, cuando tenía once años, Harvard le permitió matricularse allí como estudiante especial. Se matriculó como estudiante de primer año al año siguiente, y así se convirtió en miembro de la promoción de 1914. Cotton Mather, en 1674, se había convertido en estudiante de primer año de Harvard a la edad de doce años, y probablemente debido a este distinguido precedente, William Sidis se le permitió matricularse a esa misma edad. Era una fuente de asombro para sus compañeros de estudios y para el profesorado; algunos de los periódicos asignaron periodistas para cubrir "el caso Sidis".

Se pierde en el registro cómo se convenció a William para hablar ante los eruditos eruditos en enero de su primer año en Harvard, pero se sabe que mostró un gran interés en escuchar las conferencias de otros y se unió fácilmente a las discusiones grupales sobre metafísica. En su tiempo libre empezó a componer dos gramáticas, una latina y otra griega. Sin embargo, la presión de sus estudios y su repentina fama comenzaron a hacerle efecto, y no pasó mucho tiempo después de su notable discurso cuando sufrió un colapso general. 

Su padre dirigía un sanatorio en Portsmouth, New Hampshire, en ese momento, y William fue trasladado allí de urgencia. Cuando finalmente regresó a Harvard, estaba retraído y tímido; no se le pudo persuadir para que volviera a dar una conferencia; Comenzó a mostrar una marcada desconfianza hacia la gente, miedo a la responsabilidad y una inadaptación general a su vida anormal. No se relacionaba mucho con los estudiantes y huía de los periodistas, pero estos lo arrinconaron, por supuesto, el día de su graduación como Licenciado en Artes en 1914. Tenía dieciséis años. Entonces vestía pantalones largos y se enfrentaba a los periodistas que bajaban al Yard con menos sensación de vergüenza que cuando era un niño con bragas. Pero en él se habían desarrollado claras fobias. "Quiero vivir la vida perfecta", dijo William a los periodistas. "La única manera de vivir la vida perfecta es vivirla en reclusión. Siempre he odiado las multitudes". Por "multitudes" no fue difícil leer "gente". Entre los que se graduaron con William James Sidis ese día se encontraban Julius Spencer Morgan; Gilbert Seldes; y Vinton Freedley y Laurence Schwab, los productores de la comedia musical. Los periodistas no les prestaron atención.

A los dieciséis años, William James Sidis era un chico grande y, cuando ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard, ya no era la figura incongruente que había sido. Los periódicos tenían poco interés en sus idas y venidas. Asistió discretamente a la facultad de derecho durante tres años y aparentemente fue un estudiante brillante, pero su principal interés eran las matemáticas, y en 1918 aceptó un puesto de profesor en una universidad de Texas. Su fama le precedió, pero incluso si no lo hubiera sido, la extrema juventud de este profesor de matemáticas habría sido suficiente para convertirlo en una curiosidad. Se encontró en el centro de un interés que le molestaba y le consternaba. De repente renunció a su puesto y regresó amarga y silenciosamente a Boston, donde vivió en la oscuridad durante algunos meses.

Fue el 1 de mayo de 1919 cuando el nombre del joven Sidis volvió a ocupar las primeras planas de los periódicos. Con una veintena de jóvenes más, participó en una manifestación comunista en Roxbury y fue llevado ante el tribunal municipal como uno de los cabecillas del grupo y, de hecho, el mismo individuo que había portado la horrible bandera roja en su desfile. En el estrado de los testigos, Sidis demostró ser más franco y sincero que discreto. Anunció ante un tribunal estupefacto que para él no había más dios que la evolución; Cuando se le preguntó si creía en lo que representa la bandera estadounidense, dijo que sólo hasta cierto punto. En un momento dado, para instrucciones del magistrado, se lanzó a explicar la forma de gobierno soviética. Su inclinación marxista se había desarrollado durante un período de varios años. Cuando los Estados Unidos entraron en la guerra, se declaró objetor de conciencia y en varias ocasiones expresó la opinión de que los problemas del mundo eran causados ​​por el capitalismo. Un policía que había ayudado a disolver el desfile de los radicales identificó a Sidis como el hombre que llevaba la bandera roja. El oficial dijo que le había preguntado a Sidis por qué no llevaba la bandera estadounidense, y que Sidis respondió: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!". Al regresar al estrado, el famoso prodigio negó vehementemente haber hablado alguna vez con el testigo y haber dicho alguna vez a nadie: "¡Al diablo con la bandera estadounidense!" Repitió que se oponía a la guerra y que creía en una forma de gobierno socializada. Después de una pausa, anunció que, en realidad, había llevado una bandera estadounidense, tras lo cual, ante el asombro de la sala del tribunal, sacó una bandera estadounidense en miniatura de su bolsillo. Fue condenado a dieciocho meses de cárcel por incitación a disturbios y agresión. Apeló y, mientras estaba en libertad bajo fianza de 5.000 dólares, desapareció del estado en el que había sorprendido a profesores eruditos y a policías patrióticos. Marcó el comienzo de un nuevo y curioso modo de vida para el joven.

Durante los cinco años siguientes, William James Sidis parece haber logrado la "vida perfecta" de la que había hablado el día de su graduación: la vida de reclusión. Aparentemente vagaba de ciudad en ciudad, trabajando como empleado, o en alguna otra función menor, por un salario que sólo le permitía subsistir. En 1924 volvió a aparecer en las noticias cuando un periodista lo encontró trabajando en una oficina en Wall Street, por veintitrés dólares a la semana. Estaba consternado al ser descubierto. Dijo que todo lo que quería era ganar lo suficiente para vivir y trabajar en algo que requiriera un mínimo de esfuerzo mental. Los últimos periodistas que bajaron a su oficina para entrevistarlo no lograron verlo. Había dejado su trabajo y había vuelto a desaparecer.

Dos años más tarde, en 1926, Dorrance & Company, una editorial de Filadelfia que imprime libros "vanidosos", es decir, libros publicados a expensas de los autores, publicó un volumen llamado " Notas sobre la colección de transferencias". Fue escrito por un tal Frank Folupa. Frank Folupa, según descubrió un periodista despiadadamente ingenioso, no era otro que William James Sidis. Nuevamente lo atropellaron y lo entrevistaron. Anunció que durante mucho tiempo había sido un "peridromófilo", es decir, un coleccionista de transferencias de tranvía. Él mismo había acuñado la palabra. Su libro (ahora agotado) tenía trescientas páginas y era un tratado erudito y laborioso sobre el origen, la naturaleza y la clasificación de nada más y nada menos que los trozos de papel que los conductores de tranvía entregan a los pasajeros cuando solicitan transbordos. Muchos psicólogos y analistas deben haber estado interesados ​​al leer en los artículos que el genio del niño precoz que había asombrado al mundo académico dieciséis años antes había florecido de esta manera extraña. El libro es digno de examen. Sidis escribió un prefacio al volumen, que comenzaba así: "Este libro es una descripción de lo que es, hasta donde sabe el autor, un nuevo tipo de pasatiempo, pero que a primera vista parece tan razonable como , tan interesante y tan instructivo como cualquier otro tipo de colección de moda. Esta es la colección de transferencias de tranvías y formas afines. El propio autor ya ha recopilado más de 1600 formas de este tipo." El prefacio revela, en otro lugar, que el autor no carecía de cierto humor. "Podemos mencionar", decía, "el interés geográfico y topográfico, tanto en la exploración como en el análisis de las transferencias mismas. También están las interesantes luces que una colección de este tipo arroja sobre la política en la que necesariamente están involucradas las empresas de tránsito". ; aunque difícilmente recomendamos que este interés político se lleve lo suficientemente lejos como para inducir al coleccionista a tomar partido en tales disputas. Y nuevamente: "Uno puede encontrar mucha diversión con las transferencias: se dice que un estudiante de la Universidad de Harvard se encontró en una calle coche y, deseando un viaje extra, le pidió al revisor un transbordo. Cuando se le preguntó "¿A dónde?" "En cualquier lugar", dijo. El conductor le guiñó un ojo y dijo: "Está bien". Te transferiré a Waverly. Posteriormente se rieron del estudiante cuando contó la historia y se le informó que el asilo para débiles mentales estaba ubicado en Waverly ". Sidis también incluyó en su prefacio algunos versos que había escrito cuando tenía catorce años. Comienzan:

Desde los trenes subterráneos en Central, se toma un transbordo y se va a Allston o Brighton o a Somerville, ya sabes; En los automóviles desde Brighton, haga transbordo al metro de Cambridge este y tome un tren hasta Park Street o Kendall Square, al menos.

"Conocemos", concluye el autor, "a alguien a quien realmente le ayudó a tomar el camino correcto al recordar un fragmento de uno de estos versos". El libro analiza todo tipo de transferencias: tipos estándar, tipo Ham, tipo Pope, tipo Smith, tipo Moran, transferencias Franklin Rapid, transferencias Stedman. De este último (para darle una idea), el Sr. Sidis escribió: "Transferencias Stedman: esta clasificación se refiere a un tipo peculiar elaborado por cierta imprenta de transferencias en Rochester, Nueva York. Las peculiaridades de la transferencia Stedman típica son el límite de tiempo tabular. ocupando todo el extremo derecho de la transferencia (ver Diagrama en la Sección 47) y la combinación de fila y columna de ruta de recepción (u otras condiciones de recepción) con el medio día que ya hemos discutido en detalle".

Un año después de la publicación de su libro (al parecer sólo se vendió a unos pocos peridromófilos más), Sidis regresó a la ciudad de Nueva York y volvió a conseguir un trabajo como empleado en una empresa comercial. A su habilidad y experiencia en el trabajo de oficina en general, el genio matemático había añadido ahora, irónicamente, la capacidad de operar una máquina sumadora con gran velocidad y precisión, y le gustaba alardear de este logro. Vivía en 112 West 119th Street, donde se hizo amigo de Harry Freedman, el propietario, y su hermana, la señora Schlectien. Sidis ya no está con ellos y no te dirán adónde ha ido, pero te reenviarán cualquier correo que llegue por él. Aprecian al joven y aprecian su deseo de evitar la publicidad. "Tenía una especie de amargura crónica, como mucha gente que ves viviendo en habitaciones amuebladas", dijo recientemente Freedman a un investigador de la curiosa historia de William James Sidis. Sidis solía sentarse en un viejo sofá en la sala de estar de Freedman y hablar con él y su hermana. Sidis les dijo que odiaba Harvard y que cualquiera que enviara a su hijo a la universidad es un tonto: un niño puede aprender más en una biblioteca pública. Con frecuencia hablaba de su pasión por coleccionar transfers. "Él puede decirle cómo llegar a cualquier calle de cualquier ciudad de los Estados Unidos con un solo billete de tranvía", dijo el Sr. Freedman con asombro y admiración. Parece que Sidis mantiene correspondencia con peridromófilos en varias otras ciudades y de esta manera se mantiene al día con la situación del tranvía y los transbordos. Una vez, el joven bajó de su habitación un manuscrito en el que estaba trabajando y le pidió a la señora Schlectien si podía leerle "algunos capítulos". Dijo que resultó ser un libro del tipo "Buck Rogers", sobre aventuras en un mundo futuro de maravillosos inventos. Ella dijo que estaba genial.

William James Sidis vive hoy, a la edad de treinta y nueve años, en un dormitorio del destartalado extremo sur de Boston. Por una fotografía de él y de sus actividades, este disco está en deuda con una joven que recientemente logró entrevistarlo allí. Lo encontró en una pequeña habitación empapelada con el diseño de enormes flores rosadas, considerablemente descoloridas. Había una cama grande y desordenada y un enorme baúl medio abierto. En una pared colgaba un mapa de Estados Unidos. Sobre una mesa junto a la puerta había un paquete de transferencias de tranvía cuidadosamente unidas con un elástico. Sobre una cómoda había dos fotografías, una (sorprendentemente) de Sidis como el niño genio, la otra una chica de rostro dulce con gafas con montura de concha y un elaborado saludo de Marcel. También había un escritorio con una pequeña y antigua máquina de escribir, un Almanaque Mundial , un diccionario, algunos libros de referencia y un libro de la biblioteca que el visitante del joven recogió en un momento dado. "Oh, vaya", dijo Sidis, "esa es sólo una de esas historias de delincuentes". Dirigió su atención hacia la pequeña máquina de escribir. "Puedes cogerlo con un dedo", dijo, y así lo hizo.

William Sidis, de treinta y nueve años, es un hombre corpulento y corpulento, con una mandíbula prominente, un cuello grueso y un bigote rojizo. Su cabello claro cae sobre su frente como lo hizo la noche que dio una conferencia a los profesores en Cambridge. Sus ojos tienen una expresión que varía desde la ingeniosa hasta la cautelosa. Cuando es cauteloso, tiene una especie de dignidad incongruente que de repente se rompe en el alegre abandono de un niño de vacaciones. Parece tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse, pero cuando lo hace, habla rápidamente, asiente bruscamente con la cabeza para enfatizar sus puntos, hace gestos con la mano izquierda y, de vez en cuando, emite una risa curiosa y jadeante. Parece disfrutar mucho e irónicamente de llevar una vida de irresponsabilidad errante después de una infancia de escrupulosa reglamentación. Su visitante encontró en él cierto encanto infantil.

Sidis trabaja ahora, como de costumbre, como empleado en una casa comercial. Dijo que nunca permanece mucho tiempo en una oficina porque sus empleadores y compañeros de trabajo pronto descubren que él es el famoso niño prodigio y que no puede tolerar un puesto después de eso. "La sola visión de una fórmula matemática me enferma físicamente", dijo. "Todo lo que quiero hacer es ejecutar una máquina sumadora, pero no me dejan en paz". Resultó que una vez le ofrecieron un trabajo en la Eastern Massachusetts Street Railway Company. Parece que los funcionarios creían con cariño que el joven mago de alguna manera sería capaz de resolver todos sus problemas técnicos. Cuando se presentó a trabajar, le presentaron un montón de planos, gráficos y documentos llenos de estadísticas. Uno de los funcionarios lo encontró una hora después llorando en medio de todo. Sidis le dijo al hombre que no podía soportar responsabilidades, ni pensamientos complejos, ni cálculos, excepto en una máquina de sumar. Tomó su sombrero y se fue.

Sidis tiene un nuevo interés que le absorbe actualmente más que los traslados en tranvía. Se trata del estudio de ciertos aspectos de la historia de los indios americanos. Da clases a media docena de estudiantes interesados ​​una vez cada dos semanas. Se reúnen en su dormitorio y se acomodan en la cama y en el suelo para escuchar el intenso pero vacilante discurso del otrora prodigio. A Sidis le preocupa principalmente la tribu Okamakammessett, a la que describe como una especie de federación proletaria. Ha escrito algunos folletos sobre la tradición y la historia de Okamakammessett y, si se le solicita adecuadamente, recitará poesía de Okamakammessett e incluso cantará canciones de Okamakammessett. Admitió que su estudio de los Okamakammessetts fue una consecuencia de su interés por el socialismo. Cuando la joven mencionó la manifestación del Primero de Mayo de 1919, miró el retrato de la niña en su cómoda y dijo: "Ella estaba en ella. Era una de las fuerzas rebeldes". Él asintió vigorosamente con la cabeza, como complacido con esa frase: "Yo era el abanderado", prosiguió. "¿Y sabes qué era la bandera? Sólo un trozo de seda roja". Él soltó su risa curiosa. "Seda roja", repitió. No hizo ninguna referencia a la imagen que tenía de sí mismo en los días de su gran fama, pero su entrevistador supo más tarde que en una ocasión, cuando un alumno suyo le preguntó a quemarropa sobre su precocidad infantil e insistió en una demostración de sus habilidades matemáticas. Sidis logró con dificultad expulsarlo de la habitación.

Sidis reveló a su entrevistador que tiene otro trabajo en marcha: un tratado sobre las inundaciones. Le mostró la primera frase: "California ha adquirido considerable fama gracias a su supuesto clima". Parece que estuvo en California hace unos diez años durante sus andanzas. Su visitante se animó, por fin, a mencionar la predicción, hecha por el profesor Comstock del Instituto Tecnológico de Massachusetts allá por 1910, de que el niño que ese año daba una conferencia sobre la cuarta dimensión a una reunión de eruditos crecería hasta Sé un gran matemático, un líder famoso en el mundo de la ciencia. "Es extraño", dijo William James Sidis, con una sonrisa, "pero, ya sabes, nací el Día de los Inocentes".

―Jared L. Manley (James Thurber) 1

1 En Los años con Ross Thurber escribió: "Era uno de los '¿Dónde están ahora?' serie, para la cual hice la reescritura (Grossett & Dunlap, 1957, p. 210)". Pero Jared Manley era el seudónimo de Thurber. "Bernstein escribe: 'A principios de 1936, Thurber comenzó a escribir (en realidad a reescribir, ya que algunos de los mejores reporteros de The New Yorker, como Eugene Kinkead, estaban haciendo la investigación) una serie de perfiles breves y retrospectivos. Bernstein también revela que Jared L. Manley fue un nombre que Thurber improvisó cuando escribió su primer artículo sobre un viejo boxeador basado en las iniciales del boxeador John L. Sullivan y Manley basado en "el arte varonil de la autodefensa".'" — Privacidad, Información y Tecnología.

2 Norbert Weiner, que estaba en la reunión del club de matemáticas, escribió: "El joven Sidis, que entonces tenía once años, era obviamente un niño brillante e interesante. Su interés estaba principalmente en las matemáticas. Recuerdo bien el día en el Club de Matemáticas de Harvard en el que GC Evans, ahora jefe retirado del departamento de matemáticas de la Universidad de California y amigo de toda la vida de Sidis, patrocinó al niño en una charla sobre las figuras regulares de cuatro dimensiones. La charla habría dado crédito a un alumno de primera o segunda dimensión. estudiante de posgrado de cualquier edad, aunque todo el material que contenía era conocido en otros lugares y estaba disponible en la literatura. El tema me lo había hecho familiar EQ Adams, un compañero de mis días en Tufts. Estoy convencido de que Sidis no tenía acceso según las fuentes existentes, y que la charla representó el triunfo de los esfuerzos sin ayuda de un niño muy brillante ( Ex-Prodigy , Simon & Schuster, p. 131 - 132)".


4 Cfr. Siete mitos del fracaso por Dan Mahony: "Las investigaciones muestran que la mayoría de los niños prodigio llevan vidas productivas. Al igual que Sidis".

PDF  Mecanografiando por Bill Paton.