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La obscena Termodinámica

Mi sorpresa cuando siendo muy joven comprendí el impúdico Segundo Principio de la Termodinámica.
Como la movida Mecánica o la límpida Óptica, podría la Termodinámica considerarse una rama más de la Física. Pero contiene bochornosos secretos que sus leyes desvelan. La Primera Ley es el conocido principio de conservación de la energía. La energía puede transformarse, pero mantiene su valor total. Parece una tranquilizadora constatación de una cierta permanencia del universo.
La sorpresa surge con la Segunda Ley que restringe las posibilidades que abría la Primera. Resulta que los intercambios de forma de la energía sólo pueden producirse si necesariamente aumenta la entropía, que es… el desorden. Revela que la naturaleza propende inexorablemente hacia el caos. Resulta escandaloso saber que la sórdida entropía implica que no hay límite de máxima temperatura, pero sí de mínima (apenas -273ºC que representa el orden extremo de la materia).
La energía se transforma sólo degradándose, luego todo es irreversible. Los procesos de transformación energética, incluida cualquier forma de vida, caminan hacia un inevitable maremágnum final. Ayer había más orden que hoy y mañana habrá menos. Pocas verdades, filosóficas o científicas, son más angustiosas que este segundo axioma. Surgen dos interrogantes: 1º ¿Deberíamos restringir los libros de Termodinámica sólo a adultos bien formados? 2º Si el desorden es una fatalidad implacable, ¿para qué voy a arreglar mi cuarto de estudio?

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2009/obscenaley.doc

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Conectados al flujo

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Si algo deseamos transmitir quienes educamos, es la necesidad de que quienes aprenden sientan el gratificante éxtasis de una tarea en la que nos concentramos plenamente, que se realimenta por sí misma y que llega a absorbernos hasta olvidar todo lo que nos rodea. Aprender, llegar a dominar o sentir la destreza creciente en alguna materia, es lo que da sentido a nuestras vidas, lo que hace que sintamos que construimos catedrales con nuestra labor cotidiana..

En las modernas teorías de motivación, muy valiosas en educación, está jugando un papel central la teoría del flujo de Mihaly Csikszentmihalyi. Su obra "Fluir: La psicología de las experiencias óptimas" describe al flujo como "el estado mental operativo en el cual la persona está completamente inmersa en la actividad que está ejecutando". Combinar armónicamente el nivel de competencia con el grado de desafío es un método que se demuestra infalible para crecer como persona, desarrollarse en el aprendizaje y alcanzar un alto grado de motivación y felicidad (caminando por la vereda que orilla la ansiedad y la relajación.

Una de las mejores posibilidades de este sistema es su valor grupal, cuando se suman una serie de
factores como el trabajo organizado, en paralelo, de equipos heterogéneos (sentida esta diversidad como potenciadora) concentrados en los objetivos, actuando en espacios de planificación creativa (sillas, paredes decoradas, gráficos –mesas no–, para actuar en movimiento -ver similitudes con el Método Montessori-) y con una clara visualización del avance, aportaciones y retos del proyecto.

En educación, existe un concepto de sobreaprendizaje que parece ser un importante factor en esta técnica, en que Csikszentmihalyi establece en su libro Experiencia Óptima que el sobreaprendizaje permite una concentración mental, visualizando el rendimiento deseado como algo singular, una acción integrada en vez de un conjunto de acciones. En el año 2000, Csikszentmihalyi analizó los principios y prácticas del Método Montessori de educación. Éste método plantea de forma intencionada oportunidades y experiencias de flujo para los estudiantes. Csikszentmihalyi y el psicólogo Kevin Rathunde se embarcaron en un estudio de estudiantes de diversas edades bajo los parámetros de Montessori y la educación tradicional. Ésta investigación arrojó que los estudiantes alcanzaban experiencia de flujo más frecuentemente dentro de los parámetros dispuestos por el método italiano.
Pero para entender mejor qué es un estado de flujo, quizá sea conveniente analizar el estado justamente opuesto: lo que Csikszentmihalyi denomina "entropía psíquica". Un estado de entropía psíquica es aquel en el que no hay ningún orden en la conciencia, en el que los pensamientos aparecen y desaparecen caprichosamente sin que podamos controlarlos.

Es lo que ocurre cuando vamos a la cama dándole vueltas a algo que nos preocupa. Lo mejor sería olvidarnos del asunto para poder dormir tranquilos y mañana, con la cabeza más despejada, ver qué se puede hacer para solucionarlo. Pero es inútil, porque cuando nos encontramos muy preocupados, los pensamientos tienen vida propia y no podemos controlarlos.

Csikszentmihalyi sostiene que, frecuentemente, “pasamos los días inconscientes de nuestra vida emocional y sin contacto alguno con ella”. Eso trae consigo algo que resulta conocido y es que vamos oscilando de un extremo al otro: “vivimos con ansiedad el trabajo cotidiano y estamos inmersos en el aburrimiento durante el ocio”. Pero apunta  que se puede salir de es tal situación de “asfixiante pendulación”: “La clave está en ponernos retos , tareas que exijan un alto grado de concentración y compromiso , en lugar de ceder a un hedonismo hueco”.

M@k, el Buscaimposibles: Un aprendiz de pro

M@k, el Buscaimposibles, Makgregory (en realidad, Goyo) es uno de los más destacados Aprendices. Su principal blog, De todo un poco, es uno de los imprescindibles. Reúne variedad de contenidos, agilidad redactora que facilita la lectura, opiniones comprometidas, y propuestas lúdicas. Con el nuevo año, 2008, en un post (Año nuevo, ideas nuevas) solicitó palabras que expresen conceptos... profundos. Dado que las palabras también me interesan le remití algunas (como entropía, en un guiño entre físicos), junto con otros de sus lectores. Hoy, M@k escribe el artículo prometido: A vueltas con la madre del arte. Extrañamente se ha producido una coincidencia, que él menciona en un comentario a mi post anterior, y es que hoy mismo yo me preocupaba por el desorden (= entropía). Debe ser la bien definida "Sinergia Macramental" de los Aprendices. Tag Technorati

Sombreros para pensar mejor (Edward De Bono)

Edward de Bono, uno de los más afamados gurús del pensamiento lateral, planteó un enfoque creativo para abordar las situaciones desde seis distintas perspectivas que pueden aportar una nueva visión del problema que no habíamos considerado. De Bono simboliza el cambio de perspectiva mediante sombreros de distinto color que nos hemos de poner o quitar para orientar nuestra visión del asunto. Según esta técnica, contamos con seis sombreros diferentes:

Sombrero blanco (factual). Se concentra en los hechos y datos objetivos disponibles. Implica observar la información que se tiene y aprender de ella para descubrir posibles lagunas en el conocimiento del problema. También considera el análisis de tendencias pasadas y datos históricos para tratar de extrapolar a partir de ellos.

Sombrero rojo (emocional). Simboliza la perspectiva de la intuición y la emoción para tratar de comprender cómo será la reacción y opinión subjetiva desde fuera del conocimiento o razonamiento del problema.

Sombrero amarillo (positivo). Representa un punto de vista optimista que destaca los beneficios, aspectos y valores positivos, para poder afrontar las posibles dificultades con actitud animosa.

Sombrero negro (crítico). Insta a plantearse los aspectos negativos de una decisión, y a observarla con cautela y defensivamente. Trata de buscar las pegas, puntos débiles y riesgos para poder eliminarlos o preparar planes de contingencia.

Sombrero verde (creativo). El color de este sombrero pretende impulsar la perspectiva de la creatividad y el pensamiento paralelo y libre de restricciones para plantear una búsqueda de soluciones a los problemas.

Sombrero azul (control global). Simboliza la perspectiva global, la coordinación y el control del proceso. Ésta es la visión que permite dirigir y canalizar la acción hacia otras perspectivas y también la que ofrece una imagen de la situación completa y a alto nivel.Pueden plantearse otras variantes de esta técnica utilizando perspectivas caracterizadas, por ejemplo, por cada uno de los distintos agentes o protagonistas implicados en una tarea o acción. Recogido de Entropía. [Abajo puede verse materiales elaborados por escolares de kIDEAk, y un link con los complementarios zapatos para actuar mejor ]
Sombreros para pensar
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Injerto educativo, metáfora en Ikaskide13

Vídeo, y la presentación, apenas utilizada, dado que puede verse comentada.
 
Estamos a la espera de que nos faciliten el vídeo de la Mesa Redonda que hemos conducido, bajo el título "De Eskola 2.0 a Sarezkuntza: ¿Cómo ayudar desde el aprendizaje formal para promover un aprendizaje significativo en red?"

El proceso ha partido de descubrir conjuntamente algo que describiese una posible combinación del aprendizaje formal con los aprendizajes no formales o informales, de modo que ese continuo proceso de aprendizaje que todos los seres vivos recorremos en cada minuto de nuestra existencia pudiese encontrar más cauces, tanto en escenarios y tiempos escolares como en todo momento y lugar.

Con el hashtag #Ikaskide13 se han citado varias (conexión, coeducar, resilencia, sinergía, expandir, entropía,...), hasta que el Felipe Rodríguez Cortés, orientador en Málaga, ha descubierto injerto (ver en Wikipedia). Quizá, aún aceptando que es una técnica agresiva y poco natural (según algunas opiniones, aunque la agricultura también "fuerza" a la naturaleza), con ejemplos como la vid de origen americano en su pie y la de origen europeo en sus frutos, muestra una vitalidad duplicada ante todo tipo de plagas.

Así, la educación formal y la no formal-informal pueden hibridarse y reforzarse mutuamente si injertamos proyectos nuevos en el intramuros reglado y si desde espacios abiertos logramos objetivos compensadores propios del aprendizaje formal.

La metáfora, con sus limitaciones y posibilidades, ha ofrecido síntesis como la de @mikelsgartzia, completando el  conjunto de la comunidad con un tronco viejo (la enseñanza reglada) que aún permite florecer nuevas relaciones alumnado-profesorado con la masilla de la familia arropando el injerto.
 
Micrograbación, como muestra del buen y distendido ambiente, de la presentación inicial de una de las mesas finales sobre "Dinamización grupal y participación", moderada por Itziar Kerexeta @ikerexeta y Asier Gallastegi @gallas73. Entre los participantes estábamos Josian Llorente @josianito (Hirikilabs – Tabakalera), Marimar Etxebeste @coemprendelab (Bikume),...

Cómo escribir relatos según Kurt Vonnegut

«The Shape of Stories», de Kurt Vonnegut, fue su tesis del máster en antropología en la Universidad de Chicago. En su autobiografía de 1981, dice que fue rechazado porque era demasiado simple y demasiado divertido para ser tomado en serio. Delicioso el chiste con la entropía (entropy), en vez de fin (end).

Kurt Vonnegut dibuja un gráfico en el que se puede trazar cualquier historia. El eje vertical representa la buena y mala fortuna que experimentan los personajes sobre el eje horizontal que representa el tiempo desde el principio hasta el final de una historia. Por buena fortuna o buena suerte se refiere a tener prosperidad y buena salud. Y por mala suerte entiende la muerte, la pobreza extrema, o la enfermedad. 
        
Los ocho tipos de historias, según Kurt Vonnegut:
  1. El hombre en el agujero. El protagonista comienza la obra estable (es decir, con una suerte ni buena ni mala), pero enseguida tiene que hacer frente a uno o varios hechos que le repercuten muy negativamente, sumiéndolo en un pozo. ¿Dejamos que nuestro protagonista se pudra dentro del hoyo? Aunque te sientas tentado de hacerlo, si quieres trabajar este tipo de historia tendrás que conseguir que supere sus obstáculos y termine la historia en una situación aún mejor de la que estaba en un principio. Aunque pueda sorprenderte, este patrón no se ajusta sólo a relatos dramáticos, sino que también lo puedes utilizar en historias cómicas. Un ejemplo es Arsénico por compasión (Arsenic and old lace) de Joseph Kesselring. 
  2. Chico conoce a chica. En este modelo de historia el protagonista encuentra algo maravilloso y lo consigue. Hasta este momento, la curva que se dibuja en el gráfico, como ya supones, es ascendente. ¿Dejarás a tu protagonista ahí, tan a gustito, disfrutando de su felicidad? Claro que no. Eso estupendo que consigue lo pierde (y ahora la curva la dibujamos en descenso). Pero como nos gustan los finales felices, hacemos que el protagonista vuelva a recuperarlo y nuestro gráfico culminará en una curva ascendente. ¿Cómo? Haciendo que eso que ha perdido lo recupere para siempre. Jane Eyre de Charlotte Brontë es un ejemplo de ello. 
  3. De mal en peor. En este caso debes ser algo sádico, no tener piedad del protagonista y dibujar esa curva en continuo descenso. Para ello se hace obligado que las circunstancias y los acontecimientos que viva el protagonista sean cada vez más negativos. ¿Tienes alguna obra en mente? La metamorfosis de Kafka se ajusta a este patrón. 
  4. Cenicienta. El gráfico que se obtiene en este tipo de historia es el siguiente: la línea asciende poquito a poquito como consecuencia de varios acontecimientos sucesivos. De pronto, la curva desciende mucho de forma brusca y, al final, asciende de manera brutal. Y si no te lo crees, mira lo que le pasa a la pobre Cenicienta, quien comienza su historia siendo huérfana de madre. Después, su suerte va cambiando a mejor debido a diferentes acontecimientos (le llega la noticia del baile en palacio, conoce a su hada madrina, ésta le ayuda a asistir al baile, conoce al príncipe, se enamoran…) Sin embargo, esa buena fortuna cae en picado (es la medianoche, finaliza el baile para ella y, además debe regresar a su vida anterior, tan desdichada). Pero, como nos encantan los finales felices, esto no puede quedar así. Un hecho inesperado supone una mejora drástica de su suerte (el príncipe la busca y la encuentra), conduciendo a la protagonista a una situación maravillosa (Cenicienta y príncipe son felices por siempre jamás).
  5. Hamlet. En este patrón la historia dibuja una línea recta, no hay curva. El paradigma para este modelo sería, como ya supones, Hamlet. Este tipo de historia, según Vonnegut, tiene cierta ambigüedad en si los hechos afectan al protagonista de forma positiva o negativa. De este modo, el arco ni ascendería ni descendería, sino que se mantendría neutro. Así, según este autor, la historia de Hamlet comienza me manera similar a Cenicienta: el padre del protagonista acaba de morir y su madre se casa con su tío. Sin embargo, Vonnegut considera que el desarrollo de los acontecimientos no repercute de forma clara en el personaje, ni de manera positiva ni negativa. El fantasma del padre se le aparece pidiéndole que le vengue. ¿Es esta petición de venganza buenas o malas noticias para Hamlet? Según este autor, hay cierta ambigüedad sobre ello. Hamlet es el príncipe, puede matar a alguien si lo desea y no ser arrestado y, finalmente, aunque muere, no está claro si irá al Cielo o al Infierno. A pesar de esto, Vonnegut opina que hay una razón por la que reconocemos a Hamlet como una obra maestra: es que Shakespeare nos dijo la verdad, y la gente rara vez nos dice la verdad en esos auges y caídas del protagonista. Y la verdad es que sabemos muy poco sobre la vida y realmente no sabemos cuáles son las buenas noticias y cuáles son las malas noticias. 
  6. Historia de la creación. En las historias de la Creación de diferentes culturas, la humanidad recibe regalos de una deidad. Primero, productos básicos como la tierra y el cielo, luego cosas más pequeñas como la fauna y la flora. Por tanto, el arco que se dibujaría sería creciente hasta el final. Este tipo de historia no es muy común en la cultura occidental. 
  7. Antiguo Testamento. Al igual que en el tipo anterior, la humanidad recibe regalos de una deidad tras su creación. De repente el ser humano es expulsado de esa situación privilegiada y el desarrollo de los acontecimientos hace que caiga en picado. Así, esta historia tendría una línea ascendente (momento de la creación) y después la curva descendería de manera abrupta, manteniéndose en ese punto bajo debido a que la situación no mejora. 
  8. Nuevo Testamento. Sería un modelo de historia similar a la anterior. Sin embargo, al final se le ofrece una recompensa positiva. En el caso del Nuevo Testamento, esa recompensa es el Paraíso tras la muerte. Y, como te avanzaba, aquí tienes la infografía que Maya Eilam ha diseñado sobre los modelos de historias enunciados por Vonnegut.


Cómo escribir con estilo, según Kurt Vonnegut en dos recopilaciones
  • Encuentra un tema que te importe. / No divagues, no obstante. No divagaré sobre este punto. / Escribe sencillo. / Ten el valor de recortar. / Suena como tú mismo. / Di lo que quieres decir. /Compadécete de los lectores. 
  • 1 Usa el tiempo de un total desconocido de manera que sienta que no lo ha desperdiciado. 2. Dale al espectador al menos un personaje con el que pueda enraizarse. 3. Cada personaje debe querer algo, aunque sea un vaso de agua. 4. Cada frase debe hacer una de estas dos cosas – desvelar al personaje o avanzar la acción. 5. Empieza tan cerca del final como sea posible. 6. Sé un sádico. No importa cómo de dulces e inocentes sean los protagonistas, haz que le ocurran cosas horribles para que el lector pueda ver de qué están hechos. 7. Escribe para agradar a una sola persona. Si abres una ventana para hacerle el amor al mundo, por así decirlo, tu historia pillará una pulmonía. 8. Dale a tus lectores la mayor cantidad de información lo antes posible. Al Diablo con el suspense. Los lectores deben saber perfectamente qué está pasando, dónde y por qué. Deben ser capaces de terminar por sí mismo la historia, por si las cucarachas se comen las últimas páginas.
Muchas más sugerencias de otros muchos grandes escritores y guionistas.
Cómo escribir relatos según Kurt Vonnegut
Otras varias imágenes con diferentes líneas de la historia
Muchos más posts nuestros sobre trucos para escritores.

El teléfono escacharrado, los susurros chinos o Chinese Whispers

Sabiendo euskera aún es más divertido.

El teléfono escacharrado, los susurros chinos o Chinese Whispers, es un juego sencillo y no competitivo, que por lo general se engloba dentro de los juegos infantiles, ​aunque no es raro que se juegue también por adultos. En este juego los participantes se divierten al escuchar cómo un mensaje se va distorsionando al ser transmitido a lo largo de una cadena de oyentes. Una fehaciente prueba de la entropía o el desorden natural,...

Niños jugando a los susurros chinos. Children playing chinese whispers.
Cambiar el contenido del mensaje a propósito es considerado hacer trampa. La longitud del mensaje puede variar desde una sola frase hasta una breve historia.​ Los participantes se alinean hombro con hombro, ya sea en pie o sentados; esta formación representa la línea telefónica.

Una vez que los participantes han encontrado su lugar, el participante que se encuentra al principio de la línea susurra un mensaje en forma de frase u oración; comúnmente es el adulto que organiza el juego quien dice el mensaje inicial, pero puede ser el mismo primer participante a quien se le ocurra el mensaje que va a ser transmitido.
   Quien haya oído el mensaje inicialmente se lo comunica en igual forma a quien está a su lado, y así, de manera consecutiva, el receptor del mensaje murmura el mensaje a quien le sigue en la línea de modo que el mensaje llegue hasta el otro extremo, o sea, al último participante.

El mensaje, por haber sido murmurado o gesticulado, se torna un tanto indistinguible, lo que es parte esencial del juego, pues el mensaje no puede ser repetido. El último jugador dice en voz alta, para que todos los participantes puedan oírlo, el contenido de la comunicación tal como ha llegado hasta él, la cual puede haber quedado tan distorsionada respecto al mensaje original que puede resultar graciosa al compararla con dicho mensaje original. No hay un límite establecido de cuantas personas puedan jugar, pero quizá un mínimo de 4 o 5 personas sean necesarias para el inicio del juego.
El juego es conocido con distintos nombres: Teléfono sin hilo, descompuesto, escacharrado, 'escacharrao', estropeado, interrumpido, loco o roto. También se ha llamado 'mensaje estropeado'. Reino Unido: Chinese whispers (susurros chinos). En ​Francia lo denominan el Teléfono árabe. 

El color de las vocales

El más célebre poema de Arthur Rimbaud es "Vocales" (Voyelles). Traducción al castellano. Vía: Entropía.

A noir, E blanc, I rouge, U vert, O bleu : voyelles,
Je dirai quelque jour vos naissances latentes :
A, noir corset velu des mouches éclatantes
Qui bombinent autour des puanteurs cruelles,

Golfes d'ombre ; E, candeurs des vapeurs et des tentes,
Lances des glaciers fiers, rois blancs, frissons d'ombelles ;
I, pourpres, sang craché, rire des lèvres belles
Dans la colère ou les ivresses pénitentes ;
U, cycles, vibrement divins des mers virides,
Paix des pâtis semés d'animaux, paix des rides
Que l'alchimie imprime aux grands fronts studieux ;
O, suprême Clairon plein des strideurs étranges,
Silences traversés des Mondes et des Anges :
- O l'Oméga, rayon violet de Ses Yeux !

Cualidades de las distintas etapas vitales

Luis Pabón nos propone en un post de Entropía estos atributos predominantes, o cambios de enfoque, en cada una de las etapas naturales de la vida de una persona:
Niñez Juventud Madurez Vejez
aprendizaje
descubrimiento
fantasía
imaginación
permeabilidad
potencial
pureza
simplicidad
asimilación
detalle
especialización
generosidad
idealismo
impulso
memorización
riesgo
comprensión
continuidad
control
generalización
moderación
perspectiva
realismo
unificación
aseguramiento
conservación

costumbre

desengaño

economía

experiencia

simplificación

olvido
Aceptando, como verosímiles estas cualidades, sugerimos que un modo de rejuvenecer podría ser reciclar estos hábitos e incorporar los propios de la niñez o de la juventud en cualquier edad.