Somos muchos quienes pensamos que el apagón analógico debiera ser un apagón televisivo casi total, porque en las programaciones sobran anuncios, deportes, concursos (
de ignorancia), basura del corazón, ... y series con poco ingenio y muchos ejemplos nada edificantes de proyectos de vida. En este momento, aparecer en TV casi es indicativo de marginalidad,
friquismo e
impertinencia, personajillos de las vísceras, músicos o futbolistas con el único mérito... de aparecer continuamente en televisión balbuceando, chutando o divorciándose mientras sus intrascendentes vidas son examinadas con una minuciosidad que sería preferible dedicar a los escarabajos. Y todo ello, encima, cuesta una billonada al contribuyente... Lamentablemente, la ciudadanía menos culta y más desfavorecida apenas recibe ideas o mensajes valiosos para su vida cotidiana. Una rara excepción, que brilla en este basurero mediático del que nadie rinde cuentas, es
Ajuste de Cuentas.
Es un programa dirigido a jóvenes y adultos para enseñar aspectos vitales para la economía doméstica de las familias. Es un modelo de lucha contra la ignorancia en la gestión de las finanzas personales que ahoga a tantas y tantas personas en nuestra sociedad del consumo, donde se ha favorecido el abuso de grandes agentes hacia quienes desconocen lo más elemental de cómo ajustar su vida a sus posibilidades económicas o cómo incrementar sus fuentes de ingresos... con la única fórmula del esfuerzo, el estudio y el trabajo.