Mostrando las entradas para la consulta twitter ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta twitter ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

Releyendo a clásicos, como Cervantes o Joyce

Los autores clásicos que aborrecimos en la educación secundaria, por qué merecen una segunda oportunidad en la etapa adulta. Cómo leer a Joyce (otros posts) y a Cervantes (otros posts) sin morir en el intento (y por qué ahora sí nos gustarán). Don Quijote y Ulises no eran aburridos: Sólo que entonces éramos demasiado jóvenes. La redención de las grandes obras tras la obligatoriedad de la secundaria. Quizá los odiamos a los 16 años… hoy los necesitamos a los 30, 50 o 70 años. Ahora sin exámenes ni resúmenes obligatorios: hoy daremos una guía para redimirlos.

Muchos, no todos, guardan cicatrices literarias de nuestra adolescencia. Para muchos, el Quijote representa tardes interminables descifrando un castellano impenetrable, mientras que Ulises —si tuvieron la desgracia de encontrárselo en bachillerato— equivale a un trauma permanente. Pero ¿y si el problema nunca fueron ellos, sino el sistema que nos obligó a leerlos cuando aún no estábamos preparados?

El fracaso pedagógico: cuando enseñar mata el placer La educación secundaria comete un error fundamental al abordar los clásicos: los trata como deberes morales en lugar de experiencias estéticas. Se nos impone la lectura de obras maestras con el mismo espíritu con que se administra un medicamento amargo pero necesario. El resultado es predecible: generaciones enteras asocian a Cervantes con el aburrimiento y a Joyce con la incomprensión.

El problema radica en la brecha cognitiva y experiencial. Un adolescente de 15 años carece del bagaje vital para apreciar la melancolía de Don Quijote contemplando su biblioteca en llamas, o la densidad del monólogo interior de Molly Bloom. La ironía cervantina requiere haber conocido el desengaño; la experimentación joyceana exige familiaridad previa con las convenciones narrativas que dinamita. Pedirles a los estudiantes que disfruten estas obras es como esperar que un novato aprecie el jazz avant-garde sin haber escuchado nunca música. Lo que no nos dijeron es que Leopold Bloom también es obscenamente divertido, tierno y sucio.

Además, la metodología es desastrosa. Los clásicos se diseccionan en busca de "temas" y "recursos literarios", convirtiendo la lectura en una autopsia. Se fragmenta el texto en capítulos obligatorios, se exigen resúmenes que demuestren que se ha leído (aunque no se haya comprendido), y se evalúa mediante exámenes que miden memorización, no sensibilidad. No es sorprendente que muchos estudiantes terminen odiando precisamente aquello que debería liberarlos.

La relectura adulta: Descubrir lo que siempre estuvo ahí Volver al Quijote con treinta o cuarenta años es una revelación. Lo que en la adolescencia parecía un ladrillo polvoriento se transforma en una comedia sofisticada sobre la naturaleza de la ficción y la realidad. El humor de Cervantes —sutil, compasivo, profundamente humano— cobra sentido cuando uno ha vivido lo suficiente para reconocer sus propias quijotadas: esos momentos en que la imaginación choca contra el mundo real.

La madurez permite apreciar la ternura con que Cervantes trata a su protagonista enloquecido. Don Quijote no es simplemente un loco ridículo, sino un idealista conmovedor en un mundo pragmático y desencantadoSus fracasos resuenan porque todos hemos sido derrotados por la realidad. Su dignidad, incluso en el ridículo, nos conmueve porque reconocemos en él nuestra propia vulnerabilidad. Alonso Quijano no es solo un loco; es un hombre que se niega a aceptar que el mundo es un lugar gris, burocrático y sin magia. Su lucha es la lucha contra el cinismo. Y Sancho Panza deja de ser el tonto glotón para convertirse en la representación de la lealtad más pura. La relectura adulta revela que el Quijote es un libro sobre cómo mantener la dignidad cuando la realidad te dice que eres irrelevanteEso es algo que un adolescente difícilmente puede captar, pero que un adulto siente en los huesos.

Con Joyce ocurre algo similar, aunque más extremo.  Ulises es objetivamente difícil, pero la dificultad es parte de su placer. Leerlo como adulto, sin la presión de un examen inminente, permite saborear su virtuosismo lingüístico, su ambición enciclopédica, su humor escatológico y su celebración de lo ordinario. Leopold Bloom, caminando por Dublín durante un día cualquiera, se convierte en un héroe moderno precisamente por su normalidad. Pero esa revelación exige paciencia, curiosidad y cierta experiencia de vida. Joyce es, ante todo, divertido y profundamente humano.

Cómo leerlos ahora: estrategias para la segunda oportunidad: 

Busca alternativas: Escuchar audiolibros como puerta de entrada o lee en grupo, para compartir dudas y descubrimientos enriquece la experiencia.

Elimina la obligación. Lee sin presión, sin calendario, sin necesidad de "terminarlo". Los clásicos no son montañas que conquistar, sino territorios que explorar.

Busca ediciones comentadas. Una buena introducción y notas al pie pueden iluminar referencias oscuras sin infantilizar al lector. Para el Quijote, la edición del Instituto Cervantes es accesible; para Joyce, las guías de lectura son prácticamente necesarias.

Acepta la dificultad. No entenderlo todo no es fracaso, es parte del proceso. Joyce escribió Ulises para mantener ocupados a los críticos durante siglos. No necesitas descifrar cada alusión para captar su belleza.

Lee en voz alta. Cervantes y Joyce escribieron con un oído exquisito para el ritmo y la sonoridad. Escuchar el texto añade una dimensión que la lectura silenciosa pierde.

Contextualiza sin academicismo. Comprender la España del siglo XVII o la Irlanda colonial enriquece la lectura, pero no te conviertas en historiador. Una biografía breve de los autores suele bastar.

Los clásicos que odiaste en el instituto no eran los culpables. El momento era erróneo, el enfoque era equivocado, y tu yo adolescente simplemente no estaba listo. Ahora sí lo estás. Dale a Cervantes y a Joyce —y a todos esos libros que abandonaste con resentimiento— la segunda oportunidad que merecen. Puede que descubras que el problema nunca fue la literatura, sino cómo te enseñaron a no amarla.

El Señor de las Moscas: Parábola sobre civilización y barbarie

La película se puede ver en PrimeVideo.

Una vez más releemos "El Señor de las Moscas", de William Golding (ver en otros varios posts). Nos ofrece una visión descarnada de la civilización y la parábola definitiva sobre la naturaleza humana. Su relevancia literaria descansa en cómo la infancia desvela nuestro lado más oscuro, con símbolos como la caracola rota. Entre la hoguera y la caza esta obra actúa como espejo social.

William Golding nació en Cornualles, Inglaterra, en 1911. Educado en Oxford, trabajó como maestro de inglés y filosofía antes de servir en la Marina Real británica durante la Segunda Guerra Mundial, experiencia que marcaría profundamente su visión del ser humano. Las atrocidades que presenció durante el conflicto bélico lo llevaron a cuestionar la idea rousseauniana del "buen salvaje" y la creencia optimista en la bondad inherente del hombre. 

Golding publicó "El señor de las moscas" en 1954, tras múltiples rechazos editoriales. La novela se convirtió en un clásico instantáneo y le valió el Premio Nobel de Literatura en 1983. Falleció en 1993, dejando un legado literario que continúa interpelando a generaciones de lectores sobre la delgada línea que separa la civilización de la barbarie.

La isla como microcosmos de la sociedad. "El señor de las moscas" narra la historia de un grupo de niños británicos que, tras un accidente aéreo, quedan varados en una isla desierta del Pacífico durante una guerra nuclear no especificada. Sin adultos que los guíen, los muchachos intentan organizarse democráticamente bajo el liderazgo de Ralph, quien es elegido por su carisma y sensatez. Junto a Piggy, un niño inteligente pero físicamente vulnerable, Ralph establece normas: mantener una hoguera como señal de rescate, construir refugios y utilizar una caracola como símbolo de autoridad para ordenar las asambleas.

Sin embargo, la frágil estructura social pronto comienza a resquebrajarse. Jack, líder del coro convertido en cazadores, representa el impulso primitivo hacia la violencia y el poder. Su obsesión por cazar cerdos salvajes lo aleja progresivamente de las responsabilidades colectivas. La división entre Ralph y Jack simboliza el eterno conflicto entre civilización e instinto, entre razón y pasión.

A medida que avanza la narración, los niños más pequeños comienzan a temer a una supuesta "bestia" que habita la isla. Este miedo colectivo, alimentado por la oscuridad y la imaginación infantil, se convierte en el catalizador de la degradación moral del grupo. Simon, un niño sensible y reflexivo, descubre que la bestia no es más que un paracaidista muerto, pero cuando intenta comunicar esta verdad, es asesinado en un ritual de histeria colectiva.

La violencia escalada culmina con el asesinato de Piggy, cuya muerte simboliza la destrucción completa de la racionalidad y el orden. Jack y su tribu de cazadores, con rostros pintados y comportamiento salvaje, cazan a Ralph por la isla hasta que la llegada de un oficial naval británico interrumpe abruptamente la persecución, devolviendo a los niños a una conciencia repentina de lo que han hecho.

Reflexiones sobre la condición humana. Golding construye una alegoría devastadora sobre la naturaleza humana. Cada personaje encarna un aspecto de la sociedad: Ralph representa el liderazgo democrático y la razón; Piggy, la inteligencia y el pensamiento científico; Jack, el autoritarismo y la sed de poder; Simon, la espiritualidad y la verdad; Roger, la crueldad desenfrenada . La caracola simboliza el orden legal y el derecho a expresarse; las gafas de Piggy, el conocimiento y la capacidad de transformar el entorno; la cabeza de cerdo ensartada —el "señor de las moscas"— personifica el mal inherente al ser humano.

La obra plantea preguntas incómodas: ¿es la civilización simplemente un barniz superficial que oculta nuestros instintos más oscuros? ¿Qué nos impide caer en la barbarie cuando desaparecen las estructuras sociales? Golding sugiere que el verdadero enemigo no está fuera, sino dentro de nosotros mismos.

La novela conserva su vigencia porque habla de verdades universales: la facilidad con que el miedo puede manipularse para obtener poder, cómo la violencia genera más violencia, y la fragilidad de las normas sociales que damos por sentadas. En tiempos de polarización política y tensiones sociales, "El Señor de las Moscas" sigue siendo una lectura obligatoria para comprender los peligros de la deshumanización del otro y la importancia de defender los valores civilizatorios.

Historia de GetxoBlog, de 2009 a 2024

Con gran añoranza de los Encuentros Anuales de GetxoBlog en estas señaladas fechas de finales de noviembre, y como prueba de que documentamos debidamente para la historia el recorrido de GetxoBlog, hemos pedido a algunas de la Inteligencias Artificiales del momento que exploren la web para contarnos esta peripecia colectiva.

Sigue un resumen generado automáticamente por Claude nos cuenta la fascinante trayectoria de GetxoBlog, una asociación cultural pionera en el País Vasco que representó durante 16 años un espacio de encuentro para bloggers y entusiastas de la comunicación digital.

Los orígenes (2008-2009)

GetxoBlog nació en 2008 como un proyecto en el municipio de Getxo, impulsado por Mikel Agirregabiria y colaboradores. El primer encuentro anual tuvo lugar el 31 de octubre de 2009 en el Aula de Cultura de Villamonte en Algorta. La iniciativa surgió como evolución natural de GetxoWeb, un proyecto pionero iniciado en 1995 que fue precursor de Google Street View, documentando fotográficamente 338 calles de Getxo.

Los objetivos fundacionales eran claros: promocionar Getxo desde la web social y transmitir las ventajas (advirtiendo de los riesgos) de Internet a la ciudadanía.

Primeros años y consolidación (2009-2012)

En sus inicios, GetxoBlog organizó citas temáticas con ponencias de figuras relevantes: José A. Pérez (diciembre 2009), Alberto Ortiz de Zarate (enero 2010), Lorena Fernández (marzo 2010), entre otros. La asociación se definía como un espacio abierto donde cualquier persona que mantuviera un blog o conversara en redes sociales podía participar.

En 2012, durante el IV Encuentro, comenzaron a entregarse los Premios GetxoBlog, con categorías HAREA Saria (Arena) y UR Saria (Agua). Las esculturas fueron creadas y donadas por la artista Patricia Cancelo Lorenzo. Desde entonces, la sede se estableció en el Palacio Bake Eder, Centro de Conocimiento de la Fundación BiscayTIK.

Expansión y madurez (2013-2018)

Durante esta etapa, GetxoBlog amplió su impacto añadiendo nuevas categorías de premios: AIRE Saria (Aire) a partir de 2016 para blogs colectivos y SU Saria a partir de 2018 para blogs en euskera. El encuentro del décimo aniversario (2018) tuvo especial relevancia, con el lema "111 bloggers de 2018 haciendo una retrospectiva y una prospectiva de los blogs presentes y futuros".

Los encuentros se consolidaron como eventos de referencia, siempre celebrados a finales de noviembre, con transmisión por streaming, cobertura fotográfica extensiva y participación de figuras destacadas del mundo digital vasco.

Años de transformación (2019-2023)

Durante este periodo, GetxoBlog adaptó sus temáticas a los desafíos contemporáneos. En 2023 se celebró el XV Encuentro, consolidando la relevancia de esta plataforma. Los temas evolucionaron hacia la longevidad, la sostenibilidad, y especialmente la inteligencia artificial, reflejando las preocupaciones sociales del momento.

GetxoBlog creó lazos con proyectos como GetxoWeb y su evolución posterior GetxoLong, ampliando su enfoque hacia una sociedad más inclusiva adaptada a desafíos como la longevidad y la digitalización.

El cierre del ciclo (2024)

El 30 de noviembre de 2024 se celebró el XVI y último Encuentro Anual GetxoBlog. Después de más de 15 años, 5.509 días desde aquel primer encuentro, la decisión de cerrar este ciclo respondió a una reflexión sobre la evolución tecnológica. Como expresó la organización, los bloggers parecen hoy aquellos entusiastas de viejos cacharros, mientras la era de la Inteligencia Artificial transforma el panorama digital.

GetxoBlog desplegó diversos formatos: 16 Encuentros Anuales con 45 Premios entregados, 8 citas monotemáticas, rutas gastronómicas GetxoPintxo y excursiones blogger. Todo el proyecto se realizó desde el voluntariado, con presupuesto cero euros, apoyado por la familia de Mikel Agirregabiria y amistades, con el respaldo institucional del Ayuntamiento de Getxo y la Fundación BiscayTIK.

Legado

GetxoBlog representó un espacio de colaboración intergeneracional e interdisciplinaria, fomentando el intercambio de ideas sobre comunicación digital, innovación y sostenibilidad. Su cierre no significa el final del equipo, sino una transformación hacia nuevos proyectos como GetxoLong, enfocado en la longevidad y la sociedad del futuro.

Como testimonio de su impacto, algunos galardonados con los Premios GetxoBlog posteriormente recibieron reconocimientos de mayor relieve como los Premios de Periodismo Vasco, confirmando el valor de esta plataforma como espacio de referencia en el ecosistema digital vasco.

Mensajes para alegrar cualquier día

El arte de la guerra de Sun Tzu o la victoria sin combatir

El Arte de la Guerra, la Sabiduría Milenaria para los Desafíos Contemporáneos, de  Sun Tzu, el Estratega que Trascendió el Tiempo.  Sun Tzu (544-496 a.C.), cuyo nombre real era Sun Wu, fue un general, estratega militar y filósofo chino que vivió durante el período de las Primaveras y Otoños de la antigua China. 

Aunque los detalles históricos sobre su vida son escasos y están envueltos en la leyenda, las crónicas tradicionales lo sitúan al servicio del rey Helu del estado de Wu. Su brillantez táctica y su profundo entendimiento de la naturaleza humana le permitieron no solo conquistar territorios, sino también cimentar un legado intelectual que ha perdurado más de dos mil quinientos años.

La figura de Sun Tzu representa la confluencia entre el pensamiento taoísta y el pragmatismo militar. Su enfoque no se limitaba a la mera confrontación bélica, sino que abarcaba una comprensión holística del conflicto, donde la psicología, la diplomacia y la estrategia se entrelazaban de manera magistral.

La Obra: Trece Capítulos de Sabiduría Estratégica "El Arte de la Guerra" es un tratado militar compuesto por trece capítulos, cada uno dedicado a un aspecto específico de la guerra y la estrategia. Lejos de ser un simple manual de combate, esta obra constituye una profunda reflexión sobre la naturaleza del conflicto, la toma de decisiones y el liderazgo.

El texto comienza con consideraciones generales sobre la guerra y su importancia para el Estado, avanzando luego hacia temas como la planificación, el ataque estratégico, las disposiciones tácticas, la energía, los puntos débiles y fuertes, las maniobras, las variaciones tácticas, el ejército en marcha, el terreno, las nueve situaciones, el ataque con fuego y el empleo de agentes secretos.

Lo revolucionario de Sun Tzu reside en su énfasis en ganar sin combatir. Para él, la victoria suprema consiste en someter al enemigo sin batalla, mediante la inteligencia, la diplomacia y el engaño estratégico. Esta visión contrasta radicalmente con la glorificación de la violencia que caracterizaba a muchos escritos militares de su época. 

Principios Fundamentales y su Vigencia El núcleo filosófico de "El Arte de la Guerra" se sustenta en varios principios que han demostrado su validez más allá del campo de batalla. La obra subraya la importancia del autoconocimiento y del conocimiento del adversario, la flexibilidad táctica, la economía de recursos y la supremacía de la estrategia sobre la fuerza bruta.

En el mundo contemporáneo, estos principios han encontrado aplicación en ámbitos tan diversos como los negocios, la política, el deporte y las relaciones personales. Ejecutivos, negociadores y líderes de todo tipo han descubierto en las enseñanzas de Sun Tzu herramientas valiosas para navegar la complejidad de sus respectivos campos.

Citas memorables:  "La habilidad suprema consiste en someter al enemigo sin darle batalla." "Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien batallas."  "La suprema excelencia consiste en quebrar la resistencia del enemigo sin luchar."  Toda guerra se basa en el engaño."  "Las oportunidades se multiplican a medida que son aprovechadas."  "En medio del caos, también hay oportunidad." "El general que gana una batalla hace muchos cálculos en su templo antes de que se libre la batalla." "Ataca donde no esté preparado, aparece donde no seas esperado." "La invencibilidad reside en la defensa; la posibilidad de victoria, en el ataque." "Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después." "Así como el agua moldea su curso según la naturaleza del terreno por el que fluye, el soldado trabaja su victoria en relación con el enemigo al que se enfrenta." "No hay instancia de una nación que se beneficie de una guerra prolongada." "El hábil guerrero se impone a sí mismo y no espera nada del enemigo." "Quien sabe cuándo puede luchar y cuándo no puede, será victorioso." "Todos los hombres pueden ver las tácticas mediante las cuales conquistó, pero lo que nadie puede ver es la estrategia a partir de la cual se forjan las grandes victorias." "Un ejército sin sus bagajes y provisiones está perdido; sin provisiones, está perdido; sin bases de abastecimiento, está perdido." "Concentra tus energías y acumula tu fuerza. Mantén al ejército en movimiento constante y diseña planes inescrutables." "Quien llega primero al campo de batalla y espera al enemigo está fresco para la lucha; quien llega segundo y debe apresurarse quedará exhausto." 

"La velocidad es la esencia de la guerra. Aprovecha la falta de preparación del enemigo; viaja por rutas inesperadas y ataca donde no haya tomado precauciones." "El general prudente considera tanto las ventajas como las desventajas. Cuando ve las ventajas, su ánimo se anima; cuando ve las desventajas, sus dificultades pueden resolverse." "Sé extremadamente sutil, incluso hasta el punto de no tener forma. Sé extremadamente misterioso, incluso hasta el punto de ser silencioso. Así podrás ser el director del destino del oponente."

Estas frases encapsulan la esencia de un pensamiento que privilegia la inteligencia sobre la fuerza, la preparación sobre la improvisación y la adaptabilidad sobre la rigidez.

Relevancia en el Siglo XXI "El Arte de la Guerra" continúa siendo objeto de estudio en academias militares de todo el mundo, pero su influencia se extiende mucho más allá. En la era de la competencia global, la información instantánea y los conflictos asimétricos, las lecciones de Sun Tzu sobre adaptabilidad, conocimiento del terreno y economía de recursos resultan extraordinariamente pertinentes.

La obra nos recuerda que los conflictos, ya sean militares, comerciales o personales, se ganan primero en la mente. La estrategia, la preparación y el entendimiento profundo de las circunstancias son las verdaderas armas de quienes aspiran no solo a vencer, sino a trascender.

¿Todos seremos usuarios de la IA? Esa no es la cuestión,...

En 1997 aparecimos en televisión no como expertos en Internet, sino como una rara avis de "usuario de Internet" . Dos décadas después, ya todos somos usuarios de Internet. En 2015 se creó AUVE, Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos en España, de la que fui Presidente. Pronto todos los conductores seremos usuarios de VE (BEV), como en China lo son ya prácticamente todas las motos nuevas. 

También podríamos crear una Asociación de Usuarios de Vehículos Autónomos, pero también sería de duración limitada porque finalmente todos lo serán. Puede sonar prematuro, pero el principal modo de transporte humano ya es autónomo y sostenible-eléctrico también,... El ascensor. Y es autónomo, a pesar de que se limite a niños de muy poca edad o fuera protegido en algún tiempo y lugar para proteger un empleo ya desaparecido, las y los ascensoristas.

Con esta perspectiva histórica, lo que sobra es si seremos usuarios de la IA. Entre las muchas obsesiones de nuestro tiempo —la velocidad, la inmediatez, la eterna promesa de que “el mañana será mejor”— se ha colado discretamente una pregunta que parece inocente y, sin embargo, roza la metafísica tecnológica: ¿todos seremos usuarios de la inteligencia artificial?

La formulación recuerda a otras preguntas que hicieron historia. A finales del XIX, cuando la electricidad comenzaba a encender escaparates, hubo quien preguntó si llegaría a todos los hogares. Antes, cuando el ferrocarril unió territorios que se consideraban casi míticos, algunos dudaron de que la gente común necesitara semejante prodigio. Y cuando Internet apareció en escena, muchos pensaron que solamente sería útil para académicos, informáticos y quizá algún aventurero curioso. Hoy sabemos la respuesta. La historia de la tecnología, además de obstinada, es una gran aficionada a la ubicuidad y al usuario universal.

Tecnologías que no se eligen.  Las tecnologías verdaderamente transformadoras nunca se adoptan: se infiltran. Como escribió Calvino, “las ciudades se revelan en la manera en que se habitan”; también las tecnologías se revelan en la manera en que dejamos que nos acompañen, a veces sin advertirlo.  Del mismo modo que nunca decidimos “usar electricidad” —simplemente vivimos en ella—, tampoco decidimos “usar IA”: nos deslizamos hacia ese uso con la misma naturalidad con la que el teléfono clasifica nuestras fotos o el coche autónomo interpreta nuestro sueño al volante.

A menudo, la innovación se vuelve cotidiana a través de gestos mínimos: el mensaje autocompletado, la traducción instantánea, el asistente que nos recuerda un cumpleaños que juraríamos haber apuntado. Nada escandaloso, nada heroico. Y, sin embargo, decisivo.

Analogías históricas para un presente desconcertante.  Es útil mirar atrás para comprender la serenidad que exige el futuro. La imprenta no acabó con la palabra manuscrita, pero la transformó. El ferrocarril no destruyó los caminos, pero les cambió el ritmo. La televisión no hizo desaparecer la radio, pero la obligó a renovarse. Internet no sustituyó la conversación, pero la desplazó a nuevas plazas.

La IA parece llamada a ocupar el mismo tipo de lugar: no vendrá a quitarnos la inteligencia, sino a obligarnos a preguntarnos qué hacemos con la nuestra. Como advertía Borges al imaginar su universo infinito, “cada acto supone un infinito de consecuencias”. También aquí.

Una herramienta que obliga a repensarse.   La Inteligencia Artificial (IA / AI) según  Andrew Ng  es la nueva "electricidad". Llegará, si es que no ha llegado, a todo el mundo, a todas partes y a todas las personas,  Es legítimo temer que la IA nos distraiga o nos haga delegar demasiado. La tentación de ceder tareas —y quizás decisiones— a una máquina que siempre parece disponible es grande.  Pero es un temor, en cierto modo, antiguo.

Los griegos sospechaban del alfabeto porque permitiría recordar sin memoria; los sabios de otras épocas desconfiaron de la imprenta porque “banalizaría” el conocimiento La historia no confirma esos temores, pero sí revalida algo más sutil: cada salto tecnológico nos obliga a redefinir nuestro papel. A preguntarnos qué queda de nosotros una vez que delegamos.

¿Todos seremos usuarios de la IA?  La respuesta más sobria, más dominical, es que sí: seremos usuarios, como lo somos de todo aquello que la vida cotidiana incorpora sin ruido Lo seremos no por moda ni por obligación, sino porque el mundo y la vida se organizan ya bajo formas de inteligencia que complementan —o imitan— la nuestra.

Sin embargo, la pregunta relevante para este tiempo convulso quizá no sea esa.  No es si utilizaremos la IA, sino en qué medida la IA estructurará lo que hacemos, lo que elegimos, lo que entendemos como posible.  Porque toda herramienta profunda transforma en silencio a quien la emplea. Y en este caso, la frontera puede resultar difusa.  Al final, la cuestión quizá no sea si todos seremos usuarios de la IA…  …sino si será la IA quien nos utilice a nosotros. Esta es la alternativa  que hemos de dilucidar: ¿ IA para todos… o todos para la IA?

La península de las casas vacías: Sobre la desmemoria española

David Uclés (Úbeda, Jaén, 1990) ha irrumpido con fuerza en el panorama literario español con La península de las casas vacías , una novela ambiciosa que pretende narrar la Guerra Civil española a la escala de un imaginario familiar y territorial. Uclés —escritor, músico, dibujante y traductor— formó parte de varias generaciones nómadas por Europa, y su formación en Traducción e Interpretación y su experiencia como profesor han alimentado un estilo intertextual y polifónico que mezcla memoria y fábula. Su biografía y trayectoria editorial están recogidas en su web (www.daviducles.com) y en fichas editoriales: la novela es fruto de años de trabajo y recibió becas y reconocimientos que avalan el proyecto. 

Sinopsis y estructura La obra se presenta como una «novela total»: a partir de un amplio catálogo de personajes —familiares, soldados, campesinos, poetas, maestros, y hasta animales— Uclés reconstruye la fractura de una comunidad y la desintegración de un territorio que deviene en la propia península de casas vacías. 

La acción recorre desde la vida cotidiana anterior al conflicto hasta episodios de violencia, huida, obsesión y mutación colectiva; todo ello tratado con rasgos del realismo mágico —saltos temporales, imágenes telúricas y episodios simbólicos— que permiten al autor combinar documentación histórica y poética inventiva. Siruela presenta el libro como “una novela total sobre la Guerra Civil española en clave de realismo mágico”. 

Temas principales Entre los ejes temáticos destacan la memoria y el trauma colectivo, la transmisión familiar de relatos, la violencia normalizada y la deshumanización social; Uclés aspira a contar la guerra no solo como acontecimiento histórico sino como fenómeno que transforma paisajes, lenguajes y cuerpos. La novela alterna lo real y lo poético para desactivar el tono didáctico y convertir los hechos en imágenes –a menudo perturbadoras– que siguen resonando en la geografía emocional del lector. 

Estilo y hallazgos formales El pulso narrativo es expansivo: Uclés compone escenas que son relatos autónomos y, a la vez, piezas de un mosaico mayor. Su apuesta por el realismo mágico —con ecos de García Márquez o Rodoreda pero con un pulso propio— permite que lo extraordinario (la ceniza que habita en los cuerpos, la tierra que se queja) sirva como metáfora del dolor histórico. Esta mezcla ha dividido críticas: hay quien celebra la ambición y la capacidad de invención, y quien la considera excesiva o formalmente tradicional. 

Citas «La península había sentido de golpe toda la sangre que iba a recoger durante la guerra…».  « Una novela tiene que reflejar la realidad. Pero tiene que tener una parte de fantástico, de irreal ».

¿A quién se lo recomendaría?   A lectores interesados en la literatura histórica y en las novelas de larga aliento que mezclan documentación y fábula ; a quienes buscan una aproximación literaria a la memoria colectiva española; y a profesores de literatura que quieran trabajar en el aula sobre memoria, género novelístico y estrategias del realismo mágico aplicadas a hechos históricos.

Relectura de “El contador de historias”: Sherezade del siglo XXI

El Contador de Historias (The Hakawati) de Rabit Alameddine: La arquitectura de la narración infinita la reinvención de las Mil y una noches en el siglo XXI.

En una era dominada por la inmediatez digital y la narrativa fragmentada, Rabih Alameddine nos invita a detener el tiempo y volver al origen de la civilización humana: el círculo alrededor del fuego, la voz que se alza en la noche y la frase mágica "había una vez". En su monumental novela, El contador de historias (título original: The Hakawati), Alameddine no solo escribe una historia; teje una alfombra persa donde cada hilo es un mito y cada nudo, una verdad dolorosa sobre la familia y la identidad.

Rabih Alameddine (nacido en Ammán, Jordania, en 1959, de padres libaneses drusos) es una de las voces más singulares de la literatura contemporánea anglófona. Su biografía es tan ecléctica como su prosa: educado entre Kuwait y el Líbano, emigró a Inglaterra y luego a Estados Unidos. Antes de consagrarse a las letras, fue ingeniero y un exitoso pintor, una faceta que se respira en su escritura: visual, barroca y llena de texturas.

Alameddine es un autor de la diáspora que se niega a ser encasillado en el realismo social típico del inmigrante. Obras como La mujer de papel o El ángel de la historia demuestran su capacidad para mezclar la alta cultura occidental con la tradición oral de Oriente Medio, todo ello aderezado con un ingenio mordaz y una sensibilidad queer que desafía los conservadurismos de ambas orillas.

Sinopsis: El regreso al hogar y al mito . La premisa de la novela es, en apariencia, sencilla. Osama al-Kharrat regresa a Beirut desde Los Ángeles tras muchos años de ausencia. El motivo es universal y sombrío: su padre, Farid, está muriendo en un hospital.

Sin embargo, lo que distingue a esta obra es su estructura. La familia de Osama no es una familia cualquiera; son los al-Kharrat, un apellido que literalmente significa "el exagerador" o "el mentiroso" en árabe. Son descendientes de una larga estirpe de hakawatis, los contadores de historias tradicionales del Levante.

Mientras Osama y su familia hacen vigilia en el hospital, la narración se fractura y explota en un caleidoscopio. La realidad cruda del hospital, con sus tubos y silencios, se entrelaza con historias que viajan siglos atrás: - Las aventuras del abuelo de Osama, un hakawati legendario. - Reinterpretaciones de las Mil y una noches- Historias del Corán y el Antiguo Testamento. - Las hazañas de Baybars, el sultán mameluco.

Desde una perspectiva educativa y literaria, El contador de historias es una clase magistral sobre la metaficción . Alameddine nos enseña que somos las historias que nos contamos a nosotros mismos.

La función del mito : El libro argumenta que los mitos no son mentiras, sino verdades emocionales.

Oriente vs. Occidente : El autor desafía los estereotipos orientalistas.

El legado : La muerte del padre simboliza también la muerte de una forma de entender el mundo.

"Escucha. Deja que me presente. Soy el hakawati, el contador de historias. Y en mi mundo, la historia es lo único que importa. El resto es solo información ."

"Volver a Beirut era como abrir un libro viejo y encontrar flores secas entre las páginas: frágil, hermoso y lleno de fantasmas."

Si buscas una lectura que te haga reír, llorar, maravillarte y repensar el mundo, abre El contador de historias. Como dijo Amy Tan: “Rabih Alameddine es nuestro hakawati, y muy pronto todo el mundo sabrá pronunciar su nombre”. Una lectura obligatoria para quien ama no solo los libros, sino el acto mismo de narrar. Quien acepte el desafío encontrará una obra rica, compleja y memorable que, como las mejores historias del hakawati, permanece en la memoria mucho después de que se pronuncie la última palabra.

¿Quién se ha llevado mi queso? Lo incómodo del cambio

Publicado por primera vez en 1998, "¿Quién se ha llevado mi queso?" (Who Moved My Cheese?) de Spencer Johnson se convirtió en un fenómeno instantáneo, un clásico atemporal sobre el cambio en El Laberinto de la Vida y la Búsqueda de la Seguridad. Este breve relato, que a menudo se describe como una fábula de negocios, trasciende el ámbito corporativo para ofrecer lecciones universales sobre cómo afrontar la inevitabilidad del cambio en nuestras vidas personales y profesionales. A través de una narrativa sencilla pero profunda, Johnson invita al lector a reflexionar sobre su propia actitud ante la pérdida y la incertidumbre.

Spencer Johnson (1938-2017) fue un médico estadounidense, autor, y orador, mundialmente reconocido por sus libros de autoayuda y gestión. Su formación académica combinó la ciencia con el management, obteniendo un título en psicología de la Universidad del Sur de California y una licenciatura en medicina de la Escuela de Medicina Real y Cirugía de Irlanda

Johnson creía firmemente en el poder de las historias simples para transmitir ideas complejas. Antes del éxito arrollador de El Queso, fue coautor, junto a Ken Blanchard, del bestseller "El Manager al Minuto" (1982), un manual fundamental sobre liderazgo y productividad.

Su estilo literario se caracteriza por el uso de alegorías y parábolas, lo que le permite destilar principios de gestión y psicología en narraciones accesibles para un público masivo. Su obra ha vendido decenas de millones de copias, consolidándolo como uno de los autores de management más influyentes de finales del siglo XX. El éxito de El Queso radica precisamente en su capacidad para ofrecer una guía práctica sin caer en la densidad del ensayo académico, haciendo de la auto-reflexión un ejercicio ligero y motivador.

Resumen de la Fábula: Ratones, Liliputienses y el Laberinto. La obra es una alegoría protagonizada por cuatro personajes que viven en un Laberinto y dependen del Queso (símbolo de lo que deseamos: un trabajo, una relación, dinero, o paz mental) para ser felices:

  1. Mofletón (Sniff): Huele el cambio antes de que ocurra.

  2. Escurridizo (Scurry): Actúa rápidamente.

  3. Hem (Hem): Niega el cambio por miedo a que sea peor.

  4. Haw (Haw): Aprende a adaptarse a tiempo, superando su miedo.

Los cuatro personajes encuentran una fuente abundante de Queso en la "Central Quesera C". Se establecen allí con una falsa sensación de seguridad, cayendo en la rutina. Cuando el Queso desaparece un día, Mofletón y Escurridizo, por su naturaleza simple y activa, aceptan inmediatamente la realidad y se lanzan de nuevo al Laberinto en busca de Queso Nuevo.

Por el contrario, Hem y Haw se quedan paralizados. Hem se enfurece, se queja de la injusticia y se niega a moverse, convencido de que su antiguo Queso debe regresar. Haw lucha con el miedo, pero gradualmente se da cuenta de que la inacción es autodestructiva. A través de un proceso de introspección y pequeños pasos, finalmente decide salir al Laberinto.

El viaje de Haw está lleno de obstáculos y epifanías. Deja mensajes de ánimo en las paredes del Laberinto para Hem, con la esperanza de que su amigo se una a la búsqueda. El relato culmina con Haw encontrando una nueva y abundante fuente de Queso en la "Central Quesera N", donde ya están Mofletón y Escurridizo. La principal lección de Haw es que el miedo es más debilitante que el cambio en sí mismo. Él aprende que siempre habrá "Queso Nuevo", pero solo si se atreve a buscarlo.

La fuerza del libro reside en las máximas que Haw escribe en las paredes del Laberinto a modo de graffiti filosófico: "Si no cambias, te extingues." (La necesidad de evolucionar). "El movimiento en una nueva dirección te ayuda a encontrar Queso Nuevo." (Tomar acción es la clave). "Imaginarse disfrutando del Queso Nuevo, incluso antes de encontrarlo, conduce a él." (El poder de la visualización positiva). "Cuando dejas atrás el miedo, te sientes libre." (Superar la parálisis mental). "Cuanto más importante es el Queso para ti, tanto más deseas conservarlo." (El apego es la raíz del estancamiento). "Oler el Queso a menudo te ayuda a saber cuándo se está volviendo viejo." (La importancia de la vigilancia y el autochequeo constante). “Cuanto más rápido dejes atrás el queso viejo, más pronto disfrutarás del queso nuevo.” ¿Qué harías si no tuvieras miedo?” “El miedo que dejas que crezca en tu mente es peor que la situación que realmente existe.” “Las viejas creencias no te llevan al queso nuevo.” “¡Es más seguro buscar en el laberinto que permanecer en una situación sin queso!”

Aunque a menudo criticado por su simplificación de problemas complejos, la genialidad de "¿Quién se ha llevado mi queso?" radica en su valor pedagógicoSpencer Johnson utiliza la literatura alegórica para despojar el miedo al cambio de sus justificaciones intelectuales, exponiéndolo como lo que es: una reacción emocional. En un mundo de constante disrupción tecnológica y social, este libro sigue siendo una lectura esencial para la educación emocional y la gestión de carrera. Es un llamado a la acción, a dejar de ser víctimas pasivas del cambio para convertirnos en sus exploradores activos.