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Tan poca vida: la épica de la fragilidad humana

Tan poca vida de Hanya Yanagihara es una novela sigue la amistad de cuatro hombres —Jude St. Francis, Willem, JB y Malcolm— que llegan a Nueva York tras graduarse. A lo largo de varias décadas, sus vidas se entrelazan con éxitos profesionales, vínculos afectivos profundos y convulsiones internas.

Sin embargo, la historia se centra especialmente en Jude St. Francis, cuya infancia estuvo marcada por traumas extremos, incluidos abuso sexual, auto‑lesiones y enfermedades crónicas. A pesar de su brillante carrera como abogado, Jude arrastra un dolor profundo que se manifiesta en su modo de relacionarse y vivir.

Tan poca vida es una novela poderosa y profundamente emotiva que indaga en los límites del sufrimiento y la importancia del apoyo emocional. Ha dejado huella en muchos lectores, aunque puede no ser adecuada para todos debido a su contenido muy explícito y emocionalmente difícil.

La novela explora temas oscuros y universales como el sufrimiento humano, la empatía, el valor de la amistad, la culpa, la identidad y el precio emocional de la existencia. Está escrita con un estilo intenso, detallado y, por momentos, brutalmente honesto.

Las reacciones de los lectores están muy divididas, con críticas sobre su extensión

- “Es un buen libro, pero bastante crudo. Toca temas sensibles… te deja con una sensación de agobio.”  

- “No lo recomendaría a alguien con TEPT, autolesiones o abuso sexual… no es un libro para todos.” 

- “Le sobran unas 400 o 500 páginas, se vuelve intolerable tanta descripción del sufrimiento de Jude…” 


Hanya Yanagihara nació en 1974 en Los Ángeles y creció en Hawái. Estudió en Punahou School y obtuvo su título en Smith College en 1995. Trabajó como publicista y en editorial Condé Nast Traveler, y desde 2017 es directora de T, el suplemento de The New York Times. Su primera novela fue The People in the Trees (2013), reconocida por la crítica. En marzo de 2015 publicó A Little Life (Tan poca vida), que fue finalista de varios premios prestigiosos —como el Man Booker Prize y el National Book Award— y ganó el Kirkus Prize de ficción.

Desde su lanzamiento, Tan poca vida ha vendido más de un millón y medio de ejemplares en inglés, generando debates polarizados: fue alabada por ser “emocionalmente devastadora” pero también criticada por su tono excesivamente doloroso. En 2022 publicó su tercera novela, To Paradise, ambientada en diferentes épocas en Washington Square.

Algunas Citas destacadas:

- “Él era el secreto de todos. El secreto más triste.”

- “No quiero saber cómo soy. No quiero conocerme.”

- “El problema no es que me odie. El problema es que me odio de una forma que no puedes imaginar.”

- “Para eso están los amigos, pensaba: para sostenerte cuando no puedes sostenerte solo.”

- “Todo en su vida se reducía a este miedo: que el amor no fuera suficiente.”

- “Podía soportar casi cualquier cosa, salvo la bondad.”

- “Él no creía en la felicidad. Solo en la resistencia.”

- “Era su mejor amigo, su única familia. Su hogar.”

- “Había aprendido que la esperanza era un crimen por el que siempre pagabas.”

¿Puede aún la educación salvarnos del fascismo?

Vivimos un momento histórico inquietante. Por todo el mundo surgen movimientos ultranacionalistas y autoritarios que, sin remedar del todo los uniformes del siglo XX, retoman su retórica: odio al diferente, desprecio por el pluralismo, culto al líder mesiánico y autócrata. A este resurgir del fascismo —llamémoslo “neofascismo o tecnofeudalismo” — se le suma hoy un aliado inesperado y poderoso, la tecnología.

Las redes sociales se han convertido en cámaras de eco que refuerzan prejuicios y polarizan a la sociedad. Algoritmos opacos privilegian el contenido más emocional y divisivo. Herramientas de microtargeting permiten manipular a votantes con una precisión nunca vista, como reveló el escándalo de Cambridge Analytica. Y la desinformación, desde memes hasta deepfakes, erosiona la confianza en la idea misma de verdad.

Frente a este panorama, la pregunta es tan urgente como incómoda: ¿Está la educación a tiempo de evitar que nuestra democracia se hunda en un futuro despótico? Creo que la respuesta es sí, pero con condiciones.

Porque la educación sigue siendo, pese a todo, la mejor herramienta para combatir el dogmatismo y la manipulación. Puede (y debe) cultivar el pensamiento crítico, la alfabetización mediática, la empatía y el compromiso cívico. Pero la escuela actual a menudo se muestra rezagada: curricula rígidos, falta de formación docente en competencias digitales, poca discusión sobre ética tecnológica o historia del fascismo.

El filósofo Jason Stanley advierte en How Fascism Works (2018) que las democracias no se destruyen de la noche a la mañana, sino mediante la normalización del odio y el desprecio por la verdad. La educación puede detener este proceso, pero solamente si se transforma para estar a la altura del reto.

Hoy necesitamos enseñar a detectar falacias y narrativas manipuladoras con el mismo empeño con que enseñamos álgebra o gramática. Debemos formar a los estudiantes para que cuestionen el poder y se enfrenten a la desinformación con criterio y evidencia. Necesitamos docentes preparados para discutir de forma abierta y honesta temas difíciles, desde la historia de los totalitarismos hasta la ética de los algoritmos.

Pero no basta con reformar los contenidos: hace falta también un cambio en la forma de enseñar. Promover el debate, el trabajo colaborativo, el respeto por la diversidad de opiniones. Crear espacios donde el error sea parte del aprendizaje y no un estigma. En definitiva, construir ciudadanía democrática desde la escuela.

No es una tarea sencilla ni rápida. Pero hay ejemplos esperanzadores: Finlandia ha incorporado la alfabetización mediática contra la desinformación en todas sus etapas educativas. Organismos como la UNESCO o el Consejo de Europa han propuesto marcos de competencias cívicas para reforzar la resiliencia democrática.

Claro está, no podemos cargar todo el peso de la solución únicamente en la escuela. El periodismo también necesita mucha innovación para cumplir su función. Hace falta también una regulación democrática de las plataformas tecnológicas, que hoy operan con una lógica puramente comercial, premiando el contenido polarizante porque genera más clics. Hace falta una alianza entre estados, educadores y sociedad civil para construir un ecosistema informativo más sano.

Porque la amenaza de un nuevo fascismo no se presenta con botas militares, sino con memes virales, discursos seductores y una retórica de odio cuidadosamente optimizada para captar nuestra atención. La educación está, todavía, a tiempo de evitarlo. Pero el reloj avanza. Y el tiempo, ahora, cuenta.

Ojalá, al menos, nos asegurásemos que nuestros jóvenes al leído 1984 de Orwell,...
Siguiente post con La era de del capitalismo de vigilancia.   

La partida del Papa Francisco nos deja huérfanos de esperanza

El fallecimiento del Papa Francisco hoy, 21 de abril de 2025, ha dejado un profundo sentimiento de orfandad en millones de fieles alrededor del mundo. Para millones de creyentes y no creyentes, su legado como el "papa del cambio", su cercanía con los más necesitados y su compromiso con una Iglesia más humilde y abierta han marcado una etapa transformadora en la historia del catolicismo.

En este momento de duelo, la comunidad católica y el mundo entero se unen para rendir homenaje a un líder espiritual que dedicó su vida al servicio de los demás. La tristeza embarga al mundo entero por la partida de Jorge Mario Bergoglio, Su Santidad el Papa Francisco, quien falleció esta mañana a los 88 años. Nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, Bergoglio dedicó toda su vida al servicio de Dios y de los más necesitados. Primero jesuita, luego arzobispo de su ciudad natal y cardenal, fue elegido el 13 de marzo de 2013 como sucesor de San Pedro, convirtiéndose en el primer Pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ocupar la Sede de Roma.

Durante sus casi doce años de pontificado, el Papa Francisco fue un líder valiente, que supo mantener la unidad ecuménica pero abriendo caminos, rompiendo moldes, acogiendo causas y despertando fe, esperanza y solidaridad. Con gesto sencillo y corazón abierto, quiso acercar la Iglesia a los descartados: refugiados, enfermos, migrantes, ancianos y jóvenes sin voz. Sus documentos magisteriales –Evangelii Gaudium, Laudato Si’, Amoris Laetitia– marcaron un antes y un después en la reflexión sobre la justicia social, el cuidado de la creación y la humanidad del amor familiar.

Francisco llevó su mensaje de misericordia y diálogo a los cinco continentes. Sus viajes –a Lampedusa, a Tierra Santa, a Centroamérica, a Sudamérica– fueron estaciones de un peregrinaje global en busca de la paz. Fue pontífice de los humildes, con el Vaticano como casa de todos y no privilegio de unos pocos. Dispuesto siempre a pedir perdón incluso por los errores de la propia Iglesia, dejó sembrado un legado de escucha y conversión.

Su partida deja un vacío inmenso. Nos sentimos huérfanos de su voz pausada, de su sonrisa franca, de su abrazo de padre que lo mismo perdonaba al pecador que alentaba al desanimado. Nunca antes la palabra “orfandad” había resonado con tanta fuerza en tantos corazones: “Hijos míos, no os dejéis robar la esperanza”, solía decir, y ahora, en el silencio que deja tras de sí, nos toca a nosotros sostener esa esperanza que él nos regaló.

En este momento de duelo, la Iglesia, guiada ya por su sucesor, rinde homenaje a un pastor que hizo de la ternura su fuerza, de la humildad su estandarte y del servicio su gloria. Que su memoria inspire nuestras obras y que su espíritu de reconciliación y compasión continúe transformando el mundo.

Descansa en paz, Papa Francisco. Tu misión terrena ha concluido, pero tu voz seguirá resonando en cada gesto de amor que florezca en el corazón de la humanidad. Ojalá tu sucesor prosiga la labor que iniciaste por la paz y la humanidad, que tan necesarias vemos cada día.  

Dorothy Parker: Reina del ingenio ácido

Dorothy Parker (1893-1967) fue una influyente poeta, cuentista, crítica literaria y humorista estadounidense, reconocida por su ingenio mordaz y su aguda ironía. Nacida en Long Branch, Nueva Jersey, se hizo célebre como miembro del Algonquin Round Table, un grupo de escritores y artistas de Nueva York que se reunían en la década de 1920 y cuyos comentarios satíricos y agudos aún resuenan en la cultura popular.

Biografía Breve de Dorothy Parker

  • Nacimiento y Carrera: Nació el 22 de agosto de 1893 y se destacó desde muy joven por su talento literario, publicando poesía, cuentos y críticas en diversas revistas.
  • Algonquin Round Table: Durante los años 20, Parker se integró a este célebre círculo de intelectuales, lo que potenció su fama por sus comentarios punzantes y su humor ácido.
  • Legado: Su estilo único, caracterizado por frases memorables y críticas a la sociedad de su época, la ha convertido en un referente del ingenio literario y del comentario social.
  • Fallecimiento: Murió el 7 de junio de 1967, dejando un legado duradero en la literatura y el periodismo.

Algunas Citas Célebres

  • ¿Qué nuevo infierno es este?
  • El arte es una forma de catarsis.
  • No me mires con ese tono de voz.
  • Los mendigos no pueden ser selectivos.
  • Odio escribir, me encanta haber escrito.
  • Escribir es el arte de poner el culo en el asiento.
  • Tómame o déjame; o, como suele ocurrir, ambas cosas.
  • La creatividad es una mente salvaje y un ojo disciplinado.
  • La belleza es solo superficial, pero la fealdad llega hasta los huesos.
  • Creo que la dirección en la que un escritor debería mirar es alrededor.
  • No me importa lo que se diga de mí, siempre y cuando no sea verdad.
  • La crítica es el precio que se paga por la libertad de expresar la verdad.
  • Las navajas te duelen, los ríos son húmedos, los ácidos te manchan y las drogas causan calambres. Las armas no son legales, las sogas ceden, la gasolina huele fatal. Más vale que vivas. 
  • De joven, era mi costumbre esforzarme al máximo por complacer. Y cambiar con cada joven que pasaba para adaptarme a sus teorías. Pero ahora sé lo que sé y hago lo que hago. Y si no te gusto tanto, al diablo, mi amor, contigo.
  • Esa mujer habla dieciocho idiomas y no puede decir 'no' en ninguno de ellos. 
  • Lo primero que hago por la mañana es cepillarme los dientes y afilarme la lengua. 
  • No soy una escritora con un problema con la bebida; soy una bebedora con un problema con la escritura.
  • Si tienes amigos jóvenes que aspiran a ser escritores, el segundo gran favor que puedes hacerles es regalarles ejemplares de Los Elementos del Estilo. El primero, por supuesto, es fotografiarlos ahora, mientras están contentos. 

Estas citas reflejan el humor ácido y la sinceridad brutal que caracterizaban la visión del mundo de Dorothy Parker, haciendo de ella una figura inolvidable en la literatura y la cultura popular.

Uno de sus mejores poemas:

Cuatro son las cosas que me harían más sabio conocer:
la ociosidad, la tristeza, un amigo y un enemigo.
Cuatro son las cosas de las que estaría mejor sin ellas:
el amor, la curiosidad, las pecas y la duda.
Tres son las cosas que nunca alcanzaré:
la envidia, la satisfacción y suficiente champán.
Tres son las cosas que tendré hasta la muerte:
la risa, la esperanza y una bofetada en el ojo».

Poemas completos de Dorothy Parker (otros posts)

Careless People: Secretos escondidos dentro de Facebook

"Careless People: A Cautionary Tale of Power, Greed, and Lost Idealism" es un libro de memorias escrito por Sarah Wynn-Williams, exdirectora de políticas globales de Facebook. En esta obra, cuyo título traducido sería "Personas descuidadas: Una historia con moraleja sobre el poder, la codicia y el idealismo perdido", Wynn-Williams relata sus experiencias durante sus seis años en la compañía, ofreciendo una visión crítica de la cultura corporativa y las prácticas internas de la empresa.

El libro expone cómo Facebook, inicialmente percibido como una herramienta transformadora para el bien, evolucionó hacia una entidad enfocada en el poder y las ganancias, a menudo a expensas de la ética y la responsabilidad social. 

Wynn-Williams describe un entorno laboral tóxico, caracterizado por liderazgo inmaduro, hipocresía y casos de acoso. Además, aborda la indiferencia de la compañía ante problemas globales, como la propagación del discurso de odio en países en desarrollo, destacando el caso de Myanmar, donde la plataforma facilitó la incitación a la violencia. La autora también critica la falta de atención de Facebook hacia la salud mental de los adolescentes y otros problemas sociales derivados de sus políticas. En síntesis, la autora denuncia:

- Cultura corporativa tóxica: Wynn-Williams describe un ambiente laboral en Facebook donde los líderes, incluyendo a Mark Zuckerberg y Sheryl Sandberg, mostraban comportamientos egocéntricos y una falta de responsabilidad en la gestión de la empresa.

- Manejo de crisis internacionales: El libro destaca cómo Facebook ignoró advertencias sobre el uso de la plataforma para propagar discursos de odio en países como Myanmar, lo que contribuyó a situaciones de violencia y genocidio. ​

- Intervención en procesos electorales: Se revela la participación de empleados de Facebook en la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos, ayudando a segmentar votantes con anuncios que contenían desinformación y contenido inflamatorio. ​

- Comportamientos inapropiados de la alta dirección: La autora expone incidentes de mala conducta por parte de altos ejecutivos, incluyendo solicitudes inapropiadas y comportamientos que reflejan una cultura empresarial problemática.

Sarah Wynn-Williams es una diplomática experimentada, experta en políticas y abogada internacional originaria de Nueva Zelanda. Antes de unirse a Facebook, gestionó asuntos políticos y relaciones gubernamentales en la embajada de Nueva Zelanda en Washington D.C. entre 2007 y 2011. También se desempeñó como asesora de políticas en el gobierno de Nueva Zelanda, enfocándose en temas de medio ambiente, sostenibilidad y seguridad, y trabajó en la ratificación de tratados internacionales complejos. Durante este período, fue nombrada negociadora principal de las Naciones Unidas en materia de responsabilidad sobre bioseguridad. 

El libro Careless People ha generado controversia y atención mediática, especialmente después de que Meta (anteriormente Facebook) intentara prohibir su promoción, lo que paradójicamente aumentó su popularidad y lo llevó a encabezar las listas de bestsellers. 

Chavs: La demonización de la clase obrera británica

Vídeo esclarecedor para saber si eres de clase media o clase obrera.
Este post estuvo en borrador desde hace más de diez años

Owen Jones (ver en otros posts), nacido el 8 de agosto de 1984 en Sheffield, Inglaterra, es un periodista, columnista y escritor asociado con la izquierda política británica. Graduado en Historia por el University College de Oxford, ha trabajado como columnista para medios como The Guardian y The Independent. Su primer libro, "Chavs: The Demonization of the Working Class" (2011), analiza cómo los medios y la clase política británica han estigmatizado a la clase trabajadora. Este trabajo fue reconocido por The New York Times como uno de los diez mejores libros de no ficción de 2011. 

En la Gran Bretaña actual, la clase trabajadora se ha convertido en objeto de miedo y escarnio. Desde la Vicky Pollard de Little Britain a la demonización de Jade Goody, los medios de comunicación y los políticos desechan por irresponsable, delincuente e ignorante a un vasto y desfavorecido sector de la sociedad cuyos miembros se han estereotipado en una sola palabra cargada de odio: chav (persona joven de un tipo caracterizado por un comportamiento tosco y descarado con connotaciones de bajo estatus social)

En este aclamado ensayo, "Chavs: La Demonización De La Clase Obrera", Owen Jones analiza cómo la clase trabajadora ha pasado de ser «la sal de la tierra» a la «escoria de la tierra». Desvelando la ignorancia y el prejuicio que están en el centro de la caricatura chav, retrata una realidad mucho más compleja: el estereotipo chav, dice, es utilizado por los gobiernos como pantalla para evitar comprometerse de verdad con los problemas sociales y económicos y justificar el aumento de la desigualdad. 

Basado en una investigación exhaustiva y original, este libro es una crítica irrefutable de los medios de comunicación y de la clase dirigente, y un retrato esclarecedor e inquietante de la desigualdad y el odio de clases en la Gran Bretaña actual. La edición incluye un nuevo capítulo que explora las causas y las consecuencias de los episodios de violencia que ocurrieron durante el verano de 2011 en Inglaterra.

Jones argumenta que la imagen del chav (un estereotipo despectivo de la clase trabajadora, asociado con ropa deportiva, actitud agresiva y falta de educación) ha sido utilizada para desacreditar y deshumanizar a los sectores más vulnerables de la sociedad británica. Según el autor, esto forma parte de una estrategia política y mediática que ha servido para justificar la reducción de derechos laborales y el debilitamiento del Estado de bienestar. 

Temas clave expuestos son:

- El impacto del neoliberalismo: Con la llegada de Margaret Thatcher en los años 80, se desmantelaron industrias clave, dejando a muchas comunidades obreras sin empleo ni futuro. Se promovió la idea de que la clase trabajadora debía "culparse a sí misma" por su situación.
- La demonización mediática: Los medios de comunicación británicos han reforzado el estereotipo del chav como vago, violento y sin aspiraciones. Programas de televisión y tabloides han contribuido a esta imagen, ridiculizando a quienes viven en la pobreza.
- El clasismo en la política y la sociedad: Mientras que la élite sigue protegiendo sus propios intereses, la clase trabajadora ha sido retratada como un problema social. Jones expone cómo los políticos han dejado de representar a la clase obrera, favoreciendo políticas que benefician a los más ricos.
- Consecuencias de esta demonización: Se han reducido ayudas sociales y derechos laborales con la excusa de que la clase trabajadora no quiere esforzarse. Se ha erosionado la identidad obrera y la solidaridad de clase.

Owen Jones propone recuperar la dignidad y el respeto por la clase trabajadora, desafiando los estereotipos y fomentando políticas que reduzcan la desigualdad. Chavs es una crítica contundente al clasismo en el Reino Unido y un llamado a la acción para cambiar la narrativa sobre la clase obrera. Es un libro clave para entender el clasismo en la política y la sociedad actual, con paralelismos en muchos otros países.

En 2014, publicó "The Establishment: And How They Get Away With It", donde critica las estructuras de poder en el Reino Unido. Jones es conocido por su activismo en temas como los derechos LGBTQ+ y la justicia social.

¿Cómo combatir el fascismo que aún fascina en el siglo XXI?

El extemporáneo y horrendo fascismo sigue fascinando (en su primera acepción) a determinadas personas en pleno siglo XXI en distintas partes del mundo. Es preciso determinar cuáles son esas razones, muchas de ellas relacionadas con factores psicológicos, sociales y políticos. Aquí hay algunos puntos clave que explican su extraña persistencia en formatos de fascismo originario, el neofascismo, el transfascismo o formas de populismo variopinto:

1. Crisis y miedo al cambio: El fascismo suele resurgir en momentos de crisis económica, social o política. La incertidumbre y el miedo llevan a muchas personas a buscar soluciones autoritarias y simplistas, que prometen orden y estabilidad a cambio de libertad.

2. Nacionalismo y sentido de pertenencia: En un mundo globalizado, donde muchas personas sienten que sus identidades nacionales, culturales o sociales están amenazadas, el fascismo ofrece una narrativa de orgullo nacionalista. Promueve la idea de una comunidad fuerte, unida y con un enemigo común.

3. Promesas de orden y autoridad: Muchas personas sienten que las democracias liberales son ineficientes y corruptas. El fascismo se presenta como una alternativa "eficaz", donde un líder fuerte toma decisiones sin las restricciones de la democracia.

4. Manipulación emocional y propaganda: El fascismo utiliza discursos que apelan a las emociones en lugar de la razón. La propaganda, especialmente en redes sociales, explota el miedo, la nostalgia y la ira para movilizar a las masas.

5. Búsqueda de héroes y líderes carismáticos: El fascismo tiende a ofrecer figuras mesiánicas que prometen "rescatar" a la nación. En tiempos de crisis, muchas personas prefieren creer en un líder fuerte en lugar de confiar en instituciones democráticas.

6. El enemigo como excusa: El fascismo crea enemigos ficticios o exagera amenazas para justificar su existencia. Puede ser una minoría étnica, inmigrantes, ideologías opuestas o "élites corruptas".

7. Uso de nuevas tecnologías: Aunque el fascismo del siglo XX dependía de la radio y la prensa, en el siglo XXI se ha adaptado a las redes sociales, los algoritmos y las campañas de desinformación para atraer seguidores.

8. Desconfianza en las élites políticas: Muchos ciudadanos sienten que los gobiernos democráticos han fallado en mejorar sus condiciones de vida. Esto genera terreno fértil para movimientos autoritarios que prometen barrer con la "vieja política".

9. Romanticismo del pasado: El fascismo suele idealizar un pasado mítico donde la nación era "grande y pura". Esto atrae a quienes sienten que han perdido su identidad en un mundo cambiante.

10. Radicalización y tribalismo: En la era digital, la radicalización ocurre más rápido. Las redes sociales crean burbujas ideológicas donde los discursos extremistas encuentran eco y refuerzo.

El fascismo fascina porque promete soluciones simples a problemas complejos, ofrece identidad y propósito en tiempos de incertidumbre, y explota las emociones humanas más primarias: miedo, orgullo y odio. Sin embargo, la historia ha demostrado que sus promesas conducen a la represión y el sufrimiento.

La cuestión clave es : ¿Cómo combatir esa fascinación por el fascismo?

Combatir la fascinación por el fascismo requiere una combinación de estrategias educativas, políticas, sociales y culturales. Aquí algunas formas efectivas de hacerlo:

1. Educación crítica y memoria histórica

  • Enseñar la historia del fascismo con ejemplos concretos de sus consecuencias devastadoras (Holocausto, dictaduras, guerras).
  • Promover el pensamiento crítico para que las personas puedan identificar discursos autoritarios y populistas.
  • Fomentar la educación cívica para fortalecer el compromiso con la democracia y los derechos humanos.

2. Fortalecimiento de la democracia

  • Gobiernos más transparentes y eficaces que respondan a las necesidades de la gente para evitar la desconfianza en la democracia.
  • Fomentar la participación ciudadana en movimientos sociales, organizaciones comunitarias y procesos electorales.
  • Luchar contra la corrupción para eliminar el argumento de que “la democracia no funciona”.

3. Combatir la desinformación

  • Regular la propaganda y las fake news en redes sociales sin caer en la censura.
  • Fomentar el periodismo independiente que exponga los peligros del autoritarismo.
  • Educar a las personas sobre manipulación mediática y cómo verificar fuentes de información.

4. Crear narrativas alternativas

  • No solo criticar el fascismo, sino ofrecer visiones positivas de la democracia, la diversidad y la justicia social.
  • Reforzar el sentido de comunidad con discursos que promuevan la cooperación en lugar del odio.
  • Incentivar el orgullo por los valores democráticos en lugar del nacionalismo excluyente.

5. Construcción de una economía justa

  • Reducir la desigualdad económica, ya que el fascismo se nutre del resentimiento de los más desfavorecidos.
  • Ofrecer seguridad y oportunidades a quienes se sienten abandonados por el sistema.
  • Garantizar derechos laborales y acceso a servicios básicos para evitar que el autoritarismo se aproveche del malestar social.

6. Fomentar la diversidad y el diálogo

  • Promover la integración de minorías en la sociedad para combatir el miedo a “lo diferente”.
  • Facilitar espacios de diálogo entre distintos sectores de la sociedad para reducir la polarización.
  • Combatir el discurso de odio con políticas claras y educación en empatía y tolerancia.

7. Responsabilidad de líderes y figuras públicas

  • Políticos, artistas e intelectuales deben tomar postura clara contra el fascismo.
  • No normalizar el discurso autoritario en los medios y la cultura.
  • Crear leyes que impidan la apología al fascismo, como sucede en países donde está penalizado negar el Holocausto.

8. Construcción de una identidad colectiva democrática

  • Reivindicar valores como la libertad, la justicia y la igualdad como parte de la identidad nacional.
  • Transformar el concepto de patriotismo para que no sea excluyente ni basado en el odio.
  • Incentivar modelos de liderazgo democráticos en lugar de figuras autoritarias.

Conclusión: 
La infame fascinación por el fascismo se combate con educación, participación democrática, justicia social y discursos alternativos basados en la cooperación y la diversidad. Es un trabajo constante, pero necesario para evitar que el autoritarismo vuelva a imponerse.

Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto


Viviendo en 2025 no dejaremos de recordar un 27 de enero el  Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. El 27 de enero de 1945, el ejército de la URSS liberaba el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde fueron asesinadas más de 1.100.000 personas, de los que un 90% fueron judíos.

Lo hemos conmemorado muchas veces (posts nuestros), pero con intención de no olvidar jamás cuán ruines pueden llegar a convertirse los seres humanos que sin educación, ética y solidaridad hoy es perentorio recordar cómo se pudo llegar a aquel genocidio.

Este riesgo sigue presente, más que en décadas, en este primer cuarto del siglo XXI. Recordemos cómo se llego a aquella obscena monstruosidad con las palabras de Primo Levi (1919-1987). Un escritor y químico italiano, conocido por sus testimonios sobre el Holocausto. Nació en Turín en una familia judía y se graduó como químico en 1941, enfrentándose a la creciente discriminación bajo las leyes raciales fascistas en Italia. En 1943, Levi se unió a la resistencia antifascista, pero fue capturado y deportado al campo de concentración de Auschwitz en 1944. Allí sobrevivió durante casi un año antes de ser liberado por el ejército soviético en 1945.:

"No empezó con las cámaras de gas, sino con discursos de odio, con la normalización de la intolerancia, con leyes que discriminaban a unos pocos mientras los demás miraban hacia otro lado. Empezó con la deshumanización sistemática de aquellos que eran diferentes, con la indiferencia de los testigos, con la aceptación gradual de que unos seres humanos valían menos que otros. Empezó cuando el lenguaje del desprecio se hizo cotidiano, cuando los prejuicios se transformaron en políticas de Estado, y cuando la sociedad dejó de cuestionar lo que era moralmente inaceptable. Antes de los campos de concentración, hubo palabras, leyes, propaganda y silencios. Todo esto allanó el camino al horror que vendría después."

Esta reflexión amplía la idea original de Primo Levi y destaca cómo el Holocausto fue el resultado de un proceso paulatino, alimentado por la indiferencia y la complicidad, tanto activa como pasiva, de la sociedad en su conjunto.

Un mensaje de 1943 contra el odio que siguen azuzando hoy

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La película "Don't Be a Sucker" (No seas tonto) es un cortometraje producido por el Departamento de Guerra de los Estados Unidos en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo principal era advertir a los ciudadanos estadounidenses sobre los peligros del fascismo, la intolerancia y la discriminación, utilizando un formato educativo y persuasivo. Entonces el presidente de los Estados Unidos era el demócrata Franklin D. Roosevelt. Estaba en su tercer mandato (1933-1945) y lideró al país durante la Gran Depresión y la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial.

En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos desarrolló varios cortometrajes como parte de sus esfuerzos de propaganda para educar y unir a la población. "Don't Be a Sucker" se enmarca en este esfuerzo, enfocado en combatir los prejuicios y advertir sobre los mecanismos que los regímenes totalitarios, como el nazismo, utilizaban para dividir y controlar a las sociedades.

El cortometraje presenta a un hombre estadounidense que escucha a un orador callejero enojado que predica odio contra diferentes grupos, incluidos inmigrantes, minorías étnicas y religiosas. El orador intenta culpar a estos grupos por los problemas sociales y económicos del país.

Un segundo hombre, un inmigrante europeo que se ha convertido en ciudadano estadounidense, interviene y le cuenta su propia experiencia de cómo, en su país de origen, las tácticas de odio y discriminación llevaron al surgimiento del fascismo y a la pérdida de la libertad. Explica que estas divisiones y prejuicios permitieron que los regímenes autoritarios consolidaran el poder.

La lección principal es clara: la intolerancia y el odio pueden destruir una sociedad democrática si las personas no están alertas y unidas en sus valores. El título, "No te dejes engañar", refleja este llamado a resistir las narrativas divisivas y a proteger la democracia.

Aunque fue creada hace más de 80 años, la película sigue siendo relevante en debates actuales sobre racismo, intolerancia y manipulación social. De hecho, en los últimos años, algunas escenas del cortometraje han resurgido en redes sociales como una advertencia contra el resurgimiento de ideologías de odio y extremismo.


Nos recuerda el poema escrito por el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984). Véase en otros posts nuestros. Trata sobre la cobardía de los intelectuales alemanes tras el ascenso de los nazis al poder y la subsiguiente purga de sus objetivos escogidos, grupo tras grupo. Muchas variaciones y adaptaciones en el espíritu del original se han publicado en el idioma inglés. Trata de temas como la persecución, culpa y responsabilidad.

El patriotismo bien entendido se demuestra pagando impuestos

No existe mejor medida del patriotismo que demostrarlo pagando impuestos. No sólo por imposición legal, sino también por profunda convicción moral. Recíprocamente, quienes evaden impuestos (y aún peor desde una posición económica desahogada) debieran ser privados de la nacionalidad o, al menos, ser objeto del mayor desprecio social.

Más exactamente el patriotismo se mide por el porcentaje de impuestos en función de las ganancias. Eso significa que no son más patriotas los más ricos, que normalmente escabullen su porcentaje de impuestos con ingeniería fiscal, que quienes apenas tienen nada y pagan impuestos indirectos como el IVA de todo lo que consumen.
 
El patriotismo bien entendido es amor no a una bandera, un himno o a un lugar del mapamundi, sino solidaridad con nuestros compatriotas, y por ende con toda la humanidad. Como obras son amores, esa lealtad se cumplimenta pagando impuestos, no evadiéndolos con triquiñuelas nada éticas, como residencias fiscales en otros países. 

La grandeza de un pueblo no se mide por la extensión de su territorio, sino por la dignidad y honor de sus hijos e hijas. Por lo tanto, el patriotismo debe medirse por la forma en que la ciudadanía trata a sus compatriotas con respeto y honor.

Aplicando este criterio, a escala de Comunidades Autónomas, nos llevaría a gigantescas contradicciones: Gran parte de las Autonomías que más banderas exhiben son las que menos pagan impuestos (como Madrid en IRPF), siempre en promedio y con todas las salvedades personales que existen.

Es decisivo no confundir el patriotismo con el chovinismo o patrioterismo, que es la exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero, llegando a fomentar el odio o la violencia. 

El patriotismo es un sentimiento subjetivo y personal, por lo que su medición puede ser compleja y variar de una persona a otra. Pero se acredita pagando impuestos. Los excesos del chovinismo han sido debidamente alertados con citas a lo largo de la historia, pero la incultura política contemporánea aconseja recordar:
  • Patriotismo es tu convencimiento de que este país es superior a todos los demás porque tú naciste en él. - George Bernard Shaw.
  • Todo imbécil execrable, que no tiene en el mundo nada de que pueda enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a que pertenece por casualidad. - Arthur Schopenhauer
  • Aléjate presuroso de los que emplean el tiempo en repetir que son patriotas y viven del patriotismo de los demás. Constancio C. Vigil
  • No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano. Hermann Hesse
  • El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras. Guy de Maupassant
  • El patriotismo es el último refugio de un canalla. Samuel Johnson.
  • Si alguien invoca el patriotismo, los demás a tocar madera -generalmente de ataúd». José Batlló.
  • El patriotismo es un invento de las clases poderosas para que las clases inferiores defiendan los intereses de los poderosos. Gila.
Concluimos con una frase de Barack Obama: "Para mí el patriotismo es más que fidelidad a un lugar en el mapa. Es el respeto a unos valores, a una forma de pensar". Añadiríamos el respeto a contribuir con todo lo que nos corresponda.