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Cuestionario de Proust: Descubre quién eres en 25 preguntas

El Cuestionario de Proust es un famoso conjunto de preguntas personales diseñado para revelar la personalidad, gustos y aspiraciones de quien lo responde. A pesar de llevar el nombre del escritor francés Marcel Proust, él no fue su creador, sino uno de los primeros en responderlo y hacerlo célebre.

El Cuestionario de Proust tiene sus raíces en un juego social de salón muy popular en la Inglaterra victoriana llamado “confession album” o “álbum de confesiones”. Este era un cuaderno que circulaba entre los asistentes a reuniones sociales y que contenía preguntas prediseñadas para que los invitados las respondieran, revelando así aspectos de su carácter y preferencias.

Marcel Proust respondió este tipo de cuestionario dos veces en su adolescencia. La versión más famosa la contestó alrededor de 1890 (leer aquí), cuando tenía unos 19 años, en un álbum perteneciente a su amiga Antoinette Faure, hija del futuro presidente francés Félix Faure. En ese momento, el título del cuestionario era “An Album to Record Thoughts, Feelings, etc.”.

Décadas después, las respuestas manuscritas de Proust fueron redescubiertas y publicadas, ganando notoriedad por la profundidad e ingenio de sus respuestas. Desde entonces, el cuestionario pasó a conocerse como el Cuestionario de Proust, en homenaje a su participación.

El Cuestionario de Proust ha sido adoptado y adaptado por muchos medios modernos. Un ejemplo célebre es su uso recurrente en la revista Vanity Fair, donde personalidades del mundo del arte, la política y el espectáculo lo han respondido.

Pronto iremos respondiendo a una Versión Moderna del Cuestionario de Proust:

  1. ¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta?
  2. ¿Cuál es tu mayor miedo?
  3. ¿Qué rasgo deploras más en ti?
  4. ¿Y en los demás?
  5. ¿Qué persona viva admiras más?
  6. ¿Cuál es tu mayor extravagancia?
  7. ¿Cuál es tu viaje soñado?
  8. ¿Cuál consideras tu mayor logro?
  9. ¿Cuál es tu posesión más preciada?
  10. ¿Cuál es tu ocupación favorita?
  11. ¿Cuál es la cualidad que más te gusta en una persona?
  12. ¿Qué palabra o frase usas con demasiada frecuencia?
  13. ¿Qué talento te gustaría tener?
  14. Si pudieras cambiar algo de ti, ¿qué sería?
  15. ¿Qué consideras la mayor virtud?
  16. ¿Qué consideras el colmo de la miseria?
  17. ¿En qué ocasiones mientes?
  18. ¿Qué persona viva te desagrada más?
  19. ¿Qué o quién es el gran amor de tu vida?
  20. ¿Cuándo y dónde has sido más feliz?
  21. ¿Qué personaje histórico admiras más?
  22. ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
  23. ¿Cuál es tu mayor pesar?
  24. ¿Cómo te gustaría morir?
  25. ¿Cuál es tu lema o filosofía de vida?
 
Un ejemplo respondido por el chef Juan Mari Arzak (más posts).

El reloj no existe en las horas felices...

Prueba definitiva de descanso liberado de horarios: Por primera vez en mi vida mi reloj, un Seiko Kinetic, activado por el movimiento... ¡se ha parado! La falta de uso, por andar durante muchos días sin llevar puesto el reloj,...

Ya lo dijo Marcel Proust: "Los días son quizá iguales para un reloj, pero no para un hombre".
get this clock

BookTok: ¿Leer vuelve a ser cool o banalización de la crítica?

Efecto BookTok: Cuando TikTok revolucionó la crítica literaria. Hemos pasado de los suplementos culturales a los vídeos de 60 segundos para recomendar obras. LGeneración Z reescribe las reglas del mercado editorial, creando lectores (y también best-sellers). El fenómeno BookTok se mueve entre el entusiasmo genuino por la democratización de la crítica y la dictadura del algoritmo. 

El nacimiento de un fenómeno culturalEn 2020, mientras el mundo se confinaba por la pandemia, algo inesperado ocurrió en TikTok: jóvenes de todo el planeta comenzaron a compartir sus recomendaciones literarias en vídeos de menos de un minuto. Lo que empezó como una tendencia espontánea se convirtió en BookTok, un movimiento que ha transformado radicalmente la industria editorial y la forma en que se consume y discute la literatura en el siglo XXI.

BookTok no es simplemente una etiqueta más en redes sociales. Con más de 200 mil millones de visualizaciones, representa un ecosistema completo donde millones de lectores, principalmente de la Generación Z y millennials jóvenes, comparten reseñas, recomendaciones y reacciones emocionales a sus lecturas. Y lo más sorprendente: están comprando libros en cantidades masivas. 

La democratización de la crítica literariaDurante décadas, la crítica literaria fue territorio exclusivo de suplementos culturales, revistas especializadas y académicos universitarios. Los guardianes del canon literario decidían qué obras merecían atención y cuáles quedaban en el olvido. BookTok ha dinamitado este modelo vertical.

En esta nueva crítica, no importan los títulos académicos ni la prosa refinada. Lo que cuenta es la autenticidad, la conexión emocional y la capacidad de transmitir pasión por la lectura en formato ultra-breve. Una adolescente llorando mientras sostiene "Una corte de rosas y espinas" de Sarah J. Maas puede tener más impacto en las ventas que una reseña de cinco páginas en un prestigioso periódico.

Esta horizontalidad tiene ventajas evidentes: voces diversas, criterios plurales y una accesibilidad sin precedentes. Jóvenes que nunca leyeron suplementos culturales ahora devoran recomendaciones literarias diariamente. BookTok ha conseguido algo que la educación formal llevaba décadas intentando: hacer que leer sea cool.

El poder transformador del algoritmoLos números son contundentes. Libros como It Ends with Us de Colleen Hoover, publicado en 2016, experimentaron un resurgimiento extraordinario gracias a BookTok, vendiendo millones de ejemplares adicionales años después de su lanzamiento. Clásicos olvidados vuelven a las listas de más vendidos. Autores desconocidos alcanzan fama internacional de la noche a la mañana.

Las editoriales, inicialmente escépticas, han tenido que adaptarse. Muchas crean ahora departamentos específicos de BookTok, envían ejemplares a creadores de contenido y diseñan portadas "instagrameables". Las librerías han creado secciones especiales con el distintivo "Popular en BookTok", reconociendo la influencia real de estas recomendaciones en el comportamiento del consumidor.

Las sombras de la revoluciónSin embargo, BookTok no está exento de controversias y limitaciones. Los críticos señalan varios problemas estructurales de este nuevo paradigma:

- La tiranía del formato: Reducir una obra literaria compleja a un vídeo de 60 segundos inevitablemente simplifica, cuando no banaliza, el discurso crítico. ¿Cómo analizar los matices de Proust (otros posts) o la complejidad de Virginia Woolf (otros posts) en ese tiempo? La respuesta suele ser: no se hace.

- Homogeneización de gustos: El algoritmo de TikTok tiende a crear cámaras de eco. BookTok favorece abrumadoramente géneros específicos: romance, fantasía young adult, ficción new adult. Obras experimentales, literatura clásica o ensayo tienen escasa presencia. Esto plantea interrogantes sobre la diversidad real que el movimiento promueve.

- La supremacía de lo emocional: BookTok privilegia la reacción visceral sobre el análisis reflexivo. Los vídeos más virales suelen mostrar lágrimas, risas o sorpresa, no argumentaciones elaboradas sobre técnica narrativa o contexto histórico. ¿Es esto crítica literaria o simple entretenimiento emocional?

- Mercantilización acelerada: La línea entre recomendación genuina y marketing se difumina constantemente. Muchos booktokers reciben libros gratuitos, invitaciones a eventos o compensaciones económicas. La transparencia no siempre es óptima.

Hacia una convivencia enriquecedoraLa pregunta no debería ser si BookTok es bueno o malo para la literatura, sino cómo puede coexistir con otras formas de crítica literaria. La crítica académica aporta profundidad, contexto histórico y rigor analítico. Los suplementos culturales ofrecen perspectiva profesional y espacio para la argumentación extensa. BookTok contribuye con entusiasmo contagioso, accesibilidad y capacidad de llegar a audiencias tradicionalmente alejadas de la lectura.

El nuevo gatekeeper es el algoritmo. El algoritmo de TikTok no premia la profundidad, la complejidad o la ambigüedad. Premia la performance de la emoción. Prefiere lo que es fácilmente empaquetable en 60 segundos. Esto crea un bucle de retroalimentación que favorece ciertos tipos de narrativa: tramas de alto impacto emocional, romances tórridos y finales devastadores.

El desafío educativo consiste en formar lectores que puedan transitar entre estos niveles: disfrutar de la emoción inmediata que ofrece un vídeo de BookTok, pero también desarrollar herramientas para un análisis más profundo y crítico. 

Conclusión: La lectura se transforma, no desapareceBookTok demuestra algo fundamental: el deseo humano de compartir historias y conectar a través de la literatura sigue vivo, simplemente ha encontrado nuevos canales. Mientras algunos deploran la supuesta degradación del discurso literario, millones de jóvenes están leyendo, comprando libros y formando comunidades lectoras vibrantes.

La nueva crítica no sustituye a la tradicional; la complementa, la desafía y, ocasionalmente, la supera en alcance e influencia. El futuro de la literatura probablemente no esté en elegir entre ambas, sino en construir puentes que permitan el diálogo enriquecedor entre generaciones y formatos.

@sol.blazquez como empezar en booktok #lectoras #lectores #bookwarms #booktok #libros #leer #comoempezarbooktok #consejos #crearcontenido ♬ Pop beat BGM / long version(1283324) - nightbird_bgm

Amistades de kilómetro cero: elogio del alma de barrio

En tiempos en que los algoritmos eligen por nosotros hasta la canción de la mañana, mantener una amistad de kilómetro cero es casi un acto de resistencia ecológica y emocional: Como cultivar tomates en la terraza en vez de comprarlos envasados. Estas amistades, muy cercanas en distancia, requieren cuidado, tiempo y una saludable obstinación contra la prisa digital. Este post es un homenaje al vecindario que te presta sal (y escucha tus penas).

Hay una pregunta que la modernidad líquida —esa que tanto le gustaba a Bauman (posts esenciales)— se empeña en hacernos olvidar: ¿Cuántos cafés has tomado este mes con alguien que viva a menos de diez minutos andando? Si la respuesta es “ninguno” o “¿cuenta el repartidor de pizzas?”, quizá sea momento de reivindicar lo que los comerciantes llaman “producto de kilómetro cero”, pero aplicado a algo infinitamente más nutritivo: las amistades.

La paradoja del infinito hiperconectadoVivimos en la era donde puedes mantener una conversación de WhatsApp con alguien en Tokio mientras ignoramos olímpicamente al vecino del quinto. Coleccionamos contactos como quien acumula puntos de fidelización: muchos, dispersos, y vagamente inútiles cuando realmente los necesitas. Virginia Woolf (posts) escribió que “la amistad es uno de los mayores placeres de la vida”, pero se olvidó de añadir el asterisco: "Especialmente si no requiere tres autobuses y planificación con quince días de antelación".

Filosofía y esquinaNo es nueva la idea de que la amistad es un bien mayor. Aristóteles habló de la amistad como una condición para la vida buena: forma parte de la ética de quienes desean el bien del otro por sí mismo. Aristóteles (posts) —ese señor que tenía razón en casi todo menos en física— decía que la amistad necesita “convivencia”. No Instagram, no videollamadas programadas: convivencia. 

Compartir tiempo sin mayor propósito que el tiempo mismo. Y seamos sinceros: ¿cuándo fue la última vez que fuiste “espontáneo” con alguien que vive en otra punta de la ciudad? La espontaneidad murió en algún lugar entre el “¿qué tal el miércoles que viene?” y el “mejor lo dejamos para después del puente”.

El contraataque de lo analógicoEn tiempos de nomadismo digital y amistades virtuales, reivindicar la cercanía física tiene algo de rebeldía anacrónica. Es casi punk preferir al vecino simpático antes que al contacto de LinkedIn que “deberíamos tomar un café cualquier día” (traducción: nunca).

Oscar Wilde, maestro de la paradoja, afirmó que “la verdadera amistad es como la salud: no valoramos su importancia hasta que la perdemos”. Pero hay otra cosa que no valoramos hasta que la perdemos: la posibilidad de tener amigos a los que puedas ver sin necesitar un permiso de tu jefe, tu pareja y el consejo de administración de tu calendario.

El milagro cotidianoFrente a las amistades globales y digitales, las amistades de proximidad —esas que viven a dos portales o a una calle— conservan una textura táctil: menos “pixeladas” y más inmediatas. Un “¿bajo a por un café?” puede valer más que cien mensajes de voz. La amistad de proximidad te permite recuperar el lujo de la pereza social: ese “me paso un rato” que no requiere ducha, cambio de ropa semi-formal ni planificación familiar. Es el antídoto contra la tiranía de la productividad aplicada hasta a las relaciones humanas.

Del barrio al pensamientoLo que aprendemos a pocos pasos del felpudo suele ser el material humano más sólido que luego aplicamos en otros ámbitos. Como escribió Italo Calvino, las ciudades son tejidos de memorias, deseos y trueques —una manera de decir que la vida urbana es, ante todo, relación. Las amistades locales son los hilos que sostienen esa trama. 

La amistad de kilómetro cero es la que te conoce en chándal, con resaca, un martes cualquiera. Es la que no necesita versión editada de tu vida porque ha visto el making-of completo. Como decía Montaigne sobre su amigo La Boétie: “porque era él, porque era yo”. Y podríamos añadir: porque vivíamos a dos calles.

Pequeños ritualesSaludos en la escalera, la conversación en la panadería, ese banco en el parque: las afinidades que Montaigne celebró brotan sin planes maestros. Montaigne, en su clásico ensayo sobre la amistad, nos recuerda que la amistad perfecta surge sin otro propósito que ser ella misma.

Una amistad sostenibleSi hablamos de sostenibilidad, la proximidad también es un principio aplicable a los afectos: bajo consumo emocional, retorno inmediato, menor huella logística. No todo afecto necesita envío exprés: algunos abrazos se recogen en la panadería. 

Proust (posts) necesitó siete tomos para explicar cómo funciona la memoria y el afecto, pero quizá la respuesta era más simple: hace falta estar cerca. Las grandes conversaciones no surgen en cenas programadas con dos semanas de antelación; emergen en esos cafés de “cinco minutos que se convierten en dos horas”, en esos paseos sin rumbo, en ese “sube que tengo que contarte algo” a las once de la noche.

Quizá la gran estafa de la globalización sea hacernos creer que las mejores conexiones están siempre en otra parte: otra ciudad, otro país, otro continente. Mientras tanto, ignoramos que la buena vida —esa que los griegos llamaban eudaimonia (posts)— podría estar tomando cerveza en la terraza de tu calle con alguien que sabe cómo te llamas sin consultar tu perfil. Como escribió el poeta Kavafis (posts)el viaje importa más que Ítaca. Pero a veces, solo a veces, Ítaca está en tu mismo barrio, esperando a que toques el timbre.

 Despedida Balconil: Día 50º y final del Aplauso Sanitario
Manual de uso (y disfrute). Las amistades de kilómetro cero no se cultivan en Facebook ni en cenas trimestrales. Se construyen en: - La panadería donde coincides cada sábado y ese saludo evoluciona a conversación, y la conversación a “¿tomamos algo?” - La librería de viejo donde compartes opiniones sobre Bolaño con el único otro cliente menor de setenta años. - El parque donde tu hijo coincide con el del vecino y descubres que tienes más en común que el código postal.

Epílogo: Volver a saludar, porque la felicidad está en el portal de al ladoLa revolución silenciosa quizá consista en volver a saludar y encontrarnos sin pantallas. Como dejó dicho Antonio Machado, “al andar se hace camino”: las amistades que valen acompañan el paso, y si además viven cerca, mejor. Menos Wi-Fi, más vecinos, entre portales y confidencias: el arte de la cercanía.

Posdata: Si después de leer esto descubres que no tienes ninguna amistad de kilómetro cero, no te preocupes. Empieza por saludar y reconocer al vecindario. Roma no se construyó en un día, pero seguramente el arquitecto vivía cerca de la obra.​​​​​​​​​​​​​​​​
@bankinter 👯‍♂️💚 Los amigos Km0 son esos que siempre están cerca, sin importar la distancia. 🌍✨ ¡Descubre por qué son tan valiosos en este vídeo! ▶️💫 🔸 En colaboración con Fernando Mora, psiquiatra 👉🏻 @doctormora_ ♬ sonido original - Bankinter

Leer mientras paseamos o nadamos: Audiolibros

Tratando de recuperar el tiempo perdido, el de Proust y el nuestro, sin dejar de pasear o nadar las dos o tres horas diarias, solamente hemos encontrado una solución: Audiolibros. Una cinta mecánica sirve para leer y andar, pero no deja de ser incómodo y no cubre la natación. 

Simultanear dos acciones que parecen incompatibles, hemos recordado el viejo chiste eclesiástico según el cual no se puede fumar mientras se reza, pero sí se acepta e incluso recomienda rezar mientras se fuma. Ahora comprendemos que no se puede caminar mientras se lee, pero sí leer (o escuchar lecturas) mientras se camina.

Nunca hemos sido muy aficionados a los audiolibros, porque no permiten la recreación alcanzada con la lectura. Además requieren más tiempo para un lector avezado. Pero son una solución mientras se camina, pronto y sin compañía, o nadando... en la piscina (para no perder definitivamente los auriculares).

Lo estamos probando estos días, explorando APPs y grandes canales de audio, muchos en YouTube. Por ejemplo el canal de AudioLibros Mar, donde hemos disfrutado de la lectura del siempre recordado "La conjura de los necios" de John Kennedy Toole, otro gran escritor desaparecido prematuramente y que merece un post propio. En dos grabaciones de 6 más 8 horas.

Otra de las maravillas que hemos descubierto es el podcast de la Cadena Ser, Un libro en una hora (también, Un autor en una hora). Aunque no es una grabación íntegra de las obras, ofrece un excelente resumen coordinado por Antonio Martínez Asensio (@1libro1hora) de algunos libros clásicos de obligada lectura y relectura.

Por estos caminos hemos disfrutado en apenas unos días, con viajes y sus preparativos, de clásicos releídos de la talla de "El Hobbit" de Tolkien, "A sangre fría" de Truman Capote, "El coleccionista" de John Robert Fowles, "Oso" de Marian Engel,... o de nuestro más releído libro "Crimen y castigo', una de las cimas de la literatura universal de Fiódor Dostoyevski.

Por qué los libros prolongan nuestras vidas

No hace mucho tiempo me entretenía imaginándome a aquellos progenitores nuestros que hablaban de sus esclavos adiestrados en trazar caracteres cuneiformes como si fuesen modernos computers. Me entretenía, pero no bromeaba. Cuando hoy leemos artículos preocupados por el porvenir de la inteligencia humana frente a nuevas máquinas que se aprestan a sustituir nuestra memoria, advertimos un aire de familia. Quien entiende algo del tema reconoce pronto el pasaje del Fedro platónico, citado innumerables veces, en el cual el faraón pregunta con preocupación al dios Toth, inventor de la escritura, si este diabólico dispositivo no hará al hombre incapaz de recordar y, por lo tanto, de pensar.

La misma reacción de terror debe de haber sentido quien vio por primera vez una rueda. Habrá pensado que nos olvidaríamos de caminar. Acaso los hombres de aquel tiempo estaban más dotados que nosotros para realizar maratones en los desiertos y en las estepas, pero morían antes y hoy serían dados de baja en el primer distrito militar. Con esto no quiero decir que, por esa razón, no nos debamos preocupar de nada y que tendremos una bella y sana humanidad habituada a merendar sobre la hierba de Chernobyl; si acaso, la escritura nos ha hecho más hábiles para comprender cuándo debemos detenernos, y quien no sabe detenerse es analfabeto, aunque vaya en cuatro ruedas. 

El malestar que producen las nuevas formas de captar la memoria se ha producido siempre. Frente a los libros impresos en mal papel que daba la idea de que no resistiría más de quinientos o seiscientos años, y con la idea de que aquello podía estar ya en manos de todos, como la Biblia de Lutero, los primeros compradores gastaban una fortuna para hacer miniar a mano las iniciales, para, gracias a ello, tener la impresión de poseer aún manuscritos de pergamino. Hoy esos incunables miniados cuestan un ojo de la cara, pero la verdad es que los libros impresos ya no tenían necesidad de ser miniados. ¿Qué hemos ganado? ¿Qué ha ganado el hombre con la invención de la escritura, la imprenta, las memorias electrónicas?

En una ocasión, Valentino Bompiani hizo circular una frase: “Un hombre que lee vale por dos”. Dicha por un editor, podría ser entendida solamente como un eslogan feliz, pero pienso que significa que la escritura (en general, el lenguaje) prolonga la vida. Desde los tiempos en que la especie comenzaba a emitir sus primeros sonidos significativos, las familias y las tribus necesitaron de los viejos. Quizá primero no servían y eran desechados cuando ya no eran eficaces para la caza. Pero con el lenguaje, los viejos se han convertido en la memoria de la especie: se sentaban en la caverna, alrededor del fuego y contaban lo que había sucedido (o se decía que había sucedido, ésta es la función de los mitos) antes de que los jóvenes hubieran nacido. Antes de que se comenzara a cultivar esta memoria social, el hombre nacía sin experiencia, no tenia tiempo para forjársela y moría. Después un joven de veinte años era como si hubiese vivido cinco mil. Los hechos ocurridos antes de que él naciera, y lo que habían aprendido los ancianos, pasaban a formar parte de su memoria. 

Hoy los libros son nuestros viejos. Nos nos damos cuenta, pero nuestra riqueza respecto del analfabeto (o del que, alfabeto, no lee) consisten en que él está viviendo y vivirá su vida y nosotros hemos vivido muchísimas. Recordamos, junto a nuestros juegos de infancia, los de Proust, sufrimos por nuestro amor, pero también por el de Píramo y Tisbe; asimilamos algo de la sabiduría de Solón; nos ha estremecido ciertas noches de viento en Santa Elena y nos repetimos, junto con la fábula que nos ha contado la abuela, la que había contado Scheherezade

Esto podría dar a alguien la impresión de que, no bien nacemos, somos ya insoportablemente ancianos. Pero es más decrépito el analfabeto (de origen o de retorno) que padece de arterioesclerosis desde niño, y no recuerda (porque no sabe) qué ocurrió en los Idus de Marzo. Naturalmente, también podríamos recordar mentiras, pero leer ayuda a discriminar. No conociendo las culpas de los demás, el analfabeto ni siquiera conoce los propios derechos.  

El libro es un seguro de vida, una pequeña anticipación de inmortalidad. Hacia atrás (¡ay!) más que hacia adelante. Pero no se puede tener todo y al instante. 

Humberto Eco, Roma1991, Perché i libri allungano la vitaFue un filósofo y escritor italiano, autor de numerosos ensayos sobre semiótica, estética, lingüística y filosofía, así como de varias novelas, entre ellas "El nombre de la rosa".

Crónica de la VIII Business Global Conference BGC 2009

Arriba vídeo integral de la conferencia inaugural de Tom Kelley, referente mundial en innovación. Autor de The Ten Faces of Innovation, es director general de Ideo, organización a la cabeza en los principales rankings de innovación como: Business Week, Fast Company,.. Lo mejor, en mi opinión, ha sido su mensaje de que lo nuevo sólo se descubre con ojos nuevos, cambiando desde el interior del observador - antropólogo. Una de sus diapositivas proyectadas nos recobraba la cita de Marcel Proust: "El verdadero acto de descubrimiento no es encontrar nuevos territorios, sino verlos con nuevos ojos". Su "vu jàdé", la vuelta de "déjà vu", con el ejemplo del aeropuerto Charles de Gaulle,...
Algunas fotos propias.

Abajo: Vídeo completo de la intervención de la encantadora Inma Shara, una joven líder de la nueva generación de directores de orquesta y una vasca de sus más innovadoras representantes a escala mundial. Inmaculada Lucía Saratxaga, ése es su nombre real, nacida en Amurrio (Álava) en 1972 está galardonada con el Premio a la Excelencia Europea. Entre muchas referencias, citó que estilos de dirección como la tiránica ira de Toscanini ya no rigen ni en las orquestas sinfónicas. Inma Shara en Descarga directa (59:53 min / 10 MB).

Hemos coincidido en el BGC con muchos innovadores y educadores, como Gorka Palazio, quien ha aprovechado la ocasión para grabar conmigo una "micro-pastilla" para su indispensable www.eduvlog.org. Crónica en elaboración que se ampliará en las próximas horas.
Hashtag: #ibgc09. Web oficial: www.ibgconference.com. Prensa: "Con china sólo se puede competir con algo novedoso" (El País, 12-11-09), PDF. Nunca hay que malgastar una crisis" (El Correo, 12-11-09), PDF. "Los expertos señalan en Bilbao el peso de la innovación en red" (Expansión, 11-11-09), PDF. Otras crónicas: Kike Alonso, Julen Iturbe,...

Actualización: Vía euskadigital.net se puede escuchar la traducción de la conferencia inaugural de la octava edición del Business Global Conference (BGC), a cargo de Tom Kelley, referente mundial en innovación y autor del libro “Las cuatro caras de la innovación”. Descarga directa (58:26 min / 10 MB). Fuente de audio original (euskadigital-2009-12-07-30012.mp3).

En el amor todas las cumbres son borrascosas

"El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir".
Marcel Proust, quien opinaba que “Los verdaderos paraísos son los paraísos que hemos perdido”.